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"ORTIZ, HÉCTOR ANIBAL c/INSTITUTO DE AYUDA FINANCIERA A

LA ACCIÓN SOCIAL -IAFAS -Amparo Sindical -RECURSO DE

INAPLICABILIDAD DE LEY". Expte. Nº 6099

Paraná, Sala II, Cámara Tercera de Apelaciones (Juzgado

del Trabajo Nº 4)

////CUERDO:

En la ciudad de Paraná, Capital de la Provincia de Entre

Ríos, al primer día del mes de octubre de dos mil veintiuno, reunidos

en Acuerdo los señores miembros de esta Sala Nº 3 del Trabajo del

Superior Tribunal de Justicia, para conocer del recurso de

inaplicabilidad de ley interpuesto en autos caratulados: "ORTIZ,

HÉCTOR ANIBAL c/INSTITUTO DE AYUDA FINANCIERA A LA

ACCIÓN SOCIAL -IAFAS -Amparo Sindical -RECURSO DE

INAPLICABILIDAD DE LEY", contra la sentencia del 06/05/2021,

dictada por la Sala II de la Cámara Tercera de Apelaciones de la ciudad

de Paraná.

Efectuado el sorteo de ley, resultó que la votación

tendría lugar en el siguiente orden, Doctores: MEDINA, SALDUNA,

CARLOMAGNO.

Estudiados los autos la Excma. Sala planteó la siguiente

cuestión a resolver:

¿Qué corresponde decidir con respecto al recurso de

inaplicabilidad de ley interpuesto por la demandada mediante

presentación electrónica del 14/05/2021?

A LA CUESTIÓN PROPUESTA, LA SRA. VOCAL DRA.


MEDINA DIJO:

I.- Vienen los presentes a esta Sala para decidir el

recurso de inaplicabilidad de ley interpuesto contra la resolución de

fecha 6/5/2021, emanada de la Sala II de la Cámara Tercera de esta

ciudad, siendo concedido el 31/5/2021.

II.- El pronunciamiento recurrido, revoca el fallo del a

quo de fecha 1/2/2021 y en consecuencia hace lugar a la acción de

amparo incoada y dispone la nulidad de la Resolución Nº 1248 DIR

IAFAS, con costas

Para así decidir, el Vocal que comanda el acuerdo, parte

de reseñar que el a quo desestimó la acción de amparo sindical

interpuesta por el Sr. Héctor Aníbal Ortiz contra el "IAFAS", en razón de

que existiendo 14 personas como integrantes de una comisión

directiva de ATE, no se darían los supuestos de excepción que

contempla el artículo 3 del Decreto 1318/96 MGJE para modificar el

artículo 48° de la Ley 23.551.

Con relación a la calificación dada por la sentenciante al

citado decreto ("carácter excepcional"), señala que es una norma

reglamentaria interna del artículo 48 de la Ley 23551; mediante la cual

se otorga un beneficio adicional para los trabajadores del estado

provincial, manteniendo incólume el espíritu protectorio original; y que,

en su artículo 3°, establece un mejor beneficio para los solicitantes de

licencia gremial, "pero sujetándolo a este beneficio extra, a una condición

limitativa en su cantidad, cual es que los agentes que accedan a dicho beneficio

adicional, no superen la proporción de 2 agentes por cada 1.000 afiliados a cada


entidad gremial comprendida en dicho decreto, lo que excedan de ese número, no se

les desconoce el derecho a la licencia gremial, sino que la misma será sin goce de

haberes, conforme lo establece la norma nacional, de allí la denominación de

excepcional que se menciona en la sentencia."

Rechazado el embate contra la calificación del decreto

provincial, analiza los restantes planteos que estima conducentes para

dilucidar si la licencia gremial concedida, debe ser con o sin goce de

haberes; y en consecuencia, si la forma en que fuera concedida (sin

goce de haberes), vulnera el derecho a la libertad sindical o implica un

obstáculo o limitación para el libre ejercicio del derecho de

sindicalización y a la libertad sindical.

Advierte que de entenderse esto último, el artículo 48°

de la Ley 23551, incurriría en tal violación y que no existe en la

normativa internacional invocada ninguna disposición concreta que

establezca el derecho a la licencia gremial paga.

Sin perjuicio de ello y atendiendo a que el actor en su

pedido invoca el derecho a la licencia gremial fundado en la Ley 23551

y en el Decreto Provincial 1318/96, advierte que en los considerandos

de la Resolución 1248/2019 Dir. IAFAS no existe ni siquiera una "...

referencia al pre citado decreto, invocando lo dictaminado por el área Legales sobre

que la licencia debe ser otorgada conforme lo dispuesto por el artículo 48° de la Ley

23.551, sin más aclaración; y en base a ello el mismo Directorio del IAFAS trae a

colación en otro considerando que dicha norma otorga el derecho pero sin goce de

haberes; que en el resto de sus consideraciones, ninguna referencia hace al Decreto

Provincial 1318/96".
Para luego referir que "la demanda de Acción de Amparo

Sindical se basa en la omisión de toda consideración y aplicación de dicho Decreto

Provincial, lo cual constituiría una práctica anti sindical".

Con relación al nuevo argumento empleado por el IAFAS

en la contestación de la acción (punto 20 de su escrito -fs. 37 de

autos), señala que "de ello pareciera sugerirse que el accionado disponía de

mayor documental que podría respaldar su posición, sin embargo, no la agregó, con lo

cual, sus afirmaciones pasaron a ser meramente dogmáticas por carencia de prueba

de sus dichos.".

Analiza luego la testimonial por parte de los Sres.

Abelendo, para luego concluir en que le asiste razón al apelante, en

torno a que la sentencia en crisis se ha apartado de las pruebas

rendidas, no valorándolas adecuadamente, conforme la normativa

legal vigente, ya que si bien refiere al artículo 3° del Decreto 1318/96,

no analiza el mismo a la luz de las probanzas aportadas, ya que da por

probado, sin prueba que lo avale, la existencia en el IAFAS de más de 2

dirigentes gremiales con goce de licencia gremial paga, y en base a

ello entiende como no aplicable al actor el derecho que le otorga el

artículo 3° del pre citado Decreto.

