R. La libido es la energía de las pulsiones o instintos que dirige toda forma de conducta. Inicialmente afirmó que la libido siempre tenía un carácter sexual y que el resto de pulsiones eran secundarias a la de reproducción; sin embargo, a medida que Freud desarrollaba su teoría incluyó otros tipos de energía en este concepto. Existen 2 tipos de libido: la objetal (dirigida a un otro) y la narcisista (dirigida al yo). En todas personas todo sujeto existen los dos tipos de líbido, pero cuando predomina la narcisista hablamos de un sujeto con un narcisismo agudo o incluso una neurosis narcisista (muy comunes en nuestro tiempo), cuando predomina la objetal, hablamos de un sujeto que ama con entrega o pasión. 2. ¿A qué se refiere con “hallazgo del objeto”? R. El hallazgo del objeto se lleva con la primera experiencia de satisfacción, que es el pecho materno, y que en los procesos de pubertad 3. ¿Cómo se explica la angustia infantil? R. Es la expresión de su añoranza de la persona amada, por eso responden con angustia ante cualquier extraño. Por ejemplo, le tienen miedo a la oscuridad porque no pueden ver a la persona amada. El niño se porta como adulto, tan pronto como no puede satisfacer su libido, la muda en angustia, como el adulto cuando se vuelve neurótico por una libido insatisfecha, se porta en su angustia como un niño con miedo a quedarse solo. 4. ¿Qué es la barrera del incesto? R. La barrera del incesto es causa de una exigencia cultural y barrera moral de la sociedad; debido a que lo más inmediato que tiene el niño sería escoger como objetos sexuales justamente a las personas a quienes desde su infancia temprana ama (el varón hacia la madre y la niña hacia el padre), aunque aún luego de haber superado la etapa de la barrera incestuosa, nadie se sustrae por completo de su influencia; hay efectos posteriores de la elección infantil de objeto. El varón persigue, ante todo, la imagen de la madre y armoniza plenamente con ello. Dada la importancia de los vínculos infantiles con los padres para la posterior elección del objeto sexual, es fácil comprender que cualquier perturbación de ellos haga madurar las más serias consecuencias para la vida sexual adulta. 5. Explique el concepto y características de la pulsión. R. La pulsión es la tensión corporal que tiende hacia distintos objetos y que se descarga al acceder a ellos, aunque de manera momentánea, ya que la pulsión nunca se satisface completamente. Se distingue 4 características: 1) Presión: se describe como presión a la cantidad de fuerza o potencia de la demanda que hace la pulsión a la mente. Así, por ejemplo, la privación de alimento durante 24 horas produce mayor presión pulsional (hambre) que la privación por apenas cuatro horas. 2) Propósito: todos los impulsos pulsionales se esfuerzan por llegar a una meta o propósito: la satisfacción o reducción de la tensión. En tanto que la satisfacción es claramente el propósito universal de un instinto, una determinada pulsión puede operar de distintas maneras para lograr su meta. Por consiguiente, Freud distingue entre propósito final (la gratificación inmediata de la demanda) y propósito intermedio (las formas sustitutas de satisfacción por las cuales puede luchar una pulsión cuando se bloquea su acceso directo a una meta apropiada). La pulsión sexual es particularmente proclive a esta ampliación de sus propósitos. Por ejemplo, el propósito de las pulsiones sexuales es el “placer del órgano”, una sensación agradable ligada a una determinada parte del cuerpo cuando se estimula. Con la maduración, las pulsiones sexuales se concentran en la función de la reproducción. 3) Objeto: para obtener su propósito último de satisfacción, la pulsión debe buscar algún objeto concreto, por lo regular externo, que tenga el poder de reducir su tensión. Por ejemplo, la pulsión de hambre de un infante se dirige al objeto de la comida. El objeto de una pulsión es su característica más variable. Por lo que es posible el desplazamiento de un objeto de satisfacción a otro, un proceso muy característico de la realización del deseo en los sueños. Por ejemplo, algunos prisioneros confinados con miembros de su propio sexo pueden recurrir a la gratificación homosexual como sustituto de la gratificación heterosexual, para regresar a la gratificación heterosexual exclusiva cuando son liberados. 4) Fuente: la fuente de las pulsiones reside en los procesos físico- químicos del cuerpo. Por ejemplo, las pulsiones sexuales tienen sus fuentes fisiológicas en las secreciones hormonales, la actividad del sistema nervioso central y la excitación genital; el instinto del hambre se origina en las vísceras (y también en algunas partes del sistema nervioso central). 6. Explique el destino pulsional: Trastorno en lo contrario en cuanto al FIN pulsional: a) Sadismo – masoquismo: Primero habría un sadismo hacia el otro. Después, tras producirse un cambio de persona, habría una etapa de sadismo hacia uno mismo (esto ya implicaría un cambio de meta) y finalmente se conformaría el masoquismo: "el otro me pega". No existe un masoquismo originario sino que éste deriva de una primera posición sádica. El masoquismo es un sadismo vuelto hacia uno mismo. Se pasa del placer de pegar al de ser pegado. b) Placer de ver – exhibicionismo: El exhibicionismo se caracteriza por conseguir la excitación sexual a través de la exposición de los genitales, habitualmente ante un extraño que está desprevenido. También puede referirse a un deseo potente de ser observado por los demás durante la actividad sexual.
7. ¿En qué consiste la vuelta a la persona propia?
