18 DE ENERO DE 1905
EL C00 ILUSTRADO
‘Ano XIV
PRECIO | DIRECTOR:
‘SUSCRIPCION MENSOA J. M. HERRERA |
UN NUMERO SUELZO, a a ER TaN ECO ziow este nimero entra Et
Cojo Ivstrapo en el
XIV ano desu existencia.
Dentro de ese lapso de
py casi tres lustros queda realiza-
dauna labor que, cuando no
se quiera que signifique gloria
y provecho, si'es de firme
constancia y de intima since-
puestas,
desde el primer momento, al
servicio de las generaciones
intelectuales de Venezuela; y estamos ya
4 una altura en que nos es satisfactorio
declarar que fueron al fin comprendidos
y aceptados, 4 fuerza de tenacidad y de
Conviccién, nuestros propésitos de propa-
ganda, en obsequio de lo que constituye
genuinamente la cultura y la honra intelec-
tual de la Repiblica.
Ya no son los tiempos, felizmente, de
la censura voluntariosa, del dicterio_y aun
de las predicciones amenazadoras. Ya po-
dra verse también cémo hay maneras de
eficacia para vencer cuasi invencibles obs-
taculos arraigados en la naturaleza del ca-
racter nacional: el secreto de la eficacia lo
tienen la voluntad y la constancia,
Nuestra Revista acaso no habria sobrevi-
doa cualquiera de nuestros diarios fracasos,
6 no ao tari blasonar de una labor y
un éxito distinguidos, si la hubiéramos aban-
donado al azar de todos los vientos ca-
ichosos de opinion y de veleidades, so-
Pee cuyos tumbos vacilan, zozobran.
recen gran parte noble y bella de nuestros
empenos.
Cuando menos, hemos caracterizado la
lucha por condiciones mas apreciables que
las comunes, entre las cuales debe contarse
como principal y provechosa el estimulo
que aguija intenciones, empefios y em-
presas semejantes 4 las nuestras,
| “Al fin, las viejas é inofensivas enemi.
| gas evolucionan y se resuelven en una
Manifestacion de postrera candidez, hacien-
do entender que traemos 4 compartir fac~
nas, caracteres y personalidades que, en un
orden extrafo 4 nuestra indole literaria y
artistica, no gozan de la benevolencia de
un grupo de opinién. Dado que ello sea
exacto y que EL Cojo ILusrravo no haya
perdido, con el procedimiento, ni excelen-
Gias ni’ simpatias, su campo de_ accion
benéfica se extiende a una Orbita_mis
amplia_y de mayor nobleza: su mision
afade 4 si misma ‘caracteres de rehabilita-
cién ajena; y no seria despreciable honra,
si del seno de los que comparten con
nosotros un afin honesto surgiesen 4 una
accion mas visible é inmediata de la vida
piiblica, levandole la levadura de su pro-
pia regeneracion, el tesoro aquilatado de
sus aptitudes y el vigor y la experti
de sus energias y de sus’ disciplinas en
el trabajo.
Acaso una pesquisa justiciera, dentro
de estos catorce afos de nuestra presen-
cia en la prensa, sefialaria mas de una
ocasion en la que, de las oficinas de nues-
tra Revista, han’ salido para las labores
de la Administracion publica y de Go-
bierno, personalidades que han dejado
nombre y obra en los anales de la Re-
wiblica. “No es que reclamemos la tota-
idad de un honor eminente, pero si vale
esta insinuacién para responder @ quie~
nes puedan lastimarse de la eleccion de
| algunos de nuestros colaboradores.
Renovamos, en esta oportunidad, los
votos de nuestro compafierismo 4 los
colegas de la Republica y del Exte-
rior con los cuales sostenemos relaciones.No ya cual fiera encadenada lidio,
bajo la fria hostilidad del cielo,
por eludir con impetuoso anhelo
la agresion indomable del fastidio.
Tu amor no espero, ni la gloria envidio
demoro sobre un paramo de hielo;
y se aleja en la noche de mi duelo
Ja esperanza infecunda del suicidio,
Ni afirmo nada, ni tampoco dudo
y permanezco indiferente y mudo
ante la adversa 6 la benigna suerte.
Que ignora al fin mi voluntad vencida,
si es mejor que el disgusto de la vida
la quietud sospechosa de la muerte
anprés MATA.QJO 1
LAUSTRALQ”
rae
Herrera Irigoyen, ese_valiente
empresario, de sangre latina y ¢s-
piritu sajén, gran catador de la sa-
via pura de las cepas literarias, pon-
tifice que ha ungido 4 mas de un
sacerdote de los que hoy con éxi-
to ofician en la capilla del Parnaso
mericano, me habia invitado para
un paseo matinal. Luminoso y ra
diante explosionaba el dia, Tovien-
do de oro las crestas empinadas
del Avila. Una brisa fresca sacudia
los follajes del Parque Bolivar y la
estatua en bronce del Libertador,
como animada por la gloria del sol
semejaba humanizarse al igual que
en aquellos tiempos, cuando cab:
Hero andante de 1a Libertad, iba
cl noble caraquefo encadenando
almas para formar naciones.
Emprendimos la marcha. La vie-
toria que nos levaba cruz el Pu
te de Hierro y entro en el Paraiso,
medio cinturon de esplanada may-
nifica que cite por el Sur 4 la. cit=
dad de Caracas y que constituye
su mis delicioso. paseo. Boveda
de follajes espléndidos que perfu-
man las flores y adornan las quin-
tas. Glorificacion de la naturaleza
americana, soberbia_y_ salvaje, en
medio del gusto parisiense delica~
do y aristocratico.
Cruzamos el Puente del Paraiso
ytras breve marcha Megamos al
Calvario, ese otro original y deli-
cioso paseo. Trepamos la cuesta
de arena guarnecida por ambos la-
dos de bosque imponente y flores
delicadas, y legamos a lo’ alto de
la colina ‘que aquel sendero orna
como con una serie de superpues-
tas guirnaldas, Alla, al pie se ten=
dia “Caracas. La luz matinal que
hacia resaltar los suntuosos. edifi-
cios y abrillantaba todas las te-
chumbres, dabale un aspecto atin
mas atrayente y halagador.
