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SEFER VAYIKRÁ

LA PERLA DE LA PARASHAT TZAV (Lv 6:1 al 8:36)


LA OFRENDA DEL HOLOCAUSTO Y EL MESÍAS
La revelación del Mesías que conduce a su novia a la redención
Rabbí Dr. Williams Pitter
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Rabbí Dr. Williams Pitter

En la parashat Tzav, leemos una instrucción sobre el holocausto: “Ordena a Aharón


y a sus hijos: Esta es la ley del holocausto (olah). El holocausto que estará sobre la
fogata que está sobre el altar toda la noche, hasta la mañana, y el fuego del altar
estará ardiendo en él” (Vayikrá 6:2).

Como muchos ya saben la ofrenda del tipo “holocausto” u “ofrenda quemada” era
la única ofrenda por el pecado la cual era consumida completamente por el fuego
del altar, los otros tipos de ofrenda por el pecado, los cohanim tomaban una parte
del animal y la consumían, igual pasaba con las ofrendas de paz. Nadie tomaba de
la carne del animal ofrecido en holocausto, éste era consumido completamente en
al altar del atrio exterior del santuario. Por esta razón, este tipo de ofrenda era
llamada “suprema” o “máxima” (“elyonah”), puesto que era ofrecida enteramente
al Eterno, quien es “Supremo” (“Elyón”), como así lo llama la Escritura en varias
partes.

Y, como muchos también conocen, la ofrenda del holocausto es una alusión al


sacrificio del Mesías, quien derramó enteramente Su vida por causa de nosotros,
como es enseñado en diversas partes en los escritos del NT. En esta ocasión,
veremos a la persona y obra del Mesías desde un enfoque extraordinario que nos
pone en bandeja de plata una genial interpretación del Midrash.

La palabra hebrea “olah”, la cual generalmente es traducida como “holocausto” u


“ofrenda quemada,” en verdad tiene varios significados: “subir”, “ascender”, etc., y
lo que ella signifique con precisión depende del contexto en donde se encuentre.
Por ejemplo,
(1) subir física y literalmente de un lugar a otro, como cuando Moshé subía al
monte Sinaí (Shemot 19:3),

(2) moverse de un lugar a otro, en el lenguaje de la Torá, el Eterno hizo “subir a


Ysrael de Egipto” (Shemot 13:18), pero el sentido de esta expresión debe
entenderse “el subir” como un ascenso espiritual: de un lugar de idolatría a uno de
verdadera adoración al Eterno. Es una metáfora espiritual, pues todos subimos a
Jerusalén, y todas las demás tierras del mundo están “abajo” en la idolatría. De allí
que usemos las “aliyot” para “subir” a leer a Torá, es decir, somos elevados a un
puesto de honor para leer la Torá en shabbat y en ciertos días festivos.

(3) La Torá usa esta misma palabra “olah” en el sentido de “sacar de una condición
en particular”, cuando Hashem promete: “los haré subir del sufrimiento de Egipto a
la tierra del cananeo…” (Shemot 3:17)

(4) Pero cuando la Torá nos dice que, “esta es la ley de la olah” se refiere a la clase
de ofrenda que es consumida totalmente por el fuego, por lo cual el humo de esa
ofrenda asciende al Eterno. Ejemplo de esto son las ofrendas que presentó Noaj, la
cual fue aceptada al Eterno como “un olor grato” (Bereshit 8:20,21).
Ahora el Midrash Tanjumá, usa una conexión lingüística interesante al aplicar la
segunda regla de Hillel (cuando dos pesukim están conectados por una palabra o
frase similar”), y a tal efecto cita la siguiente Escritura: “¿Quién es ella que sube
(olah) desde el desierto recostada sobre su amado” (Cantar de los cantares 8:5), y
luego, el Midrash argumenta que este pasuk se refiere a Moshé, pues según
Shemot 19:3: “Moshé ascendió (“olah”) al Eterno.

Lo que nos quiere decir el Midrash, es que el primer libertador Moshé apareció en
el desierto, bajó a Egipto y por medio de milagros y maravillas hizo subir a la
congregación de Ysrael de allí, y como una novia la condujo como recostada a su
hombro para llevarla desde el desierto a la tierra prometida.

Además, el Midrash también establece un paralelo extraordinario entre Moshé y el


Mesías, enseñándonos que, así como Moshé, el primer libertador, apareció desde
el desierto para redimir a Ysrael, así también el Mesías, el segundo libertador
aparecerá en el desierto para redimir a Ysrael.

Y esto último se cumplió con el Mesías Yeshua, cuando apareció en el desierto


como lo narra los evangelios, como el segundo Libertador (Mt 24:26); y por esta
razón no es correcto esperar que el Mesías aparezca en el desierto y de allí hacer
su aparición pública en Jerusalén; pues ya Él Mesías cumplió con esta profecía.

Y siguiendo al Midrash, yo puedo enseñar que, del mismo modo como Moshé bajó
a Egipto para sacar del sufrimiento y la esclavitud a la congregación de Ysrael y

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luego llevarla recostada sobre su hombro a la tierra prometida, nuestro Mesías
bajó a este mundo para sacarnos del sufrimiento, del pecado y de la muerte, y
luego llevarnos, como recostados sobre Su hombro al mundo venidero; lo que
esperamos que ocurra pronto y en nuestros días, y digan: Amén!

NOTAS SOBRE LA PARASHAT TZAV

En esta parashat Tzav (6:1 al 8:36) se completa la información que comenzó en la


parashat anterior sobre las ofrendas y de sus respectivos rituales, y continúan con
las ofrendas y los respectivos rituales correspondientes al procedimiento de
investidura de Aharón y sus hijos para el sacerdocio, lo que se encuentra en la
primera parte parashat Sheminí y que cubre todo el capítulo 9.

Observen que estas tres parashot constituyen un conjunto de yuxtaposiciones de


eventos ocurridos en distintos en tiempos y lugares; es decir, no es una narrativa
cronológica, pero está organizada en torno al tema de la clase de ofrenda que hay
presentar, según sea el caso, y el ritual que han de efectuar los sacerdotes. La
yuxtaposición de tiempos y lugares es la siguiente:

1. La parashat Vayikrá (1:1 al 5:26) fue dada en el Ohel haMoed, en privado,


el primero de Nisán cuando fue inaugurado el templo, al segundo año de
haber salido de Egipto, y su contenido está referido a las leyes de las
ofrendas voluntarias y obligatorias por causa del pecado que ha de
presentar una persona, y cubre desde el 1:1 al 5:26
2. La parashat Tzav (6:1 al 8:36) está dividida en dos partes: La primera parte
va desde 6:1 al 7:38, y contiene las leyes de los procedimientos rituales a
seguir con los diversos tipos de ofrendas descritos en la parashat Vayikrá,
y además incluye la información de las partes de estas ofrendas que han
sido dadas a Aharón y a sus hijos; toda esta revelación fue dada en el
monte Sinaí como lo dice el pasuk 7:37,38. Y la segunda parte, que es
todo el capítulo 8, es la investidura de Aharón que ocurrieron los siete
días previos a la inauguración del Mishkán y antes que la nube cubriera.
3. La primera parte de la parashat Sheminí (9), ocurrió al octavo, o primero
de Nisán, y contiene los rituales que inauguran el Mishkán, y luego
continúa con el lamentable episodio de Nadav y Abihú.

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