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jencia y el lenguaje
Los chimpancés de GALLUP, por el contrario; ús up sugirió que esta autoconciencia de sus cuerpos también
Espejo para inspeccionarse la cara y la parte interigr ¿ que implicar alguna conciencia de sí mismos como enti-
esto parecía indicar que se daban cuenta de que estab. - psicológicas, aunque esta parte de su interpretación ha
do una imagen de sí mismos, La propuesta de Garrtie ado más debatida.
es algo que percibes sólo si tienes la capacidad de se co a importancia de los resultados de GALLUP se puso todavía
te de ti mismo, o sea, de representarte a ti mismo com L de relieve cuando se realizó el mismo experimento con ani-
to más en el mundo que puede requerit tu propia ate es de otras especies: ninguno superó la prueba. Todas las
lo que en la práctica es una definición básica de autóoto ecies de monos no antropoides estudiadas hasta ahora han
El reto de GALLUP era cómo conseguir ir más allá incapaces de mostrar autorreconocimiento en el espejo
sugerentes observaciones semi-anecdóticas, y se le ocu ado se les evalua con el procedimiento estandar de la man-
idea simple pero brillante !. Sometía a una dosis de ales: en la cara, incluso después de haber tenido una extensa ex-
chimpancés que habían tenido experiencia con espejos d encia con el espejo y recibir ayudas adicionales. Algunos
un período de tiempo y, mientras dormían, una persoña ores argumentaron que, puesto que muchos monos tienen la
ba una de sus cejas (y, a veces, también una parte visible dencia a experimentar el contacto visual como amenazante,
cuerpo, como por ejemplo la mano) con una pintura roja podría ponerles en desventaja en la prueba del espejo por-
cial (que parecía sangre o una herida, pero que era comi ¡inevitablemente, se enfrentan todo el tiempo a otro mono que
mente inolora y no producía ninguna sensación al tactó: está mirando inquisitiva y obstinadamente. Esto puede po-
seca). Cuando los chimpancés recobraban la concióne rles tan nerviosos que al final no sean capaces de descubrir la
observaba detenidamente su reacción, primero sin que hu rdad: ¡que ese mono tan groseramente agresivo que tienen
ningún espejo presente, y después presentándoles uno. Di: frente es en realidad ellos mismos!
la fase sin espejo, los chimpancés inspeccionaban rápidan ANDERSON (2001) abordó esta posibilidad en un elegante
cualquier punto rojo que se les hubiera pintado en t perimento en el que manipuló cuidaciosamente el ángulo del
visible de su cuerpo (por ejemplo, en las manos), pero rin pejo de manera que los monos no pudieran hacer contacto
tocaban la ceja. Tan pronto como se les presentaba el espeje sual con su propio reflejo. Cuando los monos se enfrentaron a
chimpancés empezaban a inspeccionar con las manos f te espejo inclinado mostraron menos respuestas sociales al
marcada mientras se miraban en el espejo (GALLUP y colsi, flejo, pero ninguna evidencia de autorreconocimiento. A esto
GaLLUP, 1983), - iy que añadir que los monos expuestos a espejos durante lar-
GarLur llegó a la conclusión de que los chimpancés e s períodos pueden terminar por desarrollar una excelente
mente se reconocían a sí mismos en el espejo, y esto sólo p pacidad de manejarlos para resolver problemas; por ejemplo,
ocurrir si son autoconscientes: si tienen la capacidad de ira encontrar alimento escondido bajo una cubierta en la par-
cebirse como entidades individuales en el mundo. De he exterior de sus jaulas usando su reflejo en un espejo situado
enfrente de la jaula como guía, Pero, sorprendentemente, los
monos no parecen capaces de dar consigo mismos en el espejo.
. - Sería injusto no mencionar que el experimento de la marca lo descubi
casi simultáneamente, y con completa independencia, un psicólogo del desarre Una posible explicación es que los monos no antropoides po-
(AMSTERDAM, 1972), aunque el procedimiento se hizo famoso gracias al traba. drían carecer de la habilidad para representarse a sí Mismos ex-
Gatrur con chimpancés. - plícitamente, o sea, de autoconciencia.
O Ediciones Morata, S. L.
352 El desarrollo de la mente en
los simios, los Tru
conciencia y el lenguaje
: a 353
O Ediciones Morata, S, L.
.
O Ediciones Morata, 8. L.
