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Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

KNOW AND SHARE


PSYCHOLOGY

JUNIO 2022

Dirección: Redacción y administración:

Josefina Rodríguez Góngora EDUAL


Juan Carlos Rodríguez Rodríguez Know and Share Co.
Edición: Email: kasp_rev@ual.es
Editorial Universidad de Almería
(EDUAL)

COMITÉ ASESOR

Itziar Alonso Arbiol, UNIVERSIDAD DEL PAÍS VASCO, España

Cecilia Ivonne Bojórquez Díaz. INSTITUTO TECNOLÓGICO DE SONORA. México

Carmen Gloria Burgos Videla, UNIVERSIDAD DE ATACAMA. Chile

Natalio Extremera Pacheco, UNIVERSIDAD DE MALAGA, España

Gemma Filella Guiu, UNIVERSIDAD DE LLEIDA, España

Inmaculada Montoya Castilla, UNIVERSIDAD DE VALENCIA, España

Raúl Rocha Romero, UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO, México

Antonio Vela Rubio, UNIVERSIDAD DE MÁLAGA, España

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Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

COMITÉ CIENTÍFICO

Itziar Alonso Arbiol, UNIVERSIDAD DEL PAÍS Noemí Martínez de San Vicente López, DIPUTACIÓN
VASCO, España DE ALMERÍA, España
Juan Manuel Antúnez, UNIVERSIDAD DE Sergio Mérida López. UNIVERSIDAD DE MÁLAGA.
MALAGA, España España
Eugenia C. Artola, UNIVERSIDAD NACIONAL DE Inmaculada Montoya Castilla, UNIVERSIDAD DE
CUYO Y UNIVERSIDAD DE MENDOZA, Argentina VALENCIA, España
Oxana Bayer, UNIVERSIDAD NACIONAL OLES Encarnación Peláez Quero, COLEGIO OFICIAL DE
HONCHAR DNIPRO, Ucrania TRABAJADORES SOCIALES DE ALMERÍA, España
Cecilia Ivonne Bojórquez Díaz. INSTITUTO Beatriz Peña Acuña, UNIVESIDAD DE HUELVA,
TECNOLÓGICO DE SONORA. México España
Carmen Gloria Burgos Videla. UNIVERSIDAD DE Blaise Pierrehumbert, UNIVERSIDAD DE LAUSANA,
ATACAMA. Chile Suiza
David Cobos Sanchiz. UNIVERSIDAD PABLO DE Victor Alexander Quintana López. UNIVERSIDAD
OLAVIDE. España AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA. México
Pedro A. Díaz Funes. UNIVERSIDAD DE ALMERÍA. Cirenia Quintana Orts. UNIVERSIDAD DE SEVILLA.
España España
Natalio Extremera Pacheco, UNIVERSIDAD DE Raúl Rocha Romero, UNIVERSIDAD NACIONAL
MALAGA, España AUTÓNOMA DE MÉXICO, México
Gemma Filella Guiu, UNIVERSIDAD DE LLEIDA, Juan C. Rodríguez Rodríguez, UNIVERSIDAD DE
España ALMERÍA, España
José Manuel García Cortés. UNIVERSIDAD Josefina Rodríguez Góngora, UNIVERSIDAD DE
NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO. México ALMERÍA, España
Oscar García Gaitero, UNIVERSIDAD Pilar Rodríguez Martínez. UNIVERSIDAD DE
COMPLUTENSE DE MADRID, España ALMERÍA. España
Fernanda Inez García Vázquez. INSTITUTO José Antonio Rodríguez Rodríguez, UNIVERSIDAD DE
TECNOLOGICO DE SONORA. México ALMERÍA, España
Rocío Guil Bozal, UNIVERSIDAD DE CADIZ, Cádiz Juan Carlos Rodríguez Rodríguez, UNIVERSIDAD DE
ALMERÍA, España
Ana María López Narbona. UNIVERSIDAD DE
MÁLAGA. España. Ana Teresa Rojas Ramirez. UNIVERSIDAD
NACIONAL AUTONOMA DE MÉXICO. México
Eva Machado Morón, COLEGIO OFICIAL DE
TRABAJADORES SOCIALES DE ALMERIA, Agnès Ros Morente, UNIVERSIDAD DE LLEIDA,
España España
Miguel Ángel Mañas Rodríguez. UNIVERSIDAD DE Nicolás Sánchez Álvarez. UNIVERSIDAD DE
ALMERÍA. España MÁLAGA. España
Liliana E. Mayoral, UNIVERSIDAD NACIONAL DE Antonio Jesús Segura Sánchez. UNIVERSIDAD DE
CUYO Y UNIVERSIDAD DE MENDOZA, Argentina ALMERÍA. España
Remedios Melero, UNIVERSIDAD DE VALENCIA, Mirsha Alícia Sotelo Castillo. INSTITUTO
España TECNOLÓGICO DE SONORA. México
Antonio Vela Rubio, UNIVERSIDAD DE MÁLAGA,
España
Maquetación: AIISEP
Edición digital Disponible en http://dx.doi.org/10.25115/kasp.v3i3
ISSN:2695-723X

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Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

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Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

PRÓLOGO

Bienestar y satisfacción vital en educación, es el número especial presentado en Know


and Share Psychology en la cual se abrieron diferentes opciones de temas para publicar
estudios de corte cualitativo y cuantitativo; o estudios comparativos entre diferentes
países sobre los avances en materia de bienestar relacionados con actores y escenarios
educativos. Además de propuestas curriculares, meta análisis y revisiones bibliográficas
sobre la educación para la salud en diferentes contextos.
La salud y educación son dos fenómenos latentes y de primera necesidad como
supervivencia para la sociedad. No se puede imaginar uno sin el otro, sin importar el
orden de priorización que se dé, ya que como todo funcionamiento de un sistema al
fallar uno desencadena un efecto colateral en otro.
Es de gran importancia que las investigaciones realizadas por las disciplinas de las áreas
de las Ciencias Sociales y Humanidades que están dirigidas a escenarios y poblaciones
universitarias, que tomen en cuenta un enfoque integral, ya que la actualidad exige que
los sujetos sean más autónomos en todos los sentidos, y que se involucren individual y
grupalmente en la transformación de mejorar las conductas. Por lo tanto, la educación
y la salud debe de generar una combinación de estrategias para un aprendizaje que
conlleven a facilitar cambios voluntarios hacia los estilos de vida (Green, 1992).
El papel de los educadores y de los educadores en salud está centrado en brindarle en
este caso a los estudiantes, las herramientas técnicas y conocimientos para que por ellos
mismos aprendan a decidir y discriminar aquellas prácticas que favorezcan o no su
propio bienestar, y que mejoren su calidad de vida y también adquirir estrategias para
hacer ajustes en caso de ser necesarios a lo largo de su vida personal, profesional, física
y social (Sáez y Pérez, 1999). Por lo tanto, según refieren los autores anteriores, el rol
del educador con el grupo interdisciplinario en la promoción de la salud, es identificar
los factores de riesgos que pueden presentarse en los jóvenes universitarios y educarlos
y asesorarlos para reducir los riesgos a los que puedan enfrentarse en la sociedad del
mundo real.

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Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Esta edición especial se compone por diez excelentes e interesantes trabajos, divididos
en siete investigaciones, una revisión sistemática y dos propuestas, que llevarán al lector
a dar un recorrido por diferentes escenarios universitarios, pero abordados desde
diferentes aristas que a continuación se presentan.
El primer estudio permite conocer como algunos de los factores socioeconómicos
presentan algunas asociaciones con la felicidad y el bienestar en una muestra de
estudiantes universitarios del noroeste de México.
El segundo trabajo referente a la satisfacción con la vida, atributos y contexto
socioeconómico en escolares sonorenses establece una interacción entre las variables
atributivas y nivel de marginación.
El tercer artículo presenta el estrés laboral, síndrome de burnout y enfermedades
psicosomáticas en estudiantes de enfermería, en el cual se presentaron algunas
relaciones directas con los síntomas característicos del estrés en la muestra
proporcionada.
El cuarto estudio fue denominado evaluación de los servicios de salud pública en
personas adultas mayores. La insatisfacción sin queja. Su objetivo fue evaluar la calidad
de la atención en instituciones de salud pública como indicador de la satisfacción del/a
usuario/a y explicar la valoración positiva que otorga la población adulta mayor, pese a
que reconoce carencias en el servicio.
El quinto trabajo denominado satisfacción con la vida en universitarios del sur de
México, los resultados apuntaron, a que los participantes tienen una alta satisfacción
con la vida, con diferencias significativas en algunas de las variables que se plantearon
como objetivos.
El sexto artículo impacto de la regulación emocional y los síntomas emocionales sobre
el bienestar en la adolescencia, mostraron una relación positiva entre la regulación
emocional y el bienestar subjetivo, y negativa con los síntomas emocionales y físicos.
La séptima investigación refiere un análisis sobre el nivel de conocimiento y factores que
influyen en el uso de créditos y tarjetas de crédito de trabajadores de una empresa del
sector industrial del sur de Sonora. Como resultado se obtuvo que a mayor nivel de
educación financiera el nivel de endeudamiento es menor.
El octavo trabajo fue una revisión sobre programas de intervención de estilo de vida
para la adquisición de hábitos saludables y prevención de enfermedades cardio

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Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

metabólicas, adaptadas al aislamiento en casa ante la pandemia por la COVID-19. Aun


cuando la literatura presenta resultados favorables, hace falta mayor investigación de
programas realizados en condiciones específicas de salud y del grupo de población al
que se aplicarían, para evaluar su eficacia en la situación actual que vive la población en
riesgo ante las potenciales complicaciones metabólicas de la enfermedad COVID-19.
El noveno estudio fue dirigido hacia las condiciones de vida, alojamiento de personas en
situación de calle con el propósito de realizar una propuesta de estancia temporal de
carácter interdisciplinario, la cual podrá leer dentro del ejemplar.
El décimo y último trabajo, expone razones para promover la motivación en la educación
superior a través de diferentes estrategias y un esquema de motivación utilizado por
universidades privadas, el cual puede replicarse en las escuelas de educación pública. El
poder difundir los hallazgos y las propuestas que estos trabajos ofrecen, pueden dar la
oportunidad de contribuir en el logro del bienestar y satisfacción vital en el área de la
educación, de la salud y de la sociedad.

Referencias
Green, L.W. (1992). Prevención y Educación Sanitaria en Salud Pública. Ed.
Interamericana. Madrid 1992
Sáez, S. y Pérez, R. (1999) “La intervenció psicopedagògica en la salut”. En La intervenció
psicopedagògica en el context no formal de G. Filella (ed.) Pages: Lleida

Dra. Cecilia Ivonne Bojórquez Díaz

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Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

CONTENIDO

1 Factores Socioeconómicos Asociados a la Felicidad y Bienestar en Estudiantes


Universitarios del Noroeste de México ..................................................................... 9

2 Satisfacción con la vida: atributos y contexto socioeconómico de escolares de


primarias públicas de Sonora, México ..................................................................... 27

3 Estrés laboral, síndrome de burnout y enfermedades psicosomáticas en estudiantes


de enfermería ........................................................................................................ 43

4 Evaluación de los servicios de salud pública en personas adultas mayores. La


insatisfacción sin queja ........................................................................................... 81

5 Satisfacción con la vida en universitarios del sur de México................................ 100

6 Impacto de la regulación emocional y los síntomas emocionales sobre el bienestar


en la adolescencia ................................................................................................ 116

7 Análisis del nivel de conocimiento y factores que influyen en el uso de creditos y


tarjetas de credito de los trabajadores de una empresa del sector industrial de
navojoa, sonora.................................................................................................... 138

8 Programas de intervención de estilo de vida para la adquisición de hábitos saludables


y prevención de enfermedades cardiometabólicas adaptadas al aislamiento en casa
ante la pandemia por la COVID-19: una revisión. .................................................. 160

9 Condiciones de vida, alojamiento de personas en situación de calle y propuesta de


una estancia temporal .......................................................................................... 195

10 Razones Para Promover la Motivación en la Educación Superior....................... 205

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Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

FACTORES SOCIOECONÓMICOS ASOCIADOS A LA


FELICIDAD Y BIENESTAR EN ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS
DEL NOROESTE DE MÉXICO

Elba Abril Valdez, María José Cubillas Rodríguez y Sandra E. Domínguez Ibáñez

Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A.C., México

Resumen
El objetivo del estudio fue analizar, a partir del Índice de Felicidad (PHI), la relación entre
percepción de bienestar y variables sociodemográficas familiares. Se realizó un estudio
descriptivo, transversal con técnica de encuesta. Participaron 1106 estudiantes
universitarios seleccionados, a través de un muestreo no probabilístico e intencional, de
8 universidades localizadas en la región norte, sur, centro y sierra del estado de Sonora.
Para recabar la información se utilizó el Índice de Felicidad de Pemberton y un
cuestionario que recabó datos sociodemográficos tales como sexo, tipo de familia,
escolaridad de los padres, entre otros. Los resultados muestran que hombres y mujeres
presentan un nivel de felicidad medio sin que las diferencias entre ambos sean
significativas (p≥0.05). En cuanto a las variables sociodemográficas, el tipo de familia, la
escolaridad del padre, la ocupación de la madre y el ingreso familiar fueron variables
significativas en algunos elementos del PHI para percibir mayor felicidad o bienestar en
su entorno.

Palabras clave: Jóvenes, Universitarios, Índice de felicidad, Bienestar, variables


familiares.

Abstrac
The aim of the study was to analyze, based on the Happiness Index (PHI), the
relationship between perceived well-being and family sociodemographic variables. A
descriptive, cross-sectional study was carried out using a survey technique. A total of
1106 university students selected through a non-probabilistic and intentional sampling,
from 8 universities located in the northern, southern, central and highland regions of
the state of Sonora, participated in the study. The Pemberton Happiness Index and a
questionnaire that collected sociodemographic data such as sex, type of family, parents'
schooling, among others, were used to collect the information. The results show that
men and women present an average level of happiness without differences between
them being significant (p≥0.05). Regarding sociodemographic variables, family type,
father's schooling, mother's occupation and family income were significant variables in
some PHI elements for perceiving greater happiness or well-being in their environment.

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Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Key words: Young people, College students, Happiness index, Well-being, Family
variables.

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Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

1. Introducción.
El ingreso a la universidad marca, en las y los jóvenes, el inicio de la educación superior
para la formación profesional y el acceso al mundo laboral. Esta etapa implica diversas
transformaciones en el estilo de vida, en el que se incluye la configuración de nuevas
relaciones sociales, independencia familiar, inmersión en diferentes marcos
académicos y subsistir en algunas situaciones, de manera autosuficiente (Chacón et al.,
2020). Así la universidad puede representar retos que influyan negativamente en su
percepción de felicidad y bienestar y a su vez, contribuir de manera desfavorable en su
rendimiento académico, posibilitando el abandono escolar (Chacón et al, 2020; Reyes,
Muñoz & Alcázar, 2020). En este sentido, la percepción de los estudiantes sobre su
calidad de vida es un factor importante en la manera en que perciben la felicidad y el
bienestar en su entorno (González et al., 2017).

La felicidad consiste en vivir en plena conformidad con el orden enteramente racional


del mundo. Los diferentes significados sociales y culturales que enmarcan el concepto
se asocian a diferentes perspectivas. Sin embargo, las más tradicionales engloban la
visión hedónica y eudemónica (Hervás, 2013; Vásquez et al., 2009). Para más claridad
en el concepto, Veenhoven (2001) señala que es el grado en que una persona evalúa
de manera positiva su calidad de vida, es decir, que tanto le gusta o no a una persona
su vida. Cabe señalar que el concepto de felicidad se desprende del estudio del
bienestar subjetivo, el cual comprende tres dimensiones: la satisfacción con la vida, la
felicidad y los afectos negativos y positivos derivados de la interacción social (Blanco y
Díaz, 2005; Zubieta y Delfino, 2010). En este sentido, el concepto de bienestar se ha
configurado a través de las oportunidades vitales, el transcurso de los hechos de la
vida y las experiencias emocionales que las comprenden (Aranda, Moreno y Frías,
2019; Blanco y Díaz, 2005; Oberle et al., 2010). Así, el bienestar es la valoración
positiva o negativa que hace cada persona en función de su experiencia, sentimientos
y emociones en su entorno físico y emocional. La evaluación depende de su
satisfacción con la vida con o sin efectos positivos y negativos (Ryff et al., 2004).

Las investigaciones relacionadas a la felicidad se han basado, principalmente, en el


estudio de dos aspectos; por un lado, está lo que se considera la parte subjetiva o
hedónica, relacionada con la percepción global de las personas sobre su vida y la
felicidad que recuerdan sobre diferentes eventos (Atienza et al., 2000; Ryan y Deci,
2001; Cabañero et al., 2004). Por otro lado, están los aspectos relacionados con lo
psicológico, el desarrollo personal y los esfuerzos por alcanzar metas, que hace
referencia a la parte eudaimónica del bienestar (Ryff, 1989a, 1989b). Además, hay otro
aspecto de la investigación que tiene que ver con la evaluación que una persona
realiza a diferentes situaciones y operaciones sociales que pueden afectarla, lo que se
denomina bienestar social (Keyes et al., 2002; Blanco y Díaz, 2005).

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Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

La literatura señala que los instrumentos para evaluar el bienestar se han centrado
principalmente en aspectos pasados o recordados sin tomar en cuenta el momento
actual (Hervás y Vázquez, 2013). En este sentido, Hervás y Vásquez (2013) elaboraron
el Índice de Felicidad (Pemberton Hapinness Idex-PHI) con el objetivo de cubrir tanto
los aspectos pasados de la experiencia como el presente. El PHI evalúa los estados
afectivos actuales y sentimientos en tiempo real a partir de dos dimensiones: 1) el
bienestar recordado integrado por cuatro componentes: El bienestar general, el
subjetivo (hedónico), el psicológico (eudaimónico) y el social y 2) el bienestar
experimentado (actual). La ventaja de la escala es su practicidad y la reducción de
recursos al permitir obtener información sobre el bienestar de una población con una
sola escala en vez de utilizar varias. El instrumento fue validado en diferentes países,
incluyendo México, con una muestra heterogénea y considerando distintas variables,
como sexo, edad, idioma, nivel socioeconómico y religión, entre otras (Hervás y
Vázquez, 2013). Asimismo, se adaptó en Chile, Uruguay y Cuba (Martínez et al., 2018).

Son múltiples los factores que pueden influir en la percepción de felicidad y bienestar
en las personas. Estudios realizados en Latinoamérica muestran cómo la felicidad y el
bienestar se relacionan con la salud mental, la educación, el trabajo, el contexto y
distintas etapas de la vida, entre otros (Aranda, et al, 2019; Barrientos y Martínez,
2014; Bilbao, 2014; Castro, Riesco y Bobadilla, 2016; Muratori et al, 2015;). Estos
trabajos han ayudado a comprender, a los distintos aspectos que conforman el
bienestar y la felicidad. Para Diener (2012) muchas de estas grandes diferencias en los
niveles de bienestar y felicidad en los diferentes contextos estudiados, pueden
asociarse a circunstancias sociales, las cuales pueden estar relacionados tanto a
condiciones objetivas como a otros factores socioculturales.

En el caso de la población joven, el ingreso a estudios universitarios puede representar


retos que influyan negativamente en su percepción de bienestar y esta a su vez,
contribuir de manera desfavorable en su rendimiento académico (Chacón et al, 2020;
Reyes et al., 2020). En este caso, algunas características del entorno familiar puede ser
una variable que influya en su percepción de felicidad y bienestar. La familia es el
principal apoyo en esta etapa de vida donde están completado su paso a la edad
adulta (González et al, 2019). Diversas investigaciones realizadas con jóvenes destacan
que una de las principales fuentes de autovaloración en este grupo de población la
constituyen las familias funcionales, convirtiéndose en un espacio contenedor de las
ansiedades propias del proceso de desarrollo que viven. Así mismo, se ha establecido
que la existencia de relaciones humanas positivas permite alcanzar estados de relativo
bienestar y superar acontecimientos estresantes durante las distintas etapas de la vida
(Gómez y Cogollo, 2010; Orcasitas y Uribe, 2010).

Por otro lado, otros trabajos realizados con población universitaria han señalado la
relación entre el bienestar y otras variables sociodemográficas tales como el sexo, la

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Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

edad, la escolaridad de los padres, el ingreso (Friedman, 2011; González et al., 2017;
Rollero y de Piccoli, 2010). Algunos estudios señalan que las mujeres suelen presentar
mayores niveles de bienestar que los hombres en las dimensiones de bienestar
psicológico, de dominio del entorno y propósito en la vida, así como en integración y
bienestar social (Zubieta y Delfino, 2010; Zubieta et al., 2012; Rodríguez et al., 2017).

En relación con los aspectos sociodemográficos y las circunstancias de la vida del


individuo (incluido su ingreso) tienen una correlación débil con el bienestar subjetivo.
En estudios de corte transversal se ha encontrado que la correlación entre ingreso y
satisfacción de vida es positiva y estadísticamente significativa, aunque relativamente
pequeña (Cárdenas y López, 2015). Ennis y Bunting (2013), señalan que un ingreso bajo
influye en la familia negativamente, cuánto más pobres, más disfuncionalidad y,
menos apoyo y prácticas promotoras de cuidado y, por tanto, menor felicidad y
bienestar se percibirá por los miembros que la integran. La escolaridad de los padres,
también es una variable que puede influir en la percepción de bienestar, los estudios
señalan que el nivel de escolaridad tanto del padre como de la madre puede ser una
variable que impacta en la percepción de calidad de vida de los y las estudiantes
(Ruvalcaba et al, 2011).

Con base en lo expuesto, se identifica la existencia de variaciones en la percepción de


felicidad y bienestar de estudiantes universitarios según factores sociodemográficos,
siendo un campo de interés, dada la escasa presencia de estudios que incluyan estos
factores de forma conjunta. Así, se plantea como objetivo analizar, en población
universitaria, los niveles de felicidad y bienestar a través del PHI y su relación con
variables sociodemográficas familiares.

2. Método.

2.1. Participantes.
El estudio fue de tipo transversal, no experimental y se utilizó la técnica de encuesta
para recolectar la información. Participaron 1106 estudiantes universitarios de
diferentes semestres y distintas áreas de conocimiento. Fueron seleccionados de 8
universidades localizadas en la región norte (frontera), sierra, sur y centro del estado
de Sonora. La selección de los participantes se realizó a través de un muestreo no
probabilístico e intencional, bajo la consideración de que a partir de 200 casos o más
que representan a un grupo (zonas de estudio), se normaliza la tendencia de los
resultados, con base a la teoría del límite central (Grinstead et al., 1997).

Se trabajó en ocho universidades, públicas y privadas, distribuyéndose la muestra de la


siguiente forma: 220 (20%) estudiantes de dos universidades ubicadas en la capital del
estado, 365 (33%) de tres universidades localizadas en la zona norte en la frontera con
Estados Unidos, 288 (26%), de una universidad ubicada en la cordillera central de la
Sierra (zona rural) y 233 (21%) de dos universidades ubicadas en el sur del estado. La

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Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

regionalización se hizo de acuerdo a la clasificación de COPLADES (Comité Estatal de


Planeación para el Desarrollo, 1985). El período de levantamiento de datos inició en
junio y concluyó en noviembre de 2019.

2.2. Instrumentos de recolección de la información.


Se aplicó un cuestionario conformado por 2 apartados: la primera parte recabó
información sociodemográfica. Para fines de este artículo sólo se retomaron aquellos
ítems que tiene que ver con factores familiares que según la literatura revisada pueden
influir en la percepción de felicidad y bienestar. Las variables analizadas fueron: Tipo
de familia definida a partir de los miembros que la conforman: Familia nuclear
integrada por papá, mamá e hijo/as, familia mono parental integrada por solo uno de
los progenitores e hijo/as y otro tipo de familia definiéndose a partir de aquello/as que
reportaron vivir con abuelos, tíos/as, amigo/as o solos.

La escolaridad de padre y madre se definió a partir de 4 niveles según los años de


estudio reportados por los /las participantes: Nivel 1: Compuesto por aquellos que
tienen nueve años o menos de escolaridad, se incluyó de cero años hasta 9 años,
considerado como educación básica (primaria y/o secundaria). En el Nivel 2: se
agruparon los que contaron con 10 y hasta 15 años de escolaridad, es decir, educación
media superior, estudios técnicos y superior trunca o sin terminar (preparatoria y
universidad). En el último nivel, se incluyeron los que reportaron 16 o más años de
estudios, es decir, universidad y/o posgrado (maestría y doctorado). El ingreso familiar
mensual reportado a partir de lo que los y las participantes reportaron y se clasificó en
tres niveles a partir de salarios mínimos: 1) Hasta un salario mínimo; 2) De 2 a 5
salarios mínimos y 3) Más de 5 salarios mínimos.

La ocupación del padre de definió a partir de 4 categorías: En la primera categoría, se


agruparon ocupaciones que requieren estudios universitarios para realizarlas, tales
como profesor; jefe de área y profesionista. En la segunda categoría, se agrupan
ocupaciones de niveles medio que para desempeñarlas no es requisito el nivel
universitario como empleado/a oficina, empleado/a de comercio, comerciante de
micro empresa, comerciante de empresas medianas y empleado/a de gobierno. En la
tercera categoría están las ocupaciones que requieren de habilidades no profesionales
como agricultores, artesanos, obreros/as, empleado/a industria manufacturera y
albañil. En la cuarta categoría, se agruparon actividades diversas como hogar,
pensionado/a, jubilado/a, desocupado/a o desempleado. La ocupación de la madre se
clasificó en dos categorías: las que se dedicaban exclusivamente a las tareas del hogar
y las que desempeñaban algún tipo de trabajo remunerado fuera de casa. Es
importante destacar que en este caso la ocupación solo se desagregó en dos
categorías ya que la mayoría, según reporte de los y las estudiantes, se dedicaba al
hogar.

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Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Para medir la percepción de felicidad y bienestar se utilizó el Índice de Felicidad de


Pemberton (PHI) (Hervás y Vázquez, 2013), el cual está estructurado para medir dos
aspectos el bienestar recordado y el bienestar experimentado. El primero consta de
11 afirmaciones relacionadas con el bienestar psicológico (eudaimónico), el bienestar
subjetivo (hedónico), bienestar general y social. Entre las afirmaciones usadas están
“Estoy muy satisfecho con mi vida” o “Me siento muy unido a las personas que me
rodean” entre otras. En cada ítem se debe de señalar el nivel de acuerdo o
desacuerdo, en una escala de 0 a 10, siendo 0 “En total desacuerdo” y 10 “Totalmente
de acuerdo”.

El bienestar experimentado se evalúa con 10 ítems sobre acontecimientos que hacen


referencia a eventos ocurridos el día anterior. Está conformado por 5 experiencias
positivas, tales como “Pasé un rato divertido con alguien” y 5 experiencias negativas,
tales como “Estuve preocupado por temas personales. La escala de respuesta es
dicotómica (Si/No). La suma de ambas secciones genera un índice de bienestar único.
El bienestar global se obtiene a partir de la sumatoria de ambos apartados (Hervás y
Vázquez, 2013).

La validez del PHI se justifica a partir de los estudios realizados en diferentes países,
incluyendo México, con población en rango de edad de 16 a 60 años. Se generó una
validación convergente utilizando escalas tales como la escala de satisfacción de la
vida, escala de felicidad subjetiva, satisfacción con los dominios de la vida. Obteniendo
valores de confiabilidad consistentes, para el caso de México se obtuvo una Alfa de
Cronbach de 0.92 (Hervás y Vázquez, 2013).

El valor del índice de cada participante se obtiene a partir de tres pasos: 1) el promedio
de las variables que integran el “bienestar recordado”, 2) el promedio de las variables
que forman el “bienestar experimentado”, y 3) la suma de estos promedios. La
interpretación de los valores resultantes es la siguiente: Muy bajo de 0 a 3.70; bajo de
3.71 a 5.90; medio de 5.91 a 7.90; alto de 7.91 a 9.20, muy alto de 9.21 a 10.

2.3. Aspectos éticos.


El cuestionario se aplicó previa autorización de las autoridades de las universidades
participantes. Todos los encuestados participaron de manera voluntaria y fueron
debidamente informados acerca del objetivo y las características de este estudio. Los
participantes firmaron carta de consentimiento informado en la cual se aseguraba la
confidencialidad y anonimato de la información generada, antes de contestar el
instrumento de evaluación. La información fue tratada de manera confidencial, y se
eliminó cualquier elemento que pudiera dar cuenta de la identidad de los y las
participantes.

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Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

2.4. Análisis de la información.


Los datos fueron procesados en una base de datos y analizados con el software
estadístico SPSS 18. Se utilizaron frecuencias, porcentajes y medias para la realización
de los descriptivos básicos. Para estudiar la relación entre variables se empleó la
comparación de medias mediante t de Student o Anova de un factor dependiendo de
la naturaleza de las variables.

3. Resultados.
Participaron un total de 1106 estudiantes, 49.5% fueron hombres y 50.5% mujeres. La
media de edad fue de 19.84 años en los varones y 19.94 años en las mujeres, con un
rango de edad de 17 a 29 años.

En cuanto a las características familiares, 48% señaló provenir de familia nuclear, es


decir, conformada por madre, padre y hermanos/as; 21% de familia conformada solo
con madre o padre y hermanos/as; y 31% mencionó integrar un tipo de familia distinta
a las anteriores, tales como vivir solo, con abuelos y tíos, con amigos, familia
reconstruida, entre otros. En cuanto escolaridad, 46% reporto reportó que madre y
padre tenían escolaridad de 9 años o menos (Nivel 1), incluyéndose en esta categoría
aquellos padres/madres sin instrucción, con primaria completa o incompleta,
secundaria completa o incompleta. Fue mayor el porcentaje que señaló que la madre
contaba con estudios de educación media superior (Nivel 2) (35% vs 31%); sin
embargo, señalaron en mayor medida a padres con educación superior o posgrado
(Nivel 3) (23% vs 19%) (ver tabla 1).

En relación a la ocupación de los progenitores, en el caso del padre, los mayores


porcentajes se agruparon en ocupaciones que requieren estudios universitarios para
realizarlas (Ocupación 1), tales como profesor, jefe de área, profesionista, entre otros
(41%) y en aquellas actividades que las ocupaciones que requieren de habilidades no
profesionales (Ocupación 3), tales como agricultores, artesanos, obreros/as,
empleado/a industria manufacturera, etc. (37%). En cuanto a la ocupación de la
madre, 57% señaló que se dedicaba al hogar. En relación al ingreso familiar, solo 70%
dijo conocer esta información y de estos, 60% reportó un ingreso familiar de 2 hasta 5
salarios mínimos. Cabe señalar que este dato debe tomarse con reserva pues el
reporte de los y las estudiantes es de acuerdo a su percepción y conocimiento (ver
tabla 1).

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Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Tabla 1

Características sociodemográficas de los y las participantes

Variable Categoría fr %

Tipo de familia Nuclear 529 48

Uniparental 230 21

Otros 344 31

Escolaridad padre Nivel 1 469 46

Nivel 2 317 31

Nivel 3 228 23

Escolaridad madre Nivel 1 489 46

Nivel 2 372 35

Nivel 3 199 19

Ocupación madre Empleo fuera de casa 430 43

Hogar 569 57

Ocupación padre Ocupación 1 306 41

Ocupación 2 137 19

Ocupación 3 271 37

Ocupación 4 24 3

Ingreso mensual familiar Hasta un salario mínimo 204 26

De 2 a 5 salarios mínimos 494 63

Más de 5 salarios mínimos 81 11

Elaboración propia.

En relación con Índice de Felicidad (PHI) se obtuvieron las puntuaciones medias del
índice global y por cada uno de los componentes que lo integran. La media global fue
de 7.54 (±1.73), lo que coloca a los y las participantes en un nivel medio de percepción
de felicidad. En cuanto a los componentes que lo integran, en bienestar recordado se
obtuvo una media de 7.62 (±1.76) y en el experimentado 6.61 (±2.30).

Diferencias en el PHI según variables sociodemográficas

El análisis por sexo muestra que, al momento de aplicar la encuesta, no se observan


diferencias significativas (p≤0.05) en el índice total entre hombres y mujeres, sin
embargo, los datos señalan que la media global del PHI en hombres (= 7.64) fue

17
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

ligeramente mayor a la obtenida en las mujeres (=7.44) (Tabla 2). En el análisis de los
elementos que componen el PHI se observa que los varones tienen a evaluar mejor el
bienestar recordado que el experimentado, diferencia que fue estadísticamente
significativa (p≤0.05). Al hacer el análisis al interior de los diferentes elementos que
componen el bienestar recordado se observan algunos datos que es necesario
destacar. En bienestar general fueron las mujeres quienes reportaron mayor
satisfacción con la vida y mayor vitalidad para realizar sus tareas cotidianas en
comparación con los varones. En bienestar social fueron ellos los que perciben que
viven en una sociedad que les permite desarrollarse plenamente. En ambos casos las
diferencias fueron estadísticamente significativas (p≤0.05). En los otros apartados del
Índice aun cuando las diferencias no son estadísticamente significativas, se puede
observar que hay una tendencia a ser los varones quienes perciben mejor bienestar.

En cuanto al tipo de familia de procedencia, los datos, sin ser estadísticamente


significativos (p>0.05), muestran que los y las participantes que dijeron vivir en familia
nuclear, obtuvieron una media mayor, tanto en el PHI como en los componentes que
lo integran, que aquellos que reportaron vivir en familia monoparental u otro tipo de
familia; es decir, percibían mayor felicidad y bienestar. La diferencia solo fue
estadísticamente significativa en bienestar subjetivo (p≤0.05), lo que pudiera sugerir
los y las participantes que reportaron vivir en familia nuclear tienden más a valorar los
aspectos positivos y negativos de su vida (ver tabla 2).

Tabla 2
PHI según sexo y tipo de familia.

índice Sexo p Tipo de familia p

Hombre Mujer Nuclear Monop* Otro

PHI 7.64 7.44 0.06 7.66 7.44 7.44 0.09

Bienestar
7.73 7.52 0.05** 7.65 7.52 7.52 0.09
recuperado

B. General 8.08 8.12 0.00** 7.90 7.89 7.76 0.65

B. Psicológico
8.25 8.12 0.27 8.31 8.03 8.11 0.12
(eudaimónico)

B. Subjetivo
6.49 6.31 0.30 6.54 6.26 6.21 0.05**
(hedónico)

B. Social 6.67 6.32 0.04** 6.59 6.56 6.30 0.32

Bienestar
6.68 6.55 0.38 6.70 6.54 6.53 0.49
Experimentado

Nota: * Monoparental, **p≤ 0.05

18
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

En cuanto a la escolaridad de los progenitores, los datos mostraron diferencias


significativas p≤0.05) en lo que respecta al nivel de escolaridad del padre. Los y las
jóvenes cuyos padres tienen escolaridad mayor a nueve años (Nivel 2 y 3) muestran
una tendencia a percibir mayor felicidad. Al analizar los componentes que integran la
escala, las diferencias fueron significativas estadísticamente (p≤0.05) se observan en
bienestar recordado, mostrando diferencias en bienestar psicológico, subjetivo y
social. Con respecto a la escolaridad de la madre, las diferencias no fueron
significativas estadísticamente (ver tabla 3).

Tabla 3
PHI según escolaridad de padre y madre
índice Escolaridad padre p Escolaridad madre p

Nivel 1 Nivel 2 Nivel 3 Nivel 1 Nivel 2 Nivel 3

PHI 7.40 7.75 7.49 0.03* 7.50 7.44 7.44 0.71

Bienestar
7.48 7.84 7.58 0.03* 7.59 7.61 7.71 0.09
recuperado

B. General 7.53 8,01 7.70 0.23 7.82 7.85 7.81 0.98

B. Psicológico
8.02 8.41 8.13 0.03* 8.16 8.16 8.28 0.72
(eudaimónico)

B. Subjetivo
6.21 6.52 6.43 0.02* 6.26 6.38 6.66 0.07
(hedónico)

B. Social 6.03 6.68 6.61 0.01* 6.54 6.49 6.20 0.36

Bienestar
6.53 6.73 6.62 0.48 6.70 6.54 6.53 0.70
Experimentado

Elaboración propia. Nota: *p≤ 0.05

En relación a la ocupación de los progenitores, la tabla 4 muestra que la ocupación del


padre no es una variable que influya significativamente en la percepción de felicidad y
bienestar, los puntajes obtenidos tanto en el PHI global como en los componentes que
la integran no evidenció diferencia estadística. Respecto a la madre, la ocupación
pareciera ser una variable que, si influye en el PHI, los y las participantes que señalaron
que su madre se dedicada al hogar, mostraron una tendencia a percibir mayor
felicidad y bienestar en comparación con aquellos/as que señalaron madre con
actividad laboral fuera del hogar, diferencias que fueron estadísticamente significativas
(p≤0.5) en el índice global y en el componente bienestar recordado (Tabla 4). En los
elementos que integran el bienestar recordado se observaron diferencias
estadísticamente significativas en bienestar general (p≤0.05), las y los participantes
que reportaron que la madre se dedicaba al hogar mostraron una tendencia a estar
más satisfechos con su vida y tener más vitalidad para realizar las tareas cotidianas.

19
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Tabla 4

PHI según ocupación de padre y madre.


índice Ocupación padre p Ocupación madre p

1 2 3 4 Hogar Fuera de casa

PHI 7.52 7.88 7.50 7.14 0.06 7.64 7.42 0.05*

Bienestar
7.60 7.96 7.59 7.19 0.06 7.72 7.50 0.05*
recuperado

B. General 7.80 8.12 7.87 7.50 0.37 8.02 7.60 0.00*

B. Psicológico
8.19 8.59 8.14 7.88 0.65 8.25 8.13 0.32
(eudaimónico)

B. Subjetivo
6.46 6.46 6.27 5.41 0.87 6.44 6.22 0.09
(hedónico)

B. Social 6.17 6.80 6.49 6.04 0.86 6.60 6.32 0.12

Bienestar
6.62 6.93 6.50 6.63 0.34 6.73 6.55 0.21
Experimentado

Elaboración propia. Nota: *p≤ 0.05

Tabla 5
PHI según Ingreso Familiar
Índice Ingreso

Hasta 1 salario De 2 hasta 5 Más de 5 salarios p


mínimo salarios mínimos mínimos

PHI 7.50 7.55 7.77 0.46

Bienestar 7.60 7.64 7.83 0.58


Recordado

B. General 7.84 7.80 7.99 0.76

B. Psicológico
8.17 8.20 8.44 0.41
(eudaimónico)

B. Subjetivo
6.15 6.38 6.75 0.07
(hedónico)

B. Social 5.77 6.58 6.61 0.04*

Bienestar
6.32 6.66 7.02 0.02*
Experimentado

. Elaboración propia. Nota: *p≤ 0.05

20
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

En el ingreso familiar mensual, sin ser significativo, los datos muestran una tendencia
en el PHI; a mayor salario, el puntaje en la media del índice es mayor. En los
componentes que lo integran se observa misma tendencia, siendo significativa es en
bienestar experimentado (p≤0.05), es decir una tendencia a evaluar en mayor medida
sus experiencias de manera positiva. En bienestar recordado, en los elementos que la
integran solo fue significativo el en bienestar social (p≤0.05), a mayor ingreso los y las
participantes tienden a percibir que viven en una sociedad que les permite
desarrollarse plenamente (ver tabla 5).

4. Discusión.
Ser joven regularmente es considerado como una etapa de transición caracterizada
por estados de bienestar y felicidad. Durante la juventud y sobre todo en la fase
estudiantil y universitaria, por considerarse un grupo privilegiado, se les percibe con
menos problemas y preocupaciones que en la edad adulta (González, et al., 2017). La
universidad es la última oportunidad de la sociedad para dotar de herramientas a la
juventud que les permitan tener un equilibrio entre sus afectos y emociones, es decir,
un predominio de los afectos positivos sobre los negativos, o viceversa lo cual se verá
expresado en su percepción de bienestar y felicidad.

Los datos obtenidos a través del PHI señalan que hombres y mujeres se ubican en un
nivel de felicidad medio, sin embargo, los varones presentaron porcentajes
ligeramente mayores a las mujeres. Ellos tienden a percibir mayor bienestar social que
ellas, lo que puede explicarse por la persistencia de tradiciones patriarcales que
socialmente les otorgan más ventajas u oportunidades de desarrollo a los varones. Por
otro lado, las mujeres son las que están más satisfechas con la vida y las cosas que
realizan (bienestar general). Los resultados concuerdan con lo reportado en otros
estudios que, al evaluar el bienestar, señalan que las mujeres obtienen mayores
puntuaciones en aspectos relacionados con la auto-trascendencia, dan más
importancia a la armonía de y con los otros. En cambio, en los varones, la percepción
de bienestar va más orientada hacia la autopromoción, a la búsqueda de objetivos y
metas individuales que les permitan su desarrollo personal y en sociedad como lo
plantea el modelo hegemónico de masculinidad (Rodríguez, et al., 2017: Zubieta y
Delfino, 2010; Zubieta et al., 2012).

En cuanto a la relación de PHI con las variables sociodemográficas, no todas resultaron


ser significativas al asociarlas con el Índice global y sus componentes. El tipo de familia,
la escolaridad del padre, la ocupación de la madre y el ingreso familiar fueron variables
significativas en algunos elementos del PHI para percibir mayor felicidad o bienestar en
su entorno. La literatura señala que los factores sociodemográficos, tales como la
estructura familiar, los factores laborales de las personas que la integran contribuyen
al desarrollo social, afectivo y cultural de las personas pueden favorecer a que

21
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

perciban mayor calidad de vida por ende mayor bienestar y felicidad (Cárdenas y
López, 2015; Chacón et al., 2020; Jiménez y Gómez, 2021).

Pese a los cambios sociales que han diversificado los tipos de familia, en el grupo
participante predomina la conformada por papá, mamá e hijos, mismo patrón que se
observa a nivel nacional, el INEGI (2020) señala que 54% de la población en el país vive
en familia nuclear. Si bien, en el PHI el tipo de familia no fue significativo para una
mayor percepción de felicidad, si lo fue al analizar por los componentes que lo
integran, particularmente en el bienestar subjetivo, marcando una tendencia hacia
percibir mayor bienestar quienes reportaron vivir en familia conformada por papá,
mamá e hijos. Este dato coincide con lo reportado en otros estudios que evalúan el
bienestar subjetivo, en los cuales se señala que la estructura familiar da cierto sentido
de protección, lo que influye en la manera en que perciben el entorno con menos
estrés y se tiende a evaluar y disfrutar mejor las experiencias de la vida (Banda y
Morales, 2012; Chacón, et al., 2020; Orcasita y Uribe, 2010).

El ingreso familiar y la ocupación de los padres pueden ser variables que influyan en su
percepción de bienestar ya que puede dar acceso a condiciones de vida que les
permiten percibir su entorno más amigable. Sin embargo, algunos estudios señalan
que el ingreso puede ejercer una escasa influencia sobre el bienestar (Chacón, et al,
2020; Jiménez y Gómez, 2021; Ruvalcaba, et al., 2012). En el caso de la población de
estudio, el ingreso del padre fue una variable significativa para percibir mayor nivel de
felicidad y bienestar en las y los estudiantes; contrario al caso de la madre, la
ocupación fue más significativa. Considerando que más del 50% refirió como
ocupación de la madre las tareas del hogar, lo que hace suponer que el principal
sostén económico familiar es el padre, de ahí las diferencias en los datos. Por otro
lado, contar con ingreso familiar suficiente para satisfacer ciertas necesidades básicas,
tales como alimentación, salud, vestido, entre otras, mejora la percepción en la calidad
de vida y disminuye el estrés (Banda y Morales, 2012; Cárdenas y López, 2015).

Hay que destacar que la complejidad y el ritmo cambiante de nuestra sociedad son
parte de la realidad, pero existen innumerables problemas circunstanciales que
requieren ser comprendidos y analizados. En ese sentido, no debe olvidarse que las y
los jóvenes universitarios son parte de esa realidad cambiante que les plantea nuevos
retos, lo cual influye en su desarrollo, con un impacto decisivo en su bienestar
presente y futuro.

Finalmente, algunas limitaciones a considerar en este estudio son que el diseño y tipo
de análisis del estudio, al ser de tipo descriptivo no permitió establecer relaciones
causales, aunque si nos permite determinar que existen diferencias entre las variables
contrastadas. Por otro lado, al ser la muestra solo con población universitaria, se limita
la visión de la problemática abordada, por lo que sería pertinente para próximas
investigaciones considerar población de otros contextos para tener una visión más

22
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

completa de la percepción de felicidad y bienestar de la población joven y no un solo


sector. Igualmente habría sido interesante incluir otras variables psicosociales
relacionados con la satisfacción con la vida, que tienen una estrecha relación con la
percepción de la felicidad y el bienestar. En este sentido, se establecen como
perspectivas futuras tanto la inclusión de otras variables de tipo psicosocial como la
ampliación de la muestra a jóvenes de otros contextos, con el fin de proporcionar una
descripción más amplia y exhaustiva de los niveles de felicidad y bienestar.

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26
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

SATISFACCIÓN CON LA VIDA: ATRIBUTOS Y CONTEXTO


SOCIOECONÓMICO DE ESCOLARES DE PRIMARIAS
PÚBLICAS DE SONORA, MÉXICO

José A. Vera Noriega1, Jesús Tánori Quintana2, Maria Luisa Madueño Serrano2 y Néstor Iván
Montaño Biurquez1

Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A.c

Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON), México

Resumen
El bienestar personal de las niñas y los niños está relacionado en gran medida con las
oportunidades sociales junto a la accesibilidad a bienes y servicios fundamentales. Sin
embargo, otro aspecto importante es la autopercepción de bienestar, la cual se
relaciona a la satisfacción con la calidad de vida. El objetivo del presente estudio es
establecer la interacción de las variables atributivas y nivel de marginación en relación
a la puntuación promedio de la satisfacción con la vida de escolares. El estudio tuvo un
diseño no experimental, transversal y con alcance descriptivo-comparativo; la muestra
se conformó por 362 estudiantes pertenecientes a escuelas primarias ubicadas en el
estado de Sonora, México. Se utilizó la Escala Multidimensional de Satisfacción con la
Vida para Estudiantes. Los resultados indican que el nivel de marginación resulta
significativo, donde los niños que reportan altos valores de marginación perciben
menores índices de satisfacción con la vida.
Palabras clave: Bienestar subjetivo, escolares, satisfacción con la vida, marginación.

Abstrac
The personal well-being of girls and boys is largely related to social opportunities along
with the accessibility of essential goods and services. However, another important
aspect is the self-perception of well-being, which is related to satisfaction with the
quality of life. The objective of this study is to establish the interaction of the
attributive variables and level of marginalization in relation to the average score of
satisfaction with life of schoolchildren. The study follows a non-experimental cross-
sectional design with a descriptive-comparative scope, made up of 362 students
belonging to elementary schools located in the state of Sonora, México. The
Multidimensional Scale of Satisfaction with Life for Students was used. The results
indicate that the level of marginalization is significant, where children who report high
marginalization values perceive lower rates of satisfaction with life.

Key words: Subjective well-being, schoolchildren, life satisfaction, marginalization.

27
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

1. Introducción
En los últimos años se ha observado un incremento de investigaciones que
contemplan aspectos subjetivos de los individuos cuando se busca medir la calidad de
vida y el bienestar social; en un intento por superar las limitaciones que presentan los
estudios centrados en las nociones de progreso y desarrollo vinculados únicamente en
el crecimiento económico y el bienestar material.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD, 2013)
ha promovido que se incluya al bienestar subjetivo en los análisis que realizan los
organismos estadísticos de sus países afiliados, esto con el fin de complementar los
indicadores convencionales (objetivos) del bienestar. De acuerdo con Helliwell et al.
(2017), la satisfacción con la vida es la dimensión del bienestar subjetivo que se aborda
con mayor frecuencia; debido a que resulta más simple su descripción basada en las
circunstancias de vida y, además, muestra más variación a nivel internacional.
En el caso de México, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI,
2012), en atención a las recomendaciones emitidas por la OECD (2013), ha incorporado
el módulo BIARE (Bienestar Autorreportado) en los instrumentos que aplica en los
hogares, para obtener así un entendimiento más completo del bienestar de los
ciudadanos.
Según datos del INEGI (2015), en México las condiciones que se relacionan con
mayores niveles de bienestar subjetivo son: no vivir en situación de pobreza y
vulnerabilidad, recibir incremento en el salario, contar con cinco o más amistades
confiables y la participación en redes sociales; por el contrario, entre las condiciones
que se asocian a menores niveles de bienestar subjetivo figuran los problemas con
drogas en el hogar, no contar con familiares ni amistades confiables, percibir una falta
de toma decisiones importantes en el curso de la vida y considerar que se tiene un
nivel de vida menor del que se tenía en la niñez.
En otro estudio aplicado a una población perteneciente a comunidades
indígenas, González et al. (2015), encontraron que los participantes perciben
satisfacción con su vida en un plano general; sin embargo, esta percepción disminuye
considerablemente en ámbitos específicos referentes a su situación de marginación y
de carencias sociales.
Otro ejemplo se encuentra en el estudio realizado por Vera et al. (2017), donde
se identificaron bajos niveles de satisfacción con la vida en individuos con discapacidad
auditiva y que pertenecen a estratos socioeconómicos bajos.
Por su parte, Sujarwoto et al. (2018), mencionan que los individuos que habitan
en hogares con mayor bienestar económico y en localidades cuyas autoridades
brindan mejores servicios públicos, reportan más felicidad y satisfacción con la vida;
mientras que aquellas personas que viven en áreas conflictivas y de menor bienestar
económico están menos felices y satisfechas.
En la investigación llevada a cabo por Ríos y Moreno (2010), en la que se
buscaba relacionar a la satisfacción con la vida con la identidad y el apego al barrio o

28
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

colonia, concluyeron que el apego al barrio en el que se reside predecía a la


satisfacción con la vida. Otros hallazgos han demostrado que existe una disminución
en la satisfacción con la vida y de las interacciones sociales cuando las personas
perciben a la comunidad en donde viven como un lugar no seguro (Cohen, 2008;
Martínez-Ferrer et al., 2016).
El contexto comunitario tiene un vínculo estrecho con el bienestar subjetivo,
pues proporciona a los individuos que en él se desarrollan una serie de características
que influye en sus comportamientos y actitudes (Tánori, 2012). De acuerdo con Oliva
et al. (2012), el barrio donde se desarrollan los niños y adolescentes, representa un
contexto significativo en su desarrollo, agregando su influencia a la familia, la escuela a
la que se asiste y a las redes sociales.
En relación con lo anterior, se ha constatado que la existencia de un clima
positivo en la familia y en la comunidad se asocia con una mayor expresividad
emocional en los más jóvenes, así como una disminución en la presencia de conflictos
y violencia (Jiménez & Lehalle, 2012). En términos más específicos, se tiende a percibir
niveles más elevados de bienestar cuando hay integración y participación en la
comunidad donde se vive (Moreno-Ruiz et al. 2012).
Asimismo, Fuentes et al. (2015), destacan que cuando las escuelas logran
establecer ambientes agradables para sus estudiantes, pueden llegar a promover el
desarrollo social, el aprovechamiento académico y un incremento en el bienestar
personal.
De acuerdo con la evidencia previa, el bienestar y la satisfacción con la vida se
relacionan, en cierta medida, con el contexto donde se vive; un aspecto importante, ya
que este contexto (que puede incluir al hogar, el barrio y la escuela a la que se asiste)
no siempre reúne las mejores condiciones para el desarrollo pleno de niños, niñas y
adolescentes, donde, entre otras causas, sobresale la poca atención del Estado
(Azaola, 2017).
Entonces, estudiar el bienestar de los niños, niñas y adolescentes se convierte
en una necesidad, ya que los indicadores nacionales e internacionales se enfocan
principalmente en personas adultas y suelen omitirse las valoraciones de los grupos
etarios previos a la mayoría de edad; la disponibilidad de resultados en cuanto a
bienestar y satisfacción con la vida dista mucho entre un grupo etario y otro (Casas et
al., 2014).
Junto a esto, son escasos los trabajos en México en los que se relaciona el
bienestar de los infantes y el contexto donde viven, sobre todo en situación de
marginación o vulnerabilidad (Martínez-Ferrer et al., 2016). Por lo que los estudios
sobre la satisfacción con la vida de los niños deben enfocar el análisis en las diferencias
que pudieran existir según el contexto de pertenencia (Alfaro et al., 2015).
Gran parte de los trabajos con población infantil y adolescente, llevados a cabo
en el escenario escolar, suelen centrarse en mayor medida en el rendimiento
académico, dejando de lado frecuentemente la evaluación que hacen los estudiantes

29
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

de las experiencias en la escuela donde se refleja la satisfacción escolar (Elmore &


Huebner, 2010).
Por lo tanto, el desarrollo del bienestar infantil, incluyendo la promoción de sus
derechos humanos, se ha planteado como uno de los grandes retos de las ciencias
sociales del presente siglo, siendo el motivo principal el axioma erróneo de que el
bienestar de los niños y niñas es heredado por sus padres y madres. Otro punto
importante es que las investigaciones existentes que dan cuenta de los indicadores de
adultos y menores distan de ser iguales, por lo que se concluye que es casi nula la
capacidad de realizar un análisis preciso (Casas et al., 2015).
El bienestar subjetivo se refiere fundamentalmente a las evaluaciones que
hacen los individuos con relación a la satisfacción personal que perciben en su vida
(Cummins et al., 2003). Este concepto está constituido por dos componentes, uno
afectivo y otro cognitivo. En cuanto al componente afectivo, de acuerdo con Diener et
al. (1997), las personas que poseen un bienestar subjetivo alto experimentan con
mayor frecuencia emociones positivas (como la alegría) y experimentan en menor
medida emociones negativas (como la tristeza). Caso contrario, los individuos con
niveles de bienestar subjetivo bajos suelen experimentar pocas emociones positivas y
más emociones negativas.
En la parte cognitiva del bienestar está ubicada la satisfacción con la vida, la
cual está relacionada con la percepción de satisfacción general o referida a dominios
específicos como el personal, familiar, social, económico, laboral, escolar, entre otros
(Diener et al., 1999). La satisfacción que se percibe en los diferentes ámbitos puede ser
menor o mayor a la satisfacción global con la vida (Arita, 2005; Cummins et al., 2003).
Según Seligson et al. (2003), la satisfacción con la vida puede entenderse como
la evaluación que hacen las personas sobre la calidad de su vida. En el caso de los
infantes y adolescentes la satisfacción en la escuela representa un aspecto muy
importante, pues es donde pasan buena parte del día y es entendida como la
evaluación que hacen de la calidad de la vida escolar de acuerdo con diversas
situaciones que experimentan en la escuela (Baker et al., 2003).
A través de la satisfacción escolar puede estimarse en cierta medida la calidad
educativa, ya que los estudiantes valoran la gestión escolar, el proceso de enseñanza-
aprendizaje, las interacciones con sus profesores y compañeros de clase, el
equipamiento de la escuela, etc. (Jiménez et al., 2011). Por lo que por medio de la
satisfacción de los estudiantes es posible conocer los aspectos de la educación que
requieren ajustes (Álvarez & Vernaza, 2013).
Entonces, es importante estudiar el bienestar de los infantes y unos de los
escenarios idóneos es el contexto educativo, ya que es ahí donde las niñas y los niños
socializan, pero el escenario escolar no está aislado y es donde el nivel socioeconómico
entra como factor fundamental de desarrollo social, y este a su vez influye al personal.

30
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Tabla 1
Esquema conceptual de la marginación.

Dimensiones Formas de exclusión Indicador para medir la Índice de marginación


socioeconómicas intensidad de la
exclusión
Analfabetismo Porcentaje de población Intensidad global de la
Educación de 15 años o más marginación
analfabeta. socioeconómica.
Población sin primaria Porcentaje de población
completa. de 15 años o más sin
primaria completa.
Vivienda Viviendas particulares Porcentaje de ocupantes
habitadas sin drenaje ni en
servicio sanitario. viviendas particulares
habitadas sin drenaje ni
servicio sanitario.

Viviendas particulares Porcentaje de ocupantes


habitadas sin energía en
eléctrica. viviendas particulares
habitadas sin energía
eléctrica.

Viviendas particulares Porcentaje de ocupantes


habitadas sin agua en
entubada. viviendas particulares
habitadas sin agua
entubada.