Pero habia llegado el momento
de abandonar el encanto de los pa~
seos, para asistir al santuario del
trabajo, 4 una imprenta, ese cerebro
a
de metal de la moderna civiliza~
cién, donde el acero viene 4 com-
pletar las funciones del pensamien-
to, 4 poner alas incortables a la
idea, & convertir en torrente fecun-
do y sacro, los principios redento-
res de la humanidad. Y la impren-
ta de Et Cojo ILustrapo es ver-
daderamente admirable: las_ma-
quinas mas modernas empujadas
por el vértigo de la electricidad,
realizan su obra perfecta, al ampa-
rodelhombre que viene 4 consti-
tuir una segunda parte de la ma-
quina. Se oye por todos lados el
crujit del papel. La guillotina de-
capita resmas: la rayadora, dejan-
do con sus ufas finas hilos de san-
gre é hilos de anil, prepara el libro
comercial que sera quizas la histo-
ria de una fortuna; la foleadora,
marca incesante el namero que
ordena, hurcilde guia del_ trabajo;
y otro organismo de metal vomita
tarjetas y otro fabrica sobres y en-
tre tarito,en su cimara de cristal,
el fotdgrafo reproduce cuadros, efi
gies de escritores y de diplomati-
os, escenas de la vida moderna; y
los vidrios tenidos por el. misterio
de la luz, pasan al laboratorio que
Jabra en la plancha metalica, como
el recuerdo en la memoria, y asi se
prepara ese periddico literatio que
con el nombre extrafio de EL Cojo
ILusTRADO viene, hace tantos afios,
siendo factor poderoso del progr
so de las letras americanas y titulo
de orgullo para Venezuela.
Pero hay algo en aquel_recinto
| que lo hace mas. simpatico, mas
amable. Las oficinas de ELCojo son
en Caracas, lo que la libreria de Fe
esen Madrid: el centro donde se
juntan 4 pensar y sentir los intelec-
| tuales del pafs. Por aquellas ofic
| nas han pasado muchos que hoy
| Mevan la cabeza laureada y muchos
que desde antes Hevaban el timbre
| sayrado de sus laureles.
[Bien haya quien labora por el
arte y las letras!
uhximo SOTO HALL.Y cuando una como sierpe de fiego,
seme del
papel incendiado, ube eoneluide eon
1 los postreras
quel mangjo de alae osquelis perfil
madas, el Artista rebelde y sofiador
quedise meditative y come heride de
onda pens, ante ‘aquel montin de
cenizns que para 61 sintetizalian el prom
eso dolorasa dle un amor momitiente,
a historia fatima de wna enfermedad
pasional,
Momento trsigicn para clartista, Ana
tomfa de str alma, Fug como si el ewer
vo fatidien de ly noche de Edgardo,
pronunciady hubiers para ste ideales
iuertos el enamneny jamie! terrae
dor. Ante el amor fenecido, In fe apse
vay hu estinta, niustio el
ideal, como una flor marchita, yy sin
torments aquel cielo de amor donde
tantas veces de stv tempotad
Derbia Iu pasion; ante el vokar de los
ensuefios que se alejaban, ingrates
como aves deshandadiis, yl taped de
Jos recuerdos, que cud
al cerebro come uns invasiéin dle negro
Dui
4 el Artista fifo, inapasitite, en bt
diseceiin de su dolor, en el sivitisis de
su propio corazén, se preguntalia
;Por qué os tan dolorost_ la muerte
del amor?... La agoni
ex tan triste com
mis intensn Ia sombra que
Ae Iie rosie no
Ta agua ae low on
co el alma el ideal ensando se apse
ga, que la que dg
ooulta. ¢Por qué las brumas del posure
fas Drumsts del espa
Lass olas rugidoras del 0
or qué ox tan i
el sol enanda se
se estrellan, frosts, y Vinguid
ren en ki phiya: ¢
menso ol 0%
Ta ola de
dora no encuentt jamis playa, donde
Vienen ai
Ja pasidn que avanza rugi-
entrellane y fenever?,
volaran de mi p
nemorias como aves que un tiempo
parlors, yer
: i regreairan, dolientes
LA CIUDAD BLANCA
nuts, mda Is garycantae donule
antes fuera el prodigio del canta,
ateridas late
vers Hex
Yo
profianele
Jor, implacable contra sf
fin
\evista,
Jamiento, fuerte en str aloe
jxme, tr
a tok fa ren
lie
racine ats migjon
lo en una voluptie
via a
b
conn quien contempla las
nor, pig
tun apotillad y
een hay de
viejor dain, donde: I in
neon ser feo 10
Ha muerta pasidn, eon eb earl
la
al hijeradorado de
dolor engine ki amtepaa ied
jam
a deser
voleanesapagades
fuego!
west, tp
Conia sleeta—eonizn
tudo! Coniza dle
polver inerte
Coniza i biso yO
vin yt alegria, tu Hiviandad y tw bee
Mea!
las que yan el fondo de In fost, que,
Af fin, para el qe mere, hn vera del
Conizas, errar su libre fantasia
de gratasilusiones tras el bando
magnifico y risuefo:
& ya cantaba como alondes, y cuando
resonaba su canto de alegria,
con amororo empeno.
el canario en la jaula respondia
al dulce ri:mo de su dulce dvefo,
Ay, no siempre fué asi! Con repentino
y formidable golpe, en duele y lant,
la dicha de ese hegar ticcé el destin
Honds afliecion, inzescriptibie espanto
rnublé la faz de la doncella hermosa,
Te oprimié el alma, cuando & herirla vino
Ja nueva inesperada y dolorosa
Qué supo? zqué pees? Sobre un madera
Gel enhiesto anaamiaje suspendido,
luna mafiana el infeliz obrero,
Sint de pronto abrumador vahido:
ppunzadas mil cual maltiples abrojos
Te asaltaron la frente y el oido;
{tig sudor en desbordado exceso
su cuerpo humedeci6; vapores rojos
Vid alzarse en torno suyo, y el espeso
purpireo manto ensombrecié sus ojos
Auailio fué & pedir y hablar no pudo,
ual st oprimiera entonces su gargenta
de invisible corde esirech. nudos
quiso moverse y vacilé su planta
Tas manos extendis de aliento falto
bbuscando en derredor seguro apoyo;
desvaneciése al fin... de 10 alto
ay6 precipitado en el arroyo.
