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18 DE ENERO DE 1905 EL C00 ILUSTRADO ‘Ano XIV PRECIO | DIRECTOR: ‘SUSCRIPCION MENSOA J. M. HERRERA | UN NUMERO SUELZO, a a ER TaN ECO zi ow este nimero entra Et Cojo Ivstrapo en el XIV ano desu existencia. Dentro de ese lapso de py casi tres lustros queda realiza- dauna labor que, cuando no se quiera que signifique gloria y provecho, si'es de firme constancia y de intima since- puestas, desde el primer momento, al servicio de las generaciones intelectuales de Venezuela; y estamos ya 4 una altura en que nos es satisfactorio declarar que fueron al fin comprendidos y aceptados, 4 fuerza de tenacidad y de Conviccién, nuestros propésitos de propa- ganda, en obsequio de lo que constituye genuinamente la cultura y la honra intelec- tual de la Repiblica. Ya no son los tiempos, felizmente, de la censura voluntariosa, del dicterio_y aun de las predicciones amenazadoras. Ya po- dra verse también cémo hay maneras de eficacia para vencer cuasi invencibles obs- taculos arraigados en la naturaleza del ca- racter nacional: el secreto de la eficacia lo tienen la voluntad y la constancia, Nuestra Revista acaso no habria sobrevi- doa cualquiera de nuestros diarios fracasos, 6 no ao tari blasonar de una labor y un éxito distinguidos, si la hubiéramos aban- donado al azar de todos los vientos ca- ichosos de opinion y de veleidades, so- Pee cuyos tumbos vacilan, zozobran. recen gran parte noble y bella de nuestros empenos. Cuando menos, hemos caracterizado la lucha por condiciones mas apreciables que las comunes, entre las cuales debe contarse como principal y provechosa el estimulo que aguija intenciones, empefios y em- presas semejantes 4 las nuestras, | “Al fin, las viejas é inofensivas enemi. | gas evolucionan y se resuelven en una Manifestacion de postrera candidez, hacien- do entender que traemos 4 compartir fac~ nas, caracteres y personalidades que, en un orden extrafo 4 nuestra indole literaria y artistica, no gozan de la benevolencia de un grupo de opinién. Dado que ello sea exacto y que EL Cojo ILusrravo no haya perdido, con el procedimiento, ni excelen- Gias ni’ simpatias, su campo de_ accion benéfica se extiende a una Orbita_mis amplia_y de mayor nobleza: su mision afade 4 si misma ‘caracteres de rehabilita- cién ajena; y no seria despreciable honra, si del seno de los que comparten con nosotros un afin honesto surgiesen 4 una accion mas visible é inmediata de la vida piiblica, levandole la levadura de su pro- pia regeneracion, el tesoro aquilatado de sus aptitudes y el vigor y la experti de sus energias y de sus’ disciplinas en el trabajo. Acaso una pesquisa justiciera, dentro de estos catorce afos de nuestra presen- cia en la prensa, sefialaria mas de una ocasion en la que, de las oficinas de nues- tra Revista, han’ salido para las labores de la Administracion publica y de Go- bierno, personalidades que han dejado nombre y obra en los anales de la Re- wiblica. “No es que reclamemos la tota- idad de un honor eminente, pero si vale esta insinuacién para responder @ quie~ nes puedan lastimarse de la eleccion de | algunos de nuestros colaboradores. Renovamos, en esta oportunidad, los votos de nuestro compafierismo 4 los colegas de la Republica y del Exte- rior con los cuales sostenemos relaciones. No ya cual fiera encadenada lidio, bajo la fria hostilidad del cielo, por eludir con impetuoso anhelo la agresion indomable del fastidio. Tu amor no espero, ni la gloria envidio demoro sobre un paramo de hielo; y se aleja en la noche de mi duelo Ja esperanza infecunda del suicidio, Ni afirmo nada, ni tampoco dudo y permanezco indiferente y mudo ante la adversa 6 la benigna suerte. Que ignora al fin mi voluntad vencida, si es mejor que el disgusto de la vida la quietud sospechosa de la muerte anprés MATA. QJO 1 LAUSTRALQ” rae Herrera Irigoyen, ese_valiente empresario, de sangre latina y ¢s- piritu sajén, gran catador de la sa- via pura de las cepas literarias, pon- tifice que ha ungido 4 mas de un sacerdote de los que hoy con éxi- to ofician en la capilla del Parnaso mericano, me habia invitado para un paseo matinal. Luminoso y ra diante explosionaba el dia, Tovien- do de oro las crestas empinadas del Avila. Una brisa fresca sacudia los follajes del Parque Bolivar y la estatua en bronce del Libertador, como animada por la gloria del sol semejaba humanizarse al igual que en aquellos tiempos, cuando cab: Hero andante de 1a Libertad, iba cl noble caraquefo encadenando almas para formar naciones. Emprendimos la marcha. La vie- toria que nos levaba cruz el Pu te de Hierro y entro en el Paraiso, medio cinturon de esplanada may- nifica que cite por el Sur 4 la. cit= dad de Caracas y que constituye su mis delicioso. paseo. Boveda de follajes espléndidos que perfu- man las flores y adornan las quin- tas. Glorificacion de la naturaleza americana, soberbia_y_ salvaje, en medio del gusto parisiense delica~ do y aristocratico. Cruzamos el Puente del Paraiso ytras breve marcha Megamos al Calvario, ese otro original y