Viviendas particulares Porcentaje de viviendas


habitadas con algún particulares habitadas
nivel de hacinamiento. con algún nivel de
hacinamiento.
Viviendas particulares Porcentaje de ocupantes
habitadas con piso de en viviendas
tierra. particulares habitadas
con piso de tierra.
Distribución de la Localidades con menos Porcentaje de población
población de cinco mil habitantes. en
localidades con menos
de 5 mil
habitantes.

Ingresos monetarios Población ocupada que Porcentaje de población


percibe hasta dos ocupada
salarios mínimos. con ingresos de hasta
dos salarios
mínimos.

Fuente: CONAPO (2012, p. 14).

31
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

De acuerdo con el Consejo Nacional de Población y Vivienda (CONAPO, 2012)


“la marginación se asocia a la carencia de oportunidades sociales y a la ausencia de
capacidades para adquirirlas o generarlas, pero también a privaciones e inaccesibilidad
a bienes y servicios fundamentales para el bienestar” (p. 11).
CONAPO utiliza una serie de indicadores socioeconómicos para estimar la
intensidad de las carencias de las regiones evaluadas, tales como la educación,
vivienda, distribución de la población y el ingreso; de los que se obtiene el índice de
marginación (ver Tabla 1).
Cuando el nivel educativo es bajo o nulo, la movilidad social y las oportunidades
son escasas, limitando a la población en el ámbito laboral. Por lo que suelen
observarse niveles más bajos de educación en contextos donde la marginación social
es alta.
En vivienda, las carencias particularmente se relacionan con la falta de agua
potable, drenaje y luz eléctrica. Ante la falta de estos servicios se producen daños a la
salud de los habitantes provocando diversas enfermedades y dificultad en aseo e
higiene.
De acuerdo con la distribución de la población, en algunos casos se encuentran
dispersos y aislados, lo cual se asocia a la poca o nula existencia de servicios públicos
básicos, inaccesibilidad a servicios educativos de calidad, por ende, esto repercute y
afecta directamente al poblador y su bienestar.
En lo económico, el nivel de ingreso determina la capacidad para adquirir
satisfactores como la canasta básica, servicios educativos y de salud, y de distracción,
lo que repercute en el nivel de vida.
De esta manera, el presente trabajo pretende aportar al análisis regional sobre
la satisfacción con la vida de niñas y niños escolarizados, de acuerdo con los niveles de
marginación del contexto donde viven, además de contemplar variables como sexo y
edad, en relación al grado que estudia, como variables atributivas de interés al
estudiar un grupo etario como lo es la infancia. Entonces, el objetivo es establecer la
interacción de las variables atributivas y nivel de marginación en relación a la
puntuación promedio de la satisfacción con la vida de escolares.

2. Metodología
- Diseño y tipo de estudio
Se trata de una investigación no experimental, transversal, con enfoque cuantitativo y
alcance descriptivo-comparativo (Müggenburg & Pérez, 2007), ya que se pretende
describir las diferencias entre las variables sexo, grado que estudia y nivel de
marginación, con relación a la satisfacción con la vida de escolares.

Participantes
La población a quien se aplica este estudio corresponde a niños y niñas de educación
primaria del Estado de Sonora, México. La muestra está constituida por 362

32
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

participantes de siete escuelas públicas de educación primaria seleccionadas a través


de un muestreo no probabilístico, de los cuales, 186 (51.4%) son mujeres y 176 (48.6%)
son hombres con edades que oscilan entre 9 y 11 años con un promedio de 9.85 años.
En cuanto al grado que cursan, 186 (51.4%) son de cuarto y 176 (48.6%) son de quinto
grado; 343 (94.8%) son del turno matutino y 19 (5.2%) del vespertino.

Escuelas y grado de marginación


Para determinar el grado de marginación de las zonas en las que se encuentran
ubicadas las escuelas a las que asisten los participantes, se integró la base de datos
sobre el índice de marginación urbana elaborada por el CONAPO (2010a) a un sistema
de información geográfica con el fin de localizar a los planteles en áreas
geoestadísticas básicas (AGEB1) de acuerdo con su nivel de precariedad. En concreto,
se realizó una superposición geométrica de polígonos AGEB con polígonos de
marginación (De La Torre et al., 2021), donde se clasificaron los grados de marginación
en los siguientes: Muy alto, Alto, Medio, Bajo y Muy bajo. Para este estudio la
ubicación de las escuelas solo representa los niveles: Alto, Bajo y Muy bajo.

Instrumento
Se utilizó la adaptación y validación de Galíndez y Casas (2011) de la Escala
Multidimensional de Satisfacción con la Vida para Estudiantes (MSLSS por sus siglas en
inglés) de Huebner (2001), la cual evalúa diferentes ámbitos de la vida de niñas y
niños. Originalmente la escala está conformada por 40 reactivos en escala Likert de
seis puntos, donde 1 se refiere a un total desacuerdo y 6 a un total acuerdo. Los ítems
están organizados en cinco dimensiones: (a) Familia, conformada por siete reactivos
(ej. “Mis padres me tratan justamente”); (b) Amigos, compuesta por nueve reactivos
(ej. “Mis amigos son grandiosos”); (c) Escuela, consta de ocho reactivos (ej. “Tengo
ganas de ir a la escuela”); (d) Satisfacción con la colonia, con nueve reactivos (ej. “Me
gusta mi colonia”); y (e) la Dimensión personal, formada por siete reactivos (ej. “Yo me
agrado”).

Referente a los aspectos de validez y fiabilidad en la población estudiada, se realizó un


análisis factorial confirmatorio donde se mantuvo la estructura factorial original. Los
reactivos que quedaron en la solución final fueron 15 (exactamente tres por
dimensión), cabe mencionar que las opciones de respuesta se redujeron a cinco. Los
indicadores de ajuste del modelo confirmatorio de medida son aceptables: X2= 118.69;
gl= 78; p= .002; X2/gl= 1.52; CFI= 0.98; RMSEA= 0.038 IC90 [0.023-0.051]; SRMR= 0.03;
AIC=202.69. Y, finalmente, se obtuvieron los valores del coeficiente Ω de McDonald,
que indica la fiabilidad de la escala, donde se obtuvo un valor total de .93, y los valores
por dimensión oscilaron entre .67 y .84 superando todas el .65, lo que sugiere una
apropiada fiabilidad (Katz, 2006).

33
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Procedimiento
Para la recolección de información y levantamiento de datos se solicitó permiso a las
autoridades de las instituciones educativas. Una vez obtenida la autorización, se pidió
la aprobación a padres y madres de familia por medio de un consentimiento
informado para la colaboración de sus hijos, de igual forma se notificó a los docentes
sobre el objetivo del estudio e igualmente se pidió su colaboración. A los estudiantes
se les informó sobre el propósito del estudio y se solicitó de manera voluntaria su
participación, garantizándoles discreción absoluta sobre las respuestas obtenidas, así
como protección de sus datos y notificación de que no se otorgaría incentivo alguno.

Análisis de datos
Se aplicó un análisis descriptivo y un par de pruebas de hipótesis para comparar
grupos. La primera prueba fue la t de Student para cotejar los promedios de los
participantes con relación a las dimensiones de la satisfacción con la vida de escolares,
y por último, una comparación con relación a la variable sexo y grado escolar. Además,
se realizó una prueba de ANOVA de una sola vía para comparar los niveles de
marginación en cada una de las dimensiones de satisfacción con la vida. Por último, se
realizó un análisis de varianza múltiple para evidenciar la interacción entre el nivel de
marginación, el grado como factores y la variable de satisfacción, utilizando el Paquete
Estadístico para las Ciencias Sociales (IBM SPSS versión 24).

3. Resultados

Se obtuvieron los estadísticos descriptivos para las dimensiones de la satisfacción con


la vida. En la Tabla 2 se presentan los valores de media y desviación estándar. Se puede
interpretar que la mayoría de niños y niñas tienden a estar de acuerdo con las
afirmaciones y situaciones que se les presentan sobre la satisfacción con la vida en
todas sus dimensiones.

La dimensión con el puntaje medio más bajo es la satisfacción consigo mismo


(personal). Además, los valores de sesgo y curtosis sugieren que la distribución de las
respuestas en los reactivos tiende a la normalidad univarida, mediante el
cumplimiento del rango de ±2 en asimetría y curtosis, propuesto por George y Mallery
(2003), por lo que se posibilitan análisis paramétricos sin algún problema de sesgo.
Finalmente se observa que los valores mínimos y máximos son los establecidos, de
manera que van de 1 a 5, recorriendo todo el espectro de respuesta de cinco puntos.

34
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Tabla 2
Análisis descriptivo de las dimensiones y la variable satisfacción con la vida de escolares

Dimensiones M DE Asimetría Curtosis Mínimo Máximo


Amigos 4.02 1.12 -1.16 0.30 1 5
Personal 3.97 1.06 -1.13 0.60 1 5
Escuela 4.10 1.10 -1.32 0.79 1 5
Familia 4.08 0.99 -1.50 1.71 1 5
Ambiente 4.05 1.08 -1.19 0.61 1 5
Variable
Satisfacción 4.04 .88 -1.49 1.81 1 5
con la vida

Después se utilizó una prueba t de Student para muestras independientes, esto con el
fin de comparar las medias obtenidas en satisfacción con la vida y sus dimensiones por
sexo y grado. A través del análisis se encontró que niñas y niños de cuarto grado son
los que muestran mayor satisfacción dentro de las cinco dimensiones, donde todas
resultan significativas; además, como puede observarse, el tamaño del efecto de la
diferencia a través de la prueba Cohen’s d, es de un nivel pequeño, pero se cumple con
el criterio para afirmar que la diferencia entre las medias de los participantes no son
falsas (Cárdenas & Arancibia, 2014). En general, las y los estudiantes de cuarto grado
tienen puntaciones mayores en satisfacción con la vida que las y los estudiantes de
quinto grado (Ver Tabla 3).

Tabla 3
Comparación por grado de satisfacción con la vida y sus dimensiones
Dimensión Cuarto Quinto T Cohen’s
d
M DE M DE (360) P
Amigos 4.23 1.016 3.80 1.200 3.71 .000 0.38
Personal 4.14 .943 3.78 1.145 3.25 .001 0.34
Escuela 4.26 .992 3.94 1.197 2.71 .007 0.29
Familia 4.27 .840 3.88 1.102 3.80 .000 0.39
Ambiente 4.24 .972 3.85 1.157 3.39 .001 0.36
Variable
Satisfacción
con la vida 4.23 0.725 3.85 1.001 4.09 .000 0.43

Dentro de la prueba t de Student referente al sexo, se encontró que las niñas


son las que muestran mayor satisfacción con los amigos, o que perciben que se sienten
más cómodas con sus amigos que los niños, siendo la única dimensión donde existe
una diferencia significativa entre hombres y mujeres (t= -2.14; gl= 360; p= .03; d = -
0.22).
En la Tabla 4 se observan diferencias significativas en todas las dimensiones de
satisfacción con la vida arrojadas por el análisis de varianza, de acuerdo con los

35
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

diferentes niveles de marginación a los que pertenecen los participantes. A través de


un análisis post hoc utilizando la C de Dunnett, se encontró que el grupo de alumnos
que pertenece a una zona de muy alta marginación cuenta con los promedios más
bajos en todas las dimensiones y en la satisfacción con la vida en general. Por el
contrario, es la zona con bajo nivel de marginación la que cuenta con los promedios
más altos de satisfacción en todas las dimensiones y con la satisfacción total global.
Tabla 4
Análisis de varianza simple en Satisfacción con la vida y sus dimensiones por nivel de
marginación

Dimensión Total Muy bajo Bajo Muy alto ANOVA Post


hoc
M DE M DE M DE M DE F(2,
362)
Amigos 3.97 1.06 3.88 0.95 4.26 0.81 3.51 1.63 16.80*** 2>1,3

Personal 4.10 1.10 4.03 1.05 4.41 0.84 3.62 1.38 16.86*** 2>1,3

Escuela 4.08 0.99 4.06 0.81 4.34 0.71 3.63 1.38 16.62*** 3<1,2

Familia 4.05 1.08 4.06 1.01 4.25 0.85 3.66 1.38 25.79*** 2>1,3

Ambiente 4.02 1.12 4.07 1.00 4.35 0.85 3.34 1.38 28.26*** 3<1,2

Variable

Satisfacción 4.04 0.88 4.02 0.77 4.32 0.60 3.55 1.10 25.79*** 3<1,2
con la vida

Nota. ***p<.001. Niveles de marginación 1= Muy bajo, 2=Bajo, 3=Muy alto

Por último, el análisis de varianza múltiple nos hace ver que existe una
interacción entre el nivel de marginación y el grado como factores y la variable de
satisfacción. Se observan en las pruebas post-hoc que las medias disminuyen
paulatinamente en la medida que aumenta de un nivel de marginación muy bajo, a bajo,
a muy alto, siempre es mayor la media en cuarto más que en quinto grado. Para el nivel
de marginación la diferencia es mayor (F= 21.06; gl =2; p= .000) comparado con el
grado (F= 17.83; gl=1; p=.000) y el de interacción disminuye (F= 8.84; gl= 2; p= .000).
La potencia observad fue de .98 y .97, respectivamente. El valor obtenido de r cuadrada
fue de .19.

4. Discusión y conclusiones

El objetivo de esta investigación fue determinar si existían diferencias en la


satisfacción con la vida de niños de primaria, según el sexo y el nivel de marginación
del contexto al que pertenecen. Los análisis realizados permitieron identificar
únicamente diferencias significativas en la dimensión de amigos, de acuerdo con el

36
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

sexo del estudiante; hallazgo que coincide con lo reportado en los estudios llevados a
cabo por Casas et al. (2007) y González-Carrasco et al. (2017), donde son las niñas las
que alcanzan valores de media superiores en este aspecto.
En cuanto a los niveles de marginación, los niños que se ubicaron en el grupo
con el nivel muy alto se mostraron significativamente menos satisfechos en todas las
dimensiones de la satisfacción con la vida, en contraste con los grupos de baja y muy
baja marginación. Al respecto se pueden observar similitudes con relación a la
investigación realizada por Martínez-Ferrer et al. (2016), quienes identificaron menor
satisfacción con la vida en los participantes de 12 a 19 años pertenecientes a contextos
de bajo bienestar económico y alta inseguridad, pero difiere con lo encontrado por
Oyanedel et al. (2015). En este caso no se identificaron diferencias claras cuando
contemplaron el nivel socioeconómico en sus análisis.
Por otro lado, se observa una interacción importante entre el nivel de
marginación y el grado escolar. El nivel de marginación se asocia con la carencia de
oportunidades sociales y la ausencia para adquirirlas pero también privaciones en
bienes o servicios fundamentales para el bienestar (Cortés, 2006) . Los alumnos de
cuarto grado en el nivel más bajo tienen los mejores promedios de satisfacción total,
mientras que los de quinto grado del nivel de marginación más alto son los que se
reportan menos satisfechos en las diferentes dimensiones de la satisfacción. Se ha
mostrado que la satisfacción con la vida se relaciona con el nivel socioeconómico, sin
embargo, utilizando el indicador de nivel socioeconómico, la satisfacción escolar, a
diferencia del general, fue el que marcó diferencias (Huebner et al., 2005). Del mismo
modo, Natvig et al. (2003), demostraron que la felicidad y el estrés que genera asistir a
la escuela se relacionan directamente por el apoyo o falta de este (de pares y
profesores), por lo tanto, el tener apoyo aumenta la felicidad y no tenerlo aumenta el
estrés en los estudiantes. Es posible que la satisfacción desmejore con el aumento de
la marginalidad y el grado escolar considerando que se tienen mayores carencias de
servicios y bienes para cumplir con un mínimo de bienestar, adicionalmente el
aumento de la edad en la pubertad disminuye la satisfacción considerando que los
jóvenes adquieren mayor conocimiento del contexto, lo cual genera modelos
comparativos más atractivos y vinculados con la búsqueda de recursos para integrarse
a sus grupos de identidad. (Castillo et al., 2011; Redondo & Descouvires, 2001;
Tokman, 2002; Casas, et. al., 2007). Este hallazgo, aunque se trata de una posibilidad,
fue considerado en este artículo y la diferencia es significativa y en el sentido mismo
de lo esperado.
Tomando en cuenta los resultados obtenidos en este estudio, puede decirse
que el nivel de marginación resulta determinante en la percepción de satisfacción con
la vida para los niños de primaria del Estado de Sonora que conformaron la muestra;
donde a mayor marginación, menor satisfacción. Por otro lado, el factor sexo parece
influir poco, excepto cuando se evalúa la satisfacción con la cercanía y agrado con las
amistades.

37
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

El presente estudio es un aporte al estudio de la satisfacción en infantes, ya


que aún es un área nueva en Latinoamérica y México específicamente. Pero se tiene
como limitante que no existan indicadores gubernamentales, como es el caso de los
adultos, y el ir a recoger los datos a un escenario cautivo como lo pueden ser las
escuelas podría ser un sesgo natural, por lo que finalmente se recomienda, para
futuros trabajos, incluir más participantes de diferentes localidades y contextos para
un mayor contraste, así como relacionar a la satisfacción con la vida con otras variables
que permitan una comprensión más amplia de las condiciones de bienestar de niños y
niñas en edad escolar. Se considera importante el promover programas que estén
dirigidos a disminuir la desigualdad educativa presente en los planteles.

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42
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

ESTRÉS LABORAL, SÍNDROME DE BURNOUT Y


ENFERMEDADES PSICOSOMÁTICAS EN ESTUDIANTES DE
ENFERMERÍA
Gilberto M. Córdova Cárdenas, Daniela M- Espinoza Valencia y Brigitte A. Escobar
Fuentes

Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON), México

Resumen
El presente trabajo propuso constatar la posible presencia del Estrés laboral y la
vinculación con el síndrome de burnout y las enfermedades psicosomáticas en el ámbito
de la salud enfocándose en estudiantes de enfermería en su servicio social. El estudio se
realizó en un hospital general público del sur de Sonora, México, en Julio del 2021.

La investigación tiene un diseño no experimental, transeccional correlacional. Los


participantes seleccionados fueron 100 enfermeras y enfermeros, de los cuales, 80 son
mujeres y 20 son hombres que respondieron a las dos escalas autoadministradas. Para
evaluar el estrés laboral y las posibles enfermedades relacionadas a la presencia de
estrés se utilizó el cuestionario SEPPO ARO escala sintomática de estrés E.S.E, el cual es
una herramienta cuantitativa que permite conocer la percepción subjetiva que el
trabajador tiene sobre su exposición a los factores estresores de su trabajo. Su autor
Seppo-Aro, de origen finlandés, investigó en 1980 a 5.000 personas y determinó un
conjunto de síntomas psicofisiológicos propios del estrés. Así mismo se aplicó el
instrumento EDO escala de desgaste ocupacional (burnout), el cual, como lo señala el
autor de dicho cuestionario Jesús Felipe Uribe Prado “es un instrumento que pretende
cubrir las necesidades de medición del burnout con estándares psicométricos formales
y confiables. Se obtuvieron como resultados relaciones relevantes del estudio, en las
cuales la presencia del estrés puede constatarse en la tabla de aspectos psicosomáticos
de la escala EDO y la escala psicosomática de estrés SEPPO. La variable de desgaste
ocupacional presentó relaciones directas con los síntomas característicos del estrés en
la muestra proporcionada.

Palabras clave: Estrés laboral- Síndrome de Burnout- Enfermedades Psicosomáticas.

43
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

1. Introducción
Las instituciones públicas de servicios de salud son entidades que presentan tensiones
intensas que se derivan del objetivo que dichas instituciones buscan cumplir, es decir,
el hecho de ser objetos de servicio en el área clínica. La sociedad hoy en día sufre
cambios constantes los cuales impactan las diferentes áreas en las que el ser humano
se desenvuelve: social, política, tecnológica, cultural, religiosa, moral, así como, en el
campo laboral, por lo cual, el personal presenta una seria de retos y desafíos que debe
confrontar los cuales pueden desencadenar una serie de consecuencias en la salud de
las personas como el estrés.

Solo por señalar una de las muchas consecuencias nocivas del estrés, Juárez (2007),
menciona que varios estudios han demostrado la relación entre el estrés y diversos
indicadores cardiovasculares; sin embargo, se ha insistido en que el estrés o estresores
particularmente nocivos para la salud cardiovascular se encuentran en áreas relativas
al mundo del trabajo y con alta carga psicosocial.

Para la Organización Mundial de la Salud OMS (citado en Leka, 2004), el estrés laboral
es uno de los principales problemas de salud en el mundo. Se han realizado diferentes
estudios para indagar más sobre esta problemática en los cuales se ha encontrado que
los efectos desencadenados por el estrés laboral presente en el área de trabajo
pueden afectar de manera significativa el desempeño laboral de los colaboradores y al
mismo tiempo generar una situación de enfermedades somáticas en ellos.

Sin embargo en los últimos años se han realizado diferentes estudios para conocer
otro fenómeno que de acuerdo a Uribe (2016), está ligado al estrés crónico dentro del
ámbito laboral al cual actualmente se le conoce como desgaste ocupacional o
síndrome de burnout el cual es una respuesta al estrés crónico y quienes más lo
padecen son trabajadores que se encuentran en la etapa de desarrollo y competencia
de adaptación a sus empleos, disminuyendo con la edad y la experiencia, lo cual hace
suponer que aquellos que no resisten esta etapa crítica en el terreno laboral son los
desertores o eliminados por los sistemas de trabajo de alta competitividad impuesto
por un sistema global de alta exigencia.

El desgaste ocupacional o síndrome de burnout se puede identificar cuando un


síntoma permanece en el tiempo después de haber sido provocado por un estresor,
generando malestares físicos y psicosomáticos en términos que concluyen en
enfermedades (Burke y Greenglas, 1995; Gil, 2005; Krausz, Kolowsky, Shalom y
Elyakim, 1995; citados en Uribe, 2016).

Uribe (2014), explica que uno de los aportes de la psicología de la salud ocupacional ha
sido el estudio del estrés, particularmente en el mundo del trabajo, el cual, a pesar de
haber sido investigado ampliamente, cuenta con muchos significados y definiciones
que aún se discuten sin llegar a muchos consensos. Las respuestas psicológicas,

44
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

conductuales y fisiológicas del proceso de estrés pueden convertirse con su


prolongación en el tiempo en consecuencias, es decir, la coexistencia en el tiempo de
varias respuestas al estrés laboral convierten lo que fue una simple respuesta en
consecuencias más o menos permanentes que afectan significativamente el ritmo de
vida de la gente en términos de disminución de desempeño laboral, acompañado de
agotamiento emocional y sentimientos de minusvalía, los cuales se combinan con una
serie de malestares físicos y somáticos en una espiral de deterioro con finales de
enfermedad (p.e. depresión, asma, hipertensión, dolores, impotencia sexual, infartos,
diabetes, entre otros).

Los principales factores psicosociales generadores de estrés presentes en el medio


ambiente de trabajo involucran aspectos de organización, administración, sistemas de
trabajo y la calidad de las relaciones humanas. Estos factores condicionan la presencia
de estrés laboral como: trabajo con gran demanda de atención y responsabilidad,
amenaza de demandas laborales, liderazgo inadecuado, rotación de turnos, jornada de
trabajos excesivos, actividades físicas corporales excesivas que influyen negativamente
en el rendimiento laboral y bienestar del individuo y que se manifiestan por síntomas
físicos, emocionales, cognitivos y del comportamiento (Cano y Predrero, 1995 citado
por Mamani , Obando, Uribe & Vivanco, 2007).

Para Mamani et al., (2007), el estrés hoy en día se considera como un proceso
interactivo en el que influyen los aspectos de la situación (demanda) y las
características del sujeto (recursos). Si las demandas de la situación superan a los
recursos del individuo, tenderá a producirse una situación de estrés y en consecuencia
enfermedades, suicidios y ausentismo laboral. Uno de los grupos profesionales más
afectados por el estrés en su trabajo diario lo constituyen los profesionales de la salud
y, en especial, el personal de enfermería por la gran responsabilidad que asume en
horas laborales, la sobrecarga de trabajo y el continuo contacto con pacientes críticos.

Los profesionales de enfermería, debido al ámbito donde desempeñan sus funciones,


están sometidos a un alto nivel de estrés, considerándola una profesión estresante,
con una alta prevalencia de trastornos psicológicos, relacionados con el estrés,
insatisfacción laboral, ausentismo y frecuentes cambios de puesto de trabajo o
abandono de la profesión. El estrés relacionado con el trabajo es una de las causas más
importantes de esta situación, ya que se caracteriza por el manejo de situaciones
críticas, y un desempeño eficiente y efectivo, de ahí que diversos autores han señalado
que esta profesión conlleva a una gran responsabilidad y por ende a presiones,
conflictos y cambios continuos (Arriba, Santos, Rodríguez, Casbas, Copa y Domanech,
2006 citado por Hernández, Méndez, Castañeda, Aguilera, Acevedo y Rangel, 2011).

Para la OMS cada persona tiene un nivel distinto de resistencia al estrés laboral. Esta
resistencia tiene que ver con la psique de cada individuo y su capacidad de crear
estrategias que afronten cada situación dentro de su centro de trabajo. Esto hace

45
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

referencia a que este tipo de estrés es el resultado de la interacción entre el trabajador


o trabajadora, y las condiciones de trabajo a las que se enfrenta. Sin embargo, aunque
se vive de manera individual, el estrés laboral es producto de cambios en la naturaleza
del trabajo, asociada a mayores exigencias, menores prestaciones y menor estabilidad
laboral, de los que con frecuencia no se tiene una conciencia clara, de tal manera que
las personas que experimentan estrés laboral, a menudo se sienten tensas y
angustiadas y sienten que no pueden hacer frente a las situaciones (OMS, 2006 - OMS,
2007 citado por Guillen, 2017).

En entrevista para el Semanario de la UAM, órgano informativo de la Universidad


Autónoma Metropolitana, Margarita Pulido Navarro, investigadora de esa Universidad,
comunicó, con base en los resultados de sus estudios, que en México el estrés laboral
es un problema que afecta al 75.0 % de la población, colocando a los mexicanos y
mexicanas en el puesto número uno de ocurrencia del padecimiento (Pulido, 2013
citado por Guillen, 2017).

Para Aldrete, Navarro, Gonzales, Contreras y Pérez (2014), los trabajadores de salud,
por las características de sus trabajos que incluyen situaciones desgastantes a las que
se enfrentan en sus actividades cotidianas, con altas exigencias y múltiples factores
psicosociales, así como la transferencia que reciben de sus pacientes, constituyen un
grupo de alta vulnerabilidad para desarrollar problemas relacionados con el estrés.

Entre los efectos negativos que el estrés laboral tiene sobre el individuo se pueden
citar diversos trastornos, tanto físicos como psíquicos o conductuales, que a su vez
pueden dar lugar a problemas a nivel colectivo como aumento del absentismo laboral,
disminución de la calidad del trabajo realizado y de la productividad, con las posibles
consecuencias adversas en la gestión clínica y en los pacientes atendidos (Cremades,
Maciá, Montesinos y Ort, 2011).

Estudios más recientes definen los factores psicosociales como las condiciones
presentes en situaciones laborales relacionadas con la organización del trabajo, el tipo
de puesto, la realización de la tarea, incluso el entorno; que afectan el desarrollo del
trabajo y la salud de las personas trabajadoras. Se ha demostrado que los factores
psicosociales en el trabajo suelen tener un carácter crónico lo que supone una tensión
psicológica continua para el individuo. Esta tensión crónica puede llevar a
desencadenar algunos riesgos psicosociales como el síndrome de burnout, que es
considerado como resultante de una exposición crónica al estrés laboral (Aldrete,
Navarro, Gonzales, Contreras y Pérez, 2015).

El síndrome de quemarse por el trabajo (SQT) (Burnout) es un riesgo laboral de


carácter psicosocial que ha cobrado gran relevancia en las últimas décadas entre los
profesionales del sector de servicios que atienden a personas, y en especial en

46
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

determinados colectivos, como los profesionales de la salud (Ortega y López, 2004


citado por Gil y Zúñiga, 2010).

Es sabido que dentro de los estresores involucrados en la aparición del síndrome de


burnout están los aspectos psicosociales laborales, el comité mixto de la Organización
Internacional del Trabajo y la Organización Mundial de la Salud (OIT/OMS) define a los
factores psicosociales en el trabajo como “interacciones entre el trabajo, su medio
ambiente, la satisfacción en el empleo y las condiciones de su organización, por una
parte; y por la otra, las capacidades del empleado, sus necesidades, su cultura y su
situación personal fuera del trabajo; todo lo cual a través de percepciones y
experiencias influyen en la salud el rendimiento”. Como ejemplos de variables
psicosociales se encuentran: la carga de trabajo, las jornadas exhaustivas, los malos
hábitos de trabajo, escasa utilización de habilidades, falta de reconocimiento, pobre
apoyo social, supervisión estricta, entre muchos otros (Juárez, 2007).

Desde una perspectiva psicosocial el síndrome de quemarse por el trabajo es un


síndrome cuyos síntomas son bajos niveles de realización personal en el trabajo, altos
niveles de agotamiento emocional y de despersonalización (Maslach y Jackson 1981
citado en Gil, 2003). La falta de realización personal en el trabajo se define como la
tendencia de los profesionales a evaluarse negativamente, y de forma especial esa
evaluación negativa afecta a la habilidad en la realización del trabajo y a la relación con
las personas a las que atienden (v.g., pacientes y familiares). Los trabajadores se
sienten descontentos consigo mismo e insatisfechos con sus resultados laborales. Por
agotamiento emocional se entiende la situación en la que los trabajadores sienten que
ya no pueden dar más de sí mismos a nivel afectivo. Es una situación de agotamiento
de la energía o los recursos emocionales propios, una experiencia de estar
emocionalmente agotado debido al contacto "diario" y mantenido con personas a las
que hay que atender como objeto de trabajo (pacientes, presos, indigentes, alumnos,
etc.). La despersonalización puede ser definida como el desarrollo de actitudes y
sentimientos negativos, como el cinismo, hacia las personas destinatarias del trabajo.
Estas personas son vistas por los profesionales (enfermeras, trabajadores sociales,
policías, maestros, funcionarios de prisiones, etc.) de forma deshumanizada debido a
un endurecimiento afectivo, lo que conlleva que les culpen de sus problemas (v.g., al
paciente le estaría bien merecida su enfermedad, al indigente sus problemas sociales,
al preso su condena, etc.) (Gil, 2003).

Se dice que la aparición del síndrome de burnout genera dos tipos de repercusiones
según Martínez y López (2005), para el individuo (salud, relaciones interpersonales
fuera del trabajo) y para la institución (insatisfacción laboral, propensión al abandono y
al ausentismo, deterioro de la calidad del servicio, se genera cierto grado de hostilidad
y resentimiento), como se puede apreciar el síndrome de burnout no solamente

47
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

impacta la calidad de vida del individuo en los aspectos, psicológicos y fisiológicos si no


que la misma empresa para la cual labora resulta afectada.

Referente al área de las relaciones interpersonales retomando de nuevo a Gil (2003),


las relaciones con los usuarios y con los compañeros de igual o diferente categoría,
cuando son tensas, conflictivas y prolongadas, van a aumentar los niveles del síndrome
de burnout. Asimismo, la falta de apoyo en el trabajo por parte de los compañeros y
supervisores, o de la dirección o la administración de la organización, la excesiva
identificación del profesional con el usuario, y los conflictos interpersonales con las
personas a las que se atiende o sus familiares, son fenómenos característicos de estas
profesiones que aumentan también los sentimientos de quemarse por el trabajo.

El perfil de riesgo para el desarrollo del síndrome de burnout para Martínez y López
(2005) son: personas, idealistas, optimistas, y entregadas en exceso al trabajo, es más
frecuente en el sexo femenino, en personas sin pareja o con poco apoyo familiar, y
durante los primeros años de ejercicio profesional.

En algunos países como España la aparición de estrés y sus patologías asociadas ha


permitido que el síndrome de quemarse por el trabajo haya sido considerado
accidente de trabajo. El autodictado por la Sala de lo Social del Tribunal Supremo de
fecha 26 de octubre de 2000 (Recurso Num.: 4379/1999) así lo reconoce. Al igual que
el fallo del Juzgado de lo Social n13 de Vitoria-Gasteiz (autos n1 14/02, de fecha 27 de
marzo de 2002). Las razones jurídicas también pueden encontrarse en Brasil, pues la
legislación que regula las prestaciones por accidente laboral reconoce explícitamente
que el síndrome de quemarse por el trabajo es una patología susceptible de ser
originada por agentes o por factores de riesgo de naturaleza ocupacional relacionados
con la etiología de enfermedades profesionales (Decreto n13.048, de 6 de mayo de
1999, Anexo II, Lista B) (Gil, 2003).

De acuerdo a Méndez (2011), El síndrome de burnout se caracteriza por baja


realización personal, despersonalización y cansancio emocional. Tiene prevalencia
elevada en el grupo médico en todo el mundo, para este autor el síndrome de burnout
tiene relación con la personalidad del individuo la cual juega un papel importante
debido a que el estrés será captado de diferente manera por las personas, siendo
parte de un proceso cognitivo.

Desde el punto de vista de Thomaé, Ayala, Sphan y Sttorti (2006), considerando que el
Síndrome de burnout es un proceso multicausal y altamente complejo se proponen
diversas causas, entre ellas cabe destacar: aburrimiento y estrés, crisis en el desarrollo
de la carrera profesional y pobres condiciones económicas, sobrecarga de trabajo y
falta de estimulación, pobre orientación profesional y aislamiento.

El estrés es uno de los problemas de salud más graves en la actualidad. Uno de los
grupos profesionales más afectados por el estrés en sus labores diarias lo conforma el

48
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

personal de enfermería, en parte, por la gran responsabilidad que asumen en la


atención del paciente, pero creemos más aún los enfermeros de servicios de alto
riesgo, quienes tienen a su cargo pacientes en estado crítico, teniendo en cuenta que
en cada momento el paciente está entre la vida y la muerte, siendo el personal de
enfermería quien está en permanentemente contacto con los pacientes y las
situaciones que lo rodean. El estrés de origen laboral se debe a la interacción entre
múltiples factores de riesgo como los que provienen del: ambiente físico, trastorno de
las funciones biológicas, el contenido y la organización del trabajo, y diversos
componentes psicosociales, tanto laborales como extra laborales (Campero, De Montis
y Gonzáles, 2013).

Diferentes estudios en diversas partes del mundo han analizado cómo los
profesionales de la salud en este caso el personal de enfermería de diversos hospitales
son personas susceptibles al estrés laboral el cual puede desencadenar una serie de
afectaciones a nivel psicológico-emocional-físico entre otras, llevándolos así a padecer
del síndrome de burnout del cual se hablara detalladamente más adelante.

Cialzeta (2013) realizo una investigación con el tema “El sufrimiento mental en el
trabajo: Burnout en Médicos de un Hospital de Alta Complejidad, Corrientes” en el país
de Argentina en donde él señala lo siguiente: Este síndrome desde la mitad de la
pasada década hasta nuestros días y a ritmo creciente ha ido despertando interés por
su repercusión no solamente por sobre el trabajador de la salud sino también por sus
consecuencias a nivel institucional: deterioro de la calidad asistencial, renuncias y
ausentismo de los profesionales, costos institucionales por el daño de los profesionales
(por enfermedad o despidos), costo potencial de reclamos por negligencia y pérdida
del cometido o misión organizacional.

Entre los efectos negativos que el estrés laboral tiene sobre el individuo se pueden
citar diversos trastornos, tanto físicos como psíquicos o conductuales, que a su vez
pueden dar lugar a problemas a nivel colectivo como aumento del ausentismo laboral,
disminución de la calidad del trabajo realizado y de la productividad, con las posibles
consecuencias adversas en la gestión clínica y en los pacientes atendidos (Cremades,
Maciá, Montesinos y Orts, 2011).

Se ha descrito que el personal de atención a la salud es particularmente propenso a


desarrollar un deterioro progresivo, tanto emocional como físico, que repercute
negativamente en el trato a los pacientes; a ese deterioro se ha denominado síndrome
de agotamiento profesional (Curiel, García y Guerrero, 2006).

El síndrome de burnout afecta sobre todo a los profesionales que trabajan en contacto
directo con el público, los que tienen alto grado de autoexigencia con baja tolerancia al
fracaso, los que buscan la perfección absoluta, los que necesitan controlar todo o que

49
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

desarrollan un sentimiento de indispensabilidad laboral y son muy ambiciosos; debido


a sus perfiles de personalidad, los médicos representan un grupo muy susceptible, con
graves consecuencias para los pacientes (Cetina, Chan y Sandoval, 2006).

De acuerdo con diversos investigadores, existe evidencia meta-analítica que relaciona


a la tensión en el trabajo con una pobre o positiva salud física y psicológica (Darr y
Johns, 2008; Farrell y Stamm, 1988; Martocchio, Harrison y Berkson, 2000; citados en
Uribe y Patlán, 2014).

De acuerdo con el DSM V (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth
Edition), muchos trastornos relacionados con problemas de medicina psiquiátrica se
relacionan con el estrés, tales como los trastornos de dolor (muscular, cefaleas,
menstruales, óseos, etc.), gastrointestinales, del sueño, sexuales, psiconeuróticos,
ansiedad, depresión; sin embargo, no todos estos malestares se pueden atribuir a
enfermedades psiquiátricas, empezando por la manera de abordarlos (American
Psychiatric Association, 2014 citado en Uribe et al, 2014).

Los trastornos psicosomáticos son las dolencias físicas cuya aparición, mantenimiento
o agravamiento tienen alta probabilidad de asociarse a factores psicológicos, es decir,
muchas de las veces es imposible obtener un diagnóstico clínico que la explique,
suelen ser síntomas aislados y no forman parte de un síndrome que coincida con el
cuadro de una enfermedad específica y bien definida (González y Landero, 2006, 2008;
López y Belloch, 2002; Sandín et al., 1995 citado en Uribe et al, 2014).

La mayor parte de los autores coinciden en que los niveles de estrés a los que se
encuentran sometidos los trabajadores sanitarios del ámbito hospitalario son elevados
y repercuten negativamente sobre su salud. Los principales síntomas que se presentan
asociados a situaciones de estrés son los trastornos músculo-esqueléticos, depresivos
y alteraciones psicosomáticas y el Burnout. El número de estudios realizados en
personal de enfermería es superior a los que se han llevado a cabo en médicos, lo que
parece indicar una mayor preocupación o interés de este colectivo por los riesgos
psicosociales derivados de situaciones de estrés en el ámbito laboral (Aguado, Bátiz y
Quintana, 2013).

De acuerdo con Campero et al (2013), la definición del término estrés ha sido muy
controversial desde el momento en que se importó para la psicología por parte del
fisiólogo canadiense Selye (1956) citado en Campero et al, (2013). El estrés ha sido
entendido: como reacción o respuesta del individuo (cambios fisiológicos, reacciones
emocionales, cambios conductuales, etc.). como estímulo, el estrés ha sido estudiado
como la situación que provoca un proceso de adaptación en el individuo ya sea por
grandes acontecimientos (muerte, separación, despido, acontecimientos catastróficos,
etc.); pequeños contratiempos (laborales, relaciones sociales, etc.) o estímulos
permanentes (son de menor intensidad, pero de mayor duración como los ruidos,

50
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

hacinamiento). como interacción entre las características del estímulo y los recursos
del individuo. Desde esta perspectiva, se considera más importante la valoración que
hace el individuo de la situación estresora que las características objetivas de dicha
situación.

El concepto de estrés adolece de la ambigua bendición de ser demasiado bien


conocido y demasiado poco entendido; se deriva del vocablo latín “stringere” que
significa “provocar tensión”; se empezó a utilizar desde el siglo XIV para expresar
dureza, tensión, diversidad o aflicción, tiene antecedentes en la medicina a partir del
siglo XIX (Arenas, 2006).

Para Piñeiro (2013), el estrés se ha definido atendiendo a diferentes concepciones: el


estrés como estímulo: ante diferentes situaciones que provocan un proceso de
adaptación en el individuo que pueden presentarse: como grandes acontecimientos
vitales y externos al propio individuo. pequeños contratiempos (acontecimientos
vitales menores). estímulos permanentes (estresores menores que permanecen
estables en el medio ambiente y que presentan una menor intensidad, pero con una
mayor duración). Como respuesta fisiológica no específica de un organismo ante
situaciones estresantes. Se le denominó Síndrome de Adaptación General e incluía tres
fases: alarma, resistencia y agotamiento.

Sin embargo, Sánchez (2011) define que en forma simplista, el estrés es a veces
definido como una condición meramente muscular: "es una rigidez o endurecimiento
de los músculos y del tejido conjuntivo que excede del tono necesario para su
funcionamiento normal”. Sin embargo es mucho más que eso. El estrés es una
respuesta importante, el Dr. en medicina Hans Selye pionero en las investigaciones
sobre el estrés, lo define como "una respuesta corporal no específica ante cualquier
demanda que se le haga al organismo (cuando la demanda externa excede los recursos
disponibles)”. Esta respuesta es parte normal de la preparación del organismo para el
enfrentamiento o para la huida.

Según Seyle (1956) citado en Casagrande (2016), la adaptación y respuesta del


organismo ante una situación de estrés, se desarrolla en 3 fases: la fase de alarma, de
resistencia y de agotamiento.

El estrés crónico se origina por causa de un estrés prolongado. El desenlace del estrés
crónico puede ser de origen traumático, que afectan profundamente a la personalidad,
y provocan un estrés interminable. Produce un impacto negativo en el Sistema
Nervioso Autónomo, lo cual activa cambios bioquímicos y genera un desenlace
hormonal, que repercute en los sistemas endocrino e inmunológico, (Moscoso,
McCreary, Goldenfarb, Knapp, Reheiser 2000; Miller,Smith 2015 citado por
Casagrande, 2016 ).

51
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Melgosa (1995) citado en Naranjo (2009), explica la fisiología del estrés mencionando
que todas las señales de alarma que llegan al cerebro son enviadas al hipotálamo, el
cual es un pequeño órgano situado en el centro de la masa cerebral. El hipotálamo
transmite estos mensajes a todo el organismo por vía nerviosa y por vía sanguínea. Por
vía nerviosa, los estímulos producidos por el hipotálamo se transmiten al sistema
nervioso simpático, que regula las funciones orgánicas. Estos estímulos llegan a
producir alteraciones en el funcionamiento de los órganos y también alcanzan a la
médula de las glándulas suprarrenales, lo que provoca un aumento en la secreción de
adrenalina y noradrenalina, las cuales pasan a la sangre y producen también
alteraciones sobre todo el organismo. En cuanto a la vía sanguínea, el hipotálamo
estimula a la hipófisis, la cual segrega diversas hormonas que, al pasar a la sangre,
actúan sobre todo el organismo. La hormona más importante de las que segrega la
hipófisis cuando es estimulada por el hipotálamo es la corticotropina (ACTH u hormona
del estrés), la cual hace que en la corteza de las glándulas suprarrenales se produzca
otra hormona, la cortisona, que produce numerosos efectos y alteraciones sobre el
organismo. Otras hormonas segregadas por la hipófisis actúan sobre la glándula
tiroides, los testículos o los ovarios provocando efectos importantes sobre muy
diversos órganos. Se puede decir que en la aparición del estrés es indiscutible señalar
la importancia que tienen los procesos psicológicos ligados a los aspectos cognitivos y
perceptivos con los cuales se activan sentimientos y emociones desfavorecedoras para
la salud mental y física de la persona: ansiedad, miedo, preocupación, ideas
irracionales, enojo, irritabilidad, angustias, entre otras; las cuales tienen repercusiones
de tipo neurológico como la segregación del neurotransmisor “Cortisol” que a su vez
se ponen de manifiestos a través de la sintomatológica física: sudoración,
palpitaciones, asmas, dolores de cabeza etc.

Patlán (2019), destaca que las primeras investigaciones de estrés ocupacional las
realizó el psicólogo Walter Cannon, en los primeros años del siglo XX este autor se
enfocó en las relaciones entre las respuestas emocionales y fisiológicas, y su trabajo se
considera el primero en el campo de la medicina psicosomática: la relación entre
estados psicológicos y enfermedades físicas. Otras aportaciones relevantes se
realizaron en el Institute for Social Research de la Universidad de Michigan en la
década de los sesenta, en particular en el estudio de factores psicosociales en el
trabajo que pueden ser estresantes para los empleados. En particular, los
investigadores se enfocaron en los estresores del puesto y el trabajo, los cuales están
asociados a condiciones de trabajo adversas. Selye señala que el estrés laboral es un
síndrome o un conjunto de reacciones fisiológicas, no específicas del organismo, a
distintos agentes nocivos de naturaleza física o química presentes en el medio
ambiente. Por su parte, Cooper, Sloan y Williams citados en Patlán (2019), señalan que
el estrés laboral es una fuerza que conduce a que un factor psicológico o físico vaya
más allá de sus límites de estabilidad y produzca tensión en el individuo.

52
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

La Agencia Europea de Seguridad y Salud en el trabajo define al estrés laboral como un


estado psicológico que es parte y reflejo de un proceso de interacción entre la persona
y su entorno laboral. También, el estrés laboral se define como el conjunto de
reacciones emocionales, cognitivas, fisiológicas y del comportamiento a ciertos
aspectos adversos o nocivos del contenido, la organización o el entorno de trabajo,
caracterizándose por ser un estado de altos niveles de excitación o angustia (Patlán,
2019).

Según Luceño, Martín, Rubio y Díaz (2004), Al hablar del término estrés con el adjetivo
laboral, “estrés laboral”, los autores lo definen siguiendo los enfoques interactivos del
estrés, como un desequilibrio entre el trabajador y su entorno laboral, o como una
respuesta, es decir como tensión (strain). Entre los autores e instituciones que ponen
el foco de interés, al definir el estrés laboral, en el desequilibrio entre las demandas
ambientales y los recursos del sujeto, se pueden citar a: Brengelman (1987) citado en
Luceño et al (2004), que define estrés laboral como aquellas situaciones que provocan
fuertes demandas para el individuo y pueden agotar sus recursos de afrontamiento;
Mc Grath (1976) citado en Luceño et al (2004), que entiende el estrés como “un
desequilibrio sustancial (percibido) entre la demanda y la capacidad de respuesta (del
individuo) bajo condiciones en las que el fracaso ante esta demanda posee
importantes consecuencias (percibidas)”; para el National Institute of Occupational
Safety and Health de EEUU, NIOSH, “el estrés en el trabajo puede definirse como las
respuestas nocivas y emocionales que se producen cuando las exigencias del trabajo
no corresponden a las capacidades, recursos, o necesidades del trabajador. El estrés
en el trabajo puede conducir a una mala salud o a una lesión” (Cincinnati, 1999 citado
en Luceño et al, 2004).

La Comisión Europea (1999) citado en Luceño et al (2004), define estrés laboral “como
un modelo de reacciones emocionales, cognitivas, fisiológicas y de conducta a los
aspectos adversos y dañinos del propio trabajo, la organización y el entorno laboral. Es
un estado caracterizado por altos niveles de agitación y angustia y, a menudo, del
sentimiento de no saber sobrellevarlo”.

El estrés laboral es uno de los fenómenos que cada vez está teniendo más importancia
en el trabajo y que puede crear problemas de salud Y de bienestar importantes en las
personas. Se trata de un fenómeno complejo cuya comprensión adecuada resulta
difícil y requiere tomar en consideración una amplia gama de conceptos y aspectos
que se han ido poniendo de relieve en la investigación que durante tres cuartos de
siglo se ha venido desarrollando sobre este fenómeno (Peiró, Zurriaga y Gonzales,
2002).

El síndrome de burnout, también conocido como síndrome de desgaste profesional y


más recientemente como síndrome de quemarse en el trabajo, fue descrito por
Herbert Freudenberger en el año 1974 mientras trabajaba en una clínica para

53
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

toxicómanos en Nueva York. Freudenberger observó que en la mayoría de los


voluntarios de la clínica había una pérdida de energía progresiva hasta llegar al
agotamiento, síntomas de ansiedad y depresión, así como desmotivación en el trabajo
y agresividad con los pacientes al cabo de un año de estar laborando (Freudenberger,
1974 citado por Castillo, Orozco y Alvis, 2015).

En lengua inglesa, el concepto “Burnout” es una metáfora que se usa comúnmente


para describir un estado o un proceso de agotamiento, desgaste o consumación de
energía, análogo a la sofocación de un incendio o la extinción de una vela.1 Sus
intentos de traducción al castellano han sido fallidos, ya que se han llegado a
encontrar hasta 19 diferentes denominaciones para el mismo fenómeno. Hasta la
fecha no existe un acuerdo universal sobre su traducción, por lo que comúnmente se
opta por utilizar la palabra original en inglés “síndrome de burnout”, procurando evitar
su confusión con otros fenómenos psicológicos (Juárez, Idrovo, Camacho y Placencia,
2014).

Es posible definir al “Burnout” como: “la respuesta al estrés laboral crónico que afecta
a aquellas personas cuyo trabajo tiene como centro ayudar y apoyar a otros;
generando en el profesional síntomas que van desde el agotamiento físico, mental y
emocional hasta relaciones conflictivas interpersonales” (Thomaé, Ayala, Sphan,
Stortti, 2006, pág. 1 citado en Roth y Pinto, 2010).

Se trata de un síndrome clínico descrito en 1974 por Freudemberg, psiquiatra, que


trabajaba en una clínica para toxicómanos en Nueva York. Observó que al año de
trabajar, la mayoría de los voluntarios sufría una progresiva pérdida de energía, hasta
llegar al agotamiento, síntomas de ansiedad y de depresión, así como desmotivación
en su trabajo y agresividad con los pacientes. En las mismas fechas, la psicóloga social
Cristina Maslach, estudiando las respuestas emocionales de los profesionales de
ayuda, calificó a los afectados de “Sobrecarga emocional” o síndrome de burnout
(quemado). Esta autora lo describe como “un síndrome de agotamiento emocional,
despersonalización y baja realización personal” que puede ocurrir entre individuos que
trabajan con personas (López, 2004).

El fenómeno del Burnout aparece como resultado de un estrés laboral crónico. Está
integrado por actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que se
trabaja (actitudes de despersonalización) y hacia el propio rol profesional (falta de
realización profesional en el trabajo), así como por la vivencia de encontrarse
emocionalmente agotado (Maslach y Jackson 1981 citado por Hernández, Llorens y
Rodríguez, 2011).

A lo largo de estos años se ha establecido que el síndrome de quemarse por el trabajo


es una respuesta al estrés laboral crónico que, aunque se puede desarrollar en todo
tipo de profesionales, ocurre con relativa frecuencia en los profesionales de la

54
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

organizaciones de servicios que trabajan en contacto directo con los usuarios de esas
organizaciones, y deteriora significativamente su calidad de vida laboral y
consecuentemente la calidad del servicio que ofrece la organización (Gil, 2002).

Gil-Monte, Peiró y Valcárcel (1998) citado en Gil (2002), han concluido que esta
respuesta al estrés laboral crónico es un proceso que se inicia con el desarrollo de
ideas sobre fallo profesional y con el desarrollo de actitudes negativas hacia el rol
profesional (falta de realización personal en el trabajo) junto a sentimientos de
encontrarse emocionalmente agotado (agotamiento emocional), y posteriormente los
individuos generan actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que
se trabaja (actitudes de despersonalización).

Según Palacios, Moran y Paz (2014), aunque el estrés puede afectar a cualquier grupo
ocupacional, el problema ha sido reportado frecuentemente en los profesionales de la
salud, debido a la particularidad de sus condiciones de trabajo, entre las que destacan
sobrecarga de trabajo, jornadas extenuantes, responsabilidad y supervisión excesivas,
además de otros factores del ambiente laboral.

En el estudio realizado por Albaladejo et al (2004) entre los profesionales adscritos al


área de enfermería del hospital clínico universitario San Carlos de Madrid y su relación
con determinados factores sociodemográficos, laborales e institucionales. Las variables
implicadas se recogieron mediante un cuestionario de elaboración propia. En cuanto al
síndrome de burnout se midió mediante el Maslach Burnout Inventory, en su versión
validada en español. Se obtuvieron los siguientes resultados: El personal de
enfermería está más despersonalizado (p=0,004) y menos realizado (p=0,036) que el
grupo de auxiliares/técnicos. Cuando se analizaron los resultados de las 4 escalas por
servicios se comprobo que el agotamiento es superior en los trabajadores de oncología
y urgencias (p=0,001), la despersonalización en urgencias (p=0,007), y el Burnout es
más alto en las áreas de oncología y urgencias (p=0,000). Los profesionales que
respondían que su labor asistencial era poco reconocida obtenían las peores
puntuaciones en el Burnout y sus tres dimensiones (p =0,000). A menor grado de
satisfacción laboral más altas son las puntuaciones en las 4 escalas (p=0,000).

El personal sanitario se enfrenta frecuentemente a situaciones de vida y muerte. Su


trabajo puede ser física y emocionalmente agotador. El estrés que se deriva de este
contexto implica el desarrollo de problemas conductuales como Burnout y otros
problemas de salud y psicológicos (ansiedad, depresión, etc.). En la actualidad esta
temática es importante ya que afecta a la moral y bienestar psicológico de los
trabajadores, a la calidad y tratamiento que se proporciona a los pacientes y, por
último, puede tener una influencia fuerte en el funcionamiento administrativo de los
servicios sanitarios (Ortega y López, 2003).

55
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

2. Metodología
- Diseño y tipo de estudio
Se realizó una investigación de tipo cuantitativa, no experimental, transeccional
correlacional – causal con muestra probabilística por racimos, que pretendía medir la
presencia del Síndrome de burnout y la relación entre el estrés laboral con la presencia
de afectaciones psicosomáticas en el personal de enfermería.

- Participantes
En la investigación participo una muestra total de 100 estudiantes/enfermeras(os) de
los cuales 80 fueron de sexo femenino y 20 de sexo masculino.

- Instrumentos
Para recolectar la información se realizó la aplicación de dos cuestionarios: el EDO
Escala de Desgaste Ocupacional (Burnout), el cual, como lo señala el autor de dicho
cuestionario Jesús Felipe Uribe Uribe “es un instrumento que pretende cubrir las
necesidades de medición del Burnout con estándares psicométricos formales y
confiables el cual posee las siguientes características: escala de 30 reactivos en su
versión confirmatoria, se aplica en un tiempo de entre 30 a 50 minutos y puede
administrarse de manera individual o colectiva. También se aplicó la Escala de
síntomas del estrés (ESE) SEPPO ARO una herramienta cuantitativa que permite
conocer la percepción subjetiva que el trabajador tiene sobre su exposición a los
factores estresores de su trabajo. Su autor Seppo-Aro, de origen finlandés, investigó
en 1980 a 5.000 personas y determinó un conjunto de síntomas psicofisiológicos
propios del estrés. El instrumento ha sido ampliamente utilizado en poblaciones de
trabajadores expuestas al estrés, tanto del sector de servicios como el de la
producción, con el objetivo de conocer el nivel de estrés y las consecuencias en la
salud. Indaga sobre 18 síntomas y manifestaciones tempranas de origen psicosomático
permitiendo la construcción de índices que posibilitan no sólo un diagnóstico sino
también una valoración de las respuestas aportadas. Es por ello que a dicho
cuestionario se lo conoce como Escala sintomática de Estrés (E.S.E.).

3. Resultados

A continuación se presentan los resultados obtenidos, los cuales, se presentaran de


manera gráfica con sus respectivas interpretaciones. Primero se presentaran los
resultados del instrumento EDO Escala de Desgaste Ocupacional (Burnout)
concluyendo este apartado con los resultados arrojados por el instrumento Escala de
síntomas del estrés (ESE) SEPPO ARO.

56
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Figura 1

Niveles de agotamiento en el personal de enfermería

De las evidencias anteriores en la figura 1 Niveles de agotamiento se muestra que dentro


de los porcentajes, el más elevado con 41% es el rango “Arriba del término medio” en
contraste con el menos recurrente el cual salió ponderado con 4% con el rango “Muy
alto”. En segundo lugar con 27% “Abajo del término medio”, el 16% con una validez del
rango “Bajo” y en penúltimo lugar con 12% el rango “Alto”.

Figura 2

Niveles de despersonalización en el personal de enfermería

De manera similar en la figura 2 Niveles de despersonalización en el personal de


enfermería, el porcentaje más significativo fue 44% con el rango “Arriba del término

57
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

medio” seguido por el rango “Abajo del término medio” con 27%, (porcentajes muy
parecidos a agotamiento. En tercer porcentaje con 15% fue rango “Alto”, “Muy bajo”
con 10% y el rango con menos frecuencia fue “Bajo” con 4%.

