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3.

El problema
del conocimiento

I I
-~ ,--

,,-

;'Todo- aquello en lo que crees (sea con respecto a1.501, la Luna, las estrellas, la
casa y el vecindario en que vives, la historia, la ciencia, otra gente, incluso la-
existencia de tu propio cuerpo) se basa en tus experiencias y pensamientos,
: _sentimientose impresiones sensoriales. Eso es todo lo que tienes como punto de
.' '". p~ri:~da: ya 'sea que veas el libro en tus manos, o sientas el suelo bajo tus pies
.~~~'i.;:l~
Las experiencias y pensamientos internos son lo más cercano a ti, y
I
.: .~alcanzas todo lo demás sólo a través de ellos. : !
1

Por lo/común no tienes dudas sobre la existencia del suelo que pisas, o del
árbol que está frente a la ventana, o de tus propios dientes. De hecho, casi nunca reparas en los estados
mentales que te hacen consciente de esas cosas: páreces estar consciente de ellas directamente; pero,
¿cómo sabes que realmente existen? ¿Te parecerían diferentes las cosas si de hecho existieran sólo en' tu l;,;,j" ~~m.
mente, si todo lo que creíste que era el mundo real externo no fuese más que un gigantesco
alucinación de la que nunca despertarás?"
sueñ~
.
Q _ .~,'
-.

Thornas, Ángel, ¿Qué significa todo esto? Una brevísisma introducción a la filosofía,
F.C.E,México, 1995, pág. 11

011
2) Reunidos en grupos, intercambien opiniones sobre el texto leído.
3) Luego, esgriman argumentos a favor o en contra de las siguientes afirmaciones, dando ejemplos que
avalen sus posiciones:
• Puede haber un mundo externo o no. Y si lo hay, puede ser completamente distinto de cómo
nos parece. '
liNo tiene sentido decir, que la creencia en el mundo real puede ser un gigantesco sueño o una
alucinación. Un sueño ti'ent,9,ue ser algo de lo que puedas despertar. Una alucinación tiene que ser
algo cuya inexistencia puedan percibir otros .
• Nuestra aceptación del mundo externo es instintiva y poderosa: no podemos libramos de ella
mediante argumentos filosóficos.
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Capítulo 3 .~

Los griegos introdujeron los ¿Qué es el conocimiento?


términos que aún hoy se usan
; , para designar a las ramas de La pregunta ¿qué es el co -ocimiento? ha sido abordada a lo largo de
, la filosojia que se ocupan de la historia de la filosofía. lncrso, lo~ problemas relacionados con el co-
, los problemas del nocimiento han dado lugar a 'amas de la filosofía llamadas "Teoría del
, conocimiento: la gnoseología
conocimiento", "Gnoseología", o "Epistemología".
1 y la epistemología. Esos
términos son gnosis Algunos autores han intentado describir Ip que sucede cuando se da
("conocimiento") y episteme el fenómeno del conocimiento ~ El conocimiento es un tipo de relación
i''saoer" o "ciencia "). que se establece entre un sujel ) y un obj;t? No podría haber conoci-
miento si faltara alguno de estos polos de la relación. Sujeto y objeto son
conceptos interdependientes: sólo puede haber objeto de conocimiento
para un sujeto cognoscente y alqven es sujeto cognoscente si tiene an-
te él a un objeto de conocimiento Por ejemplo, si un científico está in-
teresado en estudiar el fenómeno Ct los sueños, entonces los sueños pa-
san a ser su objeto de conocimiento y el científico, al investigar ese ob-
jeto, cumple el rol de sujeto ccqnoscente.
El conocimiento implica una acción del sujeto. En principio, esta acción
consiste en atender a un aspecto de la realidad y en transformarla (por
medio de esa atención) en objeto. La realidad que nos rodea nos ofrece in-
finidad de fenómenos, muchos de ellos muy complejos. Pero la actividad
del conocimiento no se aplica a toda la realidad, sino a un aspecto de ella
que (por diversos motivos) nos interesa especialmente. Si, por ejemplo,

" La palabra "objeto" no remite queremos conocer el comportamiento de un ciervo, observaremos lo que
I necesariamente a una cosa hace en su hábitat y dejaremos de lado todo lo que no tenga que ver con
material. El objeto de nuestro interés (el tipo de plantas que se encuentren en ese hábitat, el rui-
conocimiento es lo que un do de un arroyo cercano, la presencia de unos insectos que no molestan a
¡. sujeto pone frente a él por
este animal ni influyen en su comportamiento, etcétera).
¡ i estar interesado en conocerlo.
1 ¿Cuándo se da el conocimiento? El conocimiento tiene lugar cuando
1 Los objetos de conocimiento
pueden ser: cosas materiales y el sujeto cognoscente logra captar o aprehender características esencia-
tangibles (edificios, ciudades, les del objeto. Las características esenciales de un objeto son aquellas
herramientas), entes
que lo hacen ser lo que es, aquellas que lo definen. Siguiendo con el
, inmateriates {números, ideas,
'( teorias), seres vivos (an imales, ejemplo anterior, el ciervo que observamos tiene características particu-
plantas, bacterias), lares (el tamaño de sus cuernos, las manchas en su cuerpo) que no son
sensaciones idotor, placer), esenciales a los ciervos sino que son accidentales (ese tamaño podría ser
estados psiou icos (anqustia, menor o esas manchas podrían tener otras formas). Obtendremos un co-
depresión, alegria), obras
nocimiento si logramos captar aquellas características que sí son esen-
artísticas (musicales,
; literarias, pictóricas). Todo ciales a la especie de los ciervos (el modo en que obtiene el alimento, la
~. puede ser objeto de manera en que se comunica con otros ciervos para alertarlos sobre la
~ conocimiento. presencia de un animal que puede atacarlos).

Los problemas del conocimiento

En la actualidad, difícilmente alguien dude de la posibilidad de cono-


cer y de los alcances del conocimiento.
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Los avances científico-tecnológicos nos muestran la capacidad huma-


na para comprender los fenómenos de la naturaleza y de la sociedad. Sin
embargo, esa evidencia es reemplazada por la duda cuando se toma con-
ciencia de la inseguridad de gran parte de nuestros conocimientos. Y pro-
blemas planteados por diversos filósofos desde los inicios de la filosofía, si-
guen teniendo vigencia y siguen discutiéndose hoy.
Estos problemas son, al menos, tres:

r 1) El problema de la posibilidad del conocimiento: ¿Es posible co-


nocer? Parece una pregunta absurda si tenemos en cuenta todo lo que
los seres humanos han logrado descubrir y comprender. Lo que se plan-
tea, en este problema, es si es posible captar y aprehender la realidad tal
cual es. Dicho de otro modo, si es posible un conocimiento objetivo, ne-
cesario y universal. Como veremos en este capítulo, los sofistas y los es-
cépticos niegan la posibilidad de un conocimiento objetivo. Para ellos, el

re conocimiento
vo y relativo.
to certero y objetivo.
deriva de nuestras
Para los dogmáticos,
sensaciones
en cambio, es posible un conocimien-
y es, por lo tanto, subjeti-