354 El desarrollo de la mente en los simios, los 9 La conciencia y el lenguaje 395
cia de uno mismo como entidad mental no es necesari te distribuidas. Por ejemplo, los simios parecen ser capaces
reconocerse en el espejo. Pero esto no tiene por qué mol de
algunas formas de comunicación referencia! con gestos compa-
que sea suficiente con la capacidad de percibir el propig e rables (aunque no idénticas) a los que se ven en los niños
justo
La categórica separación entre la actuación de los simio antes de que surja el lenguaje o durante sus estadios
más tem-
la enigmática posible excepción de los gorilas) y la de los m pranos. Sin embargo, la capacidad de producir vocalizaciones
no antropoides sigue haciendo de este descubrimiento algo análogas a las palabras no se ha encontrado en las especies
de
cial, aunque todavía esté por explicar, Una posible aclaraci simios, sino en especies de monos no antropoides como
que, a través de la interacción social (en concreto, medi: los
ota, que filogenéticamente están mucho más distantes del ser
experiencia de ser objeto de atención social) se adquiere al
forma de consciencia que es responsable de la capacida,
i lizacio-
reconocerse uno mismo en el espejo y, por lo tanto, par:
nNocerse como sujeto. En tido, el reconocimiento
espejo podría de hecho relacionarse con la teoría de Tamer L : 2TO nO es as o aproximaciones
pero
no.necesariamente con la capacidad abstracta que ti más radicales para tratarde Xdentrarse. en-los-misterios
uso de metarrepresentaciones,
sino más bien con las dest
de la
“evolución del lenguaje, Entre ellos, el más osado
y más llamati- h
más básicas relacionadas con la comprensión
de Ta inteñció vo ha sido, sin duda, el intento de enseñar lenguaje humano
a |
[a.atención-quediscutimos en el Capitulo VIT. 1mios cautivos.
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o Ediciones Morata, S. L.
O Ediciones Morata, S. L.
356 El desarrollo de la mente en los simios, los La conciencia y el lenguaje
y: 357
manera que debe comeultaree MD diccio exto de interacciones lingúísticas y sociales complejas
para averiguar el significa lo de Ed Tas melviatales. O con
de tener un buen conoci miento de la sintaxis y un ampii tros seres humanos (TomaseLLo, 1995, 1999). Los niños pue-
en poseer algunas predisposiciones para esto, pero tienen que
bulario, pero uma fonología deiciente, detal incl ta que acer usofacti
nunciación de las palabras es imperfecta e incluso mer estrezas qué actiyo'de ellas para adquirir ese conjunto complejo de
es el lenguaje, :
De hecho, los adultos que aprenden uña segunda
lengua. Lo que admite poca discusión es que, sea cual sea
encontrar extremadamente difícil adquirir los tres comp la natu-
raleza de la capacidad humana para adquirir el lengua
tes de manera perfecta. Es habitual quela fonología perman je, no |
ca imperfecta para siempre, con independen parece que ésta exista en primates no humanos. El lengua
cia de la ca: je, en
de tiempo y esfuerzo que se dedique a intentar perfec todo su esplendor con la sintaxis, el léxico, la fonolo
cio gía y su
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O) Ediciones Morata, S. L.
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358 El desarrollo de la mente en los simios, los y La conciencia y el lenguaje 350
anatómica y fisiológica necesaria para producir los sonid mente sólo pronuncian una E
habla humana. Los psicólogos R. y B. GARDNER (1969) pen mpiezan a hacer combinaciones de e Tab ente,
en un método simple para sortear esta potencial dificulta, mayoría de Jos autores considera que son sus primeras qe a A e
señar a los chimpancés un lenguaje de signos y gestos man: i ; finalmente, se produce una ex losión cio
similar al que utilizan las personas sordas. (Al contrario apacidad de combinar palabras Y Muy pronto se elaboran n la:
que se pensaba hace tiempo, los lenguajes de signos de: iones completas, de tal manera que las bases fundamentales
dos no son formas primitivas de comunicación, sino que 1
todas las propiedades de un lenguaje hablado, incliso
== = "E
“fonología”PET de los componentes con que se construyen | : Los da j ARD MU
. E- r T
tos manuales; 's; PINKER
PIN ¿ 1994 ».) donó” N bebé chimrar
. ban que,
que o aunque
del losbieron
c ImpancésL so decia ean Washoe
no desarrollan indicar
3 El matrimonio GARDNER “adoptó” a un bebé chimpañe ningún compo-
nente fonológico del lenguaje, pueden, cuando se les da el entre-
E T un año de edad que se llamaba Washoe y la.entrena e hamiento suficiente, adquirir no sólo palabras individuales que
dy vamente, enseñándola a utilizar signos para comunicarse. se les han enseñado explícitamente en la modalidad
— y 3 Ellos
ffos (por ejemplo, pidiéndola
(por ejemplo, pidiéndola que
que hicierahiciera elel signo
signo dede “ab“abr. también bié
producir espontáneamente : Mn al, si
sino
47 -
y —ñMa especie de mímica de dar un abrazo— antes de qu
, ra + - : “oraciones” rudimentarias
mediante Ja combinación de signos. Es como si el entrenamiento
Ai a Cogieran en brazos, o el signo de “beber” —levarse el dedo hubiera despertado una capacidad lingútística latente en Washoe
3 * gara la boca— cuando quería beber). La mayor parte de -— Los GARDNER realizaron una serie de priebas formales para
— A veces tenían que moldear en las manos de Washoe la morf evaluar lo que Washoe y otros tres chimpancés, que se inco
gía del gesto. Tras unos años de implacable adiestramiento o. :
raron al proyecto más adelante, habían aprendido Porej emplo í
resultados |fueron espectaculares:
: al contrario de lo qque o es administraron pruebas “ciegas” de vocabulario, en las cuales
* 2
con los chimpancés quie no habían logrado adquirir pala € proyectaban en una pantalla diapositiv
habladas, Washoe aprendió a producir y entender casi as de objetos; un hu-
mano, que no podía ver la pantalla, les preguntaba a los chi
signos manuales diferentes que hacían referencia a di: pancés “¿Qué?”, utilizando un signo manual los chimn: .
