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“CORAZONES SOLITARIOS”

Texto De Renny Loyo

Tragedia de amor y de desesperación.

ESCENA I.

En la escena, sentado en un sillón muy viejo y derruido, el cual está montado sobre una
paleta, en la que hay revistas y libros. Él viste una túnica sucia, pero en su interior
también viste una ropa moderna, que luego cambiará. Calza sandalias. Barba incipiente.
Pelo un poco largo. Un espejo está cerca de él a la derecha. Permanece quieto, tranquilo,
mirando a un punto fijo, mientras una música clásica muy al estilo de Richard Wagner,
inunda el ambiente. Cerca del proscenio izquierdo, se encuentra un dispositivo que
representa una cerca con ruedas o rejas, servirá para que él la pasee a ella por el
escenario. Sirve a demás como una reja que separa a los personajes y sirve para el juego
futuro de persecución del Duende del fuego y el Ángel. En la parte de la derecha, hay
una mesita donde encontramos una botella de vino. Vasos antiguos muy clásicos,
posiblemente de arcilla.
Ella, acostada en el piso con una braga que simula una desnudes corporal, con una liga
como ropa interior y pechos pronunciados. Pelo largo, maquillada de manera
extraordinaria, que parece una Reina Egipcia, lleva joyas muy espectaculares en los
brazos y piernas que realzan su belleza y exuberancia femenina. Al principio ella lleva
como un vestido de tul, donde se ve todo su cuerpo casi desnudo.
Ella se acerca a él arrastrándose con movimientos muy sensuales, tratando de motivarlo,
seducirlo, sacarlo del nivel de concentración y meditación en la que se encuentra.

El__ Existen dos cuestiones que me parecen tontas abordar, la primera dónde encontrar
mujer, la segunda qué tipo de mujer escoger.
Ella__ No te afanes de ser un Adonis, un Dios griego, un galán de telenovela, úsame
como un objeto, obsérvame tal como estoy, sucia, manchada, polvorienta,
aporreada, límpiame, desmánchame, púleme, embelléceme, remienda mis
defectos. Cuando hayas concluido, ya no seré lo que soy ahora, seré lo que quieres
que sea.
El__ Alguna vez nos hemos detenido frente al espejo y hemos contemplado nuestra
imagen, nos hemos desnudado frente a él, algunas poses nos han parecido muy
femeninas y otras exageradamente masculinadas.
Ella__ Ya no pierdas el tiempo, no desvíes el tema, estoy aquí,
El__ ¿Y qué, que tú estés ahí? No eres lo que quiero.

(Pausa, se levanta, da una vuelta alrededor de ella. Ella se acuesta boca abajo, estira su
cuerpo, luego se voltea, levanta sus piernas, para que él las tome. Él la toma por las
piernas y empieza darle vueltas y arrastrarla por todo el escenario.)

Ella__ (Muy sensual y excitada.) ¡Más, más, más!

(Él la deja y la suelta, va nuevamente a la silla y se sienta como en la posición inicial,


desde el mueble.)

Él__ Quisiera verte pura, quisiera verte con ojos distintos, quisiera verte de nuevo, pero
no puedo olvidar cuando te vi la primera vez, cómo te vi cuando caminabas
voluptuosa por esas calles, cuando te taconeabas excitando con tu movimiento de
cadera a todos los hombres que te miraban ansiosos, como te bamboleabas por esas
calles, no puedo.

(Ella se arrastra hacia donde el ésta y comienza a quitarle los zapatos y busca una
ponchera con agua, busca entre sus cosas un perfume, que irriga sobre los pies de él
luego de lavarlo y secarlo.)

Ella__ Perdóname, perdóname, soy otra, soy pura.

(Él permanece quieto, tranquilo, no se mueve. Ella da vueltas alrededor de él, se acuesta
en el suelo, a los pies de él.)

Él__ Soy un hombre justo, vivo según mis derechos y mi justicia. No mancho a la
mujer de mi prójimo con impurezas, no oprimo a nadie y devuelvo al deudor la
prenda. No robo, comparto mi pan, mi vestido, no me prestó para la usura, retiro mi
mano de lo malo y juzgo al hombre según sus actos, soy justo ¿Por qué he de
pecar? El pecado es la muerte.