Considera además que el a quo "yerra groseramente en su

análisis por cuanto no existe ninguna constancia en la presente causa, como tampoco

en el Proceso reservado de medida cautelar, que demuestre que exista al menos 1

trabajador con goce de licencia gremial paga, y la cita que efectúa de la Resolución de

fs. 15, resulta contradictoria, por cuanto allí, en su primer considerando solo se afirma

que desde el Casino Federación se remite nota a través de la cual los Sres. Iván Eliseo
Duffey y Héctor Aníbal Ortiz gozarán de licencia gremial a partir del día 6 de

noviembre de 2019 y hasta el 31 de marzo de 2020, sin ningún tipo de manifestación

complementaria respecto a las condiciones en que se gozaba dicha licencia, amén de

ello, esa referencia demuestra que solo se refiere a 2 agentes en tales condiciones, lo

que encuadraría dentro del marco del decreto, y sostengo que es contradictoria y

absurda, dado que la sentencia reconoce expresamente que ' ... en referencia al propio

límite que impone el decreto provincial para abonar licencias gremiales, de la

informativa producida, se deduce que ATE posee más de 5.000 afiliados en toda la

provincia y conforme resolución de fs. 15, a diciembre del 2019, ATE poseía dos

representantes -el secretario general y pro secretario administrativo- de licencia

gremial paga, entre ellos el actor reclamante`, frente a ello, resulta un contrasentido

concluirse que no le asista derecho a Ortiz a gozar de licencia gremial paga, por

cuanto es justamente él mismo, una de las personas que se computa con licencia paga

para negarle ese derecho, un verdadero absurdo."

También resulta claro de ello, que el número de trabajadores

afiliados, base para el cálculo de la proporcionalidad dispuesta por el artículo 3° del

Decreto 1318/96, que ha considerado la Jueza ha sido el del total de afiliados en la

provincia, no únicamente los del IAFAS, lo que entiendo ajustado a derecho.".

Finalmente en el apartado "III)", rechaza los planteos

en torno al cambio de argumentación de la ahora accionada (el límite

contemplado por el artículo 3° del Decreto 1318/96 MGJE), porque ello

fue ampliamente debatido (garantizada a la parte recurrente ejercer un

adecuado derecho de defensa), y " se ve reflejado en los considerandos de la

sentencia que hace expresa mención en varios párrafos a esta cuestión novedosa,

aunque evidentemente equivocando en la valoración de la prueba rendida al respecto,


dado que quien alega algo debe sostenerlo con la prueba respectiva que avalen sus

dichos, y en el presente caso, la accionada, no aportó ninguna prueba que respalde su

posición de que la licencia gremial con goce de haberes peticionada por el actor,

excedía el cupo máximo establecido por el Decreto provincial; cuestión ésta ya

analizada y resuelta en el punto II) del presente voto ."

Conforme a lo expuesto revoca " la sentencia en crisis,

haciendo lugar a la acción de amparo incoada, y disponiendo en consecuencia la

nulidad de la Resolución recurrida N° 1248 DIR IAFAS, del 04 de diciembre de 2.019, en

lo referente a la concesión de la licencia gremial sin goce de haberes, disponiendo por

el contrario que la misma sea con goce íntegro de sus haberes en toda su duración,

debiendo el demandado arbitrar los medios pertinentes para su íntegro y oportuno

cumplimiento.".

III.- Los apoderados de la demandada, Dres.

FERNANDO CESAR BALLESTEROS y ENRIQUE DANIEL TRILLO,

interponen recurso de inaplicabilidad de ley contra la sentencia dictada

por la Sala II de la Cámara Tercera de esta ciudad.

Al fundar su queja, aducen que la sentencia recaída, no

es un acto jurisdiccional válido e incurre en violación y errónea

aplicación de los artículos: 31 incs. 4º) y 5º), apartado c), 372 del

CPCC, y de los arts. 48, 49 inc. a y ccdtes. de la Ley 23551, 18 y 31 de

la CN; los principios de la primacía de la realidad, defensa en juicio y

seguridad jurídica, doctrina y jurisprudencia que entiende aplicable al

caso.

Afirman que se está frente a un fallo arbitrario y

absurdo que se aparta de la prueba rendida y que revocó la Sentencia


de Primera Instancia (disponiendo la nulidad de la Resolución 1248 DIR

IAFAS del 04 de diciembre de 2019), cuándo esta es conforme a lo

establecido en el primer párrafo del artículo 48° de la Ley 23551,

señalando que está acreditada la falta de prestación de tareas por

parte del actor, ya que el mismo dejó las mismas para ejercer la

función en la Comisión Directiva de la Asociación Trabajadores del

Estado.

Reitera, que lo así decidido vulnera lo allí normado por

la LAS y el art. 31 de la CN al sostener que el " Decreto Provincial N°

1318/1996 MGJE amplía el alcance y no contradice la Ley Nacional, entendemos todo

lo contrario, si la norma superior dispone el goce de una licencia sin haberes, una

norma de menor jerarquía no puede disponer lo contrario .".

Insiste con lo que sostuviera al contestar la demanda,

en cuanto a la cantidad de afiliados de su mandante a cada uno de los

gremios; y "que la propia ATE poseía al momento de la interposición del amparo

sindical 12 empleados del IAFAS en cargos de comisión directiva, lo que por sí solo

excede la cantidad permitida por el propio DECRETO y no fue negado por el actor al

contestar el traslado.". Calificando de absurdo e irrazonable que se

interprete que: "el goce de haberes durante la licencia gremial se otorgaría como

máximo a dos (2) empleados por cada mil afiliados; para luego quebrar el principio de

razonabilidad de las decisiones judiciales al extender dicho carácter excepcional

considerando que el total de empleados a tener en cuenta es el de toda la provincia, y

no el del propio organismo en el que revistan los empleados interesados en dicha

licencia. Obsérvese que aún en el supuesto de que se considerara configurada la

situación de excepcionalidad que toma el fallo de la Excma. Cámara, entendiendo que


el Decreto 1316/96 MGJE es reglamentario de la ley nacional 23551, lo que enerva por

irrazonable el resolutorio de la Alzada es que extienda de manera irrazonable el

alcance del citado decreto haciendo que nuestro poderdante (el Instituto IAFAS), tenga

que soportar el pago de los salarios a un par de sus agentes que no prestan sus

servicios en dicho organismo –por estar laborando para la Comisión Directiva del

Sindicato- al tomar la proporción sobre el total de los afiliados, beneficiando con ello a

otro sujeto de derecho (el Estado Provincial) quien ya tendría –en esa lógica- cubierto

el cupo de agentes con licencias pagas y por lo tanto no debería abonar sus salarios;

todo ello en claro perjuicio del Instituto."

Explicita, que "el propio límite que impone el decreto provincial

para abonar licencias gremiales, de la informativa producida se deduce que ATE posee

más de 5.000 afiliados en toda la Provincia y conforme resolución de fs. 15, a

diciembre del 2019 ATE poseía dos representantes -El secretario general y el

prosecretario administrativo de licencia gremial paga, entre ellos el actor reclamante

en el IAFAS, desconociendo esta parte cuantos tenía en toda la Provincia [...]"; y que

en modo alguno se lo puede condenar " a otorgar la licencia con goce de

haberes sin tener en cuenta la cantidad de afiliados de ATE en IAFAS; ello resulta

arbitrario y contradictorio con el propio razonamiento del fallo de Cámara, ya que

convierte un beneficio excepcional en algo normal, abriendo la puerta para que todos

los delegados de ATE o empleados afiliados a dicho sindicato en IAFAS con cargos que

les permitan acceder a la licencia del Art. 48, la soliciten y obtengan CON GOCE DE

HABERES, violando así el principio que establece la propia ley .".

