Contimian las camparas del’ Jeneral Bolivar
que quedaron suspensas en el nim. 18.
Foé tal el aturdimiento del Jeneral Bolivar, que
habiendo en el transito de donde se dié la accion al
pueblo puntos tan forzados, que es preciso pasarlos
por una cdspide uno en pos de otro, cortadas, zan-
jas y otras vevtajas, no cuidé de contener en ellos al
fenemigo, Todos convienen que con solos 100°hom-
bres era imposible pasase uno siquiera. Si lo hubiera
hecho asf, todo se habria salvados pero el terror em-
arg el disernimiento.
‘Sinembargo como las armas y pertrechos del re~
puesto se habian echado en tierra por una confiaihza
indiscreta 6 ciega, se dié drden al Mayor Jeneral de
mariana,” Agustin Villaret, para su reeitibarco. So-
brecojido igualmente éste del terror, se puso 4 bor-
do y dejé en Ia playa lo que Ia sorpresa no le per-
mitid embarcar. Como las tropas segaian & Choro-
ni se creyé tambien irian por alli las armas y per-
‘trechos librados; y auque la prohibicion era absoluta
para que ninguna persona se embarcase, sineinbargo
el imposible fisico que se tocaba en mas de mil
emigrados para transitar por tierra, @ falta de ca-
allerias, lo lograron algunos bajo aquel concepto.
El ejército y todos esperaban al Jeneral Bolivar
ir sus marchas ; pero este se fijé sagazmente
‘en un lugar escusado, de donde a las 11 de la noche
sin ser visto de nadie, se le sacé y embarcé en el ber-
gantin Indio Bello, No faé tanta Ia sorpresa que cau-
sb sn presencia, por que se creyé iba 4 ganar tiempo
‘en su viaje & Choroni : pero exasperé 4 todos, cuando
al siguiente dia se le oy decir, no podia militar con
poco ejército: que el suceso seria desgraciado, si no
‘sedividia la tropa que maudaba en partidas de guerri-
las: que no queria esponerse 4 ser entregado como
‘elJeneral Rivas, y que en fin, temia que le asesina-
‘een, por Jo cual su resolucion era irse 4 los Cayos.
Poco despues se presenta el Capitan Rosales, dando
‘cuenta de la entrega’que habiarhecho el Coronel Pi-
Bango; y queadens de los trescientos hombres que
tenia armados podria poner al servicio seiscientos,
Enténces manifesté disposicion 4 segiif #*Choroni :
se lo aplaudieron muchos con vivas instaineiass, peto
el resultado faé venir Glwisla‘de Bonaire, confor-
me al deseo de sus Consultores.
Poco despues llegé 4 esta isla el Almirante Brion,
qve irritado hasta lo samo con. tal conducta, Te obli
26 & que volviese & la costa, Lo verifich legs &
Choao y aunque alli se le informé exictamente de la
victoria que nuestraé armas habian obtenido en Mara-
cay; de la que despues se hari mencion ; y de la se-
” guridad con que podia reunirse & elias, nada basté
j
CARACAS MARZO 23 DE
MAS VALE UNA LIBERTAD PELIGROSA QUE UNA TRANQUILA ESCLAVITUD.
LE
(N. 25.
1830.
=
para hacerle saltar siquiera entierra. Volvid & Bonai-
rey de alli siguié para Guiria en el mismo ber-
gantin con armas y pertrechos : sé le recibié con vi.
vas y aclamaciones, y dentro de una hora fué obli-
gado @ reembarcarse por la’ conmocion que se dice
hubo alli.
Volvamos al ejército enemigo y al _nuestro+--+
Mérales, prévias las precauciones necesarias y el
aviso eficiz que tuvo de la fuga del Jeneral Bolivar
¥ retirada desu ejército, dejandolo todo & discre=
ion, bajé con el suyo el 15: pass & cuchillo los
prisioneros y heridos y remitié 4 Puerto Cabello las
tmojeres y nillos con el. gran botin de que’ se pose-
sion. Si relacion exacta de lo mas precioso, ratif-
cada por el recibo de aquella aduana es la. siguiente.
