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EL COJO ILUSTRADO ‘Ago XII 15 DE JULIO DE 1904 DIRECTO: J. M. HERRERA Uw NUMERO SUELTO.. Ewpnesa Ex Covo — EL COJO ILUSTRADO Felatan tn se inente dian tico "weurrido Uvionatesy maz desde ase. a que se sae e038 regnzo, regiones grises donde. la cegue- corstante del sol” predispone ala yy la, melaneolia. predispone sear creo que ae Hlamnaba agonists del fat el desgra ta. Oscar ra un ei some dlobie esclavitud del trabajo y de ire, porque au corto Jornal ho bostaba ra fa alimenlacion de su_mujer'y sts Tres hijitos, que atin no podian ayudar iTas cangae i i Oscar trabajaba eatorce horas al dia, y_nivuno solo, al volver de quella fae: superior su fuerza Fisica, logré acos- tarse sin hambre. Iba dejando. a cada so un pedazo de vida gastado en In abo. Sentiase desfllecer i destllesinient dea espirit, como la torre pronto desde el tron El obrero.habria soportado con resig- nnacién su propio infertunio.s tera presehte el des fin Vein asus. hijos. desfallece isputarse com ansia el ane iia para i anuriendo, desestin amente, y el me se corris al jando al término de la jornada es- pera, en vez del deseanso reparador, el 30 definitive de la mu dar y andar? ‘Mis vale pararse en el camino, an cipando su t oso. Oxci 80 esto eect, ¥ lo pus jarla par Fos contra aquel asendereado corazon, No de otra manera la artilleria aguar- dda que se despeje Ia humareda de la ba- {alla para apuitar con certeza sus ba teria Un accidente le imposibilito para el trabajo. Desde entonces en adelante aca- 6 hasta el escaso jornal. El problema negro estaba resvelto. Pasaron esos primeros dias falnces en que la esperanza’ engaiia al infortunio on promesas incumplic! Dios proveersi,—se dijo.—Pero la, Pro- videneis cuida de todo, menos del hom- sin duda porque ie ha provisto ya Brtaentendimicito. para que euide Je st mismo. El pajarillo encuentea siempre. su le cho puesto en la rama del arbol, ¥ su mest servida en Tos. sembrados repletos de espigas. El inscclo encuentra alimento siempre preparado cn el calls Jugoso de las Mores Diem el fruto sizonado de Ia planta, Pero el hiombre esta excluido de los beneficios dela Naturaleza por el mis= aio hombre sa emejante Aquel cam: po de mieses. donde él cogeria su pans quellos frutales donde. él distraeri sa hhambre, son bienes ajenos, pertenecen otro hombre que los cerca’ con tures y los guarda con fa espada ame- nazadota de la ley humana. El pojarillo y cl insecto comen de lo ajeno’ acordandose de la Providencia, y Ta Providencia, agradecida,. les da alas para stlvarlos de la persecucion. Pero el hombre que se acuerda de In Providencia, Ia eaal ha hecho la tierra para todos, va a In. carcel, sin Uhayn otra que Ia providencia Ju que lo prende por ladrén. Osi a alia perecan sin reme- ~Dios quiere que no vivamos; no se picrde ‘nada,—-dijo.a su familia mirando sicbla, como ai" quisiera. consolarla Enviado To poco que ate wna vida Dios quiere que no vivamos; falta slo cl ejeeutor de su des El ejecutor Megs. prontamente. Fug el de siempre: cl vertigo. mental producide por las ‘lel sire, por ln desespe- Facion del espirita y por’ el hombre. del eatdmoye Oscar erey6.sinceramente que obraba con cordura y sin dato de nadie qul- tandose na vida Twit,” Sélo sentia “un nto extralo, excroputo de una con perturbada:” el de dejar a su familia presa en In garra del hambre Pareciale aecién tan Indigna y cobarde como la del cautive que. hnye solo de la mazmorra, sbandonando a sus hijos en el cauliv también por obra de pie lr 4 sus hijos