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GUÍA PARA LA CELEBRACIÓN DE LA

PALABRA

CELEBRACIÓN DE LA PALABRA DE
DIOS CON DISTRIBUCIÓN DE
LA SAGRADA COMUNIÓN
 
1. CANTO INICIAL.
 
2. RITO DE APERTURA.
a. + En el nombre del Padre + y del Hijo + y del Espíritu
Santo. R/. Amen.
 
b. Saludo: (se utiliza una de las siguientes fórmulas)
 
i. El Dios de la esperanza, que con la acción del Espíritu
                                                                     
Santo nos llena de su alegría y de su paz, permanezca
siempre con todos ustedes. R/. Amen
 
                                                             ii.      La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de
Jesucristo, el Señor, estén con todos ustedes. R/. Amen
 
                                                           iii.      El Señor, que dirige nuestros corazones para que le
amemos, esté con todos ustedes. R/. Amen
 
                                                           iv.      La paz, la caridad y la fe, de parte de Dios Padre, y de
Jesucristo, el Señor, estén con todos ustedes. R/. Amen
 
3. ACTO PENITENCIAL.
a. Invitación: (Se invita al arrepentimiento con una de la siguientes
fórmulas)
 
i. Hermanos, humildemente, con corazón arrepentido,
                                                                     
reconozcamos nuestros pecados.
 
                                                             ii.      El Señor Jesús, que nos invita a la mesa de la Palabra
y de la Comunión, nos llama ahora a la conversión.
Reconozcamos, pues, que somos pecadores e
invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.
 
                                                           iii.      Al comenzar esta celebración, pidamos a Dios que nos
conceda la conversión de nuestros corazones; así
obtendremos la reconciliación y se acrecentará nuestra
comunión con Dios y con nuestros hermanos.
                                                          iv.      Humildes y penitentes, como el publicano en el
templo, acerquémonos al Dios justo, y pidámosle que
tenga piedad de nosotros, que también nos reconocemos
pecadores.
 
b. Confesión de los pecados: (Se  hace  la  confesión de los
pecados: cantando el “Señor ten piedad” , un canto peniten-
cial  adecuado o utilizando una de las siguientes fórmulas)
                                                              i.      Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes,
hermanos, que he pecado mucho de pensamiento,
palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por
mi gran culpa. Por eso ruego a santa María, siempre
Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos,
que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.
 
                                                             ii.      + Luz del mundo, que vienes a iluminar a todos los
que viven en las tinieblas del pecado: Señor ten piedad.
R/. Señor, ten piedad.
+ Buen pastor, que vienes a guiar a tu rebaño por las
sendas de la verdad y la justicia: Cristo, ten piedad. R/.
Cristo, ten piedad.
+ Hijo de Dios, que volverás un día para dar cumplimiento
a las promesas del Padre, Señor, ten piedad. R/. Señor,
ten piedad.
 
                                                           iii.      + Tú que has enviado a sanar los corazones afligidos:
Señor ten piedad. R/. Señor, ten piedad.
+ Tú que has venido a llamar a los pecadores:
Cristo ten piedad. R/. Cristo, ten piedad.
+ Tú que estás sentado a la derecha del Padre para
interceder por nosotros:
Señor ten piedad.  R/. Señor, ten piedad.
 
                                                         iv.      + Señor, ten misericordia de nosotros.
R:/ Porque hemos pecado contra ti.
+ Muéstranos, Señor, tu misericordia.
R:/ Y danos tu salvación.
 
c. Oración conclusiva: (Se concluye con esta oración)
+ Dios todopoderoso tenga piedad de
nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida
eterna. Amén.
4. GLORIA: (Se canta o se recita el Gloria o un canto similar. Se omite en
Adviento y en Cuaresma).
 
5. ORACIÓN COLECTA: (Del domingo o fiesta que se celebra.)
 
6. PRIMERA LECTURA: (Del domingo o fiesta que se celebra.)
 
7. SALMO RESPONSORIAL: (Del domingo o fiesta que se celebra.)
 
8. SEGUNDA LECTURA:  (Del domingo o fiesta que se celebra.)
 
9. ALELUYA: (Se canta un Aleluya u otro canto adecuado.  En
Cuaresma se canta “Tu Palabra me da vida” u otro canto adecuado.)
 