deli- cioso paseo. Trepamos la cuesta de arena guarnecida por ambos la- dos de bosque imponente y flores delicadas, y legamos a lo’ alto de la colina ‘que aquel sendero orna como con una serie de superpues- tas guirnaldas, Alla, al pie se ten= dia “Caracas. La luz matinal que hacia resaltar los suntuosos. edifi- cios y abrillantaba todas las te- chumbres, dabale un aspecto atin mas atrayente y halagador. Pero habia llegado el momento de abandonar el encanto de los pa~ seos, para asistir al santuario del trabajo, 4 una imprenta, ese cerebro a de metal de la moderna civiliza~ cién, donde el acero viene 4 com- pletar las funciones del pensamien- to, 4 poner alas incortables a la idea, & convertir en torrente fecun- do y sacro, los principios redento- res de la humanidad. Y la impren- ta de Et Cojo ILustrapo es ver- daderamente admirable: las_ma- quinas mas modernas empujadas por el vértigo de la electricidad, realizan su obra perfecta, al ampa- rodelhombre que viene 4 consti- tuir una segunda parte de la ma- quina. Se oye por todos lados el crujit del papel. La guillotina de- capita resmas: la rayadora, dejan- do con sus ufas finas hilos de san- gre é hilos de anil, prepara el libro comercial que sera quizas la histo- ria de una fortuna; la foleadora, marca incesante el namero que ordena, hurcilde guia del_ trabajo; y otro organismo de metal vomita tarjetas y otro fabrica sobres y en- tre tarito,en su cimara de cristal, el fotdgrafo reproduce cuadros, efi gies de escritores y de diplomati- os, escenas de la vida moderna; y los vidrios tenidos por el. misterio de la luz, pasan al laboratorio que Jabra en la plancha metalica, como el recuerdo en la memoria, y asi se prepara ese periddico literatio que con el nombre extrafio de EL Cojo ILusTRADO viene, hace tantos afios, siendo factor poderoso del progr so de las letras americanas y titulo de orgullo para Venezuela. Pero hay algo en aquel_recinto | que lo hace mas. simpatico, mas amable. Las oficinas de ELCojo son en Caracas, lo que la libreria de Fe esen Madrid: el centro donde se juntan 4 pensar y sentir los intelec- | tuales del pafs. Por aquellas ofic | nas han pasado muchos que hoy | Mevan la cabeza laureada y muchos que desde antes Hevaban el timbre | sayrado de sus laureles. [Bien haya quien labora por el arte y las letras! uhximo SOTO HALL. Y cuando una como sierpe de fiego, seme del papel incendiado, ube eoneluide eon 1 los postreras quel mangjo de alae osquelis perfil madas, el Artista rebelde y sofiador quedise meditative y come heride de onda pens, ante ‘aquel montin de cenizns que para 61 sintetizalian el prom eso dolorasa dle un amor momitiente, a historia fatima de wna enfermedad pasional, Momento trsigicn para clartista, Ana tomfa de str alma, Fug como si el ewer vo fatidien de ly noche de Edgardo, pronunciady hubiers para ste ideales iuertos el enamneny jamie! terrae dor. Ante el amor fenecido, In fe apse vay hu estinta, niustio el ideal, como una flor marchita, yy sin torments aquel cielo de amor donde tantas veces de stv tempotad Derbia Iu pasion; ante el vokar de los ensuefios que se alejaban, ingrates como aves deshandadiis, yl taped de Jos recuerdos, que cud al cerebro come uns invasiéin dle negro Dui 4 el Artista fifo, inapasitite, en bt diseceiin de su dolor, en el sivitisis de su propio corazén, se preguntalia ;Por qué os tan dolorost_ la muerte del amor?... La agoni ex tan triste com mis intensn Ia sombra que Ae Iie rosie no Ta agua ae low on co el alma el ideal ensando se apse ga, que la que dg ooulta. ¢Por qué las brumas del posure fas Drumsts del espa Lass olas rugidoras del 0 or qué ox tan i el sol enanda se se estrellan, frosts, y Vinguid ren en ki phiya: ¢ menso ol 0% Ta ola de dora no encuentt jamis playa, donde Vienen ai Ja pasidn que avanza rugi- entrellane y fenever?, volaran de mi p nemorias como aves que un tiempo parlors, yer : i regreairan, dolientes LA CIUDAD BLANCA nuts, mda Is garycantae donule antes fuera el prodigio del canta, ateridas late vers Hex Yo profianele Jor, implacable contra sf fin \evista, Jamiento, fuerte en str aloe jxme, tr a tok fa ren lie racine ats migjon lo en una voluptie via a b conn quien contempla las nor, pig tun apotillad y een hay de viejor dain, donde: I in neon ser feo 10 Ha muerta pasidn, eon eb earl la al hijeradorado de dolor engine ki amtepaa ied jam a deser voleanesapagades fuego! west, tp Conia sleeta—eonizn tudo! Coniza dle polver inerte Coniza i biso yO vin yt alegria, tu Hiviandad y tw bee Mea! las que yan el fondo de In fost, que, Af fin, para el qe mere, hn vera del Conizas, errar su libre fantasia de gratasilusiones tras el bando magnifico y risuefo: & ya cantaba como alondes, y cuando resonaba su canto de alegria, con amororo empeno. el canario en la jaula respondia al dulce ri:mo de su dulce dvefo, Ay, no siempre fué asi! Con repentino y formidable golpe, en duele y lant, la dicha de ese hegar ticcé el destin Honds afliecion, inzescriptibie espanto rnublé la faz de la doncella hermosa, Te oprimié el