al Fedimirse él de Ia vida. Decidid la m tede todos. ;Cémo matarlos? El hierro no es. al por si solo; necesita de tn complice que. fo. impuise: Ia mano, Yaquellos‘beieos impedides para tis: hojaty estaban tambien impedis. para Las are oe pe obedeeeolperaes Me abedecerd el ‘veneno, el arma si lenciosa € invisible que lieva en sla potencia destruclora ‘sin impulso exle- Ta noche era muy fra, Madre € hijos tvitaban en un rincén del euartucho estrecho. tenebroso_ co- mmo una sepuitura, EL viento nevado metia sus resoplidos ae his or fo reauicion de Ta pura lela ventana, y para cerrarle el piso Thalia ealaiieado les Tends ‘con tropes viejos. no entraba el sire de lerdal, et tampoco se renovaba cl de ia babilacion =a que padezeamos hambre, no p decerems frlo—dljo Oscar, —y encendio th egula cantidad’ de carbon en Ia Cavuelas que no tenia entonces uso: mis saecuedo! El calorillo de los catbones encendi- dos consold @ los desdichados, y el tuo, entrandose por las bocas softolientas, pa- Fei como si los alimentars, producien- do en ellos el sueio incéniedo de ta aru Pasé la maftana siguiente, paso el dia entero, y ni Oscar ni sus hijuelos salian 4 vecoger el mendrugo que les daban algunos vecinos. zaron li puerla. Padtes é hijos dorm Lamadre y los pequesitos iam en ef steho grande, el aueho hondo, el sueno sin desperiar. Oscar respiraba todavia: menos débil que los otros, habia resistido 4 la asfixia. Fué transportado al hospital donde la mauerte persixuio niin por dos. dias aquella san- Bre carbonizada. Tecobrado el conocimiento, exclamé: —{Por qué me habéis traido aqui? Lievisdine con los mios. 7 —Los tuyos estinsen el cementerio. No se ha salvado conmigo uno? Solo td, Ha sido una imprudencia te- rible Nerdad’ cs “que la oche esta ‘muy frie y ln lumbre agrada. Devo de- bisicisventilar el cuanto antes de dor No ha sido imprudencia, no—dijo Os- car con desesperacion. Vo 0s couture. Nada contd, porque un acceso wervio- so le cont el iubla, impidiendote eo fesar au delito, Sobrevinole una enfermedad grave, com alta flebre y deliris frenclices.” En ellos proteria frases cay sentido penetra —Yo no puedo salvarn iniquidad, jiniquidad) jiniquidad! El su Gill el sulcidlo se chmapird un dle 6 ce Hay que vigllar cate enfermo, re- commend Sinica. Sa taretan es 'y vigndose sin ella, cl su idea domi ile. Yel ieee leteceet alacah radi snopechobt Toe hoieidi passa, lerin por el pechl wi que consold los istados. por la_catistrofe Un hombre rico y viejo, muerto sin ere parfente ido" aa gran se acorda. deel om elon eon pan Iejano. desdicha § soledad, fen la hora’ poster. Son mienosy debié. pensar. el lestador ge mero. dijon Mani. Ie buts alinas al conentar ef nol Jas debidas a su estado patolégico y es- i actande tarde respon ibe: el atildlo se consbinara, Su resolucida era, no ya un sentimer to de horror a in vida, sino un deber, dispuesto a cuenta de su suicidio, y no podia él fal- tar 4 aquella fanebre’ cita de la muerte. La ley ‘social y la ley moral le conde- naban a la dltima pena. Y salié del hospital resuclto 4 ejecu- larla con, ihatromento. take. segura el tufo del carbén, acabando asi la. obra por el acaso infeliz de su salvacién milagrosa, EL ©0J0 ILUSTRADO dad “de un principe. pero si tn buen pasar sia. trabajo. con. hol fra o alo para an ber Sct prada 4 sudar ‘at pan, sino. para eual- quierricote vanidoso de a lase media ‘sear podia ostearse un meat ms que dectnte, criados que le asistieran cn su casa, liena de comodidades nunea por él vistas ni esperadas, y hasta per- tai ‘el uso