Lentas, abrumadoras,
ée icsomnio, de inquietud y de agonia,
fen el misero hogar fueron las horas,
{que sucedieron al infausto dia.
Horas de amarga incertidambre y pena
para la Joven carifosa y buena,
que aun se desvive en velador culdado
feniee las qarras de su dura suerte
Yy de angustia y dolor para el cultado
fen cuyo cuerpo ya, tras lid reflda,
al fatiico avance de la muert
réxima esté la rota dela vid
Redoblé en el taller la nifia hermosa
‘su laborioso afdn, porque su mano
lograr pudiera en Ia fatiga honrosa
pan y salud al desvalide anciano.
Verdad que sus mejilias,
por rada faena, iben tomando
el color de las holas amarilas
verdad que entonces de sus lables rojos
se apagaba el clavel de aroma blando
y estaban mustios de llorar sus ojos:
Imas siempre, como el ave que hasta el nide
‘migas y paja en el rigor de invierno
lleva al polluelo hambriente y alerido,
ews Ia joven al hogar paterno
para el enfermo anciano y desvalido
la saludable droga y el pan tiero.
No se curaba la infeliz doncella
smas que del padre enfermo y sin ventura
que se le daba 4 ella
{que del dolor bajo la ruda huella
Se agestase la flor de su hermosura?
Mas le importaba. si, su honrado
de su virud la esplendorosa estre
y el torpe auefo del taller, el hombre
ue le hablaba de amor, ciego y liviano,
cuando la vié desamparada y sola
‘quiso, en su ardor insano,
apagar de la nifa la aureola
Y arrojatla del vio en el pantano.
bee
Yee
‘contre la infame insinuscién
(que al rechezar alrada
al joven seductor, desde ese dia
1 pan, ni abrigo, ni salud, ni nada
pera su padre misero tendria
Pero olvidd su duelo, su penuria;
se Irguis contra los golpes ¢el destino ;
protesta de honrade?. verbo ée injuria
la faz errojo del libertino:
y de aquella mereda
Gene era ya deshonra hesta el ambiente,
£26, si, con el alma lacerad:
mas pura como el cielo su mirada
y con nimbo de luz sobre la frente
vise la doncella honrada
‘Sabia
Salié....anas si de entonces escudrifia
uno y otf taller. y acude al. ruego,
hallar no pudo en que ganarse luego
miserable Jornal ia casta nif.
El liviane amador con torpe traza
al generoso intento se oponia,
y acorralada la infeie gemia
‘on doloroso afd, como en Ia caza
sgacela 4 quien persigue la jauria,
{Cudntas, oh Dios, en la mundana feria
fen donde el vicioruin medra 4 destajo,
viven, como esa nifia,en Ia miseria
con su honradez por eruz y sin trabajo !
Después que bajo el rudo fatalismo
Ja pobre nia de cabello blondo
te vi6 privada del trabajo honesto,
fue al Monte de Piedad, profundo sbiemo
de oscuras fauces, y en'su negro fondo
techs las prendas del ajusr modest,
Acuaié 4 la amistad, @ los testigos
de su honradez y su miseria, en vano:
jjoh caridad! j oh corazén humano!
{tiene envel mundo la pobreza amigos ?
Para el enfermo, al fin, mal de su grado,
lWamé a la puerta del hospicio un dia;mas no encontré refugio al desdichado,
{ue el hospicio tenia
el niimero de enfermos limitado,
Ye padre se moria en el estrecho
yy ligubre tugurio, sobre el lecho,
Zomo en su jaula de torcido alambre
‘murié el canatio: de tristeza y de hambre.
En tantoel seductor, cual flea hircona
‘que va de caza por la selva espesa,
‘atisba la ocasién, lucha y se afana
por alcanzar Ia codiciada press.
Uno tras otro tentador mensaje
manda 4 la nif, de impaciencia leno,
fcultando en la miel de su lenguaje
de sus torpes instintos el veneno.
Mas de ina ver 4 iofame Celestina
por digno heraldo de sus ansias oma,
Y aquelia miserable se encamina
al hogar dela virgen Inocente,
como va la serpiente
al nido de Ia candida paloma,
‘Asi llegé Ia tarde en que al escaso
refleja de las luces del ccaso,
4 solas con su llanto y sus dolores,
Teyé la virgen el postrerbillete
fen que el sstiro mofo le promete
icha y fortuna 4 trueque de favores.
Junto al lecho de muerte del anciano
Ia carta esiruja con rencor insano,
mientras pasa y repasa en su memoria
de su existoncia la infeliz historia
Luego 4 Ia dura realidad despier
con repentino impulso se levanta,
yy cuando altiva, aunque sangrando el pecho,
va otra ver 4 exclamar-jPrimero muerta!~
‘un—Tengohambre, Leonor! —salié del lecho
Yy apagé la peotesta en su errganta.
‘Al congojoso acento
del pobre moribund,
vi la nia rodar, nublado el mundo,
hacia un eaos de horeo
y mientras todo en d
Gira, gear, con giro turbulento
‘murmurabaLeonor:;Hambriento! Hambriento!
1¥semuere, ayde mi, por culpa mia!