Afirma que el ad quem, además de vulnerar los

alcances de la citada disposición del LAS, extiende los alcances del

decreto provincial, contradiciendo además el principio general de que


las normas de excepción (interpretadas de modo restrictivo); y la

prueba obrante en la causa, al endilgarle que su parte no probó la

existencia de dos dependientes del IAFAS con licencias gremiales

pagas, cuando reitera su mandante no cuenta con un mil (1.000)

afiliados a ATE sino doscientos cuarenta y seis (246), lo que conlleva

sin más a la inaplicación del decreto provincial.

Considera que de receptarse la postura del fallo y de

superarse la cantidad requerida en el decreto provincial,

correspondería que el Poder Ejecutivo Provincial otorgara la licencia en

los términos pretendido (con pago de haberes).

Redunda en que no ha existido un obrar antijurídico,

puesto que su mandante se ciñó a lo establecido en el art. 48 de la Ley

23551; y que a través de un razonamiento completamente arbitrario

(sólo se aprecian las manifestaciones introducidas por la actora en

autos), se vulneraron las normas antes citadas en franca trasgresión al

artículo 372 del CPCC (aplicables por remisión del artículo 141 del CPL).

En el apartado "22-", señala que el acto administrativo

por el cual se le otorgó la licencia sin goce de haberes (Resolución

1.248 DIR IAFAS), no fue recurrido (firme y consentido); y que con ello

se patentiza lo absurdo de lo decidido y la vulneración del principio de

seguridad jurídica que debe prevalecer en todo proceso: se declara la

Nulidad de la Resolución 1248 DIR IAFAS que no fue atacada por la vía

administrativa, obligando a nuestro poderdante a tener que abonar la

licencia sindical con goce íntegro de haberes.

A modo de conclusión reitera que no existió


impedimento en la Actividad y/o Función Sindical que desarrollaba el

Sr. Ortiz; que su licencia fue otorgada conforme a derecho (cf. art. 48

de la Ley 23551); que no resulta aplicable al caso el Decreto Provincial

1318/1996 MGJE; y que lo decidido por el ad quem, desconoce de

forma palmaria las reglas de la sana crítica y prescinde de elementos

esenciales y decisivos para resolver esta causa. De allí que solicitan

que esta Sala revoque los puntos “1” y “2)” de la Sentencia;

decretando la vigencia de la Resolución 1248 DIR IAFAS, con costas a

la parte actora.

IV.- Con fecha 25/06/2021 a las 21:02 hs., y mediante

presentación electrónica, la parte actora presenta el memorial que

autoriza el art. 282 del CPCC y solicita que se rechace el recurso de

inaplicabilidad de ley interpuesto.

V.- Resumidos así los fundamentos que cimientan el

fallo combatido, como las impugnaciones del quejoso, corresponde dar

respuesta al recurso articulado.

VI.- Al tiempo de resolver, se impone destacar que

nuestro más Alto Tribunal ha decidido que los jueces no están

obligados a analizar todas y cada una de las argumentaciones de las

partes, sino tan sólo aquéllas que sean conducentes y posean

relevancia para decidir el caso (CSJN, Fallos: 258:304; 262:222;

265:301; 272-225, etc.).

En dicho marco, he de tratar los agravios expuestos por

la quejosa, contra la decisión de considerar que su defendido, al

otorgar la licencia gremial al actor, de conformidad con lo que se


establece en el art. 48 de la Ley 23551, vulneró su tutela sindical.

Ya dando respuesta, entiendo que la sentencia que aquí

se combate incurre en el vicio de arbitrariedad y debe ser descalificada

como acto jurisdiccional válido.

Explicito, señala que el agente Ortiz invoca en su

reclamo el Decreto Provincial 1318/96 y que el acto administrativo que

le diera respuesta (Resolución 1248/2019 Dir. IAFAS), ni siquiera

menciona lo allí dispuesto; y que " la demanda de Acción de Amparo Sindical se

basa en la omisión de toda consideración y aplicación de dicho Decreto Provincial, lo

cual constituiría una práctica anti sindical ". (cfr. fallo en crisis); para luego

realizar un juicio valorativo en el que se prescinde, sin fundamento, en

que la revisión de los elementos del acto administrativo, como la

ponderación de la prueba que resultaba conducente para la decisión

del caso (querella por práctica desleal), debió apoyarse en que se

está dentro de una relación de empleo público y que el acto que a la

postre nulifica, está dotado de presunción de legitimidad.

Con relación a lo puesto en debate, "el Dr. Bidart

Campos, analizando la naturaleza de la relación (status jurídico) entre

las empresas del estado y sus agentes, sostiene que 'La relación de

empleo es por esencia -y aún cuando la ley diga otra cosa- de

derecho público. Pero... puede no estar sujeta por necesidad a las

normas de derecho público que rigen normalmente el empleo público;

entonces, el Estado decide que a esa relación de derecho público le va

a aplicar una serie de disposiciones tomadas del derecho privado -por

ej., las propias de los empleados de comercio-. Pero al trasladar un


estatuto privatista a la esfera de la relación de derecho público, se

opera novación y las normas privadas pasan a incorporarse al

derecho público, aún cuando no se diga expresamente y aún

cuando permanezca idénticas en su expresión literal' (BIDART

CAMPOS, Germán, en 'Régimen de los dependientes de empresas del

Estado', 'Tratado de Derecho del Trabajo', dirigido por DEVEALI, Bs.

Aires, Ed. La Ley 1965, Tomo III, pág. 169, la negrilla me pertenece).

Reitero, soslaya el tribunal ad quem, al decretar la "

nulidad de la Resolución recurrida N° 1248 DIR IAFAS, del 04 de diciembre de 2.019, en

lo referente a la concesión de la licencia gremial sin goce de haberes, disponiendo por

el contrario que la misma sea con goce íntegro de sus haberes en toda su duración,

debiendo el demandado arbitrar los medios pertinentes para su íntegro y oportuno

cumplimiento.", que lo debatido -juridicidad de los actos administrativos

dictados por el IAFAS-, es materia de naturaleza que pertenece al

derecho administrativo (relación de empleo público); y que en modo

alguno, para sustentar su decisión se pueda partir de un análisis

aislado de la Ley 23551 (LAS).