Figura 3

Porcentajes y frecuencia de los niveles de insatisfacción en el personal de enfermería

En paralelo de la figura 3 Porcentajes y frecuencias de los niveles de insatisfacción en el


personal de enfermería (Valor Z- Insatisfacción), el porcentaje más alto con 72% en el
rango “Abajo del término medio” monopolizo la mayor parte de las frecuencias. En
segundo lugar con 10% el rango “Alto” y en un empate con 9% los rangos “Arriba del
término medio” y “Muy alto”.

Figura 4

Distribución general de los porcentajes de los niveles de sueño en el personal de enfermería

58
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Por otro lado en la figura No.4 Distribución general de los porcentajes de los niveles de
sueño en el personal de enfermería (Valor Z- Sueño). El 75% fue la frecuencia más
destacada con en rango “Abajo del término medio” y el 13, 7 y 5 porciento con los
rangos de: “Alto”, “Arriba del término medio” y “Muy alto”.
Figura 5

Situación psicosexual del personal de enfermería

Sin embargo en la figura No.5 Situación psicosexual del personal de enfermería (Valor
Z- Psicosexuales). “Abajo del término medio” lideró en primer lugar de frecuencia con
48%, seguido de “Arriba del término medio” con 31%, en tercer puesto el 17% con el
rango “Alto” y 4% con “Alto”.

Figura 6

Frecuencia de enfermedades gastrointestinales en el personal de enfermería

Aun cuando en la figura No.6 Frecuencia de enfermedades gastrointestinales en el


personal de enfermería (Valor Z- Gastrointestinales). Por cuarta ocasión el rango

59
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

“Abajo del término medio” con la frecuencia de 71%, el rango “Alto” con 13% y un
empate de frecuencias con 8% “Arriba del término medio” y “Muy alto”.
Figura 7

Valores psiconeuróticos en el personal de enfermería

En la figura No.7 Valores psiconeuróticos en el personal de enfermería (Valor Z-


Psiconeuroticos). Se vuelve a repetir el rango “Abajo del término medio”
posicionándose en primer lugar con 67%, seguido del rango “Arriba del término
medio” con la frecuencia de 18%. El 9% con el rango “Alto” y finalmente “Muy alto”
con el 6%.

Figura 8

Datos generales de síntomas de dolor en el personal de enfermería

En la figura 8, datos generales de síntomas de dolor en el personal de enfermería


(Valor Z- Dolor). La frecuencia más baja con 8% con el rango “Muy alta” seguido del 9%

60
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

el rango “Alto”. “Arriba del término medio” con 26% y para contrastar, en primer
lugar, de frecuencia con 57% el rango “Abajo del término medio”.

Figura 9

Niveles de ansiedad en el personal de enfermería

En la figura No.9 Niveles de ansiedad en el personal de enfermería (Valor Z- Ansiedad).


Se utilizó una dicotomía de frecuencias con los rangos “Muy bajo” y “Muy alto” donde
los resultados fueron polarizados inclinándose a favor del 83% con “Muy bajo” y el
resto de la frecuencia con el 17% con “muy alto”.

Figura 10

Niveles de depresión en el personal de enfermería

Para la décima gráfica comparativa, figura No.10 Niveles de depresión en el personal


de enfermería (Valor Z- Depresión). Se utilizó la misma receta de frecuencias
dicotómicas, en la cual, los resultados obtenidos se inclinaron hacia el rango “Abajo del
término medio” con 75% y el porcentaje restante de 25% en el rango “Alto”.

61
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Figura 11

Frecuencia en los niveles psicosomáticos en el personal de enfermería

Para la onceava y ultima figura No.11 Frecuencia en los niveles psicosomáticos en el


personal de enfermería (Valor Z- Psicosomático). Se retornó a la fórmula original con
cuatro frecuencias en la cual “Abajo del término medio” nuevamente lidero con 61%.
La segunda posición de frecuencias empato con 17% (“Arriba del término medio” y
“Alto”). En última instancia el 5% con el rango “Muy alto”.

Escala Sintomática del Estrés de Seppo Aro (ESE)

En relación a los análisis de validez y confiabilidad, se analizó la escala por medio de


grupos contrastados por medio de Chi2 y Tstudent y todos los ítems se encontraron en
los extremos, quiere decir que discriminan grupos altos de grupos bajos para validez y
en lo que respecta la confiabilidad se realizó un análisis de consistencia interna
obteniendo un .876 de alpha de Cronbach.

En cuanto al nivel general de la escala SEPPO se segmentaron los datos por medio de
valores por encima y por debajo de la media y una varianza de igual manera
obteniendo cuatro niveles con los siguientes resultados:

Los resultados a nivel general de la escala SEPPO muestran un nivel de baja afección
dentro del muestreo con un porcentaje frecuencia del 63%. Se hace necesario resaltar
los rangos de “Alta afección del estrés” y “Afecciones de estrés” que tuvieron un nivel
estadístico del 16% y 15% de significancia, para contrastar con un 6% en el rango de
“Sin afecciones de estrés” (ver la Tabla 1 Nivel general de la Escala SEPPO).

62
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Tabla 2
Comparación de la variable Sexo y nivel de la escala SEPPO.

Sexo Nivel SEPPO

Sin afecciones de Baja afección Afecciones de Altas afecciones


estrés de estrés estrés de estrés

Masculino 5.0% 85.0% 10.0% 0.0%

Femenino 6.3% 57.5% 16.3% 20.0%

Pruebas de chi-cuadrado

Valor Df Sig. asintótica


(bilateral)

Chi-cuadrado de Pearson 6.379a 3 .045

Razón de verosimilitud 9.423 3 .024

Asociación lineal por lineal 4.704 1 .030

N de casos válidos 100

a. 4 casillas (50.0%) han esperado un recuento menor que 5. El recuento mínimo esperado es 1.20.

Por otra parte, en la Tabla No. 3 Comparación de la variable ¿tienes hijos? y nivel
escala SEPPO los resultados más significativos para la labor de la investigación, son las
frecuencias del 25.7% en el nivel de “Afecciones de estrés” y un 20.00% en el nivel
“Altas afecciones de estrés”. Estos porcentajes fueron obtenidos por personas de la
muestra que “No tienen hijos” superando en gran medida el 9.2% y 13.8% de personas
en la muestra cuyas cuales “Si tienen hijos”.

En consecuencia en el ítem “¿Con que frecuencia ingieres bebidas alcohólicas?” Existe


una correlación entre las “Altas afecciones de estrés” y el ingerir bebidas embriagantes
con 50% de reincidencia de manera semanal. Mientras los niveles “Sin Afecciones de
estrés”, “Baja afección de estrés” y “Afecciones de estrés” Se mantienen empatados
de manera imparcial con un 16.7% de reincidencia semanal (ver Tabla No. 4
Comparación de la variable ¿Con que frecuencia ingieres bebidas alcohólicas? Y nivel
escala SEPPO).

63
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Tabla 3.

Comparación de la variable ¿tienes hijos? y nivel escala SEPPO

Tienes hijos Nivel SEPPO


Sin afecciones de Baja afección Afecciones de Altas afecciones
estrés de estrés estrés de estrés
Sí 7.7% 69.2% 9.2% 13.8%
No 2.9% 51.4% 25.7% 20.0%
Pruebas de chi-cuadrado
Valor Df Sig. asintótica
(bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 6.690a 3 .052
Razón de verosimilitud 6.580 3 .087
Asociación lineal por lineal 3.735 1 .053

N de casos válidos 100


a. 2 casillas (25.0%) han esperado un recuento menor que 5. El recuento mínimo esperado es 2.10.

Tabla 4

Comparación de la variable ¿Con que frecuencia ingieres bebidas alcohólicas? Y nivel escala
SEPPO.

¿Con qué Nivel SEPPO


frecuencia
consumes bebidas
alcohólicas?
Sin afecciones de Baja afección Afecciones de Altas afecciones
estrés de estrés estrés de estrés

Nunca 8.0% 58.0% 18.0% 16.0%


1 al año 7.7% 61.5% 30.8% 0.0%
2 al año 0.0% 85.7% 14.3% 0.0%
1 mes 0.0% 79.2% 0.0% 20.8%
Semanas 16.7% 16.7% 16.7% 50.0%
Pruebas de chi-cuadrado
Valor Df Sig. asintótica
(bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 21.163a 12 .048
Razón de verosimilitud 28.004 12 .006

Asociación lineal por lineal .529 1 .467

N de casos válidos 100

a. 15 casillas (75.0%) han esperado un recuento menor que 5. El recuento mínimo esperado es
.36.

64
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

En relación con las implicaciones en el ítem “Fumas” y citando la Tabla No. 5 ítem
¿fumas? existe una correlación altamente significativa entre el hábito de fumar y el
estrés en la muestra, debido a que el 20.00% de las personas que presentaron
“Afecciones de estrés” fuman, en contraste con el 14.7% de las que no. Y el 13.7% de
personas que presentaron “Altas afecciones de estrés” no consumen tabaco a
diferencia del 60.00% de las personas que si lo hacen.

Tabla 5

Ítem ¿fumas?

Fumas Nivel SEPPO

Sin afecciones de Baja afección Afecciones de Altas afecciones


estrés de estrés estrés de estrés

Sí 20.0% 0.0% 20.0% 60.0%


No 5.3% 66.3% 14.7% 13.7%
Pruebas de chi-cuadrado
Valor Df Sig. asintótica
(bilateral)
Chi-cuadrado de Pearson 11.491a 3 .009
Razón de verosimilitud 11.506 3 .009

Asociación lineal por lineal 4.769 1 .029

N de casos válidos 100

a. 4 casillas (50.0%) han esperado un recuento menor que 5. El recuento mínimo esperado es .30.

La siguiente tabla, la No. 6 Correlaciones de Pearson de los valores psicosomáticos del


EDO y la escala sintomática SEPPO explica una correlación alta entre los aspectos
psicosomáticos de la escala EDO y la escala sintomática de Estrés SEPPO.

Tabla 6
Correlaciones de Pearson de los valores psicosomáticos del EDO y la escala sintomática SEPPO

Correlaciones
Psicosomático SEPPO
Psicosomáticos EDO Correlación de 1 .709**
Pearson
Sig. (Bilateral) .000
**
Niveles SEPPO Correlación de .709 1
Pearson
Sig. (Bilateral) .000

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Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

En la Tabla No. 7 Correlaciones generales entre factores del EDO y la escala SEPPO se
muestran todas las correlaciones entre los factores de la escala EDO y la escala
asintomática de estrés SEPPO: Todos los factores tienen relación entre sí a excepción
de uno (despersonalización – ya que es un subfactor combinado) pero todos los demás
está relacionados, que explican que cuando se presenta desgaste ocupacional y con
niveles considerables de sus subfactores, también están presentes síntomas de estrés.

Tabla 7
Correlaciones generales entre factores del EDO Y la escala SEPPO

Correlaciones entre factores del EDO y la escala sintomática de SEPPO


estrés
Nivel SEPPO Correlación de Pearson 1
Sig. (bilateral)
ValorZGastrintestinales Correlación de Pearson .430**
Sig. (bilateral) .000
ValorZPsicosomático Correlación de Pearson .709**
Sig. (bilateral) .000
ValorZDepresión Correlación de Pearson .329**
Sig. (bilateral) .001
ValorZAnsiedad Correlación de Pearson .678**
Sig. (bilateral) .000
ValorZDolor Correlación de Pearson .618**
Sig. (bilateral) .000
ValorZPsicosexuales Correlación de Pearson .583**
Sig. (bilateral) .000
ValorZSueño Correlación de Pearson .635**
Sig. (bilateral) .000
ValorZDespersonalización Correlación de Pearson .014
Sig. (bilateral) .892
ValorZAgotamiento Correlación de Pearson .320**
Sig. (bilateral) .001
La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).**

Atendiendo a estas consideraciones se concluyen las relaciones relevantes del estudio,


en las cuales la presencia del estrés es notable en los siguientes resultados:

En la Tabla No. 8 Correlaciones de Pearson de los valores psicosomáticos del EDO y la


escala sintomática SEPPO, se concluye el puntaje más elevado en la correlación de
Pearson con un valor significativo de .709 nivel (ValorZ-Psicosomático).

En el nivel-Gastrointestinales en la correlación de Pearson se obtuvo un valor de


significancia de .430 en la escala sintomática de estrés. En consecuencia en el ValorZ-
Depresión la correlación de Pearson da un puntaje obtenido de significancia de .329
(siendo el penúltimo porcentaje menos notable) en la escala, mientras que en el nivel

66
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

ValorZ-Ansiedad la correlación de Pearson mostró un .678. Si bien es cierto que en el


ValorZ- Dolor el porcentaje logró un .618 aproximándose al valorZ-Ansiedad. Sin
embargo el ValorZ-Psicosexuales resultó ser el porcentaje posicionado en la mediana
con un valor de .583. En tercera posición de relevancia con .635 la obtuvo el ValorZ-
Sueño. Y en última instancia se obtuvo el porcentaje más bajo de la escala sintomática
de estrés con un .320 en el ValorZ-Agotamiento (ver Tabla No.8 Correlaciones
generales entre factores del EDO Y la escala SEPPO).

Dando una ejemplificación cuantitativa de la variable “Desgaste Ocupacional” y su


relación considerablemente directa con los síntomas característicos del estrés en la
muestra proporcionada.

Tabla 8
Correlaciones generales entre factores del EDO Y la escala SEPPO

Correlaciones entre factores del EDO y la escala sintomática de SEPPO


estrés
Nivel SEPPO Correlación de Pearson 1
Sig. (bilateral)
ValorZGastrintestinales Correlación de Pearson .430**
Sig. (bilateral) .000
ValorZPsicosomático Correlación de Pearson .709**
Sig. (bilateral) .000
ValorZDepresión Correlación de Pearson .329**
Sig. (bilateral) .001
ValorZAnsiedad Correlación de Pearson .678**
Sig. (bilateral) .000
ValorZDolor Correlación de Pearson .618**
Sig. (bilateral) .000
ValorZPsicosexuales Correlación de Pearson .583**
Sig. (bilateral) .000
ValorZSueño Correlación de Pearson .635**
Sig. (bilateral) .000
ValorZDespersonalización Correlación de Pearson .014
Sig. (bilateral) .892
ValorZAgotamiento Correlación de Pearson .320**
Sig. (bilateral) .001
La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).**

Atendiendo a estas consideraciones se concluyen las relaciones relevantes del estudio,


en las cuales la presencia del estrés es notable en los siguientes resultados: En la Tabla
No. 8 Correlaciones de Pearson de los valores psicosomáticos del EDO y la escala
sintomática SEPPO, se concluye el puntaje más elevado en la correlación de Pearson
con un valor significativo de .709 nivel (ValorZ-Psicosomático).

67
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

En el nivel-Gastrointestinales en la correlación de Pearson se obtuvo un valor de .430


en la escala sintomática de estrés. En consecuencia en el ValorZ-Depresión la
correlación de Pearson da un puntaje obtenido de relación de .329 (siendo el
penúltimo porcentaje menos notable) en la escala, mientras que en el nivel ValorZ-
Ansiedad la correlación de Pearson mostró un .678. Si bien es cierto que en el ValorZ-
Dolor el porcentaje logró un .618 aproximándose al valorZ-Ansiedad. Sin embargo el
ValorZ-Psicosexuales resultó ser el porcentaje posicionado con un valor de .583. En
tercera posición de relevancia con .635 la obtuvo el ValorZ-Sueño. Y en última
instancia se obtuvo el porcentaje más bajo de la escala sintomática de estrés con un
.320 en el ValorZ-Agotamiento (ver Tabla No. 8 Correlaciones generales entre factores
del EDO Y la escala SEPPO). Dando una ejemplificación cuantitativa de la variable
“Desgaste Ocupacional” y su relación considerablemente directa con los síntomas
característicos del estrés en la muestra proporcionada.

4. Discusión

Thomaé et al (2006), menciona que uno de los componentes personales premorbidos


que aumentan la susceptibilidad de presentar Síndrome de burnout es el sexo del
individuo siendo las mujeres las que pueden sobrellevar mejor las situaciones
conflictivas en el trabajo, sin embargo, en cuanto a la variable del Síndrome de
burnout esto no se ha constatado pero se ha encontrado que del personal de
enfermería el grupo que mayor padece afecciones de estrés es el sexo femenino con el
16.3% mientras que el grupo masculino obtuvo el 10%, así como el 20% de “Altas
afecciones de estrés” de igual forma son ocupadas por la muestra femenina en
contraste con el 0.0% del muestreo masculino ( ver Tabla No.3 Comparación de la
variable Sexo y nivel de la escala SEPPO).

Es posible definir al “Burnout” como: “la respuesta al estrés laboral crónico que afecta
a aquellas personas cuyo trabajo tiene como centro ayudar y apoyar a otros;
generando en el profesional síntomas que van desde el agotamiento físico, mental y
emocional hasta relaciones conflictivas interpersonales” (Thomaé, Ayala, Sphan,
Stortti, 2006, pág. 1 citado en Roth y Pinto, 2010) lo dicho por estos autores concuerda
con el resultado obtenido en cuanto al agotamiento debido a que este valor se
encuentra dentro de los ocho valores en los cuales se encontró una correlación
significativa entre la presencia de las variables Estrés laboral y Síndrome de burnout en
las correlaciones generales entre factores de la EDO Y la escala SEPPO (ver Tabla No.8
Correlaciones generales entre factores del EDO Y la escala SEPPO).

La psicóloga social Cristina Maslach, estudiando las respuestas emocionales de los


profesionales de ayuda, calificó a los afectados de “Sobrecarga emocional” o síndrome

68
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

de burnout (quemado). Esta autora lo describe como “un síndrome de agotamiento


emocional, despersonalización y baja realización personal” que puede ocurrir entre
individuos que trabajan con personas (López, 2004). Lo cual coincide de nuevo en
cuanto al valor de agotamiento pero presenta una contradicción en el valor de
despersonalización ya que en los resultados los porcentajes arrojados no han
presentado signos de presencia de estrés laboral y Síndrome de burnout en este factor
(ver Tabla No.8 Correlaciones generales entre factores del EDO Y la escala SEPPO).

Gil (2000) señala que a lo largo de los años se ha establecido que el síndrome de
quemarse por el trabajo es una respuesta al estrés laboral crónico que, aunque se
puede desarrollar en todo tipo de profesionales, ocurre con relativa frecuencia en los
profesionales de la organizaciones de servicios que trabajan en contacto directo con
los usuarios de esas organizaciones, y deteriora significativamente su calidad de vida
laboral y consecuentemente la calidad del servicio que ofrece la organización,
considerando esto queda de manifiesto que el personal de enfermería es un grupo
profesional que se ve afectado por la presencia el síndrome de burnout como se
destaca en nuestros resultados.

Numerosas investigaciones se han centrado en las manifestaciones clínicas del estrés,


es decir, en el estrés negativo o distrés, encontrando fuerte relación con la patología
psicosomática que afecta en gran medida la calidad de vida y las distintas áreas de
funcionamiento social, familiar, académica, laboral de las personas que lo
experimentan (Hernández, Romero, González & Rodríguez-Albuín, 1997 citado por
Quiceno y Vinaccia, 2007) lo cual concuerda con las Correlaciones de Pearson
encontradas de los valores psicosomáticos del EDO y la escala sintomática SEPPO nos
arrojaron que existen una correlación alta entre ambas escalas (ver Tabla No.7
Correlaciones de Pearson de los valores psicosomáticos del EDO y la escala sintomática
SEPPO).

El Dr. Fernando Miralles Muñoz indica que las afectaciones más notorias en la
presencia del Síndrome de burnout se clasifican en:

a) Síntomas físicos tales como dolores de cabeza, cervicales o de estómago, presión en


el pecho, palpitaciones, falta de aire, tensión muscular y aumento de la sudoración.

b) Síntomas psicológicos como sentimientos de infelicidad e inferioridad (inicio de una


posible depresión), ansiedad al comer o beber, falta de sueño o interrupciones del
mismo, falta de iniciativa en el trabajo e inseguridad en la realización de su cometido
profesional (Miralles, 2011). Citando la Tabla No.8 Correlaciones generales entre
factores del EDO Y la escala SEPPO convenimos con lo dicho por el Doctor Miralles ya
que los valores analizados en este proyecto concuerdan con los síntomas físicos y
psicológicos antes mencionados debido a que las afectaciones psicosomáticas más
notorias por la presencia de estrés, o bien, síndrome de burnout en estudiantes de

69
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

enfermería del hospital son: respecto al aspecto físico, el factor dolor, dentro de los
factores psicológicos destacan la depresión, la ansiedad y el sueño.

Se concuerda con Cano y rodríguez (2017), concerniente a la sintomatología por estrés,


quienes expresan que los trastornos somatomorfos (en CIE-10) o trastornos por
síntomas somáticos (en el DSM-5) son trastornos mentales que tienen como
denominador común la prominencia de síntomas somáticos asociados a estrés y
discapacidad significativo, tales como: síntomas gastrointestinales (dolor, meteorismo,
regurgitación, vómitos, náuseas, etc.), sexuales y menstruales, síntomas depresivos o
ansiosos tales como los que se han encontrado en nuestros resultados.

5. Conclusiones

En cuanto a los niveles de agotamiento y despersonalización de acuerdo a la escala


EDO, los estudiantes de enfermería se encontraron arriba del término medio. Sin
embargo referente a la insatisfacción se obtuvo un rango debajo del término medio al
igual que el valor de sueño y del aspecto psicosexual (ver Graficas No. 1 Niveles de
agotamiento en el personal de enfermería, No. 2 Niveles de despersonalización en el
personal de enfermería, No. 3 Porcentajes y frecuencias de los niveles de insatisfacción
en los estudiantes de enfermería, No. 4 Distribución general de los porcentajes de los
niveles de sueño en los estudiantes de enfermería).

Las enfermeras y los enfermeros que padecen algún problema de salud


gastrointestinal se encuentran abajo del término medio conservando el mismo nivel en
los aspectos psiconeuróticos, de dolor, depresión y psicosomáticos, quedando en un
nivel muy bajo la ansiedad (revisar Graficas No. 6 Frecuencia de enfermedades
gastrointestinales en el personal de enfermería, No. 7 Valores psiconeuróticos en el
personal de enfermería, No. 8 Datos generales de síntomas de dolor en el personal de
enfermería, No. 10 Niveles de depresión en el personal de enfermería, No. 11
Frecuencia en los niveles psicosomáticos en el personal de enfermería y No. 9 Niveles
de ansiedad en el personal de enfermería).

En la comparación de la despersonalización y al estado civil del grupo de estudio, es


decir, de los estudiantes de enfermería se ha observado que quienes padecen un nivel
alto de despersonalización son del grupo que dijo tener pareja, no se encontró ninguna
diferencia entre los que se encuentra en un nivel muy bajo de despersonalización ya
para este nivel se ha obtenido un porcentaje igual del 50% para quienes no tienen
pareja y quienes si tienen (mirar la Tabla No.1 Distribución de los resultados en el
subfactor despersonalización por estado civil del personal de enfermería).

Los resultados de la escala sintomática del estrés de Seppo Aro (ESE) se concluye a
grandes rasgos que la cantidad del 31% de los estudiantes de enfermería han sido
susceptible a la presencia de estrés y que es el grupo del sexo femenino quien

70
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

presenta afecciones y altas afecciones (ver tabla No. 2 Nivel general de la Escala
SEPPO y Tabla No. 3 Comparación de las variables sexo y nivel de Escala SEPPO).

El grupo de estudiantes que dijo no tener hijos son quienes han presentado un nivel
considerado de afecciones de estrés (Tabla No. 4 Comparación de la variable ¿tienes
hijos? y nivel de escala SEPPO).

Existen diferencias significativas entre el valor de “altas afecciones de estrés” con el


hábito de ingerir bebidas alcohólicas tal como lo indica la Tabla No. 5 Comparación de
la variable ¿Con que frecuencia ingieres bebidas alcohólicas? Y nivel escala SEPPO).
Obteniendo el mismo rango se encuentra el hábito de fumar como se menciona en la
Tabla No. 6 Ítem ¿fumas?, debido a que quienes presentaron afecciones de estrés dijo
fumar.

Quienes también han presentado relaciones significativas son los aspectos


psicosomáticos de los valores de la escala EDO con la sintomatología de la escala
sintomática de estrés SEPPO en cuanto a la correlación de Pearson (Tabla No.7
Correlaciones de Pearson de los valores psicosomáticos del EDO y SEPPO).

La mayor presencia de estrés se encuentra como anteriormente se mencionó en la


correlación de Pearson de los factores del EDO y la escala sintomática de estrés SEPPO
Tabla No. 7, viéndose afectado el personal de enfermería en los siguientes aspectos:
gastrointestinales, depresión, ansiedad, dolor, psicosexual, sueño y agotamiento.
Siendo estos los que obtuvieron una mayor ponderación en los resultados presentados
en la tabla No.8 correlaciones generales entre factores del EDO Y la escala SEPPO.

El presente trabajo de investigación brinda la información necesaria para crear un


estudio con mayor profundidad dentro de la institución explorada, los instrumentos
aplicados cumplieron su función, ya que se realizaron las mediciónes para las cuales
fueron diseñados, es decir, se midió la presencia del estrés mediante la presencia de
síntomas fisiológicos, el síndrome de burnout y la presencia de enfermedades
psicosomáticas en el personal de enfermería del hospital público, queda confirmada la
relación en los resultados arrojados de ambos instrumentos: a mayor estrés laboral en
estudiantes de enfermería del hospital general público mayores afectaciones
psicofísicas, los resultados demostraron que si hay presencia del síndrome de burnout
con valores considerables en la correlación de enfermedades psicosomáticas, en otras
palabras, se ha constatado que al presentarse desgaste ocupacional con niveles
considerables de sus subfactores, también están presentes síntomas de estrés, y
también, enfermedades psicosomáticas.

71
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

6. Recomendaciones

Para realizar una mejora en la salud del personal de enfermería del hospital general
público se hacen las siguientes recomendaciones:

1.- se le hace una invitación al personal de recursos humanos de la dependencia para


que investigue de manera detallada y conozca sobre la temática del estrés laboral, el
síndrome de burnout y sus afectaciones a nivel psicofisiológico.

2.- los administradores de recursos humanos necesitan empoderar con información


concreta, eficiente y clara a todo el personal de enfermería sobre el estrés laboral, el
síndrome de quemarse por el trabajo “Burnout”, la relación que existe entre estas
estas dos variables y las afectaciones a nivel físico y psicológico para su detección y
atención temprana.

3.- crear o aplicar un programa de apoyo en la prevención, detección y atención de la


presencia del estrés laboral, síndrome de burnout y sus afectaciones psicosomáticas;
para ello se hace mención del siguiente programa del cual hacen mención Ortega y
López (2003), en su investigación “El burnout o síndrome de estar quemado en los
profesionales sanitarios: revisión y perspectivas” quienes explican: El personal sanitario
se enfrenta frecuentemente a situaciones de vida y muerte. Su trabajo puede ser física
y emocionalmente agotador. El estrés que se deriva de este contexto implica el
desarrollo de problemas conductuales como burnout y otros problemas de salud y
psicológicos (ansiedad, depresión, etc.). En la actualidad esta temática es importante
ya que afecta a la moral y bienestar psicológico de los trabajadores, a la calidad y
tratamiento que se proporciona a los pacientes y, por último, puede tener una
influencia fuerte en el funcionamiento administrativo de los servicios sanitarios. En
este trabajo teórico se presenta una revisión del concepto de burnout, las variables de
las que depende, las medidas más utilizadas, las consecuencias del mismo y las
estrategias de intervención que se han desarrollado para prevenir y tratar este
problema. Finalmente, se realiza una propuesta de análisis conceptual del burnout
como un ejemplo de evitación experiencial, así como de sus implicaciones en el
tratamiento en dicho programa que a continuación se presenta.

Programa de prevención y control de burnout asistencial

Cherniss (1980) citado en Ortega y López (2003), menciona cuatro objetivos que se
pueden plantear de cara a la intervención: reducir o eliminar las demandas laborales,
cambiar las metas, preferencias y expectativas personales, incrementar los recursos de
la persona ante las demandas y proveer estrategias acordes a las características del
burnout.

72
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

En cuanto a las estrategias o habilidades a fomentar, Mingote (1998) citado en Ortega


y López (2003), señala que es necesario reconocer que no existe ninguna técnica
simple capaz de prevenir o tratar de forma efectiva el burnout, sino que se utilizan
modelos de intervención de componentes integrados de forma complementaria con
técnicas orientadas al individuo junto a técnicas orientadas al ámbito organizacional.
Veamos las diferentes estrategias propuestas:

Estrategias orientadas a nivel individual

Respecto a las variables individuales que se deben fomentar para la reducción del
síndrome de estar quemado, se debe tener en cuenta que las consecuencias que
conlleva esta situación se han dividido clásicamente en tres tipos de aspectos: físicos,
emocionales y conductuales. Debido a esto, las intervenciones se han dirigido a éstas
de manera global.

Para la reducción del estrés y emociones se han empleado diversas técnicas (Cherniss,
1980; Gil-Monte y Peiró, 1997; Maslach et al., 2001; Ojeda, Ramal, Calvo y Vallespín,
2001; Peiró y Salvador, 1993; Yela, 1996 citados en Ortega y López, 2003), entre las
que cabe destacar las técnicas de relajación, el biofeeedback, las técnicas cognitivas
como reestructuración cognitiva, resolución de problemas, entrenamiento de la
asertividad, fomentar habilidades de afrontamiento y técnicas de autocontrol dirigidas
a las consecuencias conductuales. En estalínea, O´Brien (1998) citado en Ortega y
López (2003), menciona que una forma útil de asesoramiento podría ser entrenar a los
trabajadores no sólo a reconocer sus síntomas de estrés sino también las potenciales
fuentes de estrés; se les podría estimular a considerar frecuentemente estresores que
ellos podrían cambiar y aquellos estresores que no son susceptibles al cambio. Mickler
y Rosen (1994) citado en Ortega y López (2003), entrenaron a un grupo de cuidadores
sanitarios dándoles instrucciones de cómo enfrentarse a estas situaciones productoras
de estrés laboral para evitar el burnout, obteniendo que la preparación al estrés era un
predictor que atenuaba los efectos del burnout. Cabe destacar en este punto, como
sugieren Arranz, Barbero, Barreto y Bayés (1997) citado en Ortega y López (2003), que
el individuo controla el propio ambiente y existen ciertos límites en su organización
que no se pueden cambiar, por lo que la aceptación de la realidad es una de las claves
que facilita el proceso de adaptación, sin que ello nos impida seguir desarrollando
nuestra labor lo mejor que sepamos. Según Maslach et al. (2001) citado en Ortega y
López (2003), las aproximaciones orientadas individualmente para desarrollar efectivas
estrategias de afrontamiento o relajación pueden ayudar a aliviar el cansancio
emocional, pero no resultan útiles con los otros dos componentes, ya que las
estrategias son inefectivas en el lugar de trabajo donde la persona tiene poco control
sobre los estresores laborales.

Como reflexión de las estrategias que se han utilizado para solventar este problema,
cabe decir que han tenido en cuenta el burnout como una conglomeración de

73
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

trastornos psicológicos tales como ansiedad, depresión, disforia, alteraciones de


conducta, etc. en las que se pretende dar una solución eficaz con técnicas que se han
utilizado para cada uno de los trastornos, pero insertándolo en un paquete de
tratamiento. En cuanto a su eficacia comentar que se necesitarían estudios
longitudinales para poder comprobarla así como grupos de control apropiados (Ortega
y López, 2003).

Estrategias orientadas a nivel organizacional

Una gran parte de los elementos organizacionales pueden ser evaluados por los
sujetos como estresores, por ello las intervenciones se dirigen a ellos mismos.
Tomando como referencia a Cherniss (1980), De la Gángara (2002), León (1998),
Maslach et al., (2001) y Peiró y Salvador (1993) citados en Ortega y López (2003),
podemos enumerar algunos de los cambios que deberían producirse para reducir este
fenómeno, algunos de los cuales han sido comprobados empíricamente mientras otros
no. Veamos:

1. Incrementar la autonomía del trabajo, pasando la responsabilidad y el control


sobre el trabajo del supervisor a los propios trabajadores.
2. Planificar un horario flexible por parte del trabajador; se debería dar más
oportunidades en la elección de los turnos.
3. Fomentar la participación de los trabajadores en la toma de decisiones.
4. Mejorar los niveles de calidad del ambiente físico de trabajo.
5. Enriquecer los trabajos, incorporando en ellos autonomía, retroalimentación,
variedad de habilidades, identidad de la tarea y significado de la misma.
6. Asignación de tareas al grupo, así como la organización y control del propio trabajo
y en su conjunto, proporcionando retroalimentación adecuada de su ejecución.
7. Limitar el número de horas de trabajo, así como el número de pacientes que
atender.
8. Plantearse los objetivos a conseguir en el equipo de trabajo de manera clara.

Este tipo de variables han sido puestas a prueba en diferentes estudios. Por ejemplo, el
de Cherniss (1980) citado en Ortega y López (2003), en el que a un grupo de
enfermeras de reciente colocación que no tenían asignados pacientes ni
responsabilidades, gradualmente se les exponía a seminarios y workshops donde se les
enseñaba a asumir mayores responsabilidades y se les asignaba pacientes.

Las enfermeras eran observadas por supervisoras que recordaban las funciones a
asumir. Los resultados indicaron que esta ayuda eliminaba mucho la ambigüedad de
rol, falta de autonomía y prevenía el burnout. Otro estudio más reciente es el citado
por Maslach et al. (2001) citado en Ortega y López (2003), en el que un grupo de
empleados participó en sesiones grupales diseñadas para identificar los problemas que
les provocaba el burnout en su ocupación laboral y las diferentes estrategias que

74
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

podían utilizar para reducirlo; en comparación con el grupo control redujeron el


cansancio emocional después de la intervención, incluso tras un seguimiento de seis y
doce meses.

Por otro lado Carranza (2018), en su trabajo académico gerenciando actividades de


prevención contra el síndrome de burnout del profesional de enfermería que laboran
en el hospital de Yungay, Ancash, 2018 da a conocer que el propósito de su proyecto
es el de brindar información actualizada, que permita la formulación de estrategias
orientadas a fortalecer los mecanismos a nivel interpersonal e intrapersonal para
poder afrontar problemas o situaciones estresantes ocasionados por los diversos
factores; así como la intervención precoz e implementación de algunos talleres sobre
el manejo del estrés que le permita mejorar la calidad de vida y la atención que
brindan al usuario y el de ellos mismos y disminuir del nivel del Síndrome de Burnout
en las enfermeras en el hospital de Yungay siendo este su objetivo específico, y como
objetivos específicos, adecuadas relaciones interpersonales, motivación al profesional
se enfermería, adecuadas funciones y jornadas laborales y adecuados beneficios de
remuneraciones e incentivos laborales. El propósito está orientado a proporcionar
información actualizada al Director y al jefe del departamento de enfermería del
hospital de Yungay, a fin de elaborar planes y estrategias destinadas a promover el
desarrollo de mecanismos de afrontamiento efectivos el cual. A continuación se
presenta la metodología aplicada que la autora antes mencionada utilizo:

Líneas de Acción y/o Estrategias de Intervención

A. Capacitación: la capacitación, es un proceso educacional de carácter estratégico


aplicado de manera organizada y sistémica, mediante el cual el personal adquiere o
desarrolla conocimientos y habilidades específicas relativas al trabajo, y modifica
sus actitudes frente a aspectos de la organización, el puesto o el ambiente laboral.
Debido a que el Hospital de Yungay no cuenta con personal capacitado e idóneo
para la atención en el trabajo con los pacientes, se propone realizar estas
capacitaciones para una mejor realización de sus funciones y así tener una
demanda de atención buena.

Acciones:

Capacitación al personal de enfermería sobre clima organizacional.

Socialización de la Norma Técnica de Clima Organizacional.

Talleres de participación de motivación al personal profesional de enfermería.

B. Documento de Gestión. La Gestión como nuevo aspecto en la disciplina de


Enfermería afronta la satisfacción de las necesidades de la persona, familia y, su

75
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

pertenencia comunitaria, al igual que la realización de acciones derivadas del


diagnóstico y tratamiento médico, se obtienen aplicando el juicio de enfermero.
Así mismo los documentos de gestión son utilizados para referirse al conjunto de
acciones, o diligencias que permiten la realización de cualquier actividad o deseo.
cciones:

Fomentar actividades recreativas, en grupo.

Coordinar con el Director y Jefe de Recursos Humanos para gestionar Resoluciones de


felicitación.

C. Sensibilización: induce el estado de hipersensibilidad, dando lugar a una respuesta


inmunológica patológica, que inducirá a alteraciones inflamatorias o necróticas en
la unidad hística tisular correspondiente. Como consecuencia, entran aquí en
consideración las respuestas de inmunidad humoral y celular patológicas. A esta
sensibilización se llega por vía activa, pasiva o prenatal. Un organismo instruido en
la sensibilización alarmista construirá estados de conectividad facilitados,
automatizados, en los circuitos que velan por la seguridad física de los tejidos. El
individuo padecerá, en forma de síntomas reales, las consecuencias de la actividad
de esos circuitos sensibilizados

Acciones:

Sensibilizar al Jefe del servicio de enfermería para la realización de una adecuada


distribución de funciones laborales.

Socialización de evaluación de indicadores de desempeño.

D. Gestión. Hablar de gestión es hablar del proceso administrativo que sirve para
evaluar el grado de cumplimiento de los objetivos organizacionales previstos por la
dirección o gobierno corporativo. Este concepto se utiliza para hablar de proyectos
o en general de cualquier tipo de actividad que requiera procesos de planificación,
desarrollo, implementación y control.

Acciones:

Gestionar con autoridades de la Red de Salud Huaylas Norte, Director del Hospital y el
servicio de Psicología sobre implementación con materiales e insumos para realizar las
capacitaciones y talleres.

Existen diversos programas, proyectos, políticas, lineamientos y estrategias ya creados


para tratar la prevención y atención del estrés laboral, síndrome de burnout y, al
mismo tiempo impactar positivamente la salud y bienestar en los aspectos

76
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

psicofisiológicos, es decir, contrarestar la presencia de las enfermedades


psicosomáticas en el personal de enfermería. Los programas anteriormente descritos
ayudaran a generar ideas en el personal administrativo del hospital general público
sobre qué medidas deben accionar para liberar a su personal de enfermería de las
patologías que les aquejan referentes a las tres variables que en este proyecto se
describen.

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Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

EVALUACIÓN DE LOS SERVICIOS DE SALUD PÚBLICA EN


PERSONAS ADULTAS MAYORES. LA INSATISFACCIÓN SIN
QUEJA
Vianney Daianee Fernández Iglesias, Rosario Román Pérez
María José Cubillas Rodríguez y Elba Abril Valdez
Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A. C. (CIAD). México

*Correspondencia: Rosario Román Pérez, Miguel Alemán 13, Hermosillo, Sonora, México. C.P.
83157, Teléfono: +526622566203, Correo electrónico: rroman@ciad.mx

Resumen
El objetivo del estudio es evaluar la calidad de la atención en instituciones de salud
pública como indicador de la satisfacción del/a usuario/a y explicar la valoración positiva
que otorga la población adulta mayor, pese a que reconoce carencias en el servicio. Es
un estudio mixto con entrevistas semiestructuradas y cuestionarios aplicados a
personas de 60 años y más, afiliados/as al Seguro Popular. Las respuestas en ambas
técnicas fueron mayoritariamente positivas, aunque se identificaron limitaciones:
tiempos de espera prolongados, cobertura insuficiente de estudios especializados y
poca disponibilidad de medicamentos, entre otros. Se concluye que, para interpretar la
valoración favorable de un servicio no apegado a las normas y derechos en materia de
salud en la población estudiada, se requiere incluir en los instrumentos otros conceptos
y variables explicativas como pueden ser la conformidad social y el desamparo
aprendido.

Palabras clave: Envejecimiento, calidad de la atención de salud, política pública,


política de salud, servicios de salud.

Abstract
The objective of the study is to evaluate the quality of care in public health institutions,
as an indicator of user satisfaction, to explain the positive assessment given by the
elderly population despite recognizing deficiencies in service provision. It is a mixed
study with semi-structured interviews and questionnaires applied to people aged over
60 years old, affiliated to the public healthcare system known as Seguro Popular. The
responses under both techniques were mostly positive, although limitations were
identified: long waiting times, insufficient coverage of specialized studies, and low
availability of medications, among others. It is concluded that in order to interpret the
favorable assessment of a service not attached to the norms and rights in health matters
within the studied population, other concepts and explanatory variables such as social
conformity and learned helplessness need to be included in the instruments.

Key words: Aging, quality of health care, public policy, health policy, health services.

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Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Introducción
En México, desde hace varios años se estableció el Modelo de Gestión de Calidad en
Salud, cuyas reglas de operación del gobierno actual (2018-2024) aparecen en el Diario
Oficial de la Federación (DOF 2020). Al introducir el término de gestión, se habla de
una mejora continua en los estándares de calidad, para proveer un mejor trato en la
atención ofrecida durante el proceso (Gobierno de México, 2021). De ahí que, evaluar
la calidad de los servicios de salud, es realizar una constatación mediante indicadores
sobre su provisión con el máximo beneficio para las y los usuarios (Hanefeld, et al.,
2017). En este sentido, el concepto alude a interpretar la realidad de las y los usuarios,
con el fin de cumplir sus expectativas a través de la verificación y estimación
sistematizada de los indicadores (López, et al., 2012). Cano, et al. (2016), coinciden en
la misma línea al señalar que las experiencias son elemento clave en la creación de
políticas de salud para responder a las necesidades de la población atendida.
La evaluación de la calidad en los servicios de salud, constituye uno de los conceptos
más estudiados y utilizados desde el siglo pasado en el ámbito sanitario, pues es útil
para detectar, valorar y mejorar las áreas de oportunidad desde la infraestructura
física hasta la atención de las/los prestadores (Berwick, 2016; Ibarra, 2017; Noriero et
al., 2020 y Castro, 2021). Sin embargo, los trabajos de Donabedian (1980) con respecto
a la evaluación de la calidad de los servicios médicos, son tomados como referencia
básica en la mayoría de los estudios, no solo en cuanto a la definición del concepto,
sino también al modelo propuesto para medirlo. Para este autor el interés se centra en
ofrecer bienestar al paciente a partir de la estimación de ganancias y pérdidas que
acompañan el proceso de atención (Donabedian, 2005), proponiendo un modelo de
cuatro dimensiones. Su utilidad radica en que permite identificar específicamente
aquellas variables que influyen en la satisfacción del usuario/a y son las siguientes:
1. Estructura. Evalúa las condiciones de infraestructura que presenta la unidad, así
como también se encarga de verificar la disponibilidad de equipos médicos y
medicamentos. Asimismo, considera la cantidad y capacidad profesional de las y los
empleados laboran en la institución. 2. Proceso. Se valora el trato y la disposición que
muestra el/la médico/a para informar al usuario/a acerca de su condición y del
tratamiento a seguir. 3. Resultado. Aborda los cambios, las mejoras en el estado de
salud y la satisfacción del/la paciente con el servicio recibido durante su visita. 4.
Accesibilidad. Trata las dificultades presenciadas para realizar algún trámite
administrativo o para la obtención de fármacos. Cada una de estas dimensiones se
pueden traducir en diferentes indicadores sobre la experiencia de las y los usuarios con
respecto a los servicios recibidos.
Para Ramalho (2019) evaluación y calidad van ligadas pues al cotejar la presencia de
cada indicador, se corrobora su cumplimiento a fin de corregirlos cuando sea

82
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

necesario. En otras palabras, se trata de acciones que van dirigidas a comprobar la


presencia o ausencia de indicadores tangibles e intangibles (Jaráiz, et al., 2013). De
acuerdo con Rider et al. (2019) los primeros refieren a objetos físicos que pueden ser
adquiridos o evaluados por las y los usuarios de un servicio o un bien. Los segundos
aluden a aspectos que no pueden apreciarse físicamente, como la interacción que se
establece a través de la prestación de los servicios que son ofrecidos por el/la
prestador/a (Jaráiz y Rivera, 2017).
Los elementos tangibles e intangibles de la atención brindada en una institución de
salud, definen la calidad objetiva y la calidad subjetiva. La primera incluye labores o
actividades medidas en términos de producción y eficiencia. La segunda se obtiene
mediante la evaluación de la percepción del cumplimiento de expectativas sobre la
atención. Se trata de una visión externa de cualquier servicio relacionada con la
interacción entre quien lo provee y quien lo utiliza (López et al., 2018).
La calidad objetiva y la calidad subjetiva de los servicios de salud, se pueden evaluar
utilizando las dimensiones del modelo de Donabedian (2005) antes citado. De acuerdo
con este autor, la calidad en los servicios de salud, toma distintos valores como son los
aspectos técnicos relacionados con el uso de herramientas que proveen bienestar y
comodidad al/la usuario/a, esto es, los elementos tangibles. Otros valores contemplan
las relaciones interpersonales establecidas entre el proveedor de salud y la/el
paciente, que son elementos intangibles (Jaráiz y Rivera, 2017).
Siguiendo el modelo propuesto por Donabedian (2005), las investigaciones de
evaluación de la calidad de los servicios de salud, muestran que la mayoría de los y las
usuarias, identifica el incumplimiento de lineamientos en el área médica y
administrativa (Ortiz et al., 2000 y Torres et al., 2017). Sin embargo, en su respuesta a
los instrumentos de evaluación utilizados, tiende a calificar positivamente la atención,
particularmente en el caso de las personas mayores de 60 años de edad (Álvarez, et al.,
2014). Con esta población, Acuña, et al. (2012) emplearon un diseño transversal para
encuestar a sujetos peruanos de 60 a 90 años del área de consulta externa del Hospital
Nacional de nivel IV Edgardo Rebagliati Martins. La encuesta utilizada fue una
adaptación del Illustrated Patient Satisfaction Instrument (IPSI), integrado por 20 ítems
sobre los tiempos de espera y la atención recibida por el personal en consulta
ambulatoria. El análisis de resultados demostró que las y los participantes estaban
medianamente satisfechos, pues se reportó que existían demoras para obtener citas e
ingresar para ser revisado. No obstante, los autores señalan que la comunicación
efectiva entre médico y paciente fue fundamental para que las y los afiliados asignaran
una calificación positiva.
Resultados similares a los anteriores, se pueden encontrar en el trabajo de Ruiz et al.
(2015) quienes evaluaron las dimensiones de accesibilidad y las relaciones
interpersonales entre enfermero/a y pacientes de 60 y 65 años del Instituto Mexicano
del Seguro Social en Ciudad Juárez, Chihuahua. Se trató de un diseño transversal que
utilizó la escala CARE-Q para estudiar la percepción de calidad del cuidado. En los

83
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

hallazgos reportaron una valoración positiva general, pero se resaltaron deficiencias en


la información proporcionada acerca del diagnóstico. De igual modo, García, et al.
(2016) emplearon la encuesta SERVQUAL para conocer el nivel de calidad que perciben
las y los pacientes con hemodiálisis que acuden al área de nefrología en el Hospital
Universitario Central de Asturias. A partir del desglose de datos, se concluyó que las y
los participantes suelen mostrarse complacidos, aunque no se les provea suficiente
información sobre su pronóstico.
De lo anterior resalta que, en población de edad avanzada es posible que sea aceptado
un servicio no del todo satisfactorio, comportamiento que ha sido explicado desde la
mercadotecnia (Cameron et al., 2016). Al parecer, la presencia de limitaciones
biológicas y psicosociales les vuelve más susceptibles de tolerar prácticas poco
adecuadas por parte de sus proveedores (Arroyo y Vázquez, 2016 y Patel et al., 2018).
Las variables más analizadas y asociadas a este comportamiento han sido el nivel de
educación, la etnicidad y la dicotomía urbanidad/ruralidad (Machado et al., 2017). Por
su parte García, et al. (2016) plantean que la conformidad del/la usuario/a está sujeta
a las características sociodemográficas, siendo condicionante para una mayor o menor
exigencia de los cuidados recibidos. Si bien, tales variables contribuyen a ubicar los
grupos con dificultades para expresar su insatisfacción cuando el servicio suministrado
no es el esperado, no aportan categorías analíticas que permitan avanzar en la
interpretación de ese tipo de respuesta y en la construcción de instrumentos más
sensibles.
En las personas adultas mayores, la diversidad de estereotipos negativos vinculados al
deterioro del organismo y a la carga de enfermedades, propicia que asuman creencias
y conductas adaptativas ante situaciones desagradables, como podrían ser los tiempos
de espera en las instituciones de salud pública (Cameron et al., 2016; Hettich, et al.,
2018 y Ye et al., 2020). Esos prejuicios favorecen que se conciban a sí mismas como
seres incapaces de actuar, obligándoles a tomar un rol pasivo frente a situaciones no
satisfactorias (Lawton, 1986 y d’Hyver, 2017).
El tema es pertinente de estudiar, dado que la adopción de un comportamiento pasivo
como es el valorar positivamente un servicio público en el que se identifican
insatisfacciones, fomenta la falta de equidad. Igualmente, al no demandar mejor
calidad o no expresar en las encuestas las limitaciones encontradas, se pierde la
oportunidad de que quienes toman decisiones puedan conocer estas opiniones e
implementar acciones de mejora. En ese sentido, el objetivo de este trabajo es evaluar
la calidad de los servicios de salud desde la perspectiva de personas mayores de 60
años de edad, usuarias del Seguro Popular (SP) en la ciudad de Hermosillo, Sonora,
México, de acuerdo con el modelo de Donabedian (2005) y proponer interpretaciones
alternativas a partir conceptos como conformidad social (Moscovici et al., 1969 y
Mallinson y Hatemi, 2018) y desamparo aprendido (Seligman, 1972 y Ziegler, et al.,
2021). Tales conceptos mantienen vigencia dentro de la psicología social en temas
relacionados con comportamientos asociados a vulnerabilidad psicosocial, como los

84
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

que pueden presentarse en personas adultas mayores (Geistfeld, 2008 y García


Sanmartín, 2020).
La psicología social y la psicología experimental desde hace tiempo han utilizado los
conceptos antes mencionados, para explicar el comportamiento de personas que no se
atreven a expresar sus quejas ante un evento que afecta sus derechos como
consumidoras o usuarias de un bien o servicio (Coultas et al., 2015 y Nuvvula, 2016).
De manera resumida, la conformidad social se refiere al comportamiento o actitud que
asumen las personas para moldear su opinión con base en lo señalado por el grupo de
referencia (Levitan y Verhulst, 2016 y Siedlecki et al. 2016). En cuanto al desamparo
aprendido, éste se refiere a la pasividad e incapacidad de responder frente a eventos
que resulten aversivos (Maier y Seligman, 2016). En otros trabajos también lo refieren
como indefensión o desesperanza aprendida (Azenet et al., 2016 y Camuñas et al.
2019).
Si bien, como ya se mencionó, existen estudios sobre evaluación de la calidad de los
servicios de salud en población adulta mayor, pocos brindan explicaciones sobre las
opiniones recabadas con respecto a los servicios recibidos (Parker et al., 2018; Saturno,
2016 y González, 2016). Los reportes encontrados describen resultados de las variables
de calidad, pero no aportan interpretaciones que planteen vetas investigativas sobre la
evaluación positiva que, generalmente otorga ese grupo poblacional, pese a las
irregularidades reportadas. Tal es el caso de un servicio público de seguridad social
universal como lo fue en México el Seguro Popular, programa que fue sustituido por el
Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), en el gobierno del período 2018-2024.
El Seguro Popular (SP) fue creado en México por el gobierno federal en el año 2002 y
remplazado en el 2020 por el INSABI. El objetivo del SP era atender personas que
debido a su condición precaria y laboral no recibieran los beneficios de la seguridad
social pública (Secretaría de Gobernación, 2003), reducir el gasto familiar en materia
de salud y proveer atención a quienes no contaban con esos servicios (Knaul et al.,
2003). El INSABI por su parte mantiene objetivos similares, pero a diferencia del SP no
cobra cuota anual ni estipula límites de cobertura (Secretaría de Gobernación, 2020 y
2021).
De ahí la relevancia de continuar realizando estudios para evaluar la calidad de los
servicios de salud, como el del presente trabajo que forma parte de una investigación
más amplia del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A. C. (CIAD),
titulada “Calidad de la atención de los servicios de salud percibida por personas
adultas mayores afiliadas al seguro popular en Hermosillo, Sonora”.

2. Método.

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Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

2.1. Diseño del estudio


Se trata de un estudio con metodología mixta que recoge la opinión de las y los adultos
mayores atendidos en dos instituciones de salud pública, un centro de salud y un
hospital, que concentraban la mayor parte de afiliados/as del SP en el estado de
Sonora, en México. Las técnicas de recopilación de información fueron la encuesta y la
entrevista semiestructurada. El propósito de integrar ambas técnicas fue obtener en
los resultados una visión integral y holística del objeto de estudio, a través de la
compensación y complementación de sus fortalezas, lo que permitió tener elementos
críticos para la interpretación de los resultados (Newman et al., 2002). El trabajo se
realizó de diciembre del año 2019 a enero del 2020.

2.2. Muestreo
El muestreo para el cuestionario fue no probabilístico y por conveniencia, que se utiliza
según la facilidad de acceso y disponibilidad de las personas para participar en un
intervalo de tiempo dado (Otzen y Manterola, 2017), seleccionándose 85
participantes. En la técnica cualitativa, se tuvieron 4 participantes a través de la
estrategia de “Bola de Nieve”. Es decir, una persona contactada a través de relaciones
cercanas de las investigadoras proporcionó referencia para localizar a otra y la
búsqueda se dio por terminada aplicando el principio de saturación. Esto es, cuando se
consideró que las respuestas no aportaban datos marcadamente diferentes (Díaz et
al., 2013). En ambas técnicas se eligieron personas mayores de 60 años, que tuvieran al
menos un año utilizando el SP y sin discapacidad que les dificultara responder el
cuestionario o la entrevista como sordomudez o retardo intelectual.

2.3. Instrumentos de recolección de la información


El cuestionario utilizado fue una adaptación del instrumento SERVQHOS (Mira et al.,
1998) que constó de 4 apartados. El primero contenía 31 reactivos en escala Likert de
1 a 5, donde 1 es una valoración negativa y 5 positiva, con sus respectivos valores
intermedios, todos diseñados con base en las cuatro dimensiones del modelo de
Donabedian (2005). El segundo fue para conocer la satisfacción global del usuario/a.
En el tercero se recopilaron datos sociodemográficos como edad, sexo, ocupación,
estado civil y nivel de estudios. El último fue un espacio para comentarios.
El análisis de fiabilidad de constructo teórico de la dimensión de estructura mostró un
Alfa de Cronbach de .883, en proceso se obtuvo .899, en resultado .747 y en
accesibilidad .865, por lo que el cuestionario resultó confiable en sus dimensiones de
acuerdo con Hernández et al. (2016). En el caso de las entrevistas, estas fueron
semiestructuradas y se utilizó un guion con 11 temas que cubrían las dimensiones del
mismo modelo de los ítems del cuestionario (Donabedian, 2005).

86
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

2.4. Procedimiento
Para llevar a cabo la presente investigación, previamente a la recogida de datos se le
Para el cuestionario se abordó a las personas que esperaban su turno de consulta en el
área externa de la institución. Después de la presentación de la investigadora y la
lectura del consentimiento informado, los reactivos fueron leídos por ella a las/os
participantes. El tiempo promedio de respuesta de todo el instrumento fue de 25
minutos. Para las entrevistas, como ya se mencionó, personas cercanas a las
investigadoras proporcionaron datos de contacto de otras con las características de
inclusión. Se estableció comunicación mediante cita telefónica y se les pidió
autorización para visitarles en su domicilio. Al igual que con el cuestionario, se solicitó
consentimiento informado y, además, autorización para grabar las respuestas a fin de
facilitar la transcripción. Se realizó una visita por participante y la duración osciló entre
40 y 90 minutos aproximadamente.
El protocolo del estudio fue revisado y aprobado por el Comité de Ética de
Investigación del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A. C. (CIAD) de
la ciudad de Hermosillo, Sonora, México. Esta institución apoyó el desarrollo del
estudio con el número de autorización CE/016/2019.