El vertigo siguis.Sonrsa fiera
coniraje de la virgen el semblante:
se also la doncella la ondulante
taseada de su blonda cabellera,
beso al enfermo debil y expirante
{y musité después ~~; Espera; espera:
fendris pan y salud! | Vuelvoal instante!—
En ese punto el postrimerreflejo
se apags Ge Ia luz era un reproche
Gel cielod la mujer..El pobre viejo
‘quedé solo y envueito en el corto
de las oscuras sombras de la noche
‘Apenas en oriente
Aesparramaba el dia su tesoro,
‘cuando volvié Leonor, casi demente,
con un pasado de oro
{sin nimbo de luz sobre la frente
Al lecho se acercé con paso inciero,
Aqui hay pan! jaquihay luz! diciendoen
Ivano
dela fnebre estancia en el desierto
nadie le respondis: tendié la mano
sobre el duro Jergén_y hallé al anciano
Ngido y sin calor. jEstaba muerto!
i Muert....i¥ por élno més cayé vencida
de inicuo seductor entre los brazos!
Su padre, su virtud ! ;Su doble egida!
FY aquel estaba en el hogar, sin vida!
iY su honor porel suelo, hecho pedazos!
[No dijo més: con retitin sonoro
rodaron sobre eltosco pavimento
fen varia confusién las piezas de oro;
1y por la estancia lsbrega y callada
fingian de Leonor & la mirada
Iceellas de fésforo sangeiento,
Después....Leonor, con faz desencajada,
gird sobre el metal; ahogado acento
ejé escapar de su marchita boca;
y lanzando siniestra earca
Que con ligubre sén dilata el viento,
Sbandond el hogar
{Estaba local
voles. PEREZ,Y mientras ella, reclinada en el canapé, medit
atenuando la intensi negrura luminosa de sus ojo:
ja contemplaba reposar y sofar, y la decia, en pensa-
miento y adoracion
—Te comprendo, sofiadora. No de tristez:
es tu viaje por donde fueron caminos del en:
Ds hi
la el bajel de tu vida; y los mares de
tu anhelo; y los horizontes de tu esperanza. Has legado,
piadosa viajera del ideal
Y las auras que. besaron las blancas Jonas de tu nave;
y las aves que te saludaron con su giro harmonioso sobre
las ondas; y las estrellas y las auroras que alumbraron
la ruta ignota del destino tuyo, favoritas de mi fe, que
te llama predilecta, han sido leales al que ha tanto tiempo
te esperaba.
Reposa. Suefia. Vive.
miovo. GONZALEREDUARDO CALCANO
«;Cusnto he vivido ya!» exslamaba
Cormenin al recordar aquella pleyade
de. combalientes eivieos, primavera de
in revolucion francesa de 1830, que, &
dlesiora, habia visto eage en la tm
‘Am vee_ puedo también decie
tanto he visldo ya!
" coular muchos delos fandadores
de uestrosibertades. ives y pli
Fon y sivieron de asiento bajo el palo
de las instituciones: ; a cuaintos de mi
ropia generacion, he. visto. extingul
Ee'en ef alvito tnos, en el ‘desterro
oluntario dtros; és en In. miseria,
qudiosagobaios por Ta aja de
Sis yo ef pasar 4 Aranda y Ponte,
coronado de firios azules, com
ible edalico de amor en los labios;
fasta nt reliro Tego fo
iaen que aguel delicadisimo poeta,
5am Vicente Camacho peal agua
transida de sed en drido. camino las
brisas marinas trsjeron ami otdo el
Stine no, euya muerte
ts todavin secreto.misterioso;_mima-
ho conservaba atin el calor” afecluoso
ae Ia mano de Barbs
fueen de su muerie, que dejo enlutada
In tribuna parlamentaria; yo guardo Tas
‘ltimas confidencias de Gatierrer-Coll,
y vi su frente poderosa inclinarse ante
Uttar del Dios de sus mayores, y re-
cibir, contrito, el divino vislico parael
Sie aurea
'y contemplé también, durante
largos dias, el suplicio de’ Eovanno
Cxteaxo, en euyo pecho birvi6 el do-
Tor como abrasadora tava, hasta con-
vertir en cenizas su cortz6n de artista
cuando mecron; ea decir: conndo eo difratamos do su presela,
La Muerte interrumpié nuestra alti-
ma platica: la plitica en que nos con-
flabamos con prudente reserva, dudas
‘Ambos ereyentes enta. vida de ullra:
nbos esperanzados de encon-
nos en ella; ambos amantes del
Divino, del Cristo, que nos. in
'yo herederos de su amor.
es
po pee
Se eee
Mecpacnee Ne aeigatad
areas esis
Acie Wicca stenag
sean nities rates
ma as sven oe aaa a
coe Siar eons
Sarena eae es
Salsa ree a ag
ane
sere ele
pecaccons eta Seas
te ear e we
cgi coer See
a ae cures esa
ae aie etal
emt creme
Fog eee eet
BOLD-Devawr 14 Mont
tna sola evando el egregio Compatri
ta'seposesionaba de la tibuna.
Enlonces, su eslatura, casi medians,
se engrandécia en fuerza de las. ideas
que expresaba; embellecalo la gracia
lel umia Ia autoridad hierdl
cea de Jos antiguos vates.
Y era que la facullad poética preva
lecia‘en él sobre ls denis faculladess
O'imejor: tas vesumin todas,
De suerte que podia apicarscle el
dicho de Andrés Eusebio Level acerca
de don Jacinto Gotren:
‘sPequeio cuando. cala; alto, mu
alg cand a en ing
acabado del orador. < .
iA'quien i
al decir de
ino el mena des El
‘elo? “
‘No poseia CarcaSo Ia enfonacién au-
toritatia de Guzmin Blanco, nila gram
diloctencia tribunicia de Anduern Pa
Incio, nil verbo ‘enardecente, un tan
to asidico, de Morales Mareano: nila
frase solemne de Barberi; y de abi que
Sit oratoria campase mds en Ia Acade-
tia que en el Palacio legislative 6 en
in plara pablica.
