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Módulo # 4
Objetivos Específicos:
Competencias a alcanzar:
I. Contenido
INTRODUCCIÓN
Las empresas están concediendo cada vez más licencias sobre sus invenciones para
generar ingresos adicionales. Las encuestas indican que una de cada cinco empresas
europeas, una de cada cuatro empresas japonesas y una de cada siete empresas
estadounidenses tienen concedidas licencias sobre tecnologías patentadas. Cuando
se tiene en cuenta el número de empresas que desean vender licencias sobre sus
invenciones, el porcentaje aumenta de forma significativa.
En algunos casos, las licencias constituyen la base sobre la que se construye una
empresa. Así, por ejemplo, la empresa estadounidense Qualcomm Inc. se dedica al
negocio de desarrollar tecnologías innovadoras para conceder licencias a fuentes
externas. Estos acuerdos de licencia con pago de regalías generan una proporción
importante, un 36% en 2010 de los ingresos de la empresa.
En los últimos decenios del siglo XIX empresas comerciales como Montgomery Ward
y luego Sears iniciaron la venta por catálogo en los Estados Unidos. Este sistema de
venta, revolucionario para la época, consiste en un catálogo con fotos ilustrativas de
los productos a vender. Este permitió a las empresas captar nuevos segmentos de
mercado que no estaban siendo atendidos. Además, otro punto importante a tener
en cuenta es que los potenciales compradores pueden escoger los productos en la
tranquilidad de sus hogares, sin la asistencia o presión, según sea el caso, de un
vendedor. La venta por catálogo tomó mayor impulso con la aparición de las tarjetas
de crédito; además de determinar un tipo de relación de mayor anonimato entre el
cliente y el vendedor.
A principio de los años 1970, aparecieron las primeras relaciones comerciales que
utilizaban una computadora para transmitir datos, tales como órdenes de compra y
facturas. Este tipo de intercambio de información, si bien no estandarizado, trajo
aparejadas mejoras de los procesos de fabricación en el ámbito privado, entre
empresas de un mismo sector.
A mediados de 1980, con la ayuda de la televisión, surgió una nueva forma de venta
por catálogo, también llamada venta directa. De esta manera, los productos son
mostrados con mayor realismo, y con la dinámica de que pueden ser exhibidos
resaltando sus características. La venta directa se concreta mediante un teléfono y
usualmente con pagos de tarjetas de crédito.
En 1995 los países integrantes del G7/G8 crearon la iniciativa Un Mercado Global
para PYMEs con el propósito de acelerar el uso del comercio electrónico entre las
empresas de todo el mundo.
Infraestructura y fundamentos:
Una de las misiones de los bancos consiste en ser capaces de anticiparse a los
futuros hábitos de compra de los clientes. La idea de que el cliente bancario valora el
contacto personal, va quedando matizada en el sentido de que valora
preferentemente el servicio personalizado antes que dicho contacto, siendo los
clientes de renta alta y los más jóvenes los que más valoran el precio y la rapidez. El
principal riesgo de la anticipación en banca electrónica es equivocarse con la
tecnología escogida o errar en el “timing”.
En el presente la banca debe de contar con múltiples puntos de acceso para los
clientes, sin importarle tanto dónde se encuentren sino su disponibilidad a través de
los diferentes medios: el usuario valorará menos el hecho de tener un banco cerca,
que el saber que puede acceder a los servicios del banco en cualquier momento. Se
buscará una mayor satisfacción del cliente y la captación de nuevos clientes
mediante el abaratamiento del producto visualizado. Por ejemplo, cada transacción
efectuada a través de un cajero automático se estima como un tercio del coste que
supondría su ejecución por un empleado.
¿Qué es e-Banking?
Se llama e-banking, banca online o home banking a los servicios bancarios a los que
se puede acceder a través de una computadora personal con conexión a la red de
internet. Los servicios de e-banking pueden ser prestados por un banco tradicional,
con presencia física, que lo utiliza como una sucursal virtual o canal de servicios; o
también estos servicios pueden ser ofrecidos por un banco totalmente virtual (sin
presencia física).
Este sistema aumenta el acceso de los usuarios a sus cuentas, ya que les permite
realizar operaciones a toda hora desde cualquier lugar donde dispongan de una PC
con acceso a internet.
En el sitio web donde se llevan a cabo las operaciones se debe ingresar el número de
documento y usar una clave que, generalmente, se obtiene en los cajeros
automáticos. Si no hubo errores, se establecerá una conexión segura entre la PC y el
banco: los datos que se envían o reciben están protegidos contra espías informáticos
(se dice que están encriptados).
Normalmente se opera registrándose con los datos del cliente y una clave o un
certificado electrónico. Otras medidas de seguridad son:
Usar la conexión cifrada con cifrado fuerte, para el caso de que pueda haber un
sniffer.
Guardar la contraseña en un lugar seguro o, mucho mejor, memorizarla y
destruirla.
Si la clave es interceptada y utilizada sin que el usuario se entere, es el banco
sobre quien recae la responsabilidad.
