Está en la página 1de 5

Teorias psicologicas: psicoanalisis

. . .

• Freud tiene una formación racionalista crítica (el conocimiento se adquiere a través de la razón, contrario al
empirismo).

• Su descubrimiento le mostrará el límite de la razón:la sexualidad (la sexualidad era una fuerza motivadora fundamental
en la vida psíquica y emocional de las personas, y que su influencia en los pensamientos y comportamientos iba más
allá de lo que la razón consciente podía captar o comprender completamente).

• La vida pulsional de la sexualidad no puede domesticarse plenamente: lo que no se integra se reprime, nuestro
psiquismo está habitado por aspectos que no queremos reconocer porque no entran en armonía con nuestros
ideales (nuestros impulsos sexuales y deseos no pueden ser completamente controlados o reprimidos. Si algo no se
puede ajustar o aceptar, tendemos a reprimirlo, es decir, a empujarlo hacia nuestro subconsciente, sin embargo,
estos impulsos reprimidos pueden seguir influyendo en nuestro comportamiento y emociones de manera que pueden
ser difíciles de comprender).

• El empeño por rechazar fracasa y lo más extraño de nosotros emerge desfigurado a partir de los síntomas (estos
aspectos reprimidos pueden encontrar formas de manifestarse de manera indirecta a través de síntomas o
comportamientos extraños, como ansiedad, depresión, convulsiones, problemas de sueño o dolores corporales
inexplicables)

• Lo más doloroso para el narcisismo es la afrenta psicológica. El psicoanálisis enseña que el yo no sólo no es amo del
mundo ni de la especie, sino que no es amo en su propia casa (el “yo” no tiene control completo ni consciente sobre
su propia mente y sus motivaciones).

• Freud jamás se desprende de los ideales de la cientificidad de su época que modelan su formación y, antes que
analista, es neurólogo (1928: “El psicoanálisis es un método de investigación

• La histeria se tratará de una neurosis cuya originalidad reside en que los conflictos psíquicos se expresan en
síntomas corporales (ataques o convulsiones de aspecto epiléptico) o duraderos (parálisis, contracturas, cegueras),
sin que estos tengan una correlación neurológica que lo justifiquen a nivel médico.

• Freud descubre por vía de la palabra el carácter simbólico de esos síntomas, enlazados con experiencias de la vida
sexual infantil, que permanecen inaccesibles a la consciencia (están reprimidos).

• Las representaciones reprimidas eran de carácter sexual, ya sea debido a una experiencia traumática real (teoría de
la seducción) o imaginada (fantasía sexual).
• Teoría de la seducción: Freud argumentaba que las neurosis se originaban en experiencias sexuales prematuras o
abusivas que el niño había experimentado y reprimido, y que luego se expresaban de manera simbólica a través de
los síntomas neuróticos. Sin embargo, con el tiempo, Freud modificó esta teoría, reconociendo que no todas las
experiencias sexuales traumáticas eran reales y que muchas de ellas podrían ser fantasías o deseos inconscientes
del niño. Esto lo llevó a desarrollar su teoría posterior sobre la fantasía sexual. Esta teoría supone que el trauma, se
produce en dos tiempos, separados entre sí por la pubertad. En el primer tiempo, se centra en eventos que él
llama "presexuales". Estos son eventos de naturaleza sexual que ocurren en la infancia del individuo, antes de que el
niño esté emocionalmente preparado para experimentar o comprender completamente la sexualidad. En el segundo
tiempo Freud sugiere que un nuevo evento, que puede no tener una connotación sexual directa (puede ser
cualquier estímulo que esté vinculado con el evento original), puede evocar el recuerdo del evento "presexual" que
ocurrió en el primer tiempo.