r- 2) El problema
conocimiento?
del origen
¿Cuáles son las fuentes
del conocimiento:
del conocimiento?
¿Cuál es el origen del
Estas pregun-
rIlad tas indagan sobre cuáles son las facultades o capacidades humanas que
lo, nos permiten conocer. Desarrollaremos tres posturas que i~tentan res-
ue ponder a esta cuestión: la racionalista, la empirista y la criticista. Según
on los racionalistas, la razón es la facultad humana que hace posible el co-
UI- nocimiento. Para los empiristas, esa facultad no es la razón sino la expe-
a riencia. Para la postura criticista, no puede haber conocimiento sin la in-
tervención de ambas facultades.
ido 3) El problema del alcance del conocimiento: ¿Cuáles son los alcan-
.ia- ces o límites del conocimiento? ¿Qué se puede conocer? La respuesta a
Ilas este problema depende de cómo haya sido resuelto el problema anterior:
n el si la postura es racionalista, puede no haber límites para el conocimien-
cu- to; si ra postura es empirista, sólo se podrá conocer lo que se presenta a
son la experiencia humana; si la postura es criticista, también el conocimien-
ser to se limitará al mundo de la experiencia. En este capítulo desarrollare-

co- mos estas respuestas.


~en-
o, la Los sofistas
e la
La democracia ateniense (en la primera mitad del siglo V antes de
Cristo) era un tipo de democracia directa en la que los ciudadanos, reu-
nidos en asambleas, tomaban las decisiones que consideraban perti-
Todos los seres humanos somos sujetos
nentes para solucionar los problemas y satisfacer los intereses de esa cognoscentes cuando queremos saber
ono- sociedad. sobre algo y nos empeñamos en lograrlo.
En la actualidad, el término En las asambleas y en los tribunales, órganos esenciales de la vida pú-
"sofista " suele tener un blica de Atenas, las discusiones políticas, jurídicas y morales adquirieron
signiJicado peyorativo. Ese especial importancia y los ciudadanos comenzaron a sentir la necesidad de
sentido nos viene dado por
prepararse para defender sus posiciones y ganar los pleitos. En este con-
Platon, Jilósofo que escribió
duras críticas a la postura texto, tuvo lugar la actividad de los sofistas. Los sofistas eran maestros
sofista. Hoy día, llamamos ambulantes de los jóvenes pudientes que deseaban participar y ocupar
"sofista" a quien nos intenta cargos públicos. La enseñanza qile brindabéfn',lós sofistas consistía en pre-
convencer de algo con parar a estos jóvenes para el debate, la discusión y la toma de decisiones,
argumentaciones falaces o
engañosas, o que sostiene El más importante de ellos fue Protáqoras (480 - 410 a.C). Además
, ideas en las que él mismo de maestro de la clase dirigente, fue considerado un auténtico filósofo.
no cree. Con esta palabra Toda la filosofía de Protágoras está basada en la idea de que la rea-
calificamos, por ejemplo, a lidad es algo en constante cambio. Todo fluye y cambia incesantemente.
muchos políticos. Sin
Todo es devenir y nada permanece igual. No sólo lo que nos rodea es
embargo, en la antigua
G recia e! térm il/O "sojista" cambiante, nosotros también somos seres sometidos a incesantes muta-
no tenía esta connotación. ciones. Por eso, no es posible alcanzar un conocimiento verdadero y per-
En sus orígenes esta palabra manente. Si los objetos del conocimiento y el sujeto que conoce se '
siqn itico "maestro de! transforman a cada instante, entonces no puede admitirse ningún cono-
saber", y podría equivaler a
cimiento inmutable, universal y necesario.
las palabras actuales
"profesor" o "educador': Además, para Protágoras, el conocimiento surge de las sensaciones,
de lo que percibimos a través de nuestros sentidos (vista, oído, olfato,
tacto, gusto) y las sensaciones son subjetivas y cambiantes. Cada indivi-
duo tiene sus sensaciones e, incluso, un mismo individuo puede tener
distintas sensaciones de un mismo fenómeno en distintos momentos,
Para Protágoras y para los sofistas en general, todo conocimiento es re-
lativo pues no es posible alcanzar verdades objetivas. Lo único que pode-
,/ mos hacer es determinar cuáles son las "verdades" más convenientes para
I1
nosotros y para la sociedad en la que vivimos. Por lo tanto, la preocupación
I1 de los sofistas no es la de buscar y alcanzar la verdad. Lo que importa es

!I I I poder convencer
y para convencer
a los demás sobre los caminos
a los demás, para ganar las discusiones
más convenientes a seguir.
en las asambleas
y defender nuestras posiciones en los pleitos, es necesario saber argumen-
tar. Los sofistas fueron maestros de la argumentación y se jactaban de ha-
cer que un argumento en principio muy débil y candidato a perder en el de-
bate, se transformara en un argumento fuerte y sumamente convincente.

Como puede verse .en numerosas


El hombre como medida de todas las cosas
peliculas, muchasveces los
La frase más conocida de Protágoras es: "el hombre es la medida de
abogados defensores deben exponer
/1,
muy buenas argumentaciones todas las cosas". Es el hombre quien determina si las cosas son o no sor
(cuando las pruebas no son y quien define cómo son.
favorables) para intentar demostrar
¿A qué se refiere este filósofo con el término "hombre" en esta afir-
la falta de culpabilidad de sus
defendidos, Enseñar estrategias mación? ¿A la humanidad, a cada sociedad, a cada individuo? ¿La hu-
argumentativas era la especialidad manidad es la medida de todas las cosas? ¿Cada sociedad es la medid:
de los sofistas. de todas las cosas? ¿O cada individuo es la medida de todas las cosas:

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:, Capítulo 3 .,'~ "",
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Parece innegable que Protágoras se refiere a dos de estas tres po- I I

n sibilidades:
\ 1
le 1I ,
a) El término "hombre" debe ser entendido, en esta afirmación de
l-
Protágoras, como "ser individual y concreto". En este caso, "el hombre es
os
la medida de todas las cosas" significa que cada individuo tiene su mo- ~_:
ar
do de percibir la realidad y su visión de ella, El conocimiento es relativo
e-
a cada sujeto, Cada individuo, según sus percepciones, construye su ver-
es.
dad sobre la realidad. Y las verdades a las que arriba cada sujeto, a par-
iás
tir de sus percepciones, son válidas, Si dos personas no coinciden en la
manera de ver un determinado aspecto de la realidad, no es que una ten-
:a-
ga razón y la otra no, Las dos personas tienen el mismo derecho a sos-
rte.
tener su verdad,
es 2
b) El término "hombre", en esta afirmación, debe ser entendido tam-
ta- Respondan por escrito a "
bién como "ser social", El individuo no es un ser aislado sino que vive en CII
ler- las siguientes cuestiones y ~
sociedad y es esa sociedad la que decide qué es lo bueno, lo justo o lo san-
~ se luego comparen sus ·ti
to, Cada individuo puede mantener sus propias verdades en el modo de «
no- respuestas con las de sus
percibir la realidad pero esto no es posible en lo que atañe a la moral, a lo
jurídico y a lo religioso. Es cada sociedad la que define y determina estos compañeros:

valores, Los valores son relativos pero no a cada individuo sino a cada co- • ¿Qué es lo que el
fato, discípulo de Protágoras
munidad. Por ejemplo, venerar a un Dios determinado podría llegar a ser
divi- aprendió de él? ¿Puede
correcto en una comunidad pero no en otra, Protágoras es consciente de
.ener decirse que alguno de los
que en estas cuestiones debe primar la sociedad por sobre el individuo
JS,

