Está en la página 1de 3

Hospital General del Este “Dr.

Domingo Luciani”
Servicio de Anestesiología

Difusión de gases (Concepto)

Una vez que los alveolos están ventilados con aire fresco, el paso siguiente del proceso
respiratorio es la difusión de oxigeno de los alveolos a la sangre pulmonar y la difusión
del dióxido de carbono en la dirección opuesta. El proceso de difusión es simplemente
un movimiento al azar de las moléculas que entrecruzan sus caminos en ambas
direcciones a través de la membrana respiratoria y los líquidos adyacentes.

*Leyes de difusión (Leyes de fIck y Graham)

(Ley de Fick) Formulada en 1855 por el Medico y Fisiologo Aleman Adolf Fick
establece la difusión a través de los tejido. Esta ley establece que el índice de
transferencia de un gas a través de una lámina de tejido parecida a un sello es
proporcional a la superficie tisular y a la diferencia de presión parcial del gas entre los
dos lados, e inversamente proporcional al grosor del tejido. Como ya hemos visto, la
superficie de la membrana alveolocapilar en los pulmones es enorme (50 m2 a 100 m2),
y el grosor es sólo de 0,3 μm en muchos puntos, de modo que las dimensiones de esta
membrana son ideales para la difusión. Además, el índice de transferencia es
proporcional a una constante de difusión, que depende de las propiedades del tejido y
del gas concreto. La constante es proporcional a la solubilidad del gas, e inversamente
proporcional a la raíz cuadrada del peso molecular. Esto significa que el CO2 difunde
unas 20 veces más rápidamente que el O2 a través de láminas tisulares, porque su
solubilidad es mucho mayor, pero su peso molecular no es muy diferente.

* (Ley de Graham)

Formulada en 1829 por el quimico británico thomas Graham establece:

Según la Ley de Graham, el coeficiente de difusión de un gas o la velocidad de


movimiento que tienen sus moléculas a una determinada temperatura, es directamente
proporcional a su solubilidad e inversamente proporcional a la raíz cuadrada de su peso
molecular. Teniendo en cuenta que, los coeficientes de solubilidad del O2 (0,024) y del
CO₂ (0,57) son muy dispares, su peso molecular es muy semejante, lo que hace que el
coeficiente de difusión del CO₂ (20,3) sea 20 veces mayor que el del O2 (1,0). Por lo
que, se puede confirmar que el CO₂ difunde 20 veces más rápido que el O2.

La velocidad de difusión de una sustancia a través de una membrana viene determinada


por la Ley de Fick. Esta ley afirma que la tasa de difusión de un gas a través de una
membrana es inversamente proporcional al espesor de la membrana y directamente
proporcional a la superficie de dicha membrana, al coeficiente de difusión del gas y a la
diferencia de presión parcial del gas existente entre ambos lados de la membrana.
Siguiendo las bases de esta ley, las características de la membrana hematogaseosa en el
pulmón son ideales para la difusión, puesto que, presenta una gran superficie de
intercambio (de 50 a 100 m² en el adulto) y un espesor muy fino (de 0,1 a 0,5μ en el
adulto).

*Medicion de la capacidad de difusión (Concepto y componentes, factores


limitantes, alteración de la capacidad de difusión, método de medición)

La transferencia de oxígeno a los capilares pulmonares está normalmente limitada por la


cantidad de flujo sanguíneo disponible, aunque, en algunas circunstancias, también se
produce una limitación por la difusión. Por el contrario, la transferencia de monóxido de
carbono únicamente está limitada por la difusión y, por lo tanto, es el gas de elección
para medir las propiedades de difusión de los pulmones. Antes se utilizó el O2 en
condiciones hipóxicas, pero es una técnica que ya no se usa. Las leyes de la difusión
(fig. 3-1) establecen que la cantidad de gas transferido a través de una lámina de tejido
es proporcional al área, a una constante de difusión y a la diferencia de presión parcial, e
inversamente proporcional al grosor, o: V · gas = A T · D · (P1 – P2) En una estructura
compleja como la membrana alveolocapilar del pulmón, no es posible medir el área ni
el grosor durante la vida. En su lugar, la ecuación se reescribe: V · gas = DL · (P1 – P2)
donde DL es la capacidad de difusión del pulmón, y comprende el área, el grosor y las
propiedades de difusión de la lámina de tejido y del gas en cuestión. Así, la capacidad
de difusión para el monóxido de carbono viene dada por: DL = V · co P1 – P2 donde P1
y P2 son las presiones parciales del aire alveolar y de la sangre capilar, respectivamente.
La presión parcial del monóxido de carbono en la sangre capilar es extremadamente
pequeña y, generalmente, puede despreciarse. Así: DL = V · co Paco o, en otras
palabras, la capacidad de difusión del pulmón para el monóxido de carbono es el
volumen de monóxido de carbono transferido en mililitros por minuto por mmHg de
presión parcial alveolar. Una prueba usada frecuentemente es el método de respiración
única, en el que se realiza una sola inspiración de una mezcla diluida de monóxido de
carbono, y se calcula la velocidad de desaparición del monóxido de carbono del aire
alveolar durante 10 s de contención de la respiración. Suele realizarse midiendo las
concentraciones inspirada y espirada del monóxido de carbono con un analizador de
infrarrojos. La concentración alveolar del monóxido de carbono no es constante durante
el período de contención de la respiración, pero puede tenerse en cuenta. También se
añade helio al aire inspirado para proporcionar una medida del volumen pulmonar por
dilución. DIFUSIÓN 35 El valor normal de la capacidad de difusión para el monóxido
de carbono en reposo es de unos 25 ml/min/mmHg, que se duplica o triplica con el
esfuerzo, debido al reclutamiento y distensión de capilares pulmonares (

* Difusión de CO2 (Interpretación, transferencia a través de capilar pulmonar)

Interpretación:

Está claro que la capacidad de difusión medida del pulmón para el CO depende, no sólo
del área y el grosor de la membrana alveolocapilar, sino también del volumen de sangre
en los capilares pulmonares. Además, en los pulmones enfermos, la determinación se ve
afectada por la distribución de las propiedades de difusión, el volumen alveolar y la
sangre capilar. Por estas razones, en ocasiones (sobre todo en Europa) se usa el término
factor de transferencia para destacar que la medición no refleja únicamente las
propiedades de difusión del pulmón.

Transferencia a través de los capilares pulmonares:

Hemos comentado ya que la difusión del CO2 a través de un tejido es unas 20 veces
más rápida que la del O2, a causa de la solubilidad mucho mayor del CO2 (fig. 3-1). A
primera vista, por lo tanto, parece improbable que la eliminación de CO2 pueda
afectarse por dificultades de la difusión y, en realidad, ésa ha sido la creencia general.
No obstante, la reacción del CO2 con la sangre es compleja (v. cap. 6) y, aunque existe
alguna incertidumbre sobre las velocidades de diversas reacciones, es posible que pueda
aparecer una diferencia entre la sangre al final del capilar y el aire alveolar si existe una
afectación patológica de la membrana alveolocapilar.

También podría gustarte