acciones y objetos. Y, lo que es más, no sólo utilizaba los sig “respondían con otro símbolo manual: el nombre del objeto. Ta os
individuales apropiadamente, sino que de forma espoñtá
i ían con el nombre correcto alrededor de es :
empezó a combinar dos o más signos de una manera apare un 80 por ciento de los Ensayos. Y, lo que es más,
mente semejante a las combinaciones de palabras que util cuando
tan erores, tendían a hacerlo por confundir el objet o concome.
om -
los niños (GARDNER y GARDNER, 1969, 1974). : que pertenecí a a la misma categoría; por ejemplo, llamab
La adquisición del lenguaje en niños sigue un patrón “Un perro “gato” o “vaca”, pero nunca “¿apato” mam aa E a
desarrollo relativamente estable y predecible, a pesar d tos errores son especialmente interesantes porque arecen ; E
enormes diferencias individuales que pueden existir en el gr car que los chimpancés realmente otorgaban " si a
y la velocidad del desarrollo. Primero, los niños empiezan conceptual a los signos que se les habían enseñado artif Tal.
quiriendo elementos de la fonología, y después producen sor mente. Otros estudios indican también que los primates cl SE
dos comunicativos (que todavía no son palabras reconocibles) Y can
objetos de acuerdo a categorías (Capítulo V) Puede. p -
gestos (tales como el de señalar); a continuación, entre lo
tanto, que aprendan los signos que se les enseñan como etique-
y los 18 meses, producen sus primeras palabras, pero típice | fas asociadas con
esos conceptos.
Otra similitud entre Washoe y los niños era elf én composiciones gramaticales muy simples utilizando catego-
conocido como “sobregeneralización”. Cuando los niños rías semánticas como agente-acción (“Greg cosquillas”, para
ños empiezan a utilizar palabras nuevas, por ejemplo pedir que Greg le hiciera cosquillas) o de objeto-sujeto (“leche
es normal que la apliquen a un amplio número de tel Washoe”, para pedir leche) en lo que se ha denominado “habla
más allá del correcto (tras un período anterior en el que elegráfica”, característica de los primeros pasos lingúísticos de
lo contrario: tilizan las palabras de manera demasiadú os niños.
gida para hacer referencia a un perro particular). Porieje Otros proyectos siguieron los pasos del estudio pionero de
pueden llamar “perro” a un gato o utilizar la palabra para os GARDNER intentando enseñar lenguaje de siglos o lenguajes
referencia a cualquier animal peludo con cuatro patas; o verbales alternativos (con fichas de plástico o diseños abs-
progresivamente aprenden a restringir la palabra a su sig tractos en una pantalla de ordenador) a chimpancés y otros
do correcto. Algo muy similar ocurrió con el uso inicial de imios (PREMACE, 1976; RUMBALCH, 1977; PATTERSON y LINDEN,
nos por parte de Washoe. o 1981). Los resultados fueron esencialmente los mismos que los
La conclusión que los GARDNER extrafan de estos result obtenidos por los GARDNER. Los grandes simios parecían tener
es que puede que la fonología sea una especialización cognit ima capacidad sorprendentemente desaprovechada para adqui-
de los seres humanos (o quizás simplemente una especia fir rudimentos del lenguaje cuando se les proporcionaba el tipo
ción anatómica), pero la capacidad para utilizar palabrasicó adecuado de enseñanza intensiva. Por supuesto, sus adquisicio-
símbolos y, al menos, una gramática simple para combit: nes eran sólo rudime —un nto
vocabular
sio limitado y oraciones
en significados más complejos no parecían ser específicamies muy simples—, pero era suficiente para que se tratase de un
humanas. Ciertamente había que enseñar las palabras descubrimiento sensacional.