~s re-
pues si cada uno decidiera lo que es justo sería imposible la convivencia. dos (Protágoras
discípulo)
o su
tiene razón?
11, I
oode- ¿Por qué? ¿Por qué este
; para ejemplo ilustra
ración adecuadamente la filosofía
Protágoras había convenido con un discípulo suyo que, una ~ez que
rta es y la actividad de los
éste ganase su primer pleito, debía pagarle los correspondientes I t

sequir.
honorarios. Protágoras concluyó de impartirle sus enseñanzas, pero sofistas? I
nbleas • ¿Por qué, en el marco de
I
el discípulo no iniciaba ningún pleito, y por tanto no le pagaba al
urnen- m'ilestro. Finalmente, Protágoras se cansó y amenazó úevano a los la filosofía de Protágoras,
de ha- tribunales, diciéndole: "Debes pagarme, porque si ~amos a los el enfermo no merece ser
I el de- jueces, pueden ocurrir dos cosas: o tú ganas el pleito, y entonces considerado "ignorante"
cente, deberás pagarme según lo convenido, al ganar tu primer pleito; o por parecerle que la
bien gano yo, y en tal caso deberás pagarme porque así habrá sido
comida es amarga, ni el
dictaminado por los jueces". Pero el discípulo, que había aprendido
hombre sano merece ser
muy bien el arte de 't?iscu~ir y argumentar, le contestó: "Te
dida de considerado "sabio"?
equivocas. En ninguno di los dos casos te pagaré. Porque si tú
no son ganas el pleito, no te pagaré, ya que nuestro convenio consiste en • ¿Por qué, para
pagarte cuando yo haya ganado mi primer pleito; y si lo gano, no te Protáqoras, el bien es
sta afir- pagaré porque la sentencia judicial me dará la razón a mí" "complejo y multiforme"?
¿La hu- ¿Qué piensan de esta I
Adaptado de Adolfo Carpio, Principios de Filosofía, Glauco, apreciación? 1
medida
s cosas?
Buenos Aires, 1987, pág. 62 1 I
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;,~"'Capítulo3 ' ~ '
•.~~'¡' v ~ • , • • • "' ' .' :-'.' • , '. ~,

~-'

Yo afirmo que la verdad es como he escrito: que cada uno de


nosotros es medida de lo que es y de .10"que no es. Y que la
diferencia de uno a otro es infinita, ya que a uno se mg,nifiestan y
son unas cosas, y a otro, otras diferentes. [...] Recordad que al
enfermo le parece amargo y, po[.tento, lo fe~, ~o~o lo que come;
mientras que para el hombre, sano es y parece lo contrario. Y no se
debe, ni sería posible, considera; a ninguno de los dos más sabio, ni
acusar al enfermo de ser ignorante por marfte-ner tal opinión, o
.' .: afirmar que el que goza de salud es sabio por sostener la suya, [:..J.

~'. En Platón, Teeteto,1GG O y sigs.

Algunas cosas son indiferentes para los hombres, pero no para los
caballos; unas son sólo útiles para los bueyes, otras tan solo para los
perros; otras para ninguno de éstos y sí para los árboles; lo que es
bueno para las raíces del árbol, es perjudicia! para las yemas, como
por ejemplo el estiércol, que es útil cuando se echa junto a las raíces
de las plantas, pero que si se pone en los vástagos y en las ramas
jóvenes todo Ir destruye. [...] El bien es, por tanto, complejo y
multiforme.
En Platón, Protágoras, 333 D.

,
I
Los escépticos
El escepticismo es una postura filosófica que se desarrolló en Grecia
entre los siglos IV y 11antes de Cristo. La palabra "escéptico" suele ser
usada en la actualidad para nombrar a quien no cree en nada o a quien
r La fuente de todos los datos
es pesimista. Por ejemplo, se suele afirmar que muchas personas son es-
sobre el escepticismo
'., antiguo es la obra de Sexto cépticas respecto de la política ya que no creen que la política pueda
Em pirico. Para Sexto, quien mejorar las condiciones sociales de las personas.
,1 también fue un filósofo Sin embargo, si consultamos la etimología de esta palabra griega ve-
• escéptico, en la vida
remos que no significa necesariamente "el que no cree" sino más bien "el
'; práctica hay oue sequir las
; apariencias de los que investiga, el que duda", El escéptico sería entonces aquél que no se
: fenómenos: a) las deja llevar por lo que dicen los demás, el que duda de las verdades esta-
1 indicaciones que la blecidas, el que no acepta como verdad algo que no haya pasado por su
, naturaleza nos da a través propia investigación, por su propia crítica. Más que a la figura del pesi-
de los sentidos; b) las
.'
" ¡ necesidades del cuerpo; c)
mista, el escéptico se parece más, hoy día, a la figura del buen científi-
~ las tradiciones de las co, capaz de investigar lo que otros aseguran como verdadero y de ejer-
t~ costumbres y de las leyes. cer la crítica hacia las propias producciones.
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Con respecto al problema que nos ocupa, los escépticos antiguos (al
igual que los sofistas) niegan la posibilidad del conocimiento objetivo, Ellos
se plantean las siguientes preguntas: a) ¿cómo es la realidad?; b) ¿qué acti-
tud debemos adoptar frente a la realidad?; e) ¿qué resultará de esa actitud?
A la primera pregunta (¿cómo es la realidad?) la responden del si-
guiente modo. Sólo podemos saber cómo es la realidad para nosotros
pero no podemos nunca saber cómo es la realidad en sí misma. Sólo co-
nocemos lo que sentimos y tal como lo sentimos. Por ejemplo, sentimos
que el fuego nos quema o que la miel es dulce. Pero nuestras sensacio-
nes no nos autorizan a afirmar que la realidad es así como la percibimos.
La dulzura es el resultado del contacto de la miel con mi paladar. El ar-
dor surge como resultado del contacto del fuego con mi piel. Sé, enton-
ces, cómo son esas cosas para mí pero no puedo asegurar cómo son en
sí mismas. Puedo afirmar que la miel es dulce para mí, pero no puedo
afirmar que la miel es dulce. Puedo afirmar que el fuego es ardiente pa-
ra mí, pero no puedo afirmar que el fuego es ardiente. Es decir, no .ten-
go ninguna posibilidad de adjudicar a esas cosas las propiedades que
surgen de mi relación con ellas.
y como sólo podemos relacionarnos con la realidad a través de
nuestros sentidos, nuestro conocimiento de esa realidad es siempre
subjetivo.