$afusto en esta. materia confirma
i juicio, ples daba' preferencia
Cicetén dobre Deméstenesy_ sobre
Bossuet « Fenelo
eee ne aa
Perdilo de vista durante la guerra de
la Federacién, ni volvi a estrecharlJa mano sino en los dias de la Asam-
lea Constituyente de i8bi, rodeado,
por cierto, de aplauso, con motivo de
far peat cn vidi to imo,
pordecir lo menos, del empréstito que
Rondo nuestro eréditoen el exter
mestro.tesoro pablico,
on el
préslito y elevadoto a él
al Ministerio de Hacienda
Pero no sucedis ast: el empréstito se
efectng, Yel habit hacendista. quedo
Telegudo a1 olvido,
Tidigo fine este: de suerte que CaLca-
so norparece en cacena politica sic
ho anos despues, para darke brillo
iden de cosas que queria deslan
omrel Arte despuésde haber ava-
dio con in fuerza
Gala ‘y ornate. del__gobierne de
aquellos das, sentése_ en el Consejo de
Ministros, acandill el periodisma, se-
ujo los’ diplomaticos extranjeros con
ia eaquisita nrhanidad de sus modales,
Y'str Bratoriaesmaltada com frases de
Empinado tesco. 1) onddatante cimera,
pa walerme del dicho de. Aristofanes,
acogida siempre y en todas partes
mezolano; ni
nr diga que. superaba al
FFribano fabio en el gesto,en el ade-
min ene motal de vor; en. To. que
Hama ‘Ciceron el habito exterior el
or, 0 sea; Ta elocuencia del cuerpo
Riucios fueron sus triunfos. orate
ries! riunfoen is fesias de cash to-
flosnuestros insttntos doventess tein:
et
estudio y
par dexoger las. alas de su ingenio
iron cele dal Artoy_y_trntntaen el
chi raaeioueis cae tote
dordeColombiata heroica enlré en
Dresiirel Senado denuesivos Proceres,
El ilime de Tos. tuntow, orslorios
por Ciueato alcanaado se debi & ix
PRebracion, del egntcnario de. oquel
faron henemérito de. Ia, humanidad
Teaquel Jose: Gregorio’ Monagas, que
devel an
ea oracles deters a
aI hombre 1s provide
Steedor: i libertad
Decide eale discus que excl can-
fo el ciones es amenguario en merit,
Ponjus sino reouems en él los perio
‘otorgado,
je mano del
“ros del Orador, ni las imagenes se
aire tava eon gains epicas; en
bio la Musa de la Verdad recorre
om viclorioso paso el campo de. In
Historia }
Yo" compararia esta, hermosa pieza
oratorjad una puesia dels”
Fedele patente ate ane
to fugel tiunto que obluvo ‘Carcavo,
Sando arrane6 del patibulo & un hijo
al poi Rona par te
ontmas no para os suyor,- que ib
seinmoladat en aras de las pasioncs
sien
Si jguatmente sotemne_y
yy santa porqueen. politic, como.en
Jroral, eomoven religion, el hablar es
igo, vel proceder es todo
Por eso prorrumpia a cada paso De-
mdstenes :eActos, ho palabras»
Si'en aquel discurso eelebrd CaLcaso
Jos fueros de In Tibertad,para-honra
del hombre,_en éste realz6 la elocnes
cia del lenguaje con Ia santidad de la
obra para gloria de
La Vida es presente
do el derecho de
’s‘ias dotes de egregio orador y de
hibil periodista, aadia CavcaXo Ia de
cierto exquisite’ don de gentes; y sin
Gada debido a ello atravess el estadio
dtenuestra politica ‘sin sencores, sin
dios y entre aplausos y placemes.
Allernativamente feliz. y" desgracia-
dio, verli6 el Destino micl 6 acibar en
Incopa de suvida; que mis dew
ver llamo la las puertas. de
Su hogar, y'mas de una. vez caveron
sobre él inmerecidos padeciin
E pera fortuna go7d con pru-
a felicidad; en la adversa
‘puso a Tn suerte fa fortaleza de su al-
ma" los vientos de la vanidad soph
sobre su
ino y_ sagras
eden de lo Allo, soporte. dig
Ing injustielas de tos hombres
te Tos cuales labro st prop
dio.su alma. con verdades
en fos misterios de ulteatuil
E rnidade p
SNquards, impasible,
no in lamentatse, porque es la” vida
{igndivino jay!'y” tan yrato conten
phar talus he
No murié’ como filésofo
Heme euyasoluei
espera, sande
rodeade de his. dos. genernetones
diol safutitero, cangado de frutos
de flores, esparciondofragancia de vite
ines, yo sin _despeditse de Ia vida
Sit muerte co
pueblo de
Todos los
Tone! feretro del ilustre finado;, todos
do dela triste realidad que tenia de-
inte de los ojos
Yeunndo fuero
rra tos despojos
devueltos & la Tiee
dos, todos, at6-
nites, recordaron. aquellos labies, ora
ids, que habla maravillas; y
aquellos ojos, Ya. apagados, que irra
diaban vivisnin Ios y aquella frente,
hoy abatida,."semejante insta ayer, &
pracerosa cipala que se ergaia serena
Kacia Ya boveda del” Cielo
Palada de iierra cays so-
ven medio del mis prafundo
‘li
bre Ia fos
estupor.
'Y [quién hubiera sido osado tur-
quel misterioso silencio impuesto
por In tremenda majestad de la Muer~
te sobrela gloria humana?
No debia, né, ost
euencia de I
Tas lagrimas.
Solo el aura vespertina gimié. inefs
in entre’ elramoje de tos se-
nados por los. dllimos
lampos’del sol.