chimpancés de manera muy explícita (al contrario que úc Los estudios sobre la enseñanza del lenguaje a los simios
con los bebés, quienes las aprenden casi automáticamen salieron a la luz en un momento muy especial en la historia del
pero los simios parecían aprender dichas palabras de una: estudio de la adquisición del lenguaje infantil. Sólo unos años
nera significativa y, lo que es más sorprendente, empezaban antes, el lingiísta Noam CHomsy había propuesto una revolu-
producir de manera espontánea combinaciones con ellas, co cionaria teoría del lenguaje en la que una capacidad lingiiística
si de la mente relativamente sofisticada del simio surgiera -stpuestamente innata en los niños desempeñaba un papel fun-
modesta, pero genuina, forma de lenguaje una vez que se le pre -damental (CHomsEy, 1968). Para CHomsKY, el lenguaje era una
porcionaba el empujón inicial de enseñarle palabras er capacidad biológica específica, no sólo en el sentido de ser ex-
entorno apropiado y motivador, - clusivamente humana, sino también en el de ser distinta de
La publicación de los resultados de este primer estudio d -cualquier otra destreza cognitiva conocida, Las estructuras gra-
los GARDNER causó sensación entre los científicos cognitivo: - maticales del lenguaje eran tan especiales y tan complejas
Por ejemplo, Roger BRowNn (1970), uno de los líderes en el cá des-
de un punto de vista cognitivo, que CHomsxY pensaba que re-
po de la adquisición del lenguaje infantil en aquel momen: querían estructuras comprtacionales específicas diferentes de,
tras examinar las transcripciones de las producciones de Wa "por ejemplo, las utilizadas para la manipulación o la percepción
shoe y compararlas con las de los niños, Hegó ala conclusión al de objetos. Dada su complejidad, no parecía posible que la gra-
que Washoe parecía haber alcanzado al menos el primer nivi mática se pudiese aprender partiendo de cero en tan sólo unos
del desarrollo del lenguaje —en el que las palabras se combin: pocos años, tal y como hacen normalmente los niños. La suge-
— Hobriau de perdona qué por: ia A e
O Ediciones Morata, S.L. “Fes Hivemnbe 7 fé teta ac meca e :
hqar 175 "“wáaho de tengsape” (0) Ediciones Morata, S. L.
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362 El desarrollo de la mente en los simiós, los mon, La conciencia y el lenguaje
363
rencia de CHOMSKY éra que el cerebro humano debe de tene;
“ó“órga: ” en je, que es innato y excimsi
cie (CHOMSIO?-L9E8 ; PINKER, 1994),—————
Prdesenibrimiento de una capacidad escondida en los ch
pancés para aprender lenguaje iba directamente en contra
esta idea, Si se le puede enseñar a un simio, entonces el len:
je no puede basarse en una habilidad misteriosa específicames
te humana. Por supuesto, todavía se podía argumentar que lg,
humanos
mismos, y que func ionaban como símbolos para hace
tienen algunas especializaciones para el lengus r referen-
cia a las cosas importantes de
(capacidades fonológicas, una capacidad más desarrollada pa su vida cotidiana, tales como sus
aprender vocabularios más extensos, y una gramática much,
más compleja) pero la esencia del lenguaje —la capacidad
utilizar palabras y combinarlas en oraciones— parecía ser
propiedad más general compartida por los cerebros de va:
especies de primates, amque algunos parecen necesitar un em
pujón inicial más fuerte que otros.
tados por los niños. Tomado de GOLDIN-MEADOW, 1979 La explicación más sencilla de este aparente paralelismo
ntre los chimpancés y los niños sordos es que el paralelismo es
Chimpancé (Nim Chimpsky): precisamente una simple apariencia. Herbert TERRACE (1979),
HACER-COSQUILLAS MI 10 conductista de formación profundamente en contra de la
COMER NIM COMER visión innatista y exchisivamente humana del lenguaje, defen-
JUGAR MI NIM dida por CHOMSKY y sus seguidores, se unió con entusiasmo al
PLÁTANO NIM PLÁTANO NIM esfuerzo de enseñar lenguaje a los simios, iniciando su propio
COMER BEBER COMER BEBER proyecto con un chimpancé al que bautizó con el nombre de
Nim Chimpsky, en equívoco homenaje al hombre cuyas teorías
pretendía hacer añicos con los datos de los simios. TERRACE
vino a confirmar los resultados que habían obtenido los GarD-
Una de las características comunes de las transcripéi NER y otros autores: un chimpancé adquiere signos manuales y
de niños y chimpancés es que muchas combinaciones de si los combina para utilizarlos con los humanos que se los han
consisten en repeticiones del mismo signo, de tal manera - enseñado activamente. Sin embargo, cuando TERRACE empezó
muchas veces, aunque la secuencia de signos producida: fue * a analizar en detalle la estructura de los signos y las maneras y
muy larga, la oración en sf era muy simple. — * condiciones en las que Nim Chimpsky los producía, se encon-
¿Por qué los símios necesitarían un entrenamiento espec tró con una serie de descubrimientos inesperados (TERRACE y
para alcanzar un nivel Iimghístico supuestamente comparable cols., 1979), ;
de los niños que no habían recibido ningún entrenamiento | Por una parte, las combinaciones de signos de Nim Chimpsly
glístico y ni siquiera habían estado expuestos a un model consistían muy frecuentemente en cadenas de signos repetidos.