La propuesta escéptica de suspender el juicio


La segunda pregunta (¿qué actitud debemos adoptar frente a la rea-
lidad?) recibe una respuesta por parte de los escépticos consecuente con
lo respondido en la primera. Si sólo puedo saber cómo son las cosas pa-
ra mí pero no puedo saber cómo son en sí mismas, debo abstenerme de
pronunciar afirmaciones que pretendan asegurar una verdad objetiva.
recia La propuesta escéptica consiste en suspender todo juicio objetivo sobre
Pirrón decidió llevar la ~
e ser la realidad. Eso no quiere decir que el escéptico niegue lo que siente: si
suspensión del j~i~io a m,
uien siente frío afirmará que siente frío, pero se abstendrá de afirmar algo so-
sus max¡¡nas ~
n es- bre el frío en sí. Dirá "siento frío" pero no dirá "este día de frío".
consecuencias: decidió It,:"
oueda La tercera pregunta (¿qué resultará de esta actitud?) se refiere a las dejar de hablar. A Pirrón '~
consecuencias que tiene el hecho de no formular juicios que pretendan le practicaron dos ~
operaciones quirúrgicas, .
a ve- afirmar verdades objetivas. Estas consecuencias son, para los escépticos,
en una época en que no
en "el muy benéficas. Si uno no cree en verdades objetivas ya no se preocupa- existían los anestésicos.
no se rá por hallarías. Tampoco sentirá la necesidad de defender ante los de- Soportó estas operaciones
esta- más sus propias opiniones (y~ que cada uno ve el mundo tal como lo sin gritar ni quejarse, ya
por su percibe y siente, y esto es algo enteramente subjetivo). El resultado de que gritar hubiera sido
equivalente a afirmar "me
I pesi- esta actitud es la "paz del alma". El escéptico no entra en conflicto con-
duele", hubiera sido I
entífi- sigo mismo ni con sus semejantes. equivalente a afirmar
e ejer- El representante más extremo del escepticismo fue Pirrón de Elis (fi- algo, cosa que su propia
lósofo griego que vivió entre los años 360 y 270 a.C, aproximadamente). filosofía le impedía.
/':"1 -,.\,~... ,': ' ..... ~, .•,,!l; .• 1>' 4 J, ••••• ..., ,,'.:\'~ ! ~ ! . ".\~'.';. , .. _.,
...•. ~.

Capítulo 3 ..~

4 Pirrón sostenía la imposibilidad de todo conocimiento. Para Pirrón,


-o Reunidos en grupos nuestras percepciones o nuestros pensamientos no son ni verdaderos ni
~
'" intercambien pareceres falsos. Y nada es realmente bueno o malo. Ni siquiera debemos creer
~ sobre la posición adoptada que algo existe o no existe. No debemos pensar en nada definido ni ha-
por Pirrón: ¿Qué piensan de cer ninguna afirmación positiva o negativa. El ideal consiste en el silen-
esta actitud? ¿Les parece cio y en la suspensión de todo juicio. Y cuando hayamos llegado a la
que es una actitud perfecta suspensión del juicio, cuando nut~tramente se halle perfecta-
escéptica? ¿Por qué? ¿Qué mente equilibrada, de modo tal que no afirmemos ni neguemos nada,
diferencias hay entre este entonces se seguirá necesariamente la tranquilidad del alma.
escepticismo extremo y el
escepticismo explicado en El dogmatismo: Platón y la posibilidad
este capítulo? de un auténtico conocimiento

• j Sócrates y su discípulo Platón fueron acérrimos adversarios de los


sofistas. Les preocupaba que hubiese defensores del relativismo y de
! la idea de que toda opinión puede ser defendida con buenos argumen-
1
tos (sin importar su verdad o falsedad). Puede decirse que Sócrates y

I Platón fueron
la actualidad
dogmáticos.
para hacer referencia
La palabra "dogmático"
a aquella
suele ser usada en
persona que tiene algu-
1
nas convicciones muy firmes, que no está dispuesto a que estas con-
1 vicciones sean criticadas y que, incluso, puede querer imponerlas a los
i• demás. No es ése el sentido que damos a esa palabra cuando afirma-
I
mos que Sócrates y Platón fueron dogmáticos. "Dogmático", en este
contexto, es lo contrario de "escéptico". Es decir, dogmático es quien
afirma la posibilidad del conocimiento objetivo.
Para Platón, es posible un auténtico conocimiento (objetivo, necesa-

I
I I
rio y universal)
a lo que permanece.
pero ese conocimiento debe referirse a lo que no cambia,
El saber que surge de los sentidos, de nuestras per-
Los sofistas y los escépticos cepciones, no es auténtico conocimiento. La realidad sensible es siempre

I tienen una posición similar


sobre el problema del
cambiante
realidad
y nuestras sensaciones son siempre subjetivas.
y de esas sensaciones sólo puede surgir "opinión"
Por eso, de esa
(doxa) pero
conocim iento. A inbas
nunca "conocimiento" o "ciencia" (episteme). La opinión se caracteriza
posturas rechazan la
I posibilidad de un por ser vacilante, confusa y, en ocasiones, contradictoria. Si nuestro.co-
conocimiento [iable, objetivo, nocimiento se edificase sobre las cosas sensibles (es decir, sobre las co-
\ • necesario y uniuersat. Sin sas que captamos a través de nuestros sentidos), caeríamos inevitable-
f I embargo sojistas y
escépticos se distinguen en
mente en el relativismo de los sofistas y sería cierta la afirmación de Pro-
tágoras según la cual "el hombre es la medida de todas las cosas".
el plano de la acción.
I Mientras que los sofistas
enseñan a argumentar para
Pero el verdadero
contradictorio.
conocimiento
Es un conocimiento
es un conocimiento
riguroso
no vacilante
y estable. No es un saber
ni

defender las posiciones más que surge de nuestros sentidos ni se refiere a las cosas sensibles. Por
conoenientcs, los escépticos ejemplo, el resultado de una ecuación matemática es una verdad ne-
suspenden el juicio y no
cesaria, objetiva y que vale para siempre. Hay conocimiento objetivo y
participnn de la vida
pública. válido para todos (universal).
.:;'""~:fis,,il.(,t{~·~" ~o ,:>,>l:.~ '~;¡" '1'"1,, •.•\¡.tt. "",-:,,_,<, ¡>., ~; <.-\ :"",:,\, •.• ~ ~1 ~."'y¡",'" ',~!t. ~ ': ,\.0, .'~:-}"'<

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'. ~ ' Capítulo.3 ~ .
/f!o' ' " .'

,
I

rón,
s ni
Platón
existencia
justifica
de dos mundos:
la posibilidad
el mundo
de este conocimiento
de las ideas o mundo
postulando
inteligible
la
I
i
i
reer (que no captamos con nuestros sentidos) y el mundo sensible. Este
ha- mundo de las ideas no es un mundo que se encuentre dentro de no-
ilen- sotros sino que existe realmente. Para Platón, las almas conocieron al-
a la guna vez el mundo de las ideas. Este mundo es perfecto. Pero al pa-
.cta- sar del mundo de las ideas al mundo sensible, las almas olvidaron lo
ada. visto, El mundo sensible es sólo una copia imperfecta del mundo in-
teligible.