alma, cuando & herirla vino Ja nueva inesperada y dolorosa Qué supo? zqué pees? Sobre un madera Gel enhiesto anaamiaje suspendido, luna mafiana el infeliz obrero, Sint de pronto abrumador vahido: ppunzadas mil cual maltiples abrojos Te asaltaron la frente y el oido; {tig sudor en desbordado exceso su cuerpo humedeci6; vapores rojos Vid alzarse en torno suyo, y el espeso purpireo manto ensombrecié sus ojos Auailio fué & pedir y hablar no pudo, ual st oprimiera entonces su gargenta de invisible corde esirech. nudos quiso moverse y vacilé su planta Tas manos extendis de aliento falto bbuscando en derredor seguro apoyo; desvaneciése al fin... de 10 alto ay6 precipitado en el arroyo. Lentas, abrumadoras, ée icsomnio, de inquietud y de agonia, fen el misero hogar fueron las horas, {que sucedieron al infausto dia. Horas de amarga incertidambre y pena para la Joven carifosa y buena, que aun se desvive en velador culdado feniee las qarras de su dura suerte Yy de angustia y dolor para el cultado fen cuyo cuerpo ya, tras lid reflda, al fatiico avance de la muert réxima esté la rota dela vid Redoblé en el taller la nifia hermosa ‘su laborioso afdn, porque su mano lograr pudiera en Ia fatiga honrosa pan y salud al desvalide anciano. Verdad que sus mejilias, por rada faena, iben tomando el color de las holas amarilas verdad que entonces de sus lables rojos se apagaba el clavel de aroma blando y estaban mustios de llorar sus ojos: Imas siempre, como el ave que hasta el nide ‘migas y paja en el rigor de invierno lleva al polluelo hambriente y alerido, ews Ia joven al hogar paterno para el enfermo anciano y desvalido la saludable droga y el pan tiero. No se curaba la infeliz doncella smas que del padre enfermo y sin ventura que se le daba 4 ella {que del dolor bajo la ruda huella Se agestase la flor de su hermosura? Mas le importaba. si, su honrado de su virud la esplendorosa estre y el torpe auefo del taller, el hombre ue le hablaba de amor, ciego y liviano, cuando la vié desamparada y sola ‘quiso, en su ardor insano, apagar de la nifa la aureola Y arrojatla del vio en el pantano. bee Yee ‘contre la infame insinuscién (que al rechezar alrada al joven seductor, desde ese dia 1 pan, ni abrigo, ni salud, ni nada pera su padre misero tendria Pero olvidd su duelo, su penuria; se Irguis contra los golpes ¢el destino ; protesta de honrade?. verbo ée injuria la faz errojo del libertino: y de aquella mereda Gene era ya deshonra hesta el ambiente, £26, si, con el alma lacerad: mas pura como el cielo su mirada y con nimbo de luz sobre la frente vise la doncella honrada ‘Sabia Salié....anas si de entonces escudrifia uno y otf taller. y acude al. ruego, hallar no pudo en que ganarse luego miserable Jornal ia casta nif. El liviane amador con torpe traza al generoso intento se oponia, y acorralada la infeie gemia ‘on doloroso afd, como en Ia caza sgacela 4 quien persigue la jauria, {Cudntas, oh Dios, en la mundana feria fen donde el vicioruin medra 4 destajo, viven, como esa nifia,en Ia miseria con su honradez por eruz y sin trabajo ! Después que bajo el rudo fatalismo Ja pobre nia de cabello blondo te vi6 privada del trabajo honesto, fue al Monte de Piedad, profundo sbiemo de oscuras fauces, y en'su negro fondo techs las prendas del ajusr modest, Acuaié 4 la amistad, @ los testigos de su honradez y su miseria, en vano: jjoh caridad! j oh corazén humano! {tiene envel mundo la pobreza amigos ? Para el enfermo, al fin, mal de su grado, lWamé a la puerta del hospicio un dia; mas no encontré refugio al desdichado, {ue el hospicio tenia el niimero de enfermos limitado, Ye padre se moria en el estrecho yy ligubre tugurio, sobre el lecho, Zomo en su jaula de torcido alambre ‘murié el canatio: de tristeza y de hambre. En tantoel seductor, cual flea hircona ‘que va de caza por la selva espesa, ‘atisba la ocasién, lucha y se afana por alcanzar Ia codiciada press. Uno tras otro tentador mensaje manda 4 la nif, de impaciencia leno, fcultando en la miel de su lenguaje de sus torpes instintos el veneno. Mas de ina ver 4 iofame Celestina por digno heraldo de sus ansias oma, Y aquelia miserable se encamina al hogar dela virgen Inocente, como va la serpiente al nido de Ia candida paloma, ‘Asi llegé Ia tarde en que al escaso refleja de las luces del ccaso, 4 solas con su llanto y sus dolores, Teyé la virgen el postrerbillete fen que el sstiro mofo le promete icha y fortuna 4 trueque de favores. Junto al lecho de muerte del anciano Ia carta esiruja con rencor insano, mientras pasa y repasa en su memoria de su existoncia la infeliz historia Luego 4 Ia dura realidad despier con repentino impulso se levanta, yy cuando altiva, aunque sangrando el pecho, va otra ver 4 exclamar-jPrimero muerta!~ ‘un—Tengohambre, Leonor! —salié del lecho Yy apagé la peotesta en su errganta. ‘Al congojoso acento del pobre moribund, vi la nia rodar, nublado el mundo, hacia un eaos de horeo y mientras todo en d Gira, gear, con giro turbulento ‘murmurabaLeonor:;Hambriento! Hambriento! 