dean carvicoche donde pasear sin incomodidades au Tisiada per ico del hospital, hombre bh vado y-earitaligo, que iomaba muy & pecho tus obligaciones profesionales de ceuidar de las vidas ajenas, comunicd al eriado de Oscar la inclinacién suicida del a gilancia. mo, recomendindole estrecha vi- ~‘Descuide, sefior doctor, contesté el hay ve ado. —{No hay No es eso: en casa nad i easa nadie se suicida. ‘mas? ,No hay pozo? Comoslgs marinaque ota entas ondas flotaste en mis versos, oly rubia g te di los arvullos de todas las fron te df las espunnas de todas las om J todas as flores del Esquiva, negaste a mis volaron las hoj ¥ todos mis versos, ardientes, sentidos, Tompieron tus manos de rosa y marfl 1 BENAVIDES PONCE, En Caracas.—1904 jALAS! Alas, para cantar, como Ia alondra, jimno 4 Ia inmensidad ; Para surcar el piélago celeste, Ebrio de libertad. Alas, para volar lejos, mu espacios sin fin Como vuelan las nubes transparentes De mbar y de carmin, lejos Alas, para mirar desde la altura Los prados verdear, Yel gran espejo en que la luna lena Se ve trémala, el mar. Alas, para mirar como en el valle ‘Se angosta In ciuda Sobre torres y cupulas flot La misma vaguedad. do. Alas, para sentir como el estruendo Del mundo es un rum Tenue zumbido de lejano enjambre Sobre campos en flor. Alas, para dejar bajo, muy bajo, ‘La envidia, Ia ficcién ; Alas, para cernirme con Ia mente Do vuela el corazén. sorargon Josh VARONA, vs labios de coral, en que Ia risa repica su falaces campanulas de oro, pidiéronme aquella tarde una dulce cancién risuefia, que atenuai el bostezo de las horas, = lento y largo. fondo de mi ensueflo la Desde el musa de frente palida—I 0 bacon sus ojos, anegados de angustia_y de sombras, adormecidos en el vago pesar de los recuerdos. Quise cantarle Ia cancién que me pedia, Mas de mi boca fluyeron todos los gemidos del intimo sinsabor. El te- dio de las tardes junt6, en un mismo raudal amargo, galanterias y quejum- bres. Y mientras yo hablaba Julia refa. Reia 4 carcajadas, febrilmente, siniestramen- te, como poseido de un mal extrafio, ly su carcajada cristalina ¢ implacable, EL COJO ILVSTRADO se_mecia, resonando, sobre las flores del jardin y In cancion del agua de la fuente, para subir Iuego, como un Pajaro invisible y jocundo, de infati- gable trino, « difundirse en la pompa carmesi de los cielos, donde el ere- piisculo encendia maravillosas flores- tas de grana. Y el cielo devolvia en colores y luz, la risa exaltante de Ju- Tia, emoria acudié entonces un jerdo. El recuerdo de una vieja medalla, encontrada entre muc- bles arrumbados y cosas es. Te la medalla, de un lado, un grupo, que tal vez explicaba Ia le yenda, para mi indescifrable, del exergo. reja de bacantes.ebrias- 10, ebrias de Iujurin—agitan sus enramados de hiedra y tuercen ‘sus cuerpos serpentinos en impuro ade- min sobre el cadéver de un hombre que sostiene entre sus dedos crispa dos una enorme lira....—Quizds Or- feo, el cantor magico. reece SEMPRUN. edo 4 tus clamores: falta con tu olvido: los hombres son Ingratos y traidores Soy perjura; lo sé; mas no he podido negarme 4 tus halagos turbadores por una sola vez; ti lo has oido? “ven 4 calmar mis dudas y dolores: tii has pensado perderme y entre tus garras mi ternura dejo ‘como una débil flor que se marchita ; no me quejo; vivo triste; muy triste; muy nerviosa no vayas ti d pensar que soy celosa mil besos de tu pobre Margorit sivoco Perfumada de violeta _bebié su alma indiscreta yescritaenhojadelino el veneno dulce y fino festa infil carta vino de aquél