Para la activación se pueden solicitar algunos datos de seguridad, para disminuir
aún más los riesgos.
Los navegadores pueden almacenar información del formulario de login en la web
de la banca online. Si existe riesgo de que se pueda ver esta información ( por
ejemplo, si no es el ordenador de casa) hay que evitar que el navegador
almacene estos datos, sobre todo la clave.
Además puede ser conveniente que no guarde las cookies del banco, ya que si el
servidor las reconoce, puede rellenar ciertos datos del formulario
automáticamente.
Además de la clave se suele usar otra clave llamada firma que es necesaria para
realizar movimientos de dinero. Las medidas de seguridad sobre la firma deberán
ser aún mayores.
Riesgos en e-Banking:
Riesgo operacional:
Es el riesgo sobre las ganancias o el capital, que surge por la posibilidad de sufrir
fraudes, la ocurrencia de errores, o por la incapacidad para brindar servicios o
productos.
Si bien este riesgo es evidente en cada producto y servicio ofrecido: desarrollo de
sistemas, desarrollo e implementación de productos, procesamiento de
transacciones, etc., la operatoria de e-Banking puede generar un alto nivel de riesgo
transaccional, particularmente en aquellas líneas de negocios que no hayan sido
adecuadamente planeadas, implementadas y monitoreadas.
Los clientes que hacen negocios a través de Internet se caracterizan por su escasa
tolerancia a errores u omisiones de las entidades, que surjan por controles interno
inadecuados para administrar su negocio de e-banking. Adicionalmente, los clientes
esperarán la disponibilidad continua del producto, y una página en la web que sea
amigable para su navegación.
Otro factor que representa un grave problema para el acrecentamiento del riesgo
transaccional es la ocurrencia de ataques o atentados a los sistemas de las redes y
computadoras de las entidades.
Los productos e-Banking conectados a una red robusta pueden facilitar esta tarea, ya
que las capacidades de “backup” pueden ser distribuidas a través de una amplia
zona geográfica. La seguridad y los controles internos en la locación de los backups
deberán ser tan sofisticados como los existentes en el ambiente de procesamiento
primario.
Hay que considerar que el cliente posee un alto nivel de expectativa con relación a la
disponibilidad y respuesta de los sistemas, y es común el comparar la calidad de los
“web sites” de los bancos para decidir la elección del más efectivo.
Mapa del riesgo operacional
Riesgo estratégico:
Es el riesgo actual o potencial sobre las ganancias o el capital, causado por las
adversas decisiones del negocio, la inadecuada implementación de las decisiones, o
falta de respuesta a los cambios en la actividad. Los recursos necesarios para llevar a
cabo las estrategias de negocios son tangibles e intangibles: incluyen los canales de
comunicación, los sistemas operativos, las redes de distribución y las capacidades y
habilidades gerenciales.
Es el riesgo actual o potencial sobre las ganancias o el capital, causado por una
opinión pública negativa. Esto afectaría la habilidad de la institución de establecer
nuevas relaciones o servicios, o mantener las relaciones de servicio actuales.
La reputación de un banco se puede ver afectada, por ejemplo, si los servicios que
provee no son correctos y oportunos. Esto puede incluir la inadecuada provisión de
productos a través de sistemas no confiables o ineficientes, la inoportuna respuesta a
las consultas de los clientes, o las violaciones a la privacidad de los mismos. Los
bancos deben considerar cuidadosamente cómo son presentadas las conexiones con
los terceros en sus sitios Web.
Debe quedar claro al consumidor, mediante alguna indicación especial, que está
saliendo del sitio web del banco, para que no haya confusión sobre quien es el
proveedor de productos y servicios ofrecidos, así como la seguridad y los estándares
de privacidad que son aplicables. De manera similar, deben establecerse mensajes
adecuados para que los clientes puedan distinguir entre los productos que cuentan
con seguridad de los que no la posean.
Los bancos con gran volumen de operaciones necesitarán realizar acciones efectivas
que permitan canalizar los reclamos y mensajes de sus clientes que usen e-mail o
ingresen al web site, en forma sincronizada con los restantes canales de servicios de
la entidad: esto es importante a fin de asegurar una sola comunicación, oportuna y
consistente con todos ellos, independientemente del canal que los clientes prefieran.
Adicionalmente, el suministro de servicios “cross-border” (banca transfronteriza) de
e-Banking, no tan extendidos a la fecha, incrementa la necesidad de reevaluar los
riesgos que se presentan en los bancos. Esta expansión de los mercados incrementa
significativamente los riesgos y los desafíos de cooperación entre países debido a:
Sin embargo, los pequeños ahorradores, los consumidores medios, han vivido
prácticamente ajenos a este tipo de productos o al menos eso pensaban, puesto que
muchos de los fondos garantizados en los que han depositado su dinero incluían a su
vez inversiones en otros países como Estados Unidos, Japón, Europa o los
denominados países emergentes. Cuando la crisis hipotecaria norteamericana dio sus
primeros síntomas, contagió rápidamente a los bancos mundiales que habían
invertido en productos que, en un principio, parecían bastante seguros. Las
intervenciones de bancos, las quiebras y las nacionalizaciones de entidades que
hasta el momento habían sido un referente en los mercados internacionales se han
sucedido desde entonces.