2.4. Análisis de datos


Para el análisis de los datos del cuestionario y la entrevista se desagregaron los
reactivos y temas que aludían a los elementos tangibles e intangibles de la calidad
objetiva y subjetiva (López et al., 2018) de acuerdo con las cuatro dimensiones del
modelo de Donabedian (2005). Las respuestas evaluadas en el cuestionario fueron a
partir de grados de acuerdo, que van de “mucho peor de lo que esperaba”, que
representa al valor 1, a “mucho mejor de lo que esperaba” cuyo valor es 5 y sus
respectivos valores intermedios. Se obtuvieron porcentajes para cada reactivo, así
como otras medidas descriptivas sobre las características de las personas
participantes.
Las entrevistas fueron transcritas y analizadas para construir categorías, a partir de la
similitud de los contenidos de las respuestas que tuvieran mayor o menor acuerdo con
respecto a los temas planteados de las cuatro dimensiones del modelo utilizado.
Los resultados de ambos instrumentos fueron contrastados para la triangulación de
datos (Creswell y Plano, 2006), una técnica utilizada en ciencias sociales. Para tal fin, se
presentan primero los porcentajes de respuestas por cada dimensión y reactivo de los
85 cuestionarios aplicados. Posteriormente, se resumen y analizan las 42 respuestas
obtenidas en la sección de comentarios del cuestionario y finalmente las de las 4
entrevistas, destacando las similitudes y coincidencias.

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Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

3. Resultados.

En la Tabla 1 aparecen las características sociodemográficas de las personas que


respondieron al cuestionario, con mayor proporción del sexo masculino (56,5%
hombres vs 43,5% mujeres). La media de edad fue 70.08 años, con un rango de 65 a 82
años y en el estado civil, poco más de la mitad reportó tener pareja (56,5%). En
ocupación 35,3% se dedicaba al hogar, 24,7% realizaba algún trabajo remunerado,
mientras 34,1% se dijo desempleado(a) y 5,9% pensionado(a).
En cuanto a las características de las personas entrevistadas, éstas fueron mujeres con
edades de entre 66 y 69 años, mientras el varón reportó tener 79 años. En relación al
estado civil, dos de ellas dijeron ser viudas, una soltera y un hombre casado. En
ocupación, dos de las entrevistadas refirieron dedicarse al hogar y una mencionó ser
empleada doméstica y el varón era jubilado. El nivel de estudios predominante en el
cuestionario y las entrevistas fue el de la educación primaria, con excepción de una
usuaria entrevistada quien dijo tener estudios de posgrado. A continuación, se
describirán los principales hallazgos del cuestionario en relación con la calidad objetiva
y la calidad subjetiva.

Tabla 1.
Caracterización de la muestra
Categoría Participantes
Rango de edad: 65 a 68 Encuestas
Frec. %
Sexo:
Femenino 37 43,5
Masculino 48 56,5
Estado civil:
Con pareja 48 56,5
Solteros/as 17 20,0
Viudos/as 15 17,6
Separados/as 5,0 5,9
Grado de estudios:
Sin estudios 8 9,4
Educación primaria 66 77,6
Bachillerato 9 10,6
Licenciatura 2 2,4
Posgrado - -
Ocupación:
Jubilado sin actividad 5 5,9
Sin empleo 29 34,1
Se encuentra trabajando 21 24,7
Se dedica al hogar 30 35,3
Abreviaturas: Frec= Frecuencia; %: Porcentaje; -: No aplica
Fuente: Elaboración propia con datos recolectados de los cuestionarios y entrevistas.

88
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Calidad objetiva
La Tabla 2 muestra que la mayoría de los reactivos fueron valorados con la opción de
respuesta más alta (mucho mejor de lo que esperaba), como por ejemplo los trámites
de afiliación (69,4%) y la preparación de enfermeros/as (67,1%) y médicos/as (65,9%).
Con igual calificación, menos de la mitad (48,2%) evaluó la rapidez y facilidad para
obtener fármacos, mientras en los ítems relacionados con la sala de espera como el
número de asientos, el porcentaje más alto recayó en “como me lo esperaba” (36,5%)
y la comodidad (38,8%) en “mucho mejor de lo que esperaba”.
Tabla 2

Nivel de satisfacción asociado a la calidad objetiva.

Variables Escala (%)


Calidad objetiva 1 2 3 4 5
Equipos médicos 1.2 1.2 8.2 34.1 55.3
Apariencia del personal - - 10.6 34.1 55.3
Señalizaciones para orientarse 2.4 1.2 5.9 32.9 57.6
Apariencia del consultorio 1.2 - 25.9 25.9 63.5
Número de asientos en sala de espera 4.7 10.6 36.5 18.8 29.4
Comodidad en la sala de espera 2.4 3.5 35.3 20 38.8
Instalaciones de la institución 3.5 11.8 28.2 18.8 37.6
Preparación del médico/as - - 3.5 30.6 65.9
Preparación de enfermeros/as - 1.2 - 29.4 67.1
Cantidad de médicos - 1.2 5.9 34.1 58.8
Cantidad de enfermeras - 3.5 4.7 35.3 56.5
Tiempo de espera 4.7 5.9 17.6 27.1 44.7
Duración de consulta 2.4 2.4 4.7 35.3 55.3
Puntualidad de consultas 3.5 2.4 9.4 27.1 57.6
Facilidad para realizar trámites 1.2 3.5 12.9 17.6 64.7
Número de trámites - 2.4 15.3 25.9 56.5
Trámites de afiliación - - 5.9 24.7 69.4
Rapidez para obtener medicamento 7.1 4.7 17.6 22.4 48.2
Facilidad para obtener medicamento 3.5 5.9 20 22.4 48.2
1=Mucho peor de lo que esperaba; 2=Peor de lo que esperaba; 3=Como me lo esperaba;
4=Mejor de lo que esperaba; 5=Mucho mejor de lo que esperaba

Fuente: Elaboración propia con base en datos de la encuesta.

Con respecto a la sección de comentarios del cuestionario, 42 (49,4%) personas


realizaron alguna observación adicional y de ellas 32 (37,6%) hicieron referencia a
situaciones de insatisfacción o falta de insumos, principalmente el abastecimiento de
medicamentos:
1: No hay medicina. Tardan muchísimo en atender. Pocos médicos para tanta gente.
Duramos demasiado para entrar a la consulta.
2: Falta de medicamentos. Si no tienes Seguro Popular no te atienden.

89
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Otras 10 (11,7%) personas, aunque expresaron sentir temor de perder beneficios del
SP como consecuencia de responder el cuestionario, también señalaron el problema
de la falta de medicamentos:
1: No todos los medicamentos están aquí. Todos los han quitado.
2: Una vez no (no la atendieron bien) porque me dijeron que no cubrían algo, pero
estoy muy agradecida.
3: Falta de organización, el hospital está súper mal. El programa es bueno, algunas
partes están bien y otras están mal.
En relación al análisis de la información obtenida en las entrevistas se observan
respuestas en los dos sentidos, de satisfacción e insatisfacción, pero algunas justifican
la carencia de recursos. De las instalaciones del centro de salud, las y los participantes
expresaron que se encontraban limpias y en buenas condiciones, mientras del centro
hospitalario comentaron que algunas áreas carecían de limpieza y no funcionaban
correctamente, como, el baño. Una paciente opinó:
S1: Pues hay veces que están mal, sucios o algo o hay veces que no funcionan bien. Hay
veces que hay que estarle buscando cuál está mejor, si es que tienen papel y eso.
Por lo que se refiere la preparación del personal médico y de enfermería las opiniones
fueron positivas aludiendo generalmente a sus diagnósticos. Sólo una paciente
atendida en urgencias mencionó:
S1: Me tocaron dos jovencitas que parecía que no sabían sacar agua del pulmón. Me
agarraron el nervio y estuve con muchísimo dolor.
En cuanto a los tiempos de espera las y los usuarios coincidieron que suelen ser
prolongados, ya sea para ingresar a consulta, recoger medicamentos en farmacia o
realizar algún tipo de trámite.
S2 dijo “Pues si espera uno, yo me voy a las 10 a.m. y vengo a las 2:30 o 3:00 p.m. Pero
pues igual uno espera y si la atienden muy bien.
Al igual que en el cuestionario, comentaron que a lo largo del año no hay
abastecimiento de medicinas, por lo que tienen que adquirirlas con sus recursos. Esta
situación, dijeron, suele dificultar el apego al tratamiento pues algunas tienen un
precio elevado.
S3: No tienen medicamentos. Nomás era que cómpralos y cómpralos. Algunos son muy
caros y pues ni modo.
Los fragmentos de estos discursos muestran, al igual que en el cuestionario, la
aceptación de un servicio que a pesar de las limitaciones identificadas en algunos
elementos tangibles (calidad objetiva), es valorado positivamente por parte de la
mayoría de las y los usuarios o bien justificado. En cuanto a los elementos intangibles,
a continuación, se analizan las respuestas que valoran la calidad subjetiva.

Calidad subjetiva
Las respuestas del cuestionario aparecen en la Tabla 3 donde también se aprecia que
las y los encuestados se ubican en la alternativa más alta de respuesta (mucho mejor

90
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

de lo que esperaba). Los ítems con puntajes superiores abarcan el trato proporcionado
por médicos/as (71,8%), la disposición que demuestran para ayudar (69,4%) y la
explicación que proveen al/a usuario/a sobre su diagnóstico (67,1%).

Sin embargo, en la sección de comentarios del cuestionario, solo 2 (2,3%) personas


refirieron como satisfactorio el trato brindado por el personal de salud:
1: Me han tratado muy bien. Estoy muy agradecida. Las enfermeras de oncología son
muy amables.
2: Los doctores son muy amables.
Opiniones en contrario se registraron en 6 (7,06%) personas que reportaron falta de
interacción o trato descortés por parte del personal de salud:
1: Para la colostomía no me dijeron las indicaciones a seguir con la médica. No me
dieron indicaciones. No me volteó a ver. No me habló durante la consulta. No recibí
explicación solo me pusieron la bolsita.
2: Ha sido bueno. Al especialista le falta comunicación con el paciente.

Otro aspecto que fue evaluado de forma positiva en el cuestionario, fue la información
general que proporciona el personal administrativo (60%). No obstante, 2 (2,3%)
pacientes en los comentarios mencionaron aspectos por mejorar:
3: Hay maltrato por parte de trabajadoras sociales.

Tabla 3

Nivel de satisfacción asociado a la calidad subjetiva.

Variables Escala (%)


Calidad subjetiva 1 2 3 4 5
Disposición - 2.4 8.2 20 69.4

Confianza transmitida 1.2 1.2 2.4 29.4 65.9


Trato proporcionado por médicos/as 1.2 2.4 2.4 22.4 71.8
Trato proporcionado por personal administrativo 3.5 3.5 10.6 21.2 61.2
Explicación para comprender diagnóstico 2.4 - 7.1 23.5 67.1
Información general otorgada por médico(a) 1.2 2.4 5.9 24.7 65.9
Información general otorgada por personal 1.2 1.2 15.3 22.4 60
administrativo
Cambios percibidos en la salud - - 7.1 25.9 67.1
Manera en la que se ha sentido 2.4 2.4 4.7 36.5 54.1
Calidad de la atención recibida 3.5 - 4.7 24.7 67.1
Opinión sobre medicamento y tratamiento recetado 2.4 2.4 9.4 24.7 61.2
1=Mucho peor de lo que esperaba; 2=Peor de lo que esperaba; 3=Como me lo esperaba;
4=Mejor de lo que esperaba; 5=Mucho mejor de lo que esperaba

Fuente: Elaboración propia con base en datos de la encuesta.

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Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

En las entrevistas las y los informantes manifestaron su sentir con respecto a la


amabilidad y la disposición ofrecida por el personal médico. Las participantes que
dijeron ser viudas y vivir solas, expresaron su conformidad en los siguientes términos:
S1: Te hace sentir que estás en su consultorio privado, muy educado, el trato fino.
S4: Sentía confianza con los médicos y tienen trato amable.

En el caso de la atención proporcionada por el personal administrativo, las


entrevistadas refirieron que se les ha tratado cordialmente, con excepción de una
usuaria que mencionó era irrespetuoso y omitía detalles importantes sobre los
trámites.
S1: Se les notaba que no les caía muy bien. Al principio del Seguro Popular una de las
empleadas llegó a decirme que me hacían un favor.

Por lo que respecta al resultado del tratamiento, en el discurso las personas


entrevistadas refieren efectividad y ausencia de complicaciones, con excepción de una
de ellas que recurrió al médico nuevamente al experimentar efectos adversos.
S2: Después de que me quitaron el medicamento me sentí bien porque si hay veces que
me siento fatigada al caminar, pero eso ya no.

La información obtenida de las y los usuarios muestra que la comunicación entre el


personal de salud y el paciente es un elemento fundamental para la satisfacción del/a
usuaria. Esto facilita el conocimiento sobre el padecimiento y las indicaciones a seguir
para una mejor adherencia terapéutica. Si el personal de salud asume una figura de
autoridad poco accesible, esto no favorece que las personas mayores pidan más
información y con ello el que tengan una mejor comprensión de su condición de salud.
Lo mismo sucede con empleados/as del área administrativa, ya que la carencia de
información lleva a las personas a prolongar el tiempo de sus trámites.

4. Discusión.

El objetivo general del presente Existen coincidencias en cuestionarios (ítems y


opiniones en observaciones) y entrevistas sobre algunos aspectos de la calidad
objetiva. Destaca la falta de limpieza en los sanitarios de las instituciones, los tiempos
de espera en algunos trámites y la carencia de medicamentos. Con tales limitaciones
se esperaría que las y los participantes asignaran mayoritariamente una valoración
menos alta al servicio recibido, lo que no fue el caso en esta muestra ni en el estudio
de Arroyo y Vázquez (2016), en el que personas entrevistadas de la tercera edad
afiliadas al IMSS y SP de la ciudad de Durango, refirieron estar satisfechas a pesar de
aguardar por periodos prolongados y no obtener su dotación farmacológica completa.

92
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Resultados similares encontraron Apaza et al. (2018) con derechohabientes de 60 años


de edad y más, que permanecían lapsos extensos en la sala de espera y eran atendidos
en consultas muy breves por tiempo considerado insuficiente.
En el caso del estudio aquí reportado, debe considerarse que las opciones del
cuestionario parten de una apreciación subjetiva cuyo rango de opciones va de algo
peor a algo mejor de lo que se esperaba. De ahí la interrogante de qué esperan las
personas adultas mayores cuando buscan atención a sus problemas de salud en una
institución pública y cuál es su imaginario sobre lo que deben ofrecerle y/o a qué tiene
derecho.
Al analizar los elementos intangibles para evaluar la calidad subjetiva, encontramos
algunas pistas para la interpretación de esta aparente contradicción. En ambas
técnicas, las y los participantes muestran acuerdo con respecto a que el personal de
salud cuenta con los conocimientos suficientes para llevar a cabo diagnósticos
oportunos y, además, en general dijeron recibir buen trato de su parte. Tales variables
podrían abonar a la asignación de puntajes altos, pero para explorar esta posibilidad se
requiere el uso de otras técnicas estadísticas como el análisis factorial (Bernal et al.,
2016; Vera y Trujillo, 2018), por poner un ejemplo que, en este trabajo no fue posible
hacer por el tamaño de la muestra y su homogeneidad. Es probable que, al momento
de atribuir una calificación, los elementos intangibles tengan mayor peso que los
elementos tangibles, aunque éstos no sean del todo satisfactorios. También sería útil
incluir en los instrumentos de evaluación de la calidad de los servicios de salud, la
presencia, ausencia y tipo de redes de apoyo o la interacción con personas que le son
significativas. Se ha encontrado que, al carecer de ellas, las personas adultas mayores
asisten con más frecuencia a consulta, aunque no lo requieran, puesto que consideran
importante sentirse escuchados/as por médicos/as y enfermeros/as (Bremer, et al.,
2017; Valtorta, et al., 2018 y Williams, et al., 2018).
Otra opción para futuros estudios en la evaluación de la calidad de los servicios
recibidos por personas de la tercera edad, pertenecientes a distintos contextos, es la
inclusión de conceptos como el desamparo aprendido, también conocido como
indefensión y el conformismo social, (Berry et al. 2017 y Yalong et. al. 2018). Por su
parte, Coultas et al. (2015) y Nuvvula (2016) sugieren profundizar en variables
demográficas y problematizar en aspectos socioculturales. Las primeras porque aluden
al impacto que tiene el nivel educativo y la posición económica, mientras que las
segundas apuntan a las creencias que asumen en situaciones desfavorables.
Si en el sistema de salud pública que se evalúa, han prevalecido limitaciones, la
expectativa sobre la atención puede no ser alta, normalizando y justificando algunas
malas prácticas o deficiencias (d’Hyver, 2017). Pese a que las personas participantes
identificaron, tanto en las preguntas abiertas del cuestionario como en las entrevistas,
carencias en los servicios de salud recibidos, la mayoría no asignó puntajes bajos en los
respectivos ítems. Es probable que, al carecer de otra opción para atender sus
padecimientos, las instituciones de salud pública representan su única oportunidad.

93
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Por lo mismo, se conforman con el servicio recibido calificándolo como mejor de lo que
esperaban (Siedlecki et al., 2016).
En tales condiciones de desamparo o indefensión, se puede explicar que lo recibido
supere la expectativa, no de un derecho, sino más bien de una ayuda asistencial que se
tiende a aceptar y normalizar, casi como una dádiva. La valoración positiva del servicio
de salud recibido, no significa que el o la usuaria se encuentre satisfecho/a con la
calidad o no se percate de las limitaciones, pero ante la carencia de recursos
económicos para pagar otras opciones, se conforma con lo recibido en las instituciones
públicas (Ortiz et al., 2000; Trujillo et al., 2007; Hernández y Mercado, 2013). A lo
anterior se puede sumar el nivel educativo de las personas participantes que limita su
acceso a la información y por ende al pleno conocimiento de su derecho a la salud y
servicios públicos de buena calidad (Coultas et al., 2015 y Nuvvula, 2016), reforzando
su conformidad social (Moscovici et al., 1969; Siedlecki et al., 2016 y Berry et al., 2017).
Si bien no se exploraron directamente los conceptos antes mencionados, la
comparación de datos generados con dos técnicas distintas, permite vislumbrar otros
elementos de análisis para la interpretación de las distintas razones que pueden
contribuir a la calificación de un servicio no satisfactorio del todo. De ahí también la
pertinencia de seguir indagando desde la psicología social conceptos como el
desamparo aprendido y la conformidad social en relación con la percepción de la
calidad de los servicios públicos recibidos por esta población. Ello permitirá una mejor
comprensión del proceso y a la vez aportará nuevos elementos para la construcción de
instrumentos de evaluación más sensibles.
Finalmente, se recomienda para quienes toman decisiones en las instituciones de
salud pública, establecer programas de orientación a fin de que puedan conocer las
opiniones de sus usuarias/os y estar en condiciones de implementar acciones de
mejora (Gómez et al., 2011 y Almeida, 2020). Ello considerando que, uno de los
mayores retos del sistema mexicano de salud, es el buscar alternativas para fortalecer
su integración, garantizar un paquete común de beneficios a todas las personas y
lograr el ejercicio universal e igualitario del derecho a la protección de la salud.

Financiación y agradecimientos

Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología por el financiamiento otorgado durante


2018 y 2020 para poder llevar a cabo el trabajo de “Calidad de la atención de los
servicios de salud percibida por personas adultas mayores afiliadas al seguro popular
en Hermosillo, Sonora”.
Al Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A.C. (CIAD), por apoyar la
elaboración del estudio.
A las y los adultos mayores, por aceptar participar en este trabajo y proporcionar su
testimonio.

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Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

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Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

SATISFACCIÓN CON LA VIDA EN UNIVERSITARIOS DEL SUR


DE MÉXICO

Jesús Ocaña Zúñiga, Germán Alejandro García Lara, Oscar Cruz Pérez
y Carlos Eduardo Pérez Jiménez
Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, México

Resumen
La satisfacción con la vida se puede definir como juicio cognitivo que las personas hacen
de su vida con perspectiva espacio-temporal. Medir la satisfacción con la vida puede ser
particularmente útil para evaluar el desarrollo social, identificar condiciones necesarias
para el bienestar e incluso para orientar el diseño de estrategias preventivas de la salud
mental o problemáticas psicosociales. Por ello, es pertinente su estudio con
universitarios, debido a que en esta etapa los jóvenes son vulnerables pues se
encuentran en el tránsito de la adolescencia hacia la adultez, lo que implica una nueva
carga de responsabilidades consigo mismo y con su proyecto de vida. En este contexto
este trabajo tiene por objetivo medir la satisfacción con la vida de estudiantes
universitarios del sur de México y los posibles efectos que las variables sexo, lengua
originaria y carrera puedan tener sobre ella. Para ello se recuperó una muestra de 1,218
participantes, a quienes se les aplicó la escala de satisfacción con la vida de Diener, en
su versión traducida al castellano de 5 ítems. Los resultados apuntan a que los
participantes tienen una alta satisfacción con la vida, con diferencias significativas por
lengua originaria y carrera, no así para Sexo. Estos resultados cobran notoriedad en el
contexto, ya que Chiapas, demarcación del sur de México, es una entidad culturalmente
diversa con altos índices de rezago social y bajos indicadores de desarrollo humano.
Palabras clave: Satisfacción con la vida, universitarios, indígenas.

Abstract
Satisfaction with life can be defined as the cognitive judgment that people make of their
life with a space-time perspective. Measuring satisfaction with life can be particularly
useful to assess social development, to identify necessary conditions for well-being and
even to guide the design of preventive strategies for mental health or psychosocial
problems. For these reasons, its study with university students is pertinent, because at
this stage young people are vulnerable as a consequence of being in the transition from
adolescence to adulthood, which implies a new load of responsibilities with themselves
and with their project of life. In this context, this work aims at to measurement of
satisfaction with life of university students from the Southern of Mexico to evaluate the
possible effects of the variables involved on it such as Sex, Original Language and Career.
For this purpose, a sample of 1,278 participants was recovered, and Diener's (1985)
satisfaction with life scale was applied to them, in its version translated into Spanish of
5 items. The results indicate that the participants have a high score of satisfaction with
life scale, with significant differences due to Native Language and Career, not so by Sex.
These results are notorious in context, because Chiapas, a demarcation of the south of
Mexico, is a culturally diverse entity with high rates of poverty and low indicators of
human development.
Key words: Satisfaction with life, university, indigenous people.

100
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Introducción
El concepto de satisfacción con la vida ha sido empleado en numerosos textos
filosóficos y psicológicos como una manera de referirse a la felicidad, o bien, como un
componente del bienestar (Hall, 2014). De acuerdo a Hall, la satisfacción con la vida
puede referirse a la percepción del cumplimiento de una expectativa o estándar o
bien, a la idea de estar complacido con algo. Por su parte, Diener y Ryan (2009) definen
a la satisfacción con la vida como la evaluación general que las personas hacen sobre
su vida y los dominios específicos de la misma. En este sentido, en dicha evaluación se
ponen de manifiesto los sentimientos y actitudes personales en un momento
particular en el tiempo (Buetell, 2006). De acuerdo a Andrews y Whitney (1976), la
satisfacción con la vida es el componente cognitivo que, junto al componente
emocional, constituye el bienestar subjetivo. Ambos componentes deben medirse por
separado pues la satisfacción con la vida refiere una perspectiva de largo plazo que es
menos sensible a reacciones emocionales negativas y estado emocional del momento
(Pavot y Diener, 1993). De esta manera, en síntesis, la satisfacción con la vida se puede
entender como juicio cognitivo que las personas hacen de su vida con perspectiva
espacio-temporal.

En adición, la satisfacción con la vida se relaciona al concepto Calidad de vida,


aportando a este la dimensión subjetiva del bienestar. Para la OMS (1995, citado por
Urzúa y Caqueo-Urízar, p. 65), la calidad de vida se define “como la percepción
individual de la posición en la vida en el contexto de la cultura y sistema de valores en
el cual se vive y su relación con las metas, expectativas, estándares e intereses”. En
este contexto, la satisfacción con la vida representa una aproximación a la medición de
las condiciones de vida de las personas.

La valoración de la satisfacción con la vida, de acuerdo con Veenhoven (1994), puede


ser útil para monitorear el progreso social, evaluar políticas públicas, identificar
condiciones necesarias para el bienestar e incluso, para el cuidado preventivo de la
salud mental. En el mismo sentido, la OCDE (2013, citado por Vera-Noriega et al.,
2017) considera relevante conocer, desde una perspectiva subjetiva, la satisfacción
con la vida de las personas como un indicador de progreso social y de calidad de vida.
Por otra parte, Jurado et al. (2019), apuntan que, en años recientes, el interés de la
ciencia empírica del bienestar subjetivo se ha centrado en la identificación de los
factores que propician que las personas consideren a sus propias vidas como valiosas y
gratificantes, lo que es útil para reconocer aquellos elementos que generan
satisfacción o que les parecen relevantes y, de esta manera, proponer estrategias de
intervención que coadyuven a mejorar la calidad de vida de las personas.

Por otra parte, en cuanto a la cualidad de ser universitario, Juárez y Silva (2019)
señalan que el tránsito por la universidad tiene un rol definitorio para el resto de la

101
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

vida de los jóvenes, toda vez que es en la universidad donde se desarrollan y aplican
competencias y habilidades personales para alcanzar objetivos, en este caso,
académicos. Por otra parte, se debe considerar que buena parte de la formación
universitaria suele suceder cuando los jóvenes se encuentran en el umbral de la
adolescencia hacia la adultez, lo que conlleva una nueva carga de responsabilidades
consigo mismo y con proyecto de vida (Alvarado y Frías, 2018). Otro aspecto relevante
de los universitarios de hoy es que pertenecen a una nueva diversidad generacional,
pues han crecido en tiempos de cambios profundos y acelerados, embebidos en la
denominada “era del acceso” que se caracteriza por la explosión digital, el uso masivo
de la web, de las telecomunicaciones y las redes sociales (Maldonado y Osio, 2018).
Todo ello enmarca el interés por valorar la satisfacción con la vida de este grupo
poblacional.

En lo que se refiere al estudio de la satisfacción con la vida en universitarios, son varios


los trabajos que se han realizado al respecto en años recientes, con particular interés
en la posible asociación de ella con otras variables. Sæther et al. (2019), en un estudio
realizado con estudiantes universitarios noruegos, reportaron que una baja
satisfacción con la vida se asocia a niveles de consumo de alcohol considerados
riesgosos. Por su parte, Seo et al. (2018), en un estudio realizado con universitarios de
Corea del Sur, reportaron que estudiantes con depresión mostraron un menor nivel de
satisfacción con la vida que los estudiantes no deprimidos. En contraste, Núñez et al.
(2019), evaluaron la asociación entre autoestima y satisfacción con la vida en
universitarios de México, España y Bolivia, reportando que a mayor satisfacción con la
vida la autoestima también aumenta. En este mismo sentido, Romero et al. (2021),
reportan que, en universitarios de la ciudad de Lima, Perú, la satisfacción con la vida se
relaciona significativamente con la autoeficacia para el afrontamiento del estrés. Por
otro lado, Marques et al. (2018), a partir de un trabajo de investigación realizado con
estudiantes universitarios españoles acerca de valores ético-morales y satisfacción con
la vida, hallaron que una mayor satisfacción con la vida se asocia con los valores que
priorizan la vida en sociedad, por ejemplo, la afectividad, el apoyo social y la capacidad
de convivencia.

En lo que se refiere a la satisfacción con la vida y su configuración en función de


variables sociodemográficas, Salvador-Ferrer (2017) reportó, en un trabajo realizado
con 309 universitarios españoles acerca de la relación entre la gratitud y la satisfacción
con la vida diferenciando por género, reportó puntajes promedios mayores en las
mujeres respecto a los hombres para ambos constructos. Las mediciones de la
satisfacción con la vida en la región de estudio son escasas. En 2015, la Encuesta de
bienestar subjetivo elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI), reveló que los chiapanecos registran niveles regulares de satisfacción con la
vida, alcanzando un puntaje de 8 en una escala del 0 al 10. Cabe mencionar que esta

102
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

medición es parte de un proyecto estadístico experimental y capta las percepciones de


las personas en torno a bienes y servicios con los que cuenta, así como también
intangibles como autonomía personal, sentimiento de logro, afectos, propósito en la
vida, entre otros (Sánchez, 2015).

A partir de estas referencias, es notable que el estudio de la satisfacción con la vida sea
relevante, toda vez que, al ser un indicador subjetivo del bienestar, puede estar
asociado a diversos constructos individuales y sociales. Incluso, ya se ha comenzado a
explorar los efectos de la pandemia de Covid-19 en la satisfacción con la vida. Por
ejemplo, Sekban e İmamoğlu (2021), aplicaron a través de redes sociales la escala de
satisfacción con la vida de Diener (1985) a 649 universitarios de Turquía durante el
confinamiento por la pandemia en el año 2020. Los autores de este estudio,
reportaron que la satisfacción con la vida varía según el nivel de exposición a las
noticias sobre la enfermedad, el género, la rutina de sueño y la creencia de la
inmunidad propia.
Otro grupo de trabajos han abordado las propiedades psicométricas de los
instrumentos para medir la satisfacción con la vida. Entre estos trabajos se encuentra
el realizado por Schnettler et al. (2017), quienes utilizaron la escala de satisfacción con
la vida de Diener (1985) con 369 estudiantes chilenos como instrumento de validez
concurrente para la Escala Multidimensional de satisfacción con la vida de estudiantes
(Huebner y Gilman, 2002), reportando, adicionalmente, una baja correlación entre el
entorno universitario y la satisfacción con la vida lo que, según los autores, es
atribuible a que la universidad implica altos niveles de exigencia, competencia y
expectativas que aumentan el estrés, lo que puede afectar negativamente al
estudiante. Por otra parte, Jurado et al. (2019), a partir de una muestra de 400
universitarios mexicanos, concluyeron que la versión traducida de Atienza et al. (2000)
de la escala de satisfacción con la vida de Diener mantiene una estructura unifactorial
y muestra adecuados indicadores de ajuste de fiabilidad y validez, por lo que es útil
para conocer el bienestar subjetivo en el contexto de referencia. Asimismo, Padrós et
al. (2015) revisaron las propiedades psicométricas de la Escala de Satisfacción con la
Vida de Diener en población de Michoacán, a partir de una muestra de 778
participantes, de los cuales 477 fueron estudiantes universitarios. Los resultados
reportados en dicho estudio sugieren que el instrumento mantiene una estructura de
un solo factor, además de evidenciar una elevada consistencia interna y una alta
confiabilidad test-retest.

En este contexto, el objetivo de este trabajo consiste en medir la satisfacción con la


vida de estudiantes universitarios del sur de México y compararla por sexo, lengua
originaria y carrera. El interés en estas variables atiende lo señalado Barrientos (2015;
citado por Zubieta et al., 2012), en cuanto a que las mujeres suelen reportar mayor
bienestar en razón que están más dispuestas a experimentar y a expresar sus

103
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

emociones. Por otra parte, debido a que la población que proviene de contextos
indígenas son víctimas de desigualdades estructurales (Avena, 2017), el contraste de
variables considerando este grupo poblacional cobra particular relevancia. Respecto a
la inclusión de la variable carrera, Marques et al. (2018), señala que el efecto de los
valores en la satisfacción con la vida en universitarios de cara a promover la
adaptabilidad y el éxito en la gestión personal de su profesión, por tanto, su estudio
cobra notoriedad en el contexto universitario.

Por lo anterior, el fin último de este trabajo gira en torno a generar una base de
conocimiento, a manera de diagnóstico, que pueda servir de referencia para
monitorear trayectorias escolares, generar indicadores de bienestar y diseñar
esquemas de prevención de salud mental y problemáticas psicosociales al interior del
espacio universitario.

2. Método.

2.1. Tipo de estudio


El estudio es corte cuantitativo, con un alcance descriptivo-comparativo, con un diseño
no experimental, transversal.

2.2. Participantes
Se recolectó una muestra no probabilística de 1,218 jóvenes estudiantes universitarios
de cinco distintas universidades de Chiapas, estado del sureste de México; cuatro de
ellas públicas y una de régimen privado. La recolección de datos se realizó antes de la
pandemia de COVID 19, durante el año 2019 de manera presencial. La distribución por
sexo fue de 42.2% de hombres y 57.8% mujeres, en tanto que la edad promedio fue de
M=20.18 años con una D.E.= 2.44 años. Del total de participantes, el 5.5% habla una
lengua materna distinta al castellano, tal como Chol, Tseltal, Tsotsil, Zoque y Zapoteco,
todas ellas originarias de la región. En cuanto a la carrera cursada por los participantes,
la distribución porcentual fue la siguiente: 18.1% de ciencias de la educación, 33.1% de
ciencias de la salud, 6.5% de ciencias del medio ambiente, 16.9% de ciencias sociales y
de la conducta, 7.2% de ciencias exactas e ingeniería y 18.2% de ciencia y tecnología de
los alimentos.

2.3. Instrumento
Se utilizó la Escala de Satisfacción con la Vida (Diener et al., 1985) traducida al
castellano por Atienza et al. (2000). La escala se conforma por 5 ítems a partir de los
cuales los participantes indican su nivel de acuerdo (1 =Muy en desacuerdo, 5= Muy de
acuerdo) con afirmaciones respecto al agrado que tienen de su vida. Atienza et al.
(2000), en la versión traducida al castellano aplicada a adolescentes españoles,

104
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

reportaron en un alfa de Cronbach de .84 con una estructura monofactorial, muy


semejante al .87 reportado en la versión original. En México, Padrós et al. (2015), en
una muestra de 477 jóvenes universitarios a quienes aplicaron la versión traducida al
castellano, reportaron un coeficiente de Cronbach de .83. En este trabajo, este
indicador tuvo un valor de .82, mientras que al realizar un análisis factorial
exploratorio con método de extracción de componentes principales confirmó un único
factor que explica el 60.4% de varianza. De manera complementaria, también se
recuperaron las variables edad, sexo (masculino, femenino), carrera (ciencias de la
educación, ciencias de la salud, ciencias del medio ambiente, ciencias exactas e
ingeniería, ciencias sociales y de la conducta, ciencia y tecnología de los alimentos) y
lengua originaria (si/no).

2.4. Procedimiento
Previo consentimiento informado, se aplicó el instrumento a los participantes de
manera presencial. Los datos se capturaron en un fichero SPSS versión 21 para su
análisis. Para cada participante se calcularon los puntajes obtenidos en la Escala de
satisfacción con la vida de Diener (1985) mediante la suma simple de cada uno de los
ítems que la conforman. La verificación del supuesto de normalidad de estos puntajes
se realizó mediante gráficos Q-Q, evidenciando éstos un buen ajuste. Se calcularon
estadísticos descriptivos, media y desviación estándar, tanto para la escala en general
como para cada uno de los cinco ítems que la conforman. Posteriormente se procedió
a realizar las comparaciones de medias del puntaje general de la escala de satisfacción
con la vida entre los grupos que definen las variables sexo, lengua originaria y carrera.
En el caso de las dos primeras se utilizó la prueba T-student, mientras que para la
variable carrera se utilizó ANOVA de 1 factor, con prueba post-hoc de Diferencia de
mínimos cuadrados (DMS). Con el propósito de identificar variaciones de los puntajes
de cada uno de los cinco ítems entre los grupos definidos por las variables de interés,
se realizaron pruebas U de Mann-Whitney para las variables sexo y lengua originaria,
mientras que para la variable carrera se utilizó la prueba H de Kruskal-Wallis. En este
último caso, se optó por esta prueba no paramétrica en razón a que cada la escala de
medición de los ítems es ordinal y la variable carrera define más de 3 grupos de
comparación.

Este procedimiento fue avalado por la Coordinación de investigación y posgrado de la


Facultad de ciencias humanas y sociales de la Universidad de Ciencias y Artes de
Chiapas.

3. Resultados.

105
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

El promedio del puntaje para la escala satisfacción con la vida fue de M=3.89, con una
D.E.= .76. Los puntos promedio para cada ítem se muestran en la tabla 1. Los valores
más altos corresponden al ítem 3, que mide la satisfacción con la vida en general.
Tabla 1.
Promedio de los ítems de la escala de satisfacción con la vida (Likert 1-5)
Media D.E.
SVI1.-En la mayoría de los aspectos, mi vida es como yo quiero que
3.69 1.01
sea
SVI2.-Las circunstancias de mi vida son muy buenas 3.83 .88
SVI3.-Estoy satisfecho con mi vida 4.15 .90
SVI4.-Hasta ahora he conseguido de la vida las cosas que considero
4.05 .92
importantes
SVI5.-Si pudiera vivir mi vida otra vez, no cambiaría nada 3.74 1.25
Elaboración propia.

Tabla 2.
Comparación de medias de Puntajes de satisfacción con la vida con variables categóricas
Pts Satisfacción con la Estadísticos Valor-p
vida de prueba
Media D.E
Sexo Masculino 19.59 3.95 T=-.969, .333
Femenino 19.37 3.73 G.L.=1216

¿Habla lengua No 19.42 3.83 T=-1.64, .100


originaria? Si 20.21 3.60 G.L.=1215

Carrera Cs. de la educación 19.39 4.06


Cs. de la salud 19.78 3.86
Cs. del medio 18.62 3.58
ambiente
Cs. exactas e 20.25 3.48 F=2.57,
.025
ingeniería G.L.=5
Cs. sociales y de la 19.26 3.50
conducta
Ciencia y tecnología 19.12 3.93
de los alimentos
Elaboración propia.

Al realizar la comparación de los puntajes promedio del puntaje general de la escala


(Tabla 2) respecto a las variables de interés, sexo, lengua originaria y carrera; se
aprecian diferencias significativas para la segunda y tercera de ellas. En este sentido,
en lo que se refiere a la lengua originaria, los puntajes promedio más altos
corresponden al grupo de jóvenes que habla una lengua materna distinta al castellano,
lo que sugiere que aquellos jóvenes que fueron criados en una condición de ruralidad,
en el contexto de una comunidad indígena, tienen una perspectiva de su vida más
cercana a la plenitud con respecto a los otros. En cuanto a la carrera cursada, el grupo
diferenciado identificado mediante la prueba post-hoc fue el de ciencias exactas,

106
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

siendo en este caso, el grupo que obtuvo el puntaje promedio más alto con relación al
resto de disciplinas evaluadas.

Al realizar la comparación por sexo para cada ítem (tabla 3) se aprecian diferencias
significativas para el ítem 2. Las circunstancias de mi vida son muy buenas y el ítem 3.
Estoy satisfecho con mi vida, en ambos casos, siendo mayor el puntaje obtenido por
los hombres respecto al de las mujeres. Para el resto de ítems no se aprecian
diferencias significativas.

Tabla 3.
Comparación por la variable Sexo de los Ítems de la escala de satisfacción con la vida.
Sexo
Masculino Femenino
Estadístico de prueba Valor p
M=3.75, M=3.65,
D.E.=1.02, D.E.=1,
SVI1 U.M.W.=169,879 .056
Me=4 Me=4
R.P.= 631 R.P.= 593.81

M=3.89, M=3.79,
D.E.=0.88, D.E.=0.87,
SVI2 U.M.W.= 167171.5 .016
Me=4 Me=4
R.P.= 636.26 R.P.= 589.96

M=4.19, M=4.11,
D.E.=0.92, D.E.=0.88,
SVI3 U.M.W.= 168405.5 .027
Me=4 Me=4
R.P.= 633.86 R.P.= 591.71

M=4.02, M=4.07,
D.E.=0.98, D.E.=0.88,
SVI4 U.M.W.= 179104.5 .749
Me=4 Me=4
R.P.= 605.95 R.P.=612.09

M=3.72, M=3.75,
D.E.=1.29, D.E.=1.23,
SVI5 U.M.W.= 180617 .957
Me=4 Me=4
R.P.= 608.89 R.P.= 609.94
M: Media aritmética, D.E.: Desviación estándar, Me: Mediana, R.P.: Rango promedio,
U.M.W.: U. de Mann-Whitney
Elaboración propia.

En cuanto a variable lengua materna (tabla 4), únicamente se aprecia una diferencia
significativa en el ítem 1. En la mayoría de los aspectos, mi vida es como yo quiero que

107
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

sea, para el cual los puntajes mayores del rango promedio corresponden al grupo de
jóvenes que habla una lengua indígena.

Tabla 4.
Comparación por la variable Lengua indígena de los Ítems de la escala de satisfacción con la
vida.
¿Habla lengua indígena?
No Si
Estadístico de prueba p
M=3.68, M=3.94,
D.E.=1.01, D.E.=1,
SVI1 U.M.W.=32,390.5 .021
Me=4 Me=4
R.P.= 603.87 R.P.= 700.56

M=3.82, M=4,
D.E.=0.88, D.E.=0.8,
SVI2 U.M.W.= 34,319 .109
Me=4 Me=4
R.P.= 605.34 R.P.= 671.78

M=4.14, M=4.24,
D.E.=0.9, D.E.=0.85,
SVI3 U.M.W.= 32,262 .386
Me=4 Me=4
R.P.= 607.03 R.P.= 642.78

M=4.05, M=4.12,
D.E.=0.92, D.E.=0.9,
SVI4 U.M.W.= 36,999 .562
Me=4 Me=4
R.P.= 607.67 R.P.= 631.77

M=3.73, M=3.91,
D.E.=1.25, D.E.=1.28,
SVI5 U.M.W.= 34,948 .183
Me=4 Me=4
R.P.= 605.89 R.P.= 662.38
M: Media aritmética, D.E.: Desviación estándar, Me: Mediana, R.P.: Rango promedio,
U.M.W.: U. de Mann-Whitney
Elaboración propia.

En cuanto a la carrera que cursa, se aprecian diferencias significativas para todos los
ítems con excepción del ítem 1. En el caso de los ítems 2. Las circunstancias de mi vida
son muy buenas, 3. Estoy satisfecho con mi vida y 5. Si pudiera vivir mi vida otra vez,
no cambiaría nada, los rangos promedios más altos correspondieron al grupo de
ciencias exactas e ingeniería, mientras que para el ítem 4. Hasta ahora he conseguido
de la vida las cosas que considero importantes, el puntaje de rango promedio mayor
correspondió al grupo de jóvenes que cursa ciencias de la salud. Para todos los ítems,
el resto de carreras muestran puntajes similares entre ellos.

Tabla 5.
Comparación por la variable carrera de los Ítems de la escala de satisfacción con la vida.

108
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Carrera
Cs. y
Cs. Cs. tecnologí
Cs. Cs. Exactas e Sociales a de
Educació Medio ingenierí y alimento
n Cs. Salud ambiente a conducta s
Estadístico de p
prueba
M=3.63, M=3.67, M=3.58, M=3.94, M=3.7, M=3.73,
D.E.=1.0 D.E.=1.0 D.E.=1.02 D.E.=0.8 D.E.=0.8 D.E.=1.0
9, 3, , 9, 9, 2, H.K.W.(Χ2)=6.47
SVI1 .263
Me=4 Me=4 Me=4 Me=4 Me=4 Me=4 7
R.P.= R.P.= R.P.= R.P.= R.P.= R.P.=
596.70 604.21 580.18 689.80 599.35 619.82

M=3.75, M=3.93, M=3.77, M=3.97, M=3.75, M=3.8,


D.E.=0.8 D.E.=0.8 D.E.=0.77 D.E.=0.7 D.E.=0.8 D.E.=0.9
9, 7, , 9, 8, 1, H.K.W.(Χ2)=11.2
SVI2 .046
Me=4 Me=4 Me=4 Me=4 Me=4 Me=4 62
R.P.= R.P.= R.P.= R.P.= R.P.= R.P.=
580.91 645.94 581.30 656.20 579.46 591.07

M=4.23, M=4.01, M=4.3, M=4.04, M=4.09,


D.E.=0.9 M=4.18, D.E.=0.93 D.E.=0.8 D.E.=0.8 D.E.=0.9
1, D.E.=0.9, , 7, 4, 3, H.K.W.(Χ2)=15.0
SVI3 .010
Me=4 Me=4 Me=4 Me=4 Me=4 Me=4 29
R.P.= R.P.= R.P.=557. R.P.= R.P.= R.P.=
646.55 625.02 31 670.47 556.34 588.34

M=4.01, M=4.15, M=3.86, M=4.11, M=4.04, M=3.96,


D.E.=0.9 D.E.=0.8 D.E.=0.94 D.E.=0.9 D.E.=0.8 D.E.=0.9
7, 8, , 4, 5, 9, H.K.W.(Χ2)=11.7
SVI4 .039
Me=4 Me=4 Me=4 Me=4 Me=4 Me=4 12
R.P.= R.P.= R.P.= R.P.= R.P.= R.P.=
600.02 646.20 536.46 636.95 595.79 580.11

M=3.78, M=3.85, M=3.39, M=3.93, M=3.73,


D.E.=1.2 D.E.=1.2 D.E.=1.31 D.E.=1.2 D.E.=1.2 M=3.55,
6, 2, , 2, 1, D.E.=1.3, H.K.W.(Χ2)=16.3
SVI5 .006
Me=4 Me=4 Me=4 Me=4 Me=4 Me=4 23
R.P.= R.P.= R.P.= R.P.= R.P.= R.P.=
621.76 539.25 517.16 664.39 602.36 561.07
M: Media aritmética, D.E.: Desviación estándar, Me: Mediana, R.P.: Rango promedio, H.K.W.: H
de Kruskal-Wallis
Elaboración propia.

4. Discusión.

109
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Los resultados, en términos generales, coinciden con lo reportado en la literatura. Por


ejemplo, el promedio general de la escala es muy cercano al reportado por Atienza et
al. (2000), al mismo tiempo que coincide que el ítem 3.-Estoy satisfecho con mi vida es
el que reporta el puntaje más alto. Este resultado alto puede tener correspondencia
con lo que apuntan Cantor y Kihlstrom (1989, citado por Moreno y Barrero, 2015), en
el sentido de que los éxitos académicos son poderosos satisfactores en estudiantes
universitarios, no obstante, los problemas o vicisitudes que se estén enfrentando. En
este sentido, la satisfacción con la vida se asocia, de acuerdo a Alarcón (2006), a un
grado de complacencia por lo que se ha logrado y el convencimiento que está donde
tiene que estar, o bien, porque se puede estar muy cerca de alcanzar el ideal de su
vida, en este caso, concluir estudios universitarios. De esta manera, un elevado nivel
de satisfacción puede estar asociado con la idea de que el egreso de una carrera
universitaria implica reconocimiento social y superación económica (Hernández y
Padilla, 2019), que trasciende al momento actual. El hecho que los participantes de
este estudio denoten una alta satisfacción con la vida cobra relevancia en el contexto,
toda vez que Chiapas es un Estado donde la pobreza y marginación se ha concentrado
de forma histórica, manifestándose en rezagos en prácticamente todos los indicadores
de desarrollo (Aguilar, 2016).

Respecto a la comparación por sexo, no se hallaron diferencias significativas para los


promedios de la escala general entre hombres y mujeres. Al respecto, otros trabajos
reportan resultados semejantes, como el de González e al. (2018), en un estudio
realizado con 150 universitarios de residentes de Cádiz, España, la satisfacción con la
vida, en términos generales, no cambia significativamente entre hombres y mujeres;
misma situación que reporta Vinaccia et al. (2019) con una muestra de 121 estudiantes
universitarios de la ciudad de Bogotá, en Colombia. Es así que, no obstante que en la
muestra considerada en este estudio si hubo diferencias significativas para los ítems 2.
Las circunstancias de mi vida son muy buenas y 3. Estoy satisfecho con mi vida en favor
de los hombres, se podría asumir que estos resultados no influyen en la valoración
general del constructo que mide el instrumento.

En cuanto a la cualidad de hablar una lengua originaria distinta al castellano, es


notable que los puntajes promedio de satisfacción con la vida sean significativamente
mayores respecto a quienes son hispanohablantes. En particular, a partir de la
comparación ítem a ítem, esta distancia es más evidente en el ítem 1. En la mayoría de
los aspectos, mi vida es como yo quiero que sea, el cual refiere noción de agrado por la
situación que prevalece en las distintas áreas de la vida, como pueden ser, familia,
amigos, escuela, economía, etcétera y, de manera implícita, denota la percepción
acerca del nivel de control que cada persona tiene sobre el rumbo de su vida. Al
respecto, se puede asumir que estos jóvenes son indígenas, tienen raíces familiares
indígenas, o bien, fueron criados en el seno de una comunidad indígena. Este resultado

110
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

es revelador pues, tal como lo señalan Vera-Noriega et al. (2017) a partir de un trabajo
realizado 2,759 hablantes de una lengua originaria de México, el nivel de pobreza es
mayor cuando la lengua materna se utiliza como atributo para la pertenencia étnica.
Los resultados encontrados sugieren que, no obstante que la satisfacción con la vida
suele vincularse, al menos de manera limitada, con mejores condiciones económicas
(Gordon et al., 2018); en el caso de los indígenas no es así. Por ello, la hipótesis
planteada por Vera-Noriega et al. (2017) en el sentido que “ser indígena y estar
satisfecho con la vida se relaciona con un esfuerzo personal frente a la situación de
carencia social, pobreza y discriminación en la que se desarrolla la población indígena
de México” (p. 2791) cobra relevancia.

En lo que se refiere a la carrera estudiada, es notable que los puntajes promedio


mayores de satisfacción con la vida correspondan a los universitarios que cursan
ciencias exactas e ingeniería. En el análisis ítem por ítem, los cambios entre los
puntajes son más evidentes para los ítems 2. Las circunstancias de mi vida son muy
buenas, 3. Estoy satisfecho con mi vida y 5. Si pudiera vivir mi vida otra vez, no
cambiaría nada. Estos resultados coinciden con lo reportado por Vera et al. (2014) en
un estudio realizado con universitarios de una institución privada de Sonora, México,
quienes encontraron puntajes mayores de satisfacción con la vida en aquellos
estudiantes que cursan un programa de ingeniería. En este sentido, estos datos
sugieren que el razonamiento lógico-abstracto y la capacidad de evaluar antecedentes
contextuales para emitir un juicio, en este caso sobre la realidad propia, podría estar
relacionado con niveles altos de satisfacción con la vida. Sin embargo, Galiana (2015),
en un estudio realizado con 1,027 recién egresados de una universidad de Elche,
España, los participantes que cursaron ingeniería mostraron los segundos puntajes
más bajos, siendo los puntajes más altos los correspondientes a los estudiantes de
ciencias de la salud; lo que coincide con la comparación ítem por ítem realizada en este
trabajo, pues los universitarios de ciencias de la salud obtuvieron los puntajes más
altos en el ítem 4. Hasta ahora he conseguido de la vida las cosas que considero
importantes. Por lo anterior, los resultados de la comparación de los puntajes de
satisfacción con la vida entre carreras no deben considerarse concluyentes.

La medición de la satisfacción con la vida es útil para conocer la realidad acerca las
condiciones de vida de las personas desde una perspectiva subjetiva. Esta valoración
es aún más pertinente en contextos abordado es este trabajo, que presenta una gran
diversidad étnica-cultural pero también bajos índices de desarrollo, lo que coloca a su
población en condiciones de vulnerabilidad. Por lo anterior, no obstante, la pertinencia
de este trabajo, hay que considerar algunas limitaciones. La primera de ellas tiene que
ver con el hecho de que la recolección de datos se realizó en modalidad de
autoinforme, lo que puede afectar la medición del constructo debido a la propensión
de las personas a exaltar lo positivo de su vida y ocultar o negar los aspectos negativos.

111
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Otra limitación es el número de variables que fueron consideradas en el análisis, pues


la satisfacción con la vida, al ser un constructo altamente complejo, es probable que
guarde asociación con otras variables que no se incluyeron en esta ocasión. En este
sentido, como trabajo futuro se plantea verificar la asociación de la satisfacción con la
vida con otras variables, tales como autoestima, resiliencia, inteligencia emocional,
entre otras que la literatura sugiere que pueden tener interacción entre ellas. Es
pertinente señalar que, toda vez que la muestra es por conveniencia, los resultados no
son generalizables a la población de origen; por lo que, en un trabajo futuro, es
deseable replicar el estudio empleando un método de muestreo probabilístico.

Por último, a la luz de los resultados obtenidos, se puede decir que la satisfacción con
la vida de los universitarios evaluados es elevada y significativamente mayor en
aquellos estudiantes que hablan una lengua originaria. Por ello, se sugiere que las
líneas de intervención al interior del espacio universitario, por ejemplo, a través del
servicio de tutoría, consideren recuperar e incorporar en la formación profesional
aquellos elementos que configuran una perspectiva de vida con sentido de comunidad
que prevalece en los pueblos originarios, tales como la solidaridad, el apoyo mutuo y el
respeto al entorno.

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115
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

IMPACTO DE LA REGULACIÓN EMOCIONAL Y LOS SÍNTOMAS


EMOCIONALES SOBRE EL BIENESTAR EN LA
ADOLESCENCIA
Sofia Maset Sánchez, Konstanze Schoeps y Inmaculada Montoya-Castilla
Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamientos Psicológicos. Facultad de
Psicología y Logopedia, Universitat de València, Valencia, España.

*Correspondencia: Konstanze Schoeps, Departamento de Personalidad, Evaluación y


Tratamientos Psicológicos, Universitat de València, Av. Blasco Ibáñez, 21 (46010 Valencia). E-
mail: Konstanze.schoeps@uv.es

Resumen
La regulación emocional es una de las competencias emocionales más relevantes y
complejas, destacando sus beneficios sobre el bienestar y la salud en general. Que los
adolescentes dispongan de buenas habilidades para regular sus emociones puede
atenuar la experimentación de sintomatología emocional o física, que a su vez tiene
efectos positivos sobre el bienestar. El objetivo fue analizar la influencia de la regulación
emocional, los síntomas emocionales y físicos el bienestar subjetivo en 235 adolescentes
con edades comprendidas entre los 12-16 años (Medad = 13.76, DTedad = 1.353, 52.8%
chicas). Los participantes completaron auto-informes que evalúan la regulación
emocional, los síntomas de depresión, ansiedad y estrés, quejas somáticas y el bienestar
subjetivo. Los resultados muestran una relación positiva entre la regulación emocional
y el bienestar subjetivo, y negativa con los síntomas emocionales y físicos. De los
resultados del análisis de mediación destaca que la depresión actúa como variable
mediadora en la relación entre la regulación emocional y el bienestar subjetivo. Por ello,
es necesario atender los síntomas depresivos y realizar estudios longitudinales que
tengan en cuenta su impacto negativo. Además, estos resultados son relevantes para
diseñar programas de educación emocional eficaces y promover la salud y el bienestar
adolescente.

Palabras clave: regulación emocional; bienestar subjetivo; síntomas de depresión;


ansiedad; estrés; quejas somáticas; adolescentes.

Abstrac
Emotional regulation is one of the most important and complex emotional competence,
stressing its benefits on well-being and health in general. Adolescents’ well-developed
skill-set for regulating their emotions may attenuate experimenting emotional or
physical symptoms, which in turn have positive effects on well-being. The aim was to
analyze the impact of emotional regulation, emotional and physical symptoms on
subjective well-being in 235 adolescents aged between 12-16 years (Mage = 13.76, SDage
= 1.353, 52.8% girls). Participants completed self-reports assessing emotional
regulation, symptoms of depression, anxiety and stress, somatic complains and
subjective well-being. Results show a positive relationship between emotional
regulation and subjective well-being and negative with emotional and psychical
symptoms. Results from the mediation analyses stress that depression acts as a
mediator variable in the relationship between emotional regulation and subjective well-

116
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

being. Hence, it is necessary to attend depressive symptoms and perform longitudinal


analyses that take into account it’s negative impact. Our findings are also relevant for
designing effective emotional education programs and promote adolescent health and
well-being.

Key words: emotional regulation; well-being; symptoms of depression, anxiety, stress;


somatic complains; adolescents.