Ta doliente elegia que entonaba
Ja Patria sobre la tumba de uno de sus
hijos predilectos.
esnoo-avrotoALUZZ0.
palabras, mas si la de
PE-TALOS GRISE
‘lla de
Ire alga
Hoy, al doblor Ia pig
Tivro de reeuerd
Poblise
idables, Il
de sombras inol-
ise mi coraz6n de smo-
en mi espirity florecio
jo demi infancia y el
griento de
exocacion profunda de
euerdos ante un pur
‘Oh
de melencolia,
que has venie
alma de
dovde no s¢ qué sbisme del empo
dela muerte tin beso
{de poesin vide tristeza im viejo, exe
piritu yestido de negro! Como el ala
jeve de un ave err
sad 1 eatin por mi rent
P Yo he separado! de esa pagina anli=
gua las flores difuntas colocadas. all
tina mano ya mueria, Induce
80 maternal que ha ve
corazén en las" noches colina
‘dolor y de sombra!
das de
sjuiclates. Hoja. de amor y
nora, harmoniosa eon ion ver
Si olor funerario.” Nunca “un poeta
Hiegsexpresar como nquel, ch dos
6 ies lines intensas, una Ueateza tan
honda palabras de la estrofa
inmortal iienen un aronva como las foe
Fes y sullozan. toda, la melaneolla. de
Iss Gone meray Palas de mise
Flo y de milagro, que dicen In amargt
fa de‘lo que ducrme sobre In tierra 6
Irjo el siderio del lempos del tiempo
Jimpliesble € iomutable, que nos en.
paca cl ocang, mttandons, en
Tosi de ui," gor de, rsa’ de
lado de'los cielos profundostTREGUA
Ti, de mis ansias imposibles, duefa,
‘en demanda de triunfo, el vuelo abate
naliza el Barbaro combate
ue el corazén con el cerebro empena,
rénate de luz, y canta y sucha,
mientras que lidian ellos... |Asi bate
fn el caniil su furibundo embate,
fl temporal sobre la estéril pera!
Cerebro y cores
Pero cifien ex
Dime, rival de las rentes flores,
‘ual es ms pura y més intensa llama:
La que Drills en tus ojos seductores
(La que, al verte, el corauin me inflama ?
{Y oval, erenne iman del pensamiento,
1s desorden mayor en este instante
Bi de tus rans, congue juega el vie
el de mi mente ansiosa y delirant
‘Sabes di, qué es mas negro,
De graciajuvenil y de inocecia
se lunar, que adorna tu mejila,
0 la noche que me haces con ta ausencia?
hn! maravila
Aue es més pequeto, al, dul
De mis ojos y loca fantasia:
Tu bora, sin espacio para un beso,
(mi dnimo cobarde que To ans
LY qué se abre, oh! céndidaindecisa
on mas encantadora desconfianza
Tus labios, si te mir, dla sonrisa
(mi pecho, site ogo, a la esperanza?
POR TU ALMA NOBLE
A Rufino Bianco Fombona
nobl lo fiero
ortu alma
Nacer debis
Cuando
y por tu or
slumbra
renzo, el formidable condottiero
c > él, oF ima, ora el acero
1rudo lance 6 en cancién galan
Unir pudiera tu ambicién ufana
Con el triunfo de artista y de guerrero.
Junto 4 Cellini, hubieras repujado
Aureas y finas dagas; cincelado
El perfil de algun Borgia en camatfeo.
Y en soneto de bronce, a Ber uto
Rendido hubieras inmortal trib
Ebrio de luz delante del Perseo!
Luoronno DIAZ,
wore BREVE
Tun
las neblinas Fulguran ls arenates
que incendian su blanco tl, bajo el cleto de cristal
yeatende por las colinas Y cantan sus madrigales
mil frigiles muselinas Jos romeatieasturpales
de suave color azul en un eancertotriuofal
Bios de sangre, remota, Del lago en las ondas quietas
linge arabescus la luz,
4s esfuman las goletas
como almas de poetas
—las velas blancas enc
‘muestran su rojo perf
y brillan mares ignotos
entre ls pas
que borra un viento sutl
jes roles
Y de la maiane leve,
mahana multicolor,
reeoge mi mano aleve
estahumilde nota breve,
para un artista pintor.Valencia, Noviembre 29 de 1904.
Senor J. M. Herrera Irigoyen
Caracas.
Mi estimado amigo y colega
Tengo mucho gusto en remitirie mi cola
boracién para el nimero de Et. Cojo lus
‘trapo de’ Ie del ano proximo.
Es un fragmento de la Historia contempo-
ranea de Vencaula que estoy escribiendo
fn cumplimiento de un mandato oficial. Ese
fragmento se rellere al tan debatide «9 de
Febrero.»
Deseando 4 usted y 4 su importante em
presa la mayor prosperidad, me complazco
fen repetirme su apreciador, amigo y colega,
F. GonzAtez Guman.
HISTORIA CONTEMPORANEA DE VENEZUELA
CComiERNoS CoNsTITUCIONALES—1830-1847
Capttute XLVI
SUMARIO. Conn te 84 Bualtacdn
Belin Speedie Reunion ‘el Jara
‘Yilonete papular =COma. reat to
Pins Opiniow del Genera Pac.
Soin de montane tre
et mace Sree
a “Seven
Silinwe “ET pacha de todos -
Al instalarse el Congreso, dos. grandes
cuestiones trafan.exaltados ios dnimos de
Tos habitantes de Ia capital: la crisis econé-
mica, tan ponderada por los Industriales,
Principalmente por los" agricultores; y la
fcusacién de las seguidillas contra ol sefor
Juan Pérez
El primer Jurado de imprenta que conocié
de la acusacién intentada por el. apoderado
del sefor Pérez, seRor Nicolés Martinez, se
‘compuso de los seflores Doctor Juan José
Romero, Doctor Bartelomé Liendo, Manuel
Soja, Miguel Arismendi, Casimiro’ Hernén-
ddez, Francisco T:quierdo y Carlos Machado.
