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Convento Santa Catalina.

1. Había dicho el Evangelista San Juan (Jn 2,23) que cuando el Salvador estaba en
Jerusalén muchos creyeron en su nombre, viendo los milagros y los prodigios que
hacía. Entre éstos se hallaba Nicodemo, de quien se dice: «Había entre los fariseos un
hombre llamado Nicodemo, magistrado judío.»
2. Nicodemo era del número de los que creyeron en Cristo, pero que aún no habían
renacido, por esto venía de noche. Aun No Nace de nuevo por el agua y el Espíritu
Santo, Aun no oye aquellas palabras del Apóstol San Pablo: «Fuisteis en otra época
tinieblas; más ahora sois luz en el Señor» (Ef 5,8).
3. De ahí que le dice a Cristo: “¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo? ¿Puede
acaso entrar otra vez en el seno de su madre y nacer?”» El Espíritu habla, pero
Nicodemo entiende en sentido carnal. No había conocido éste más que un solo
nacimiento (el que proviene de Adán y Eva) y no conocía el que proviene de Dios y
de la Iglesia. Que también es un nuevo nacimiento Carnal, aparte de ser espiritual,
pero es por medio del agua y del Espíritu santo.
5. «Respondió Jesús: “En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de
Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios”.» Como si dijere: tú crees que me
refiero a la generación carnal, pero me refiero al nacimiento que tiene lugar por
medio del agua y del Espíritu, por medio del cual nace el hombre para el reino de
Dios. Si uno nace ya de las entrañas de su madre carnal, de un modo temporal, para
obtener la heredad del padre, por esta generación uno nace de las entrañas de la
Iglesia para la eterna heredad de Dios Padre. Como el hombre consta de dos
sustancias, a saber: de cuerpo y de alma, debe tener dos clases de generación: la del
agua, que es visible, se aplica para la limpieza del cuerpo y la del Espíritu, que es
invisible, para la purificación del alma, que es invisible.
De ahí la necesidad, de la nueva generación: si alguno no naciese del agua y del
espíritu no podrá obtener la salvación o la vida eterna, «No entrará en el reino de
Dios», en definitiva, vemos en este evangelio la necesidad del Bautismo, para nacer
nuevamente para la heredad del Padre.
[1] Los pelagianos dicen que los niños que mueren sin bautismo deben ir a la vida
eterna. Esto porque negaban la realidad del pecado original, afirmando que el ser
humano era capaz, sin ningún auxilio sobrenatural, de evitar el pecado y alcanzar el
cielo.
[2] En el Evangelio Vemos la necesidad del Bautismo, Del nuevo nacimiento para
Dios, de tal manera que si uno no se Bautizó, no nació para Dios. Esto Nos debe
animar en Nuestra Vida Religiosa y Misionera, esto debemos anunciar a las almas en
nuestras Misiones. La Nueva vida para el reino del Padre.

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