Introducción
La regulación emocional es una de las competencias emocionales que ha sido
objeto de estudio de gran interés en diferentes investigaciones realizadas desde
áreas como la salud (Berking y Wupperman, 2012; Hervás, 2011) o el bienestar
(Cabrales et al., 2018; Prado, Villanueva, y Górriz, 2018). Según el modelo de
inteligencia emocional de Mayer y Salovey (1997), el cual plantea un modelo de
cuatro ramas para explicar las competencias emocionales, la regulación emocional
es la competencia que encontramos en el último nivel de la jerarquía, ya que es la
más compleja y la que se adquiere cuando se posee un adecuado nivel de atención,
percepción y comprensión emocional (Salguero, Fernández-Berrocal, Ruiz-Aranda,
Castillo, y Palomera, 2011). Es una competencia que ha recibido varias definiciones a
lo largo del tiempo (Gross, 1998; Thompson, 1994; Gómez y Calleja, 2016; Gross y
Thompson, 2007), conceptualizándose como un proceso a través del cual las
personas pueden influir, controlar, manejar y gestionar sus reacciones emocionales
(Gross, 1998; Thompson, 1994). En definitiva, puede considerarse una habilidad que
permite manejar las emociones de forma que se experimenten con mayor
frecuencia aquellas deseadas y necesarias para conseguir los objetivos propuestos y
la que, al mismo tiempo, guiará nuestra conducta (Gómez y Calleja, 2016).
La adolescencia es un periodo del desarrollo que marca la transición de la
infancia a la adultez (Güemes-Hidalgo, Ceñal, y Hidalgo, 2017) y una etapa en la que
se producen cambios a nivel emocional, físico, psicológico y social (Alarcón y Bárrig,
2015; Güemes-Hidalgo et al., 2017). Es un periodo caracterizado por el aumento de
problemas conductuales y emocionales, lo que lleva a considerarla una etapa de
gran vulnerabilidad psicológica (Alarcón y Bárrig, 2015; Muñoz, Vega, Berra, Nada, y
Gómez, 2015). No obstante, desde la Psicología Positiva también se considera un
periodo del desarrollo que brinda la oportunidad de potenciar los recursos y mejorar
el bienestar de los adolescentes y, en consecuencia, su salud (Chavarría y Barra,
2014).
Durante la adolescencia, el desarrollo de los procesos regulatorios pasa por
dos etapas diferenciadas: una etapa crítica, entre los 11 y 13 años, donde las
habilidades de autorregulación disminuyen (Sebatier, Restrepo, Moreno, Hoyos de
los Rios, y Palacio, 2017); y una etapa de mejora, entre los 14 y 16 años, donde las
habilidades de regulación y las diferentes estrategias comienzan a utilizarse de
forma más adecuada y mejorada, teniendo en cuenta las metas propuestas (Van der
Graff et al., 2014). Asimismo, existen diferencias en la habilidad de regulación en

117
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

función de la edad y el sexo, observándose una mayor capacidad de regulación


emocional conforme aumenta la edad (Van der Graff et al., 2014; Zimmermann y
Iwanski, 2014) y una mayor competencia de manejo y control emocional en los
chicos adolescentes (Sanmartín, Gonzálvez, y Vicent, 2018; Serrano y Andreu, 2016).
El bienestar subjetivo es un constructo cuya investigación ha ido
experimentando un fuerte interés a lo largo del tiempo (Atienza, Pons, Balaguer, y
García-Merita, 2000; Rodríguez-Fernández y Goñi-Grandmontagne, 2011; Verdugo-
Lucero et al., 2013). Es un constructo que puede explicarse desde dos perspectivas
diferentes (Chavarría y Barra, 2014; Diener, Emmons, Larsen, y Griffin, 1985;
Rodríguez-Fernández y Goñi-Grandmontagne, 2011). Según la perspectiva hedónica,
está formado por dos componentes: el componente emocional o hedónico, que está
formado por dos dimensiones independientes, los afectos positivos y los afectos
negativos (Diener et al.,1985; Rodríguez-Fernández y Goñi-Grandmontagne, 2011) y
el componente cognitivo, que tiene en cuenta el juicio que la persona realiza de su
vida en cuanto a lo satisfecho o no que está con ella (Chavarría y Barra, 2014;
Rodríguez-Fernández y Goñi-Grandmontagne, 2011), es decir, la denominada
satisfacción con la vida. Así pues, el bienestar subjetivo puede definirse como la
evaluación global que realiza la persona de la satisfacción con su vida, teniendo en
cuenta las experiencias positivas y negativas (Diener, 2000).
Los adolescentes que disponen de una buena capacidad de regulación
emocional también tienen una mejor percepción de su bienestar (Puertas-Molero et
al., 2020). Perciben su vida como más satisfactoria (Augusto-Landa, López-Zafra,
Martínez de Atoñana, y Pulido, 2006; Extremera y Fernández-Berrocal, 2005; Prado
et al., 2018) y manifiestan mayor afecto positivo (Augusto-Landa, López-Zafra,
Berrios-Martos, y Pulido-Martos, 2012) y menor afecto negativo (MacIntyre, Ruscio,
Brede, y Waters, 2018; Saxena, Dubey, y Pandey, 2011). Con respecto a las
diferencias en función de la edad y el sexo, se ha observado que la percepción de
bienestar disminuye conforme aumenta la edad (Ronen, Hamama, Rosenbaum, y
Mishely-Yarlap, 2016) y es mayor en los chicos adolescentes (Chacón et al., 2017).
Dos de los problemas emocionales más frecuentes en la adolescencia son la
depresión y la ansiedad (Martínez, García, y inglés, 2013; Arslan y Renshaw, 2018),
presentando ambos alta comorbilidad entre sí (Martínez et al., 2013; Salavera y
Usán, 2019). Durante esta etapa los sucesos se viven con un mayor estrés, lo que
tiene efectos en el plano fisiológico, emocional y conductual, llevando a la persona a
utilizar un afrontamiento emocional inadecuado y, por tanto, a presentar problemas
de regulación emocional (Enríquez-Villota, Garzón-Velásquez, y Pantoja-Parreño,
2016). Una de las consecuencias del estrés es la manifestación de sintomatología
física a través de quejas somáticas (Chacón et al., 2017), las cuales son
especialmente frecuentes en la infancia (Ordoñez, Maganto, y González, 2015), pero
también en la adolescencia (Barkmann, Braehler, Schulte-Markwort, y Richterich,
2011; Chacón et al., 2017). Existen diferencias en función del sexo en la percepción

118
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

de sintomatología emocional y física, observándose en diferentes estudios que son


las chicas las que experimentan más síntomas de depresión (Alarcón y Bárrig, 2015;
Robles, Sánchez, y Galicia, 2011; Salavera y Usán, 2019), ansiedad, (Alarcón y Bárrig,
2015; Pompa y Meza, 2017; Salavera y Usán, 2019) estrés y quejas somáticas
(Alarcón y Bárrig, 2015; Chacón et al., 2017; Górriz, Prado-Gascó, Villanueva, y
González, 2015; Pompa y Meza, 2017; Salavera y Usán, 2019). En cuanto a la relación
entre la sintomatología emocional y el bienestar, se ha observado cómo este se ha
relacionado de forma inversa con la depresión (Robles et al., 2011) y las quejas
somáticas (Chacón et al., 2017). Específicamente, la satisfacción vital se ha
relacionado inversamente con la depresión (Extremera y Fernández-Berrocal, 2005;
Moksnes, Lohre, Lillefjell, Byrne, y Haugan, 2016) y el estrés (Moksnes et al., 2016).
Asimismo, experimentar afectos negativos se ha relacionado con una mayor
percepción de problemas emocionales y, experimentar afectos positivos, con una
menor percepción de los mismos (Sánchez-García, Lucas-Molina, Fonseca-Pedrero,
Pérez-Albéniz, y Paino, 2018; Viñas et al., 2015).
La regulación emocional se ha relacionado con las variables del bienestar
subjetivo de la siguiente manera: de forma positiva con la satisfacción vital (Augusto-
Landa et al., 2006; Extremera y Fernández-Berrocal, 2005; Prado et al., 2018),
pudiendo actuar incluso como predictor de la misma (Cabrales et al., 2018); de
manera negativa con el afecto negativo (Augusto-Landa et al., 2006); y
positivamente con el afecto positivo (Augusto-Landa et al., 2012). Por otro lado, no
disponer de una buena habilidad para regular o manejar las emociones se ha
relacionado positivamente con el afecto negativo (MacIntyre et al., 2018; Sánchez-
García et al., 2018; Saxena et al., 2011), y negativamente con la satisfacción y los
afectos positivos (Sánchez-García et al., 2018; Saxena et al., 2011). En cuanto a los
síntomas emocionales y físicos, la regulación emocional se ha relacionado
inversamente con síntomas de depresión, ansiedad, estrés y quejas somáticas
(Barraza-López, Muñoz-Navarro, y Behrens-Pérez, 2017; Extremera y Fernández-
Berrocal, 2005; Prado et al., 2018; Salavera y Usán, 2019; Saxena et al., 2011).
En definitiva, una buena capacidad de manejo y control emocional se ha
asociado a un mayor bienestar subjetivo (Augusto-Landa et al., 2006; Extremera y
Fernández-Berrocal, 2005; Prado et al., 2018) y presentar buen control emocional y
bienestar se asocia a una menor percepción de sintomatología psicológico
(Extremera y Fernández-Berrocal, 2005; Prado et al., 2018). Asimismo, el efecto que
la regulación emocional ejerce sobre el bienestar (Augusto-Landa et al., 2012;
Cabrales et al., 2018; Prado et al., 2018) puede verse influenciado por la presencia
de síntomas emocionales y físicos (Extremera y Fernández-Berrocal, 2005; Chacón et
al., 2017; Moksnes et al., 2016; Robles et al., 2011). Sin embargo, las investigaciones
previas no han tenido en cuenta el papel mediador que pueden tener los diferentes
tipos de síntomas emocionales para detectar los factores de mayor riesgo para el
bienestar de los adolescentes. Por ello, es importante continuar investigando las

119
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

implicaciones que puede tener la regulación emocional en la salud y el bienestar, así


como investigar los mecanismos psicológicos subyacentes que pueden influir en la
percepción de bienestar en la adolescencia. Estas investigaciones serán necesarias
para la elaboración de programas preventivos y de intervención en esta área.

El objetivo general del presente trabajo de investigación fue analizar la


relación entre la regulación emocional y el bienestar subjetivo en adolescentes,
considerando el rol mediador de la sintomatología emocional. Por ello, basándonos
en la revisión de la literatura previamente descrita, formulamos las hipótesis
siguientes: (1) los adolescentes con una alta regulación emocional percibida, tendrán
una percepción más positiva de su bienestar subjetivo; (2) Los adolescentes con una
alta regulación emocional percibida y un alto bienestar subjetivo percibido, tendrán
una menor percepción de sintomatología emocional; (3) Una alta regulación
emocional percibida influirá en el bienestar percibido y esta relación estará mediada
por la sintomatología emocional.

2. Método.

2.1. Participantes
Los participantes fueron 235 estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria
(ESO) (124 chicas y 111 chicos, rango de edad = 12-16 años; Medad = 13.76, DTedad =
1.35) de un colegio concertado de Valencia (España). Un 24.3% (n = 57) de los
adolescentes cursan 1º ESO; un 26.8% (n = 63) cursa 2º ESO; un 26% (n = 61) cursa
3º ESO; y un 23% (n = 54) 4º ESO. Del total del alumnado participante, 224 han
nacido en España (95.4%) mientras que 11 (4.6%) han nacido en otro país. La
estructura familiar varía en función del número de hermanas o hermanos (20% son
hijas/os únicas/os; 66.4% una/o; 11.1% dos; 1.7% tres; .9% cuatro o más). El
muestreo utilizado fue de tipo intencional o de conveniencia. Sin embargo, con una
población de aproximadamente 200.000 estudiantes de ESO en la Comunidad
Valenciana, la muestra es representativa con un margen de error de 6.36% y un
intervalo de confianza del 90%.

2.2. Instrumentos
A continuación, se exponen las variables evaluadas y los instrumentos utilizados. Los
valores de fiabilidad indicados están obtenidos con la muestra del estudio.

 Características sociodemográficas. Para evaluar las variables sociodemográficas


se utilizó un cuestionario ad-hoc. Las variables evaluadas fueron: sexo, edad,
curso, clase, país (indicando el tiempo que reside en España), nota que más se
repite en las calificaciones y el número de hermanas o hermanos.

120
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

 Regulación emocional. Cuestionario de competencias y habilidades


emocionales (ESCQ) de Takšić, Mohorić, y Duran (2009), para evaluar las
competencias emocionales en población adolescente se ha utilizado la versión
reducida, adaptada y validada en muestra española del cuestionario Emotional
Skills and Competence Questionnaire (ESCQ-21; Schoeps, Tamarit, Montoya-
Castilla, y Takšić, 2019). Está formado por 21 ítems con 6 alternativas de
respuesta en escala tipo Likert. Los ítems se agrupan en tres subescalas:
“Percepción y comprensión” (ej. “Cuando me encuentro alguien conocido, me
doy cuenta inmediatamente de su estado de ánimo”), “Expresar y etiquetar”
(ej. “Soy capaz de enumerar las emociones que estoy experimentando ahora
mismo”), y “Manejo y regulación” (ej. “Soy capaz de mantener el buen humor,
aunque pase algo malo”). La fiabilidad (α de Cronbach) de las subescalas es
adecuada, siendo de .77, .89 y .76, respectivamente.
 Bienestar subjetivo. Escala de Satisfacción con la Vida (SWLS) de Diener et al.
(1985), para evaluar el componente cognitivo (satisfacción con la vida) del
bienestar subjetivo se ha utilizado la versión traducida y validada con población
española del cuestionario Satisfaction With Life Scale (SWLS; Atienza et al.,
2000). Está formada por 5 ítems (ej. “En la mayoría de las cosas, mi vida está
cerca de mi ideal”) con 5 opciones de respuesta en escala tipo Likert. La
fiabilidad (α de Cronbach) de la escala es de .82, mostrando buenas
propiedades psicométricas. Scale of Positive and Negative Experiences (SPANE)
de Diener et al. (2010), para evaluar el componente afectivo del bienestar
subjetivo (afectos positivos y negativos) se ha utilizado esta escala compuesta
por 12 ítems (ej. “En la última semana he tenido sentimientos agradables”; “En
la última semana he tenido sentimientos desagradables”) con 5 alternativas de
respuesta en escala tipo Likert. La consistencia interna (α de Cronbach) de la
escala oscila entre.74 y .87.

 Sintomatología emocional. Versión abreviada de las Escalas de Depresión


Ansiedad y Estrés (DASS) de Lovibond y Lovibond (1995), para evaluar los
problemas emocionales se ha utilizado la versión reducida, adaptada y validada
en población española del Depression Anxiety Stress Scale (DASS-21; Solanas y
Andrés, 2005). La escala está formada por 21 ítems de 4 alternativas de
respuesta en escala tipo Likert. Los ítems se agrupan en las tres subescalas que
evalúa: “Depresión” (ej. “No podía sentir ningún sentimiento positivo”),
“Ansiedad” (ej. “Me di cuenta de que tenía la boca seca”) y “Estrés” (ej. “Me ha
costado mucho descargar la tensión”). La fiabilidad para cada una de las
subescalas es adecuada, siendo de .86, .81 y .76, respectivamente.
 Escala de Quejas Somáticas (SCL) de Rieffe, Oosterveld, y Terwogt (2006);
Rieffe et al. (2007), para evaluar la experiencia de quejas somáticas se ha
utilizado la versión adaptada a la población general española de la escala The

121
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Somatic Complaint List (SCL; Górriz et al., 2015). La escala está compuesta
por un total de 11 ítems (ej. Me siento cansado/a) con 3 alternativas de
respuesta en escala tipo Likert. La consistencia interna (α de Cronbach) de la
escala es de .86.

2.3. Procedimiento
Para llevar a cabo la presente investigación, previamente a la recogida de
datos se le proporcionó al centro un documento explicativo con información relativa
a la misma. Se recogieron los consentimientos informados de las madres/padres o
tutores legales del alumnado, así como el permiso del centro. Se preparó la batería
de evaluación y se organizó su aplicación de forma que se respetara la
confidencialidad y el anonimato de los datos, haciendo uso de un código de
participación no identificable. La recogida de datos se realizó en formato “on line”
mediante el uso de tabletas u ordenadores que disponía el centro. Asimismo, los
datos de las y los estudiantes fueron recogidos mediante los instrumentos de
evaluación previamente descritos, según los estándares de la Declaración de Helsinki
(World Medical Association, 2013) y con permiso de la Comisión Ética de la
Universidad.

2.4. Análisis estadístico


Para llevar a cabo los análisis de datos del presente trabajo de investigación se
utilizó el programa estadístico SPSS Versión 24 para llevar a cabo los Análisis
descriptivos, las Pruebas t de Student para ver las diferencias en función del sexo y
los grupos de curso, la d de Cohen para estimar el tamaño del efecto y las
Correlaciones bivariadas de Pearson para observar la relación entre las variables. Se
llevó a cabo un análisis de mediación múltiple (modelo 6) con el Macro PROCESS
(Hayes, 2013) teniendo en cuenta la regulación emocional (X); los síntomas de
depresión, ansiedad y estrés (M); y la satisfacción vital, los afectos positivos y los
negativos (Y). Utilizamos el método de bootstrapping (10.000 muestreo) para
generar intervalos de confianza y se estimaron los coeficientes de regresión y los
coeficientes estimados de efectos directos e indirectos.

3. Resultados.

Diferencias en función del sexo y el curso

Como muestran los resultados de la comparación de medias (Tabla 1), el grupo


de las chicas presenta mayores puntuaciones en percepción y comprensión, quejas
somáticas y afectos negativos, no habiendo diferencias significativas entre ambos
grupos en el resto de variables. En cuanto a la d de Cohen de las variables, decir que

122
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

oscila entre .3 y .5, considerándose un tamaño del efecto mediano.

Tabla 1
Diferencias en función del sexo
Chicas Chicos

M DT M DT t p d de
Cohen
Percepción y 32.90 4.55 31.40 5.14 2.35 .02* .31
comprensión
Expresión y 28.42 7.37 29.14 6.95 - .76 .45 .10
etiquetado
Manejo y regulación 30.16 5.57 30.65 6.01 - .65 .52 .09

Satisfacción con la 23.33 6.42 24.69 6.19 -1.65 .10 .22


vida
Afectos positivos 22.71 4.14 22.51 4.32 .37 .71 .05
Afectos negativos 15.68 4.03 14.17 3.76 2.98 .00** .39

Quejas somáticas 1.61 .43 1.40 .30 4.34 .00** .56


Depresión 10.48 10.77 9.94 9.34 .41 .69 .05
Ansiedad 9.43 9.37 8.25 7.84 1.04 .30 .13
Estrés 14.96 9.26 15.26 8.60 - .25 .80 .03
Nota. * p≤ .05. ** p≤ .01. M = media. DT = desviación típica. t = valor-t. p = nivel de
significación.

Tabla 2
Diferencias en función de los cursos
1ºESO-2ºESO 3ºESO-4ºESO
M DT M DT t p d de
Cohen
Percepción y 32.89 4.88 31.46 4.83 2.25 .03* .29
comprensión
Expresión y etiquetado 29.07 7.90 28.45 6.33 .66 .51 .09
Manejo y regulación 30.88 5.75 29.89 5.79 1.31 .19 .17

Satisfacción con la vida 24.57 6.58 23.36 6.06 1.47 .14 .19
Afectos positivos 22.73 4.34 22.50 4.10 .42 .68 .05
Afectos negativos 14.89 3.91 15.05 4.06 -.31 .76 -.04
Quejas somáticas 1.46 .36 1.57 .43 -2.31 .02* -.30
Depresión 9.95 10.12 10.52 10.14 -.43 .66 -0.6
Ansiedad 8.47 8.80 9.30 8.59 -.74 .46 -.10
Estrés 13.98 9.33 16.28 8.38 -1.98 .05* -.26

Nota. * p≤ .05. ** p≤ .01. M = media. DT = desviación típica. t = valor-t. p = nivel de significación.

El grupo formado por los dos primeros cursos de la ESO (1ºESO-2ºESO)

123
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

presentaron mayores puntuaciones en percepción y comprensión, mientras que los


dos últimos cursos (3ºESO-4ºESO) presentaron mayores puntuaciones en quejas
somáticas y estrés, no habiendo diferencias significativas en el resto de dimensiones
entre ambos grupos. La d de Cohen de las variables comentadas está alrededor de .3,
por lo que se considera un tamaño del efecto pequeño.

Relación entre variables


Según los resultados de las correlaciones bivariadas (Tabla 3), manejo y regulación
muestra una relación positiva y significativa con respecto a la satisfacción con la vida y
los afectos positivos, y significativamente negativa con los afectos negativos.
Asimismo, la relación con respecto a la sintomatología es negativa y significativa:
quejas somáticas, depresión, ansiedad y estrés. Con respecto a la relación entre las
variables del bienestar subjetivo y la sintomatología emocional (Tabla 3), la satisfacción
con la vida se relaciona positivamente y significativamente con los afectos positivos y
negativamente con los afectos negativos y la sintomatología emocional. En cuanto a
los afectos positivos, se relacionan negativamente con los afectos negativos, las quejas
somáticas, la depresión y el estrés, no encontrándose una relación significativa con la
ansiedad. Por último, los afectos negativos se han relacionado de forma positiva con
las quejas somáticas, la depresión, la ansiedad y el estrés.

Tabla 3
Relaciones entre las variables estudiadas
Competencias emocionales Bienestar subjetivo Sintomatología emocional

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

1. Percepción y -
comprensión
2. Expresión y .39** -
etiquetado
3. Manejo y .26** .50** -
regulación
4. Satisfacción -13* .35** .42** -
con la vida
5. Afectos .20** .38** .59** .41** -
positivos
6. Afectos .09 -.14*** -.27** -.32** -.31** -
negativos
7. Quejas -.01 -.20** -.44** -.44** -.32** .45** -
somáticas
8. Depresión -.12 -.26** -.38** -.47** -.39** .40** .52** -

9. Ansiedad -.06 -.17** -.22** -.36** -.20 .40** .51** .69** -

10. Estrés -.06 -.19** -.19** -.25** -.26** .38** .44** .64** .67** -

Nota. * p≤ .05.
** p≤ .01.

124
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Análisis de mediación
Se han analizado tres modelos de predicción, uno para cada uno de los indicadores del
bienestar subjetivo teniendo en cuenta la regulación emocional (X); los síntomas de
depresión, ansiedad y estrés (M); y la satisfacción vital, los afectos positivos y los
negativos (Y).

Tabla 4
Resumen de los efectos principales de los tres modelos de predicción
coeff. se t p IC95%
Modelo 1: Satisfacción con la
vida1
Depresión -.17 .06 -2.88 .00 [-.29, -.05]
Quejas somáticas -2.53 1.17 -2.17 .03 [-4.83, -.24]
Ansiedad -.03 .07 -.57 .57 [-.17, .09]
Estrés .06 .05 1.19 .24 [-.04, .17]
Manejo y regulación .32 .07 4.78 .00 [.19, .45]
Modelo 2: Afectos positivos2
Depresión -.13 .04 -3.51 .00 [-.20, -.06]
Quejas somáticas -1.29 .72 -1.80 .07 [-2.71, .12]
Ansiedad .11 .04 2.69 .01 [.03, .20]
Estrés -.02 .03 -.54 .59 [-.08, .05]
Manejo y regulación .35 .04 8.58 .00 [.26, .43]
Modelo 3: Afectos
negativos3
.10 .04 2.69 .01 [.03, .18]
Depresión Quejas
somáticas Ansiedad 2.93 .74 3.98 .00 [1.48, 4.39]
Estrés
-.02 .04 -.48 .63 [-.11, .07]
Manejo y regulación .04 .03 1.29 .20 [-.02, .11]
-.03 .04 -.81 .42 [-.12, .05]

Nota. coeff. = coeficiente de regresión. se = error estándar. t = valor-t. p = nivel de


significación. IC = intervalo de confianza.
1R2 = .19, F (1, 233) = 54.45, p = .00.

2R2 = .35, F (1, 233) = 123.30, p = .00.

3R2= .06, F (1, 233) = 15.68, p =.00.

El primer modelo de predicción estima el efecto de la regulación emocional (X) a


través de la depresión, la ansiedad, las quejas somáticas y el estrés (M) sobre la
satisfacción con la vida (Y). En primer lugar, la depresión y las quejas somáticas
predicen de forma significativa y negativa la satisfacción con la vida (Tabla 4). El efecto

125
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

directo de manejo y regulación sobre la satisfacción con la vida es positivo y


significativo (Figura 1). El único efecto indirecto significativo para este primer modelo
de predicción fue el de la depresión (Tabla 5). Finalmente, el efecto total del primer
modelo es significativo, explicando un 19% (R2 = .19, p ≤ .01) de la varianza de
satisfacción con la vida.
El segundo modelo de predicción considera el efecto de la regulación emocional
(X) a través de la depresión, la ansiedad, las quejas somáticas y el estrés (M); sobre los
afectos positivos (Y). En primer lugar, se observa una predicción significativa de los
afectos positivos por la depresión de forma negativa, y por la ansiedad de forma
positiva (Tabla 4). El efecto directo de manejo y regulación sobre los afectos positivos
es positivo y significativo (Figura 2). Los efectos indirectos significativos, en este caso,
fueron los de la depresión y la ansiedad (Tabla 5). Por último, los resultamos muestran
que el efecto total de este segundo modelo de predicción es significativo, explicando
un 35% (R2 = .35, p ≤ .01) de la varianza de los afectos positivos.
El tercer modelo de predicción evalúa el efecto de la regulación emocional (X)
por medio de la depresión, la ansiedad, las quejas somáticas y el estrés (M) sobre los
afectos negativos (Y). Los resultados han señalado que hay un efecto significativo de la
sintomatología emocional sobre los afectos negativos (Tabla 4). Sin embargo, la
predicción de los afectos negativos por el manejo y regulación no es significativa
(Figura 3). En cuanto a los efectos indirectos, resultaron significativos los de la
depresión y las quejas somáticas (Tabla 5). Y, en lo referente al efecto total de este
tercer modelo de predicción, se observa que explica un 0.6% (R2 = .06, p ≤ .01) de los
afectos negativos.
Figura 1.
Representación del modelo estadístico 1.

126
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Se informa sobre el efecto directo (c’) de manejo y regulación (X) sobre satisfacción
con la vida (Y), los efectos directos (a) de manejo y regulación (X) sobre los
mediadores (M), los efectos directos (b) de los mediadores (M) sobre satisfacción
con la vida (Y), y el efecto total (c) de manejo y regulación (X) sobre la satisfacción
con la vida (Y) a través de los mediadores (M). Nota. Las líneas continuas indican
relaciones significativas y las líneas discontinuas indican que la relación no es
significativa. *p ≤ .05. **p ≤ .01.
Figura 2.

Representación del modelo estadístico 2.

Se informa sobre el efecto directo (c’) de manejo y regulación (X) sobre los afectos
positivos (Y), los efectos directos (a) de manejo y regulación (X) sobre los mediadores
(M), los efectos directos (b) de los mediadores (M) sobre los afectos positivos (Y), y el
efecto total (c) de manejo y regulación (X) sobre los afectos positivos (Y) a través de los
mediadores (M). Nota. Las líneas continuas indican relaciones significativas y las líneas
discontinuas indican que la relación no es significativa. *p ≤ .05. **p ≤ .01.

127
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Figura 3

Representación del modelo estadístico 3.

Se informa sobre el efecto directo (c’) de manejo y regulación (X) sobre los afectos
negativos (Y), los efectos directos (a) de manejo y regulación (X) sobre los mediadores
(M), los efectos directos (b) de los mediadores (M) sobre los afectos negativos (Y), y el
efecto total (c) de manejo y regulación (X) sobre los afectos negativos (Y) a través de
los mediadores (M). Nota. Las líneas continuas indican relaciones significativas y las
líneas discontinuas indican que la relación no es significativa. *p ≤ .05. **p ≤ .01.
Tabla 5
Coeficiente total estimado, efectos directos e indirectos de los tres modelos de predicción
coeff SE t p IC95%
Modelo 1: Satisfacción con la vida1
Efecto Manejo y regulación > Depresión >Ansiedad > .48 .06 7.38 .00 [.35,
total Estrés > Quejas somáticas > Satisfacción con la vida .61]

Efecto Manejo y regulación > Satisfacción con la vida .32 .07 4.78 .00 [.19,
directo .45]
Efectos Manejo y regulación > Depresión > Satisfacción con .11 .05 - - [.03,
indirectos la vida .21]

Modelo 2: Afectos positivos2


Efecto Manejo y regulación > Depresión > Ansiedad > .43 .04 11.10 .00 [.35,
total Estrés > Quejas somáticas > Afectos positivos .51]

Efecto Manejo y regulación > Afectos positivos .35 .04 8.58 .00 [.27,
directo .43]

Efectos Manejo y regulación > Depresión > Afectos .08 .03 - - [.02,

128
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

indirectos positivos .16]

Manejo y regulación > Ansiedad > Afectos positivos .02 .01 - - [.00,
.04]

Modelo 3: Afectos negativos3


Efecto Manejo y regulación > Depresión > Ansiedad > -.17 .04 -3.96 .00 [-.26, -
total Estrés > Quejas somáticas > Afectos negativos .09]
Efecto Manejo y regulación > Afectos negativos -.03 .04 -.81 .42 [-.12,
directo .05]
Efectos Manejo y regulación > Depresión > Afectos -.07 .03 - - [-.14, -
indirectos negativos .01]

Manejo y regulación > Quejas somáticas > Afectos -.02 .01 - - [-.06, -
negativos .00]
Nota. coeff. = coeficiente de regresión. se = error estándar. t = valor-t. p = nivel de
significación. IC = intervalo de confianza.
1
R2 = .19, F (1, 233) = 54.45, p = .00.
2
R2 = .35, F (1, 233) = 123.30, p = .00.
3
R2= .06, F (1, 233) = 15.68, p =.00.

4. Discusión.

El objetivo general del presente trabajo fue analizar la relación entre la


regulación emocional y el bienestar subjetivo, considerando el rol mediador de la
sintomatología emocional en adolescentes.
Con respecto a la primera hipótesis, los resultados van en la línea esperada, ya
que señalan que los adolescentes que se perciben con mayores habilidades para
regularse emocionalmente se perciben más satisfechos con su vida, experimentan
mayor afecto positivo (Augusto-Landa et al., 2012) y menor afecto negativo (Augusto-
Landa et al., 2006). En definitiva, perciben un mayor bienestar subjetivo (Augusto-
Landa et al., 2006; Extremera y Fernández-Berrocal, 2005; Prado et al., 2018). Por
tanto, aquellos adolescentes que se perciban con una mayor habilidad para regular
sus emociones, serán capaces de potenciar emociones beneficiosas y agradables, y
realizarán una evaluación más positiva de su vida, percibiéndose como más
satisfechos con la misma y, por tanto, vivirán las diferentes situaciones con una
menor carga negativa, ya que pueden reconducir y buscar la forma de tratar la
emoción experimentada con mayor facilidad.
En relación con la segunda hipótesis, los resultados obtenidos van en la línea de
la literatura previa, indicando que los adolescentes que se perciben con una mayor
capacidad de regulación emocional, experimentan menos síntomas depresivos,
molestias físicas, ansiedad y estrés (Atienza et al., 2000; Barraza-López et al., 2017;

129
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Extremera y Fernández-Berrocal, 2005; Moksnes et al., 2016; Prado et al., 2018;


Robles et al., 2011; Saxena et al., 2011). De esta manera, al evaluar su vida de una
manera positiva se sienten más satisfechos y experimentan menos afectos negativos.
Una de las razones que lleva a los adolescentes a percibir su satisfacción como
óptima, es el hecho de percibirse con mayor habilidad para manejar las emociones
experimentadas, así como poder reflexionar las situaciones que están viviendo,
potenciando los aspectos positivos de las mismas.
Respecto a la tercera hipótesis, que planteaba que la regulación emocional
influirá en el bienestar (Augusto-Landa et al., 2012; Cabrales et al., 2018; Prado et
al., 2018), y que esta relación estará mediada por la sintomatología emocional
(Extremera y Fernández-Berrocal, 2005; Chacón et al., 2017; Moksnes et al., 2016;
Robles et al., 2011), los resultados van parcialmente en la línea esperada, indicando
la sintomatología depresiva como variable mediadora principal. Los resultados en
cuanto a la predicción de la satisfacción con la vida, indican que, a pesar de que los
adolescentes se perciban con una mayor habilidad para regularse emocionalmente,
al experimentar síntomas de depresión perciben que están menos satisfechos con su
vida. Es decir, la depresión ha influido reduciendo el bienestar de los adolescentes, a
pesar de tener un buen nivel para manejar sus emociones. Este resultado que indica
que los síntomas depresivan median en la relación entre regulación emocional y
satisfacción vital, reduciendo su efecto positivo. Con respecto a la predicción de los
afectos positivos, a pesar de que los adolescentes tengan buena capacidad para
regular sus emociones, dando lugar a una mayor experiencia de afecto positivo,
cuando perciben síntomas de depresión y ansiedad, los efectos benéficos de la
regulación emocional se ven reducidos. Estos resultados indican que la
sintomatología depresiva y ansiosa media en la relación entre regulación emocional
y afectos positivos. No obstante, el nivel de manejo emocional se ha relacionado con
una mayor percepción de ansiedad y, al mismo tiempo, a mayor experiencia de
afecto positivo. Esto puede deberse a que la depresión y la ansiedad, al ser dos
problemas emocionales con mucha comorbilidad entre sí (Martínez et al., 2013;
Salavera y Usán, 2019) presenten varianza compartida y que algunos síntomas de
ansiedad, no compartidos con la depresión, puedan estar actuando de manera
ambivalente en esta relación. Sin embargo, es necesario seguir investigando este
resultado, ya que no va en la línea de lo que proponen estudios previos (Barraza-
López et al., 2017; Sánchez-García et al., 2018; Saxena et al., 2011; Viñas et al.,
2015). En lo referente a la predicción de los afectos negativos, la percepción de
síntomas de depresión y síntomas físicos influye suprimiendo el efecto positivo que
ejerce la regulación emocional sobre los afectos negativos, indicando un efecto
mediador significativo. Por tanto, cuando los adolescentes perciben estos síntomas,
a pesar de que tengan una buena capacidad para regularse emocionalmente,
experimentan más afectos negativos.

130
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Conclusiones
Tanto en la investigación realizada como en los estudios previos, se observa
como el bienestar de los adolescentes se ve afectado por la presencia de
sintomatología emocional (Barraza-López et al., 2017; Prado et al., 2018; Salavera y
Usán, 2019) y cómo disponer de buenas habilidades para regular las emociones actúa
mejorando la salud y el bienestar (Augusto-Landa et al., 2006; Chavarría y Barra, 2014;
Extremera y Fernández-Berrocal, 2005; Prado et al., 2018). Los resultados obtenidos
indican que los adolescentes que se perciben con una buena capacidad para regular y
manejar sus emociones, perciben mayor bienestar subjetivo y menores síntomas de
depresión, ansiedad, estrés y quejas somáticas. Asimismo, cuando perciben mayores
experiencias de afecto positivo y mayor satisfacción con la vida, la percepción de
sintomatología emocional es menor. Estos resultados son importantes para hacer
hincapié en la necesidad de enseñar a los adolescentes a manejar sus emociones, ya
que se trata de un período especialmente vulnerable (Alarcón y Bárrig, 2015; Muñoz et
al., 2015) y, por ello, es necesario promover y mejorar el bienestar, y el desarrollo y
adquisición de las competencias emocionales (Chavarría y Barra, 2014). De esta
manera, si se desarrolla una buena capacidad de regulación emocional y se mejora el
bienestar, estaremos previniendo una futura experimentación de síntomas físicos y
emocionales, los cuales tienen consecuencias negativas sobre el bienestar y la salud
física y mental.
En definitiva, el resultado más importante del presente estudio es el obtenido
mediante el análisis de mediación. Los síntomas de depresión han actuado como una
variable mediadora, es decir, ha actuado influyendo sobre la relación existente entre la
capacidad de regulación emocional y el bienestar percibido, haciendo que los
beneficios de un buen nivel de regulación emocional sobre el bienestar se vean
disminuidos. Por tanto, se pone de manifiesto que, aunque se trabaje para conseguir
una buena regulación emocional, sino se tiene en cuenta que la experimentación de
síntomas depresivos puede disminuir el bienestar, la percepción de este no mejorará.
Este resultado puede tenerse en cuenta para el desarrollo de nuevos programas de
educación emocional o para mejorar los ya existentes, tanto de prevención como de
intervención. Una posibilidad sería realizar programas que trabajen la prevención de
síntomas, por ejemplo, mejorando la experiencia de afecto positivo mediante la
enseñanza de técnicas de relajación, la programación de actividades placenteras o el
uso de estrategias de afrontamiento.
El presente estudio no se encuentra libre de limitaciones. Una de las principales es
el diseño transversal con datos de autoinformes y el tipo de muestreo utilizado.
Aunque se considera adecuado el uso de autoinformes en una muestra de
adolescentes, ya que están suficientemente capacitados para informar sobre sus
estados internos, se podrían incluir métodos de evaluación objetivos y/o informadores
terceros en futreas investigaciones. Asimismo, sería recomendable disponer de una
mayor equidad en cuanto al número de adolescentes de distintas edades y sexos para

131
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

obtener resultados más fiables y válidos de las posibles diferencias existentes. En


futuras investigaciones, se podrían realizar una investigación con datos longitudinales
para poder establecer relaciones causa-efecto. Además, se podrían estudiar las
diferencias en la percepción de la capacidad de regulación emocional, el bienestar
subjetivo y la sintomatología emocional y física a lo largo de las diferentes etapas del
desarrollo infanto-juvenil.

Financiación y agradecimientos

Esta investigación ha sido realizada gracias al apoyo del Ministerio de Ciencia,


Innovación y Universidades (PSI2017-84005-R), por la Agencia Estatal de Investigación -
AEI- y por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional -FEDER.
Agradecemos a los docentes participantes por toda la colaboración y apoyo prestado.

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136
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

137
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

ANALISIS DEL NIVEL DE CONOCIMIENTO Y FACTORES QUE


INFLUYEN EN EL USO DE CREDITOS Y TARJETAS DE
CREDITO DE LOS TRABAJADORES DE UNA EMPRESA DEL
SECTOR INDUSTRIAL DE NAVOJOA, SONORA
Cecilia Aurora Murillo Félix, Erika Ivett Acosta Mellado y
Alberto Galván Corral
INSTITUTO TECNOLOGICO DE SONORA, SONORA, MÉXICO.

Resumen
La educación financiera se ha convertido mundialmente en una prioridad para las
instituciones públicas, organismos como la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos (OCDE), El Banco Mundial, el G-20, el Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) y El Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA)
han tomado la iniciativa en este tema y desarrollada diversidad de foros,
investigaciones, publicaciones y programas con la finalidad de que la educación
financiera se convierta en un tema relevante para los gobiernos de los países (Marshall,
2014).El presente artículo presenta un análisis del nivel de conocimiento y factores que
influyen en el uso de créditos y tarjetas de crédito de los trabajadores de una empresa
del sector industrial de la ciudad de Navojoa, Sonora a través de la aplicación de una
encuesta que consta de 22 preguntas las cuales están divididas en tres categorías:
información personal (sociodemográficas), conocimientos generales sobre finanzas y
uso de créditos y tarjetas de crédito este se aplicó a través de un cuestionario de Google
Forms a los empleados del área de producción de la empresa bajo estudio excluyendo a
supervisores, jefes y gerentes. Entre los resultados más interesantes se comprobó la
hipótesis planteada que a mayor nivel de educación financiera el nivel de
endeudamiento es menor por lo tanto se concluye con la importancia y el valor que
tienen las instituciones financieras de ofrecer productos y servicios, pero también de
orientar y educar sobre el uso adecuado de los mismos.

Palabras clave: Educación financiera, créditos, tarjeta de crédito.

Abstract
Financial education has become a worldwide priority for public institutions such as the
Organization for Economic Cooperation and Development (OECD), the World Bank, the
G-20, the Inter-American Development Bank (IDB) and the Center for Latin American
Monetary Studies (CEMLA) have taken the initiative on this issue and developed a
variety of forums, research, publications and programs with the aim of making financial
education a relevant issue for the governments of the countries (Marshall, 2014). This
article presents an analysis of the level of knowledge and factors that influence the use
of credits and credit cards of the workers of a company in the industrial sector of
Navojoa city in Sonora through the application of a survey that consists of 22 questions
which are divided into three categories: personal information (sociodemographic),
general knowledge about finance and use of credits and credit cards; it was applied
through a Google Forms questionnaire to employees in the production area of the
company under study, excluding supervisors, bosses and managers. Among the most

138
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

interesting results, the hypothesis was verified that the higher the level of financial
education, the lower the level of indebtedness, therefore it is concluded with the
importance and value that financial institutions have of offering products and services,
but also of guiding and educate on their proper use.

Key words: financial education, credit, credit card.

139
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

1. Introducción.
Desde los orígenes del ser humano han existido muchos medios con las cuales se
podría realizar el pago de una transacción, en nuestros días el tener acceso a
documentos crediticios como son las tarjetas de crédito, permiten financiamiento para
efectuar diversas compras de bienes y servicio. (Banxico, 2013), empezando por el
trueque como la primera forma de pago, pasando por el oro, el dinero, las letras de
cambio, cheques hasta llegar a la tarjeta de crédito, la evolución de estos sin duda
alguna ha permitido, entre otros beneficios, agilizar las transacciones comerciales y
simplificar los procesos de pago. (Rodríguez, 2012).

En este sentido Feldman (2013) afirma en los últimos años, a medida que en las
sociedades operaron una masificación del consumo, los sectores populares
también comenzaron a ser diariamente compelidos a participar del sistema
financiero mediante una ampliación del mercado del crédito vía prestamos en efectivo
o emisión de tarjetas de crédito.

En el año de 2012, la Comisión Nacional Bancaria de Valores (CNBV), realizó la


Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), que representa el estudio más
integral realizado en México para medir la inclusión financiera. Entre los resultados
más importantes en materia de educación financiera destacan los datos siguientes:

1. El 35% de los encuestados son usuarios del ahorro formal.


2. Únicamente el 39% de los usuarios de instrumentos de ahorro conocen su tasa
de interés y el 37% sus comisiones.
3. El 34% de los usuarios de tarjetas de crédito bancarias no conocen su tasa de
interés y el 36% las comisiones.
4. Sólo el 20% de la población lleva un control de sus gastos.

Hoy en día se aprecia un cambio importante en los patrones de pago de la


población, la creación de diversos instrumentos por parte de las entidades
financieras y empresas en general facilitar el pago de sus clientes, provoca que las
tarjetas de crédito se constituyan actualmente en el mecanismo de mayor uso a
nivel mundial. (Espinoza, 2014).

2. Antecedentes.
Por un lado, la facilidad que proveen las tarjetas de crédito en el ámbito de los
negocios es indudable, con el aparecimiento del internet se abrió una puerta
importante para mejorar los procesos de comercio exterior en donde el uso de tarjetas
de crédito como medio de pago juega un papel imprescindible. A pesar de ello, existen
riesgos asociados con el uso de este mecanismo, vinculado especialmente con
procesos de seguridad y más aún con el uso inadecuado del mismo, poniendo en
riesgo el capital y el patrimonio del tarjetahabiente. (Arriola, 2019).

140
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

El uso del crédito por parte de particulares para acceder a bienes y servicios se ha
extendido de tal forma que hoy se pueden adquirir en cuotas artículos de bajo costo
con la sola presentación de documentación que permita identificar al adquirente. Este
tipo de financiación es utilizada especialmente por las economías familiares, que,
teniendo una determinada expectativa de ingresos, afectan un porcentaje de su renta
a la compra de bienes, a través del crédito en cuotas. Asistimos en la actualidad a la
explosión del consumismo. El consumidor, permanentemente bombardeado por
publicidad, con fin de satisfacer su espíritu consumista, llega incluso a hacer un uso
irresponsable del crédito y autogenerarse una situación de sobreendeudamiento que
posteriormente le será difícil superar. (Sufán, 2013).

La tarjeta de crédito es el principal medio de acceso a préstamos bancarios a las


personas físicas en México, a pesar de que el número de tarjetas emitidas y la cartera
de crédito tuvieron un importante ajuste a la baja durante 2008-2010, en años
recientes se ha observado una recuperación sostenida del mercado.

A diciembre de 2012 el crédito otorgado a través de tarjetas representaba el 47% del


crédito total al consumo otorgado por la banca múltiple. La recuperación del mercado
también se puede apreciar en el número de transacciones y en el valor de las compras
con tarjeta, que en ambos casos han superado los niveles previos a la crisis de 2008-
2009, de este modo durante el 2012 se realizaron más de 561 millones de
transacciones con tarjeta de crédito en comercios, por un monto superior a los 455 mil
millones de pesos de 2010. (Banxico, 2013).

En este sentido según un estudio realizado por Murillo y Ortiz (2014), en Guayaquil,
Ecuador, según las personas encuestadas, el 41% menciona que no conoce cuánto
paga por intereses de la tarjeta de crédito, situación que es importante de estudiar.
Por otro lado, Arango y Cardona-Sosa (2019) mencionan según su investigación que la
edad, el estado marital y el tamaño del hogar son determinantes de tener un crédito
con tarjeta (Canner y Cyrnak, 1985; Choi y DeVaney, 1996). Sobre la primera, la
evidencia sugiere una relación negativa; es decir, en la medida en que las personas son
más jóvenes mantienen deudas más altas. En cuanto al estado marital, las personas
casadas tienen más gastos con tarjeta de crédito que las no casadas. En relación con el
tamaño del hogar, Godwin (1998) mostró que cuanto más numeroso es el hogar,
mayor es la deuda del jefe de este.

Por otro lado, Rivera y Bernal (2018), en su estudio llegaron a la conclusión de que las
personas con niveles bajos de educación financiera tienen altos niveles de
endeudamiento y adquieren crédito a alto costo, su objetivo era evaluar la importancia
de tener conocimientos para los clientes usuarios de tarjeta de crédito y la relación con
sus niveles de endeudamiento y con el uso adecuado del producto financiero que
manejan.

141
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Una tarjeta de crédito puede ser muy útil y convertirse en un aliado o en una pesadilla
dependiendo de cómo el usuario la maneje. Por un lado, están las personas que las
utilizan constantemente, ya sea por medio de las promociones o la financiación de
ciertos productos o servicios. Por otro lado, hay quienes las evitan para no endeudarse
o perder el control de sus finanzas. (Cardozo, 2019).

Recientemente el sistema financiero mexicano ha experimentado importantes


reformas como lo fueron las de la liberalización, el desarrollo del mercado de dinero, la
privatización de la banca comercial, medidas para incrementar la competencia en el
sector financiero, reformas a la banca de desarrollo, y otorgamiento de la autonomía al
banco central. Sin embargo, ha sido poco el desarrollo de los servicios relacionados
con el análisis del crédito y la evaluación de los riesgos crediticios (Garrido y Peñaloza
1996).

Entre la población del país, de acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de
Inclusión Financiera (ENIF 2015), existe un amplio desconocimiento de las
características de los productos y servicios financieros. Para muestra, destaca el hecho
de que dos de cada tres personas no comparan sus productos o servicios antes de
adquirirlos.

Además, se ha notado que algunas personas no cuentan con tarjetas de crédito o no


solicitan un crédito en momentos donde se surge una necesidad, ya sea por falta de
conocimiento de las mismas, conocer cuáles son las opciones de créditos que se
ofrecen, los riesgos que puede haber, no saber el manejo adecuado de las tarjetas de
crédito, entre otros.

El impacto económico de la pandemia del Covid-19 el último año no solo ha llevado a


más mexicanos a caer en morosidad a la hora de pagar sus tarjetas de crédito, sino que
también ha disminuido su uso, ya que el número ya que los plásticos entre la población
también han caído en estos meses (Noguez, 2021).

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), en


febrero de 2020 había 29 millones 168,251 tarjetas de crédito dispersadas por los
bancos, sin embargo, para el mismo mes de este año la cifra bajó a 27 millones
499,172, lo que representa 1 millón 669,079 menos.

El crédito otorgado a través de plásticos también ha caído en el último año, ya que en


febrero pasado se ubicó en 346 mil millones de pesos, lo que significó una caída de
16.5% en términos reales anuales, logrando una participación de 37.1% dentro de la
cartera de consumo vigente de la banca en el país.

En medio de la crisis económica ocasionada por el Covid-19, el pago de los mexicanos


también se ha visto afectado, dado que el Índice de Morosidad Ajustada (IMORA), que
presenta la cartera vencida y la suma de doce meses de quitas y castigos en la cartera

142
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

de crédito de los bancos, alcanzando su nivel más alto en los últimos 20 años, en
febrero de 2021 el IMORA de las tarjetas de crédito en México promedio en fue de
17.93%. (CNBV, 2021).

En base a lo mencionado anteriormente surge la siguiente pregunta:

¿Cuáles es el nivel de conocimiento y los factores que influyen en el uso de créditos y


tarjetas de crédito en los empleados de una empresa industrial de la ciudad de
Navojoa, Sonora?

El objetivo de la presente investigación es medir el nivel de conocimiento de los


empleados de una empresa industrial de la ciudad de Navojoa, Sonora y los factores
que influyen en el uso de créditos y las tarjetas de crédito, mediante la aplicación de
un instrumento de medición, para interpretar e identificar la relación que existe con
algunas variables categóricas.

3. Marco Teórico
Según la Condusef, el crédito es la cantidad de dinero que te presta una institución
financiera y con ello te comprometes a devolverlo a un plazo determinado más los
intereses que genere dicho préstamo. Un crédito te sirve para adquirir bienes o
servicios que no puedes pagar de contado en algún momento de tu vida.

El crédito se ha usado a lo largo de la historia como una herramienta diversa. En la


época helénica, el crédito lo ocupaban los comerciantes y los negociantes para
acrecentar sus empresas; durante la época de los romanos, los usureros se
apoderaban de las tierras de los campesinos cuando éstos no pagaban sus diferentes
deudas; en los siglos XIX y XX se usó el crédito para reactivar la economía. (Morales y
Morales, 2014).

Según Herrera (2018) las ventajas y desventajas de los créditos son los siguientes:

Ventajas:

Una de las más grandes ventajas hoy en día en cuanto a crédito se trata es que puedes
encontrar una gran cantidad de alternativas. Existen créditos para gente con o sin
historial crediticio, para diferentes rangos de ingresos (la creencia de que solo la gente
humilde recurre a créditos es super falsa, cabe destacar) e incluso hay alternativas que
no necesitan que acudas físicamente a una sucursal, sino que pueden tramitar desde la
comodidad de tu casa a través de internet.

Además de los créditos enfocados en distintos perfiles, también pueden encontrar


opciones dependiendo de la necesidad específica que tengas. Así, encontrarás ofertas
de créditos para adquirir una casa, un automóvil, para emprender o hacer crecer un
negocio, créditos personales, créditos educativos, créditos departamentales, para
gastos inesperados o pequeñas necesidades, entre otros.

143
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Desventajas:

Es importante que tomemos también un momento para reflexionar sobre las posibles
desventajas de utilizar los préstamos:

Intereses: En primera posición tenemos que mencionar los intereses. Sí, como
seguramente ya sabes, cuando alguien (ya sea un individuo o una institución) te
extiende un crédito te está ofreciendo un servicio por el cual es necesario pagar una
cantidad. En el caso de los créditos esto se traduce en las comisiones y los intereses
que pagarás durante la vida del crédito.

Avales y garantías: Otra posible desventaja de los préstamos es que en muchos casos
es necesario contar con un aval o garantía para que te puedan prestar. Obviamente
esto dependerá de tu situación en particular y del tipo de crédito que solicites, y
aunque los requisitos pueden ser engorrosos y los trámites tardados, no todo son
malas experiencias.

Ricardo Sandoval López caracteriza a la tarjeta de crédito como “una operación


mediante la cual el emisor, Banco o Institución Financiera, concede al titular de la
misma un crédito rotatorio de cuantía determinada, gracias a un contrato de apertura
de crédito celebrado entre ambos, con el objeto que el usuario lo emplee en la
adquisición de bienes o en el pago de servicios proporcionados por establecimientos
comerciales afiliados al sistema, vinculados al emisor por el respectivo contrato de
afiliación, que obliga a dichos establecimientos comerciales a aceptar el pago
mediante el uso de la tarjeta y al Banco a pagar, dentro de cierto lapso, dichas
adquisiciones o servicios”. (Yopo, 2012).

A su vez, el Banco Central describe a las tarjetas de crédito como “cualquier tarjeta u
otro documento que permite a su titular disponer de un crédito otorgado por su
emisor y es utilizado por su titular o usuario en la adquisición de bienes o en el pago de
servicios vendidos o prestados por establecimientos afiliados al correspondiente
sistema; sin perjuicio de las prestaciones adicionales que se podrán otorgar al titular
de la tarjeta”. (Yopo, 2012).

Y en este sentido Cantalapiedra (2013) menciona que las obligaciones que se tienen al
tener una tarjeta de crédito son:

1. Pagar puntualmente las comisiones bancarias y, si se trata de una tarjeta de


crédito, los intereses que se hayan pactado con la entidad financiera.

2. Devolver los fondos utilizados en la forma pactada. Hay que tratar de vencer
la ‘falsa ilusión’ de que pagas en el momento de utilizar la tarjeta de crédito. El gasto
se paga cuando llega la liquidación a tu cuenta y tienes saldo para afrontarla, nunca
antes.

144
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

3. Informar a la entidad de crédito sobre las circunstancias económicas y


personales. La información correcta es necesaria para que la entidad analice el riesgo
de la operación antes de autorizarla. También existe el compromiso, si así estuviera
pactado, de comunicar los cambios de domicilio, el estado civil, el régimen económico
del matrimonio y otras circunstancias personales y financieras.

Las tarjetas de crédito son uno de los métodos de pago más usados a nivel mundial y,
gracias al comercio electrónico y el uso masivo de plataformas digitales que permiten
ver películas, son cada vez más utilizadas. BBVA Bancomer, (2021) menciona que
algunas de sus ventajas son:

1. Financia tus compras


2. Compras con seguridad
3. Descuentos y promociones
Entre las desventajas se encuentran

1. Los intereses por pagar son generalmente altos y aumentan el valor final del
bien o servicio adquirido.
2. El consumo tiende a aumentar ya que al no disponer de dinero en efectivo
utiliza este medio de pago, es decir consume el dinero que aún no dispone y
tiene riesgo de caer en sobrendeudamiento.
3. Si el tarjetahabiente no ha realizado el pago en la fecha establecida los
intereses aumentan de manera desmedida afectando al bienestar económico
del usuario.
4. El pago final por lo general no es solo de las compras realizadas y de los
intereses, a este se suman costos de seguros y renovación es anuales que se
debe pagar. (Cordero, 2018).
Las personas con niveles más altos de educación financiera son capaces de tomar
mejores decisiones financieras y hacer un uso adecuado de sus tarjetas de crédito
(Lusardi y Scheresberg, 2013). Del mismo modo Lusardi y Tufano (2009) estudiaron la
capacidad de los consumidores para comprender cómo funcionan las tasas de interés
y tomar decisiones sencillas sobre el endeudamiento. En este estudio concluyeron
que las personas con menor nivel de educación financiera son más propensas a decir
que estaban sobreendeudados, que coincide con Stango y Zinman (2009) quienes
determinaron que aquellos que no pueden calcular correctamente las tasas de interés
de un crédito están más endeudados.

De igual forma, Gathergood (2012) y Disney y Gathergood (2011) demostraron que la


población de usuarios de tarjeta de crédito que cuentan con niveles de educación
financiera bajos está relacionada al endeudamiento, ya que utilizan el crédito de alto
costo. Los mismos autores, en un estudio realizado en 2013 a jefes de familia del
Reino Unido, señalaron que las personas con menores conocimientos financieros,
poseen créditos de alto costo ya que no comprenden los principales conceptos

145
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

financieros del mercado de crédito.

La hipótesis que se plantea en la presente investigación es que los empleados del área
de producción de la empresa bajo estudio tienen bajos niveles de educación
financiera, así como altos niveles de endeudamiento ya que adquieren créditos
costosos y no realizan en tiempo el pago de su tarjeta de crédito.

4. Metodología
La presente investigación se basó en un estudio de caso de los empleados de una
empresa de giro industrial de la ciudad de Navojoa, Sonora utilizando el método
cualitativo, tiene un enfoque explicativo ya que se busca explicar y describir la relación
que existe entre varios factores tales como, sexo, educación, ingresos o estado civil
tiene y la influencia que tienen sobre la obtención o el uso de algún crédito o tarjeta de
crédito.

La selección de la muestra a estudiar es aleatoria, donde la población encuestada son


los empleados de una empresa de giro industrial en la ciudad de Navojoa, Sonora, con
un rango de edad entre los 18 a 40 años, se seleccionó a los empleados
específicamente del área de producción por lo cual se contó con la respuesta de la
población total del área excluyendo al personal de supervisión, jefes de área y
gerencia.