Mil ciento Veinte y tres fusiles, Ios mil encajona-
dos todos con sus bayonetas y bainas nuevos. Dos
cientas diez y seis bayonetas mas con sus bainas, ocho
sacos y cinco cajones de piedras de chispa. Siete mil
cartuchos de pélvora con sus balas. Seis quintales de
pélvora & granel, cinco esmeriles, tres caiiones pedre-
ios de bronce, cuatro bonbas de seiales, ‘cinco baleros
de & onza, cinco cajones de balas de fusil, una impren-
ta completa, cinco cureiias de pedreros, medio saco de
balas de metralla, doce pedazos de plomo, cuatro ca-
fiones de bronce, dos de & doce y dos de & veinticua-
tro, una méquina de imprenta con diez. y nueve cajones
de letras, cuatrocientas setenta y siete balas de 4
‘ocho, veinte y nueve de 4 diez. y ocho, ciento cineuenta
y siete de 4 doce, diez y ocho palanquetas, dos
‘carronadas de 4 veinticuatro con sus cureias, dos
Jdem de & doce con idem, dos armerias con sus he-
rramientas completas, dos cucharones para derretir
plomo, tres botafuegos.
‘Ademas tomé el enemigo las piezas de plata si-
guientes: una custodia con’ el Sol dorado, cuatro
calizes, cinco patenas, dos cucharillas, tres copones,
‘ocho ampollas de éleos, un par de vinajeras, tres
platillos,-una cardereta.y su hizopo, una eajite de
ostias, dos nayetis con. st cucharillas, un copos,
tun porta pag, ina conchit, tina Taye de sagrario,
dos, cruzes de éstandartey dos ineensarios, dos lim-
potas, una Corona “sobreitorada, wna idem de oro,
wun pié de \crtz, Una vara’ de/ezacena, treinta yun
rmilagros, uno idem mas dev6ro, tna:lanza, tres pie-
‘dé nso desconocido. Todo de plata-como se
hha dicho. "Em: Chorout tom’ taribien sobre seiscientos
fusiles, seis. thil piedras de ‘chispas:y muchos, miles
de~cartuchos de pdlvora. ee
Nuestro ejército abandonado, cansado de espe-
rar & su, Jeneral en Choroni y cietto de su deser-
‘sion 6 fuga, nombré en su lugar al Jeneral Mac-(108 )
“Gregor ; protesté desconocer para siempre & aquel
y seguir en su empresa con mas ardor que antes
para convencer al mundo entero que para nada era
necesaria su intervencion. Apesar del desaliento que
infunde una desgracia militar, Megaron & Choron{
seiscientos hombres de armas, que unidos con los
del Coronel Pidtango, formaron un cuerpo de nove-
cientos. Todos. esclamaron contra el Jeneral Bolivar,
sintiendo no hubiese sido antes su fuga para no
haber sufrido tantos males. Es un ingrato, un in-
humano, un monstruo, decian, pues que ha dejado
sacrificados tantos heridos, tantos inocentes y tantos
elementos de guerra.
‘Vamos & demostrar -que Ja autoridad del Jene-
ral Bolivar depende del pueblo y que este es el que
ha debido jazgarlo, falta de Gobierno que Lo re-
presente. La asamblea tumultuaria que eu los‘cam-
pos nombré al Jeneral Bolivar por Jefe supremo
de las armas, ni la que se celebré en Margarita
para reconocerlo, han procedide ni pueden proceder
de propia autoridad, porque no Ia tienen, Su elec-
cion ba sido, 4 nombre de los pueblos de Venezue-
la, y mientras estos adquieren su libertad y pue~
den disponer lo que mas convenga. El nombramiento,
es hijo de las circunstancias y el pueblo jamas con-
vendra con él sino en lo favorable. A no ser estas,
circunstancias, Ia eleccion en todas sus partes seria
nula, porque ni el pueblo ha sufragado ni los elec~
tores tienen facultad del pueblo.