Ideas perfectas y conocimiento JJa priori"

Platón da un ejemplo para ilustrar su filosofía. En el mundo sensi-


ti e los ble no hay dos cosas perfectamente iguales. Si no hay dos cosas igua-
) y de les, entonces ¿de dónde hemos sacado nosotros la idea de igualdad
matemática? De esta realidad imperfecta no la hemos podido extraer,
Platón (428 - 348 a.C) expresó, al final
la~:sn~ La idea de igualdad perfecta está en nosotros, en nuestra alma, y al de su vida, su oposición a Protágoras
rda en ver dos cosas semejantes "recordamos" esa idea olvidada, Gracias a de la siguiente manera: "La medida de
, algu- que tenemos en nosotros la idea de igualdad perfecta podemos esta- todas las cosas es Dios"

s con- blecer relaciones de mayor o menor semejanza entre las cosas sensi-
s a los bles, Lo mismo sucede con la idea de "belleza", Reconocemos la belle-
firma- za (siempre imperfecta) de las cosas o de las personas porque está en
en este nosotros la idea de belleza perfecta, de la que las cosas bellas son co-
( quien pias defectuosas,
Joque distingue al pensamiento platónico es la afirmación de que
necesa- el auténtico conocimiento es "a priori", es decir, independiente de la
cambia, experien<=1a, La experiencia no puede modificar este conocimiento ni
ras per- fundamentarlo. Que "dos más dos es igual a cuatro" es un conocimien-
siempre to "a priori" aunque hayamos necesitado de nuestros sentidos para re-
, de esa solver esa ecuación (por ejemplo, usando nuestros dedos) y aunque
a) pero pueda ser aplicada a un problema suscitado en el mundo sensible (por
acteriza ejemplo, la necesidad de saber cuánto dinero tengo para comprar un
stro co- alimento).
L las co- Para conocer necesitamos ir desprendiéndonos de las apariencias
.vitable- que se presentan en este mundo. Desprendidos de esas apariencias
de Pro- siempre cambiantes, podremos alcanzar el mundo de las ideas. El ob-
~s". jeto de conocimiento es el mundo de las ideas (la idea de lo bueno, la
tilante ni idea de lo bello, la idea de I~justo, las ideas matemáticas). Conocer es,
un saber entonces, un recordar el mundo de las ideas que hemos conocido an-
\bles. Por tes de nacer en este mundo. A esta teoría se la ha llamado "teoría de
'rdad ne- la reminiscencia".
bjetivo y
-¿Cuando vemos árboles que sqn semejantes u otras cosas
semejantes entre sí, las encontramos iguales como la igualdad
misma de que tenemos idea, .0 falta,mucho para que, sean iguales
como esta igualdad?
-Falta mucho. '~ ' ' .f! t",

-Por consiguiente, es necesario que havdmo: visto esta igualdad


antes del momento en que vemos por pri'l'~ra vez cosas semejantes.
Antes de que hayamos comenzado a ver, oír y hacer uso de todos
los demás sentidos, es preciso que hayamos tenido conocimiento de
esta igualdad inteligible, para poder comparar ~E.n ella las cosas
sensibles semejantes. [...] Y si después de haber tenido estos
conocimientos antes de nacer, y haberlos perdido después de haber
nacido, llegamos a recobrar este conocimiento anterior (y a esto
llamamos 'aprender') ¿no tendremos razón en llamar a esto
'reminiscencia'?

Platón, Fedón, 72 e

Aristóteles: Crítica a la teoría platónica de las ideas

Aristóteles (384 - 322 a.C) fue discípulo de Platón, pero su filosofía


se diferencia en muchos aspectos de la de su maestro. En primer lugar,
puede decirse que mientras Platón fue "idealista", Aristóteles sostuvo
una postura "realista". El idealismo de Platón consiste en postular un
mundo de ideas, un mundo perfecto, que no es este mundo sensible, el
I cual sólo es una copia imperfecta, defectuosa de ese mundo perfecto.
Para Aristóteles, en cambio, no existe otro mundo que el que vivimos
'1 y no hace falta establecer la existencia de dos mundo separados. Critica
'1 ' a Platón por duplicar innecesariamente las cosas,
Coincide con Platón en que nuestra tarea como seres racionales es la
de conocer la verdad objetiva y en que los objetos del conocimiento no
son cambiantes. Pero es en este mundo sensible en el que tenemos que
encontrar lo que permanece a través de los cambios, lo inmutable.
I I

La obra de Rafael "La escuela de


I
1:
I
,I Atenas" (15.09- 1511) es una obra
que se halla en el Vaticano y que
El método de conocimiento en la Edad Media

1 I expresa la contraposición entre


Platón y Aristóteles. Mientras que
La obra de Aristóteles tuvo mucha influencia en las obras de mucho;
11 pensadores medievales. Es que Aristóteles era para estos pensadores un;
Platón dirige su índice hacia lo
I alto, como apuntando al mundo autoridad.
de las ideas, Aristáteles señala El pensamiento medieval reconocía como valedero y decisivo (
/' este mundo sensible y cotidiano
I criterio de autoridad. Esto significa que lo dicho por ciertas autorida
en el que todos vivimos,
des (la Biblia, la Iglesia, Aristóteles) era verdad por el solo hecho d
j
1
I
l ---,'..•
que tales autoridades lo afirmasen, que ciertos libros, o autores o ins-
tituciones no podían equivocarse. Así, por ejemplo, cuando Copérnico
sostuvo que la Tierra giraba alrededor del Sol, fue cuestionado porque
lo que él afirmaba contradecía lo dicho en la Biblia. El método de au-
toridades fue muy criticado durante el Renacimiento, época en que
comenzó a gestarse la ciencia moderna, con sus métodos de observa-
ción y experimentación.

El racionalismo: Descartes
Renato Descartes, filósofo francés que vivió entre los años 1596 y
1650, se propuso rechazar el método de autoridades propio de la filo-
sofía medieval y establecer bases sólidas para la ciencia moderna que
comenzaba a desarrollarse en su época (gracias, fundamentalmente, a
la labor de Galileo Galilei). Descartes busca fundamentar la posibilidad Descartes no sólo fue un notable

de un conocimiento absolutamente seguro, objetivo, necesario y uni- filósofo sino también un reconocido
científico. Entre sus descubrimientos
versal. Se propone fundar el saber sobre bases cuya firmeza esté más se encuentran 105 principios de la

e allá de toda sospecha. Para ello, Descartes proyecta dudar de todo has- geometría analítica y la ley de

ta hallar alguna evidencia que sea absolutamente indubitable. Su plan refracción de la luz.

es no aceptar nada que sea dudoso y sólo dar por válido lo que sea ab-
solutamente cierto. Lo que este filósofo desea es ver si dudando de to-
do queda algo que se resista a la duda. Esta duda que Descartes deci-
sofía de aplicar a todo es una duda metódica pues es el camino para llegar
lugar, a la verdad (si es .que esta verdad existe).
stuvo En vez de dudar d{c'ada saber particular, lo que sería una tarea in-
lar un finita, Descartes aplica la duda metódica a las fuentes del conocimien-
ble, el
ecto.
.
to, es decir, a la sensibilidad ya la razón. Si estas fuentes
.
son dudosas,
entonces todo lo conocido a través de ellas también lo será. ,!I .
ivirnos Su crítica al saber proveniente de la sensibili~d es sencillo: los;
i!I'
"
g¡ I

j;I
Critica sentidos a veces nos engañan pues en ocasiones nos ha ocurrido creer ,,,
." I

ver alg6 y luego comprobar que era otra cosa (por ejemplo, ver un ar-
s es la bustoa la distancia y descubrir 'Iuego que era un hombre). Si nos en- I!I ~¡
¡ti
nto no gañan deben ser desechados por ofrecer conocimientos dudosos. : . !I
os que Su crítica al saber proveniente de la razón es, ~n .carnbio. más

e.
.. compleja. No es posible
·,través de la razón: "el todo
dudar
es mayor
de las verdades
que las partes",
a las que llegamos
"todo· objeto es
9
I
i
I
idéntico a sí rnismo". "dos más dos es cúatro". Sin embargo, dice Des- .