El instrumento a aplicar, es una encuesta basada por FUNDEF (2015), la cual consta de
22 preguntas, las cuales están divididas en las siguientes tres categorías:

Información personal: Esta categoría cuenta con 7 preguntas de carácter


sociodemográfico, donde se recopila datos relevantes de la persona (sexo, nivel de
educación, ingresos y estado civil) para la obtención de la información necesaria para
realizar los análisis y conclusiones correspondientes de esta investigación.

Conocimientos generales: En esta categoría se encuentran 6 preguntas sobre


conocimientos básicos financieros y actividades que realizan las personas en su vida
cotidiana con relación a sus hábitos económicos, como la práctica del ahorro, si se
cuenta con algún tipo de crédito, entre otros.

Uso de los créditos y tarjetas de crédito: Esta categoría cuenta con 9 preguntas donde
se recopila información más detallada sobre el uso de los créditos, como el tiempo con
el que tiene con el tipo de crédito, conocimiento sobre las fechas de pago, fechas de
corte, tasas de interés, institución financiera que utiliza, entre otros.

Este instrumento fue aplicado totalmente vía virtual, a través de la aplicación de


Google Drive, llamada Google Forms. Más adelante, para el análisis de los datos
obtenidos se llevó a cabo la utilización de un software SPSS Statics, en donde se realizó
la codificación de las respuestas y en análisis y tratamiento de resultados.

146
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

5. Resultados, Análisis y Discusión


Dentro de los principales resultados respecto a las características sociodemográficas
de los sujetos encuestados el 33% es del sexo masculino y el 67% sexo femenino, las
edades oscilaban en un rango entre 18 y 40 años se muestra la tabla de edad en el
grafico 1 donde el rango de edad donde la edad predominante de los encuestados fue
de entre 18 y 22 años.
Gráfica 1.

Edad

Edad

22,6%

49,9%
8,8%

18,7%

18-22 años 23-28 años 29-34 años 35-40 años

Fuente: Elaboración con datos propios

Respecto a la escolaridad los datos arrojados por la encuesta mostraron que el 81.3%
de los encuestados son estudiantes de licenciatura, el 67.8% son solteros y el 67.8% no
tiene hijos mientras que el 32.2% restantes si los tienen.

De los sujetos participantes en la encuesta, el 93.2% (359 personas) cuentan con algún
tipo de ingreso mensual y con el mínimo de 6.8% equivalente a solamente 26 personas
contestaron que no cuentan con ningún tipo de ingreso. De las personas que
contestaron tener un ingreso el 37.1% cuentan con un ingreso aproximado de entre
$500 a $5000 pesos mensuales, seguido por 92 usuarios (23.9%) con ingresos de
$10,000 a $20,000 pesos.

La grafica 2 muestra si el sujeto realiza la práctica del ahorro y en esta grafica se puede
observar que el 84.9% si ahorra mientras que el 15.1% no, de los sujetos que si lo
realizan el 30% destina de 1 a 10%, el 32.2% destina de 11 a 20%, el 11.2% destina de
21 a 40% y el 2.6% más del 41% datos que se pueden observar en la gráfica 3.

147
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Grafica 2.

¿Realiza la práctica del ahorro?

¿Realiza la práctica del ahorro?

15,1%

84,9%

Sí No

Fuente: elaboración con dato propios.

Gráfica 3.

¿Qué porcentaje de su ingreso lo destina al ahorro?

¿Qué porcentaje de su ingreso lo destina al


ahorro?
2,6%

11,2% 15,1%

32,2%
39,0%

Ninguno 1%-10% 10%-20% 20%-40% Más de 40%

Fuente: Elaboración con datos propios

El 66% de los encuestados ha contado con algún tipo de crédito en algún punto de su
vida. Por lo contario el 34% no ha tenido ningún tipo de crédito por el momento

148
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

argumentando que la razón más frecuente por la cual todavía no cuenta con uno se
dice que es por el simple hecho de que no se le ha presentado la necesidad de
solicitarlo con un porcentaje de 44%, le sigue la razón del miedo de no saber de qué se
tratan los créditos y su funcionamiento. Lo cual demuestra nivel medio bajo en
conocimientos generales acerca de los créditos.

Gráfica 4.

¿Alguna vez ha contado con algún tipo de crédito?

¿Alguna vez ha contado con algún tipo de


crédito?

34,0%

66,0%

Sí No

Fuente: Elaboración con datos propios

Gráfica 5.

Si tu respuesta anterior fue “No”, menciona el por qué

Si tu respuesta anterior fue “No”, menciona


el por qué:

15%
24%

16%

44%

No sé utilizarlas No lo he necesitado
No me interesa No he podido solicitarlo

149
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Fuente: Elaboración con datos propios

Gráfica 6

¿Conoce los beneficios que ofrecen las tarjetas de crédito?

¿Conoce los beneficios que ofrecen


las tarjetas de crédito?

30,9%
69,1%

Sí No

Fuente: Elaboración con datos propios

En la dimensión de uso de crédito y tarjetas de crédito 131 de 385 personas


encuestadas no cuentan con algún crédito, por lo que 254 personas es el 100% en esta
sección. Dicho lo anterior, del 100% de las personas que, si cuentan con un crédito, el
30.3% tiene alrededor de más de 5 años utilizando ese crédito, también un 29.1%
solamente tienen apenas un año con su tarjeta de crédito o crédito.

Gráfica 7

¿Para qué utiliza el crédito/tarjetas de crédito?

¿Para qué utiliza el crédito/tarjeta de


crédito?
17,7%
3,9%
65,0%
13,4%

Compra de productos o contratación de servicios


Actividades recreativas
Gastos médicos
Mejorar perfil crediticio

Fuente: Elaboración con datos propios

150
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

El 50.8% de las personas suelen pagar o abonar a sus créditos antes de la fecha de
pago y el 26. 4% antes del día de corte, lo cual demuestra la responsabilidad de los
usuarios de los créditos y esto se confirma en la gráfica 17 y 18, donde muestran que la
mayoría con un 73.2% dice conocer las tasas de interés, fecha de corte, fecha de pago,
etc. de con las que cuenta su tarjeta y el 78% conoce el límite de su tarjeta.

Gráfica 8

¿Cuándo suele pagar/abonar su crédito/tarjeta de crédito?

¿Cuándo suele pagar/abonar su


crédito/tarjeta de crédito?
7,5%
15,4%
26,4%
50,8%

Antes del día de corte Antes de la fecha de pago


Cuando cuento con ingresos Cuando me acuerdo

Fuente: Elaboración con datos propios

Gráfica 9

¿Conoce las tasas de interés, fecha de corte, fecha de pago, etc. de su tarjeta?

¿Conoce las tasas de interés, fecha de


corte, fecha de pago, etc. de su tarjeta?

26,8%
73,2%

Sí No

Fuente: Elaboración con datos propios

151
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Gráfica 10

¿Conoce el límite de crédito de su tarjeta?

¿Conoce el límite de crédito de su


tarjeta?

22,0%

78,0%

Sí No

Fuente: Elaboración con datos propios

Para la mayoría de los adultos económicamente activos, no resulta sencillo responder


cuál es la cantidad idónea de tarjetas de crédito que se deben tener, si una, dos o más
tarjetas. No siempre más es mejor. Más allá de las ventajas de poder cancelar a plazos
las compras o mitigar gastos de emergencia, la educación financiera y el conocimiento
de las finanzas personales brindarán las pistas necesarias para hallar la respuesta a la
inquietud planteada. Al no haber una fórmula perfecta, el número idóneo dependerá
en cada caso de los comportamientos de gasto, metas financieras y de cómo
responsablemente se administra cada mes el presupuesto (Blanco, 2018). Dicho esto,
el 67.7% de las personas toman la decisión de permanecer solamente con una tarjeta
de crédito y el 26% con 2 tarjetas.

Gráfica 11

¿Compara lo que ofrecen los diferentes bancos?

¿Compara lo que ofrecen los


diferentes bancos?

41,3%
58,7%

Sí No

Fuente: Elaboración con datos propios

152
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

El 84.3% de los encuestados que cuentan con un crédito o tarjeta de crédito fueron
informados detalladamente las condiciones a las cuales se iban a enfrentar al llevar a
cabo la contratación del crédito, mientras que el 15.7% no se les fue facilitada este tipo
de información, aumentando el riesgo de fraude o mal entendidos a la hora de los
pagos.

A continuación se muestra un análisis estadístico a través de tablas cruzadas las cuales


permiten analizar las respuestas de una o varias preguntas en función de la respuesta a
otra pregunta de tal forma que permite cruzar varias preguntas y obtener un análisis
preciso; en la tabla 1 se puede apreciar la relación que existe entre el nivel de
escolaridad de los usuarios y sus ingresos mensuales, lo cual demuestra que entre más
alto sea su nivel de escolaridad, sus ingresos son mayores y esto es importante porque
en la cuestión de créditos los clientes potenciales son los que tienen una mayor
capacidad de pago.

Tabla cruzada 1

Escolaridad *Ingresos aproximados mensuales

Ingresos aproximados mensuales Total

0 1 2 3 4

Escolarid 1 1 3 2 0 0 6
ad
2 2 10 8 6 2 28

3 23 129 74 68 19 313

4 0 1 8 15 14 38

Total 26 143 92 89 35 385

Fuente: Elaboración con datos propios SPSS Statics

La tabla cruzada 2 demuestra que el ingreso es un factor importante para poder contar
con un crédito, ya que los resultados arrojan información sobre que entre menos
ingresos mensuales tenga una persona, esta prefiere o no suele tener un crédito o
tarjeta de crédito. De los usuarios que ganan aproximadamente de $500 a $5,000 más
de la mitad (76 personas) no han contado con un crédito, mientras que de los que ganan
de $10,000 a $20,000 solo 6 personas no han contado con un crédito. Lo que confirma
lo antes mencionado sobre el impacto que tiene el ingreso mensual de las personas,
sobre la toma de decisiones para la hora de adquirir un tipo de crédito.

153
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Tabla cruzada 2

Ingresos aproximados mensuales *¿Alguna vez ha contado con algún tipo de crédito?

¿Alguna vez ha contado con algún Total


tipo de crédito?

1 2

Ingresos aproximados 0 0 26 26
mensuales
1 67 76 143

2 71 21 92

3 83 6 89

4 33 2 35

Total 254 131 385

Fuente: Elaboración con datos propios en SPSS Statics

La tabla cruzada 3, muestra claramente que el grado de escolaridad es significativa al


momento de contar con un crédito, los resultados arrojaron que entre más alto sea el
nivel de escolaridad de los usuarios son más altas las probabilidades de que esas
personas suelen contar con algún tipo de crédito, así pues, esto se da debido a que
entre más alto sea la escolaridad de la persona, mejores oportunidades de trabajo con
un mejor ingreso mensual, el cual le permitirá cubrir los gastos que conlleva el contar
con un crédito.

Tabla cruzada 3

Escolaridad *¿Alguna vez ha contado con algún tipo de crédito?

¿Alguna vez ha contado con algún tipo de crédito? Total

1 2

Escolaridad 1 2 4 6
2 19 9 28
3 199 114 313
4 34 4 38
Total 254 131 385
Fuente: Elaboración con datos propios en SPSS Statics

154
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

La edad juega un factor muy importante al momento de contar con algún crédito,
entre más edad tiene la persona, es más común que esta cuente con un crédito. Lo
cual es un poco alarmante ya que, hoy día, las instituciones financieras reconocen a los
jóvenes responsables y les ofrecen la posibilidad de gozar de nuevos créditos con
mejores condiciones, como mayores plazos o menores tasas de interés, siempre y
cuando cuenten con un historial crediticio sano. Esto les abre la posibilidad de acceder
a créditos más grandes como del tipo hipotecario. El historial crediticio siempre será
su tarjeta de presentación. Sin embargo, la poca confianza y miedo de parte de todos
los jóvenes por la falta de información, es lo que les impide el poder gozar de estos
beneficios.

Tabla cruzada 4

Edad*¿Alguna vez ha contado con algún tipo de crédito?

¿Alguna vez ha contado con algún tipo de Total


crédito?

1 2

Edad 1 84 108 192

2 62 10 72

3 33 1 34

4 75 12 87

Total 254 131 385

Fuente: Elaboración con datos propios en SPSS Statics

Tabla cruzada 5

Nivel de educación financiera*Uso y conocimiento de tarjeta de crédito

Uso y conocimiento de tarjeta de crédito

Bajo Medio Alto Total

Escolaridad Bajo 55 99 24 178

Medio 29 56 36 121

Alto 6 36 44 86

Total 26 143 92 385

Fuente: SPSS Statics

155
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

La tabla 5 muestra que, en un nivel bajo de educación financiera, el uso y conocimiento que
tienen los sujetos bajo estudio sobre las tarjetas de crédito se encuentra en un nivel medio con
99 frecuencias, es decir las personas que fueron encuestadas conocen en promedio
características de su crédito, sin embargo, no hacen un uso adecuado del mismo. Con esto se
demuestra que la educación financiera es importante en la toma de decisiones de
endeudamiento por tarjetas de crédito.

Tabla cruzada 6

Nivel de educación financiera*Endeudamiento

Nivel de endeudamiento

Bajo Medio Alto Total

Nivel de EF Bajo 0 31 147 178

Medio 12 44 65 121

Alto 39 15 32 86

Total 26 143 92 385

Fuente: SPSS Statics

Con la tabla 5 y 6 se prueba la hipótesis planteada en la presente investigación en las


cuales se establece si hay relación entre el nivel de educación financiera y el
endeudamiento y a su vez la educación financiera y el uso y conocimiento de tarjetas
de crédito (tabla 5), en esta última se muestra en los niveles bajos de educación
financiera con un número de frecuencias 147, los sujetos tienen mayor nivel de
endeudamiento y por el contrario en un nivel alto de educación financiera, el
endeudamiento es menor.

Como se mencionó anteriormente la edad también es uno de los factores que más
influyen en cuanto a la toma de decisiones sobre todo lo relacionado con el factor
económico en específico con los créditos, De acuerdo con un estudio de 2020 del
Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), 7 de cada 10 jóvenes mexicanos
presentan retraso en educación financiera, lo que demuestra la necesidad de educar a
jóvenes en los principios básicos de finanzas personales, fomentar los hábitos de
ahorro y el uso adecuado de servicios financieros.

Los resultados presentan consistencia en relación al estudio realizado por Rivera y


Bernal (2018), quienes mencionan que a menor nivel de educación financiera mayor
nivel de endeudamiento tal como se observa en los resultados obtenidos en la tabla 6.

156
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Con los resultados obtenidos se llega a la siguiente conclusión:


La educación financiera es una herramienta necesaria para obtener una estructura de
conocimientos firme que permitan en el caso de las tarjetas de crédito mejorar su utilización y
elección de las mismas dentro de un amplio mercado, disminuyendo el nivel de
endeudamiento ya que en México el sector de las de las tarjetas de crédito es aquel en el que
existe un mayor endeudamiento en cartera de crédito en el país.
A nivel microeconómico, una mejora en la educación financiera del país conduce a finanzas
personales sanas, con menor riesgo a caer en el endeudamiento y mayor libertad financiera,
conduciendo así con el paso del tiempo a beneficios grupales, es decir, beneficios
macroeconómicos, logrando una nación más fuerte a nivel económico.
Los sujetos encuestados tienen un buen nivel de ahorro, pero también están endeudados, sin
embargo el nivel de ingresos es el que induce esta práctica, los individuos que cuentan con una
tarketa de crédito conocen en su mayoria los beneficios que ofrece el crédito pero el 38.9% no,
cifra que resulta ser preocupante ya que esto incremeta el riesgo al endeudamiento.
De los usuarios con créditos o tarjetas de crédito, el 65% los utilizan para la compra de
productos o contratación de servicios, mientras que solamente el 17.7% la utilizan para
mejorar su perfil crediticio. Ávila (2018) menciona, el historial crediticio suele pasar
desapercibido para una persona promedio que busca adquirir planes, créditos o hasta tarjetas
para aumentar su nivel de consumo. Lo preocupante es que la falta de educación financiera
para personas naturales es un pan de cada día y, en muchas ocasiones, se pueden escoger
créditos con un alto interés debido al mal puntaje crediticio o, incluso, no poder concedérselo,
dado el alto nivel de riesgo.
Para poder tomar decisiones acertadas al momento de adquirir un crédito y poder realizar una
apropiada administración de este, es sumamente importante contar con educación financiera,
en México se ha avanzado en este tema, pero aún hay sectores en los que no se tiene acceso a
esta información. Una forma importante de transmitir esta información es a través de las
instituciones financieras, con la finalidad de que las personas puedan estar capacitadas al
momento de adquirir cualquier producto financiero, pero aún más cuando se trate de
endeudamiento para de esta forma poder mejorar sus decisiones económicas y financieras y
por lo tanto su bienestar.

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159
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

PROGRAMAS DE INTERVENCIÓN DE ESTILO DE VIDA PARA


LA ADQUISICIÓN DE HÁBITOS SALUDABLES Y PREVENCIÓN
DE ENFERMEDADES CARDIOMETABÓLICAS ADAPTADAS AL
AISLAMIENTO EN CASA ANTE LA PANDEMIA POR LA COVID-
19: UNA REVISIÓN.

Fátima Legarreta-Muela1, Pablo Gortáres-Moroyoqui1, Mayra Arias-Gastélum2, Araceli Serna-


Gutiérrez3, Gabriela Ulloa-Mercado1, Ana Rentería-Mexía1*
1
Instituto Tecnológico de Sonora, Ciudad Obregón, Sonora, México.23Facultad de Ciencias de la Nutrición
y Gastronomía, Universidad Autónoma de Sinaloa. Culiacán, Sinaloa, México
3
Departamento de Sociocultural, Instituto Tecnológico de Sonora, Ciudad Obregón, Sonora México.
*Autor de correspondencia:
Ana Rentería-Mexía, email ana.renteria@itson.edu.mx
Departamento de Biotecnología y Ciencias Alimentarias
Instituto Tecnológico de Sonora
5 de febrero 818 Sur, C.P. 85000
Cd. Obregón, Sonora. México
Phone: +52 (644) 4109000 ext. 1693

Resumen
El sobrepeso y la obesidad son los principales factores de riesgo de enfermedades
cardiometabólicas, entre las cuales está la diabetes mellitus tipo 2. En México, en el año
2016 se reportó que el sobrepeso y la obesidad afectaban al 72,5% de la población
adulta, mientras que en el 2019 se estimó que 10% tenía diabetes. Estas cifras elevadas
se relacionan con el alto consumo de alimentos no saludables reportado en la población
mexicana, el bajo nivel de actividad física y factores conductuales como el tabaquismo,
entre otros. Además, durante el último año, el encierro por la pandemia por COVID-19
se ha sumado a los factores de riesgo de dichas condiciones. Debido a que el estilo de
vida es uno de los determinantes de estas enfermedades, se deduce que la adquisición
de hábitos saludables debe ser una parte fundamental del tratamiento de las mismas.
Por lo tanto, esta revisión tiene como objetivo evaluar el estado actual del conocimiento
de los programas de intervención en el estilo de vida y sus componentes, que permitan
disminuir el riesgo cardiometabólico de la población adulta vulnerable. Los criterios de
inclusión en la presente revisión fueron estudios de intervención en estilos de vida
saludable relacionados con enfermedades cardiometabólicas, publicados en inglés
entre 2002 y 2021 e implementados en adultos. Se realizó una búsqueda sistemática en
PubMed con las siguientes palabras claves: intervención en el estilo de vida, obesidad,
diabetes, programa de prevención de la diabetes, móvil, tecnología y adultos. La
búsqueda inicial arrojó 82 artículos, de los cuales 36 cumplieron con los criterios de
inclusión. De acuerdo a los resultados, los principales indicadores de éxito de las
intervenciones en estilo de vida analizadas fueron la disminución significativa del peso
corporal, índice de masa corporal (IMC) y glucosa plasmática. Así mismo, en las
intervenciones con mayor impacto se identificaron al plan de alimentación, la actividad
física y la terapia conductual como componentes fundamentales para reducir el riesgo
cardiometabólico de la población vulnerable, en especial durante el aislamiento por
COVID-19. Fue clara la necesidad de incluir cada uno de dichos componentes en los

160
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

programas de intervención y, además, emplear medios de comunicación que


permitieran un alcance cada vez mayor y un riesgo menor de contagios por SARS-CoV-
2, tal como el uso de las tecnologías de información y comunicación (TICs). Con la
implementación adecuada de dichos programas integrales de intervención en el estilo
de vida se pretende conseguir el control, la prevención o el retraso de contraer
enfermedades cardiometabólicas en la población en riesgo. A pesar de los resultados
favorables, hace falta mayor investigación de programas realizados en condiciones
específicas de salud y del grupo de población al que se aplicarían, para evaluar su eficacia
en la situación actual que vive la población en riesgo ante las potenciales complicaciones
metabólicas de la enfermedad COVID-19.
Palabras clave: estilos de vida, hábitos saludables, enfermedades cardiometabólicas,
COVID-19.

161
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

1.Introducción

Las enfermedades no transmisibles se caracterizan por ser de lenta progresión, larga


duración y alta mortalidad (Chacón et al., 2018). Entre las enfermedades no trasmisibles
se encuentran las enfermedades cardiometabólicas, las cuales incluyen las
enfermedades cardiovasculares-ECV (como la ateroesclerosis, el infarto agudo de
miocardio y el accidente cerebrovascular isquémico), la hipertensión arterial y la
diabetes mellitus tipo 2 (DT2) (Chacón et al., 2018; Rebollo et al., 2020). Una
alimentación inadecuada y la falta de actividad física son dos de los factores más
importantes que favorecen la aparición de estas enfermedades, por lo que un estilo de
vida poco saludable influye decisivamente en el desarrollo de las mismas. Además, el
tabaquismo, el alcoholismo y otros factores de comportamiento aumentan aún más el
riesgo de adquirirlas (Narro, 2018).

Debido al alto consumo de alimentos no saludables, el bajo nivel de actividad física y el


actual encierro por la pandemia de COVID-19, es necesario definir acciones para mejorar
el estilo de vida de la población y establecer metas para evaluar los avances alcanzados.
Es claro que las actuales políticas públicas en salud no han sido suficientes para disminuir
las altas tasas de sobrepeso y obesidad, las cuales son especialmente elevadas en
México. A lo largo de los años se han reportado los efectos negativos que genera la
obesidad, y ahora a dichos efectos se suma el riesgo de desarrollar complicaciones
graves por COVID-19. Todo esto es un llamado para que el gobierno y la sociedad
diseñen e implementen mejores estrategias para el control y prevención de las
enfermedades cardiometabólicas (Campos et al., 2018). Debido a que el estilo de vida
es un fuerte condicionante de estas enfermedades, se deduce que las intervenciones en
el estilo de vida deben ser una parte fundamental del tratamiento de las mismas. Por lo
tanto, esta revisión tiene como objetivo evaluar el estado actual del conocimiento de
los programas de intervención en el estilo de vida, así como sus componentes clave y las
adaptaciones necesarias para llevar a cabo este tipo de intervenciones ante la pandemia
de la COVID-19, con la finalidad de disminuir el riesgo cardiometabólico de la población
vulnerable.

1.1 Metodología. Se realizó una búsqueda bibliográfica en páginas oficiales como la


Organización Mundial de la Salud (OMS), la Asociación Americana de la Diabetes (ADA,
por sus siglas en inglés), la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA, por sus siglas
en inglés), la Asociación Internacional de Estudios de la Obesidad (IASO, por sus siglas
en inglés), el Observatorio Mundial de la Salud (GHO, por sus siglas en inglés), la
Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), y la Federación
Internacional de Diabetes (IDF, por sus siglas en inglés), con la finalidad de conocer el
panorama actual del sobrepeso, la obesidad y la diabetes, y su impacto sobre las
complicaciones presentadas ante la COVID-19. A través del análisis de dicha

162
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

información, se establecieron las prevalencias y la patofisiología de las mencionadas


enfermedades, y se detectó la gran necesidad de diseñar e implementar mejores
estrategias para su control y prevención.

Posteriormente, se realizó una búsqueda en línea en Pubmed para identificar


investigaciones en las que se haya evaluado la eficacia de las intervenciones en el estilo
de vida implementadas de manera presencial (cara a cara) y aquellas con el uso de
tecnologías de información y comunicación (TICs), utilizando las siguientes palabras
clave y sus combinaciones: intervención en el estilo de vida, obesidad, diabetes,
programa de prevención de la diabetes, móvil, tecnología y adultos. Para los fines de
esta revisión, los estudios incluidos se limitaron a los publicados en inglés entre 2002 y
2021 e implementados en adultos. La primera búsqueda arrojó 82 artículos; la exclusión
de estudios de descripción y de revisión llevó a un resultado final de 36 artículos.

Finalmente se definieron los componentes principales utilizados en los programas de


intervención de estilo de vida. Para ello, además de los estudios obtenidos de la
búsqueda en Pubmed, se utilizó información de la AHA, de la OMS, del Colegio
Estadounidense de Cardiología (ACC, por sus siglas en inglés), de la Sociedad de
Obesidad (TOS, por sus siglas en inglés), de las Pautas de obesidad, de las Pautas
dietéticas, de la Asociación Estadounidense de Endocrinólogos Clínicos y Colegio
Estadounidense de Endocrinología (AACE/ACE, por sus siglas en inglés), y del Colegio
Americano de Medicina del Deporte (ACSM, por sus siglas en inglés), donde se
documentaba la implementación de intervenciones de estilo de vida.

2. Panorama actual del sobrepeso, la obesidad y la diabetes, y su


impacto sobre las complicaciones por COVID-19

2.1 El sobrepeso y la obesidad como desencadenantes de riesgo cardiometabólico

El sobrepeso y la obesidad son factores determinantes de las enfermedades


cardiometabólicas. Ambas pueden producir efectos desfavorables sobre la presión
arterial y las concentraciones sanguíneas de colesterol y triglicéridos, así como
diabetes (Cruz et al., 2021). Además, el sobrepeso y la obesidad incrementan el peligro
de sufrir infarto agudo al miocardio y accidente cerebrovascular isquémico (Cruz et al.,
2021; Sattar, 2020). La obesidad es de suma importancia debido a su capacidad para
inducir o agravar un estado de resistencia a la insulina. Este estado de resistencia a la
insulina se asocia a su vez con diversas alteraciones como hipertensión, depósito de
ácidos grasos libres en diversos tejidos, estado inflamatorio y procoagulante, y
dislipidemia. El síndrome metabólico es conocido como el conjunto de estas
alteraciones metabólicas y cardiovasculares (Yeguez & Sánchez, 2019). La ADA y la AHA
definen al riesgo cardiometabólico como el riesgo general de desarrollar ECV y DT2 en
el contexto de factores de riesgo como obesidad, resistencia a la insulina, entre otros.
Con respecto a la respuesta inmune, existe una clara asociación entre la obesidad y el

163
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

estado inflamatorio basal caracterizado por niveles más altos de compuestos


inflamatorios como la interleucina 6 circulante y la proteína C reactiva (Sattar, 2020).

En las últimas tres décadas, la prevalencia de obesidad en el mundo ha incrementado


preocupantemente. Según lo reportado por IASO, se calcula que alrededor de 1,000
millones de adultos cuentan en la actualidad con sobrepeso y además otros 475
millones de adultos padecen obesidad (IASO, 2020). En 2005, de acuerdo al estudio de
la Carga Mundial de Morbilidad 2016 (GBD, por sus siglas en inglés), el 10,8% de todas
las muertes en el mundo fueron atribuidas a un exceso de peso y, en 2016, esta cifra
incrementó a 12,3% (Campos et al., 2018). Datos publicados por el GHO y la OCDE
indican que México ocupa el segundo lugar en la prevalencia de obesidad, solo por
debajo de los Estados Unidos de América (Gurría, 2020). En 2016 se reportó que el
72,5% de la población adulta en México era afectada por sobrepeso y obesidad
(Hernández et al., 2017; Barquera & White, 2018). Debido a ello, en México se ha
declarado una emergencia sanitaria por la epidemia de obesidad y también de
diabetes.

Aunado a que la obesidad se ha convertido en una crisis de salud pública tanto a nivel
nacional como mundial, esta condición también pone en peligro la competitividad del
país. La obesidad provoca que la salud de los habitantes se vea afectada, lo que causa
un impacto negativo en la dinámica familiar y genera altos costos por tratamiento
médico. Así mismo, la obesidad disminuye la productividad de los trabajadores, lo que
ocasiona problemas a las finanzas gubernamentales (González, 2019). Solo en el año
2014, en México se estimaron que los costos médicos para la obesidad fueron de
$151,894 millones de pesos, lo cual equivale a 34% del gasto público en salud y causa
una pérdida de productividad estimada en 71,669 millones de pesos (0,4% del PIB) por
año (Rivera et al., 2018).

El alto consumo de alimentos de elevada densidad energética y una insuficiente


actividad física moderada o vigorosa, son las razones principales de los porcentajes tan
alarmantes de sobrepeso y obesidad en adultos. En la Encuesta Nacional de Salud y
Nutrición (ENSANUT) del 2012 en México, se documentó que la dieta de la población
mexicana está muy lejos de las recomendaciones dietéticas actuales. Estos resultados
explican la alta prevalencia de sobrepeso y obesidad que enfrenta la población. La
dieta de la población mexicana se distingue por un bajo consumo de frutas y verduras,
así como de leguminosas y cereales de grano entero, y por un elevado consumo de
alimentos con alta densidad energética, procesados o ultraprocesados, con altas
cantidades de azúcares, grasas y harinas refinadas, bajo contenido de fibra, así como
un elevado consumo de bebidas azucaradas (Rivera et al., 2018). La ingestión de
alimentos está regulada por el mecanismo del apetito; los alimentos que están
identificados como gratos al paladar, se caracterizan por ser altos en densidad
energética y bajos en densidad nutrimental. Estos alimentos gratos al paladar

164
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

engrandecen la expresión de las señales de hambre y debilitan las señales de saciedad


(Batis et al., 2018). Además, estos alimentos movilizan opioides y dopaminas en el
sistema de recompensa, lo que provoca la estimulación de la ingestión de más azúcar y
grasa. Por lo tanto, la ingestión de este tipo de alimentos conduce al sobreconsumo de
energía y por consecuencia a la ganancia de peso corporal (Batis et al., 2018).

2.2 Epidemiología y patogenia de la diabetes mellitus tipo 2

La diabetes está creciendo rápida y descontroladamente, convirtiéndose en la


epidemia del siglo XXI. Con base en las cifras publicadas por la OMS (2021), el número
de personas con diabetes aumentó de 108 millones en 1980 a 422 millones en 2014.
Las cifras actuales reportadas por la IDF son de 537 millones de adultos que viven con
diabetes en todo el mundo, equivalente al 7% de toda la población mundial, y se
calcula que para el año 2045 aumente a 700 millones, con una prevalencia de 10,9%
(IDF, 2021). De igual manera, la prevalencia de diabetes en México ha ido en aumento
y este país ocupa el sexto lugar en el mundo en número de personas con diabetes (IDF,
2021). En el año 2006 se estimó que 7,3 millones de personas vivían con la
enfermedad; en 2019 esta cifra aumentó a casi el doble, con un total de 12,8 millones
de personas con diabetes, lo que representó 10% de la población; y se estima que para
el año 2045 esta cifra aumentará hasta los 22,9 millones (IDF, 2021). Se ha reportado
que en México del 5 a 14% del gasto en salud es destinado a la atención de esta
enfermedad y sus complicaciones (Hernández et al., 2013).

La DT2 representa más del 90% de los pacientes con diabetes y conduce a
complicaciones microvasculares y macrovasculares (Chatterjee et al., 2017). La DT2 se
caracteriza por un aumento de la insulinemia, resistencia a la insulina e insuficiencia de
las células β pancreáticas (Holman et al., 2008). La DT2 se ve afectada por factores
genéticos que ejercen su efecto tras la exposición a un entorno obesogénico (Grarup
et al., 2014). El manejo de la diabetes debe ser una combinación de programas
estructurados de educación, autocuidado y apoyo psicológico basados en las pautas
más recientes y con el apoyo de un equipo multidisciplinario (Chatterjee et al., 2017).
Está demostrado que el ejercicio físico tiene beneficios clínicos, como una mejor
sensibilidad a la insulina, reducciones en la hemoglobina glicosilada (A1C) y un mayor
consumo máximo de oxígeno (VO2 pico) que definitivamente son preventivos de la
diabetes (Amanat et al., 2020).

2.3 Complicaciones de la enfermedad COVID-19 asociadas al sobrepeso, obesidad y


diabetes

Además de todas las enfermedades atribuidas a la obesidad, con la llegada de la


pandemia por COVID-19 se han publicado diversas investigaciones reportando que los
individuos con obesidad tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones más

165
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

graves derivadas de la COVID-19. Diferentes estudios concluyen que la obesidad es un


factor de riesgo para la hospitalización, el ingreso en cuidados intensivos y el
desarrollo de consecuencias graves que llevan a la muerte, en caso de enfermedad por
COVID-19 (Petrova et al., 2020; Sattar, 2020). Las posibilidades de morir por esta
infección aumentaron con la gravedad de la obesidad, desde un riesgo 27% mayor en
la primera categoría de obesidad según el índice de masa corporal (IMC: 30-34,9
kg/m2) a más del doble del riesgo en la categoría más obesa (IMC> 40 kg/m2), según la
Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO, 2021). Esto se debe a varias
razones; entre ellas se tiene que las personas obesas tienen menos reserva
cardiorrespiratoria para hacer frente a la infección por la COVID-19. En un estudio
francés, el riesgo de ventilación mecánica invasiva en pacientes con infección por la
COVID-19 ingresados en la unidad de tratamiento intensivo fue más de 7 veces más
alto para aquellos con IMC> 35 kg/m2, en comparación con un IMC <25 kg/m2 (Sattar,
2020).

El confinamiento domiciliario de las personas es una de las principales estrategias para


limitar el impacto de la enfermedad COVID-19. Sin embargo, este encierro ha
provocado cambios en el estilo de vida, reduciendo el nivel de actividad física y
aumentando el consumo de alimentos de alta densidad energética, por su fácil y
rápida elaboración (Navarro et al., 2021). En un estudio realizado a mujeres adultas,
estas reportaron que el encierro por COVID19 degradó el estilo de vida del 90,7% de
las mujeres participantes, y el 71,4% aumentó su peso corporal. Además, el encierro
introdujo una reducción significativa en el consumo de legumbres, pescado, pollo,
carne y productos lácteos (Aiswarya & Bhagya, 2021). De igual manera, en otro
estudio, los autores reportaron que durante el encierro todos los participantes
aumentaron del 5 al 9% de su peso, debido principalmente al consumo elevado de
alimentos industrializados, así como el deterioro de la calidad de vida (Navarro et al.,
2021). Así mismo, en un estudio realizado durante la pandemia por Caldwell et al.
(2021), estos autores reportaron que, a causa del encierro, el 81% de los participantes
percibieron que era más difícil cumplir con la dieta prescrita, y el 68% con la actividad
física recomendada. Por lo tanto, comprender cómo los cambios en el estilo de vida y
los hábitos alimentarios afectan a las distintas poblaciones durante el encierro por la
COVID-19 es importante para visualizar estrategias que podrían prevenir el aumento
de peso y las complicaciones atribuidas a la misma.

3. Eficacia de intervenciones en el estilo de vida presenciales y con


el uso de tecnologías de información y comunicación (TICs)

3.1 Intervención en el estilo de vida: el caso exitoso del Programa de Prevención de


la Diabetes (DPP)

166
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

En diferentes partes del mundo se han realizado estudios que evalúan la eficacia de
intervenciones en el estilo de vida para la prevención de la diabetes. Uno de los
primeros programas que se llevó a cabo y que ha tenido un gran impacto hasta la
actualidad por sus resultados tan favorables es el Programa de Prevención de la
Diabetes (DPP por sus siglas en inglés), realizado en Estados Unidos, el cual se llevó a
cabo entre 1996 y 2001 (NIH, 2021).

El DPP es un programa importante que cambió la forma en que las personas abordan
la prevención de la DT2 en todo el mundo. El DPP demostró que las personas con alto
riesgo de DT2 pueden prevenir o retrasar la enfermedad al reducir su peso en un 5%
mediante cambios en el estilo de vida (NIH, 2021). La resistencia a la insulina es un
precursor muy importante de la DT2, este precursor se puede mejorar drásticamente
al reducir el peso corporal en un 5% (Whittemore, 2011).

El DPP fue un ensayo clínico controlado y aleatorio realizado en 27 centros clínicos de


los Estados Unidos entre 1996 y 2001. El ensayo reclutó a 3,234 participantes, los
cuales fueron asignados al azar a uno de tres grupos: grupo de cambio de estilo de
vida, grupo de metformina y grupo placebo. En el primer grupo los participantes se
unieron a un programa de cambio de estilo de vida, los participantes intentaron perder
el 7% de su peso corporal y mantener esa pérdida de peso comiendo menos grasa y
menos calorías, y haciendo ejercicio 150 minutos por semana. Los participantes del
segundo grupo tomaron metformina. Finalmente, en el tercer grupo los participantes
tomaron un placebo. Estos dos últimos grupos recibieron consejos estándar sobre la
dieta y la actividad física (NIH, 2021).

En el DPP, el programa de cambio de estilo de vida dio como resultado una reducción
del 58% en la DT2 en comparación con una reducción del 31% con metformina a los
2,8 años de seguimiento (Knowler et al., 2002). Evidencia reciente indica que la
prevención o el retraso de la DT2 puede continuar durante al menos 10 años. Un
estudio de seguimiento, el Estudio de Resultados del Programa de Prevención de la
Diabetes de EE. UU. (DPPOS, por sus siglas en inglés), informó una reducción del 34%
en la incidencia de DT2 a los 10 años después de la finalización del ensayo de DPP para
el grupo de intervención de cambio de estilo de vida (Knowler et al., 2009). En un
segundo estudio de seguimiento, se reportó una reducción del 27% después de 15
años, en comparación con el grupo placebo (Nathan et al., 2015). Los resultados de un
análisis de costos del DPP indicaron un perfil costo-efectivo favorable del programa de
estilo de vida a cualquier edad adulta (Herman et al., 2005)

Al ver la eficacia del DPP, en el 2010 se comenzó la implementación a gran escala del
programa de cambio de estilo de vida del ensayo DPP, cuando el Congreso autorizó a
los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en
inglés) de EE. UU. a establecer y dirigir el DPP Nacional en un esfuerzo por hacer que la
intervención esté ampliamente disponible para las personas con alto riesgo (Gruss et

167
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

al., 2019). Los datos se obtuvieron del Programa de Reconocimiento para la Prevención
de la Diabetes (DPRP, por sus siglas en inglés) de los primeros 4 años (febrero de 2012
a enero de 2016) del DPP Nacional. En este programa, describen la experiencia de
14,747 participantes que asistieron a 4 o más sesiones del programa de cambio de
estilo de vida en 220 organizaciones, quienes mostraron una pérdida de peso
promedio de 4,2%, y 35,5% de los participantes lograron una pérdida de peso ≥ 5% (Ely
et al., 2017). El DPP Nacional es la traducción más grande del mundo del estudio del
DPP de EE. UU., habiendo llegado a más de 324,000 participantes en más 3,000
organizaciones al 12 de abril de 2019 (Gruss et al., 2019).

De igual manera, desde que se publicaron los resultados de eficacia del estilo de vida
del DPP en 2002, numerosos estudios derivados del protocolo DPP original han
demostrado que las intervenciones adaptadas al DPP pueden producir resultados
clínicamente significativos al involucrar a profesionales de la salud tradicionales y/o
personal de salud de la comunidad bien capacitado y supervisado (Venditti, 2017). Una
revisión sistemática y un metaanálisis de 28 estudios de traducción de DPP realizados
en EE. UU., encontraron una pérdida de peso media de más del 4% en 3,797
participantes de alto riesgo y demostraron rentabilidad en términos de programas,
materiales y costos de personal (Ali et al., 2012).

Un segundo estudio llevado a cabo en fechas similares fue el “Estudio Finlandés de


Prevención de la Diabetes” (DPS finlandés), el cual comenzó en 1993 con el
reclutamiento de los participantes y continuó hasta 1998, con un total de 522
participantes. La intervención realizada en Finlandia fue de un año, con un seguimiento
a 2 años para analizar el mantenimiento de los cambios, terminando oficialmente en
2002 y los resultados fueron publicados en 2003. Los resultados indicaron que el grupo
de intervención intensiva en el estilo de vida redujo el riesgo de diabetes en un 58%,
en comparación con el grupo control. La intervención de estilo de vida utilizada en el
DPP inicialmente no fue diseñada para ser utilizada en entornos comunitarios,
mientras que uno de los principales objetivos del DPS fue probar una intervención
factible en la atención primaria a la salud (Lindstrom et al., 2003). Además, el DPS
diseñó e implementó una evaluación de detección de alto riesgo para la DT2 que se
utiliza en todo el mundo, llamada la puntuación de riesgo de DT2 de Finlandia
(Lindstrom et al., 2006).

Tanto en el DPS como en el DPP, personal bien capacitado hizo esfuerzos considerables
para lograr cambios en el estilo de vida de los participantes. Sin embargo, un problema
que se debía resolver era cómo traducir los hallazgos de la investigación clínica hacia la
práctica en el mundo real. Así que investigadores de todo el mundo comenzaron a
realizar intervenciones en diferentes poblaciones y con diversos recursos existentes
(Ali et al., 2012; Kosaka et al., 2005; Ramachandran et al., 2006; Gruss et al., 2019). En
2005 se realizó el Programa de Prevención de la Diabetes de Japón (JDPP) el cual fue

168
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

un ensayo controlado aleatorio para probar si un programa de intervención en el estilo


de vida, llevado a cabo en un entorno de atención primaria a la salud utilizando los
recursos existentes, podía reducir la incidencia de DT2 en japoneses con intolerancia a
la glucosa. En este estudio participaron 458 sujetos y se encontró una reducción del
riesgo de diabetes del 67,4% en el grupo de intervención, en comparación con el grupo
control (Kosaka et al., 2005). Después de este estudio, se comprobó que la
modificación del estilo de vida ayuda a la prevención primaria de la diabetes en
poblaciones estadounidenses, finlandesas y japonesas; a partir de dichos estudios, la
India inició con una intervención en estilo de vida saludable. En 2006 se llevó a cabo el
Programa de Prevención de la Diabetes de la India (IDPP-1) en 531 indios asiáticos
nativos, en donde se obtuvo una reducción del riesgo relativo del 26 al 29% después
de 30 meses (Ramachandran et al., 2006). Posteriormente, en 2008 llegó el estudio
europeo DE-PLAN ("Diabetes en Europa: prevención mediante el estilo de vida, la
actividad física y la intervención nutricional"), implementado en 17 países, el cual fue
una traducción comunitaria de 10 meses del DPS finlandés dirigido a personas con alto
riesgo de padecer DT2 (Gruss et al., 2019).

Tal como se indicó anteriormente, muchos grupos han adoptado el DPP como
programa de intervención y lo han ofrecido en diversos entornos y poblaciones,
adaptándolo a cada uno de ellos (O’Brien et al., 2014; Ruggiero et al., 2011; Armenta
et al., 2019; Boltri et al., 2011). La adaptación de los programas a un nuevo contexto ha
dado lugar a programas con diferentes componentes, modos de ejecución, duración,
proveedores, población, objetivos y resultados. Algunos estudios han demostrado
resultados similares a los del DPP. Otros han llegado a adultos muy diversos con riesgo
DT2 con una menor pérdida de peso demostrada. La deserción en estos estudios
también ha variado considerablemente (O’Brien et al, 2014; Whittemore, 2011).
Ruggiero et al. (2011) hicieron una adaptación del DPP para implementarlo en una
población latina desatendida, ellos reportaron que al adaptar el DPP a esta población
obtuvieron que a los 6 meses el 29% de la muestra logró una pérdida de peso del 5%.
Por otra parte, Armenta et al. (2019) investigaron si el DPP podría traducirse en la
práctica clínica del mundo real en México para el manejo del sobrepeso y obesidad a
los 6 y 12 meses. Estos autores reportaron que 56% de los participantes completaron
los primeros 6 meses de intervención, de los cuales 44% lograron una pérdida de peso
de 5%. La traducción del DPP también ha sido investigada en población afroamericana
por Boltri et al. (2011), quienes modificaron el DPP a una intervención de 6 semanas y
una intervención de 16 semanas, y ambas intervenciones se asociaron a una
disminución de la glucosa en ayunas y una disminución en el peso. Estos hallazgos,
junto con otros estudios de traducción de DPP (Tabla 1) y estudios de intervenciones
realizadas para tratar la obesidad y/o la diabetes (Tabla 2), muestran que los
programas de intervenciones en el estilo de vida tienen un alto potencial para ser
utilizado en el tratamiento de la obesidad y para reducir la incidencia de DT2 en
cualquier población.

169
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Tabla 1. Estudios de adaptación e implementación del DPP.

Estudio Muestra Resultados principales

Alwashimi et 273 participantes con En promedio, los participantes redujeron su


al. (2019) prediabetes, de una edad peso en 6 kg (6,5 %) y su IMC en 1,9 kg/m2.
media de 54 años. Aumentaron su frecuencia de ejercicio en 1,7
días por semana.

Kramer et al. 134 participantes con IMC ≥ El grupo de intervención tuvo una pérdida de
(2018) 24 kg/m2 y prediabetes y/o peso media significativamente mayor que el
síndrome metabólico, de una grupo control (5,4 kg o 5,6%, frente a 0,7 kg o
edad media de 62,8 años. 0,9%) y tuvo mejoras significativamente
mayores en insulina en ayunas, IMC y
circunferencia de cintura.

Brokaw et al. 308 adultos con alto riesgo de Los participantes que completaron el
(2018) ECV y DT2. programa redujeron significativamente su
IMC en comparación con aquellos que no lo
finalizaron.
Alva (2019) 3,317 beneficiarios de En promedio los participantes redujeron su
Medicare con prediabetes peso 4,6 kg, de los cuales el 40,97% de los
con un IMC ≥ 25 kg/m2, de participantes redujeron más del 5% de su
una edad media de 69 años. peso corporal.

Vincent et al. 58 adultos mayores de 25 El grupo de intervención redujo


2
(2013) años con un IMC ≥ 25 kg/m y significativamente la puntuación de riesgo
niveles de glucosa en sangre ADA en comparación con el grupo control.
capilar entre 100 y 199.

Srebnik et al. 137 participantes mayores de Los participantes del grupo de intervención
(2015) 18 años con IMC ≥ 24 kg/m2 y redujeron su peso corporal un 5 %, mientras
al menos la mitad de los que los participantes del grupo control
participantes diagnosticados tuvieron un aumento en su peso.
con prediabetes en el último
año.
Dallam & 264 participantes adultos. Los participantes obtuvieron
Foust (2012) significativamente: reducción en el peso
corporal medio general y el IMC medio,
reducción en la presión arterial media
general promedio, reducción en la
puntuación media general de riesgo de
diabetes, y aumento en el nivel medio
general de actividad física.

Hardwell et 989 adultos con alto riesgo de El 37% de los participantes lograron la meta
al. (2011) ECV y diabetes. de pérdida de peso (reducción del peso
corporal en un 7%).
Ruggiero et 69 participantes con un valor Los resultados indicaron mejoras
al. (2011) de glucosa de detección en el estadísticamente significativas en la
rango de normal a antropometría.
prediabetes.

170
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Jiang et al. 2,553 adultos con Se observaron mejoras significativas en el


(2013) prediabetes. peso, la presión arterial y los niveles de
lípidos inmediatamente después de la
intervención y luego anualmente durante 3
años.

Armenta et 237 adultos de 45,7 ± 9,9 años 56% de los participantes concluyeron la
al. (2019) con IMC de 34,4 ± 5,4 kg/m2 intervención a los 6 meses y mostraron una
pérdida de peso significativa, variando de
7,92 ± 6,85 kg.

Boltri et al. 37 participantes mayores de Los participantes obtuvieron una reducción


(2011) 18 años con una glucosa en significativa de peso corporal, IMC y glucosa
ayunas en el rango de después de los 6 meses de intervención.
prediabetes.

Kramer et al. 81 participantes no La pérdida de peso total media fue de 5,1 kg


(2011) diabéticos de al menos 25 (5,1 %, P < 0,001); además, se observaron
años de edad con un índice de disminuciones significativas en la glucosa
masa corporal ≥ 25 kg/m2, plasmática en ayunas, el colesterol de
que tenían prediabetes y/o lipoproteínas de baja densidad, los
síndrome metabólico. triglicéridos y la presión arterial.
Lawlor et al. 301 participantes adultos con El grupo de intervención logró una meta de
(2013) prediabetes. pérdida de peso del 7 % y la mantuvo
mediante la restricción calórica y el aumento
de la actividad física.

Tabla 2. Estudios de intervención para tratar la obesidad y/o diabetes del tipo “cara a cara”.
Estudio Muestra Resultados principales

Gong et al. 576 adultos con La intervención en el estilo de vida redujo la


(2021) intolerancia a la glucosa. incidencia acumulada de DT2 en un 37-46 % en
aquellos con glucosa plasmática en ayunas
inicial <100 mg/dl y en un 47-51 % en aquellos
con glucosa plasmática inicial ≥100 mg/dl.

Memelink et al. 123 adultos mayores La sensibilidad a la insulina aumentó


(2020) con obesidad y DT2. significativamente en los participantes
pertenecientes al grupo de intervención en
comparación al grupo control.

5,109 adultos con Se analizaron dos tipos de intervenciones, en


sobrepeso y obesos, una el riesgo de insuficiencia cardíaca fue de
Pandey et al. 39% menor y en la otra de 62% menor.
(2020) de 45 a 76 años, con
DT2.

171
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Mohan et al. 120 personas con En comparación con el grupo de control, el


(2019) sobrepeso u obesas de grupo de intervención mostró una reducción
30 a 65 años con DT2. significativa de la hemoglobina glicosilada (GI:
-0,95% vs GC: -0,48%; P =0,020) y glucosa en
sangre en ayunas (GI: -18,47 mg/dL vs GC:
1,34mg/dL; P =0,03).

Reginato et al. 102 sujetos con edades Los datos mostraron una pérdida de peso
(2019) entre 23 y 78 años con significativa, una reducción de la
DT2, obesidad o un IMC circunferencia de la cintura, triglicéridos y una
de al menos 25 kg/m2 mejora en la adherencia a la dieta
con comorbilidades. mediterránea.

Liss et al. (2018) 331 adultos con DT2 e Los participantes del grupo de intervención
índice de masa corporal redujeron su peso significativamente a los 6 y
≥24 kg/m2. 12 meses de intervención en comparación con
el grupo control.

Fiocco et al. 17 participantes de Los participantes mostraron una mayor


(2013) mediana edad con DT2. aptitud, frecuencia cardíaca máxima y cambio
en frecuencia cardíaca en respuesta a la
prueba de esfuerzo (P <0,05) tras la
intervención de 24 semanas. También se
encontró disminución del IMC y de
sintomatología depresiva.

Yu et al. (2014) 273 participantes con Las diferencias netas entre el grupo temprano
hipertensión leve (intervención) y el grupo tardío (fase de
(incluida la control) fueron significativas (P < 0,01) para el
prehipertensión) o peso, la circunferencia de la cintura, la presión
diabetes (incluida la arterial sistólica y diastólica, la glucosa
prediabetes) posprandial de 2 horas y la hemoglobina A1c.

Lazo et al. (2010) 96 participantes con Después de 12 meses, los participantes


edad media de 61 años e asignados al grupo de intervención perdieron
IMC medio de 35 kg/m2. más peso (-8,5 frente a -0,05 %; P < 0,01) que
los asignados al grupo que recibió apoyo y
educación diabética.

Ribisl et al. 4,503 participantes Los participantes del grupo de intervención


(2012) entre 45 y 76 años, redujeron su peso corporal un 8,6%,
diagnosticado con DT2 aumentaron su condición física en un 20,9%, y
con una duración media la pérdida de peso y el aumento de la condición
de la diabetes de 6,7 ± física produjeron mejoras significativas
4,5 años. separadas e independientes en la
recuperación de la frecuencia cardíaca.

Barratt et al. 50 adultos con DT2, La diferencia en el cambio de peso entre el


(2008) también se incluyeron si grupo de intervención y el grupo controla fue
tenían un IMC >27 y <50 de 5,5 kg (P < 0,001).
kg/m2, de 18 a 75 años.

172
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Brazil et al. 877 participantes, con El IMC disminuyó de 47,0 ± 7,8 a 46,2 ± 7,8
(2021) edad media de 47,3 ± kg/m2 y el peso disminuyó de 131,6 ± 25,5 a
11,9 años y con un IMC ≥ 129,5 ± 25,4 kg (ambos P < 0,001). Hubo
40 kg/m2 (o ≥ 35 kg/m2 reducciones significativas en las puntuaciones
con una comorbilidad de ansiedad y depresión.
relacionada con la
obesidad).

Alghamdi (2017) 140 participantes con Los participantes del grupo de intervención
obesidad. presentaron una disminución de peso
promedio de 5,58 ± 5,60 kg (-5,37 ± 5,31 %),
significativamente mayor que la observada en
el grupo control.

3.2 Intervenciones en el estilo de vida con tecnologías de información y


comunicación (TICs)

Los programas antes mencionados involucraban consejería individual sustancial cara a


cara; una intervención tan intensiva puede actualmente no ser práctica para tratar a la
gran cantidad de personas en riesgo de DT2, además por el mayor riesgo de contagio
de SARS-CoV-2 al no mantener la sana distancia recomendada entre los participantes.
Por lo tanto, se comenzaron a buscar alternativas a las intervenciones cara a cara (Tate
et al., 2003). Las modalidades alternativas de ejecución de programas de cambio de
estilo de vida, son la ejecución de programas con TICs o denominadas virtuales o
remotas, así como la tele salud, que gracias a la tecnología tienen potencial para
aumentar el alcance, la eficacia y la escalabilidad de las intervenciones de estilo de vida
conductual (Rosas et al., 2016). En un inicio estas intervenciones se comenzaron a
realizar para tener un mayor alcance y aprovechar la tecnología al máximo. Sin
embargo, actualmente llevar estos programas de manera virtual o remota ya sea vía
internet o vía móvil se vuelve una necesidad debido a la actual pandemia de COVID-19,
en donde se busca tener el menor contacto posible entre los intervencionistas y los
participantes.

Poco después de la publicación del estudio de investigación del DPP de 2002, Tate et
al. (2003) realizaron el primer ensayo controlado aleatorio sobre la pérdida de peso en
adultos con riesgo de DT2 para evaluar la eficacia de un programa que constaba de una
intervención vía internet más asesoramiento conductual electrónico. Los autores
reportaron que los participantes perdieron el 4,8% del peso corporal original. Estos
resultados nos muestran que una intervención vía internet puede obtener resultados
tan favorables como los obtenidos en intervenciones cara a cara.

Una vez que la tecnología creció aún más con la llegada de los teléfonos celulares, se
comenzó a evaluar la eficacia del asesoramiento por mensajería por teléfono móvil.

173
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Hasta el año 2012 solo se había reportado la eficacia de la consejería por mensajería
de teléfonos móviles en la mejora de la adherencia a la terapia antirretroviral para las
personas con infección por VIH19 (Lester et al., 2010), así como en intervenciones para
dejar de fumar (Free et al., 2011); pero, no se había estudiado en la prevención de
DT2. Sin embargo, desde el 2009 Ramachandran et al. (2013) comenzaron a evaluar si
la consejería por mensajes de teléfonos móviles que fomentan el cambio de estilo de
vida podía reducir la incidencia de DT2. Dichos autores evaluaron a 537 participantes y
obtuvieron que la incidencia acumulada de DT2 fue menor en aquellos que recibieron
mensajes de teléfono móvil que en los controles que solo recibieron asesoramiento
estándar de modificación del estilo de vida al inicio del estudio, 18% de los
participantes en el grupo de intervención desarrollaron DT2 en comparación con 27%
en el grupo de control (Ramachandran et al., 2013).

En fechas similares, Xiao et al. (2013) evaluaron los efectos sobre la pérdida de peso y
la reducción del factor de riesgo cardiometabólico de dos intervenciones de estilo de
vida basados en el DPP. La primera intervención consistía en la atención habitual más
una intervención dirigida por un entrenador, y la segunda consistía de una
intervención auto dirigida a través de un DVD. Ambas intervenciones fueron
comparadas con un grupo control que recibía la atención habitual. La reducción de
peso de los participantes de la intervención dirigida por el entrenador fue de 5,4 ± 0,9
kg, en la intervención auto dirigida los participantes redujeron 4,5 ± 0,9 kg, mientras
que en el grupo control los participantes solo redujeron 2,4 ± 0,9 kg. Ambas
intervenciones llevaron a un mayor porcentaje de participantes que mantuvieron una
pérdida de peso del 7%. Este estudio muestra los beneficios sostenidos de las dos
intervenciones de estilo de vida del DPP basadas en la tecnología (Xiao et al., 2013).