Si por estas mismas circunstancias el que Bo-
livar podia’ hollar, violar y traspasar Ia ley, formar
otras de nuevo, decapitar, confiscar, desterrar y con-
finar con mayor razon, no ya esas asambleas disuel-
tas, pues que nunca han sido permanentes, sino el
pueblo venezolano, ocupando parte de su territorio 5
puede igualmente de hecho castigar los crimenes
del depositario de su autoridad. Esto es ep lari
gorosa revolucion en que nos hallamos sin gobier-
no alguno instalado. Si lo hubiera habido, como de-
bié hacerse, seria un atentado, no contra el Jene-
ral Bolivar, sino contra la soberania delegada, que
no siendo delincuente, la tocaba esclusivamente el
conocimiento de la causa, Quien ¢ el juez de los
reyes y demas gobiernos que se conocen, cuando
se convierten en déspotas y tiranos, cuando traicio-
nan el Estado y cuando no respetan las leyes? El
pueblo, el pueblo, en quien esencialmente reside la
soberania. Este los reprime y hace las transforma-
ciones que 4 su salud convienen: no se va, no, &
bascar el derecho de la) monagyuit, las cortes que
Jo aprobaron, los congresos 6 parlamentos que lo eli-
jieron, La razon y Ja justicia robustecidas.con la
fuerza, lo decide todo & su voluntad, quo.cs. sieft-
re lo que mas in
™ Cais un are désérta, hallandose al frente
del enemigo, se le pasa por"Tas armas ¥ hacen Jos
hhonores militares, por que sobre no acartear petjuic
cio de tercero. su delito, tampoco lo cubre dedn-
famia. Diferéneiase al Jeneral de un ejército: cuan-
do este lo abandona por cobardia a otro pretesto,
sea el que fuere, dejéndolo & discrecion del ene-
migo, se le juzga como traidor. Desde'el momento
mismo, de ‘hecho y por derecho queda’ despojado
de toda autoridad, insignias y tratamiento. No'se
necesita de pruebas, porque el delito ¢s notorio, y_
el clamor jeueral Io condena & Ia afrentosa pena ca-
pital. En este caso se halla el Jeneral Bolivar, El
no dejé ninguna érden con’ qué” cohonestar “su~
delito: el ejéreito que mandaba, viéndose en horfan-
dad lo proseribié.
El bochinche, voz de que se han valido py
desconocida en nuestro idioma, pero de ficil
intelijencia, no sabemos sus circunstancias, y debe-
mos suponer que los. mismos que se figuran autores
de él, les habrin salvado la vida. Sea como fuere,
yo no aprobaré jamas el modo, bien qué fué mas
exabruto el que se dié por pauta con el Jeneral Ber-
mudez 4 quien sin corsejo de guerra, sin oirlo, sin
delito, y sin mas que el yo lo quiero de un solo.
hombre, se le condené & mas afrentosa peria, pues
vivir sin honra un honrado, dice el sébio, es vivir
estando muerto.
Sin dada el Jeneral Bolivar no supo conducirse.
Si desde & bordo cede el mando y se consigna al
que Marifio, pidiéndole ser juzgado en consejo de
guerra, estoy cierto habria sido oido sin estorcion al-
gana, Esto es lo que hace todo militar celoso de
su honor ; pero el Jeneral Bolivar con la investidara
de soberano 6 dictador y con Ia confianza de que
yolvia @ gobernar la manada de ovejas que antes,
pensé y creyé que todos le doblarian la cerviz.;
qué engafio! llegé ya el colmo al sufimiento ? quien
& hierro.mata @ hierro muere: con Ja vara que tan-
tas veces midié fué medido. En'esta escuela deben
aprender los demas Jenerales, estando ciertos de que
si no tratan de demitir la autoridad sobérana en el
pueblo, les sucederé infaliblemente otro tanta, sia
gobierno siempre: seré revolucion,
Continuard.
Causa verdaderamente asombro ver que hay’ toda-
via algunos hombres en Colombia, que seponiendonos
tan imbéciles quieren haceruos creer que Bolivar, no
solo no aspira a la corona, sino que estaba iguorante
del proyecto. En. la Gaceta de Colombia de 14 de
Febrero dltimo nim. 452 hemos visto un. articulo en
que su autor con ridiculos, y_pueriles argumentos se
presenta moy_ stiicho cx Is arena 4 tater sabre
motivos queha tenido Venezuela para separarse del
resto dela Repiblica, Dice entre ots cosas el Editor
1.°—Que la causa del Libertador ha estado
unida mucko tiempo hi é la causa de pero
queen esta vez puede decirse que es una misma ; pues
‘se quiere destruir la al oer
F.Fhid & leche jendama, dese oe tide: de
Sargochtd
1 i ques mano aristocracia uppoesegs colombinns 5
ue de otto ible que ase-
is Saabs so Urals Stoners dese ‘ata.