(Ella se levanta, se oye una música muy moderna y sensual, ella baila, al terminar, se
coloca detrás de él y le interroga.)

Ella__ ¿Sabes lo que es el pecado?


Él__ No.
Ella__ ¿Por qué hablas de él, si no lo conoces?
Él__ El pecado es la muerte.
Ella__ No, el pecado es la vida.
Él__ El pecado es la perdición del hombre.
Ella__ El pecado es represión.
Él__ El pecado es la virtud.
Ella__ ¿Si nunca has pecado porque le temes?
Él__ Lo insólito, lo desconocido, lo que duele, lo que te atemoriza, lo que se convierte
en misterioso, lo que nos persigue, lo que se nos aparece, todo eso es pecado, todo
eso hay que rechazarlo.
Ella__ (Por un lado, gateando.) ¿No amaras entonces, porque amar es pecado?
Él__ No amaré a nadie. (Pausa música suave.)
(Ella se adelanta al proscenio, luego va a donde está la mesita con la botella de vino y
los dos vasos de barro. Mientras esto sucede, él sigue atrás sentado, abstraído. Ella
comienza a desnudarse y comienza a hablar con el público.)

Ella__ ¿Acaso no hay un hombre aquí sea hombre? ¿Acaso que entre todos los que hay
aquí, hay alguno quisiera pecar? ¿Hay alguno que sienta deseos? ¿Hay alguno que
se motive con mi vista? ¿Hay alguno que piense en mi mientras me mira? ¿Hay
alguno que tenga valor de pecar? ¿Quién de ustedes se atreve?
(Él se levanta con fuerza de su mueble, toma el dispositivo, se le acerca por detrás, ella
se monta en él y se aferra a al dispositivo como si se sintiera apresada. El la pasea por
todo el escenario.)

Él__ Contrólate mujer, contrólate.


Ella__ ¡No, no me controlaré! No podré controlarme jamás si no eres el protagonista de
mi vida.

(El cae totalmente arrodillado como cansado y derrotado pegado a la reja o cerca, ella
igual, le acaricia el pelo, trata de besarlo, él se aleja lentamente. Se sienta de espalda.)

Ella__ Debes dejar que te amen. Déjame amarte.


El__ Eres impura. No vine a este mundo a ser una criatura horrenda. No es mi esencia.
No sería yo. Sería otra cosa.
Ella__ No sabes lo que eres realmente. No conoces la esencia del hombre. No sabes
nada de tus instintos primitivos, de tu origen animal. De tu violencia instintiva
para sobrevivir. Déjame enseñarte.

Él__ No.

(Se levanta. va a su silla, ella va a su lado, echa algo a la copa de Vino, se la entrega a
él. Él bebe, sin darse cuenta de que ella le ha echado algo.)

Ella__ Bebe, el vino es la sangre de cristo. El vino santifica la misa.

(El comienza a marearse.)

Él__ ¡Bruja! Algo le has echado a este vino. Mi cabeza da vueltas. No logro controlar el
movimiento de rotación de la tierra. Los parpados me pesan. ¡Bruja! (Se queda
dormido.)
Ella__ ¡Mi amor! Vas a dormir. Soñaras conmigo. Disfrutaras los placeres de la vida.
Entonces, cuando despiertes, será mío. Vivirás para mí. Jajajajajajajaja.
(Obscuro.)

Escena II
Un sonido clásico de transición comienza a escucharse, Ella viste bata de dormir sobre
su vestuario de egipcio. Él está sentado sobre el mueble viejo, viste camisa manga
larga, con corbatín aflojado y pantalón negro, anda descalzo. Ella duerme en el suelo
sobre una colchoneta. Él se levanta totalmente borracho, se dirige a ella.)
Él__ Levántate mujer, tengo hambre. Dame comida.
Ella__ Eh hombre, ¿Qué quieres? ¡Duérmete, duérmete!
ÉL__ Levántate desgraciada.