10. EVANGELIO:  (Del domingo o fiesta que se celebra.)
 
11. REFLEXIÓN SOBRE LAS LECTURAS: (Se prepara una
explicación del mensaje que dan las lecturas de la Sagrada Escritura que
se han leído, que ilumine la vida de la Comunidad.)
 
12. CREDO: (Se utiliza una de las siguientes fórmulas.)
 
a. CREDO BAUTISMAL:
+ ¿Creen en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra? R:/ Sí, creo.
+ ¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que nació de
Santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los
muertos y está sentado a la derecha del Padre?
R:/ Sí, creo.
+ ¿Creen en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la
comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la
resurrección de los muertos y en la vida eterna? R:/ Sí, creo.
+ ¡Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia, que nos gloriamos de
profesar en Cristo Jesús, Señor nuestro!
 
b. CREDO DE LOS APÓSTOLES:
Creo en Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido
por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y
sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los
muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre
todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los
santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida
eterna. Amén.
 
c. CREDO NICENO:
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del
Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios
verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma
naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los,
y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se
encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato: padeció y fue sepultado y
resucitó al tercer día según las Escrituras; subió al cielo y está
sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para
juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del
Padre, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
13. ORACIÓN DE LOS FIELES: (A las peticiones que se encuentran en el
esquema, se pueden añadir otras que se adapten a las necesidades
especiales de la comunidad.)
 
14. OFRENDAS: (Se recogen las ofrendas de la comunidad y antes de ello
se hace una oración espontánea,  pidiendo bendiciones para toda la
comunidad.)
 
15. ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS.  (Se utiliza uno de los
siguientes modelos. Los dos primeros son especiales para Pascua, los
demás para el tiempo ordinario)
 
a. Modelos para el tiempo de Adviento:
 
+ Te damos gracias, Señor: Tú nos has creado para que
                                                              i.      
podamos conocerte, amarte y vivir siempre contigo.
Muchas veces has ofrecido a los hombres tu amistad
y por medio de los profetas nos has enseñado a esperar en tus
promesas.
Cuando llegó el tiempo, que tu pueblo había deseado tanto,
nos mandaste a tu único Hijo como hermano mayor de nuestra
familia, para que todos pudiéramos vivir como amigos tuyos.
Cuando él vuelva al fin del mundo nos invitará a la fiesta de la
vida en la felicidad de su casa. Por eso, Padre, estamos
contentos y te damos gracias. Nos unimos a todos los que
creen en ti, y con los santos y los ángeles te cantamos con
gozo:
 
+ Señor, tú eres santo. Tú eres siempre bueno con nosotros
                                                            ii.      
y misericordioso con todos.
Te damos gracias, sobre todo, por tu Hijo Jesucristo: Él es tu
Palabra que nos mantiene despiertos; y en las cosas pequeñas
y en las grandes nos ayuda a descubrir las pruebas de tu amor
y la alegría que viene de ti. Por eso, Padre, estamos contentos
y te damos gracias. Nos unimos a todos los que creen en ti, y
con los santos y los ángeles te cantamos con gozo:
 
b. Modelos para Navidad:
 
i. + Te damos gracias, Señor, porque en tu amor creaste el
                                                                     
mundo y no abandonaste en el mal a los humanos que habían
pecado, sino que viniste a su encuentro.
Ahora nos has mandado a tu querido Hijo Jesús,
como luz que resplandece en las tinieblas.
Él era rico y se hizo pobre por nosotros, para que nosotros
fuéramos ricos con su amor. Por eso, Padre, estamos
contentos y te damos gracias. Nos unimos a todos los que
creen en ti, y con los santos y los ángeles te cantamos con
gozo:
 
                                                             ii.      + Señor, tú eres santo. Tú eres siempre bueno con
nosotros y misericordioso con todos.
Te damos gracias, sobre todo, por tu Hijo Jesucristo. Él es la
verdadera luz del mundo, que ha venido a iluminar a todos los
que lo buscan sinceramente.
Él es el Príncipe de la paz, que nos hace renacer como hijos de
Dios, portadores de paz entre los hombres. Él es Dios con
nosotros, que quiere que experimentemos ya desde este
mundo lo que será la alegría eterna del cielo. Por eso, Padre,
estamos contentos y te damos gracias. Nos unimos a todos
los que creen en ti, y con los santos y los ángeles te cantamos
con gozo.
 
c. Modelos para el tiempo de Cuaresma.
 