amortan felino ‘las manos del poeta; de aquéllapasién secret y fué un idillo insaciable ‘unincendio inapagable, fugaz, aleve, bravio; un Incendio de pasiones ue dejé en sus corazones las cenizas del hastio!. i VARGAS VILA. Era una gltana de ojos grises de cero, Desde e! Danubio taciturme vi- no en un dia de terror y de an gustla, cuando las herraduras det ‘cosaco hallaron su aldes, y vino ‘manchads por la sangre de la cconquista y por la sangre de la violacién, Erré en el infinito de las ca- rreteras polvorientas, cruzé el es: trago de los yermos caminos le- tales, y fatigads, hosca, doliente, liegé un dia a tierra de piedad y de clemencia, Un extrafio sortlegio tenia el metal de aquellos ojos dures: al miratlos, su extrana luz gt sea se rompia en mil chispas trémulas como puntas de dim nutes pufales traldores, y se sen tia un vago y dulce sopor de fencantamiento y de abandono, Era como una sugestin irresis: tible y fatal la que emanaba del misterio de aquellos ojos grises de acero clo al: Habia feria en la aldea. El esp vaje y crispador de las fieras domadas del circa, que inspira repugnancia y horror 4 los organismos afinados y 4 los temperamentos selectos, es para las muchedumbres ignaras fl placer supremo, el éptimo deleite, verda- dero orgasmo voluptuoso que sacude como tun galvanismo la letargia de sus mdsculos bestiales, prende en la sangre el viejo instin to dormido de la caverna y del silex, y la hace regresar de un golpe 4 su jerocidad ancestral, indomada ¢ indomable. En la barraca, al través de herrumbrosos de las jaulas oscuras, se desl zaban las torvas siluetas dgiles de los felinos y el tosco plantaje de los tardos plantigrados. En el centro de la jaula reposaban_pléci Gamente, soberanamente, dos soberbios leones africanos. Agitaban las colas rojizas con aires Ge fastidio real y sus rubias melenas triunfa- les caian como un castigo de oro sobre los curvados dorsos formidables Més alld, en el recato de un rincén anegado en indecisas pe. rnumbras borrosas, un oso pensativo se echaba sobre su cuatto traseroyy hundia las garras defor mes en su pelaje astreso, rezongando como un ebrio en la modorra, Los ojos igneos {ul Jos. barrotes CUBNTO ZINGARO ian bajo la noche de lot capotes adustos en 4 los que eho y de matanza las frentes de los tigres ovlentales, tuna ansia sin colmo de ponia violentas crispaciones bellas en las mus- culaturas homicidas, y las manchas de las panteras bengalies se derramaban como encr- ‘mes roses muertas en Ia seda milagrosa y cambiante de la piel, fina y volupta como senos de mujer. tun collar legendario ondulaba lentamente la Radiante y policroma como escamoss espiral de un boa apacible y su aguda lengua bifilex entraba y salia como un esto- que ensangrentado en una herida siempre Un elefante resignado, casto y pa- describia.cfrculas abierta, ciente come un germano, y trazos cabalisticos con la viscosa trompa serpentina, y un viejo gorla de nervudos miem- ‘bros atléticos saboreaba con glotona delicia su risa. concupliscente La domadora entraba 4 la jaula, ijaba los uros ojos de acero en aquel hibrido sena- do de fieras y al mandato de su conjuradora se juntaban en éxtasis los leones abisinios, los tigres indios, las panteras ben- alles, el oso del Ural, el boa nigricio y et paquidermo de flexa antena viscosa, sumisos y aténites, como aguardando el fallo de un destino supremo ¢ inexorable. Et gorila no obedecia. Antes, lanzaba 4 la domadora el reto de su mirada tore, pren- ia de centelleos extrafos y saboreaba con lotona delicia insaciada