1¥semuere, ayde mi, por culpa mia! El vertigo siguis.Sonrsa fiera coniraje de la virgen el semblante: se also la doncella la ondulante taseada de su blonda cabellera, beso al enfermo debil y expirante {y musité después ~~; Espera; espera: fendris pan y salud! | Vuelvoal instante!— En ese punto el postrimerreflejo se apags Ge Ia luz era un reproche Gel cielod la mujer..El pobre viejo ‘quedé solo y envueito en el corto de las oscuras sombras de la noche ‘Apenas en oriente Aesparramaba el dia su tesoro, ‘cuando volvié Leonor, casi demente, con un pasado de oro {sin nimbo de luz sobre la frente Al lecho se acercé con paso inciero, Aqui hay pan! jaquihay luz! diciendoen Ivano dela fnebre estancia en el desierto nadie le respondis: tendié la mano sobre el duro Jergén_y hallé al anciano Ngido y sin calor. jEstaba muerto! i Muert....i¥ por élno més cayé vencida de inicuo seductor entre los brazos! Su padre, su virtud ! ;Su doble egida! FY aquel estaba en el hogar, sin vida! iY su honor porel suelo, hecho pedazos! [No dijo més: con retitin sonoro rodaron sobre eltosco pavimento fen varia confusién las piezas de oro; 1y por la estancia lsbrega y callada fingian de Leonor & la mirada Iceellas de fésforo sangeiento, Después....Leonor, con faz desencajada, gird sobre el metal; ahogado acento ejé escapar de su marchita boca; y lanzando siniestra earca Que con ligubre sén dilata el viento, Sbandond el hogar {Estaba local voles. PEREZ, Y mientras ella, reclinada en el canapé, medit atenuando la intensi negrura luminosa de sus ojo: ja contemplaba reposar y sofar, y la decia, en pensa- miento y adoracion —Te comprendo, sofiadora. No de tristez: es tu viaje por donde fueron caminos del en: Ds hi la el bajel de tu vida; y los mares de tu anhelo; y los horizontes de tu esperanza. Has legado, piadosa viajera del ideal Y las auras que. besaron las blancas Jonas de tu nave; y las aves que te saludaron con su giro harmonioso sobre las ondas; y las estrellas y las auroras que alumbraron la ruta ignota del destino tuyo, favoritas de mi fe, que te llama predilecta, han sido leales al que ha tanto tiempo te esperaba. Reposa. Suefia. Vive. miovo. GONZALER EDUARDO CALCANO «;Cusnto he vivido ya!» exslamaba Cormenin al recordar aquella pleyade de. combalientes eivieos, primavera de in revolucion francesa de 1830, que, & dlesiora, habia visto eage en la tm ‘Am vee_ puedo también decie tanto he visldo ya! " coular muchos delos fandadores de uestrosibertades. ives y pli Fon y sivieron de asiento bajo el palo de las instituciones: ; a cuaintos de mi ropia generacion, he. visto. extingul Ee'en ef alvito tnos, en el ‘desterro oluntario dtros; és en In. miseria, qudiosagobaios por Ta aja de Sis yo ef pasar 4 Aranda y Ponte, coronado de firios azules, com ible edalico de amor en los labios; fasta nt reliro Tego fo iaen que aguel delicadisimo poeta, 5am Vicente Camacho peal agua transida de sed en drido. camino las brisas marinas trsjeron ami otdo el Stine no, euya muerte ts todavin secreto.misterioso;_mima- ho conservaba atin el calor” afecluoso ae Ia mano de Barbs fueen de su muerie, que dejo enlutada In tribuna parlamentaria; yo guardo Tas ‘ltimas confidencias de Gatierrer-Coll, y vi su frente poderosa inclinarse ante Uttar del Dios de sus mayores, y re- cibir, contrito, el divino vislico parael Sie aurea 'y contemplé también, durante largos dias, el suplicio de’ Eovanno Cxteaxo, en euyo pecho birvi6 el do- Tor como abrasadora tava, hasta con- vertir en cenizas su cortz6n de artista cuando mecron; ea decir: conndo eo difratamos do su presela, La Muerte interrumpié nuestra alti- ma platica: la plitica en que nos con- flabamos con prudente reserva, dudas ‘Ambos ereyentes enta. vida de ullra: nbos esperanzados de encon- nos en ella; ambos amantes del Divino, del Cristo, que nos. in 'yo herederos de su amor. es po pee Se eee Mecpacnee Ne aeigatad areas esis Acie Wicca stenag sean nities rates ma as sven oe aaa a coe Siar eons Sarena eae es Salsa ree a ag ane sere ele pecaccons eta Seas te ear e we cgi coer See a ae cures esa ae aie etal emt creme Fog eee eet BOLD-Devawr 14 Mont tna sola evando el egregio Compatri ta'seposesionaba de la tibuna. Enlonces, su eslatura, casi medians, se engrandécia en fuerza de las. ideas que expresaba; embellecalo la gracia lel umia Ia autoridad hierdl cea de Jos antiguos vates. Y era que la facullad poética preva lecia‘en él sobre ls denis faculladess O'imejor: tas vesumin todas, De suerte que podia apicarscle el dicho de Andrés Eusebio Level acerca de don Jacinto Gotren: ‘sPequeio cuando. cala; alto, mu alg cand a en ing acabado del orador. < . iA'quien i al decir de ino el mena des El ‘elo? “ ‘No poseia CarcaSo Ia enfonacién au- toritatia de Guzmin Blanco, nila gram diloctencia tribunicia de Anduern Pa Incio, nil verbo ‘enardecente, un tan to asidico, de Morales Mareano: nila frase solemne de Barberi; y de abi que Sit oratoria campase mds en Ia Acade- tia que en el Palacio legislative 6 en in plara pablica. $afusto en esta. materia confirma i juicio, ples daba' preferencia Cicetén