es lw pal caso los _colembian
por solo ef
Malteee legudo Squier & ima
Lisaled reel bein Gage
habian de reiluir en. provecho, y Ha Dina Bolivar,
estamos .ciertos que todos’ hiubieran
tranquilos con los: y nadie He: rancor -espuesto
‘su vida y.cu fortuna en una, eralacon que segun
\
\(109)
la gaceta de Bogoté no tenia otro objeto que cambiar
& Fernando VEE por Simon I., es decir, sujetarnos &
na amo mucho mas cruel, y arbitrario que el que
anteriormente teniamos, Si Bolivar fallece, como ha
fallecido ya civilmente para Venezuela, la Repiblica
marcharé™ sin ningun. obsticulo, porque bay mil
‘otros que ocupen su Ingar. Aqui tenemos al Benemé-
rito Jeneral Paez : estamos ciertos que él har feliz,
el Estados y en Quito, y no faltaré tam;
co & quien colocar a la cabeza del Gobierno, Vea
U._ pues, Seiior editor como es que uo se destruye
la Repdblica aunqae se destruya Bolivar, y que es
tn error ctago pensar que nuestra tratefrmac
politica faé solo por los dias de D. Simon.
2.—Su vida tanto piiblica, como privada es conoci-,
da de todos y de cada tno de nosotros. Por supuesto:
este esel argumento mas fuerte que presentamos en
apoyo de nuestra resolucion: el conocimiento de las
fechurias de Bolivar, sus miras ambiciosas, y su ar-
Vitrariedad, y despotism.
S—gF qué hemos visto en él? Una consagracion
absolute é la causa de su pais, un desprendimiento
sfotal de todo to que mira é-su persona. Bello modo
de consagrarse i la causa de sv pais! Promoviendo
revolucones todos Tos pablo destruyeno. la
agricultara, el comercio, la industria, y cegando
todas las fuentes de la pablica, pa-
rade este modo conseguir el de su meditado
plan. Por io que toca al desprendimiento desu
‘na, no hay una prueba mas conyincente de la false
dad de esta asersion, que la misma conducta que obser-
va Bolivar en la presente crisis. Mucho de que no
iere mandar, renuncias 4 cada paso ; pero lo cierto
és que & pesar del fio que le pofesan los pueblos
no quiere largar el baston, ni Jo soltara probablemen-
te hasta que no se jo quiten por la fuerza gY esto es
lo que se llama desprendimiento?
4,—Con la espada destructora de nuestros opreso-
res en una mano, y e-asnto dogma de ta liber-
tad en la otra, tan -pronto ha marehado donde
quiera que habia espatiokes que destruir, como se
hia ocupado de buscar la vokintad nacional por
dio de los representantes del pueblo. Ya to sabin-
mos nosoijos3 y este ha sido uno de los moti-
vos que hemos tenido para desconocer su autoridad 5
pero en contrario sentido del argumento que se propo-
he. Bolivar nos presentaba con fa wna mane los prinei-
ppios luminosos. de libertad, é igualdad y en la otra
Ulesembainado el puiial, no para destruir & los espaiio-
Jes, sino para _asesinar 4 los verdaderamente patrio-
tas, y & jenerales beneméritos que habian trabajo
mas que él, y cuyasglorias se apropiaba. Los re}
sentafies del’ Perl, tos do-Colouiba: ou cabs peor
den decir si Bolivar buscaba la voluntad ‘nacioval, 6
si los obligaba & que se sujetasen @ sus eaprichos y
4 sus ideas liberticidas. ‘Todavia ‘se encuentran. ni-
chos de ellos snfriendo la pena de destierro & que
Jos candeng el dictadr.