En 2014, Sepah et al. (2014) tradujeron el DPP en una red social en línea y realizaron su
validación según los estándares de los CDC. Para este estudio 187 participantes
cumplieron los criterios de inclusión y se inscribieron en la llamada “Prevent”, una
intervención de estilo de vida grupal basada en el DPP que integra una red social
privada en línea, lecciones semanales, asesoramiento de salud y una báscula y un
podómetro inalámbricos. Los participantes lograron una pérdida de peso de promedio
de 5% a las 16 semanas. Posteriormente se les ofreció continuar con una intervención
de mantenimiento de cambio de estilo de vida post-core, por un total de 12 meses. Un
total de 144 participantes continuaron y lograron una pérdida de peso de 5,2% a los 12
meses. Los resultados indican que Prevent cumple con los estándares de resultados del
CDC para los programas de prevención de la diabetes. Teniendo en cuenta las
iniciativas nacionales para abordar las epidemias de obesidad y diabetes, las
plataformas de entrega en línea como Prevent ofrecen una solución eficaz y escalable
(Sepah et al., 2014).

174
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Con base en la investigación publicada, los CDC concluyeron que había suficiente
evidencia para permitir que las organizaciones que ofrecen el programa de cambio de
estilo de vida del DPP nacional se postulen virtualmente. Por lo tanto, con el fin de
ampliar la disponibilidad y aumentar la participación en el programa, los Estándares
DPRP fueron enmendados en enero de 2015 para permitir modos de entrega en línea
además de en persona. En febrero de 2018 fueron enmendados nuevamente para
incluir también tele salud y entrega combinada (en persona/virtual). En abril de 2019,
los CDC contaban con 121 proveedores virtuales reconocidos que ofrecían el DPP a
más de 193,000 personas (Gruss et al., 2019).

Así como los casos exitosos ya reportados anteriormente utilizando TICs, de igual
manera en la Tabla 3 se observa como otros autores han evaluado sus propios
programas de intervención de estilo de vida con el uso de estas tecnologías,
demostrando resultados favorables. Cabe mencionar que hasta la fecha y hasta donde
conocemos, apenas se empiezan a reportar resultados de intervenciones realizadas en
la actual pandemia por COVID-19 con el uso de TICs como un medio de entrega de la
intervención. Por ejemplo, Jiwani et al. (2021) realizó un estudio de grupo focal para
evaluar la aceptabilidad y la experiencia del paciente de una intervención en el estilo
de vida utilizando tecnología para controlar la DT2. Por lo tanto, se espera que en un
futuro próximo se comiencen a publicar un mayor número de intervenciones
realizadas durante la actual pandemia por la COVID-19 empleando las TICs.

Tabla 3. Estudios de intervención para tratar la obesidad y/o diabetes con el uso de TICs.

Estudio Muestra Resultados principales

Limaye et 265 adultos con edad Después de 1 año, la prevalencia de


al. (2016) media de 36,2 ± 9,3 sobrepeso/obesidad se redujo en un 6,0% en el
años; con ≥3 factores grupo de intervención y aumentó en un 6,8% en el
de riesgo. grupo de control. También hubo mejoras
significativas en las medidas del estilo de vida, la
circunferencia de la cintura y el colesterol total y LDL
en el grupo de intervención.

Bender et 45 adultos con una El 18% del grupo de intervención logró una pérdida
al. (2017) edad media de 58 ± 10 de peso del 5 %, mientras que el 82% restante
años con DT2. mantuvo o perdió entre el 2 y el 5% de su peso.
Además, la circunferencia de la cintura, el IMC y el
conteo de pasos, mejoraron.

Wang et al. 26 participantes de 21 a Los participantes de la intervención vía móvil


(2018) 75 años con sobrepeso perdieron en promedio 2,73% de su peso corporal, y
u obesos con DT2. su hemoglobina glicosilada cambió del 8% al 7%.

175
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Koot et al. 100 pacientes adultos Se observaron mejoras estadísticamente


(2019) con DT2 y niveles de significativas para HbA1c (-1,3 puntos porcentuales,
hemoglobina P < 0,001). Los participantes también tuvieron una
glucosilada (HbA1c) de reducción del 2,3 % en el peso inicial (P < 0,001)
≥7,5%. (efectividad).

Yasmin et 320 participantes con Se encontró una mejora significativa en la adherencia


al. (2020) DT2. de los pacientes a la dieta, el ejercicio físico, el cese
del uso de tabaco y el control glucémico en sangre en
el grupo de intervención.

4. Componentes de las intervenciones en el estilo de vida: plan de


alimentación, actividad física y terapia conductual

Desde el 2002 que salieron a la luz los resultados del DPP existe una larga historia de
teoría e investigación sobre la obesidad que muestra que los programas de
autocontrol del estilo de vida reducen los riesgos para la salud y brindan un amplio
espectro de beneficios para la salud física y mental (Georgoulis, 2021). Entender la
obesidad como una enfermedad crónica compleja es esencial para proporcionar
intervenciones efectivas y “obligar a los médicos a ir más allá de las meras
recomendaciones de tomarse su medicamento, comer menos y moverse más”
(Coleman et al., 2015).
Actualmente las directrices recientes publicadas por la AHA, el ACC y la TOS para el
manejo del sobrepeso y la obesidad en adultos, recomiendan la participación en un
programa integral de estilo de vida. En estos programas debe ser fundamental la
inclusión de una dieta baja en calorías, actividad física e intervenciones conductuales,
con la finalidad de lograr una reducción de peso clínicamente significativa de al menos
un 5% en un periodo de 6 meses (Jensen et al., 2015). Las intervenciones exitosas en el
estilo de vida suelen constar de uno o varios elementos, como las mejoras en los
niveles de actividad física, restricciones dietéticas y/o intervenciones psicológicas. Las
combinaciones de estos elementos de intervención conducen a una mayor pérdida de
peso a largo plazo y la reducción del riesgo de enfermedad (Johns et al., 2014).
Además, la adopción de un estilo de vida saludable, que incluya un peso corporal
saludable, elecciones dietéticas prudentes y un nivel adecuado de actividad física
puede producir fuertes efectos antiinflamatorios y antioxidantes (Georgoulis et al.,
2021).
Está ampliamente reportado que las combinaciones de varios elementos de
intervención presentan resultados más favorables que las intervenciones de un solo
elemento. En los pocos ensayos controlados aleatorios diseñados para evaluar el
efecto de las intervenciones dietéticas y el ejercicio físico, la pérdida de peso fue
mayor en los grupos con un componente extra de restricción calórica, que en aquellos
con solo ejercicio físico (Vion et al., 2021). Por otra parte, Johns et al. (2014)
examinaron la efectividad clínica de los programas combinados dirigidos a la pérdida

176
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

de peso en comparación con los programas de un solo componente, en donde


obtuvieron que los programas combinados fueron más efectivos que aquellos basados
únicamente en la actividad física o basados únicamente en dieta. Otro ejemplo es el
estudio realizado por Rodríguez et al. (2009), en el cual se demostró que la integración
de estrategias cognitivo-conductuales con otras dietas y enfoques de control del peso
aumentó la eficacia de los programas para mejorar los factores de riesgo para la salud
más allá de los enfoques dietéticos solamente. Además, Venditti (2017) reporta que las
pautas dietéticas han cambiado con el tiempo, pero la sabiduría conductual común
sugiere que ayudar a los participantes a construir patrones de comidas y refrigerios
accesibles, atractivos y saludables que puedan incorporar en sus hábitos de estilo de
vida diarios, en lugar de enfatizar los nutrimentos problemáticos únicos, los hará tener
más probabilidades de provocar un cambio de comportamiento sostenible, control del
peso y una mejor reducción del riesgo de diabetes (Venditti 2017).
Existen diferentes componentes de los programas de intervenciones de estilo de vida
que son necesarios para lograr una pérdida de peso clínicamente significativa,
típicamente definida como una reducción del peso ≥5%. Los tres componentes
principales de una intervención integral en el estilo de vida son: dieta, actividad física y
terapia conductual. En la Tabla 4 se resume el programa y el contenido del tratamiento
recomendado por las guías de obesidad para lograr y mantener la pérdida de peso
creado después de la revisión sistemática (Wadden et al., 2020).

Tabla 4. Resumen del programa y el contenido del tratamiento recomendado por las pautas
de obesidad.

Componente Pérdida de peso Mantenimiento de la pérdida


de peso

Frecuencia y duración 14 o más sesiones de consejería en Sesiones presenciales o telefónicas


del tratamiento persona en 6 meses con un mensuales o más frecuentes
intervencionista capacitado durante ≥ 1 año con un
(contacto individual o grupal). intervencionista capacitado.

Contacto Se pueden recomendar intervenciones integrales y estructuradas de


manera similar basadas en la web, así como programas comerciales
basados en evidencia.

Dieta Dieta baja en calorías (normalmente Dieta baja en calorías, consistente


de 1200 a 1500 kcal/d para las con un peso corporal reducido, con
mujeres, y de 1500 a 1800 kcal/d una composición de
para los hombres), con una macronutrientes basada en las
composición de macronutrientes preferencias y el estado de salud
basada en las preferencias y el del paciente.
estado de salud del paciente.*

177
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Actividad física** ≥150 min / semana de actividad 200 a 300 min / semana de
física aeróbica (p. Ej., Caminar a paso actividad aeróbica (p. Ej., Caminar a
ligero). paso ligero).

Terapia de Seguimiento diario de la ingesta Monitoreo ocasional o frecuente


comportamiento alimentaria y la actividad física, de la ingesta de alimentos y la
facilitado por diarios en papel o actividad física, según sea
aplicaciones. necesario.

Seguimiento semanal de peso. Control de peso semanal a diario.

Plan de estudios estructurado de Plan de estudios de cambio de


cambio de comportamiento (p. Ej., comportamiento, incluida la
DPP), que incluye el establecimiento resolución de problemas, la
de metas, la resolución de reestructuración cognitiva y la
problemas y el control de estímulos. prevención de recaídas.

Comentarios y apoyo regulares de Retroalimentación regular de


un intervencionista capacitado. intervencionista capacitado.

Recuperada de Wadden et al. (2020).


* Las Directrices concluyeron que una variedad de enfoques dietéticos, que difieren ampliamente en la
composición de macronutrientes, pueden producir pérdida de peso, siempre que induzcan un déficit
energético adecuado. Esto incluye enfoques ad libitum en los que se logra una menor ingesta de calorías
mediante la restricción o eliminación de determinados grupos de alimentos o mediante la provisión de
alimentos prescritos.
** Las Directrices no abordaron los posibles beneficios del entrenamiento de fuerza, además de la
actividad aeróbica.

4.1 Plan de alimentación

Los patrones dietéticos o de alimentación representan la totalidad de la dieta humana


a lo largo de un período de tiempo específico. Los patrones de alimentación reflejan la
distribución de macronutrientes y otros nutrientes, pero también los comportamientos
relacionados con la alimentación. Cuando se diseña para reducir la ingesta calórica,
existen múltiples patrones de alimentación que se asocian con la eficacia de la pérdida
de peso. La restricción de calorías es esencial para inducir una pérdida de peso
clínicamente significativa (Wadden et al., 2020). Aunque la composición de
macronutrientes de las comidas tiene menos impacto en la pérdida de peso que las
tasas de adherencia en la mayoría de los pacientes, en ciertas poblaciones, se puede
considerar modificar la composición de macronutrientes para optimizar la adherencia,
los patrones de alimentación, la pérdida de peso, los perfiles metabólicos, la reducción
de factores de riesgo y/o resultados clínicos (Garvey et al., 2016).

Las pautas dietéticas en general en diversos países recomiendan que


aproximadamente del 15 al 20% de las calorías diarias se deriven de las proteínas, del
20 al 35% de las grasas (con no más del 10% de las grasas saturadas) y el resto de los
carbohidratos, en particular frutas, verduras y cereales frescos. Hay poca evidencia de

178
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

que una distribución de macronutrientes específica sea eficaz para la pérdida peso
(Sacks et al., 2009; Garvey et al., 2016). Sin embargo, se puede seleccionar patrones
alimentarios en un grupo específico de pacientes seleccionados. Por ejemplo, se ha
demostrado que las dietas mediterráneas tienen efectos clínicos favorables en
individuos con riesgo cardiometabólico y resistencia a la insulina, incluidos estudios a
largo plazo que demuestran la prevención de la DT2 y la prevención primaria y
secundaria de las ECV (Garvey et al., 2016; Widmer et al., 2015; Wadden et al., 2020).
Este tipo de dieta consiste en pescado, grasas monoinsaturadas del aceite de oliva,
frutas, verduras, cereales integrales, legumbres/frutos secos y un consumo moderado
de alcohol (Widmer et al., 2015). Uno de los estudios de mayor impacto al estudiar la
eficacia de la dieta mediterránea en la reducción de la incidencia de DT2 es el “estudio
PREDIMED”, en el cual participaron 418 sujetos no diabéticos con alto riesgo
cardiovascular. Los autores reportaron una disminución en la incidencia de DT2 en
pacientes cardíacos de alto riesgo que implementaron una dieta mediterránea
enriquecida con aceite de oliva virgen extra o nueces en comparación con el grupo
control al que solo se le recomendó seguir una dieta baja en grasas (Salas et al., 2010).
Otro ejemplo de patrón dietético es la dieta DASH utilizada principalmente en
personas con hipertensión (Juraschek et al., 2017). El ensayo DASH demostró que
consumir una dieta rica en frutas, verduras y productos lácteos bajos en grasa o
reducido en grasas saturadas y colesterol reduce la presión arterial sistólica y diastólica
(Appel et al., 1997).

Por otra parte, se encuentra la dieta tradicional mexicana (DTM), la promoción de esta
dieta en México podría potencialmente construir una medida de salud pública para
abordar las altas tasas de enfermedades cardiometabólicas del país (Valeriano et al.,
2019). Sin embargo, debido a la cultura alimentaria cambiante en México, la literatura
presenta actualmente diversas definiciones de la DTM. No obstante, los grupos de
alimentos que caracterizaron la DTM son granos y tubérculos, legumbres y vegetales;
alimentos específicos incluían maíz, frijoles, chile, calabaza, tomate y cebolla, así como
también productos de maíz, frutas, pescados, mariscos y carnes (Valeriano et al.,
2019). Existe muy poca literatura donde se evalué la eficacia de la DTM en la reducción
de riesgo cardiometabólico. Sin embargo, la literatura existente menciona que esta
dieta es favorable en resultados relacionados con la diabetes (Santiago et al., 2015;
Robles et al., 2017; Santiago et al., 2016). Santiago et al. (2016) evaluaron la respuesta
metabólica a una DTM en comparación con una dieta estadounidense de consumo
común en mujeres de ascendencia mexicana; estos autores reportaron que la DTM
redujo la insulina en un 14% en comparación con la dieta estadounidense

En resumen, el principal determinante de la pérdida de peso es el balance energético.


Sin embargo, existen beneficios comprobados de ciertos patrones de alimentación con
distribuciones variables de macronutrientes en grupos selectos de individuos. Por lo
tanto, los factores de riesgo cardiometabólico de un individuo y las preferencias

179
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

dietéticas deben tenerse en cuenta al elegir un tipo particular de patrón dietario


(Garvey et al., 2016).

4.2 Actividad física

La actividad física es un factor clave que contribuye a la mejora y mantenimiento de la


salud general (Malińska, 2017). El ejercicio regular puede ayudar a reducir el peso, la
presión arterial y mejorar los trastornos de los lípidos, incluido el aumento del
colesterol HDL y la disminución de los triglicéridos (Bull et al., 2017; Omura et al.,
2018). Entre los sistemas fisiológicos que responden favorablemente a la actividad
física, se ha argumentado que uno de los efectos más demostrables del ejercicio
regular es su impacto sobre la resistencia a la insulina (Roberts et al., 2013). Tanto los
estudios de observación como los de intervención sugieren un papel importante para
la actividad física y una mayor aptitud en la mitigación del síndrome metabólico. Cada
componente del síndrome metabólico está, hasta cierto punto, influenciado
favorablemente por intervenciones que incluyen la actividad física (Myers et al., 2019).

Los investigadores han especulado sobre la cantidad de actividad física necesaria para
prevenir el aumento de peso, para bajar de peso y para prevenir la recuperación de
peso después de la pérdida de peso. Para mejorar la salud y el bienestar, la OMS
recomienda al menos entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la
semana (o el equivalente en actividad vigorosa) para todos los adultos (OMS, 2020).
Las pautas integrales de práctica clínica de la AACE/ACE para la atención médica de
pacientes con obesidad mencionan que la prescripción inicial puede requerir un
aumento progresivo del volumen y la intensidad del ejercicio, y el objetivo final debe
ser ≥ 150 min/semana de ejercicio moderado realizado durante 3 a 5 sesiones diarias
por semana (Garvey et al., 2016). La AHA hace mención que la cantidad ideal de
actividad física para adultos es ≥150 min/semana moderada o ≥75 min/semana
vigorosa (Virani et al., 2021). El ACSM recomienda 150 minutos por semana de
actividad física moderada a vigorosa, con una energía equivalente de 1200 a 2000 kcal
por semana para adultos con sobrepeso y obesidad para mejorar la salud. Sin
embargo, se recomendó 200 a 300 min/semana para la pérdida de peso a largo plazo;
la evidencia más reciente ha apoyado esta recomendación y ha indicado que puede ser
necesaria más actividad física para prevenir la recuperación de peso después de la
pérdida de peso (Donnelly et al., 2009).

Además de las recomendaciones de cantidad física, la AACE/ACE también recomiendan


que la prescripción de actividad física debe individualizarse para incluir actividades y
regímenes de ejercicio dentro de las capacidades y preferencias del paciente, teniendo
en cuenta las limitaciones físicas y relacionadas con la salud. Finalmente se debe
considerar la participación de un fisiólogo del ejercicio o un profesional del fitness

180
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

certificado en el plan de atención para individualizar la prescripción de actividad física


y mejorar los resultados (Garvey et al., 2016).

4.3 Terapia conductual

La terapia conductual proporciona herramientas para facilitar los cambios en los


patrones de alimentación y actividad física (Butryn et al., 2011). Estos autores
realizaron una revisión y obtuvieron que el tratamiento conductual es eficaz para
inducir una pérdida de peso del 10%, lo que es suficiente para mejorar
significativamente la salud. El tratamiento conductual puede incluir múltiples
intervenciones o estrategias; por ejemplo, terapia cognitivo-conductual (Jiskoot et al.,
2020; Rodríguez et al., 2009; Zhang et al., 2016). Rodríguez et al. (2009) realizaron un
estudio para evaluar la eficacia de agregar tratamiento cognitivo-conductual a una
dieta baja en carbohidratos o una dieta baja en grasas. Ellos obtuvieron que las
participantes que adquirieron un tratamiento cognitivo-conductual más la dieta baja
en carbohidratos redujeron su peso un 8,7% y las participantes que solo llevaron la
dieta redujeron un 4%. Así mismo las participantes que llevaron un tratamiento
cognitivo-conductual más la dieta baja en grasa redujeron su peso un 9,7%, mientras
que las participantes que llevaron únicamente dieta redujeron un 3,9%. Los autores
concluyen que la adición de un tratamiento cognitivo-conductual produce una pérdida
de peso significativamente mayor en las participantes en comparación con la dieta sola
(Rodríguez et al., 2019).

Otro ejemplo de intervención en el tratamiento conductual puede ser la


automonitorización (llevar registros de peso, ingesta de alimentos y actividad física)
(Block et al., 2015; Shieh et al., 2017; Wang et al., 2018). El monitoreo ayuda a las
personas a identificar patrones de comportamiento, áreas objetivo para el cambio, y
rastrear el progreso hacia las metas. Aquellos que realizan una automonitorización
frecuente de la alimentación y el peso logran las mayores pérdidas de peso (Steinberg
et al., 2015).

El establecimiento de metas claras y razonables es otro tratamiento conductual


importante. Se debe de instruir a las personas a que establezcan metas específicas y
alcanzables para el cambio de comportamiento, que identifiquen claramente el
comportamiento que se va a modificar y cómo se logrará (Webb y Wadden, 2017). La
resolución de problemas ayuda a facilitar el progreso hacia los objetivos al alentar a los
pacientes a analizar los desafíos y desarrollar soluciones efectivas (Knowler et al.,
2002). El tratamiento conductual también puede incluir entrevistas motivacionales
para apoyar el compromiso de los pacientes con el cambio y técnicas cognitivas (Look
AHEAD Research Group, 2006). Estudios recientes sugieren que un enfoque basado en
la aceptación, que enfatiza la autorregulación, la atención plena, la tolerancia a la

181
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

angustia y el compromiso con los valores propios, puede aumentar la pérdida de peso
hasta en 3 kg, en comparación con la intervención tradicional en el estilo de vida
(Forman et al., 2016).

Algunas otras intervenciones conductuales reportadas por la AACE/ACE son: reuniones


presenciales y sesiones grupales, control de la porción de comida, comer más lento
durante las comidas, reemplazos de comidas o provisión de alimentos, educación
relacionada con la obesidad, la nutrición y la actividad física y asesoramiento
psicológico (Garvey et al., 2016). La AACE/ACE hace mención de que la intervención y
el apoyo del estilo de vida conductual deben intensificarse si los individuos no logran
una pérdida de peso del 2,5% en el primer mes de tratamiento, ya que la reducción de
peso temprana es un factor clave para predecir el éxito de la pérdida de peso a largo
plazo. Además, reportan que la intervención del estilo de vida conductual debe
adaptarse a los antecedentes étnicos, culturales, socioeconómicos y educativos del
individuo (Garvey et al., 2016).

5 Conclusión
De acuerdo a la revisión realizada de las intervenciones del estilo de vida para la adquisición de
hábitos saludables a mediano y largo plazo en enfermedades cardiometabólicas, estos
programas son fundamentales para disminuir el riesgo de la población vulnerable. No
obstante, es clara la necesidad de incluir cada uno de los componentes para asegurar su
eficacia en el control, prevención o retraso de adquirir enfermedades cardiometabólicas. Así
mismo, es necesario diversificar los medios para implementar los programas, tal como el uso
de las TICs, para lograr con ello un mayor alcance, un mejor monitoreo y seguimiento, y
disminuir el riesgo de contagio de SARS-CoV-2. Además, hace falta mayor análisis e
investigación de intervenciones realizadas en condiciones específicas de salud y del grupo de
población al que se aplicaría, para evaluar si serían tan eficaces como lo han sido hasta la
actualidad, o en dado caso establecer los cambios y adaptaciones necesarias acorde a
condiciones particulares, tal como la actual pandemia por la COVID-19.

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194
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

CONDICIONES DE VIDA, ALOJAMIENTO DE PERSONAS EN


SITUACIÓN DE CALLE Y PROPUESTA DE UNA ESTANCIA
TEMPORAL

Santa Magdalena Mercado Ibarra, Sandra Patricia Armenta Camacho y


María Teresa Fernández Nistal
Instituto Tecnológico de Sonora (ITSON), México

Resumen
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cerca de mil millones de personas
residen en barrios marginales y viviendas inadecuadas, lo grave es que esta cifra no hace
sino aumentar por la creciente urbanización, el incremento demográfico y por los
movimientos migratorios (ONU, 2014). El objetivo de la investigación fue describir las
condiciones de alojamiento con el propósito de realizar una propuesta de estancia
temporal de carácter interdisciplinario. La muestra fue de 100 personas en situación de
calle con edades entre 76 y 22 años, con una media de 51 años. El estudio describe las
condiciones de vida y alojamiento de personas en situación de calle y se realiza una
propuesta de estancia temporal.

Palabras clave: Condiciones de vida, Personas en situación de calle, Intervención,


Alojamiento, Estancia Temporal.

Abstrac
According to the United Nations Organization (UN), close to a billion people live in
marginal neighborhoods and inadequate housing, the serious thing is that this figure is
only increasing due to growing urbanization, population growth and migratory
movements (UN, 2014). The objective of the research was to describe the
accommodation conditions with the purpose of making a proposal for a temporary stay
of an interdisciplinary nature. The sample consisted of 100 homeless people aged
between 76 and 22 years, with an average of 51 years. The study describes the living
and accommodation conditions of homeless people and a temporary stay proposal is
made.

Key words: Life condition, Homeless, Intervetion, Housing, Temporary stay

195
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

1. Introducción
En los últimos diez años diferentes disciplinas han abordado el tema para conocer las
causas que llevan a una persona a vivir en situación de calle, entre las que se
encuentran las cuestiones relacionadas con la falta de infraestructura de vivienda
(Domínguez y Villalba, 2010; Escobar, 2012; Fazel, et. al, 2014), fundamentado en la
estructura económica actual que no permite un acceso igualitario a los recursos de
subsistencia necesarios; los problemas de violencia ejercidos de forma física, sexual,
económica y psicológica, como una razón por la cual, sobre todo la niñez, busca otros
espacios de vida, viéndose obligada a recurrir al entorno de calle (Alcaraz y Valencia,
2010; Ortiz, 2014; Montoya, 2016; IASIS, 2017); la experiencia con las drogas y el
alcohol (Losantos, 2015; Suárez et al., 2008), que además de ser un factor para
terminar en calle, es problema recurrente en las personas en situación de calle y uno
de los elementos de arraigo a este particular modo de vida.

Las personas en situación de calle (PSC) forman uno de los grupos más vulnerables y
más grandes en el país. El informe Panorama Social de América Latina en 2011 (CEPAL,
2011) detectó que la población de México bajo la línea de la pobreza y de la indigencia
es mayor al promedio de toda América Latina y el Caribe. Si bien, no existen protocolos
para el diseño de una intervención con las personas sin hogar, las intervenciones están
orientadas al cambio considerando a cada persona como única, en sus carencias o
necesidades en función de situación, por ello el diseño de una intervención debe ser a
la medida y, sobre todo, de manera integral (García, 2011).

FEANTSA define a las personas en situación de calle a través de cuatro categorías


(Moreno, 2012). 1) Sin techo. Cuando la persona no tiene un espacio físico en el que
vivir. El individuo se aloja en albergues o pasa el resto del día en espacios públicos. 2)
Sin vivienda. Cuando la persona que posee un espacio físico no es el titular legar. Se
habla de equipamientos públicos, estancia en centros de servicios (hostales para PSC),
refugios para mujeres, alojamientos temporales para inmigrantes, prisiones, centros
de atención sanitarios, alojamientos de apoyo (sin contrato). 3) Vivienda insegura.
Cuando la persona dispone de un espacio físico, pero no tiene permiso legal para la
utilización. Como puede ser una vivienda sin título legar o cuando la vivienda está
expuesta a una notificación legal de abandono; y por último 4) Vivienda inadecuada.
Cuando una persona dispone un espacio físico, pero que las condiciones no son
favorables para la habitabilidad. Como pueden ser chabolas, vivienda no apropiada
según la legislación o una vivienda masificada.

Numerosas ciudades europeas y americanas están desarrollando programas de


atención bajo el modelo Housing First. El modelo se lleva implementando en EE.UU.
desde 1990. Según el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de EE.UU el
número de personas en situación de calle se redujo 30% entre 2005 y 2007, esta
reducción se vincula con la implantación del modelo Housing First. Desde 2011, la
Comisión Europea ha impulsado pruebas piloto a través de Housing First Europe en
Amsterdam, Budapest, Copenhague, Glasgow y Lisboa. Además, posteriormente se
han puesto proyectos en marcha en Italia, Francia y Dinamarca. Todas estas iniciativas
cuentan con un importante respaldo de sus respectivos gobiernos (RAIS, 2014).

196
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Un modelo tradicional de intervención residencial que se ha extendido por países de


América Latina es el modelo de Escalera o Continuum of Care, donde la vivienda
definitiva es el último peldaño u objetivo final del proceso de inclusión social, bajo este
modelo, las personas en situación de calle van superando escalones o etapas de
intervención brindados por diversos servicios de alojamiento que presentan
ascendentes niveles de exigencia (EAPN, 2013). El primer escalón y de menor exigencia
representa la acogida nocturna de emergencia, y asistencia básica de supervivencia,
luego se va transitando a programas residenciales y de alojamientos temporales de
mayor exigencia. El progreso hacia el objetivo final de una vivienda personal y
permanente está vinculado, generalmente, a la condición de que acepten y lleven a
cabo con éxito un acompañamiento y seguimiento psicológico, de salud y, si es
necesario, un tratamiento respecto al consumo problemático de drogas (Eurosocial,
2015).

Para la intervención con personas en situación de calle es necesaria la intervención


científicamente sustentada trabajando dentro de un modelo o enfoque biopsicosocial,
planteando y trabajando en factores biológicos, psicológicos y sociales (Recio, 2015).
Desde esta perspectiva, los seres humanos son contemplados como sistemas
complejos, llevado al ámbito de trabajo con las personas en situación de calle la
problemática viene causada por múltiples factores y no por un factor único. Desde este
punto se hablaría de una causalidad multifactorial, combinando la causalidad circular
que considera que los factores se influyen mutuamente para dar lugar a una situación
concreta y ayuda a realizar una buena descripción de un fenómeno complejo como
vivir en situación de calle y la causalidad estructural

1.1. Objetivo.
Describir las condiciones de alojamiento con el propósito de realizar una propuesta de
estancia temporal de carácter interdisciplinario.

2. Método
Esta investigación corresponde a un diseño no experimental, transaccional y
exploratorio, el cual recolectó datos en un solo momento.

2.1 Participantes

Para el diagnóstico de la comunidad la muestra fue de 100 personas en situación de


calle, 90% hombres y 10% de mujeres, las edades oscilaron entre los 76 y 22 años, con
una media de 51 años de edad. La muestra fue seleccionada de manera intencional..
Respeto al lugar de procedencia se distribuyeron de la siguiente manera el 47% Cd.
Obregón, 14% Sinaloa, 8% Cajeme, 4% Chihuahua , 3% Nayarit, 3% CDMX, 3% Pueblo
Yaqui, 2% vienen de Álamos, 2% Guadalajara, 2% Oaxaca, 1% Ensenada, 1% Gecopaco,
1% Guaymas, 1% Guadalupe de Juárez, 1% Guerrero, 1% Hermosillo, , 1% Puerto Rico,
1% Querétaro, 1% Quiriego, , por último, el 1% de la Sierra de Sonora (Ver Tabla 1).

197
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Tabla 1

Lugar de procedencia

Lugar de Porcentaje Lugar de Porcentaje Lugar de Porcentaje


procedencia procedencia procedencia

Álamos 2% Guadalajara 2% Puerto Rico 1%


Cajeme 8% Guadalupe de 1% Pueblo Yaqui 3%
Juárez
Cd. México 3% Guerrero 1% Querétaro 1%
Chihuahua 4% Hermosillo 1% Quiriego 1%
Ensenada 1% Nayarit 3% Sinaloa 14%
Gecopaco 1% Oaxaca 2% Sierra de 1%
Sonora
Guaymas 1% Obregón 47%

En referencia a la formación educativa el nivel de estudios alcanzado un 22% tiene la


secundaria terminada, 19% primaria trunca, 14% primaria terminada, 13%
preparatoria trunca, 11% secundaria trunca, 11% no tiene ningún estudio 6%
preparatoria terminada, 2% universidad trunca y el 2% universidad terminada.

En la percepción de la salud los entrevistados el 34% menciona que siente que su salud
es buena, 29% regular, 22% muy buena, 9% muy mala salud y un 6% mala. Relativo a
enfermedades el 28% mencionó tener una enfermedad crónica o grave, entre las que
destacan artritis, cáncer de colon o de garganta, VIH, diabetes, hipertensión y
epilepsia.

2.2 Instrumentos

Para el diagnóstico de la comunidad se aplicó la Encuesta para Personas sin Hogar


(EPSH), realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE, 2012) en España, se
realizó la adaptación y validación de la encuesta que evalúa condiciones de vida y el
apartado de alojamiento: antecedentes y búsqueda, con un total de 31 reactivos.

La encuesta fue sometida al juicio de seis expertos, tres doctores en psicología con
amplia experiencia en la elaboración de instrumentos en el área social y en la
intervención con grupos vulnerables, además, participaron tres expertos que trabajan
con personas en situación de calle, los seis concluyeron que los reactivos medían lo
que tenían que medir.

Consentimiento Iinformado, documento a través del cual se garantizó que el


participante expresara voluntariamente su intención de participar en la investigación,
por lo que se corroboró que los participantes se encontraban en condiciones
adecuadas para responder el instrumento, después de haber comprendido la

198
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

información que se le ha dado, acerca de los objetivos del estudio, este documento se
realizó en conjunto con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y DIF Cajeme.

2.3 Procedimiento

Se realizó la vinculación del Departamento de Psicología con El Sistema Nacional para


el Desarrollo Integral de las Familias (DIF) Cajeme, éste es un organismo público
descentralizado que busca el desarrollo integral del individuo, de la familia y de la
comunidad, principalmente de quienes por su condición física, mental o social
enfrentan una situación de vulnerabilidad; la vinculación se realizó a través del
departamento de vinculación institucional para establecer sinergia de colaboración
con el Programa de Rescate y Auxilio a las Personas en Situación de Calle
(perteneciente a DIF Cajeme),, además, realizaron vinculaciones a través del DIF con el
total de comedores que existen en la ciudad por lo que se acudió a dos comedores
comunitarios en Ciudad Obregón..

Debido a la complejidad de la población a la que se dirige el estudio se realizaron


entrevistas para la selección de los entrevistadores buscando un perfil resaltando la
empatía, el respeto y actitud de servicio ya que al ser una población vulnerable se
necesitan de estas habilidades y actitudes para generar un ambiente de confianza, en
total participaron nueve estudiantes y una tesista de la Licenciatura en Psicología del
Instituto Tecnológico de Sonora, . Se realizó la capacitación a Personal de DIF Cajeme y
a entrevistadores a través del Taller “Sensibilización hacia las personas en situación de
calle” con el objetivo de generar conciencia sobre las personas en situación de calle e
instruir para la aplicación del instrumento

Una vez llevado a cabo la capacitación se acudió a dos comedores comunitarios de


Ciudad Obregón, Sonora donde se aplicaron los instrumentos, esta fase se estuvo
sensibilizando estuvieron conviviendo con las personas en situación de calle y
apoyando a servir comida, esto con el fin de familiarizarse con la población y también
para generar un ambiente de confianza. Después de la fase de sensibilización se
comenzó con la fase de aplicación de instrumentos donde se aplicaron 100 encuestas a
personas en situación de calle.

2.4 Análisis de datos

Se utilizó el paquete estadístico SPSS versión 18 para analizar las variables de estudio,
las pruebas estadísticas utilizadas fueron análisis descriptivos de la información
obteniendo la frecuencia de cada una de las respuestas de lo reactivos, para el análisis
de los datos sociodemográficos de los participantes, se utilizaron análisis descriptivos,
además de la media, mediana y moda.

Una vez analizados los datos se realizó un análisis de los diferentes modelos de
intervención dirigidos a personas en situación de calle, integrado las necesidades
presentes en esta población.

199
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

3 Resultados
3.1 Ficha bibliográfica

El estado civil se distribuye de la siguiente manera: 59% está soltero, 6% casado, 5%


unión libre, 13% viudo, 10% separado y 7% unión libre. En relación a los hijos el 72% si
tiene mientras que el 28% no, de las personas que si tienen hijos el 17% vive con
alguno y un 83% no vive con ellos. Algo que es importante es que las personas cuenten
con redes de apoyo con las que puedan contar en caso de emergencia o necesidad, en
este rubro el 46% afirma no tener a ningún amigo o familiar que lo apoye, 53% si tiene
y el 1% no sabe si cuenta con este apoyo.

3.2 Condiciones de vida

Esta sección estaba dividida en tres secciones, donde se respondía a sólo una
dependiendo si dormían en 1) personas que durmieron la última noche en alojamiento
colectivo, 2) personas que durmieron la última noche en una casa o departamento o 3)
personas que durmieron la última noche en lugares no previstos para ser habitados,
por lo que al momento de entrevistar se les preguntó esto y se llenaba la sección
correspondiente.

3.3 Personas que durmieron la última noche en alojamiento colectivo

La primera sección corresponde al 13% de los participantes donde los participantes no


tienen que pagar por dormir ahí, correspondiente a donde duerme, un 8% está en el
suelo directamente, 7% duerme en una cama y el 1% en litera. Por otro lado, el 8% no
puede recibir llamadas o avisos por teléfono, 5% si y el 87% no aplica, en relación la
conexión a internet, el 4% no tiene acceso a usar redes sociales, 3% si tiene y el 1% no
sabe si cuenta con este servicio.

3.4 Personas que durmieron la última noche en una casa o departamento

Este punto corresponde al 62% de los participantes, se indagó sobre si tenían que
pagar por dormir en esa casa o habitación donde el 26% es gratuita, 12% es casa
propia, 7% no paga porque se la deja una persona de su familia, 6% no, porque se lo
deja un amigo o conocido, 5% tiene que pagar una pequeña cantidad, 3% no, porque
es una vivienda abandonada, 1% no paga pero tiene que realizar un trabajo a
contraprestación y 1% otro caso.

3.5 Personas que durmieron la última noche en lugares no previstos para ser
habitados

Corresponde al 15% de los entrevistados, algo que caracteriza a este grupo de


personas son las dificultades para guardar sus pertenencias, el 19% si tiene un lugar
donde dejar sus pertenencias, mientras que el 26% no; los lugares donde suelen
dejarlas, es el 14% en ningún sitio, 20% donde duerme, 3% en casa de un amigo, 3% en
otro lugar, 2% en casa de un familiar y el 1% en un centro de administración

200
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Por otro lado, referente al lugar donde hacen sus necesidades fisiológicas, el 26%
dispone de escusado y el 12% no; 18% tiene acceso a regadera, y el 19% no. Además,
los lugares donde hacen sus necesidades el 18% las hace en la calle, 10% en parques y
baldíos, 11% en baños públicos, 18% en casa de un familiar o amigo, 2% hace sus
necesidades donde duerme y el 4% en restaurantes.

3.6 Alojamiento: antecedentes y búsqueda

Al indagar sobre las razones por las cuales ellos han tenido que abandonar o perder el
alojamiento que tenían antes de encontrarse sin hogar, el 28% reportó que una de las
causas fue la separación de la pareja, 3% por haber sufrido alguna violencia usted o sus
hijos, 6% porque la casa donde se alojaba fue demolida o se incendió, 8% le quitaron
su vivienda, 4% se le acabó el contrato de alquiler, 7% porque perdió el trabajo, 2% por
hospitalización, 3% porque fueron privados de libertad, 6% por cambio de localidad y
4% porque la persona y su pareja ya no pudieron pagar más el alojamiento, por último
el 19 % de personas mencionaron otras razones, algunas de las que se mencionaron
fue por motivos de deportación. Hubo varias razones por las cuales quienes no habían
realizado gestiones no lo hacían. 21% comentó no disponer de dinero suficiente, 14%
no quiere buscar, 7% no sabe cómo hacerlo, 1%.

Una vez analizados los resultados se elaboró un análisis de las condiciones de vida y los
modelos actuales de intervención para personas en situación de calle, para elaborar
una propuesta de intervención.

3.7 Descripción del modelo de atención

3.7.1 Fase de dignificación. La primera fase de dignificación consiste en un


trabajo a nivel personal con las personas en situación de calle, una vez que la persona
llegó al centro después de una canalización por parte de instituciones públicas se les
hace un cambio personal, donde se les permite asearse y se otorga un cambio de ropa
limpia.

3.7.2 Fase de inserción social. Una vez realizada la fase de dignificación se


realizará una evaluación para integrar a la estancia temporal, mismo lugar donde se les
ofrecerá servicio de alimento y estancia, además, se realizarán talleres que promuevan
el bienestar psicológico con un enfoque en el desarrollo de habilidades para la vida,
específicamente las habilidades emocionales, habilidades sociales, habilidades
cognitivas, todo esto para trabajar en la realización de un proyecto de vida, esta
intervención se realiza de manera individual y grupal.

3.7.3 Fase de reinserción laboral. El objetivo de esta fase es integrar al sujeto al


mundo laboral a través de una serie de cursos y talleres para el desarrollo del potencial
humano, como se observó en el diagnóstico poblacional es relevante trabajar
desarrollando la autoeficacia, ya que esta se ha correlacionado con una mayor
duración en el trabajo (Armenta, 2019).

201
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Dentro de esta fase se encuentra el programa cigüeña que tiene como objetivo
contribuir a la reinserción social y laboral, así como la generación de redes de apoyo de
personas que se encuentran en situación de calle del Municipio de Cajeme mediante
un programa de apadrinamiento por parte sociedad civil y en especial la empresarial,
de corto y mediano plazo en pro de una vida digna.

3.8 Residencia transitoria compartida

Una vez llevada a cabo la fase de integración laboral se iniciará con el programa de
residencias transitorias, que serán casas compartidas a bajo costo a personas que
estén dentro del mundo laboral y estén percibiendo un sueldo.

3.9 Residencia permanente

El último paso del modelo es que una vez integrado socialmente y laboralmente los
participantes puedan obtener una residencia permanente que le ofrecerá un hogar
personal. Durante cada fase se estará llevando un seguimiento y monitoreo realizado
por el área de servicio social.

5 Discusión
Sobre los hallazgos obtenidos en la primera fase del estudio se puede afirmar que las
características demográficas más resaltantes del grupo de personas en situación de
calle tienden a ser similares a los hallazgos obtenidos en otros estudios a nivel mundial
(Fajardo, 2014).

202
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Respecto a las condiciones de vida el 62% de los participantes duerme en una casa o
departamento, sin embargo, estas no están en condiciones adecuadas ya que carecen
de servicios básicos, 13% duermen en alojamiento colectivo, principalmente se
encuentran en esta sección las personas que duermen en albergues dirigidos a
migrantes, por último, 15% de los entrevistados duermen en lugares no previstos para
ser habitados, incluidos parques, vías de ferrocarril, etc.

Tomando en consideración los resultados obtenidos sobre la vivienda y alojamiento se


concluyó que uno de los principales problemas que tiene las personas en situación de
calle es el lugar para vivir, es por eso que se realizó el análisis de los diferentes
modelos de intervención, en el modelo propuesto se tomaron en consideración el
modelo de escalera, sin embargo, se resalta la importancia del acompañamiento
psicológico y que esta intervención sea de carácter multidisciplinario como lo resalta
Recio (2015), además, se tiene que realizar un seguimiento del impacto del programa y
de su eficacia.

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José Ruiz Ayala, Luis Héctor García Muñoz, Silvana Flores Barajas y

Antonio de Santiago Barragán

Tecnológico Nacional de México Campus Laguna, México

Resumen
En la actualidad se tienen programas especiales, desde niveles básicos hasta la
educación superior, para desarrollar la creatividad en superdotados, en EUA, UK y otros
países. Sin embargo, de acuerdo con los expertos, todos somos creativos, pero debemos
ser formados (o entrenados). Además, se sabe de la independencia de la creatividad con
cocientes intelectuales mayores a 120. En un recorrido por las opiniones y teorías de
creatividad de los especialistas en el tema, se sustenta lo arriba mencionado, para luego
revisar las características que inciden en la creatividad. Se destaca la motivación, porque
de manera natural ya se incluye (o se debe incluir) en la educación tradicional, al menos
en la educación superior. A manera de verificación, se llevó a cabo un ejercicio para
motivar a una muestra de conveniencia, valorando sus capacidades creativas antes y
después, con el instrumento de valoración Torrance Tests of Creativity Thinking (TTCT)
en su versión figurativa A (pre-test) y B (post-test). Los resultados fueron muy
concluyentes, confirmando lo expresado por los expertos, abriendo la posibilidad para
todo estudiante promedio, de ser motivado para la creatividad en general, no para
inventar o diseñar un producto patentable solamente, sino para ser creativo en cada
tarea profesional que desarrolle y que lo lleve a ser un gran emprendedor. Además de
las estrategias propuestas por algunos autores, está el ejercicio que se realizó, que
comprende 15 horas presenciales y otras tantas por parte de los involucrados. Se añade
también un esquema de motivación, muy utilizado por universidades privadas, y que no
hay limitante que impida incorporarlo en la educación pública.

Palabras clave: Educación Superior, Motivación, Creatividad, Emprendedor.

Abstrac
At present there are special programs, from basic levels to higher education, to develop
creativity in the gifted, at the USA, UK and other countries. However, according to
experts, we are all creative, but we must be educated (or trained). In addition, it is
known about the independence of creativity with IQs greater than 120. In a journey
through the opinions and theories of creativity of the specialists in the subject, the
aforementioned is supported, to then review the characteristics that affect creativity.
Motivation stands out, because naturally it is already included (or should be included)
in traditional education, at least in higher education. As a verification sample, an
exercise was carried out to motivate a convenience sample, assessing their creative
abilities before and after, with the Torrance Tests of Creativity Thinking (TTCT)
assessment instrument in its figurative version A (pre- test) and B (post-test). The results
were very conclusive, confirming what was expressed by the experts, opening the
possibility for every average student, to be motivated for creativity in general, not to

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Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

invent or design a patentable product only, but to be creative in each professional task
that they developed, and that leads him to be a great entrepreneur. In addition to the
strategies proposed by some authors, there is the exercise that was carried out, which
includes 15 contact hours and as many hours by those involved. A motivation scheme is
also added, widely used by private universities, and there is no limitation that prevents
its incorporation into public education.

Key words: Higher Education, Motivation, Creativity, Entrepreneur.

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Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

1. Introducción.
Como una consecuencia del desarrollo tecnológico, cada vez los profesionales de
cualquier ámbito requieren interactuar con una computadora, empezando a ser una
dupla muy generalizada: humano – computadora. Lo anterior requiere cada vez una
mayor visión del uso de las tecnologías de la información y su uso para desarrollar
actividades, procesos, productos, y demás. Esto implica una visión creativa y basada en
la diversidad (Baciu, 2021).

En la última década se han hecho esfuerzos por crear mecanismos para formar en
creatividad y motivación, por ejemplo, el Future Problem Solving Program
International (FPSPI), creado para mejorar las representaciones de creatividad y la
solución creativa de problemas en jóvenes, desarrollado en Portugal y que ha sido
bastante implementado. Involucró la capacitación de 13 profesores y posteriormente
una intervención a 77 estudiantes de primaria y secundaria, arrojando excelentes
resultados en creatividad y motivación, y una nueva visión y actitud (De Fatima, Neves,
Araujo, y Azevedo, 2015).

Diversos autores han demostrado que la creatividad no se presenta solo en los


superdotados, o en aquellas personas con cocientes intelectuales (CI o IQ por sus siglas
en inglés) altos (120 o más). Encontraron que el promedio de la población, es decir con
un IQ de 100, es creativo, pero es una característica que debe ser desarrollada o
estimulada (Cropley, Cropley, Kaufman, y Runco, 2010; Csikszentmihalyi, 2004;
Kaufman y Sternberg, 2010; Sternberg y Grigorenko, 2003).

Lo relevante del ejercicio con los estudiantes no fueron los resultados, eso ya estaba
previsto por la generalidad de los expertos del tema, sino destacar que
específicamente la motivación que se logra “imprimir” en la persona, conocida como
motivación intrínseca, es de mucho mayor impacto que la motivación a través de
incentivos o motivación extrínseca (Romo, 2007; Hennessey, 2004).

Por definición, la creatividad es la generación de nuevas ideas aplicables a algo,


llevarlas a cabo es el proceso de innovación. Tenemos la propuesta de que cada
persona puede crear, proponer ideas novedosas, pero requiere una disposición o
actitud determinada, combinada con una estructura mental estimulada para
desarrollar esta actividad. Ambas características pueden ser desarrolladas en la
persona y complementadas con un ambiente propicio (Schnarch, 2008). Es común
escuchar creatividad e innovación, ya sea en la industria del vestido, la construcción,
decoración de interiores y exteriores, y diseño de autos, por ejemplo. En educación, lo
encontramos en la misión y visión de los planteles, y en los perfiles de egreso de los
estudiantes, en los concursos de investigación y eventos afines. Por lo anterior, sobra
señalar que es fundamental para todo profesionista ser emprendedor, lo que implica
que sea creativo, es decir esté motivado en general. En los diferentes subsistemas de
educación superior en México, se forma para ser emprendedor, pero por lo general no
hay una medición específica de cuánto se logra desarrollar esa competencia en el
estudiante (Vázquez, 2007).

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Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

1.1. Problema de investigación.


El problema de investigación es que la educación superior incide en la formación
creativa de los estudiantes, pero se desconoce cómo y cuánto, porque no se mide. Lo
anterior, ya que según expresan en el foro sobre aprendizaje y creatividad (Ochoa,
2015), comentando la conferencia en el sitio web sobre Tecnología, Entretenimiento y
Diseño (TED), relativa a una revolución educativa donde expresan que “Todo ser lleva
un talento en su interior, pero en las escuelas no se fomenta la creatividad” (Robinson,
2010, pág. 2), y no se refiere solo al sistema educativo europeo, sino al sistema
educativo mundial. La opinión de los empresarios es recogida por la vocera de
vinculación académica de Manpower México, quién aprecia que el modelo educativo
de México al igual que en Latinoamérica, no fomenta la creatividad (Hernández, 2014).

Como reza una frase en el medio de la mejora o calidad, “lo que no se mide no se
puede mejorar”. En un primer sondeo, no se encontró ninguna institución educativa
mexicana pública ni privada que realice mediciones específicas sobre creatividad, y no
porque no haya forma, ya que por ejemplo en Estados Unidos, algunas universidades e
instituciones utilizan la batería de Torrance o Torrance Tests of Creative Thinking
(TTCT), que es un método probado para evaluar la creatividad, (Oliveira, Almeida,
Ferrando, Sainz, y Prieto, 2009). Se tienen también los exámenes del Programme for
International Student Assessment (PISA), en el caso particular de la prueba para medir
el rendimiento de los estudiantes resolviendo problemas de creatividad (Gurría, 2012).

1.2. Propósito del estudio.


Identificar la influencia de un curso de motivación, sobre las habilidades creativas e
innovadoras de los estudiantes de quinto semestre de la carrera de Ingeniería en
Sistemas Computacionales, de un instituto tecnológico del norte del país. Dicha
influencia se determinó midiendo los niveles creativos, antes y después de la
intervención motivacional.

1.3. Antecedentes.
Un estudio sobre creatividad realizado en la Universidad Autónoma de Yucatán plantea
que la capacidad creativa, permite al individuo acceder a mejores niveles educativos, y
de bienestar social. Con una muestra de 1,300 estudiantes, utilizando un instrumento
de creatividad gráfica creado exprofeso, evaluó a estudiantes de los niveles básico,
medio y superior. Resultados obtenidos: (a) los niveles de creatividad son similares en
los tres niveles evaluados y (b) los estudiantes universitarios tienen menos creatividad
al egresar, que cuando ingresaron a ella (Duarte, 1998).

Por otro lado, si se desea transferir conocimientos, primero hay que adquirirlos, y
luego utilizar los mecanismos adecuados para su transferencia. En este sentido, en
2009, un estudio realizado en Polonia sobre la creatividad en la docencia, a una
muestra de 180 profesores universitarios, arrojó que los profesores encuestados son
profesionales que dominan las habilidades de la transferencia efectiva de
conocimientos y saben utilizarlas de acuerdo con las recomendaciones metodológicas,
pero el impacto de su trabajo, según la prueba de los resultados obtenidos, no es

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Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

satisfactorio (Babicka et al., 2009).

En una encuesta realizada a 10,000 maestros de 27 países miembros de la Unión


Europea, acerca de su opinión sobre la creatividad en las escuelas, como una
contribución al Año Europeo de Creatividad e Innovación 2009, se encontró que 4 de
cada 10 profesores han recibido capacitación en creatividad, con grandes diferencias
entre cada país (Quintín, 2009). Menos del 50% de los profesores de Portugal, España,
Bélgica, Eslovaquia, Eslovenia, Alemania, Hungría, Francia y Estonia, consideran que la
creatividad juega un papel importante en el currículum de su sistema educativo
nacional. Solo un pequeño porcentaje de profesores está fuertemente convencido de
la relevancia de la creatividad en el currículo. Ya que lo anterior no es concluyente, en
ese informe de la Comunidad Europea, consideran que eso es un llamado a la discusión
y al debate sobre la conceptualización e implementación de la creatividad en el
currículum.

Un trabajo desarrollado en la universidad de Virginia Tech, USA en 2012, reporta que


partiendo del hecho de que la enseñanza del pensamiento crítico y creativo es esencial
en la educación del siglo XXI, han diseñado un modelo instruccional con directrices y
recursos tecnológicos sugeridos, para ayudar a los profesores a crear un medio
ambiente en el aula, para promover el desarrollo de las habilidades críticas y creativas
en sus estudiantes (Cennamo et al., 2012). Para dicho modelo tomaron como marco de
referencia lo establecido por la International Society for Technology in Education
(ISTE), que ha desarrollado los National Educational Technology Standards (NETS), para
estudiantes, profesores y administradores de la educación. Por ejemplo, la versión de
NETS para estudiantes hace énfasis en (a) creatividad e innovación, (b) comunicación y
colaboración, (c) investigación y manejo de la información, (d) pensamiento crítico,
solución de problemas y toma de decisiones, (e) ciudadanía digital, y (f) operaciones y
conceptos de las tecnologías de información (ISTE Standards, 2007).

La motivación es considerada como uno de los principales aspectos psicológicos que


inciden en el éxito de los universitarios. Analizando las facetas de la motivación
intrínseca y extrínseca, se encuentra que los factores de motivación extrínseca como
incentivos e incluso la religión, pueden contraponerse como una amotivación; la
persona debe “entrenarse” para que haya un equilibrio entre ambas motivaciones
(Sanchez-Bolivar et al., 2020).

En un estudio a investigadores se detectó que son sensibles a la justicia salarial y al


apoyo de la organización a la creatividad. Reveló que las formas autónomas de
motivación están más relacionadas con el comportamiento y la actitud. Lo anterior
significa que básicamente podríamos centrarnos en la motivación intrínseca y esperar
buenos resultados, pero estos pueden ser de mayor impacto si se combinan con
factores externos o de motivación extrínseca (Andreas, 2019).

El avance tecnológico ha evolucionado de tal forma que cada vez demanda estrategias
que permitan abordar problemas más y más complejos. Formar en creatividad es
encaminar a generaciones futuras de progreso, justicia, de tolerancia y de convivencia,
todo hacia un mundo mejor. La creatividad es pues un gran compromiso y un desafío
para la educación del siglo XXI (Klimenko, 2008).

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Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

1.4. Creatividad.
Por siglos, la creatividad se observaba como aquellas ideas o creaciones de genios, y
que solo unos cuantos tenían esa capacidad o don. Adicionalmente a esa incorrecta
apreciación no se consideraba la falta de motivación, y se creía que las
manifestaciones creativas eran naturales o que fluían espontáneamente (Radcliff,
2008; Ferreiro, et al., 2013; Romo, 2007). En un estudio conjunto de las universidades
de Connecticut, Virginia y Yale, aplicado a niños superdotados, dejó en evidencia como
impacta la motivación y el clima del aula en las habilidades creativas (Hennessey,
2004).

En un mundo globalizado, cada vez se suceden los cambios más rápidamente, siendo
dichos cambios producto de la innovación o la creatividad de alguien. Si bien, la
motivación extrínseca basada en recompensa por sí sola no es una estrategia
contundente para fomentar la creatividad, en una combinación de recompensa y
reconocimiento, ha dado excelentes resultados, tal como ha quedado demostrado en
su utilización por la empresa japonesa Toyota (Ordónez Ruben, 2010).

Murcia (2010), plantea que haciendo referencia a lo que se denominaba como “el
ascenso y la decadencia de la planeación estratégica”, se hacía cada vez más evidente
la necesidad de contar con mecanismos o estrategias, para enfrentar lo inesperado y lo
intempestivo, frente a lo minuciosamente programado. Esto de ninguna manera es
como un cambio de moda, de la planeación estratégica emigrar a un liderazgo creativo
e innovador; la implicación que se destaca es que, a consecuencia de las grandes
transformaciones globales en tecnología, mercados y demás, la forma de abordar las
nuevas necesidades o problemas, tenía que evolucionar.