lenguaje? Una posible respuesta es que los niños podrían és Al igual que Washoe, Nim producía secuencias cada vez más
dotados con adaptaciones especiales (no necesariamente hab largas de signos, pero cuando se prestaba atención al número
dades imatas, sino mecanismos de desarrollo) que les situarí verdadero de cosas distintas a las que hacía referencia con los
en la senda del lenguaje desde el principio, mientras quélo símbolos utilizados en cada secuencia, resultaba que muy pocas
simios necesitarían que se les implantasen artificialmente esas veces combinaba más de dos ideas distintas. La longitud media de
habilidades para dar algunos pasos por esa senda. ¿Pero son sus combinaciones no aumentó en absoluto durante sus años
secuencias de signos que producen los chimpancés (y los ni de entrenamiento; por el contrario, es un hecho bien estableci-
sordos) realmente oraciones lingtiísticas? do que la longitud media de las combinaciones de palabras de
los niños que aprenden lenguaje oral, o de signos, aumenta cons-
tantemente durante sus primeros años de desarrollo?, y se con-
? En términos más técnicos, esto se refleja en el hecho de que la LME (ll
gitud media de las emisiones) de los niños sordos no aumentaba (GorDmn-MEá:
Pow, 1979), como tampoco lo hacía la LME de los simios lingtlísticos (TERRACE Y ? En realidad, la longitud media de las emisiones se mide en morfemas o
unidades de significado, que no se corresponden necesariamente con palabras
cols., 1979).
independientes.
(O Ediciones Morata, S, L.
(O) Ediciones Morata, 5. L.
366 El desarrollo de la mente en los simio
s, lo: La conciencia y el lenguaje
367
s ; E x
er deal noe 07. ADT anicador del des que no son más que simples trucos pacientemente entrenados;
no se desarrollaba más allá del sera de de E Ja única diferencia con el caso de Nim és que su instrucción
Pero ¿al menos eran esas combinacio de abras: había sido involuntaria (SEIDENBERG y PETITro, 1979).
: nes de dos sigrios
parables a las de los niños? Cuando TERRACE
naciones
analizó las;
de Nim, encontró que no las producía al
azar; sin, — otros proyectos con simios. Según ellos, la mente del simio.es
emo a sistemáticos. Los niños pequeños hac
“incapaz de si taxis (como demostraba su minucioso análisis), y
y
eramática 5 ema como prueba de que utilizan algún ti able es que tampoco sea capaz.de.utilizar-signos
rudimentari a. Sin embargo, tras examinar las.cin i
o verdaderos simbolos. — 5
de TER o producía Nim sus combinaciones siste TA mayoría de los científicos cognitivos encontraron la ar-
gumentación de TERRACE muy convincente. Algunos hasta se
signos de Nim los provocaban los humanos que inter sintieron “estafados” por los resultados y conclusiones anterio-
con él; así, Nim reproducía el mismo signo te Suc
baba de hacer o creaba Un signo nuevo en Les esta dado o dusio es " reviaga
previas y hoger
adora “conclusion volvió Po
a la idea (26).
de que quien rectilicóinclu-
el lenguaje, a.