El Aquiles de sus arguinentos es el proyecto
que se dive dh on Bogotd de ‘eatablecer una _monar-
Tika tn Colombia, Gue ty et é que %e refer la carta del
Teneral Bricero.’ Nosotros ds asegurar por lo
gue ios jeneralmente ent ciudad que todo el proyec
to estaba reducido d ta opinion de 7 Wilbebdos
‘sobre que aquella era le forma de gobierng que podria
cortar fos moles, gus por tanta tempo sufia. el pir
que rei secontabeecon cooperacion alguna extran-
era, ni que et Gobierno hribiese dado paso alguna pa-
‘ra evarlo & efecto, ni menos que el tuvies
‘bela menor noticia de él. Por el contvarioy otitios po-
sitivamente que lo ignoraba, y aun oimos-mas, que
el mayor obstéculo que se tenia era: la oposicion det
Libertador. Ciertamente no es este el mas pequeiio de
nuestros fandamentos, por que Ia revolucion del 19
de Abril, y los sacrificicios simultineos que se hi-
cieron per’ todos tos pueblos, no fueron. con la idea
ae que Bolivar, ni’ ningun’ otro se aprovechase de
Jj
ellos para subir al trono, Nosotros podemos asi
rar tambien, no tanto por lo que Mabe ane as
mente sino con documentos irrefragables, que en Bo-
goté se trabajaba con ahiuco en el plan de la mo-
Rarquia, y que Bolivar era el mas interesado en su
ejecucion. Si éste con el titulo de Jefe supremo ha
causado tantos males en Colombia :Qué hubiera si-
do de nosotros luego que él se hubiera puesto la co-
rona? El ministro de la guerra Rafael Urdaneta, y
el Jeneral Pedro Bricetio Mendez bien claro. nos
han dicho que estaban_comprometidas las relaciones
exteriores, y que el Sr. Bresson ministro frances
acojié y favorecié el plan de acuerdo con el mivis-
‘tro ingles.
6.—Pero convengamos en que lo sabia, y en-
toncee es mas fuerte el argumento, porque, pianlsal
mente fué en ‘esos dias, que el Libertador espidié la
circular de 14 de Octubre exitando, y rogundo d los
pueblos para que emitiesen sus opiniones sobre los
principios constitutinos que el ‘ha sostenido con
‘su sangre, y que la nacion ha proclamado & la faz
del como el término de sus aspiraciones, y
Sud entonces que el Libertador escribié particularmente,
para que se alentase y fomentase ese espiritu pridlico,
tan pronunciado por laa formas republicanas, @ que s¢
esplicase con to fiertad imajinable. Que Bo-
livar era el autor del plan y que para sa realiza-
ion envi6.ajentes & todoe fon depariamentos, tocar
ben hasta los nidios. Con este objeto fué que Bri-
ceiio Mendez, Revenga, y otros vinieron a Vene-
zuela. La circular se espidié porque Bolivar en uno
dersus muchos deliros, creyé que. habia. Megada el
momento oportuno de que lo proclamasen por Rey,
en virtud de los avisos que recibia de sus comisio-
nados,. y asi fue que no tuvo embarazo en decit
en su rhisma circular, qne se trataba de dar 4 la
dblica una existencia diferente. ; Pero qué engaiio
ha sufrido este miserable! Los pueblos oprimidos has-
ta entonces con las bayonetas, y con sus decretos
arbitrarios, apenas. se les dijo que podian pronun-
ciarse con’ libertad, cuando desconocieron de hecho
a autoridad del tinico, y esclusivo autor de todos
sus males. Si Bolivar es tan respetuoso, como se
supone 4 los mandatos del Soberano, ahora se, le
presenta una bella. oportunidad para acreditatlo,
alejindose de todo el territorio colombiano.
T—Aun hay mas, no hubo tna sola persona é
quien se te oyera hablar sobre el particular, que no
dijera que no se pensaba en el Libertador para mo.