Tal juicio, -valoración- es inexacto, y además con él se

tergiversa la real causa por la que el trabajador inició la presente

acción; lo cual -y a mi entender-, conforme a las consideraciones que

realizaré infra tornan al decisorio que aquí se combate en inidóneo

para servir de fundamento a una sentencia válida (arts. 17 y 18 de la

CN).

En sustento, he de precisar que:

a) El Estado como empleador –en autos el IAFAS- no es


lo mismo que un empleador privado, quién antes que empleador, es la

autoridad pública y el custodio del interés general. Remarco, el Estado

empleador diverge del privado, por su naturaleza jurídica y por su

finalidad específica, que es ejercer actos de gobierno en beneficio de la

comunidad, pero a la vez pongo de manifiesto que los trabajadores de

uno y otro dador de trabajo, tienen reconocimiento a su derecho a una

serie de elementos protectorios de su trabajo, a partir del art. 14 bis de

la CN, y que la tutela sindical que allí se consagra, protege la actividad

gremial objetivamente y no del dirigente como sujeto de un fuero

especial.

b) No está controvertido que se trata de una relación

de empleo público, que la licencia gremial otorgada al actor es

conforme lo establece en el art. 48 de la LAS; y que de

entenderse que el otorgar la licencia gremial sin goce de haberes se

vulnera el derecho a la libertad sindical o implica un obstáculo o

limitación para el libre ejercicio del derecho de la libertad sindical, lo

allí reglado sería inconstitucional, no existiendo en la normativa

internacional invocada en el promocional, disposición concreta que

establezca el derecho a una licencia gremial paga.

c) La licencia otorgada mediante Resolución

1248/2019 Dir. IAFAS (acto administrativo), está dotada de

presunción de legitimidad, y contra ello el aquí accionante no interpuso

los recursos que le asisten a los efectos de que la autoridad

competente -Titular del Poder Ejecutivo Provincial- revise la

juridicidad de dicho acto (Resolución del Directorio del IAFAS). Es decir


se trata de un acto administrativo que en sede administrativa

está firme y consentido, el que además resulta conforme a lo

reglado en el art. 48 de la LAS.

A la luz de ello, es que corresponde al juez competente,

establecer la regla jurídica, desde que en nada modifica que el actor

haya pretendido lisa y llanamente la operatividad de la LAS ni que esté

impedido de prevalerse de un beneficio adicional consagrado en un

acto interno reglamentario, en virtud de los argumentos dados, pues al

resolver no puede excusarse de tornar operativo el principio iura novit

curia e identificar la distinta norma en la que resulta adecuado

subsumir el caso.

En el caso los sentenciantes no deben perder de vista,

que el aquí accionado le otorgó la licencia gremial al actor ciñiéndose a

los términos que la propia la Ley 23551 en su art. 48 establece,

normativa esta que justamente regla y procura la defensa de la

actividad sindical y que en dicha disposición expresamente dispone

que la licencia gremial es sin goce de haberes. Ergo de limitar el

análisis de lo pretendido a la luz de lo que se regla en dicha norma,

normas constitucionales y tratados que se invoca, conlleva sin más al

rechazo de la acción interpuesta.

Ahora si observamos el caso, como lo pretende el

accionante (cfr. vgr. fs. 22 vta. y 23 del escrito promocional) e hicieran

los sentenciantes, de nulificar el acto administrativo dictado, por no

estar a lo que se establece en un acto de alcance general interno de la

Administración (viciado en uno de sus elementos: vgr. causa u objeto),


conlleva a consideraciones que están regida por el derecho

público.

Por tanto, el ad quem se desentiende de una correcta

visualización jurídica del asunto, habida cuenta que pregona, con cierta

dosis de dogmatismo, una condena, carente de asidero legal y

constitucional, pues califica de ilegítima y nulifica la citada Resolución,

aseverando que el acto administrativo dictado está viciado; obviando

la cosa juzgada administrativa y que: a) el propio Decreto del cual

hace gala en la sentencia en su artículo 3º dispone que " Los agentes que

fueren elegidos o designados para desempeñar cargos en las comisiones directivas de

las asociaciones sindicales con personería gremial, gozarán de la licencia prevista en

el. Art.48° de la Ley 23.551, la que el Poder Ejecutivo otorgará con goce integro de

haberes y mientras dure su mandato, cuando no se exceda la proporción de dos (2)

agentes por cada mil (1000) afiliados de cada entidad gremial comprendida en el

presente." (la negrilla me pertenece); y que en autos no está acreditado

el dictado de dicho acto; es decir que el ahora accionante haya instado

los recursos pertinentes para la obtención del mismo por la máxima

autoridad provincial (atribución de revisar el actuar del ente autárquico

en defensa de la legalidad, permitiéndole retirar del ordenamiento el

acto); y b) la inexistencia de norma que contemple que el Juez del

trabajo cuente con competencia revisora de los elementos del acto

administrativo dictado (vgr. causa y objeto).

En consecuencia, el hecho que el legislador dote al Juez

del trabajo a entender sobre una denuncia por práctica antisindical

contra la Administración en sentido lato, no conlleva a exceder su


competencia y controlar la juridicidad de un acto administrativo a la luz

de sus reglamentos, léase Decreto Provincial 1318/96, y sí el mismo se

encuentra viciado o no en sus elementos (holding del fallo en crisis).

Cuadra señalar que como también lo ha declarado la

Corte Suprema, lo resuelto sobre la competencia no impide la oportuna

dilucidación sobre el mejor derecho sustancial que pudiere asistir a las

partes (Fallos: 257:151); y que es el propio tribunal quien destaca -

como no controvertido-, que el otorgar la licencia gremial sin goce

de haberes es de conformidad a los términos del art. 48 de LAS, cuya

constitucionalidad defiende al señalar que no existe ninguna norma en

el plano internacional que establezca lo contrario.

Reitero, el accionado le reconoció y otorgó la licencia

gremial, sin goce de haberes y conforme al Art. 48 de la Ley 23551, cfr.

art. 2º de la Resolución 1248/19, cuya copia obra a fs. 20 y vta. Y nada

se dice en la sentencia en crisis, respecto a cómo se afecta la libertad

sindical, si lo dispuesto se ciñe a los términos del citado artículo y ello

no fue controvertido en sede administrativa; y por ende demuestra,

que se trata de un cambio de argumentación contra un mismo acto

administrativo dotado de cosa juzgada administrativa, el que se

pretende revertir en sus alcances mediante el artilugio de invocar la

tutela sindical y soslayando que quién lo dictó no es el Titular del Poder

Ejecutivo Provincial.