+
                                                              i.        Te
damos gracias, Señor, porque haces cosas
maravillosas para darnos a conocer lo bueno que eres.
No sólo a los buenos sino también a los malos les concedes
días repletos de flores, de frutos y de muchas cosas buenas,
para que las admiremos
y juntos gocemos de ellas.
Como Padre bueno tienes paciencia con los que caen en el
pecado y esperas que se conviertan y sean mejores. Por eso,
Padre, estamos contentos y te damos gracias. Nos unimos a
todos los que creen en ti, y con los santos y los ángeles
te cantamos con gozo:
 
+ Señor, tú eres santo. Tú eres siempre bueno con nosotros
                                                            ii.      
y misericordioso con todos.
Te damos gracias, sobre todo, por tu Hijo Jesucristo. Él llama a
todos los humanos para que se conviertan y crean en el
Evangelio.
Ofreciendo su vida en la cruz nos ha librado del pecado y de la
muerte y nos ha dado un corazón nuevo para que vivamos
como él. Por eso, Padre, estamos contentos y te damos
gracias. Nos unimos a todos los que creen en ti, y con los
santos y los ángeles te cantamos con gozo:
 
d. Modelos para el tiempo de Pascua.
 
                                                              i.       + Te damos gracias, Señor, porque tú eres el Dios de los
vivientes, que nos llamas a la vida y quieres que gocemos de
una felicidad eterna. Tú has resucitado a Jesucristo de entre
los muertos, el primero entre todos, y le has dado una vida
nueva.
A nosotros nos has prometido lo mismo: una vida sin fin, sin
penas ni dolores. Por eso, Padre, estamos contentos y te
damos gracias. Nos unimos a todos los que creen en ti, y con
los santos y los ángeles te
                                 cantamos con gozo:
 
                                                             ii.      + Señor, tú eres santo.
Tú eres siempre bueno con nosotros y misericordioso con
todos.
Te damos gracias, sobre todo, por tu Hijo Jesucristo. Él nos
anunció la vida que viviremos junto a ti en la luz y en la
eternidad; nos enseñó también el camino de esa vida, camino
que hay que andar en el amor y que él recorrió primero. Por
ello, Señor, te enaltecen el cielo y la tierra, y también nosotros,
unidos a toda la Iglesia, proclamamos el himno de tu gloria:
 
e. Modelos para el tiempo ordinario.
 
i. + Te damos gracias, Señor. Tú nos has creado para que
                                                                     
vivamos para ti y nos amemos los unos a los otros.
Tú quieres que nos miremos y dialoguemos como hermanos,
de manera que podamos compartir las cosas buenas y también
las difíciles.  Por eso, Padre, estamos contentos y te damos
gracias.
Nos unimos a todos los que creen en ti, y con los santos y los
ángeles te cantamos con gozo:
 
                                                             ii.      + Señor, tú eres santo. Tú eres siempre bueno con
nosotros y misericordioso con todos.
Te damos gracias, sobre todo, por tu Hijo Jesucristo. Él quiso
venir al mundo porque los hombres se habían separado de ti y
no lograban entenderse.
Él nos abrió los ojos para que veamos que todos somos
hermanos y que tú eres el Padre de todos. Por ese amor tan
grande queremos darte gracias y cantarte con los ángeles y los
santos que te adoran en el cielo:
 
                                                           iii.      + Te damos gracias y te bendecimos, Dios santo     y
fuerte, porque diriges con sabiduría los destinos del mundo y
cuidas con amor de cada uno de nosotros.
Tú nos invitas a escuchar tu palabra, que nos reúne en un solo
cuerpo, y a mantenernos siempre firmes
en el seguimiento de tu Hijo.
Porque sólo él es el camino que nos conduce hacia ti,
Dios invisible, la verdad que nos hace libres,
la vida que nos colma de alegría.
Por eso, Padre, porque tu amor es grande para con
nosotros, te damos gracias, por medio de Jesús, tu Hijo
amado, y unimos nuestras voces a las de los ángeles, para
cantar y proclamar tu gloria:
 