(Ella hace caso omiso y se enrolla más en la cobija. Él toma la colchoneta con fuerza y
la arrastra por todo el escenario.)

Él__ ¡Despiértate incitadora, despiértate!

(Ella se aferra a la colchoneta, él le despoja la cobija. Luego él toma la botella de vino y


la rocía sobre la mujer y comienza a forcejear con ella. Ella lo golpea para quitárselo de
encima. El muy lujurioso quiere hacerle el amor. Ella no se deja. La escena es muy
violenta. Encontramos en un momento al hombre ahorcando a la mujer. La mujer toma
la botella y golpea la cabeza del hombre con ella. El cae inconsciente. Ella, se preocupa
y va auxiliarlo. El despierta poco a poco. Intenta agarrarla nuevamente. Ella no se deja.
El cae exhausto cansado. Ella tose, busca agua, está totalmente exhausta. EL comienza a
mirarse las manos, se asusta de sí mismo. Se las lleva al rostro como arrepentido y
tomando consciencia de lo que estuvo a punto de hacer.)

Él__ (Se acerca a la mujer.) ¿Cómo estás?


Ella__ ¿Es que acaso no me ves? Estúpido, estuviste a punto de matarme.
Él__ Pero no lo hice.
Ella__ Claro, si no rompo esa botella en la cabeza, ya estuviera silbando como un
pajarito allá en el cielo.
Él__ No sé qué me pasó. Algo extraño me impulsó a hacerlo.
Ella__ Querías matarme. Eso querías.
Él__ No, algo ocurrió dentro de mí.
Ella__ Si quieres matarme mátame.
Él__ No, no puedo. No soy un asesino.
Ella__ ¿Pero quieres hacerme desaparecer de tu vida?
Él__ No, no es lo quiero n i es lo que siento.

(Se oye una música clásica. La escena se oscurece nuevamente.)


En la escena, sentado en un sillón muy viejo y derruido, el cual está montado sobre una
paleta. Otra vez el con su vestimenta inicial. Igual ella, sentada de rodilla frente a la reja
como si estuvieran separados, ubicada de manera diagonal.

Él__ Lo que me ofreces no me gusta.


Ella__ ¿Que más quieres? Todo lo que pensaste y soñaste y todo lo que puedas
imaginar, es lo que te ofrezco, es lo único que tengo.
Él__ He esperado aquí sentado como un idiota para que me contarás porquerías.
Ella__ No me conoces.
Él__ Eres lo que eres. La impureza llena tu mente, tu alma.
Ella__ Estás muy equivocado si eso piensas sobre.

(Él se acerca a la reja.)

Él__ Dime quien eres. Déjame en paz. Vete a donde perteneces.


Ella__ Soy lo que soy, una simple mortal. Una mujer que ha descubierto la sabiduría del
placer. Una mujer libre de escoger. Libre de andar. Libre de amar.
Él__Si eres libre, porque me torturas, porque me impides que se yo quien tome mi
decisión.
Ella__ Eres todo lo que deseo. Eres el elegido. Hay amores que matan, y tú eres mi
amor. No me importa cuánto sufrimiento puedas causarme. No me importa la vida,
así sea por un beso nada más.

(Se oye la canción de Julio Jaramillo “en un beso la vida”. Él se siente que no tiene
escapatoria. Se acerca a la reja. Busca entre ella la boca de la mujer. Intenta besarla,
mientras saca un punzón ciertamente largo y con ella, apuñalea a la mujer, que al sentir
que el arma le atraviesa, más quiere seguir besando al hombre y este a ella, como si no
quisiera despegarse de su aliento. Ella, cae mortalmente herida. Canta.)

Ella__ En un beso la vida….


El__ Disculpa. Es mi naturaleza humana. (Se mira las manos manchadas. Se da cuenta
de la tragedia que ha ocasionado. Gatea hasta llegar a esta. La toma entre sus
brazos.)
Él__ Duerme mujer. Duerme. Ya no eres de este mundo. Busca tu felicidad en otras
dimensiones. (Canta) Mi unicornio azul ayer se me perdió, no sé si se me fue o
desapareció….

Fin.

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