Dicho de otra forma, invocando ello pretende hacer

creer, que la empleadora incurre en una conducta antisindical, por no

otorgar su licencia gremial con goce de haberes (cfrme. art. 52 de la


Ley 23551), sin existir -conforme las consideraciones realizadas- las

exigencias para considerar y reprimir lo dispuesto por el IAFAS, ergo,

de que la patronal incurre en una persecución contra el trabajador por

cuestiones gremiales. Al respecto, ha señalado la doctrina y este

Tribunal en reiteradas oportunidades, que el juez del trabajo como

director del proceso no debe resignar los poderes de investigación de

la verdad material que se le confieren, sino que debe ejercerlos

activamente en busca de un mejor servicio de justicia.

Destaco además que la conducta del aquí accionado, no

queda comprendida en el inciso i) del artículo 53 de la Ley 23551.

En torno a esto último preciso que de los términos que

extracté precedentemente de la Resolución en cuestión, los

sentenciantes no hicieron además, un correcto uso de los principios

vigentes en cuanto a la aplicación de la Ley de Asociaciones Sindicales

y específicamente de su artículo 53 inciso i), puesto que la licencia

gremial le fue otorgada de conformidad con lo que se establece en el

art. 48 de la LAS, alejando de este modo toda idea discriminatoria o

persecutoria contra el Sr. ORTIZ por su carácter de representante

sindical.

Explicito el reconocimiento de tutela sindical y el

otorgamiento de la licencia gremial no es motivo de discusión, se

controvierte la juridicidad del acto administrativo y su consecuente

nulificación, por no resultar conforme al marco general dictado por

la Administración para todos sus dependientes (Decreto

Provincial 1318/96), cuestión a dilucidar que no corresponde a la vía


intentada ni el Juez del Trabajo es competente para ello, puesto que

conlleva; además de la interpretación del citado Reglamento

Administrativo, el analizar el cuadro probatorio, para luego

concluir si fue o no desacertada, arbitraria, incorrecta, la conclusión

a la que arriba la Administración, partiendo de que procede el beneficio

"cuando no se exceda la proporción de dos (2) agentes por cada mil

(1000) afiliados de cada entidad gremial comprendida en el presente."

(cfr. art. 3 del citado decreto).

En torno a ello y sin incurrir en prejuzgamiento, sólo he

de señalar, que: 1º) la igualdad de trato es una categoría jurídica en

relación a otros que se encuentren, según la doctrina clásica, en

igualdad estructural de condiciones -SABA Roberto "Más allá de la

igualdad formal ante la ley", Ed. Siglo XXI, Bs. As. 2016-. Resulta

impensable en un vínculo jurídico único; de ahí que la comparación

entre los sujetos que integran el mismo conjunto en idéntica posición

en sus respectivos vínculos, en la especie otros beneficiarios.

De gran utilidad para el análisis a efectuar resultan los

criterios elaborados por la Corte Suprema de Justicia de la Nación para

estudiar el respeto por el principio de igualdad de tratamiento de la

actividad administrativa en los casos concretos, particularmente el

elaborado en sendos fallos "Mussini..." y "Madereras Lanín..." Colección

de Fallos 289:82 y 298:223 sistematizado por Alberto Garay en "La

igualdad ante la ley", Ed. Abeledo Perrot, Bs. As. 1989, pág. 61, del

siguiente modo: "Si pese a estar adecuadamente fundado en derecho,

el acto administrativo recurrido se aparta de las pautas hermenéuticas


que de modo habitual y corriente emplea el mismo órgano para

resolver situaciones similares".

Y en torno a ello, casuística para comparar, su cuantía

debe ser tal que permite arribar a conclusiones certeras sobre el

criterio que utiliza la administración de modo habitual y corriente para

interpretar los recaudos que se consagran en el citado y transcripto

artículo del Reglamento.

2º) No es menos cierto que el precedente, para ser

invocable debe ser legal. Una ilegalidad no justifica una cadena

de ilegalidades, ni el ordenamiento puede amparar que se

perpetúen situaciones antijurídicas. El fundamento del carácter

vinculante del precedente es la igualdad ante la ley y la seguridad

jurídica, en ningún caso, la igualdad y la seguridad antijurídicas. Se

trata, en definitiva, de supuestos de colisión de dos principios

generales del Derecho: el de igualdad y el de legalidad. Es obvio que,

al no ser compatibles, debe prevalecer el segundo (ver: VIALE,

Claudio Martín, "El precedente administrativo", Nota al fallo "Vigilante"

del TSJ, LLC 2001-406,2001; CASSAGNE, Juan Carlos "Derecho

Administrativo", Tomo I, 5ta. ed., Abeledo Perrot, Bs. As., 1996, pág.

171; Luis María DÍEZ-PICAZO, "La doctrina del precedente

administrativo", Revista de Administración Pública Nº 98, 1982).

Ello tiene directa vinculación con el valor que tiene para

nuestro derecho el precedente administrativo. En este sentido, cabe

razonar que si el precedente no obliga para casos futuros en nuestro

derecho, menos aún puede tener alguna incidencia el que, además,


resulta erróneo desde el punto de vista jurídico. Una solución contraria

conduciría -en el caso sub examine- a admitir que, por vía de actos

administrativos singulares, pueda derogarse la eficacia jurídica de

normas de mayor rango jerárquico que estén llamadas a regir una

determinada situación jurídica, vulnerándose, por ende -entre otros

principios y/o normas- el Art. 31 de la Constitución Nacional en donde

tiene cabida el principio de jerarquía normativa al que antes se hizo

referencia.

Ello se pone en evidencia para resolver adecuadamente

los casos que -en general- el error en el que eventualmente incurra la

Administración no releva a ésta -en modo alguno- de resolver los casos

que se le planteen conforme al ordenamiento jurídico. No resulta

ocioso, parece, recordar que son únicamente las soluciones “legales” y

“justas” las que son dignas de repetición. Por lo demás, no debe

soslayarse que el “principio de legalidad” o “juridicidad” a que está

sometida la Administración en un Estado de Derecho como el nuestro,

se vería aniquilado o diluido admitiendo una solución contraria.

Recapitulando, advierto evidente, que de todo esto se

privó a la Administración, por el Sr. Ortiz, quién paradójicamente, no

cuestionó en sede administrativa dicho acto y por ende

desvirtuar la presunción de legitimidad del acto, siendo ello

determinante a la hora de decidir respecto de la legitimidad de

los actos cuya nulidad se declaró por los sentenciantes.

Entiendo que la valoración de tal extremo, resulta

insoslayable a los efectos de aplicar correctamente el criterio de este


Superior Tribunal en relación a la actividad de la Administración a la

luz del Decreto Provincial 1318/96 (Reglamento de alcance General),

aventando de tal modo toda posibilidad de ilegalidad en el accionar

estatal sea por arbitrariedad, desviación, exceso o abuso de poder,

violación de garantías constitucionales o principios generales del

derecho.