su risa concupis- cente y simia, lena de deseos imposibles ‘mirada Era noche de fiesta. En la barraca reso. rnaba un clamor de alegria. El vino turba- or habia soplado su lito de fuego en los rostros Jubilosos y la locura sagrada de la ba- canal himnaba madrigales y anacreénticas en las copas hartas y en les labios sedientos. Era noche de amor para la gitana de los ojos arses de acero. En las jaulas silenciosas las fleras dorméan Un sordo estertor confuso gemla més allé de los barrotes herrumbrosos. Sélo el viejo gorila velaba. Detras del enrejado de su pri- sién oscura tenia fija la mirada sin luz en la bella domadora, ebria dela doble embr guez de deleite y de vino. Pero la centella fextratia de lujuria y deseo se habia apaga- do en le faz de aquellos ojos arcanos, y la lotona risa sensual habia huido de aquellos graves labios enjutes, erispados por un ric- tus feroz de amargura, de celos y de odio. Las nervudas garras del_mo- no oprimian los ferrados barro- tes, temblando con vibracianes fibrlares, recorridas por oleadas de espasmo, y Ia jaula se es- ‘tremecia y palpitaba como un ‘cuerpo animado. La fiesta dionisiaca agoniza- ba. Una larga sombra medross, luna -mévil sombra. pavida, se proyecté de stibito al fulgor des. vaido de las bujias moribundas. La horrible aparicién entré en Ia sala y el Pénico paralizé los ‘cuerpos y puso el hielo de la ataraxia en las almas enerva- as y atinltas. Todos los co- mensales miraron sin ver la enorme sombra espectral que se acercaba y nadie os6 detener la mano inexorable y decretoria de los destinos que van & cum- plirse. La sombra dié un alarido siniestro y de un salto cayé sobre la domadora; dos garras agu- as como Jabalinas la oprimieron en un abra- zo hondo y mortal que le quité el aire y Ia luz, y aquella llama concupiscente de los jas, aquella lotona risa venérea, centelles por un instante en la faz simlesca y trégica del vielo gorila su reto postrero. Un circulo de violetas crueles florecié en los parpados exangies y marchitos de la gi- tana, en una aureola de agonia; diez rubies rmortales temblaron en el cuello opreso y ba Jaron sangrando por el raso jadeante de la piel de los senos, y cuando las garras hom cidas no oprimieron més, el fragil cuerpo ado- rable cayé como un gran lirio tronchado. El mono estaba transfigurado. Dirlase una terrible divinidad india cumpliendo un rito im- placable en el misterio sin piedad de una pagoda de Siva. Un dics de venganza y de expiacién dando el sltimo golpe adverso sobre aquel triste destino, que la herradura vio'adora del cosaco ‘empujé en el exilio sin retorno y sin redencién. Después, miré, al claror desvaido de las luces murientes, aquellos ojos grises de ace- ro que ya no radiaban el metal milagroso de sus mil chispas trémulas, y el viejo gotta tr. ico lloré su amor imposible, eux TINOCO. 1904, La Academia Nacional de la Historia, presidida por su Directo Eduardo Blanco, actual Mi truccién Pablica, eligid por unanimidad de votos, el dia doctor don ‘0 del corriente mes, al Andrés Mata Individuo de Numero de la Docta Cor poracién, para ocupar el Si- én Letra G., vacante por nto del eminente compatriota doctor don Mar- tin J. Sanabria, politico y di: plonuitico que consagré sus grandes aptitudes al servicio dela Coso Inusrnano celebra como propia la brillante vie~ querido por s de un colaborador prendas personales y dis Linguido por su allo talento. Aplaudi po el acierto de nos al mismo ti} Academia, pues Ia eleceiin de Mata no mente solo expres cl el cespiritu de ju cn In Honorable! 