uchos \
• '(artes, podría
,
ocurrir que un
,
dios maligno . (un demonio) me .esté
.
en-

res una gañando y me' haga creer que es absolutamente cierto lo que.es fa!-
·50. Si ese demonio existiera, ningún ·saber sería se~urQ pl!les mi ",azón

isivo el 'e'staría siendo engañada


.
por un ser ~lJperi~r
.' .'
,
y trascenden'te. .

torida-
echo de
-: • t1 '" .
! ·~-.1:,.~:-:¡,: " ,,'~~~:\~:~. ,it"J :, ¡ot. t ./ t "'" p, ,"', :" . '~:.!". ~+- • ,.r.~' ~ ,;(~r.lf"

. Capítulo 3 '~'
. '~

6
En este punto, al postular la hipótesis de un dios o genio maligno,
-g Según Descartes, para llegar Descartes llega al extremo de su duda y se encuentra en la más abso-
"O
':; al verdadero conocimiento luta incertidumbre. Sin embargo, es en este extremo cuando el filóso-
'';=¡
~ hay que ser capaz de admi- fo francés alcanza la primera verdad absolutamente indubitable: aun
tir que muchas ideas que cuando el genio maligno pudiera engañarme en todo no podría enga-
hemos sostenido son falsas, ñarme acerca de lo siguiente: que estoy dudando. Y si estoy dudando,
Escriban en sus carpetas entonces existo. La evidencia del pr~pió pensamiento y del propio
una lista (lo más exhaustiva existir, es la base de la posibilidad de un conocimiento seguro.
posible) de creencias e ideas Sin embargo, si existiera el genio máliqno sólo podría asegurar es-
que sostuvieron en distintos ta evidencia y ninguna más. Por ello, Descartes se empeña en refutar
momentos de sus vidas y la posibilidad de la existencia de este ser.
que ahora consideran
erróneas, ¿De dónde Dios como garantía del conocimiento
provinieron esas creencias e
Para desechar la posibilidad de la existencia del genio maligno,
ideas?
Descartes indaga cuáles son las ideas que hay en el pensamiento.
Su argumento es el siguiente: sólo sé que pienso y que, por lo tan-
to, existo. ¿Cuáles son las ideas que hay en mí? Una de esas ideas es
la idea de Dios. Es la idea de un ser perfecto. ¿Cómo llegó esa idea a
estar en mí? Yo no puedo ser la causa de esa idea pues yo soy un sér
I imperfecto (puesto que dudo) y lo imperfecto no puede ser causa de
'1
l' lo perfecto (ya que el efecto no puede ser mayor que su causa). Por lo
11 tanto, la causa de la idea de un ser perfecto es una idea innata que
.i fue puesta en mí por un ser perfecto, es decir, por el mismo Dios. Des-
I cartes cree haber demostrado, de este modo, y por métodos exclusi-
I
vamente racionales, la existencia de Dios.
Ii Dios existe y, como es perfecto, no puede ser engañador. De este
I modo se restablece la confianza en el conocimiento racional, ya que
Dios es la garantía de que lo evidente es verdadero. Y son evidentes
las verdades de la razón (por ejemplo, los principios matemáticos). En
l' cambio, el saber sensible sigue siendo poco confiable aunque Dios
El racionalismo sostiene que
exista, ya que es una facultad que en más de una ocasión puede fa-
la razón puede conocer la
realidad sin recurrir a los llar y mostrarnos como verdadero lo que es falso.
datos que ofrecen los En suma, Descartes logra dudar de todo aplicando la duda rnetódi-
sentidos. Esta concepción ca a los saberes sensible y racional. Este camino de la duda se detie-
• supone que la realidad
ne ante la primera verdad absolutamente indubitable ("dudo, entono
misma tiene ,una estructura
racional afín a la razón ces existo"). Desde esta evidencia, el filósofo francés deduce otra ver
, humana. Hay una dad: "Dios existe", Y esta segunda verdad funciona como garantía d
correspondencia entre la todas las verdades evidentes a las que se llega a través de la razón.
, estructura de la realidad y El racionalismo de Descartes, como otras posturas racionalista
nuestra razón, En el
posteriores, sostiene que el verdadero conocimiento es aquel que s
, pensamiento de Descartes,
,.; Dios es el qara nte de esta logra con la sola y exclusiva ayuda de la razón, sin recurrir a la expe
~ correspondencia. riencia, a los sentidos.

l.
i.
1,
1I
1:
u·1

\
0,
)-
Respondan por escrito las
La universalidad de la razón siguientes consignas:
~ r
La razón no es algo que me cuentan los demás, ni el fruto de mis .¿Cuáles son las
a- estudios o de mi experiencia, sino un procedimiento intelectual características que 7'"
crítico que utilizo para organizar las noticias que recibo, los estudios
que realizo o las experiencias que tengo, aceptando unas cosas (al
, ~.
distinguen, , según Savater, a
,

~ , ia razón~',
menos provisionalmente, a la espera de mejores argumentos) y
• ¿Por que la razón, bien
descartando otras, intentando siempre vincular mis creencias entre
s- aplicaaa,p;rmite llegar a
sí con cierta armonía. Y lo primero que la razón intenta armonizar
tar consensos?
es mi punto de vista meramente personal o subjetivo con un punto
11 ¿Por qué el agio ala
de vista mós objetivo o intersubjetivo, el punto de vista desde el que
cualquier otro ser racional puede considerar la realidad. Si una razón es equivalente alodio
creencia mía se apoya en argumentos racionales, no pueden ser a la humanidad?
racionales sólo para mí. Lo característico de la razón es que nunca
no, es exclusivamente mi razón. De aquí proviene la esencial
universalidad de la razón, en la que los grandes filósofos como
an- Platón o Descartes siempre han insistido. Esa universalidad
significa, primero, que la razón es universal en el sentido de que
todos los hombres la poseen, incluso los que la usan peor (los mós
tontos, para entendemos), de modo que con atención y paciencia
todos podríamos convenir en los mismos argumentos sobre algunas
p de
cuestiones; y, segundo, que la fuerza de convicción de los
br lo ,,
razonamientos es comprensible para cualquiera, con tal de que se
que decida a seguir el método racional, de modo que la razón puede ,:Ü
Des- servir de árbitro para zanjar muchas disputas entre los hombres. Esa I
!
lusi- facultad (¿ese conjunto de facultades?) llamado razón es
precisamente lo que todos los humanos tenemos en común y en ello
este se funda nuestra ,humanidad compartida. Por eso Sócrates previene
1 que al joven Fedon contra dejarse invadir por el odio a los
~ntes razonamientos "como algunos llegan a odiar a los hombres. Porque
"). En
no e~iste un mal mayor que caer presa de ese odio a los
razonamientos" (Fedón, 89c-91b). Detestar la razón es detestar a la
r Dios
le fa-
hu'tnanidad, tanto a la propia como a la ajena.

