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Las adicciones una

perspectiva psicoanalítica
• Generalmente suele suponerse que la adicción es una condición que sólo corresponde al
toxicómano.

• El sujeto contemporáneo, quien se encuentra incluido en dinámicas sociales


caracterizadas por la lógica del consumo, también comparte esta condición en la medida
que expresa dependencia por todo tipo de artículos y objetos.

• Las adicciones se caracterizan por ser una falsa promesa de satisfacción inmediata.
Están relacionadas con aquello que Freud llamó pulsión de muerte y las prácticas
sociales nos muestra cómo se puede ser adicto no sólo a sustancias químicas, sino
también a cirugías, trabajo, sexo, entre otras.
Las nociones de placer, displacer,
compulsión a la repetición,
relaciones objétales, entre otros,
facilitarán el recorrido.
Búsqueda de la
satisfacción
Evitar el
Felicidad displacer

Esquivar Falsas
el dolor promesas
“nos resulta más fácil experimentar la
sensación de placer, por todos lados nos
amenaza el sufrimiento, desde el propio cuerpo
condenado a la decadencia, a la aniquilación, al
mundo exterior y a las relaciones con otros
seres humanos”. (Freud, 1930, P. 20).
Satisfac
Evitar el ciones
dolor parciale
s

Es una economía del sujeto encontrando dos cosas en una, por un


lado se encuentra la felicidad química que produce la sustancia, y por
otro, eso que aleja el sufrimiento.
Pulsiones
La Fuente: Que es lo somático, el cuerpo en
general, aunque la zona erogenizada del
cuerpo de la cual provenga, puede variar
Proceso dinámico consistente en dependiendo de cada sujeto.
un empuje (carga energética,
factor de motilidad) que hace La meta: es la satisfacción.
tender al organismo hacia un fin
El Objeto de la Pulsión: Que es el que se
utiliza para satisfacer la pulsión, o disminuir
Laplanche la tensión de la misma.

El Esfuerzo (Drang): Que es la fuerza que


lleva cada pulsión, es decir el nivel de
tensión energética que tenga.
Freud (1920), nos dice que los destinos de las pulsiones pueden tomar cuatro
vías:

1. La primera es que sufra la transformación en lo contrario, es decir que por


ejemplo la pulsión que se origina y se representa como amor, se transforme
en la conciencia en su contrario, como odio.
2. La segunda es que la pulsión se oriente hacia la misma persona en cambio de
hacerlo hacia un objeto exterior.
3. La tercera vía es la de la represión, es decir que la representación que da
cuenta de esa pulsión es reprimida.
4. Y por último la cuarta vía es la sublimación, que consiste en un cambio de
estado de esa pulsión, un re-direccionamiento de energía.
Las llamadas pulsiones de vida (Eros), que
son aquellas que tienden a la activación del
organismo, al acumular y producir más
energía.

Las llamadas pulsiones de muerte


(Thánatos), como la tendencia en el aparato
psíquico de producir repetición. (Freud,
1920)
Compulsión a la repetición

Obedece a una repetición de lo reprimido inconsciente en el sujeto, quien es


forzado a repetirlo en vez de recordarlo por ejemplo en el análisis, pero este
contenido inconsciente es sometido por el yo y los procesos psíquicos
superiores a una resistencia a emerger a la conciencia. Entonces el yo es quien
ejerce resistencia a que emerja el contenido y es entonces reprimido.
Compulsión

Devuelve también vivencias pasadas que no


contienen posibilidad alguna de placer, que En el adicto se ve cómo el sujeto se queda
tampoco en aquel momento pudieron ser instalado en aquello que le hace daño, pero
satisfacciones, ni siquiera de las mociones como su motivación al consumo de la sustancia
pulsionales reprimidas desde entonces. (Freud, es del orden inconsciente, tiende a repetirse
1920, cap.11). generando adicción y dependencia.
Huella mnémica

Es a partir de allí que se empieza a configurar el deseo,


deseo de querer volver a vivir ese momento, ese que dejó
huella, ese objeto que perdió.
Lacan, 1960

En la Subversión del sujeto y dialéctica del deseo, nos muestra como el niño en la
medida que crece se va introduciendo en una cadena de significantes que van en el orden
de lo real, lo imaginario y lo simbólico, a través de la palabra y las representaciones de
ellas y las huellas mnémicas que dejan.

Estas van anudando su mundo psíquico, haciéndose éste las representaciones que le
vienen del mundo a través de sus semejantes.

Este momento de anudamiento en el ser contiene un costo en el orden de lo simbólico, lo


cual coloca al ser en falta, ya que en el intento de introducirse como sujeto ha tenido que
perder algo, renunciar a ese estado primario de aparente completud.
Freud desarrolla en la continuidad de su obra, como relaciones objétales, articulándolas con el
destino de la pulsión, las cuales en un inicio mencionará como tres relaciones primarias, que
son al objeto de deseo, al objeto parcial y al objeto de amor.

Un deseo que es de carácter inconsciente. Posteriormente, lo que el sujeto encuentra son


objetos parciales que satisfacen momentáneamente la pulsión.

Cada sujeto configurará, de manera inconsciente, el objeto de amor. Esto permite la formación
de lazos sociales de acuerdo con la cadena de significantes que representa al sujeto.
¿Cuál es el objeto que el adicto está intentando sustituir en el
consumo?, esta pregunta sólo se podría responder en la clínica del caso
por caso, pero abre la reflexión a pensar en las diferentes formas de
adicciones que se pueden presentar y el lugar que ocupa en cada sujeto.
Discusión de casos propuestos por autor (p.16)

• Un niño de 5 años en el cual su goce consistía en recibir por parte de sus padres objetos que no
lograban satisfacer su demanda. Una demanda que, como se ha visto anteriormente, no es
posible satisfacer completamente. Sus padres suponen que dándole objetos a este niño y
accediendo a sus caprichos iba a dejar de ser tan demandante; particularmente ante su madre.
Esto los conduce a consulta ya que evidentemente la situación se les sale de control…

• Un joven de 28 años coloca la droga (marihuana) en relación con el objeto primario de deseo,
necesitando siempre de esta para poder ser. Anuncia palabras claves como “Sin esto no soy
persona”, “Sin este bareto (churro, porro) mañana en la mañana no hay persona”, Cuando me
miro al espejo, es un man con una necesidad la berraca, ofendido, yo quiero dominar ese
monstruo…
Referencia Bibliográfica
Varela Gómez, D. A. (2010). Las adicciones una perspectiva psicoanalítica (Especialista en
Clínica con orientación Psicoanalítica). Universidad San Buenaventura.

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