No advierto como otorgar la licencia del Sr. Ortiz

ciñéndose a lo normado en el art. 48 de la LAS, pueda afectar de modo

significativo al "Sr. HÉCTOR ANIBAL ORTIZ el libre y efectivo ejercicio del

cargo en la Comisión Directiva del Consejo Directivo Provincial Entre Ríos de

la Asociación de Trabajadores del Estado ..." (cfr. fs. 16, punto "II-

OBJETO" de la acción de amparo sindical promovida).

Encuentro dos motivos más que justificantes. El primero

consiste en que la resolución así dictada fue consentida en sede

administrativa; mientras que el segundo tiene por finalidad que los

sentenciantes carecen de competencia para revisar la juridicidad de un

acto administrativo, es decir si la misma, cuenta dentro de sus

elementos con una correcta motivación.

El sistema de prácticas desleales ha sido concebido en

la legislación vigente como un sistema de represión de aquella

conducta que se reputa como “axiológicamente negativa”, en el marco

de la ética de las relaciones colectivas, se trata de conductas

taxativamente tipificadas en el art. 53 de la Ley 23551, a las que la ley

les atribuye una antijuridicidad especial. En síntesis, no pueden

reprimirse las cuestiones que presentan interpretación debatible y


toda duda debe recaer a favor del imputado.

Cabe tener presente que de no adoptarse la postura

que vengo desarrollando se estaría dotando al Juez del Trabajo el

arbitrio de revocar por sí y ante sí los actos administrativos que han

causado efectos, lo que equivale a decir que no existe la estabilidad

del acto administrativo ni la presunción de legalidad que constituye

otra de sus características.

En lo que hace al thema decidendum, como ha

sostenido la CSJN en Fallos 244:523, con arreglo a la jurisprudencia de

esta Corte, las sentencias judiciales deben ser fundadas. En razón de

su carácter de órganos de aplicación del derecho deben, en efecto,

conformar sus decisiones a la ley y a la jurisprudencia y doctrina

vinculadas con la especie del caso a decidir. Y ello debe resultar del

razonamiento cumplido en el acto de juzgar, de tal modo que la

decisión aparezca como derivación razonada del derecho vigente y no

como producto de la voluntad individual del juez -Fallos: 234:82;

236:27; 156 y otros-.

El cumplimiento de la exigencia señalada por esta

jurisprudencia, impone a los jueces la necesidad de determinar la regla

general de derecho aplicable a las circunstancias del caso a decidir. Sin

duda, puede tratarse de un principio admitido por la jurisprudencia o

derivado según la doctrina de las características básicas del

ordenamiento jurídico vigente. Incluso puede referirse la decisión a

normas obvias, que no requieran declaración expresa. Pero lo que no

debe ocurrir es que lo argüido no permita vincular la solución del caso


con el sistema legal vigente, en otra forma que por referencia a la libre

estimación del juez.

Precisado todo ello, advierto que las circunstancias del

caso revelan clara e inequívocamente sobre la inconveniencia de

mantener incólume el decisorio respecto a la cuestión jurídica aquí en

análisis.

VII.- Por lo expuesto, corresponde declarar procedente

el recurso entablado por la demandada, dejando sin efecto la sentencia

de Cámara, desde que la solución adoptada en cuanto al fondo del

problema no constituye una derivación razonada del derecho vigente,

con aplicación a las circunstancias comprobadas de la causa y, en

consecuencia, rechazar la demanda en todas sus partes, con costas a

la perdidosa en todas las instancias. Así voto.

A LA MISMA CUESTIÓN PROPUESTA, EL SR. VOCAL

DR. SALDUNA DIJO:

I.- Sobre los antecedentes relevantes del caso, me

remito al relato de quien comanda este Acuerdo.

II.- Preliminarmente y como bien indicó la sentencia

originaria: en relación a las pretensiones con basamento en la Ley

23551, es competencia del fuero del trabajo resolver esta

controversia; sin perjuicio del debate sobre el Decreto 1318/1996 MGJE

y el vínculo de empleo público entre las partes.

En efecto, "'La ley 23.551 reglamenta los derechos

sindicales garantizados en el art. 14 bis de la C.N., constituyendo el

reglamento que torna operativo el ejercicio del derecho constitucional


de libertad sindical, y la eminente naturaleza constitucional del

derecho, reglamentado por una ley nacional de carácter general, hace

aplicable ésta última, sin excepción, a todos los ámbitos de desarrollo

de la actividad sindical en todo el país, sin reconocer diferencias en las

distintas jurisdicciones territoriales, ni en razón del diferente ámbito -

público o privado- de la relación de trabajo en virtud de la cual se

desarrolla la actividad sindical.-

Que no resulta de la competencia (...) sobre la materia

contencioso administrativa las cuestiones en las que se pretende

actuar la tutela sindical normada en la ley 23.551, pues tales casos

deben decidirse a la luz de una norma ajena al derecho local, no

obstante el carácter de la relación que une a las partes en el litigio'

(este STJER haciendo referencia al dictamen del MPF en autos

'MARTINEZ FERRARIS, JOSE M. C/HOSPITAL J. J. DE URQUIZA Y OTRO -

SUMARISIMO S/COMPETENCIA', LAS 17/09/1997).

'Atento la eminente naturaleza constitucional del

derecho sindical, reglamentado por una ley nacional de carácter

general, hace aplicable a ésta última, sin excepción, a todos los

ámbitos de desarrollo de la actividad sindical en todo el país. Ello así,

por tratarse de una norma de carácter general del 'derecho común'

que excede el marco del Derecho Público Provincial, toda vez que ha

sido dictada dentro de las atribuciones emergentes del art. 75, inc. 22

de la C. N.' (ib., del voto de quien fuera Vocal de este Alto Cuerpo Dr.

Herrera)" (de mi voto en autos "FRITZLER SERGIO FABIAN C/

MUNICIPALIDAD DE PIEDRAS BLANCAS - SUMARIO - AMPARO SINDICAL-


COMPETENCIA S/ CUESTION DE COMPETENCIA", LAS 04/05/2021).

Entonces, se descarta que este conflicto suscite un caso

contencioso administrativo y la habilitación de ese fuero. Insisto: todo

ello, no obstante la eventual tensión entre lo dispuesto por el Decreto

1318/1996 MGJE, La Ley 23551 y la calidad de agente público de quien

demanda; porque, en definitiva, en el promocional se alega una

persecución de tipo sindical y la vía procesa se funda en el art. 63 de

LAS.