F-ernando Savater, Las preguntas de la vida,


eródi- Ariel, Barcelona, 1999, PP 52 - 53·
detie-
nton-
a ver-
tía de
El empirismo: Hume
zón.
alistas El término "empirismo" deriva de una palabra griega: empeiría. Empei- En las guerras se busca imponer la
razón de la fuerza. Pareciera ser que
que se ría significa "experiencia". El empirismo es la postura que sostiene la tesis
el modo de terminar con las guerras
. expe- contraria al racionalismo. No es la razón sino la experiencia la única fuen- es, entonces, hacer que prevalezca la
te del conocimiento, y sin la experiencia no es posible ningún saber. fuerza de la razón.
La mente es como un "papel en blanco" en el que la experiencia va es-
cribiendo. No existe nada "a priori", ni ideas perfectas que el alma haya co-
nocido en otro mundo (como afirmaba Platón) ni ideas innatas (como afir-
maba Descartes). Uno de los exponentes más destacados del empirismo
fue el filósofo inglés David Hume, quien vivió entre los años 1711 y 1776.
Para Hume todo conocimiento procede de la experiencia externa (la
que proviene de los sentidos] y de la (dpé'riencia interna (estados de
ánimo del sujeto, fenómenos psíquicos). A las percepciones directas
Hume las llama "impresiones" (por ejemplo, sensaciones de dolor, per-
cepciones de color, de textura, etcétera). Las impresiones se diferen-
cian de las percepciones indirectas o derivadas, a las que Hume llama
"ideas" (por ejemplo, los recuerdos o las fantasías). Las ideas se deri-
van de las impresiones y la diferencia entre impresiones e ideas es de
vivacidad o iñtensidad. El recuerdo de un dolor es mucho menos inten-
so y vivaz que el dolor mismo.
Para Hume todos nuestros conocimientos derivan directa o indirec-
tamente de impresiones. Incluso las ideas más complejas provienen de j

ellas. Y no existe ninguna idea que no tenga su origen en alguna im- ,


presión. Esto vale también para las fantasías. Por ejemplo, la idea de 1
"centauro" se compone de las impresiones de caballo y de hombre. .
1
La misma idea de Dios deriva de la experiencia. Es una idea que no
es más que la reunión y multiplicación al infinito de ideas sobre cua-
I
.1, lidades características de los humanos. Sé por experiencia que tengo
cierto saber, que tengo cierto poder, que tengo cierta bondad. Son cua-
lidades que en mí son imperfectas. Multiplico al infinito las ideas de
saber, de poder y de bondad y construyo la idea de un ser en el que se
dan la sabiduría infinita, el poder absoluto, la bondad perfecta. La idea
II de Dios no es, como afirmaba Descartes, una idea innata sino una idea
compleja que conjuga diversas ideas derivadas de sus correspondien-
1
• !
l' I tes impresiones
De estas reflexiones,
y multiplicadas
Hume extrae
al infinito.
el criterio para determinar la va-
lidez de las ideas. Para que una idea tenga valor cognoscitivo, es pre-
ciso que copie o represente fielmente una impresión. Una idea es váli-
da cuando concuerda con las impresiones de las que deriva. Si no con
1
cuerda con ninguna impresión (como en el caso de la idea de 'centau
I
, I re') no es válida, no es objetiva.

1 \ Empirismo y escepticismo
I

I
Podría pensarse que las afirmaciones del ernprnsmo podrían llevar
I I conclusiones similares a las del escepticismo. La filosofía de Hume termir
I por disolver todo conocimiento y toda realidad en meras impresiones. S
I
embargo, el mismo Hume se ha ocupado de aclarar que esto no condu
necesariamente a un escepticismo absoluto (como el sostenido por Pirró

-- _._---_._--,,"""""
~J..t;;Jf:'r;
,'S,.-..: /,.'i' • ,;u~" .,. ·,l.~h >11 ,,~. , ,,"r,:r vi ..' I ::~I¡ '1' i;,.,{:!, :-! .... !' \ ,\, 5", ~~ i .~. ~ ~.' S -,:".0 ",.'f.,..,,, ", • -t"'? ,,."~~(;.;,,;,, .f{~:.l1"');.~f:'
t".f::.~, . ~ -\:~ <

-,~- . ."
:""_ ' Capítulo 3 ~ . "
j

es- La refutación del escepticismo extremo la ofrece el natural deseo


:":.:;/,, '., ~,;,

co- de vivir. Si bien podemos ser teóricamente escépticos, no podemos ser .¿Cuál es, según Brecht, la5:gi
-o ,
fir- escépticos en nuestra vida práctica. Para vivir necesitamos creer. duda más loable? ¿Por qué? ::~: .
mo El escepticismo absoluto nos llevaría a eliminar toda acción y todo IIi¿Cuál es la duda que .' "~:
76, pensamiento. Pero eso es imposible: el instinto, la naturaleza, no pue- mere~e ser ejercida?,');'"
(la den ser escépticos. Los pensamientos, por más escépticos que sean, son .¿Cuál es la duda
e de vencidos siempre por la vida. Y la vida diaria nos exige creer en la ver- t ,inservibh,?¿f>or qué? .
ctas dad de ciertas cosas, para poder desenvolvernos en la vida y para rela- '~.¿Qué tipo de escepticismo .
Der- cionarnos con los otros. No podríamos sobrevivir sin creer en esas ver- es aceptado-y defendido por
~en- dades. Brecht? ¿Qué tipo de ,',
ama El pirronismo (el escepticismo defendido por Pirrón) es destruido escepticismo es recha'zado"
en- una y otra vez por la acción y las ocupaciones de la vida diaria. por Brecht? '-."~
s de Necesitamos creer en la verdad de la causalidad, en el hecho de que
ten- unos fenómenos son efectos de otros (que son sus causas).
Así es la condición humana: necesita creer en verdades que garan-
irec- tizan la posibilidad misma de la existencia, pero al indagar estas ver-
en de dades cae necesariamente en la duda.
irn- Hume sostiene un escepticismo moderado, que despierte el senti-
a de do crítico y se oponga al fanatismo. Pero se opone a todo escepticis-
e, mo que sólo tenga como fin dejarnos sumergidos en la duda y en la
ue no inacción.
cua- ¡
engo
¡
(a~U~~ i!;¡,
Loa de la duda 11
~ue se '[ :
1, '

a idea
[...] la más hermosa de todas las dudas
es cuando los débiles y desalentados levantan su cabeza
a idea
y dejan de creer
ndien-
en la fuerza de sus opresores.
[...] ,.
Freme a los irreflexivos, que nunca dudan,
es pre- están los reflexivos, que nunca actúan.
~s váli- No dudan para llegar a la-decisión, sino
.~;

~o con- para eludir la decisión.