dobre Deméstenesy_ sobre Bossuet « Fenelo eee ne aa Perdilo de vista durante la guerra de la Federacién, ni volvi a estrecharl Ja mano sino en los dias de la Asam- lea Constituyente de i8bi, rodeado, por cierto, de aplauso, con motivo de far peat cn vidi to imo, pordecir lo menos, del empréstito que Rondo nuestro eréditoen el exter mestro.tesoro pablico, on el préslito y elevadoto a él al Ministerio de Hacienda Pero no sucedis ast: el empréstito se efectng, Yel habit hacendista. quedo Telegudo a1 olvido, Tidigo fine este: de suerte que CaLca- so norparece en cacena politica sic ho anos despues, para darke brillo iden de cosas que queria deslan omrel Arte despuésde haber ava- dio con in fuerza Gala ‘y ornate. del__gobierne de aquellos das, sentése_ en el Consejo de Ministros, acandill el periodisma, se- ujo los’ diplomaticos extranjeros con ia eaquisita nrhanidad de sus modales, Y'str Bratoriaesmaltada com frases de Empinado tesco. 1) onddatante cimera, pa walerme del dicho de. Aristofanes, acogida siempre y en todas partes mezolano; ni nr diga que. superaba al FFribano fabio en el gesto,en el ade- min ene motal de vor; en. To. que Hama ‘Ciceron el habito exterior el or, 0 sea; Ta elocuencia del cuerpo Riucios fueron sus triunfos. orate ries! riunfoen is fesias de cash to- flosnuestros insttntos doventess tein: et estudio y par dexoger las. alas de su ingenio iron cele dal Artoy_y_trntntaen el chi raaeioueis cae tote dordeColombiata heroica enlré en Dresiirel Senado denuesivos Proceres, El ilime de Tos. tuntow, orslorios por Ciueato alcanaado se debi & ix PRebracion, del egntcnario de. oquel faron henemérito de. Ia, humanidad Teaquel Jose: Gregorio’ Monagas, que devel an ea oracles deters a aI hombre 1s provide Steedor: i libertad Decide eale discus que excl can- fo el ciones es amenguario en merit, Ponjus sino reouems en él los perio ‘otorgado, je mano del “ros del Orador, ni las imagenes se aire tava eon gains epicas; en bio la Musa de la Verdad recorre om viclorioso paso el campo de. In Historia } Yo" compararia esta, hermosa pieza oratorjad una puesia dels” Fedele patente ate ane to fugel tiunto que obluvo ‘Carcavo, Sando arrane6 del patibulo & un hijo al poi Rona par te ontmas no para os suyor,- que ib seinmoladat en aras de las pasioncs sien Si jguatmente sotemne_y yy santa porqueen. politic, como.en Jroral, eomoven religion, el hablar es igo, vel proceder es todo Por eso prorrumpia a cada paso De- mdstenes :eActos, ho palabras» Si'en aquel discurso eelebrd CaLcaso Jos fueros de In Tibertad,para-honra del hombre,_en éste realz6 la elocnes cia del lenguaje con Ia santidad de la obra para gloria de La Vida es presente do el derecho de ’s‘ias dotes de egregio orador y de hibil periodista, aadia CavcaXo Ia de cierto exquisite’ don de gentes; y sin Gada debido a ello atravess el estadio dtenuestra politica ‘sin sencores, sin dios y entre aplausos y placemes. Allernativamente feliz. y" desgracia- dio, verli6 el Destino micl 6 acibar en Incopa de suvida; que mis dew ver llamo la las puertas. de Su hogar, y'mas de una. vez caveron sobre él inmerecidos padeciin E pera fortuna go7d con pru- a felicidad; en la adversa ‘puso a Tn suerte fa fortaleza de su al- ma" los vientos de la vanidad soph sobre su ino y_ sagras eden de lo Allo, soporte. dig Ing injustielas de tos hombres te Tos cuales labro st prop dio.su alma. con verdades en fos misterios de ulteatuil E rnidade p SNquards, impasible, no in lamentatse, porque es la” vida {igndivino jay!'y” tan yrato conten phar talus he No murié’ como filésofo Heme euyasoluei espera, sande rodeade de his. dos. genernetones diol safutitero, cangado de frutos de flores, esparciondofragancia de vite ines, yo sin _despeditse de Ia vida Sit muerte co pueblo de Todos los Tone! feretro del ilustre finado;, todos do dela triste realidad que tenia de- inte de los ojos Yeunndo fuero rra tos despojos devueltos & la Tiee dos, todos, at6- nites, recordaron. aquellos labies, ora ids, que habla maravillas; y aquellos ojos, Ya. apagados, que irra diaban vivisnin Ios y aquella frente, hoy abatida,."semejante insta ayer, & pracerosa cipala que se ergaia serena Kacia Ya boveda del” Cielo Palada de iierra cays so- ven medio del mis prafundo ‘li bre Ia fos estupor. 'Y [quién hubiera sido osado tur- quel misterioso silencio impuesto por In tremenda majestad de la Muer~ te sobrela gloria humana? No debia, né, ost euencia de I Tas lagrimas. Solo el aura vespertina gimié. inefs in entre’ elramoje de tos se- nados por los. dllimos lampos’del sol. Ta doliente elegia que entonaba Ja Patria sobre la tumba de uno de sus hijos predilectos. esnoo-avrotoALUZZ0. palabras, mas si la de PE-TALOS GRISE ‘lla de Ire alga Hoy, al doblor Ia pig Tivro de reeuerd Poblise idables, Il de sombras inol- ise mi coraz6n de smo- en mi espirity florecio jo demi infancia y el griento de exocacion profunda de euerdos ante un pur ‘Oh de melencolia, que has venie alma de dovde no s¢ qué sbisme del empo dela muerte tin beso {de poesin vide tristeza im