+ Te damos gracias, Padre de bondad,
                                                          iv.      
y te glorificamos, Señor, Dios del universo, porque no cesas de
convocar a los seres humanos de toda raza y cultura, por
medio del Evangelio de tu Hijo, y los reúnes en un solo
cuerpo, que es la Iglesia.
Esta Iglesia, vivificada por tu Espíritu, resplandece como signo
de la unidad de toda la humanidad, da testimonio de tu amor
en el mundo y abre a todos las puertas de la esperanza. De
esta forma se convierte en un signo de fidelidad a la alianza,
que has sellado con nosotros para siempre.
Por ello, Señor, te enaltecen el cielo y la tierra, y también
nosotros, unidos a toda la Iglesia, proclamamos el himno de tu
gloria:
 
                                                           v.      + En verdad, Padre bueno, hoy estamos de fiesta:
nuestro corazón está lleno de agradecimiento. Tú nos amas
tanto, que nos das a tu Hijo, Jesús,
para que él nos acompañe hasta ti. Tú nos amas tanto, que nos
reúnes con Jesús como a los hijos de una misma familia. Por
ese amor tan grande queremos darte gracias y cantarte con los
ángeles y los santos que te adoran en el cielo:
 
16. SANTO: (Se canta o se recita.)
R:/ Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
 
17. PADRE NUESTRO.
a. INTRODUCCIÓN:   (Se usa una de las siguientes fórmulas.)
 
i. Antes de participar en la Comunión, signo de
                                                                     
reconciliación y vínculo de unión fraterna, oremos juntos
como el Señor nos lo enseñó.
 
                                                             ii.      Fieles a la recomendación del Salvador y siguiendo su
divina enseñanza, digamos con confianza:
 
                                                           iii.      Llenos de alegría por ser hijos de Dios,
digamos confiadamente la oración que Cristo nos enseñó:
 
                                                           iv.      El amor de Dios ha sido derramado en nuestros
corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado;
digamos con fe y esperanza:
 
b. ORACIÓN:
 
R: Padre nuestro que estás en el cielo; santificado sea tu
Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad así en la
tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no
nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
 
18. ORACIÓN POR LA PAZ. 
 
a. + Señor Jesucristo que dijiste a tus apóstoles, la paz les dejo,
mi paz les doy, no mires nuestros pecados sino la fe de tu
Iglesia y conforme a tu Palabra, concédenos la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
 
b. Saludo de paz (Todos los participantes de dan un saludo).
 
19. CORDERO DE DIOS: (Se canta o se recita el Cordero de Dios,
mientras se coloca sobre el altar el copón con hostias consagradas.)
- Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de
nosotros.
- Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de
nosotros.
- Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
 
20. RITO DE COMUNIÓN: (El ministro presenta el pan consagrado
diciendo)
+“Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo,
dichosos los invitados a la cena del Señor”.
R/. Señor, no soy digno de que vengas a mí, pero una palabra tuya
bastará para sanarme.
 
(Con toda libertad comulgan quienes estén bien dispuestos a recibir al
Señor sacramentado.)
 
21. ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN. (Del domingo o fiesta
que se celebra.)
 
22. CONCLUSIÓN.
+ Que el Señor todopoderoso nos bendiga, nos libre de
todo mal y nos lleve a la vida eterna, en el nombre del
Padre + y del Hijo + y del Espíritu Santo.
R/. Amen.
 
+   Podemos ir en la paz del Señor. 
R/.Demos gracias a Dios.
 
23. CANTO FINAL.

Liturgia de la Palabra para


Comunidades sin  Sacerdote
• Canción de entrada.-
• Presentación.

Tenemos que ser conscientes de que en muchos sitios la gente no está


acostumbrada a estas celebraciones y espera que vaya un sacerdote a celebrar el
acto litúrgico. Es, por tanto, una deferencia informarles de lo que se va a hacer y
explicarles el por qué de esta ceremonia.