Reuniéronse estos seflores el 25 de enero
con el fin de resolver el pedimento que ha-
bia hecho ef apoderado del sefor Pérez con
respect la iresponsabilidad de Ramén
Villalobos, que aparecia como autor respon-
sable de las seguidillas; y después de algu-
nna deliberaciéa y desechando las _pracbas
presentadas.y evacuadas por el sefior Guz-
€l:t 9 DE FEBRERO
man, declaré: que en Villalobos no podia
hacerse efectiva la responsabilidad legal. y
que, en consecuencia, el verdadero respon
fable era el sefor Antonio L. Guzmdn como
duenio de la impreata donde se editaba EU
Relimpago. (\)
Esta declaratoria, dice el historiader J
M. de Rojas. era tanto mas absurda, cuanio
ue las penas establecidas en el Cédigo para
Jos delitos de imprenta se reducian & multa
yarresto personal, aumentindose la prisién
fn caso de insalvencia.» (2)
La resolucion del Jurado fué_ realmente
violenta y contraria 4 iodo principio juridico,
pues para declarar Ia. irresponsabilidad de
Tillalobos, no bastaba el dicho del apode-
rado Martinez, sino que ha debido preceder
tun julclo comprobatorio de la tacha opuesta
pero los miembros del Jurado, contaminados
fon las pasiones de Ia época, dictaron una
determinacién injusta, que hubo necessria-
mente de exacerbar lot dnimos entre os libe
rales, ya vivamente interesados enel conflict.
‘Vigndose el seftor Guzman atacado en su
derecho, apelé 4 un medio legal, y fué el
de ocurrir 4 Ia Camara de Representantes,
fen la sesidn del 27 de enero, con un escrito
donde acusaba 4 los miembros del Jurado
por haber violado la ley. La Cémara estuvo
Derpleja en resolver Ia materia por no tener
tuna comisién permanente de acusaciones. y
pasé al orden del dia. Una nueva solicitud
ocumentada introdujo el 9 de Febrero el
sefior Guzman la Cémara, pero sta re-
hhusé ocuparse de! asunto, no obstante haber
ya tomado conocimiento de él una comisién,
‘Asi las cosas, un nuevo Jurado, compuesto
de los sefiores Manuel Sojo, Nicalds Casto,
Feliciano Palacios, Remigio Armas, Esteban
Herrera, Andrés Rivas Pacheco y Juan Vi-
cente Echeuuria, se reunié el mismo 9 de
Febrero para declarar qué especie de res-
ponsabilidad cabia al sefior Guzmén como
(1) Plsetior Garmin probs que Villalobos taba
ermal Wea os stent
ae ieee ‘sound a
altdeos Yes senores del asco) re:
2) Bongucjo Natdrio de Venerwetay yg. 58
ueno de la imprenta. Los liberales, en ni
mero considerable, asistieron al acto de la
feunién del Jurado. Desde antes de las 11
de ia mafana, hora en que dste fuéinstalado
por el Juez de primera instancia seftor Doc-
tor Isidro Vicente Osio, la casa estaba llena
de espectadores, que fueron aumenténdose
hasta. obstruir las avenidas de las_ calles
Algunos eseritores de aquella época fijan en
mas de dos mil el numero de los especta-
ores: otros lo elevan 4 cuatro mil: pero
todos estén acordes en pintar la exallaciéa
de los animos, exaltacién fundada en la
pasion politica domisante, acalorada en el
momento por Ia declaratoria del primer Ju-
rado, 4 todas luces legal.
‘Flabiendo hablado el abogado del quere-
ante, dice et Doctor Rojas, hizo uso de la
palabra el senor Guzman entre aclamacio-
res y aplausos del pueblo que estaba alli
reunido en imero de mas de dos mil per-
Sonas, Pide auxilio a la fuerza pblica el
Presidente del Jurado, pero la arrolla el
pueblo y la obliga d permanecer en Ia calle.
Presa del mayor espanto el magistrado
no se le ocurre dictar auto de prisién contra,
aquellos perturbadores que pretendian coar-
ta las atribuciones del Jurado, y se limita 4
colocario en un cuarlo para que en santa
3 deliberase y declarase si era 6 no in-
Tamatorio al libelo. y i merecia & no la ab-
solucién. Los miembros del Jurado se halla-
ban ain mds asustados que el mismo Juez,
al cual pedian garantias personales que no
odia dar quien no las tenia para si. En el
Interin, aumentaba la esfervescencia, crecia
el tumulto y se acentuaba més la. coaccién
por parte de los alboratadores. Se. pidis
fuxilo 4 la Presidencia, y el General Sou-
blette envid, como pafo de Lagrimas, un re-
edo de atencién, aconsejando al Juez que
tocase la campanilla para hacerse respetar.
Fuerzan los amotinados la puerta del cuarto
que guardaba 4. los miembros det Jurado y
derriban de paso 4 su Presidente, En tal
estado de cosas, salié cobardemente el vere-
dicta de absolucidn, y los amotinados, se-
gquros ya de la impunidad, salleron también
on el sefior Cuzmén, paseado como Marat
después de vindicarse en la Convencién, en
hhombros de la plebe, que le llamaba el se-
gundo Bolivar.
‘El resultado de aquel desenfreno no pudo
ser mds astimoso; la ley violada, Ia autor
ridad desprestigiada, el. partido liberal con-
tando con la impunidad para la comisién de
mayores atentados.» (3)
SiS te Nitin de Von plnas;
;
F
‘
\
i
i
Otro historador conservador, nada menos
aque ol jefe del partido, dice jurgando el su
eso: «jAciago 9 de Febrero! Habiase ini
ciado en Venezuela la éra de los desérdenes
del derecho del populacho armado 4 derro
car las leyes & ingerise en Iss. deliberacio
nes del poder Judicial; habiase, en fin, dado
@l primer escandalo, precursor de. tantes
fires, que han convertido nuestra pobre
patria en teatro de luchas frarieldas» (8)
‘De manera muy distinta habla E/ Vicso-
Jano, pues jurga ¥ aprecia el suceso como
tun gran triunio de la causa politica que
estaba defendiendo, El veredicio del Ju:
rado habia sido pronunciado 4 las 10 de
Ja noche, cuando ya la impaciencia de
la extraordinaria ‘concurrencia se desbor-
daba amenazante, En el acto. comenza-
ron las alegrias populares, y el cltado pe:
rdico se ocupé extensamente del suceso,
Iamandolo el tunfo de Ia ley: y al relerirse
la actitud del pueblo de Caracas en esa
noche, dijo: «Fue Ia Carscse del 19 de
abril: con juveniles fuerzas: con civil de-
rnuedo: con exe orden encantader, marca de
su c'vlizacién, efecto de su patrotismo. La
Ciudad rebosa de contento: la noche ha sido
tun dia: no centenares, sino miles de almas,
al compés de misicas patridticas y entuc
Sdsticas, paseaban todas las calles 4 la luz
apacible de la luna, rebosando de gozo los
Corazones y gritendo views incesantes la
Patria, 4 sus santas leyes, al orden constitu
ional, al trunfo de la ley, al Jurado del
dia 9, dla liberiad de imprenta y al patrié-
tico Veursolano..... Libertése el inocente:
telunfé Ia Justicia vencieron las eyes.»