• Los tiempos de la sexualidad: Freud creía que la experiencia temprana de cuidados maternos influía en cómo
desarrollamos nuestra sexualidad. Para él, estos cuidados eran la primera forma de seducción, que luego se
relacionaba con nuestras zonas erógenas, partes del cuerpo asociadas con el placer sexual. La relación madre-
hijo/a lleva consigo significados del mundo adulto que se transmiten incluso en gestos cotidianos. Esta teoría sugiere
que nuestra sexualidad se forma desde temprano, influenciada por nuestras primeras experiencias de cuidado y
afecto.

• Sexualidad infantil: Freud sugiere que desde el inicio de la vida, los niños experimentan una sexualidad infantil que
abarca más que solo sensaciones genitales. Esta sexualidad involucra actividades y exploraciones que implican zonas
del cuerpo (llamadas zonas erógenas) que no son solo los genitales, como la boca o la piel. Estas actividades, como
chuparse el dedo, buscan el placer independientemente de su función biológica. Freud describe esta sexualidad
como "perversa y polimorfa", lo que significa que es diversa y no está limitada a una sola forma de expresión
sexual.

• La pulsión: Es un concepto clave en la teoría psicoanalítica de Freud, describe una fuerza interna que impulsa al
individuo hacia ciertos comportamientos o deseos. A diferencia del instinto, que está vinculado a necesidades
específicas y objetivos fijos para la supervivencia, la pulsión puede tener un objeto variable y su satisfacción puede
tener consecuencias contradictorias, incluso perjudiciales para la vida. Freud eligió este término para distinguirlo del
concepto de instinto y resaltar su naturaleza impulsiva y a menudo compleja. La pulsión se refiere a una forma de
satisfacción que va más allá de cubrir una necesidad básica. Inicialmente vinculada a funciones corporales de
supervivencia, como la alimentación, la pulsión luego se independiza y busca placer de manera autónoma. Por
ejemplo, un bebé que, después de alimentarse, sigue succionando el chupete o el dedo experimenta una
satisfacción pulsional separada de la nutrición y dirigida hacia sí mismo. Esto muestra la naturaleza autoerótica de la
pulsión, donde el individuo busca placer dentro de sí mismo, independientemente de la interacción con otros. Se
observa que el cuerpo mismo se convierte en una fuente de satisfacción independiente. La diversidad de las
fuentes de excitación en el cuerpo implica que la pulsión sexual no está unificada desde el principio, sino que está
fragmentada. El cuerpo parece tener zonas separadas que se satisfacen individualmente (llamadas zonas
erógenas). A medida que se desarrolla, hay una mayor integración con un enfoque principal en lo genital. Sin
embargo, persiste una parte del placer autoerótico parcial.
• Fases del desarrollo libidinal:
• Fase oral: En la fase oral del desarrollo libidinal, según Freud, el bebé encuentra placer en su boca, especialmente a
través de la succión. Esto puede ser evidente cuando los bebés chupan su pulgar u otros objetos. Freud sugiere que
esta actividad oral no solo está relacionada con la alimentación, sino que también tiene un significado sexual. La
satisfacción que obtiene el bebé al chupar puede ser su primera experiencia de placer, lo que influirá en su
desarrollo sexual futuro. Además, Freud y Karl Abraham sugirieron que esta fase oral tiene diferentes etapas,
desde la succión temprana hasta una fase en la que el bebé puede tener impulsos orales más agresivos, como
morder o devorar, lo que puede estar relacionado con conflictos más profundos sobre la dependencia de la madre.

• Fase anal: En la fase anal del desarrollo libidinal, Freud observa que el niño encuentra placer y expresión erótica en
sus actividades relacionadas con la defecación y la retención fecal. Freud sugiere que el comportamiento del niño en
relación con el control de sus funciones intestinales tiene un significado sexual subyacente. Esta fase anal es crucial
en la formación de la personalidad y los rasgos de carácter, ya que ciertos comportamientos, como el orden o la
avaricia, pueden estar relacionados con el desarrollo erótico anal. Freud también identifica una polaridad entre la
actividad (relacionada con el sadismo) y la pasividad (relacionada con el erotismo anal), así como una relación entre las
pulsiones parciales y diferentes partes del cuerpo, como los músculos y la mucosa anal. Karl Abraham propone que
esta fase anal puede dividirse en dos etapas, una relacionada con la evacuación y la destrucción del objeto, y otra
relacionada con la retención y el control posesivo. Además, Freud destaca el significado simbólico de las heces, que
pueden representar regalos o dinero dentro de la psique del individuo.