gunta o como reacción a incilaciones gestuales des a e. p o en sus manifestaciones más tempranas, sólo puede encon-
res humanos, Según TERRace cuando eo Ne. vue ea a “trarse en humanos. Los autores de los otros proyectos de len-
los signos de Nim en una transcripción Contar, k su A toda guaje de simios protestaron argumentando que la actuación de
ción y daban la impresión de que Nim a mi rorma dee sus sujetos no podía compararse con la de Nim, porque sus
ción ió : . ponía tma organiza: procedimientos de entrenamiento eran diferentes (en su opi-
TERRACE, coa DN de sign drop aro ment nión, Nim había estado sometido aun régimen de instrucción -
cuenta Derfilaban” la D o L demasiado estricto, demasiado conductista » soslayando el as- E
de Nimqueconsinsusdarse
cuidadores,
signos int ervenciones secuencia d pecto social del uso del lenguaje). Se desencadenó un amargo
Y, por si eso fuera poco, el equipo de TuRracE descubrió ¿ debate, en el que no siempre salió bien parada la objetividad
el contenido de la mayoría de las combinacione de Ni TIO qu científica. Pero para muchos, sino para la mayoría de los cien-
simplemente peticiones de comida o cosas que a N bas T . ; tíficos cognitivos, las conclusiones de TERRACE pusieron punto
hiciera la gente. No había comentarios o o escaba que final al debate sobre el lenguaje de los simios y, en definitiva,
allá de los intentos de conseguir ec unicas ' má los aparentemente fallidos intentos de enseñar lenguaje a los
TERRACE —un experto conductista— y sus le de tl El Equipo — simios se convirtieron en un argumento más a favor de la dis-
conclusión de que su sujeto probablemente ? , vera Y e continuidad evolutiva del lenguaje: ni siquiera un entrena-
llegado a producir símbolos individuales NU. viera abía : miento intensivo y deliberado puede inducir algo de verdadero
a objetos y sucesos. Sus signos eran sin, p a acer referencia lenguaje en la mente de los primates no humanos. Sin embar-
tes emitidas con el sólo objetivo de obtener cord. as opera go, contra corriente, han sobrevivido algunos proyectos cuyos
parecido a lo que ocurre con los chimpancés de sh al, a autores defienden que los datos se han Malinterpretado o que
se enseña laboriosamente a hacer cosa s que reo a quien existen otros posteriores a los que manejó TERRACE que indican
(pedalear o tomar 16 disfrazados cop. > a parecen - tmanas que los simios pueden desarrollar habilidades genuinamente
trañios ropajes), pero lingitísticas.
O) Ediciones Morata, S. L.
O Edii Morata SL
iciones Morata, + E.
308 El desarrollo de la mente en los simios, los mone La conciencia y el lenguaje 369
Cabe resaltar que el destino científico de los niños (soñ Intentaron imitar las situaciones en que los niños aprenden sus
de “Herodoto” fue muy diferente. Investigaciones posterio — primeros vocablos: rutinas interactivas muy repetitivas en las
han mantenido y extendido la interpretación de que sus comb — que se insertaban las palabras. Según ellos, con estos métodos
naciones espontáneas de signos presentan evidencia de est fue posible enseñar a los chimpancés destrezas de etiquetado
turación gramatical y otras propiedades lingilísticas (Goth - simbólico genuino. Para apoyar esta conclusión, realizaron al-
MEADOW y MYLANDER, 1990). - gunos experimentos interesantes, como el siguiente (SAVAGE-
RUMBAUCH y cols., 1980). Entrenaron a sus chimpancés para
que clasificaran objetos reales en dos bandejas diferentes: una
El proyecto Kanzi: Nuevos estudios sobre la adquisición para comida y otra para instrumentos (llaves, cucharas, etc.).
del lenguaje de los simios . Una vez que los chimpancés dominaban la tarea, les daban
“lexigramas” (las fichas de plástico que se les habían enseñado
Un equipo liderado por Sue SAvaGE-RUMBAUGH, una de la. como símbolos para refirerse a objetos y alimentos en otras
pioneras de la primera oleada de estudios sobre el lenguaje.de situaciones) y les pedían que las clasificaran. Los chimpancés
los simios en los años setenta, aceptó la critica metodológic; “ pudieron colocar las fichas de comida en una bandeja y las de
de TERRACE. Esta autora concluyó que no sólo TERRACE tei instrumentos en la otra. Aparentemente, eran capaces de tratar
razón al decir que no había pruebas de organización gramatica los lexigramas no como objetos en sí mismos, sino como los
en las producciones de los chimpancés, sino también al sugeri objetos reales que representaban. Esto sería una notable apro-
que no utilizaban los supuestos signos que les habían enseñatk ximación a lo que entendemos que es un “símbolo”. Por lo tan-
de manera simbólica. Las adquisiciones de la primera genera to, existe la posibilidad de que lo que aprenden los simios lin-
ción de simios lingúísticos podían explicarse como simples Tes guísticos sea algún tipo de “símbolos”, no simples respuestas
..puestas condicionadas producidas con el objetivo de que su: condicionadas vinculadas a refuerzos inmediatos.