narea, que esto destruia sus glorias, y aumentaria los
males. Hasta risible nos parece semejante razona-
miento. No se pensaba en que Bolivar fuese el Rey
de Colombie, y D. Jugn Garcia del Bio en su cuaria
meditacion dice, que es.el destinado por la Divina
Providencia para ocupar tao sublime pesto: lo mis-
mo han indicado poco mas, 6 menos los secretarios
de Hacienda y Guerra, Pedro Briceio Mendez, ¥
toda su chusina de ajentes. ;Y consentiria Bolivar
que otro fuese el movarca? gConsentiria que Fer-
nando Felipe de Orleans se ciliese primero que él
Ta cordna, cuando por carta de uti Coronel residente
fen Bogot sabemos positivamente que Urdancta ha
brindado en up convite piblico por el matrimonio
de Bolivar con una priticesa de la casa de los Borbo-
sanog Qué habria d
ton infolernie como: que hablan no hubieran cono-
‘ido otrd medio mejor de neutralizar laa infinitas opi-
NOttine lideked uation tee
‘asesinar ps que no como,
EN eae, ahore que se
-ha hablado, y tratado en Bogotd de su coronacion.(110)
4 pesar de set este win erimen de’ alta traicion es-
‘crit en las bases constitutibas de la Repiblica.
2Como no ha podido tolerar las opiniones emitidas
con la mayor, moderacion en defensa de los prin-
cipios republicanos por patriotas acrisolados "como
‘Azuero, Uribe, Tovar, Soto, Gomez Duran, Narvarte,
Vargas Tejada, Romero, Espinal, Dominguez, Cha-
vez, ¥ otros muchos que han sufrido por solo este
motivo, Ia mas cruél de las’ perecusiones.
9.—-Aungue ta carta del Jeneral Briceto. mani-
fiesta por. isola la pureza de intention con que ha
‘sido escrita ; su consagracion y servicios d la causa
de nuestra patria, nos hacen un deber de observar,
(que no ha tenido otro objeto al escribirla, que el de
provurar Uenar su eneargo de diputado de ta nacion.
Persuadide, como.lo estaba, por st correspondencia
de Bogoté’ é que el proyecto de monarquia habia
avanzada mucho, y que necevariamente habia de tra-
tarse en el Congreso, é inclinado 4 creer, como se
6 por ue eppresionés, que podria ser mas bien per
judicial que itil semejante idea, busca la opinion de
os que se dicen opuestox a ella, para poder destruir-
Ta con su apoyo, Es sin duda bien peregrino que .
el Jeneral Bricefio diputado por Ia provincia de Ca-
racas, en vez de buscar el deseo, y la opinion de
Sus comitentes, tratase de ingoirir cual era la del
Jeneral Bermudez, jefe de otro departamento,’ para
destrair con su apoyo el plan de la monarquia, Bs
tambien de notarse que el editor de la gaceta de
Bogota confiesa francamente que el proyecto habia
avanzado mucho, y que necesariamente deberia
tratarse en el Congreso. ¥ se quiere un motivo
que justifique mas la separacion de Venezuela del
resto de la repiblica, y desconocimiento de la au-
toridad de Bolivar? :Habiamos de esperar que por
el Congreso admirable, euyos miembros estan todos
de acuerdo en el plan, que son todos criaturas de
Bolivar y que han sido elejidos por intrigas, y ama-
fics de éste, para que sancionase la esclavitud de
Tos Venezolanos? No Sr. Editor, afortunadamente
nos hemos salvado del naufrajio. ¢Cual hubiera sido
Ia suerte de los pueblos si por desgracia nuestra
hubiera permitido el Cielo, que la causa del tirano
prevaleciese sobre Ia de la razon, y la justicia? Boli-
Yar no es ya para nosotros, ese hipscrita, artéro,
que esperaba del engatio y las astucias hacerse
siensiblements el drbitro de le suerte de los colombia-
nos, empleando las prisiones, y destierros contra los
que se oponian & sus proyectos ambiciosos. El serd
ahora un furioso irritado contra cada uno de los
yenezolanos, en quienes su ddio & la independen-
cia y' la hbertad que han proclamado, le presenta
tuna’ maza de enemigos solo superable, no perdonando
los mas horribles medios para constitairlos en absolu-
ta nulidad por medio de una guerra desastrosa,
Pero que venga en hora buena que aqui lo recibire-
‘mos con la fuerza. Si nos bablare de armisticio 6 de
aprobacion, ya sabemos lo que el entiende por esto 3
Golo, tramps, treguas para intrigar, y para aprestarse
mejor para atacarnos. S EDITORES.
COMUNICADO.