Antes de empezar la celebración es bueno preguntar a la gente si ha habido


alguna cosa especial por la que podamos orar, (una muerte, un problema cercano,
algo significativo…)

RITO DE ENTRADA: OraciÓn

Después del rito de entrada, debemos decir a la gente lo que significa el que Dios
nos haya invitado al Banquete Eucarístico y reconocer que no somos dignos de
ello por lo que decimos:

• Tú, que has sido enviado a sanar los corazones afligidos. Señor, ten piedad.

• Tú, que has venido a llamar a los pecadores. Cristo, ten piedad.

• Tú, que estás sentado a la derecha del Padre para interceder por nosotros.
Señor ten piedad.

por si alguien quiere tomarlo de base para confeccionar otros nuevos)

EXAMEN.

**También puede presentarse, en alguna celebración especial, otra opción como


sería hacer un examen en el momento del perdón: (Pongo un ejemplo

Cuando el hombre se encuentra delante de Dios lo primero que experimenta es su


pequeñez, su necesidad, su pobreza.

Pidamos la gracia de sentirnos pecadores salvados por la gran misericordia de


Dios y dispongámonos a cuestionar un poco nuestra vida.

 JESÚS ME DICE QUE LA MIES ES ABUNDANTE Y ME


LLAMA A TRABAJAR CON ÉL.

• ¿Escucho su llamada? ¿O procuro escuchar otras voces más sugerentes para


mí?

• ¿Aporto algo de lo que tengo, o espero que den los demás, instalándome en la
comodidad?
• ¿Hago caso a los condicionamientos humanos para justificar mi falta de
compromiso?

 VE TÚ TAMBIÉN A TRABAJAR A MI VIÑA.

• ¿Todavía sigues diciendo que nadie te ha contratado?

• ¿Has buscado las personas, las situaciones, las intervenciones que hacen
significativa la llamada o sigues con el grupo de los que no quieren compromisos?

 ROGAD AL DUEÑO DE LA MIES PARA QUE MANDE


OBREROS A SU MIES.

• ¿Intercedes ante el Señor para que te haga solidario con los demás?

• ¿Le pides que te haga generoso a la hora de responder?

• ¿Le pides para que te haga humilde a la hora de trabajar por el Reino?

GLORIA.-

El Gloria puede rezarse, dependiendo del día en que realicemos la Liturgia de la


Palabra.

LECTURAS.-

Al llegar las lecturas sería bueno hacer moniciones pues, además, de ayudar a
captar nuestra atención en la Palabra de Dios, también se da más solemnidad.

Después de las lecturas es bueno llevar preparada alguna reflexión como se viene
haciendo habitualmente en la Eucaristía.

(Comparto un ejemplo por si puede servir de alguna ayuda)

1ª Lectura.- Romanos 8, 28 – 31

SALMO.-

R. Señor dame la gracia de responder a los dones recibidos.

Aquí estoy, Señor, en busca de tus pasos,

quiero entrar en tus caminos Señor,

quiero dar una respuesta a tu llamada,


quiero estar disponible para Ti. R.-

Aquí estoy como Samuel aquella noche,

y te digo “habla, Señor, que tu siervo escucha”.

Aquí estoy cono Elías en el Horeb,

esperando tu paso silencioso.

Aquí estoy como María en la Anunciación,

para decirte: ¡Hágase en mí según tu palabra!.

Aquí estoy con el corazón abierto,

para decirte: ¡Quiero hacer tu voluntad!. R.-

He sentido tu llamada, Señor,

a trabajar a tu lado.

He sentido la fuerza de tu Espíritu

que me envía a evangelizar.

He sentido que la realidad de tu evangelio

tiene que ser mi proyecto de vida.

Y estoy seguro de que puedo hacer,

que tu plan de salvación me haga feliz. R.-

Mateo 25, 14 – 30

(Brindo unos puntos de oración por si fuesen necesarios).

Dios no sólo nos ha puesto en este mundo sino que, además, nos ha hecho un
regalo. ¡Ahí tienes esos talentos! Nos dice. Te los dejo para que los uses, pero
algún día tendrás que responder de ellos.
No valdrán disculpas para dejar de dar cuentas. Ya que quien entierra sus
talentos, entierra su capacidad de amar, de esperar, de sentir.....de creer.