R. Como un cambio en el objeto de la pulsión que deja inalterada la meta, pues la pulsión se dirige hacia el propio yo. Un claro ejemplo, es el masoquismo, que puede ser entendido como un sadismo tornado hacia el propio yo, así como el exhibicionismo lleva incluido mirarse el propio cuerpo. 8. ¿Qué es el narcisismo y cuáles son las tres oposiciones del amar? R. El narcisismo se caracteriza por un tipo de relación liderada por la soberbia, la arrogancia y la altanería, tres rasgos que son expresión manifiesta de la sobrevalorización o idealización del Yo. El amar puede ser susceptible de tres oposiciones: Amar-odiar / amar-ser amado / amar-indiferencia. 9. ¿Cuáles son las tres polaridades que gobiernan la vida psíquica? R. Se considera que la vida psíquica está gobernada por tres polaridades, las oposiciones entre el sujeto (yo)-objeto (mundo exterior), placer-displacer y el activo-pasivo. El yo se comporta pasivamente hacia el mundo exterior en la medida en que recibe estímulos de él, y activamente cuando reacciona frente a estos. El yo- sujeto es pasivo hacia los estímulos exteriores, y activo por sus pulsiones propias. La oposición entre activo y pasivo se fusiona más tarde con la que media entre masculino y femenino, que, antes que esto acontezca, carece de significación psicológica. En las tres polaridades existe una situación psíquica originaria en que dos de ellas coinciden. El yo se encuentra originariamente, al comienzo mismo de la vida anímica, investido por pulsiones; y es en parte capaz de satisfacer sus pulsiones en sí mismo. Llamamos narcisismo a ese estado, y autoerótica a la posibilidad de satisfacción. El mundo exterior en esa época no está investido con interés y es indiferente para la satisfacción. En ese tiempo el yo-sujeto coincide con lo placentero, y el mundo exterior, con lo indiferente (y eventualmente, en cuanto fuente de estímulos, con lo displacentero). 10. ¿Cómo explica Freud la Introyección y la proyección? R. La introyección: No existe una realidad objetiva como tal, interpretamos la realidad constantemente y lo hacemos cada uno a través de nuestras gafas teñidas por nuestras experiencias personales, deseos, miedos, etc. El mecanismo de introyección funciona de forma opuesta al de proyección. En este caso, interiorizamos y nos hacemos responsables de actitudes, pensamientos o formas de actuar que no son nuestras. Estos aspectos nos los tragamos indiscriminadamente, sin pasar por el filtro de la consciencia, de manera que no podemos elegir qué retenemos, por ser beneficioso para nosotros, y qué queremos desechar. La proyección: Consiste en poner fuera, ya sea en una persona u objeto aquellos atributos internos, deseos, sentimientos o aspectos de nosotros mismos que no somos capaces de aceptar. Situándolo fuera de nosotros mismos, podemos poner cierta distancia y esto nos permite mirarlo y soportar mejor la ansiedad y angustia que nos provoca. Un ejemplo de proyección sería una persona altamente agresiva o enfadada con el mundo que, sin darse cuenta, percibe esa agresividad y mala intención en la gente que le rodea. 11. ¿Qué es el AMOR? R. Para poder introducir el amor y el odio, Freud introduce el concepto de narcisismo, se apoya en la constitución del yo; necesita de la organización libidinal y de la imagen del propio cuerpo. Sitúa en dicho texto tres polaridades que se pueden resumir en: amar, odiar e indiferencia. En esta secuencia, en un primer momento las cosas son ordenadas de acuerdo al par placer-displacer: todo aquello que causa displacer es considerado ajeno y lo que causa placer pasa a formar parte de ese yo placer originario, con una particularidad que recaerá sobre el yo. 12. ¿Qué es el ODIO? R. Freud presenta un yo que se encontraría originalmente investido de pulsiones y que, en parte, sería capaz de satisfacerlas en sí mimo. Es lo que conocemos como el estado narcisista en donde la satisfacción es autoerótica. Por tanto, el mundo exterior al inicio es indiferente. Posteriormente, el yo recibe objetos del mundo exterior y recoge en su interior los objetos ofrecidos que son fuente de placer, rechazando los que causan displacer. De este modo el yo, al principio, es un yo- realidad que distingue el adentro y el afuera; luego se transforma en un yo-placer que ama u odia a los objetos en función del principio del placer. Al inicio, en tanto el objeto es exterior, lo vive como hostil, el objeto es odiado. Una vez pasada la etapa narcisista se inicia la etapa del objeto, placer-displacer conforman las relaciones del yo con el objeto. Por tanto, no se trata de que la pulsión encuentre un objeto, sino de cómo el yo establece los vínculos, mediante el principio del placer, con el objeto. Freud nos advierte de que no es tan sencillo como aparenta la oposición amor-odio, que no son simplemente opuestos; pues en tanto conformador del mundo exterior, el odio apareció antes que el amor en la constitución subjetiva. BIBLIOGRAFÍA 1. FREUD Sigmund. Obras Completas. Tomo 7. “Tres ensayos de teoría sexual”. Ed. Amorrortu. Buenos Aires, 2006. Caps. 2 y 3. 2. FREUD Sigmund. Obras Completas. Tomo 12. “Formulaciones sobre los dos principios del acaecer psíquico”. Ed. Amorrortu. Buenos Aires, 2006. 3. FREUD Sigmund. Obras Completas. Tomo 14. “Pulsiones y destinos de pulsión”. Ed. Amorrortu. Buenos Aires, 2006.