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La Paz duradera.

Nuestros tanques
Si, los nuestros
Molestos están.

No es como en otras épocas


dicen los tanques.
Nadie los entiende ahora.
murmuran los pilotos.

Ellos,
los tanques,
chillan
Se cansan de tantos cuidados.

Están como los perros


Nerviosos,
no salen a pasear.
tensos, llenos de ansiedad.

Podrían morder a cualquiera,


Es decir, hacer morder el polvo a otros.

Son de cuidado, no hay que confiarse.


Es verdad,
son nuestros
tanques.

Antes,
asustaban a la gente.
Ahora
ni se inmutan.

Ellos,
los tanques,
Se reúnen en el patio,
Ronronean,
unos más que otros
se alteran.

Piden respeto,
Dicen justicia,
Sin justicia
no puede haber paz.

Si,
grita uno,

Si.
También el otro.
irme a otro país,
quisiera
con pacifismo, nada
a la guerra,
que resuenen los tambores
orgulloso,
el repotenciado

Es muy tarde
Se oye al extremo
¿Por qué?
Dicen de la otra punta.
El más viejo responde,
llegaron los mecánicos
¿Quién está enfermo?
Pregunta uno recién bañadito.

Nadie
dicen todos,
orgullosos, sanos y fuertes.

Y aquel que gritó que era tarde dijo:


¡Alerta todos! Seremos desarmados y convertidos
en piezas de museo.

Rebelión-gritó el que quería ser un gran líder;


Pero no pudo concluir

El combustible se había agotado.

Cualquiera,
puede armarlos,
Cualquiera,
puede alimentar el ego,
es tan fácil,
basta con una chispa.

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