viejo, exe piritu yestido de negro! Como el ala jeve de un ave err sad 1 eatin por mi rent P Yo he separado! de esa pagina anli= gua las flores difuntas colocadas. all tina mano ya mueria, Induce 80 maternal que ha ve corazén en las" noches colina ‘dolor y de sombra! das de sjuiclates. Hoja. de amor y nora, harmoniosa eon ion ver Si olor funerario.” Nunca “un poeta Hiegsexpresar como nquel, ch dos 6 ies lines intensas, una Ueateza tan honda palabras de la estrofa inmortal iienen un aronva como las foe Fes y sullozan. toda, la melaneolla. de Iss Gone meray Palas de mise Flo y de milagro, que dicen In amargt fa de‘lo que ducrme sobre In tierra 6 Irjo el siderio del lempos del tiempo Jimpliesble € iomutable, que nos en. paca cl ocang, mttandons, en Tosi de ui," gor de, rsa’ de lado de'los cielos profundost TREGUA Ti, de mis ansias imposibles, duefa, ‘en demanda de triunfo, el vuelo abate naliza el Barbaro combate ue el corazén con el cerebro empena, rénate de luz, y canta y sucha, mientras que lidian ellos... |Asi bate fn el caniil su furibundo embate, fl temporal sobre la estéril pera! Cerebro y cores Pero cifien ex Dime, rival de las rentes flores, ‘ual es ms pura y més intensa llama: La que Drills en tus ojos seductores (La que, al verte, el corauin me inflama ? {Y oval, erenne iman del pensamiento, 1s desorden mayor en este instante Bi de tus rans, congue juega el vie el de mi mente ansiosa y delirant ‘Sabes di, qué es mas negro, De graciajuvenil y de inocecia se lunar, que adorna tu mejila, 0 la noche que me haces con ta ausencia? hn! maravila Aue es més pequeto, al, dul De mis ojos y loca fantasia: Tu bora, sin espacio para un beso, (mi dnimo cobarde que To ans LY qué se abre, oh! céndidaindecisa on mas encantadora desconfianza Tus labios, si te mir, dla sonrisa (mi pecho, site ogo, a la esperanza? POR TU ALMA NOBLE A Rufino Bianco Fombona nobl lo fiero ortu alma Nacer debis Cuando y por tu or slumbra renzo, el formidable condottiero c > él, oF ima, ora el acero 1rudo lance 6 en cancién galan Unir pudiera tu ambicién ufana Con el triunfo de artista y de guerrero. Junto 4 Cellini, hubieras repujado Aureas y finas dagas; cincelado El perfil de algun Borgia en camatfeo. Y en soneto de bronce, a Ber uto Rendido hubieras inmortal trib Ebrio de luz delante del Perseo! Luoronno DIAZ, wore BREVE Tun las neblinas Fulguran ls arenates que incendian su blanco tl, bajo el cleto de cristal yeatende por las colinas Y cantan sus madrigales mil frigiles muselinas Jos romeatieasturpales de suave color azul en un eancertotriuofal Bios de sangre, remota, Del lago en las ondas quietas linge arabescus la luz, 4s esfuman las goletas como almas de poetas —las velas blancas enc ‘muestran su rojo perf y brillan mares ignotos entre ls pas que borra un viento sutl jes roles Y de la maiane leve, mahana multicolor, reeoge mi mano aleve estahumilde nota breve, para un artista pintor. Valencia, Noviembre 29 de 1904. Senor J. M. Herrera Irigoyen Caracas. Mi estimado amigo y colega Tengo mucho gusto en remitirie mi cola boracién para el nimero de Et. Cojo lus ‘trapo de’ Ie del ano proximo. Es un fragmento de la Historia contempo- ranea de Vencaula que estoy escribiendo fn cumplimiento de un mandato oficial. Ese fragmento se rellere al tan debatide «9 de Febrero.» Deseando 4 usted y 4 su importante em presa la mayor prosperidad, me complazco fen repetirme su apreciador, amigo y colega, F. GonzAtez Guman. HISTORIA CONTEMPORANEA DE VENEZUELA CComiERNoS CoNsTITUCIONALES—1830-1847 Capttute XLVI SUMARIO. Conn te 84 Bualtacdn Belin Speedie Reunion ‘el Jara ‘Yilonete papular =COma. reat to Pins Opiniow del Genera Pac. Soin de montane tre et mace Sree a “Seven Silinwe “ET pacha de todos - Al instalarse el Congreso, dos. grandes cuestiones trafan.exaltados ios dnimos de Tos habitantes de Ia capital: la crisis econé- mica, tan ponderada por los Industriales, Principalmente por los" agricultores; y la fcusacién de las seguidillas contra ol sefor Juan Pérez El primer Jurado de imprenta que conocié de la acusacién intentada por el. apoderado del sefor Pérez, seRor Nicolés Martinez, se ‘compuso de los seflores Doctor Juan José Romero, Doctor Bartelomé Liendo, Manuel Soja, Miguel Arismendi, Casimiro’ Hernén- ddez, Francisco T:quierdo y Carlos Machado. Reuniéronse estos seflores el 25 de enero con el fin de resolver el pedimento que ha- bia hecho ef apoderado del sefor Pérez con respect la iresponsabilidad de Ramén Villalobos, que aparecia como autor respon- sable de las seguidillas; y después de algu- nna deliberaciéa y desechando las _pracbas presentadas.y evacuadas por el sefior Guz- €l:t 9 DE FEBRERO man, declaré: que en Villalobos no podia hacerse efectiva la responsabilidad legal. y que, en consecuencia, el verdadero respon fable era el sefor Antonio L. Guzmdn como duenio de la impreata donde se editaba EU Relimpago. (\) Esta declaratoria, dice el historiader J M. de Rojas. era tanto mas absurda, cuanio ue las penas establecidas en el Cédigo para Jos delitos de imprenta se reducian & multa yarresto personal, aumentindose la prisién fn caso de insalvencia.» (2) La resolucion del Jurado fué_ realmente violenta y contraria 4 iodo principio juridico, pues para declarar Ia. irresponsabilidad de Tillalobos, no bastaba el dicho del apode- rado Martinez, sino que ha debido preceder tun julclo comprobatorio de la tacha opuesta pero los miembros del Jurado, contaminados fon las pasiones de Ia época, dictaron una determinacién injusta, que hubo necessria- mente de exacerbar lot dnimos entre os libe rales, ya vivamente interesados enel conflict. ‘Vigndose el seftor Guzman atacado en su derecho, apelé 4 un medio legal, y fué el de ocurrir 4 Ia Camara de Representantes, fen la sesidn del 27 de enero, con un escrito donde acusaba 4 los miembros del Jurado por haber violado la ley. La Cémara estuvo Derpleja en resolver Ia materia por no tener tuna comisién permanente de acusaciones. y pasé al orden del dia. Una nueva solicitud ocumentada introdujo el 9 de Febrero el sefior Guzman la Cémara, pero sta re- hhusé ocuparse de! asunto, no obstante haber ya tomado conocimiento de él una comisién, ‘Asi las cosas, un nuevo Jurado, compuesto de los sefiores Manuel Sojo, Nicalds Casto, Feliciano Palacios, Remigio Armas, Esteban Herrera, Andrés Rivas Pacheco y Juan Vi- cente Echeuuria, se reunié el mismo 9 de Febrero para declarar qué especie de res- ponsabilidad cabia al sefior Guzmén como (1) Plsetior Garmin probs que Villalobos taba ermal Wea os stent ae ieee ‘sound a altdeos Yes senores del asco) re: 2) Bongucjo Natdrio de Venerwetay yg. 58 ueno de la imprenta. Los liberales, en ni mero considerable, asistieron al acto de la feunién del Jurado. Desde antes de las 11 de ia mafana, hora en que dste fuéinstalado por el Juez de primera instancia seftor Doc- tor Isidro Vicente Osio, la casa estaba llena de espectadores, que fueron aumenténdose hasta. obstruir las avenidas de las_ calles Algunos eseritores de aquella época fijan en mas de dos mil el numero de los especta- ores: otros lo elevan 4 cuatro mil: pero todos estén acordes en pintar la exallaciéa de los animos, exaltacién fundada en la pasion politica domisante, acalorada en el momento por Ia declaratoria del primer Ju- rado, 4 todas luces legal. ‘Flabiendo hablado el abogado del quere- ante, dice et Doctor Rojas, hizo uso de la palabra el senor Guzman entre aclamacio- res y aplausos del pueblo que estaba alli reunido en imero de mas de dos mil per- Sonas, Pide auxilio a la fuerza pblica el Presidente del Jurado, pero la arrolla el pueblo y la obliga d permanecer en Ia calle. Presa del mayor espanto el magistrado no se le ocurre dictar auto de prisién contra, aquellos perturbadores que pretendian coar- ta las atribuciones del Jurado, y se limita 4 colocario en un cuarlo para que en santa 3 deliberase y declarase si era 6 no in- Tamatorio al libelo. y i merecia & no la ab- solucién. Los miembros del Jurado se halla- ban ain mds asustados que el mismo Juez, al cual pedian garantias personales que no odia dar quien no las tenia para si. En el Interin, aumentaba la esfervescencia, crecia el tumulto y se acentuaba més la. coaccién por parte de los alboratadores. Se. pidis fuxilo 4 la Presidencia, y el General Sou- blette envid, como pafo de Lagrimas, un re- edo de atencién, aconsejando al Juez que tocase la campanilla para hacerse respetar. Fuerzan los amotinados la puerta del cuarto que guardaba 4. los miembros det Jurado y derriban de paso 4 su Presidente, En tal estado de cosas, salié cobardemente el vere- dicta de absolucidn, y los amotinados, se- gquros ya de la impunidad, salleron también on el sefior Cuzmén, paseado como Marat después de vindicarse en la Convencién, en hhombros de la plebe, que le llamaba el se- gundo Bolivar. ‘El resultado de aquel desenfreno no pudo ser mds astimoso; la ley violada, Ia autor ridad desprestigiada, el. partido liberal con- tando con la impunidad para la comisién de mayores atentados.» (3) SiS te Nitin de Von plnas ; ; F ‘ \ i i Otro historador conservador, nada menos aque ol jefe del partido, dice jurgando el su eso: «jAciago 9 de Febrero! Habiase ini ciado en Venezuela la éra de los desérdenes del derecho del populacho armado 4 derro car las leyes & ingerise en Iss. deliberacio nes del poder Judicial; habiase, en fin, dado @l primer escandalo, precursor de. tantes fires, que han convertido nuestra pobre patria en teatro de luchas frarieldas» (8) ‘De manera muy distinta habla E/ Vicso- Jano, pues jurga ¥ aprecia el suceso como tun gran triunio de la causa politica que estaba defendiendo, El veredicio del Ju: rado habia sido pronunciado 4 las 10 de Ja noche, cuando ya la impaciencia de la extraordinaria ‘concurrencia se desbor- daba amenazante, En el acto. comenza- ron las alegrias populares, y el cltado pe: rdico se ocupé extensamente del suceso, Iamandolo el tunfo de Ia ley: y al relerirse la actitud del pueblo de Caracas en esa noche, dijo: «Fue Ia Carscse del 19 de abril: con juveniles fuerzas: con civil de- rnuedo: con exe orden encantader, marca