cuidadores les dieran un refuerzo. Pero SAVAGE-RUMBAUGH ar: En proyectos posteriores, SAVAGE-RUMBAUGH y su equipo
gumentó que ta cansa de esté aprendizaje tan pobre no era'l volvieron a investigar el tema de las habilidades gramaticales de
incapacidad de los simios para adquirir el lenguaje, sino que é los simios língúísticos en un estudio longitudinal con bonobos,
problema radicaba en lo pocoadecuado delos métedes-de-ensé. la especie de simios que, en su opinión, están más cercanos a los
L ; éstos estaban basados en paradigmas estricta hiimanos que los chimpancés comunes. Intentaron enseñar a
“Mente con uctistas de administración de refuerzos asociados una madre bonobo el uso de lexigramas de una manera pareci-
la producción de respuestas deseadas. SAVAGE-RUMBAUGH y su: da a como habían hecho con los chimpancés de su segundo pro-
colaboradores (SAVAGE-RUMBAUGH, 1986) decidieron que estás: yecto: por medio de tareas interactivas sencillas. Su esperanza
críticas podían superarse cambiando el résimen de enseñanza era que esta hembra de bonobo resultara ser una aprendiza más
de los simios y planteándose metas menos ambiciosas. Sobri avispada que los chimpancés comunes. Para su decepción no
esta premisa, empezaron tin nuevo proyecto con chimpancé: fue así. La madre bonobo resultó ser una estudiante de lexigra-
con el objetivo de centrarse en enseñar símbolos reales, en lugar mas un tanto obtusa, En cambio, de manera accidental desctt-
de simples respuestas condicionadas. brieron algo extraordinario. La madre bonobo asistía a las “cla-
Trabajando con dos chimpancés, desarrollaron una serie de ses” con su hijo pequeño, Kanzi, quien nunca participó en las
métodos nuevos, más interactivos y evitando refuerzos directos: sesiones de aprendizaje de una manera directa. Pero cuando se
¿ PA ño Last? no.
370 El desarrollo de la mente en los simios, los
a conciencia y el lenguaje 371
sión del inglés, sigue sin haber prueba de que esté utilizar o s podrían adquirir una simulación del lenguaje himano, pero
mismo tipo de cálculos gramaticales que usamos los hurriaja: enguaje de verdad. Sin embargo, esta Capacidad de los si-
(PINKER, 1994). Con la perspectiva que nos dan los años qué ha jos para producir una simulación del lenguaje podría estar
pasado desde el enconado debate que desencadenaron las Fít Jacionada con los procesos mediante los que evolucionó el
cas ce TERRACE y sus colaboradores sobre el lenguaje de lós $ enuino lenguaje humano.
mios, y dado el potencial significado de los resultados del equ Por ejemplo, Derek BICKERTON (1995) ha propuesto que los
po de SAVAGE-RUMBAUGA, uno se siente tentado de revisar el mios lingiísticos emplean un “protolenguaje”: una versión cog-
caso de la primera generación de simios “linguísticos”. ¿Real: tiva mucho más simple del lenguaje humano adulto. Y, de
mente aprendieron sólo algún tipo de truco circense? Una pi uerdo con sus ideas, lo que todos los niños hacen en sus pri-
dra angular de las críticas de TERRACE y sus colegas (1979) era
eros estadios de desarrollo lingitístico, y lo que los niños sordos
que los simios producían largas secuencias de signos que:la j estudio de “Herodoto” desarrollan por iniciativa propia, son.
mayoría de las veces consistían en realidad tan sólo en repei mbién protolenguajes, no lenguajes gramaticales genuinos.