'entau-
[. ..]
Por eso, si alabáis la duda,
no alabéis, naturalmente".
/a duda que es desesperacián
"

¿De qué le sirve poder dudar


llevar a
a quien no puede decidirse?
termina
[...]
nes. Sin Bertolt Brecht, "Loa de la duda", en Poemas y Canciones,
conduce Alianza Editorial, pp 66 a 69
I
r Pirrón). - .'~':·1 !

I i

.............. - ":::"
9 El criticismo: Kant
~ • ¿Qué criticas realiza Kant
"O
El alemán Immanuel Kant (1724 - 1804) es uno de los filósofos más
.:; al racionalismo de Descartes
importantes de todos los tiempos, Sus contribuciones a los temas rela-
~ y al empirismo de Hume?
cionados con el problema del conocimiento han influido notablemente
• ¿Qué rescata de ambas
en la filosofía contemporánea.
posturas? Subrayen una
Su postura ha sido denominada "critici~I11O:' debido a su propuesta de
afirmación del texto que
realizar una "crítica de la razón', Esta crítica no consiste en desestimar a
resuma la filosofía kantiana
la razón como facultad de conocimiento, sjno en evaluar pormenoriza-
sobre el conocimiento.
damente sus posibilidades y límites.
Luego, expliquen por
Para Kant "el conocimiento comienza con la experiencia pero no se
escrito qué significa la
origina en ella". Esta distinción entre "comienzo" y "origen" es muy im-
afirmación que subrayaron.
portante para comprender su filosofía.
Kant responde a Descartes y a Hume, reconociendo sus aportes y cri-
ticando sus posiciones. Está de acuerdo con Hume en que no existen
ideas innatas. No hay en nuestra razón contenidos que sean "a priori". Pe-
ro no es cierta la afirmación de los empiristas de que la mente es como
un "papel en blanco".
Si la mente fuese un papel en blanco, el sujeto recibiría un caos de
impresiones y no podría armar con ello una experiencia. Lo que llamamos
experiencia no es equivalente a la recepción pasiva de impresiones sino
i:
que supone un cierto orden y algún sentido. Percibir colores, formas, tex-
,I turas, olores, no configura por sí mismo una experiencia. Es el sujeto el
que ordena lo que le viene dado a través de los sentidos. ¿Cómo logra or-
denar esas impresiones? Su razón es la que permite este armado. La ra-
I zón no posee ideas innatas pero posee estructuras a priori en las que las
l. impresiones se organizan.
Es el sujeto cognoscente el que ubica las impresiones espacio-tempo-
ralmente. Que las impresiones aparezcan como sucesivas en el tiempo
(antes - después) y ubicadas espacialmente (en frente - al costado -
,1
arriba - abajo) es resultado de la actividad del sujeto. Conocer no es
,-"
equivalente a una recepción pasiva de impresiones ni a un mero análisis
ce ideas que ya están en nosotros. Conocer es el resultado de la relación
entre impresiones que provienen de la realidad y estructuras de la razón
que son aportadas por el sujeto.
Las impresiones son el estímulo indispensable para que la facul-
tad de conocer (que es propia de la razón) se ponga en actividad,
El sujeto cognoscente no se limita a recibir impresiones sino que
aporta un conjunto de formas a priori que moldean la experien-
• cia. Las impresiones proporcionan la materia del conocimiento, la
razón proporciona la forma en la que estas impresiones se insertan.
Por esto, Kant afirma que las impresiones sin las formas de la razón
son ciegas, y las formas de la razón sin las impresiones son vacías.
ás
la-
•• o
o
o
....
·...... .
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.. .... .. ..... ...-:.. ....::.. :.....:. ··....
o
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...
I
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!II'
'!
1. Lean el siguiente texto y luego: ¡
nte
• Enumeren las refutaciones al escepticismo que se dan en este texto. I
de


Expliquen qué piensan de cada una de estas refutaciones
¿Estas refutaciones valen para todo tipo de escepticismo? ¿Po~ qué? f." , ,Ir
ar a • ¿Cómo respondería Hume a la cuarta refutación? •
I

iza-

o se
• Propongan refutaciones al racionalismo, al empirismo y al criticismo. Pueden tomar, para ello,
algunas ideas que han sido desplegadas en este capítulo. - '" - '
1
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\:

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Crl-
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.¡I,"
;}k,~) 'di'
", Pe- .-:~ Par.a el,escéptico" no hay con.o~imiento verdaderame,nte seguro, ni .fiable. "I,j
como ./'''' La pnmera refutación al escepticismo resulta obvia: ¿tiene el escéptico por segura ':1'
'{ fiable al menos su creencia en el escepticismo?, ¿no acepta al menos que conoce '11";¡.: .
.' una verdad; la de su no saber? Si nada es verdad, ¿no resulta ser verdad al !'I!
os de .' ~-., o:..~ri.DSqué nada es verdad? En una palabra, se le reprocha al escepticismo ser 1"
:¡ 1[,
amos -;:.. .·.i::ontradictorio consigo mismo: si es verdad que no conocemos la verdad, al II
,.-:- menos ya conocemos una verdad '" por lo tanto no es verdad que no I !,
s sino 'F
conozcamos la vérdad,
s, tex- Otra refutación: el escéptico puede dar buenos argumentos contra la posibilidad del conocimiento racional 'it:1 [,
[[,

jeto el pero para ello necesita utilizar la razón argumentativa: tiene que razonar para convencernos de que. 'Í!'
I¡-!
gra or- razonar no sirve para nada. Por lo .visto, ni siquiera se puede descartar la razón sin utilizarla.
Tercera refutación frente a la duda: podemos sostener que cada una de nuestras creencias concretas
.'.
~s.
" ,!I:
La ra- ',
falible pero si nos equivocamos debe entenderse que podríamos acertar, porque si no hay posibilidad de' . ,1 1',
que las acierto tampoco hay posibilidad de error. Lo peor del escepticismo no es que nos impida afirmar ;H;
:: alqo verdadero sino que incluso nos impide decir nada falso. 1~ ¡;
,.:' CLJ,artarefutación: quien no cree en la verdad de niriguna de nuestras creencias no debería li,
tempo- • tener demasjado inconveniente en sentarse en la vía del tren a la espera del próximo 'I'!;,
,
a.

tiempo ·tJi~~~·~ e~preso o saltar desde un séptimo piso, pues puede que el temor inspirado por tales, h¡

stado - conductas se base en simples malentendidos.


· -~.
. "", r)¡ l'

r no es ' .Adaptado de Fernando Savater, Las preguntas de la vida, Ariel, Barcelona, 1999, pp. 57 - 58. ,é '., !_ ~¡ :
análisis
lii
relación 11
la razón ,¡ ,
I
¡
. ~
la facul- ii
ctividad. ! I

Para profundizar ros femas estudiados en este capítulo (los sofistas, la Teoría de la reminiscencia,
" .. '.,\ ,~
.
~
sino que las fuentes del conocimiento), es recomendable leer las siquientes obras filosóficas:
experien-
Platón, Protágoras.
iento, la
Platón, Fedón.
insertan.
Desea rtes, Meditaciones Metafísicas.
e la razón Kant, Prefacio a la Segunda Edición de la Crítica de la Razón Pura.
on vacías.

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