III.- Sentado lo anterior corresponde desestimar el

agravio que enuncia la demandada en los apartados 22- y 23- del

capítulo =III= del escrito recursivo. En tanto: si bien manifiesta que la

Resolución 1248 DIR IAFAS se encuentra firme y consentida porque no

habría merecido reproche en sede administrativa, no desarrolla

suficientemente la queja que enuncia; y, además, admitir ese criterio

implicaría desvirtuar la competencia laboral conforme la jurisprudencia

de esta Sala y del STJER en Pleno.

Asimismo y por esos mismos motivos, el señor Ortiz no

se vio obligado a reprochar extrajudicialmente la Resolución 1248

DIR IAFAS, según la Ley 7060.

IV.- En lo que hace a la violación de la jerarquía

normativa, el IAFAS soslaya que, en rigor, el Estado Provincial dictó el

Decreto 1318/1996 MGJE; que, en su art. 1, incluye al señor Ortiz en su

ámbito de aplicación.

En ese proceder y respecto del art. 48 de LAS, se

introdujo una condición más favorable para los trabajadores. En


consecuencia, "hay una coincidencia generalizada en su intangibilidad

y en que la condición más beneficiosa individual o personal, aunque

afecte a una pluralidad o colectividad de trabajadores, y se trata así de

una condición más beneficiosa plural -lo esencial es que el título de su

nacimiento sea el pacto individual o la oferta unilateral empresarial-

es, en tal formulación, inatacable por las normas estatales o

convencionales posteriores a aquélla" (ACKERMAN, Mario E., "Tratado

de Derecho del Trabajo", Rubinzal-Culzoni Editores, Santa Fe, 2014,

Tomo I: "Teoría General del Derecho del Trabajo", pág. 406).

El art. 3 del Decreto 1318/1996 MGJE mejora las

condiciones de trabajo y no puede ser violentado ni desconocido por el

IAFAS.

Igualmente, la accionada no cuestiona la vigencia del

Decreto en cuestión. Es más, esa normativa fue expresamente

mencionada en la nota por la cual se solicitó la licencia del señor Ortiz

(fs. 14); y, por su parte, la demandada guardó absoluto silencio al

respecto cuando contestó ese requerimiento y, en lo que aquí interesa,

solamente se apoyó en el art. 48 de LAS (fs. 15 y vta., Resolución 1248

DIR IAFAS).

V.- Ante la demanda judicial, la ahora recurrente abogó

por la vigencia de la Ley 23551; arista que, como vimos, no merece

otra consideración en tanto la condición más beneficiosa que otorga el

Decreto 1318/1996 MGJE.

Subsidiariamente, puntualizó que ATE superaría el

límite de dos agentes con licencia gremial cada mil afiliados (art. 3,
Decreto 1318/1996 MGJE). Ese argumento implica una verdadera

mutación de su estrategia defensiva; porque, repito, oportunamente y

en sede administrativa, solo se respaldó en la literalidad del art. 48

LAS y lo dictaminado por el "Área Legales" (fs. 15 y vta.).

Ante esta Sala, la impugnación del IAFAS aparece un

tanto contradictoria; porque pivotea entre el texto del art. 48 LAS y la

supuesta acreditación del supuesto que excepciona el art. 3 del

Decreto 1318/1996 MGJE.

A criterio de la Cámara, no se probó que existan más de

dos dirigentes gremiales con goce de licencia gremial paga; sucede

que, ese debate escapa a la naturaleza de esta instancia casatoria: es

"pacífica y reiterada doctrina de esta Sala en cuanto a que 'las

conclusiones de hecho a que arriban las Cámaras, en base a las

pruebas aportadas a autos, constituyen cuestiones irrevisables por vía

del recurso de inaplicabilidad de ley; en tal concepto engloba la

potestad del a quo de seleccionar aquellos hechos y pruebas que

estima esenciales para la dilucidación del caso y, consecuentemente,

eliminar las que no invisten tal calidad, solución propiciada

explícitamente, en materia de pruebas, por el artículo 372 del CPC y C

aplicable por el artículo 141 del CPL' (cfr. sentencias en LAS año 1979,

fs. 53 y 62; año 1981, fs. 60 y 87; año 1984, fs. 191; año 1989, fs. 129;

año 1990, fs. 157, 196 y 239; año 1991, fs. 24 y 234, entre muchos

otros)" (de mi voto en autos "ZARATE, FRANCISCO NICANOR y otros

c/CANGA, MAXIMILIANO y otro -Cobro de pesos y daños y perjuicios

derivados del accidente -RECURSO DE INAPLICABILIDAD DE LEY",


LAS 26/06/2015).

Cabe agregar que era carga procesal y probatoria de la

empleadora la acreditación de la excepción del art. 3 del Decreto Nº

1318/1996 MGJE (ver lo resuelto por esta Sala en autos "ZUTTION,

MIGUEL ANTONIO c/ PETROPACK S.A. ACUMULADO CON ZUTTION

MIGUEL ANTONIO c/ PETROPACK S.A. - Cobro de Pesos y Acción de

Reinstalación - RECURSO DE INAPLICABILIDAD DE LEY", LAS

19/10/2017, entre otros).

A mayor abundamiento, si bien se denuncia la

absurdidad y arbitrariedad de la sentencia en crisis, la accionada no

logra la efectiva demostración de esos vicios. Y, en el punto, solo

desarrolla de modo subjetivo la forma en que, a su criterio, debieron

interpretarse los hechos y la normativa aplicable; además, no se

aborda de modo concreto, pormenorizado y suficiente todos los

aspectos tenidos en cuenta por la Cámara para cimentar su

construcción argumental.

La impugnante debió explicitar las reglas procesales

que receptan el principio de la sana crítica que habrían sido violadas

en el supuesto de absurdo en la valoración de los elementos de

convicción aportados, o los fundamentos de jerarquía constitucional en

los que reconoce basamento la doctrina de la arbitrariedad (conforme

el criterio establecido en autos "FERNANDEZ JORGE D. c/VALIENTE

PEDRO Y OTROS -Diferencias salariales y otros- RECURSO DE

INAPLICABILIDAD DE LEY", LAS 11/09/1995). En la sentencia venida en

revisión, el Tribunal valoró la prueba documental, de informes, las


testimoniales rendidas e incluso la propia conducta procesal del IAFAS;

en esos aspectos, la demandada no menciona que ninguna norma

procesal haya sido torturada al extremo.

Tampoco se cita la violación a la doctrina casatoria de

esta Sala, sentada en ejercicio de su función nomofiláctica y

uniformadora.

Por todo lo expuesto, se impone la suerte adversa del

remedio en análisis.

VI.- En virtud de las consideraciones que anteceden

propicio RECHAZAR el recurso de inaplicabilidad de ley articulado; y,

en consecuencia, otorgar firmeza al fallo en crisis. Por haber mediado

contención, las costas se imponen a cargo de la vencida. Así voto.