de su c'vlizacién, efecto de su patrotismo. La Ciudad rebosa de contento: la noche ha sido tun dia: no centenares, sino miles de almas, al compés de misicas patridticas y entuc Sdsticas, paseaban todas las calles 4 la luz apacible de la luna, rebosando de gozo los Corazones y gritendo views incesantes la Patria, 4 sus santas leyes, al orden constitu ional, al trunfo de la ley, al Jurado del dia 9, dla liberiad de imprenta y al patrié- tico Veursolano..... Libertése el inocente: telunfé Ia Justicia vencieron las eyes.» No s6lo El Venezolano, sino les demés tescritores del partido liberal de aquel y de Tos posteriores tiempos, han magnificado el 9 de Febrero y_presentadolo como un dia cldsico para Ins libertades publicas, porque fen ese dia quedé asegurado el derecho de publicar cada cual sus opiniones con arreglo Hla ley. En nuestro concepto el 9 de Fe. brea fué una violencia popular, verdeder mente lamentable, consecuencia Idgica 6 hija legitima de la cometida quince dias Antes por el Jurado de imprenta al. declarar, fin previo juclo, lresponsable al artesano Villalobos, para imponer, por antipatia pol- tica, toda la responsabilidad al sefor Guz- mar. Sin quella estrafalaria declaratoria, no habria tenido efecto la violencia del 9 de Febrero; como no surge el proyectil sin estar cargeda el arma, ni crece el 4rbol sin haberse sembrado_y germinado la semilla La antipatia contra’ al. sefior Guzman era ‘manifiesia, por parte de los gebermantes, evando el mismo Cuerpo legisiativo eludia considerar sus peliciones, no ebstante que la comisién encargada de abrir concepto sobre ellas, habia evacuado wn informe de- Clarando que el primer Jurado habia dado lugar & ser sometido 4 juicio: de euyo in forme se ocupé en delinitwa la Camara de Representantes, negandolo en volacién no- minal por 26 votes contra 9. (S) ‘Actos semejantes en épocas de agitecién publica engendran_ siempre violenclas, por- (Que nada rita més 4 los cludadanos que 4 Autobiogrfia del Geners! Plex, pig 50, tanto 7) Autyelron por lx negate los Reprerentantes st ra los abusos de! poder. El derecho comprim do extals en cualquiera forma, y no es ex trafo que en su estalligo lo atropelle todo. ‘Ya hemes visto nacer la oposicién de turblas fuentes del personalismo. No teni cuatro afios de curto y ya se desbordaban sus aguas. El odio a los hombres, y 0 el amor 4 los prineipios, era el slma mater de fquella ruicesa controversia; y cada vez ‘que surgla algun suceso publico trataban los hombres de scbreponerse 4 las leyes, 6 de colecarse en el lugar de les principos. Qué fenia que hacer Ia personalidad del serior Guzman en un juicio de imprenta, por él no provocedo, en que no se ventlaban asuntos ublicos 6 politicos? No era suyo el libelo Scusado como Infamatorio: tampoco el pe Fiédico que lo acegié en sus columnas: pero si como el sefor Guzman tenia por puntes principales de mira, en sus ataques & la ad- Iinistracién pablica, las perscnalidades del General Piez, del Doctor Quintero y de los Directores del Banco, éstos, 4 su vez, en sus atagues al naciente liberalisme, no. tenian por objetivo sino Ia personslided del sefor Guzman y contra ella libraben batalla. De aqui la scerbidad en el debate, la frecuencia fen los denuestos, la faciidad para defender como propias las cuestiones publicas y la difevitsd para ganarlas 6 perderlas como ajenas. EI Juredo de imprenta del 25 de Enero fué apasionado y violento, porque cteyé le- sgada la ccasién de perder al periodita, 6 de asestarle terrible golpe: pero hé aqui que tan sélo preparé la violencia del 9 de Fe: brero, victoria sin laureles, triunfo sin salis- facciones patriticas, porque no se elevaron alli la ley ni los. prineipios republicanos, fing Ia personalidad de un hombre perse: ‘guido por las siempre alradas pasiones ban- ‘Serizas. Empero fué grande la trascendencia del 9 de Febrero en el seno de ambos partidos. Entre los conservadores fué de exacerbacién contra. sus adversaries, y de prefundo dis- gusto contra el Jefe de la administracién, 4 Quien acusaban de no haber tenido la ene gia suliciente para impedir el suceso (6): y como quiera que los conservedores lo ata- aban con la mayor rudeza y los. lberales le diigian frases de respeto y de carito, reemes que unos y otros. estaban domina- os por el error, pues el General Soublette no hizo otra cosa que situarse en el justo medio de su deber, cosa que no aprecian ni comprenden los partides politicos cuando se lanzan por la répida pendiente de los extra- ‘La apreciacién que hizo el General Sou- bette de aquellas ocurrencias y los detalles de los sucesos, los dié {ntimamente un famigo suyo, ausente de Caracas, en cs conliéencial, escrita con sencillez y sin la mds remota idea de que alguta vez pudlera publicarse. Traemos 4 estas paginas esa arta, cuya copia nos ha faciltado_ un res- petable miembro de la familia Soublete, el selor Manuel Hernéiz, amigo de todo nues- tro aprecio Caracas, Febrero 21 de 1844. «Senor Fermin Toro, Bogotd

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