• Fase fálica: En la fase fálica del desarrollo libidinal, los niños experimentan una unificación de sus impulsos sexuales
bajo la primacía de los órganos genitales. A diferencia de la organización genital en la pubertad, en esta fase, los
niños solo reconocen un órgano genital, el masculino, y la oposición entre los sexos se entiende como la diferencia
entre tener un pene (fálico) y no tenerlo (castrado). Esta fase marca el clímax y el declive del complejo de Edipo, con
un enfoque predominante en el complejo de castración. Freud sugiere que, en esta etapa, los niños enfrentan la idea
de poseer o no un pene, lo que influye en su relación con sus padres y en su desarrollo psicosexual. En las niñas, la
existencia de una organización fálica también es relevante, lo que puede llevar a sentimientos de envidia hacia los
niños y resentimiento hacia la madre por no haberles dado un pene. La evolución de las niñas se centra en el órgano
fálico de manera similar a la de los niños, aunque sus reacciones emocionales y sus relaciones con los padres pueden
variar.

• Complejo de Edipo: El Complejo de Edipo es una idea importante en la teoría de Freud sobre el desarrollo infantil y la
formación de la personalidad. Se refiere a los sentimientos amorosos y de rivalidad que un niño puede tener hacia
sus padres. Por ejemplo, un niño puede sentir amor hacia su madre y celos de su padre, o viceversa. Freud sugiere
que estos sentimientos son normales en la infancia, pero si no se resuelven adecuadamente, pueden causar
problemas emocionales más adelante en la vida. El Complejo de Edipo se considera fundamental en la formación de la
psique humana y en la comprensión de las relaciones familiares. La resolución del Complejo de Edipo ocurre alrededor
de los cinco años y marca el inicio del período de latencia. Freud sugirió que este complejo juega un papel crucial en la
represión de ciertos deseos sexuales, lo que implica un proceso de renuncia y represión. La prohibición del incesto
es central en este complejo, ya que marca los límites del placer sexual. Superar el Complejo de Edipo implica aceptar
estas restricciones y buscar una forma de placer que no viole estas normas sociales.
• Complejo de Edipo: En el Complejo de Edipo, los niños experimentan una serie de etapas emocionales cruciales
en su desarrollo. Inicialmente, sienten un fuerte apego hacia su madre y rivalizan con su padre. Esto involucra
deseos primitivos de incesto y asesinato del padre, que luego son olvidados o reprimidos. Luego, surge la
angustia de castración, donde el niño teme perder su órgano genital debido a la amenaza percibida por parte
del padre. Esta angustia se relaciona con la percepción de la diferencia de los sexos, donde el niño imagina que
los adultos tienen un solo órgano genital, ubicado en un lado y ausente en el otro. Posteriormente, el niño
disminuye su apego edípico hacia la madre y la angustia de castración hacia el padre, centrándose más en sí
mismo y en su identidad narcisista. El amor por el padre se convierte en una demanda de reconocimiento y
expectativa de adquirir cualidades asociadas con la virilidad en los niños y la posesión simbólica del falo en las
niñas. El complejo de castración, relacionado con la percepción de la diferencia sexual anatómica, marca un
cambio en la comprensión del niño sobre la anatomía y la identidad sexual. En este complejo, los niños temen la
pérdida del pene o perciben a las niñas como ya castradas, lo que influye en sus relaciones con sus padres y su
desarrollo psicológico.

También podría gustarte