A SU TURNO, EL SR. VOCAL DR. CARLOMAGNO

DIJO:

Que, en aras a la brevedad me remito a los

antecedentes reseñados por la Sra. Vocal que comanda este acuerdo, y

coincido con la solución allí auspiciada, en cuanto el recurso

extraordinario de inaplicabilidad de ley articulado por la demandada

debe ser acogido y en consecuencia, casar la sentencia de Cámara,

quedando como sentencia definitiva el pronunciamiento de primera

instancia

Ello así pues en el caso no se encuentra controvertido

que mediante Resolución 1248/19, la demandada otorgó licencia

gremial a favor del actor, conforme lo previsto por el art. 48 de la Ley

23551, debatiéndose por las partes si dicha licencia debió ser


reconocida con goce de haberes en los términos establecidos por el

Decreto 1318/96, y si tal omisión configura una conducta antisindical

por parte de la empleadora.

Al respecto, resulta dable destacar que para aplicar el

supuesto prescripto en el art. 3° del Decreto 1318/96 invocado por el

actor para fundar su pretensión, la misma norma condiciona el

otorgamiento de licencia gremial con goce íntegro de haberes

por parte del Poder Ejecutivo, para aquellos agentes que

fueran elegidos o designados para desempeñar cargos en las

Comisiones Directivas de las Asociaciones Sindicales con

personería gremial, cuando no se exceda la proporción de dos

(2) agentes por cada mil (1.000) afiliados de cada entidad gremial

comprendida en dicha disposición, circunstancia ésta que no ha podido

ser demostrada en el pleito. En efecto, para tener por configurado un

comportamiento antisindical por parte de la demandada, resulta

imprescindible acreditar la titularidad del derecho reconocido por la

norma cuya vulneración ha sido denunciada por el actor, a los fines de

tener por habilitada la aplicación del remedio intentado para el cese

del acto lesivo, presupuesto que no ha sido verificado en el caso.

Así pues, el régimen de la tutela sindical previsto por el

Título XII -arts. 47/52- de la Ley 23551 ha creado un sistema

protectorio para el trabajador que desempeña una legítima

representación gremial, sin que pueda calificarse al mismo como un

privilegio que repugne el art. 16 de la Carta Magna, ya que ha sido

regulado con el objetivo de garantizar el ejercicio de la función


sindical que los estatutos de la asociación profesional le brinda, al ser

elegido para el cargo gremial que desempeña con arreglo a dichos

estatutos, poniéndole a cubierto de eventuales arbitrariedades o

impedimentos patronales que obsten el ejercicio pleno de su actividad,

protección que se prolonga aún cesado el mandato para evitar

represalias por su accionar gremial. Esta protección es de raigambre

constitucional -art. 14 bis de la Constitución Nacional- ("PAINE, MARIA

ANGELINA Y OTRO c/SUPERIOR GOBIERNO DE LA PROVINCIA DE ENTRE

RIOS s/Amparo Sindical -RECURSO DE INAPLICABILIDAD DE LEY", LAS

16/6/2004). Por su parte, el art. 48 del cuerpo normativo de mención

regula la denominada licencia gremial, cuya razón de ser radica en la

imposibilidad de que el delegado pueda cumplir con las obligaciones

emergentes del contrato de trabajo en forma simultánea al desempeño

de su cargo, observándose aquí que el ejercicio de tal derecho no

ha sido impedido u obstaculizado por la empleadora, sino que

efectivamente otorgó la licencia gremial mediante Resolución

1248/19, la cual goza de la presunción de legitimidad propia del acto

administrativo.

Así pues, resulta definitorio que en el caso no se ha

verificado la configuración del derecho invocado por el actor,

en los términos de los presupuestos exigidos por el art. 3° del

Decreto 1318/96, desatendiendo el pronunciamiento recurrido las

comprobadas circunstancias del proceso con desapego a la normativa

que rige la controversia.

Es sabido que las peticiones contenidas en la demanda


determinan el objeto de las pretensiones; los hechos que las partes

alegan en la demanda configuran la causa jurídica de donde se

pretende que emane el derecho para perseguir tal objeto, que delimita

exactamente el sentido y alcance de la resolución que debe adoptarse

en la sentencia. El juez, por tanto, debe atenerse al examen de las

circunstancias fácticas aducidas en la demanda pues son las unicas

que el demandado ha controvertido y que es materia de resolución

(ECHANDÍA, Devis, Teoría General del Proceso, Tomo II, Editorial

Universidad).

Por los motivos expresados, en consonancia con la

motivación desarrollada por la Dra. Medina, ya que el veredicto puesto

en crisis no es una derivación razonada del derecho vigente acorde a

las constancias colectadas en autos, y en consecuencia, no resulta

válido como acto jurisdiccional, corresponde hacer lugar al recurso de

inaplicabilidad de ley en estudio y casar la sentencia impugnada,

quedando como fallo definitivo el dictado en primera instancia. Las

costas debe ser impuestas a cargo del actor vencido en todas las

instancias.

Con lo que se dio por terminado el acto quedando

acordada la siguiente sentencia

SUSANA MEDINA

si-///

"ORTIZ, HÉCTOR ANIBAL c/INSTITUTO DE AYUDA FINANCIERA A LA ACCIÓN SOCIAL -


IAFAS -Amparo Sindical -RECURSO DE INAPLICABILIDAD DE LEY". Expte. Nº 6099

///-guen las firmas

BERNARDO I. R. SALDUNA GERMAN R. F.

CARLOMAGNO

SENTENCIA:

PARANÁ, 01 de octubre de 2021.

Y VISTOS:

Por los fundamentos del acuerdo que antecede y por

mayoría; se

RESUELVE:

1.- Hacer lugar al recurso de inaplicabilidad de ley

interpuesto por la parte demandada, casar la sentencia del

06/05/2021, y, en consecuencia, rechazar la demanda en todas sus

partes.

2.- Imponer las costas en todas las instancias a la

vencida.

3.- Diferir la regulación de honorarios de los

profesionales intervinientes en esta Alzada, hasta tanto se encuentren

estimados los de las instancias de mérito.

Regístrese, notifíquese y oportunamente bajen.

GERMAN R. F. CARLOMAGNO
si-///
///-guen las firmas

BERNARDO I. R. SALDUNA SUSANA MEDINA


-En disidencia-

ANTE MI:

ANDREA F. GIUSTI
Secretaria

En igual fecha SE REGISTRÓ. Asimismo se deja constancia que la

presente se suscribe mediante firma electrónica -Resolución

STJER Nº 28/20, del 12/04/2020, Anexo IV-. CONSTE.

sm

ANDREA F. GIUSTI
Secretaria

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