- ciones de uno o dos elementos, de tal manera que la compl Probablemente sería incorrecto asumir que todos estos pro-
jidad gramatical no crecía en absoluto. Pero esto no es exclius
iblenguajes sean idénticos. Tendría sentido evolutivo que fue-
vo de los chimpancés: como ya mencionamos anteriormente... ran distintas versiones de precursores del lenguaje humano,
los niños sordos que inventaron su propio lenguaje de signós quizás ninguno de ellos idéntico a los anténticos precursores
hacían exactamente lo mismo (GorDn-Meapow, 1979). Adé: por los que pasaron nuestros ancestros homínidos en algún mo-
más, aunque muchas de las emisiones de Nim eran imitaciones” mento de nuestra evolución. Los protolenguajes que podemos
de sus cuidadores, una parte sustancial de sus producciones (el: ducir en los simios contemporáneos pueden proporcionar-
53 por ciento) contenía signos completamente nuevos. Y, lo que: nos solamente información indirecta. sobre el eslabón perdido
- €5 Más, aunque en menor proporción que Nim, los niños peque: del lenguaje. Después de todo, la simulación del surgimiento del
— hos también producen emisiones en las que simplemente repi- enguaje en los simios de hoy en día se produce bajo los atispi-
* ten las palabras que acaban de decir otros (TERRACE y cols.,
1979). Quizás las primeras palabras de los niños pequeños que
están aprendiendo o inventando un lenguaje no sean tan radi-”
calmente diferentes de los signos que utilizan los chimpancés :
entrenados; pero.puede que.esto.sea.así. porque os niños toda-
víano estén usando lenguaje en el sentido adulto. —
na puede crear un protolenguaje en ausencia de un modelo
de lenguaje, pero sólo si cuenta con el apoyo de formas ricas de
LA FALSIFICACIÓN DEL LENGUAJE
niteracción y comunicación con sus congéneres. La mente
de los simios, si sólo se ve expuesta a formas ricas de interac-
len Lo que hacen los simios lingúísticos puede que no sea un ción social y comunicación con los humanos, no puede crear un
Suaje genuino”, en el sentido de que las representaciones protolenguaje, también necesita un intenso entrenamiento o ex-
subyacentes y las computaciones cerebrales que
utilizan no - posición estructurada a modelos lingúísticos. El entrenamiento
sean las mismas usadas por los humanos. Los simios entrena- - lingiístico de los simios puede proporcionar buenas simulacio-
O Ecici — Ez daya
iciones Morata, S. L, Cajal biva. > f Enrca, 7 car y utaA
17 sun “ fo(O Ediciones Morata,
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374 El desarrolio de la mente en los simios, los Mon La conciencia y el lenguaje 375
nes de algunas de las destrezas que seguramente se encuen: de un proceso evolutivo de este tipo, podría ser la creación de
ya preinstaladas en la mente del humano moderno Y que mentes equipadas con habilidades preinstaladas para la simbo-
consiguiente, debieron de formar parte de las primeras ado ización y el aprendizaje de la gramática surgidas por selección
ciones evolutivas que pusieron a los humanos en la señda natural. Pero estas adaptaciones especificamente
lenguaje. Una de esas capacidades, quizás la que es más. im
humanas
pará el lenguaje podrían haber tenido su origen en un proceso
tante enseñar a un simio, es el uso de símbolos. Tal y có:
“de selección disparado por exaptaciones: destrezas Engúísticas
hemos visto reiteradamente en este libro, el entrenamiento si falsas, avant la langue,
bólico parece tener consecuencias de largo alcance para las
trezas cognitivas de los simios en distintos dominios.: € Para concluir, aunque los simios linglísticos estén todavía
mente, como senáló TOMASELLO, los entrenamientos simból la espera de encontrar un hueco estable y honorable en las
suelen ir acompañados de tina socialización cognitiva Según “ciencias cognitivas (pendientes de algunos veredictos complica-
VIGOTSEY, y en la práctica resulta difícil separar los efectos: dos sebre la naturaleza de sus adquisiciones), es muy posible
aprender símbolos de los efectos de disfrutar de ese tipo dei que tengan más que ofrecer que esas simples actilaciones cir-
teracciones (suponiendo que ambas cosas realmente puedan -censes a las que se les relegó en algún momento, Pero su apor-
pararse). Según esta interpretación, los simios se verían ira
tación a nuestra comprensión de la evolución del lenguaje qui-
portados a lo que ViGorsky denominó una zona de desairo:
zás sea muy diferente de la caricafura humanoide que a veces se
próximo, que les permite lograr cosas que sus mentes por “ha intentado mostrar desde el otro extremo interpretativo. Es
solas no serían capaces de conseguir sin la ayuda del apref "posible que puedan enseñarnos un par de lecciones evolucio-
zaje artificial de símbolos y el apoyo social de los human. nistas sobre los orígenes de las capacidades cognitivas comple-
Estos logros, aunque sean superficialmente similares a los
Jas, si pudiéramos encontrar la manera de leerlas y compren-
los niños, puede que sean computacionalmente diferentes. P derlas.
To, paradójicamente, esta flexibilidad de la mente de los simi
mo Lugrea. A A mas: 7
puede ofrecernos un modelo del tipo de procesos evolucionist Ar Att. Le"y ICEEZ fN
que son capaces de promover nuevas destrezas cognitivas:
. zona de desarrollo próximo puede, de hecho, uE a x r Áta la mardlico a t
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ser una zona
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hubieran sido tapáces de realizar algunas funciones lingtifs EL Trevi un 175 6 ! Mer A
cas, podrían haber creado el tipo de presión selectiva que fáv ed -
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recería la creación de nuevas variedades de habilidades mejor
adaptadas para la realización de las funciones recién descub
tas, y tal vez la creación de nuevas funciones. El resultado final,
O) Ediciones Morata, S. L.
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