Tú tomarás la mejor manera para negociar con ellos en tu amplio espacio de


libertad. Pero primero tendrás que hacer un discernimiento para descubrir esos
dones, que a veces, ni los hemos advertido.

Toma conciencia de que el primer Don recibido ha sido el de la Salvación, a ti te


corresponde hacerlo fructificar; pero no de una manera mecánica sino haciéndolo
vida, llevándolo a los demás y ofreciéndolo como aportación personal y
comunitaria. Date cuenta de que el Mensaje es algo vivo y operante, capaz de
seguir creando en cada momento a favor de todos; ya que si no lo haces así serás
como el empleado negligente, harás de tu Don una serie de normas para
conservar los mínimos legales.

Pero me atrevo a proponerte dar un paso más. Si cayeras en la cuenta de que, en


lugar del amo, los talentos te los ha dado tu Padre ¿Cómo los cuidarías?
¿Pensarías en algún momento en esforzarte porque tienes que dar cuentas o lo
harías lo mejor posible por el amor que tienes a tu Padre?.

Si de verdad lo viéramos así, no regatearíamos esfuerzos a la hora de hacerlos


fructificar. No nos importaría compartirlos y ofrecerlos a los demás, pues en ellos
veríamos a nuestros hermanos. Los mimaríamos como algo nuestro. Y sobre todo
no estaríamos inquietos por el resultado; llegaríamos a las manos del Padre con
cualquier resultado sin más preocupación, por nuestra parte, que el esfuerzo
realizado.

Sin embargo unas preguntas quedan en mi corazón:

• ¿Creo de verdad que tendré que dar cuentas?

• Si me pidieran cuentas hoy ¿Cómo respondería?

• ¿Qué palabras oiría de la boca del Padre?

CREDO.-

Creo que, en algunas celebraciones, sobre todo, si se hacen en domingo será


importante confesar nuestra fe rezando junto el Credo.

PETICIONES.-

Se pueden hacer las que vienen en el ritual, se pueden llevar preparadas, se


pueden hacer espontáneas… por lo tanto quedará sujeto a la preferencia del
celebrante.
OFERTORIO

Es obvio que, en una celebración de la Palabra, no se ofrece el pan y el vino ya


que no hay consagración, pero si se puede hacer un ofrecimiento por los allí
reunidos, poniendo en manos del Señor todo lo que en ese momento querríamos
ofrecerle. (Aquí se puede ofrecer lo que somos, lo que tenemos, a los seres que
queremos…)

SANTO.-

Yo creo que el Santo no se debe omitir, ya que es una manera de alabar y dar
gracias al Señor; por lo que se debe de hacer una invitación a la alabanza, a la
acción de gracias y se puede leer un prefacio o simplemente cantar el Santo.

CONSAGRACIÓN.-

La gente que va a misa frecuentemente sabe todas estas cosas pero, quizá, haya
personas que no lo sepan por eso es bueno explicar por qué en la Liturgia de la
Palabra no hay consagración ya que solamente puede consagrar un sacerdote.

Lo que si se puede hacer es tener en ese momento unos minutos de adoración o


cantar algún canto eucarístico.

También se puede tener un recuerdo por las personas que han fallecido
recientemente, ya que los seres cercanos lo agradecen mucho.

PADRENUESTRO.-

El rito del Padrenuestro se puede leer dando entrada, con las palabras del ritual,
antes de que lo recen todos los asistentes.

LA PAZ.-

Me parece importante no omitir este momento en el que vamos a pedir por la paz,
todos estamos muy sensibles con este tema y es bueno ponerlo en manos del
Señor. Podemos hacerlo leyendo la oración de la paz que ofrece la liturgia.

COMUNIÓN.- Seguir las pautas que indica el misal con el que estamos siguiendo
la liturgia.

Después se puede hacer una Acción de Gracias.

ORACIÓN FINAL.-

Se lee la oración final y se termina como se termina la liturgia de las horas.


“El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna".

También se puede hacer con una frase corta, sacada del evangelio o de alguna
lectura que sirva como consigna para la vida.

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