Scores Editores del Fanal,
Dos sujetos que me son bien capotides aidan
muy solicitos por imprimir el manuseéito contra |mi
hermano’ Domingo Hernandez, Correjider y Coman-
dante de armas de San“Carlos, de que hablé antes
en el néimero'18 de este periodico, dado, saponen,
por’ un escribano que ‘se ha presentado'eh la,¢otte
de apelaciones de este distrito acusandodas @rbitra:
riedades de aquel} pero inducido sin duda por uno
de ellos, Como este manuscrito me calummia parti-
cularme’te, les place & estos caballeros se imprima
porque les conviene saherirme por este medio ale-
‘Yos0 para colorear sus intrigas € injustas pretencio-
‘nes & que me he opuesto en defensa de mis derechos,
Bien pudieran sacar Ia cara y dar cuanto antes at
iblico su obra, sin valerse del nombre de un po-
re diablo que han hecho instrumento y victima de
sus pasionos, y que no tiene otra ‘defines que la
fasat Esta es una verdad que compruebo con el
exorto al Correjidor 1.° de esta ciudad donde se
inserta el dictamen siguiente. **Sr. T. Correjidor-—
Por el mérito que presta éste espediente soy de id
recer que se libre decreto de prison coutra el Es~
cribano Francisco Evaristo Delgado. quien: quedaré
Suspenso por el mismo hecho de ejercer el oficios
y mediante & que esta profugo, se libraré requisi«
‘ria para su aprension y remision, lo cual verifi-
do, se Je tomaré confesion haciéndole los. cargos
que le resultan ; en cuyo estado volver 4 consul-
tar, y para la prision se espediri la drden que pre~
viene el art. 18 del decreto de 21 de Agosto de
1828. Debe darse cuenta de este imiento &
8. E. la Corte de apelaciones—Valencia 20 de No-
viembre de 1829.—Dr José Manuel de los Rios.”
Delgado no sé halla en Caracas, ha ya algunos dias 5
pero si el autor del manuscrito y por qué mo lo
imprime y pone su nombre? A. la verdad, 88. EE.
rio depende de dos especuladores litigantes manchar
Ia reputacion del jefe que ahora mismo Ia cabeza
del sesto batallon ausiliar tiene la espada desnuda
en defensa de la Patria y de sus mas caros ¢ im-
prescriptibles derechos.
‘Soy de UU. con la mas alta consideracion sw
obediente Servidor.
PF. R. Hernandez Romero.
ELECTORES DEL CANTON DE CARACAS.
1, AndresNarvarte- - - - = - - 1259
@ Martin Tovar- - - - - - - > 1207.
8. Juan Pablo Ayala-- - - - - - 1070
4. Alejo Fortique- - - - - -. ~ 105%
5. Jose Luis Cabrera - - - - - - 1044.
6 Manuel Quintero - - - - - - 1040-
7. Valentin Espinal - - - = - - 997
8 Pedro Machado - - -.- - - - 996.
6. Juan José Romero - - - = - - 877.
10. Raymundo Rendon Sarmiento 843,
11. Juan Bautista Arismendi
12. VieenteLecuna - - =
13. Francisco Javier Yanes -
14. Angel Quintero ~~ -
15- Ramon Ayala ~
16. José Vicente Mercader -
17. Manuel Lopes de Umeres
18. Juan Escalona
19. Francisco Ribas - - -
20. Carlos Cornejo = -
g
>
11. Pedro Quintero -
12. Francisco de Paula Pardo
13, Ramon Monzon
14. José Celedonio Ruiz - - -
Caracas: Imprenta de Tomas Avrzno,—-1830.
Nv
21. Rafael Acevedo - = = = + 547.
22 Antonio Abad Cedillo - oid.
93. José Felix Alas - - - - + 587.
24. Mariano Echezuria - - = ay Ge
25. Rafael Diego Mérida- - Ee abl
SURLENTES,
1. Vieente del Castillo- - - - - - 452
2) Manuel/Escurra- + = - - - - - 421
$, Juan Martinez = + - - - - - - 403
4. Felix Alfonzo /=9) - - + + 804
5. Rafael Dominguez -- - + + 390
6, Juan Ne noyChaves- - - - S79
7, wan de lueMadris- + 7 S44
8. Eduardo 2.
9. Rufino Gonzalez iif
10. José Maria Vs a