Además de lo que ya se viene manejando desde hace años, como son las estrategias
de calidad, todo lo relacionado con el emprendimiento, el desarrollo organizacional, la
cultura empresarial, y la planeación estratégica misma, la propuesta es incorporar los
procesos de creatividad e innovación, a la actividad empresarial desde un punto de
vista holístico; algo así como crear una cultura de creatividad e innovación (Murcia,
2010).

La postura de Calero (2011) es clara, si queremos formar personas creativas, primero


debemos reformar la educación, esto porque si entre otras cosas debemos preparar a
los jóvenes para pensar diferente, y abordar los problemas desde diversos ángulos,
automáticamente surge la idea de que la educación debe ser diferente. En su opinión,
la educación misma debe innovarse, es decir aplicar una transformación sustentada en
la motivación y la creatividad.

En otro orden de ideas, Sarmiento (2007), expresa que el verdadero aprovechamiento


de los conocimientos y las experiencias es producir, innovar, inventar, crear, etc. Ahora
bien, es muy justo, que quién va a desarrollar las habilidades creativas del estudiante,
además de conocer técnicas dirigidas a ello, haya transitado esos caminos, porque
como ya se comentó en el presente escrito, llegar a un estado favorable para la
generación de ideas requiere un buen nivel de desarrollo de habilidades, aptitudes, y
actitudes (Csikszentmihalyi, 2009).

210
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Regresando a Sarmiento (2007), atinadamente centra la atención en la formación del


docente, lo que él llama un docente innovador, que más allá del dominio de diversas
estrategias de enseñanza, mismas que en adición a fomentar el aprendizaje, propicien
la reflexión, la originalidad, la curiosidad, flexibilidad, imaginación, y un ingrediente
aglutinador y catalizador: la motivación.

En pro de la educación integral, se debe incorporar la psicopedagogía de la creatividad,


tanto para que la persona desarrolle todo su potencial, como para impulsar el
desarrollo social. Las actuales instituciones educativas no pueden estar al margen de la
evaluación y desarrollo de la creatividad (Martínez-Otero, 2005).

Otra de las precisiones del tema es el aspecto relacionado con la característica


multifactorial de la creatividad, ya que, así como las inteligencias múltiples (Gardner,
2011), podemos hablar de creatividad técnica, pragmática, intelectual, artística,
imaginativa, científica, manual, social, por mencionar las principales. Por ejemplo, un
profesor muy creativo y motivante en sus cátedras puede ser una persona socialmente
aburrida (Schnarch-Kirberg, 2010).

Por su parte Kaufman (2009), expresa que, en definitiva, hablar de creatividad es


hablar de una conjugación de habilidades, llevada a un nivel de rendimiento superior al
promedio. Es como un corredor de bolsa de Wall Street, donde las oportunidades ahí
están, pero las condiciones son muy cambiantes y determinar los momentos más
adecuados para comprar (o vender), requieren de toda una combinación de
habilidades creativas.

Creatividad y la innovación, creatividad para la I+D+i. En cuanto a la investigación,


desarrollo tecnológico e innovación (I+D+i), el ingrediente creativo es indispensable. En
un reporte publicado en 2003 por la National Academies Press de los EUA, de un
proyecto sobre tecnologías de la información y la creatividad, aprobado por el
Governing Board of the National Research Council, destaca entre otras cosas, la
importancia de las redes creativas, donde la combinación de prácticas avanzadas de
creatividad a través de las tecnologías de información, juegan un rol determinante
para la colaboración, generación y administración de nuevos conocimientos creativos e
innovadores (Mitchel, Inouye, y Blumenthal, 2003).

Por su parte Brown (2008), investigador de creatividad y líder del Stanford Design
Program, mediante un ejercicio rápido que consiste en dibujar al compañero en un
minuto, y luego resaltar la barrera que se les presenta a la mayoría, para mostrar su
dibujo, explica que ese mismo ejercicio en los niños es muy diferente, porque ellos no
están pensando en los juicios que se emitirán sobre su trabajo y lo muestran de
inmediato y orgullosos de él. A través de su plática describe la importancia de la parte
emocional, la motivación y sobre todo la auto - confianza creativa de las personas.

Explica que entre las estrategias que ellos utilizan en su compañía de diseño, se
encuentra la exploración a modo de juego, el edificio lúdico y el juego de roles. Siendo
algunas de las formas en que los diseñadores utilizan el juego en su trabajo, como un
detonante que los hace salir a jugar como un niño. Los trasladan a un estado infantil
imaginario, porque los niños tienen un alto grado de auto confianza, no tienen temor a
la crítica (Brown, 2008).

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Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Teorías de creatividad. El investigador húngaro Csikszentmihalyi (2004), profesor de la


universidad de Claremont en California, EUA, diseñó la teoría de fluidez (FLOW);
considera que es el estado en el que los desafíos y las habilidades son más altas que el
promedio. Entonces se estarán realizando cosas de manera muy diferente que otras
personas, y si adicionalmente se está haciendo lo que realmente se quiere hacer, la
creatividad fluirá aparentando ser natural, ya que todas las áreas que intervienen en el
actuar se convierten poco a poco en positivas.

Adicionalmente cada uno de nosotros nace con dos conjuntos contradictorios de


instrucciones: uno conservador, asociado al instinto de auto-preservación y auto-
engrandecimiento, y por otro lado una tendencia expansiva formada por instintos para
explorar, disfrutar de lo novedoso, el riesgo, y la curiosidad que conduce a la
creatividad. Mientras que la primera tendencia requiere un estímulo o apoyo del
exterior para motivar el comportamiento, la segunda puede marchitarse si no se
cultiva. Si se dispone de muy pocas oportunidades para la curiosidad, si demasiados
obstáculos se colocan en el camino de riesgo y la exploración, la motivación para
participar en el comportamiento creativo se extingue fácilmente (Csikszentmihalyi,
2009).

Otra teoría, es la del Pensamiento Janusiano o Pensamiento Bifronte (dos frentes).


Establece que este tipo de pensamiento permite concebir activamente dos o más
ideas, conceptos o imágenes opuestas, de manera simultánea. Diversas investigaciones
reportan que individuos excepcionalmente creativos recurren a formas de pensar
semejantes (Rothenberg, 2006; López, 2001).

Una aproximación a los procesos creativos, relacionada con el pensamiento Janusiano,


se enfoca en la idea que la gente creativa puede hacer asociaciones entre conceptos
remotos. Una respuesta instantánea al escuchar la palabra “vaca”, por ejemplo, puede
llevar a pensar en “pasto” (el cuál come la vaca), o “leche” (que produce la vaca). La
idea atrás de esta teoría de asociación, es que la conexión puede ser medida mediante
la presentación de tres palabras aparentemente sin relación, y viendo si la persona
puede derivar cuatro palabras que las conecten. Esta prueba es llamada Remote
Associates Test (RAT) (Mednick, 2011; Akbari, Hickendorff, y Hommel, 2012; Kaufman,
2009).

Al respecto del RAT un estudio sobre lenguaje natural en la web, determinó


estadísticamente la estrecha relación entre el pensamiento divergente y el
convergente, tomando como base la resolución de la prueba RAT. Los procesos
creativos implican el pensamiento divergente y convergente, que trasmiten lo
novedoso y el valor respectivamente. Por un lado, el pensamiento divergente da
acceso a un conjunto grande de asociados remotos, por el otro, saber cuáles de estos
resultados son relevantes, es una tarea típica convergente (Klein y Badia, 2015).

En el trabajo de Shapira y Liberman (2009), en su explicación de la teoría del nivel de


conceptualización de la distancia psicológica, encontramos una clara asociación con el
pensamiento Janusiano. Esta teoría define como distancia psicológica, cualquier cosa
que experimentemos como si no ocurriera aquí y ahora; se puede inducir una distancia
psicológica, simplemente cambiando la manera en que pensamos acerca de un
problema en particular, como el intento de tomar la perspectiva de otra persona, o

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Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

pensar como si fuera irreal o poco probable. En este sentido, Lile Jia y colegas de la
Universidad de Indiana en Bloomington, han demostrado que el aumento de la
distancia psicológica, contribuye significativamente para aumentar la creatividad.

Teoría de la Transferencia de Guilford (1952, 1967), citado por Carevic (2006); basada
en un modelo de estructura del intelecto, establece que una persona creativa, está
motivada por un impulso para estudiar problemas, en la búsqueda de soluciones a
estos. Dicho modelo se basa en el análisis combinatorio, constando de tres
dimensiones: (a) contenidos del pensamiento, (b) sus operaciones y (c) sus productos.

A grosso modo se tiene que en el eje uno, se sitúan los contenidos mentales, sobre los
que ejercitamos el entendimiento. En el eje dos, se ubican las operaciones mentales; el
conocer actualiza el saber, mismo que está registrado en la memoria; el pensamiento
lateral o divergente permite la generación de muchas y nuevas ideas, y el pensamiento
convergente focaliza el razonamiento hacia una idea; finalmente la evaluación, da luz
sobre la mejor idea, o la más cercana a la verdad. En el tercer eje se ubican los
productos del pensamiento.

Por lo anterior, para Guilford la creatividad es un factor relevante del aprendizaje, y


aprender es obtener nuevas informaciones. La creatividad pertenece pues, a los
conceptos globales del aprendizaje, y por ende puede ser adquirida, y posteriormente
transferida o aplicada en otros ámbitos (Carevic, 2006)

1.5. El pensamiento divergente.


Por su parte De Bono (1970,2015), considera que el pensamiento lateral o divergente,
está íntimamente asociado a la perspicacia y a la creatividad, quién ofrece en su obra
una serie de estrategias a base de ejercicios y problemas concretos para adquirir
habilidad en el uso del pensamiento lateral. Plantea que la gran diferencia es que la
perspicacia, la creatividad y el ingenio, tienen un carácter espontáneo independiente
de la voluntad, y el pensamiento lateral es más dado a ser determinado por la voluntad
consciente, tal como el pensamiento lógico o vertical.

Por tal motivo, a lo largo de su libro titulado Manual de Creatividad, describe


metodologías propias para desarrollar el pensamiento divergente, en un pleno
convencimiento que, como consecuencia, estará desarrollando la creatividad. Un
aspecto muy puntual del pensamiento divergente, es el desarrollo de la capacidad para
reestructurar de manera perspicaz cualquier situación o problema; dicho aspecto,
indudablemente propicia la generación de ideas o soluciones diferentes, que en el
mejor de los casos serán innovadoras (De Bono, 2015).

Desarrollo de las habilidades creativas. Hay muchas propuestas de técnicas, ejercicios,


juegos y demás, que se recomiendan para desarrollar la creatividad, como las que
describe Gómez (2005), en una compilación sobre desarrollo de la creatividad, toda
esa diversidad de más de 50 técnicas, desde la popular lluvia de ideas, hasta otras más
sofisticadas como la metodología de inventiva TRIZ, que también las encontramos en
una recopilación de (Pastor, 2011).

Así mismo, De Bono (1970,2015) engloba toda una serie de herramientas para ejercitar
el pensamiento divergente o lateral, agrupadas en sus “Seis sombreros para pensar”,
seis sombreros metafóricos que indican que tipo de pensamiento se debe utilizar en

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Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

ese momento. Son direcciones de pensamiento o enfoques, que permiten analizar una
situación desde seis ópticas diferentes. Las clasificaciones son: (a) blanco, sobre la
información, que se tiene, que se necesita y cómo se puede obtener (b) rojo,
sentimientos, intuición, presentimientos, y emociones, (c) negro, el juicio lógico
negativo, cautela, sanciones, razones en contra, (d) amarillo, visión lógica y positiva,
optimismo, potencialidades, (e) verde, pensamiento creativo, ideas nuevas,
alternativas, posibilidades e hipótesis, y (f) azul, control de procesos (meta –
pensamiento), modera los otros sombreros, propio de quién dinamiza.

Medición de los niveles creativos (Test de Torrance). Esta prueba, dentro del fuerte
sustento teórico que la soporta, tiene a la Teoría de la Transferencia de Guilford
(1952,1957) citado por Carevic (2006). El Scholastic Testing Service, Inc. (STS) de
Bensenville, Illinois (EUA), ofrece servicios de medición de las habilidades creativas,
mediciones que consisten en bancos de preguntas y ejercicios basados en la Batería de
Torrance o Torrance Test of Creative Testing (TTCT). STS proporciona el test y las
instrucciones necesarias para su aplicación y evaluación, o bien, con un costo adicional,
ellos pueden evaluar los tests aplicados (Torrance, 2018; Oliveira, Almeida, Ferrando,
Sainz, y Prieto, 2009).

Medición de productos creativos. Otra perspectiva para medir el pensamiento


creativo, es la que establece que se puede medir la calidad del pensamiento creativo,
vía la medición de productos creativos, clasificando las características a evaluar en: (a)
originalidad, la cual expresa la desviación del producto de soluciones rutinarias, (b)
oportunidad (appropriateness), que refleja la atención del individuo para hacer frente
a las restricciones de las tareas creativas, (c) elaborado, relativo al grado en el que el
nuevo producto está actualizado en comparación a lo ya existente, (d) flexibilidad, se
refiere al contexto y al contenido del nuevo producto (Klavir y Gorodetsky, 2011).

1.6. Influencia de la Motivación en la Creatividad.


Dentro de los factores que inciden en las habilidades creativas se tiene el entorno, la
formación académica, la cultura, y la personalidad. Así mismo, en las características de
la personalidad, que varias están consideradas como propias de un líder, tenemos la
tenacidad, la audacia, la curiosidad, y la motivación. Como ya se mencionó, dada la
complejidad del constructo creatividad, se seleccionó la característica Motivación, para
estudiar su influencia en la creatividad.

Motivación: Los expertos opinan. A través de 25 años de estudio sobre la creatividad,


ha concretado que dos factores de mucho impacto en la creatividad del individuo, son
por un lado el entorno donde se desarrollan los eventos, y por el otro, la motivación
intrínseca y extrínseca, que en el momento actúa en la persona. Como ya se mencionó,
la motivación extrínseca o externa, está basada normalmente en incentivos o
recompensas, que se ofrecen al sujeto para motivarle a que realice alguna acción; en
muchos casos este mecanismo no funciona favorablemente, y puede hasta bloquear el
proceso creativo.

La motivación intrínseca o interna, es aquella que tiene que ver con el placer o gusto
por hacer algo, la autoconfianza, la necesidad de reconocimiento y autorrealización,
que de alguna forma ha desarrollado el individuo. Esta es propiamente la motivación
que verdaderamente impulsa o enciende la flama creativa, con un impacto que

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Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

dependerá principalmente de la intensidad de dicha motivación intrínseca. Deja como


recomendación que el interés intrínseco, la curiosidad y el entusiasmo, no deben
tomar un “asiento trasero”, en el aprendizaje del estudiante; además de que los
actores principales en este proceso de desarrollo creativo, son el estudiante mismo, los
maestros y los padres (Glăveanu, 2016; Hennessey, 2004).

Amy Tan (2008) expresa, que uno de los principios de la creatividad es tener un
pequeño trauma infantil, por ejemplo, uno que cree que mucha gente ha tenido, es el
haber tenido muchas expectativas puestas en sí misma. Esto representa una
motivación para esforzarse extraordinariamente, pero sin el compromiso con nadie,
solo el deseo de hacerlo (motivación intrínseca).

De acuerdo a encuestas realizadas a investigadores de diversos centros en EUA se


categorizaron los factores mencionados por los entrevistados, y según la frecuencia
con que la priorizaron ellos (los entrevistados), encontraron en primer término la
motivación intrínseca, luego la habilidad y experiencia, orientación al riesgo,
habilidades sociales, y finalmente un rubro que denominaron como otras cualidades.
En cuanto a la motivación intrínseca, consideraron factores como la autonomía,
excitación por el trabajo mismo, entusiasmo, atracción por los cambios, el sentido de
trabajar en algo importante, compromiso, no apático, no ser motivado solo por el
dinero, reconocimiento o directivas externas (motivación extrínseca. Cabe hacer notar
que, en otras cualidades, consideraron dos grupos: (a) individuales: persistencia,
curiosidad, energía, honestidad intelectual, ingenuidad o imparcialidad por
preconcepción acerca del problema; (b) grupal: una sinergia positiva del grupo,
resultante de la combinación de habilidades y personalidades individuales de los
miembros (Amabile y Gryskiewicz, 1987).

En el mismo tenor, Kreitler y Casakin (2009), en un estudio realizado en el


departamento de psicología, en la universidad de Tel-Aviv, Israel, mostró la estrecha
relación entre motivación y creatividad. En dicho estudio, aplicado a 52 estudiantes de
arquitectura seleccionados al azar, se utilizó un cuestionario diseñado exprofeso, que
midió simultáneamente el estado de motivación, por un lado, y por el otro, los niveles
creativos de los encuestados.

Además de los aspectos directamente asociados con la creatividad, la fluidez,


flexibilidad, la elaboración, y el cumplimiento de los requisitos, evaluaron dos aspectos
ligados a la motivación, los sentimientos hacia el diseño, y el manejo de restricciones.
Tomando en cuenta los resultados sobre esos aspectos ligados a la motivación,
concluyeron que el instrumento es válido para medir la motivación para la creatividad,
y del enfoque de motivación cognitiva para la creatividad (Kreitler y Casakin, 2009).

Desafortunadamente, el instrumento de Kreitler y Casakin fue diseñado expresamente


para estudiantes de arquitectura; de hecho, la estructura del test gira alrededor del
diseño arquitectónico de un museo. Por lo anterior, no se considera adecuado para
estudiantes de ingeniería en informática, que es nuestro caso. Sin embargo, se rescata
el concepto (ya probado), de la influencia o impacto que tiene la motivación en la
creatividad.

Analizando el aspecto cultural y la creatividad, los autores Niu y Sternberg (2002),

215
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

estudiaron las características creativas de los individuos del Este (Asia), y el Oeste
(América y Europa), determinaron que difieren en su desempeño asociado al
pensamiento divergente y expresión creativa. Encontraron que la diferencia en los
valores sociales afecta profundamente su motivación, actitud, emociones, y
pensamiento, con una consecuente incidencia en el desempeño creativo.

Tres teorías de motivación. Los autores Sternberg y Grigorenko (2003), en su discusión


de la teoría de la inteligencia exitosa, encontraron que enseñando para ésta, es más
motivante para ambos, maestros y alumnos, lo que se traduce en un proceso de
enseñanza – aprendizaje más efectivo. Además, la aplicación de dicha teoría, provee
un modelo que potencialmente modifica la forma en la cual pensamos acerca de
identificar, enseñar y medir el talento. Los métodos propuestos los clasifican en
habilidades analíticas, creativas y prácticas.

Así mismo, llevan más allá sus conclusiones, aseverando que el mejor predictor del
éxito es la motivación. Visto así, el estado de motivación interna de la persona es
esencial no solo para las tareas que tengan que ver con la creatividad, sino como un
todo, para su desempeño personal y profesional.

Otra teoría la revisa Frager (1991), en su obra sobre el trabajo de Abraham H. Maslow
de motivación y personalidad, distingue una creatividad del talento particular, y una
creatividad de la autorrealización. La segunda, surge directamente de la personalidad y
se exhibe en sucesos de la vida diaria, revestidos muy comúnmente con un toque de
humor y con la tendencia constante por hacerlo todo creativamente. Resume que, la
creatividad de la autorrealización hace énfasis primeramente en la personalidad y
después en los logros. Los factores que hacen posible la creatividad generalizada son:
la valentía, el coraje, la libertad, la espontaneidad, la claridad, la integración y la auto
aceptación.

Adicionalmente, Infante, Ries y Valdés (2009), hacen referencia a la teoría de la


motivación – higiene, desarrollada por el psicólogo Frederick Herzberg (1959); cuyo
criterio es que el rendimiento de las personas varía en forma directamente
proporcional al grado de satisfacción personal. Esto significa que la respuesta al
trabajo (o al estudio), son diferentes cuando la persona se siente bien, o se siente mal.
Estos autores agregan, que a los aspectos motivacionales Herzberg (1959) los llamó
intrínsecos, y a los de higiene, extrínsecos. Como factores motivacionales tenemos:
Reconocimiento, responsabilidad, realización personal o logro, el trabajo como tal, y el
progreso o ascenso. Por el lado de los factores de higiene: política de la empresa,
administración, relaciones interpersonales, condiciones de trabajo y estudio,
supervisión, status, y el salario.

Nos dicen también, que la teoría de Existencia, Relación y Crecimiento (ERG, por sus
siglas en inglés), formulada por Clayton Aldefer (1969), no se fundamentó en nuevos
elementos, sino que reagrupó las necesidades de la pirámide de Maslow (1954). A
saber, la teoría de la jerarquía de necesidades de Maslow, plantea que las necesidades
básicas o de orden inferior, una vez satisfechas interesan a los individuos, para poder
incursionar en la búsqueda de otras de orden superior. Si se satisface una necesidad,
puede ser objeto de motivación, pero en caso contrario, puede generar frustración,
misma que puede ocasionar un retroceso al incumplimiento de otra necesidad de

216
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

orden inferior. En opinión de Aldefer, no necesariamente la búsqueda de la


satisfacción de las diferentes necesidades del ser humano es en el orden propuesto
por Maslow, sino en cualquier orden (Infante, Ries, y Valdés, 2009).

Profundizando en la motivación para la creatividad. La investigadora en creatividad


Teresa Amabile (2011, 2018), en su Principio del Progreso, resalta la importancia de ir
identificando pequeños logros, como la motivación para continuar avanzando en el
proceso creativo. Si bien se centra en el ámbito laboral, trasladar su propuesta a la
educación es totalmente transparente.

Amabile (1997) citada por Esquivias (2004), directora de investigación de la escuela de


negocios de Harvard University, con 30 años de estudio de este tema, desarrolló un
modelo de la creatividad el cual destaca tres características principales: (a) destrezas
relativas al área de conocimiento donde se desenvuelve el sujeto, (b) destrezas
propiamente para la creatividad y, (c) la motivación intrínseca. Esta teoría se clasifica
como ambiental, por el amplio interés en el entorno del individuo; aunado a lo
anterior, resalta el aspecto motivacional para la creatividad.

En la prueba de Klavir y Gorodetsky (2011) se describe una disposición para la


construcción de nuevos productos, como un factor que se desprende de que tan
motivado está el individuo, resaltando que esa disposición es una característica
esencial de la gente creativa. Sugiere un modelo de creatividad que se basa en un
producto relizado por una persona, como resultado de un proceso; es decir, la
creatividad implica una serie de características personales (como la motivación), un
proceso (por ejemplo, los procesos cognitivos) y la naturaleza del producto en
cuestión.

Plantean, además, que la predisposición para participar en la construcción de nuevos


productos, es un medio para evaluar a la persona creativa (Motivación). La
información relativa a la disposición de la persona (es decir, la motivación), para
participar en un proceso creativo simplemente se manifiesta por la producción de un
producto; esta disposición es una de las características esenciales de las personas
creativas. Para algunos la mera participación en un proceso creativo en sí es una
satisfacción, mientras que otros tienen la necesidad de la aprobación de la comunidad
en cuanto a su creatividad.

En este mismo sentido, agregan que la motivación puede influir en los procesos de
pensamiento y dar lugar a la producción de varios productos, que a su vez pueden
influir recíprocamente en los procesos de pensamiento. Es decir, la valoración de la
persona con respecto a su capacidad para hacer frente a la tarea, se convierte en
fuente de una mayor motivación para involucrarse en la producción de más productos
nuevos y originales (Klavir y Gorodetsky, 2011).

Sigmund Freud citado por Gardner (2011) también contribuyó a la comprensión de la


creatividad, la ilustración de Freud de la centralización de los procesos inconscientes,
subrayó el punto de que la actividad creativa no es un reflejo directo de la intención
deliberada, gran parte de su ímpetu y significado permanecen ocultos en el creador
individual y muy posiblemente, de las de su comunidad.

217
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Amabile (1982, 1996) citada también por Kaufman (2009), propuso el modelo
componencial de creatividad. Argumenta que se necesitan tres variables para que la
creatividad se produzca: (a) habilidades de dominio relevante, (b) habilidades de
creatividad pertinente o relevante, y (c) habilidades y tareas de motivación. Otras
habilidades de creatividad relevante incluyen la auto-disciplina y estar dispuestos a
tomar riesgos. Por último, habla de las tareas de motivación, ya que las personas que
son impulsados más por el disfrute y pasión tienden a ser más creativos que las
personas motivadas por el dinero, la alabanza, o los grados (Kaufman, 2009).

Así mismo, un problema potencial llamado “Los costos ocultos de las recompensas”,
destacado por Lepper y Greene (1978), citado por Kaufman (2009) en su obra
Creativity 101, es el hecho de que ofrecer una recompensa hace que algunas personas
encuentren interés, pero el centrarlo en dicha recompensa, puede disminuir la
motivación intrínseca.

De acuerdo al psicólogo y periodista Goleman (2012), promotor del concepto de


inteligencia emocional, explica que la cognición y las emociones son gestionadas en el
cerebro, y que por tal, hay una influencia mutua. Algunos de sus trabajos han ido
encaminados a desarrollar técnicas para el control de las emociones, principalmente
las negativas, demostrando el impacto que ello tiene en el desempeño de la persona.

Por su parte González (2009), enfatiza sobre la importancia del profesor en el proceso
enseñanza aprendizaje, ya que, como facilitador, mediador y diseñador, es esencial en
las tareas de dirección, motivación, interiorización, y formación de las estructuras
mentales o cognitivas del estudiante. Habla, además, de una asimilación por etapas,
donde el punto de partida es precisamente la motivación.

Hay evidencia abundante de que las personas son más creativas cuando están
intrínsecamente motivadas, que cuando están extrínsecamente motivadas por
situaciones como evaluaciones, vigilancia, competencia con pares, ordenes de un
superior, o la promesa de recompensa (Amabile, 1997). Vemos una vez más la
importancia de la motivación interna y externa, y si bien la motivación intrínseca tiene
mayor contundencia sobre la creatividad, en un sentido de complementariedad, es
también importante la motivación que venga del entorno del individuo.

En un estudio en una universidad de Ecuador, resaltan la importancia que tiene


desarrollar la creatividad en universitarios, como un objeto de investigación a nivel
mundial. Plantea una serie de recomendaciones para iniciar con una capacitación a los
docentes, y puedan tener conocimientos profundos, actuales y diversos, para
estimular la creatividad en los estudiantes, que los encamine a ser profesionales con
grandes ideas, como parte del perfil que exige el sector empresarial (Piguave, 2014).

1.7. Justificación.
En cuanto a la investigación, desarrollo e innovación tecnológica (I+D+i) el ingrediente
creativo es indispensable. En un reporte publicado en 2003 por la National Academies
Press de los EUA, de un proyecto sobre tecnologías de la información y la creatividad,
aprobado por el Governing Board of the National Research Council, destaca entre otras
cosas, la importancia de las redes creativas, donde la combinación de prácticas

218
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

avanzadas de creatividad a través de las tecnologías de información, juegan un rol


determinante para la colaboración, generación y administración de nuevos
conocimientos creativos e innovadores. Mencionan a lo largo de ese reporte, que
tienen una visión clara de que la creación de redes de colaboración virtuales, con las
ventajas y facilidades de las comunicaciones y el internet como tal, proporciona un
contexto motivador, ya que inspira un aprendizaje colaborativo, que puede
desarrollarse más que con mayor rapidez, con mayor creatividad, la de todos los
integrantes de la red (Mitchel, Inouye, y Blumenthal, 2003).

Así mismo, la creatividad y la innovación son componentes esenciales en el desarrollo


empresarial, sin ellas una empresa no tiene muchas posibilidades de alcanzar el éxito,
por el contrario, debido a la tremenda competencia comercial y los incesantes
movimientos financieros los pueden llevar a dejar de existir. Esos componentes son los
detonantes para desarrollar la productividad y competitividad, necesarios para
transitar en mercados sometidos a continuas crisis económicas (Córdoba, Castillo, &
Castillo, 2018).

Pregunta de Investigación

¿Influye la motivación en el desarrollo de las habilidades creativas de estudiantes de


educación superior?

2. Método.
En esta sección se articuló la metodología a utilizar, para llevar a cabo el presente
estudio, sobre los efectos de la motivación en las habilidades creativas de estudiantes
de nivel superior. Cabe hacer notar que, si bien existen infinidad de estrategias para el
desarrollo creativo de las personas, en el presente estudio sólo se trabajó el factor
motivación.

2.1. Diseño.
Por la naturaleza del estudio, para realizar la investigación se utilizó el enfoque
cuantitativo, con un diseño cuasi experimental, y un nivel mínimo de manipulación de
la variable independiente. Cuantitativo, porque de acuerdo con Hernández, Fernández
y Baptista (2014), este enfoque se fundamenta en la recopilación de datos, para probar
la hipótesis planteada, a través de la medición numérica y el análisis estadístico, con la
finalidad de establecer patrones de comportamiento o probar teorías. Cuasi
experimental, porque se aplicará a un grupo intacto, y de nivel mínimo porque la
variable independiente solo tendrá dos grados: presencia, ausencia.
De acuerdo con la recomendación de Hernández, Fernández y Baptista (2010), se
construye la Tabla 1, donde se definen y operacionalizan las variables de este estudio;
siendo la variable independiente la motivación del estudiante hacia la creatividad, y la
variable dependiente, la creatividad o habilidades creativas del joven; más adelante se
detallan las características de dichas variables.

2.2. Participantes.
La intervención motivacional se realizó con estudiantes del quinto semestre (tercer
año) de ingeniería en sistemas computacionales, carrera que cuenta con una población

219
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

estudiantil que oscila entre 650 y 700 alumnos. Esto porque la necesidad de fortalecer
las habilidades creativas es por igual en todas las carreras que imparte el tecnológico
en cuestión.

Se considera la intervención a un grupo intacto, donde el investigador no tiene control


en la selección del grupo. Sin embargo, posterior a la integración del grupo (con los
estudiantes inscritos en él), se tomó una muestra de 20 estudiantes, seleccionados
como voluntarios, de un grupo de 35 estudiantes (que es el cupo máximo de un
grupo), de la materia de Taller de Bases de Datos. La selección se realizó dando
preferencia a estudiantes regulares (tiempo completo), y se consideraron los
antecedentes académicos, como promedio y reprobación entre otros.

Durante un semestre regular, recibieron sesiones de motivación, por un total de 30


horas (15 presenciales y 15 por él mismo). Dicha motivación consistió principalmente,
en videos especializados como los del sitio web sobre Tecnología, Entretenimiento y
Diseño (TED), y otros videos de motivadores como Miguel Ángel Cornejo y César
Lozano.

Esos videos se filtraron por un panel de cinco investigadores, quienes además


aportaron ideas concretas sobre cómo llevar la discusión de esos temas con los
estudiantes. Una vez seleccionados se organizaron por tópicos en una plataforma
Moodle en la web, para llevar un mejor control sobre los que se revisaron en clase, y
los otros de manera individual por los estudiantes.

Tabla 1.

Definición operacional de las variables Motivación y Creatividad. Elaboración propia.

Motivación intrínseca en el
desempeño diario (variable Expresión creativa (variable
Variable independiente). dependiente).

Definiciones La motivación intrínseca o Componente del intelecto del ser


conceptuales interna, es aquella que tiene humano, su característica principal es la
que ver con el placer o gusto “producción” de ideas nuevas y
por hacer algo, la diferentes a las de los demás (Recio,
autoconfianza, la necesidad 2013)
de reconocimiento y
autorrealización, que de
alguna forma ha desarrollado
el individuo. (Hennessey,
2004)

Definiciones Test psicométrico para medir Batería de Torrance o Torrance Test of


operacionales el grado de motivación Creative Testing (TTCT), Oliveira,
intrínseca. (Vilchez, 2008) Almeida, Ferrando, Sainz y Prieto (2009)

2.3. Instrumentos.

220
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

La medición tanto inicial como la final (pretest y post test), de las habilidades creativas,
se realizó mediante un instrumento proporcionado por el Scholastic Testing Service,
Inc. (STS) de Bensenville, Illinois (EUA). Las mediciones consisten en bancos de
preguntas y ejercicios basados en la Batería de Torrance o Torrance Tests of Creative
Testing (TTCT), en este caso el módulo Figurativo, basado en la medición del
pensamiento creativo con imágenes (Torrance, 2018; Oliveira, Almeida, Ferrando,
Sainz, y Prieto, 2009).

Por un acuerdo de confidencialidad firmado con STS, no se puede mostrar el mismo, ni


siquiera una parte de él. A continuación, se describe el TTCT:

(a) Es un cuaderno con las instrucciones de aplicación, por separado viene el


cuaderno de revisión, y finalmente los cuadernillos de aplicación en
paquetes de 20, según se adquieran.

(b) El cuaderno de aplicación inicia con una silueta amorfa, sobre la cual se pide
al estudiante que dibuje algo basado en dicha silueta, se le da un tiempo
determinado. Este es el elemento clave, de hecho, lleva mayor puntuación.
Aquí se revisan cuántos elementos agregó a la figura, para valorar la fluidez
de ideas, el detalle puesto en cada elemento para evaluar la elaboración.
Luego vienen series de elementos con líneas en diferentes posiciones,
dónde se pide que agregue otras y le dé un nombre al producto, esto es
para evaluar títulos.

Posteriormente vienen ejercicios clásicos de los exámenes psicométricos: la figura que


sigue, en variantes de líneas, círculos, cuadrados, rombos, y conjuntos de números.
Aquí se evalúa elaboración y cierre prematuro, que significa qué tan rápido se
“bloquea” la mente siguiendo una idea. Más adelante se amplía cada uno de estos
conceptos que integran los elementos de medición de la creatividad con el TTCT.

2.4. Análisis de datos.


El análisis de los datos que se fundamentó en una base estadística, sobre los datos
recogidos de las pruebas aplicadas a los estudiantes (pre test y post test). Anticipando
que, el patrón de comportamiento que se quería establecer (o caracterizar), como ya
se mencionó, es la influencia de la motivación, en la creatividad de los estudiantes.

Para la determinación de factores más allá de la media, mediana y moda, se recurrió al


Statistical Package for the Social Sciences (SPSS); mismo que facilitó la realización de
los cálculos necesarios, para hacer una evaluación precisa y objetiva de la tendencia o
generalidad en el comportamiento de dichos resultados, así como de cada rubro o
característica evaluada en el test.

De acuerdo a Molina y Rodrigo (2010), el índice f de Cohen, permite determinar la


asociación entre una variable categórica y una variable cuantitativa, en el caso
particular de una temporalidad, en la aplicación de una prueba previa y luego posterior
(pre y post test). Un valor de f=0 denota la ausencia de asociación, y f=1 una
dependencia directamente proporcional o una asociación muy fuerte.

La variable categórica (X) es la ausencia o presencia de la intervención (pre y post test),


para cada alumno del estudio (no motivado y motivado). La variable cuantitativa (Y)

221
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

será la medida obtenida en el test de Torrance TTCT, siendo un resultado para cada
característica de creatividad (fluidez, elaboración, originalidad, cierre prematuro y
abstracción de títulos).

Es decir que, mediante el índice f de Cohen, se determinará la asociación o relación (si


la hay), entre la motivación, y las habilidades creativas de los estudiantes que
participaron en el presente estudio. Lo anterior representa, que dicho índice será la
medida del impacto, que la motivación tenga en la creatividad de los estudiantes; una f
de Cohen = 0, representará que no hay impacto alguno; si la f reporta un valor, esa
será la medida del impacto de la motivación en la creatividad.

3. Resultados.
Se muestran los índices de creatividad, tanto del test preliminar, como del posterior
(pre test y post test). Se analizan de manera global (como índice de creatividad del
estudiante), y luego por cada rubro del test de Torrance (TTCT). El análisis de varianza
(ANOVA, por sus siglas en inglés), se realizó en ambos casos, en lo general y por
categoría.

Esta prueba, se divide en cinco categorías: (a) fluidez: capacidad para generar ideas, (b)
originalidad: producir ideas nuevas u originales, (c) abstracción de títulos: habilidad
para representar una idea completa en un título, (d) elaboración: nivel de detalle en la
descripción o elaboración de la idea, y (e) cierre prematuro: limitación en la cantidad
de ideas producidas.

Índices de Creatividad. Es pertinente destacar, que las tablas de valoración del Test de
Torrance, son muy específicas para los rangos de edad, pero esa es solo la
consideración para evaluar los test aplicados; dicho test es el mismo que se aplica en
otros rangos o niveles. Primero veamos los valores globales por estudiante.

En la Tabla 2, se observan los valores acumulados para el total de la prueba, tanto en la


fase preliminar, como en la posterior, para cada estudiante. En la última columna, se
agrega la variación entre el valor inicial y el final, solo para destacar, que en todos los
casos se produjo un incremento. En todos los casos se lograron incrementos, en el
caso del estudiante 13, solo incrementó un 5%. Por el otro lado, se observa que el
estudiante 16, obtuvo un incremento del 112%, que resulta espectacular.

Análisis de Varianza (ANOVA). Después se presentan de manera gráfica esos datos


(Figura 1), para apreciar la generalidad del índice de creatividad, en la muestra
utilizada. Es de percibirse, que los niveles creativos están muy dispersos, desde valores
de 51, hasta 102 que es el más alto. Para normalizar los datos, se recurrió a la
estadística descriptiva, se aplicó el análisis de varianza (ANOVA), y se utilizó el
programa de software SPSS.

Molina y Rodrigo (2010), afirman que por medio del índice f de Cohen, se puede
determinar la asociación de una variable categórica con una variable cuantitativa. En
este caso la variable categórica, es la variable independiente, que es la motivación; la
variable cuantitativa, es la variable dependiente, que es en este caso el índice de
creatividad del estudiante.

222
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Dado que el software SPSS, no proporciona una opción para calcular el índice f de
Cohen, se recurrió al procedimiento de la eta cuadrada (eta ̂ 2). En IBM (2009),
informan que dicho índice, es igual a la raíz de la fracción de la eta cuadrada entre uno
menos la misma eta cuadrada (f = raíz (eta^2 / (1 - eta^2)) (IBM, 2009).

Figura 1.

Índice TTCT total por alumno. Fuente: Realización Propia

Prueba A Prueba B

97 102
82 88
88 75
61 62 89 72 72
70 67
55 52 60 55 54 51
52
73 70 69 59 59 73 58
40 48 47 46 45 40 55 45 42 55 45 52
28
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20

Tabla 2.

Índice total de creatividad de Torrance, por estudiante. Elaboración propia

Estudiante Pre Test Post Test Variación %


01 44 55 11 25
02 73 82 9 12
03 70 88 18 26
04 28 52 24 86
05 48 70 22 46
06 47 67 20 42
07 69 97 28 41
08 59 88 29 49
09 46 52 6 13
10 45 60 15 33
11 40 55 15 38
12 55 61 6 11
13 59 62 3 5
14 45 54 9 20
15 73 102 29 40

223
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

16 42 89 47 112
17 55 72 17 31
18 45 51 6 13
19 58 75 17 29
20 52 72 20 38

Utilizando los valores mostrados en la Tabla 1, del Índice de Creatividad, se


calculó la eta cuadrada con el SPSS, y luego fue aplicada la fórmula arriba expresada,
para obtener el índice f de Cohen (Tabla 3). Así mismo, se calculó la f de Cohen, para
los rubros de fluidez, originalidad, títulos, elaboración, y cierre prematuro; los datos
para esto se mostrarán más adelante, en el análisis individual de cada categoría.

Tabla 3.
Eta cuadrada y el índice f de Cohen. Elaboración propia

Índice de Creatividad eta cuadrada (eta ^ 2) f de Cohen

TTCT 0.914 3.260

Fluidez 0.796 1.975

Originalidad 0.855 2.428

Títulos 0.843 2.317

Elaboración 0.495 0.990

Cierre prematuro 0.435 0.877

Al observar el valor de 0.914 para la eta cuadrada, en el caso del índice general de
creatividad o índice TTCT, calculado sobre el resultado de todos los estudiantes, se
indica lo siguiente: La relación de la motivación con la creatividad es contundente y
muy fuerte; esto se desprende del hecho de que de acuerdo a IBM (2009), un valor de
0 para la eta cuadrada es la ausencia de relación, y conforme se acerque a la unidad, la
asociación es más fuerte.

Como consecuencia, de acuerdo a Molina y Rodrigo (2010), por definición, un valor de


0 para el índice f de Cohen representa una relación nula entre las variables
involucradas. Conforme aumente el valor, la asociación de las variables es más fuerte;
los valores usuales van de 0 a tres, ya que, de tres en adelante, aumenta
exponencialmente.

Por esto, el valor de 3.260 para la f de Cohen, en el caso del índice general de
creatividad o TTCT de .914, representa una confirmación al resultado de la eta
cuadrada, en el sentido de una fuerte asociación entre las dos variables. Esto

224
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

representa que la motivación tiene un impacto totalmente contundente en las


habilidades creativas del estudiante.

Adicionalmente, se analizan los resultados individuales para cada rubro de creatividad,


ya que como se observa en la Tabla 3, los valores de la f de Cohen, de 0.990 y 0.877,
para la categoría de Elaboración y Cierre Prematuro respectivamente, aunque reflejan
una fuerte asociación con la motivación, no son tan fuertes como las categorías de
Fluidez, Originalidad, y Abstracción de Títulos.
Tabla 4.

Índices individuales de creatividad de Torrance, por estudiante (mayor impacto.

Índice de Fluidez Originalidad Títulos


Creatividad
Pre Test Post Test Pre Test Post Test Pre Test Post Test

01 10 13 15 17 2 4
02 17 20 22 26 7 7
03 17 25 20 24 8 10
04 7 11 9 16 1 5
05 13 19 14 18 3 9
06 10 17 15 21 3 4
07 16 26 22 29 6 8
08 12 18 18 26 5 9
09 12 13 15 18 2 2
10 9 12 14 17 4 8
11 6 12 13 17 4 4
12 15 16 18 20 0 0
13 12 12 18 19 5 6
14 9 12 14 16 5 5
15 20 26 19 29 9 10
16 13 26 14 27 3 9
17 16 23 17 19 7 10
18 10 12 14 15 2 2
19 12 16 18 22 5 6
20 13 21 16 23 5 3

Elaboración propia

ANOVA para las categorías individuales. A continuación, se separarán las tres primeras
categorías de Fluidez, Originalidad y Títulos, que son las más fuertemente relacionadas
con la motivación. En la Tabla 3, se presentan los resultados de los dos tests para estos

225
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

rubros; partiendo de ahí, se realizó el análisis de dispersión de la eta cuadrada, y se


concluyó con el índice de asociación de la f de Cohen.

Respecto a la relación de la motivación con la creatividad, se observó un


comportamiento similar al índice global o general, de un incremento generalizado
entre la prueba preliminar y la posterior. Con la salvedad, de que aquí si se pueden
observar casos como el de los estudiantes 11, 14 y 18, los cuales no tuvieron variación
alguna, en la categoría de abstracción de títulos.

Incluso, se observó el caso extremo del estudiante 12, quien además de no mostrar
variación en la categoría de Títulos, mostró una total imposibilidad de producir títulos
con una correcta asociación de ideas. Este solo hecho, muestra que es un caso
particular de estudio, ya que, si la motivación logró “mover” a la mayoría de los
estudiantes en este rubro en particular, habría que averiguar por qué no se logró con
este estudiante.

Ahora bien, continuando con la influencia de la motivación en la creatividad, se


observa la eta cuadrada y la f de Cohen para estos tres rubros. En la tabla 5 se
presentan estas tres categorías, donde sendos valores de la eta cuadrada están
cercanos a la unidad (0.796, 0.855, 0.843), lo que representa una total y contundente
relación entre motivación y estas categorías. De la misma forma, esto es lo que refleja
la f de Cohen, ya que los valores están muy sesgados al tres, y se ubican al otro
extremo del cero.
Tabla 5.
Eta cuadrada y el índice f de Cohen para la Fluidez, Originalidad y Títulos. Elaboración propia

Índice de Creatividad eta cuadrada (eta ^ 2) f de Cohen

Fluidez 0.796 1.975

Originalidad 0.855 2.428

Títulos 0.843 2.317

Por último, se presentan las categorías de Elaboración y Cierre Prematuro, que


resultaron un poco menos influenciadas por la motivación. En la Tabla 6, se indican los
valores de creatividad, para las categorías de Elaboración y Cierre Prematuro, que
fueron las que resultaron un poco menos influenciadas por la motivación.

La característica creativa, que se mide en el rubro de elaboración, tiene que ver con el
nivel de detalle, o qué tan elaborada es cada idea que se plasma en las diferentes
actividades del test. En opinión de quienes esto escriben, un factor que
definitivamente limita la “producción” de ideas elaboradas, es el factor tiempo. Esto
debido a que el tiempo total del test son 30 minutos, repartido en tres actividades de
10 minutos cada una.

226
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Por el lado del cierre prematuro, tenemos que éste, está asociado al hecho de
mantener la fluidez en la generación de ideas creativas, Esto significa que, hasta el
último momento, la idea que se genere sea original, o con cierto grado de elaboración.
En este sentido, se considera la posibilidad de que esto también depende del factor
tiempo, ya que la diferencia entre las ideas creativas generadas y las que no lo son,
normalmente no va a ser mucha, siempre y cuando el estudiante realice el test con la
seriedad requerida, que fue el caso que se presentó en el estudio.
Tabla 6.

Índices individuales de creatividad de Torrance, por estudiante (menor impacto). Elaboración propia

Índice de Elaboración Cierre prematuro


Creatividad Pre Test Post Test Pre Test Post Test
01 14 16 3 5
02 20 22 7 7
03 18 21 7 8
04 9 15 2 5
05 12 16 6 8
06 15 20 4 5
07 19 26 6 8
08 19 26 5 9
09 13 15 4 4
10 14 16 4 7
11 13 17 4 5
12 16 19 6 6
13 18 19 6 6
14 12 16 5 5
15 18 27 7 10
16 9 19 3 8
17 11 13 4 7
18 15 17 4 5
19 18 24 5 7
20 14 17 4 8

A pesar del comentario anterior, se observó la tendencia hacia una variación positiva
en el control del cierre prematuro. Se apreció que hay cinco casos en los que no hubo
cambio (estudiantes 02, 09, 12, 13, 14), y en el resto de los participantes, el
incremento fue pequeño. En la Tabla 7 se presentan los valores de la eta cuadrada y la
f de Cohen para estas categorías de la Elaboración y el Cierre Prematuro.

227
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

Tabla 7.

Eta cuadrada y el índice f de Cohen para la Elaboración y el Cierre Prematuro. Elaboración propia

Índice de Creatividad eta cuadrada (eta ^ 2) f de Cohen

Elaboración 0.495 0.990

Cierre prematuro 0.435 0.877

En la Tabla 7, se observa que aún con los valores más reducidos en la variación entre el
pre test y el post test, para las categorías de la Elaboración y el Cierre (Tabla 5), los
valores de 0.495 y 0.435 para la eta cuadrada, denotan una buena relación entre la
motivación y estos dos rubros creativos. Esto porque como ya se mencionó, una eta de
cero es una relación nula entre las variables, y la unidad (1), es una relación totalmente
estrecha de las variables, es decir, que esos valores de eta son bastante significativos.

Finalmente, si lo que interesa es conocer cuál es la influencia de la motivación sobre


las habilidades creativas, los valores de 0.990 y 0.877 para la f de Cohen, colocan en un
valor de un tercio (1/3) a la relación de nuestras variables. Se puede considerar como
una relación de impacto moderado (o bajo si se quiere), pero el caso es: la motivación
también tiene una influencia significativa, en las habilidades creativas denominadas
como Elaboración y Cierre Prematuro.

4. Discusión.
Sobre la pregunta de investigación: ¿Influye la motivación en el desarrollo de las
habilidades creativas de estudiantes de educación superior? El resultado encontrado
fue determinante, demostrando que las habilidades creativas de los sujetos se ven
sustancialmente favorecidas por un estado de motivación positiva. Demostrado esto
por los valores encontrados en el análisis de dispersión (ANOVA), donde el peor de los
casos fue cero, es decir no tuvo afectación, siendo un caso aislado, el resto fueron
respuestas positivas de la creatividad ante la motivación.

En el análisis de correlación, los resultados de la f de Cohen determinaron la estrecha


relación de la variable categórica motivación, y la variable cuantitativa creatividad,
sustentando el efecto que la motivación ejerce sobre la creatividad. Si bien el efecto es
más fuerte sobre los componentes de la creatividad, fluidez, originalidad y títulos,
también muestra un efecto positivo sobre los componentes elaboración y cierre
prematuro.

Lo anterior es coherente, ya que de acuerdo con Hennessey (2004) los factores de


mayor impacto en la creatividad del individuo son el entorno y la motivación. Nos dice,
además, que la motivación está estrechamente vinculada con el gusto por hacer algo,
la autoconfianza, el reconocimiento, y la autorrealización; es esto el detonador de la
chispa creativa.

228
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

Recomienda, además, que la motivación conformada entre otros aspectos, por el


interés, la curiosidad y el entusiasmo, es un factor que debe estar “en primera fila” en
el aprendizaje del estudiante. Resalta también que la motivación, como parte del
proceso de desarrollo creativo, tiene como actores principales al estudiante mismo, los
maestros y los padres (Hennessey, 2004).

Por su parte, Amy Tan (2008) considera que, en muchos casos, el hecho de que la
persona haya tenido muchas expectativas en sí misma es un detonante para la
creatividad. Lo anterior representa la motivación necesaria y suficiente para esforzarse
de manera extraordinaria, sin compromiso con nadie, solo el deseo y el gusto de
hacerlo.

Sobre el estudio realizado por Duarte (1988) en la Universidad Autónoma de Yucatán,


donde resultó que las habilidades creativas de los estudiantes se habían visto
disminuidas, eso es muy preocupante para dicha universidad y en general para el
sistema educativo nacional, porque esto es un caso de lo que posteriormente
menciona el experto en educación el Dr. Sir Ken Robinson: “Todo ser lleva un talento
en su interior, pero en las escuelas no se fomenta la creatividad” (Robinson, 2010, pág.
2). Lo anterior es alarmante, porque si bien no hay evidencia de un desarrollo creativo
a lo largo de su educación, en la etapa universitaria se le “llena de conocimientos” de
tal manera que se inhiben sus habilidades creativas.

Por su parte Sternberg y Grigorenko (2003), en su discusión de la teoría de la


inteligencia exitosa, encontraron que, enseñando para ésta, es más motivante para
ambos, maestros y alumnos, lo que se traduce en un proceso de enseñanza –
aprendizaje más efectivo, aseveran que el mejor predictor del éxito es la motivación. El
estado de motivación interna de la persona es esencial no solo para las tareas que
tengan que ver con la creatividad, sino como un todo, para su desempeño personal y
profesional. Este efecto sinérgico de enseñar para la inteligencia exitosa, al influir en el
profesor, crea un círculo virtuoso de motivación maestro – alumno.

Infante et al. (2009) proponen que la pirámide de necesidades de Abraham Maslow no


tiene que ser en ese orden, sino dependiendo de la relación entre el desempeño de las
personas y la razón o fuerza para cubrir sus diversas necesidades. Si se logra
sensibilizar al estudiante de los tipos de necesidades que todo sujeto suele tener y lo
que cubrir éstas significa para la satisfacción personal, necesariamente habrá una
respuesta motivante en él.

El presente estudio demuestra, que un individuo motivado, expresa de manera


significativamente mayor sus habilidades creativas. Además de esto, el estudio
muestra lo accesible y eficaz que es un mecanismo para medir las habilidades
creativas, como fue en este caso particular, la prueba de Torrance o TTCT.

Por otro lado, se encontró que con uno solo de los factores que inciden en la
creatividad, como lo es la motivación, se pueden obtener resultados muy significativos
en la expresión de las habilidades creativas e innovadoras de los estudiantes. Es
pertinente aclarar, (sin demeritar el valor de las propuestas para ejercitar o desarrollar
la creatividad), que los resultados obtenidos por la intervención motivacional son
contundentes y concluyentes, de tal forma que la motivación, no se debe considerar

229
Bojórquez Díaz, Sotelo Castillo, Quintana López y Barrera Hernández

como un factor complementario para la creatividad, sino un aspecto principal y


fundamental.

Existen también propuestas para ejercitar o desarrollar la creatividad, tales como los
Seis sombreros para pensar De Bono (2015), las contenidas en Creatividad Aplicada en
Schnarch (2008), y las que se encuentran en la metodología de inventiva de TRIZ en
Pastor (2011). Estas propuestas están centradas en ejercicios o técnicas basadas en la
práctica y solución de planteamientos diversos, por medio de los cuales, de acuerdo
con los autores, la persona desarrolla sus habilidades creativas.

De acuerdo con Robinson (2006), las habilidades creativas de los individuos, son
similares a las capacidades intelectuales como el pensamiento lógico matemático,
medidas con el cociente intelectual (CI). Al igual que el CI, la creatividad ahí está desde
la niñez, lo que comúnmente se tiene entendido por creatividad, es en realidad la
expresión creativa, misma que sí se tiene que fomentar.

Inclusive, se considera que la educación, al privilegiar la enseñanza basada en la


memorización y acumulación de conocimiento, inhibe la expresión creativa. Esto
significa que en gran medida la educación, de manera “inconsciente”, no promueve en
muchos casos la expresión creativa, por el contrario, la coloca en un “asiento trasero”
o peor aún, la limita. (Robinson, 2010; Robinson,2006)

Por lo anterior, y desprendido del resultado muy positivo observado en este estudio,
sobre el impacto de la motivación en la creatividad, se considera fundamental trabajar
en la motivación del estudiante. Se insiste en centrar todo esfuerzo por promover la
expresión creativa del estudiante, en motivarlo y enseñarle en auto motivación; esto
por sobre otras actividades como las tendientes a ejercitar o desarrollar la creatividad.

La motivación constante. En adición a todo lo anterior, tenemos que en experiencia de


quienes esto escriben, en su paso por alguna institución privada, se observa que una
de sus buenas prácticas es la motivación. Esquemas donde a lo largo de toda la retícula
y de todas las sesiones, forma parte del encuadre y del cierre, una “pequeña dosis” de
motivación, sin importar la materia de que se trate. Han trabajado en ese aspecto al
paso de los años, de tal suerte que ya no forma parte de la capacitación de nuevos
profesores, es una cuestión cultural en sus planteles. En algunos casos dicha cultura es
transmitida por profesores egresados del mismo plantel.

5. Conclusiones.
Si las habilidades creativas son impulsadas por la motivación interna o intrínseca, es un
indicativo de que instituciones educativas y el sector productivo deben trabajar en
esto. Desde el punto de vista educativo, la intervención motivacional mencionada en el
presente estudio, acompañada del sistema de medición de la creatividad, son un
punto de partida para este fin, motivar para la creatividad.

Las habilidades creativas de los sujetos de una nación en general, son la esencia del
desarrollo científico y tecnológico del país. Innegablemente, los países industrializados
como Alemania, Japón, Inglaterra y los Estados Unidos entre otros, además de

230
Bienestar y Satisfacción Vital en Educación

economías emergentes como China, Taiwán, y Corea, han encontrado las formas
adecuadas de formar en creatividad, y explotar esos talentos en sus ciudadanos.

En el caso de México, que estamos muy por debajo en la productividad científica y


tecnológica mundial Wipo (2012), es incuestionable que tenemos al frente un reto
enorme por abordar: incrementar la creatividad y la innovación en general. En esta
dirección, el punto de partida es saber en dónde estamos, ¿cómo?: midiendo las
habilidades creativas.

Si las empresas y los demás sectores nos han demandado de siempre, que requieren
que nuestros egresados tengan habilidades y destrezas en liderazgo, es esto entonces
una prioridad en nuestro sistema educativo. En el caso particular de los estudiantes de
ingeniería (objeto de este estudio), este tema del liderazgo es un punto álgido.

En innumerables ocasiones, y en diferentes foros y formas, los empresarios nos


señalan que técnicamente, nuestros egresados le llegan a un nivel aceptable, pero que
en habilidades y destrezas “blandas” como el liderazgo, tienen severas deficiencias.
Dentro de esas habilidades enmarcadas en el liderazgo tenemos el trabajo en equipo,
la proactividad, tenacidad, entusiasmo, y la creatividad.

Ahora bien, este estudio se centró en la influencia de la motivación en la creatividad.


Aun así, un resultado complementario si se le quiere llamar así, es el hecho de que la
motivación, por su naturaleza emocional, tiene una fuerte incidencia en la
personalidad. Esto significa que, si trabajamos en la motivación, estaremos trabajando
más que en el fomento de la expresión creativa, estaremos en la dirección de formar
en liderazgo, en todos sus componentes.

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