No s6lo El Venezolano, sino les demés
tescritores del partido liberal de aquel y de
Tos posteriores tiempos, han magnificado el
9 de Febrero y_presentadolo como un dia
cldsico para Ins libertades publicas, porque
fen ese dia quedé asegurado el derecho de
publicar cada cual sus opiniones con arreglo
Hla ley. En nuestro concepto el 9 de Fe.
brea fué una violencia popular, verdeder
mente lamentable, consecuencia Idgica 6
hija legitima de la cometida quince dias
Antes por el Jurado de imprenta al. declarar,
fin previo juclo, lresponsable al artesano
Villalobos, para imponer, por antipatia pol-
tica, toda la responsabilidad al sefor Guz-
mar. Sin quella estrafalaria declaratoria,
no habria tenido efecto la violencia del 9
de Febrero; como no surge el proyectil sin
estar cargeda el arma, ni crece el 4rbol sin
haberse sembrado_y germinado la semilla
La antipatia contra’ al. sefior Guzman era
‘manifiesia, por parte de los gebermantes,
evando el mismo Cuerpo legisiativo eludia
considerar sus peliciones, no ebstante que
la comisién encargada de abrir concepto
sobre ellas, habia evacuado wn informe de-
Clarando que el primer Jurado habia dado
lugar & ser sometido 4 juicio: de euyo in
forme se ocupé en delinitwa la Camara de
Representantes, negandolo en volacién no-
minal por 26 votes contra 9. (S)
‘Actos semejantes en épocas de agitecién
publica engendran_ siempre violenclas, por-
(Que nada rita més 4 los cludadanos que
4 Autobiogrfia del Geners! Plex, pig 50,
tanto
7) Autyelron por lx negate los Reprerentantes
st ra
los abusos de! poder. El derecho comprim
do extals en cualquiera forma, y no es ex
trafo que en su estalligo lo atropelle todo.
‘Ya hemes visto nacer la oposicién de
turblas fuentes del personalismo. No teni
cuatro afios de curto y ya se desbordaban
sus aguas. El odio a los hombres, y 0 el
amor 4 los prineipios, era el slma mater de
fquella ruicesa controversia; y cada vez
‘que surgla algun suceso publico trataban los
hombres de scbreponerse 4 las leyes, 6 de
colecarse en el lugar de les principos. Qué
fenia que hacer Ia personalidad del serior
Guzman en un juicio de imprenta, por él no
provocedo, en que no se ventlaban asuntos
ublicos 6 politicos? No era suyo el libelo
Scusado como Infamatorio: tampoco el pe
Fiédico que lo acegié en sus columnas: pero
si como el sefor Guzman tenia por puntes
principales de mira, en sus ataques & la ad-
Iinistracién pablica, las perscnalidades del
General Piez, del Doctor Quintero y de los
Directores del Banco, éstos, 4 su vez, en sus
atagues al naciente liberalisme, no. tenian
por objetivo sino Ia personslided del sefor
Guzman y contra ella libraben batalla. De
aqui la scerbidad en el debate, la frecuencia
fen los denuestos, la faciidad para defender
como propias las cuestiones publicas y la
difevitsd para ganarlas 6 perderlas como
ajenas.
EI Juredo de imprenta del 25 de Enero
fué apasionado y violento, porque cteyé le-
sgada la ccasién de perder al periodita, 6 de
asestarle terrible golpe: pero hé aqui que
tan sélo preparé la violencia del 9 de Fe:
brero, victoria sin laureles, triunfo sin salis-
facciones patriticas, porque no se elevaron
alli la ley ni los. prineipios republicanos,
fing Ia personalidad de un hombre perse:
‘guido por las siempre alradas pasiones ban-
‘Serizas.
Empero fué grande la trascendencia del
9 de Febrero en el seno de ambos partidos.
Entre los conservadores fué de exacerbacién
contra. sus adversaries, y de prefundo dis-
gusto contra el Jefe de la administracién, 4
Quien acusaban de no haber tenido la ene
gia suliciente para impedir el suceso (6): y
como quiera que los conservedores lo ata-
aban con la mayor rudeza y los. lberales
le diigian frases de respeto y de carito,
reemes que unos y otros. estaban domina-
os por el error, pues el General Soublette
no hizo otra cosa que situarse en el justo
medio de su deber, cosa que no aprecian ni
comprenden los partides politicos cuando se
lanzan por la répida pendiente de los extra-
‘La apreciacién que hizo el General Sou-
bette de aquellas ocurrencias y los detalles
de los sucesos, los dié {ntimamente un
famigo suyo, ausente de Caracas, en cs
conliéencial, escrita con sencillez y sin la
mds remota idea de que alguta vez pudlera
publicarse. Traemos 4 estas paginas esa
arta, cuya copia nos ha faciltado_ un res-
petable miembro de la familia Soublete, el
selor Manuel Hernéiz, amigo de todo nues-
tro aprecio
Caracas, Febrero 21 de 1844.
«Senor Fermin Toro,
Bogotd