Todo esto ha generado una retracción de los inversores a nivel mundial, ya de por sí
algo reticentes a realizar este tipo de desembolsos en mercados generalmente
desconocidos. Si ya es complicado controlar la gran diversidad de productos
financieros que se ofrecen a nivel nacional, colocar los ahorros en otros países es
una acción dirigida, más bien, a inversores sumamente informados.
Para la gran mayoría de los pequeños ahorradores es difícil seguir los vaivenes de la
Bolsa en Tokio o conocer cómo evoluciona una inversión realizada en Europa o
Estados Unidos y si ésta se ha producido en un país emergente, con una forma más
tradicional de operar en la que Internet aún no está presente, presenta más
dificultades en la toma de decisiones.
Una de las opciones más comunes, y en ocasiones más necesaria, es abrir una
cuenta corriente en un país extranjero. En principio, la normativa europea y
americana permite realizar este trámite con facilidad en cualquiera de los Estados
miembros. Sin embargo, cada país puede poner sus propias normas y dificultar este
proceso, como ocurre en Reino Unido, donde los residentes extranjeros encuentran
verdaderas dificultades a la hora de abrir una cuenta corriente y, por tanto, de
cobrar el trabajo realizado a través de ella.
Ese momento es la denominada fecha valor, que es aquélla en la que puede disponer
del dinero demandado, aunque el tipo de cambio que se aplica es el que existe en el
momento del acuerdo.
El precio de las operaciones a plazo suele coincidir con el precio de contado del día
en que se contrata la operación más un diferencial correspondiente al periodo en
cuestión, estimado en función de tres variables:
La Dolarización:
La dolarización se define como el uso, de forma legal en un país determinado, de
una moneda extranjera en las diferentes actividades que sus habitantes realicen y
que necesiten la utilización de dinero, este nombre puede confundir un poco si no
se conoce sobre el tema.
Inicialmente, se puede pensar que una dolarización implica que un país acepte
dólares de forma legal en las diferentes actividades que requieran dinero, pero una
dolarización no se refiere al uso de dólares únicamente, puede ser el uso de
cualquier otra moneda, diferente a la moneda nacional, dentro del territorio del país
determinado.
En la mayoría de casos, los países tienen una moneda propia: Colombia tiene el
peso colombiano, Venezuela tiene el bolívar, Estados Unidos tiene el dólar, y así
para la mayoría de países. La moneda puede hacer parte de un simbolismo o de una
tradición nacional. Sin embargo, una razón muy importante por la cual los países
buscan tener una moneda propia es el control que éstos pueden tener sobre las
emisiones de dinero (noción que se conoce como “señoraje”).
Con una economía dolarizada, las relaciones comerciales se facilitan puesto que las
partes que negocian no han de realizar sus actividades con diferentes monedas,
disminuyendo, de esta forma, costos por conversión y cambios de monedas. De la
misma forma, existe una mayor posibilidad de obtener más y mejores créditos de
instituciones o bancos extranjeros al negociar con una moneda más fuerte que tenga
menor posibilidad de perder valor frente a otras, lo que genera una mayor confianza
por parte de las instituciones en la negociación.
Otro tipo de sistemas relacionados con la dolarización son los sistemas bimonetarios.
En estos sistemas se admite el uso de una moneda extranjera, la cual predomina en
algunas actividades como los depósitos bancarios, pero no se elimina el uso de una
moneda local, la cual se utiliza principalmente en el pago de impuestos o salarios y
en las transacciones oficiales.
Son las llamadas divisas convertibles, siendo uno de los requisitos imprescindibles,
para formar parte de este club privilegiado, como acabamos de decir su libertad total
de movimientos.
Este dinero vale en todo el mundo, frente al resto, 154 divisas no convertibles que
solo valen dentro de cada país o en algunos casos en países fronterizos por acuerdos
bilaterales. Ni los billetes ni los pagos realizados a través de las entidades financieras
en las monedas no convertibles descritas a continuación son válidos para realizar
algún tipo de transacciones entre países. Por lo tanto su valor se limita pura y
estrictamente a su capacidad de compra doméstica, a su poder liberatorio y como
unidad de cuenta dentro de su propio territorio.
Repetimos que este dinero, tanto en monedas y billetes como bancario, de 140
países del mundo solo puede utilizarse domésticamente, en el interior de nación.
Pero en las operaciones tanto de comercio internacional de importación o
exportación de mercancías y servicios como las financieras de préstamos e
inversiones entre países, solamente pueden ser utilizadas las once divisas
convertibles antes relacionadas, ya sean a nivel individual como institucional.
Tipos de dinero:
Entre las formas para pagar con que contamos ahora están el dinero en efectivo, los
cheques y las tarjetas de crédito. Las tarjetas de los cajeros automáticos permiten
obtener efectivo rápidamente y también se usan en algunos comercios como forma
de pago.