1a ratificaci de que saben herma trechamente, en el seno de todo noble ideal, las dos ge neraciones literarias que dig- namente vienen enca do sus esfuerzos a la mayor gloria del intelectualismo pa- trio. EL ESPIRITU EUROPEO EN CHINA Ha sido solamente en el transcurso del eve que la Europa se did por medio de De ello se sorprendieron grand Pacilistas resucllos, tes por esos hon es denominabs bres. rei houng-mao-jing, que a hombres de pelo ‘al a nrse ante la fuerzs Pero EL COJO ILUSTRADO Progreso europeo se compra gue He istro de Ins- la pee eres: . Ho, por la eee Feelamente dependi tse! Mon fh aquelton d 2 En st estrecho cerebr baros.» 1, por la aud Fopeos fueron. t 3 p 1 por el oplo, gue por los puertos, legaciones en la ea- f con fi sndas go cmpre_derrotados, tos rin por ela 0 deb nperial. Los eu- ndole gusto aqui ad _misma de las ope- ron a codiciar «lo S que no estaba ‘soberai or ada, no era per- tan arlisticamente onga feta, bri. ado, Yomper can ia tdi cion’ de los’ Panglds_jerarquizados, tan rmemente convencidos de que, desde i posible en el mejor, de los imperios posibles; en una palabra, Ia ‘clase de los. letrados. se ha- bria denuneiado 4 si misma, en lo cual no habia que pen= la China pert e semejan- 2 ia, 6 mas bien, pedantoci que aeapara toda autoridad social por el sistema de eximenes, sera imposible todo progreso, ine terlor Ovexterion, He a a adera difculiad tones no difern jo expiestos. por Tos mas os vigjeros: M. Garb, general de Belgica, dic pueblo no comprende. nada de las Innovactones que algunos de sun. eles adminis die ts an sa dle elloes ham im Ta adopetdn dle esas ideas yde esas cosas.» : Toles pal el ajo de «Irutds secoss produ ido por los. examenes, em= harasa la vida social china y hace frente ‘i todo progrescy toda Innovacion:faleatego- ria. social, pretenciosa, van dosa, «canalla literaria» como dicen los Goncourt, comptestt de todos los a= dos de la ambicion y dela vida, se rolls ifaliblemente "en los paises iacion demasiado vieja, ew done Sal abardonando ade los diplomas y de los exi- omprende ‘como el ardien- ixino por parte, los. espi- ullos son. 438 hace todavia i Zuropa pretende ort er aie ‘h cada para evade la poputosa vida del Celeste Hombres osados ys la par, como los misioneros y en especial Tos Padres jest el pel Ta masa s europeas, diestramente presen tadas. Poco ha fallade para el. éxito. EL P. de Orléans, en su Historia de lox dos conquistadores (iértaros que hun subyu- gado d ta China, refi que se efeciuaron a fi Adam $ no de los fuinda- tual fos mismos bajo todas las latitudes Sse cupan de las mismas.cvestiones fi iientales. Adar crédito 4 ha nn historia, Khang-Si-era un Socrates eon los ojos {in acaforadamente. acer hhumano.y la inmortalidad dels Comoe Bade te dese respi st punto de convertirse: semejante dee Be ese otro C gu Diseu- del. destino buen Topica. que nente enfmornde Apolabras del Sutor) «muy d Feligign ancestral» y ells sin dua. ise Ponda de razanes ‘proh Eonvineentes que. lay de: los bu ares, puesto que. las de. éstos f Nidadas amablemen tar a Pascal, otro a Si la navia’ de tis ‘cotta, babria eambindo a fed tierra.» os misionetos calios no conse raron perdida la partida. Perseve Sion sido dade entonces sino 0. pacienie. martirologio: a Francia se” hn declarado.protectora de Ins misiones: 4 este respecto. ha. astm do, ‘por una voluntad seclarada y" rele. Fada’ ante todos los. gobiernos, ana res: Ponsabilidad que apateja- una’ carga de Blmas, Hay ceren d'un millon de eatd- 3 iistribuidos ens diversas pros Nina eel, ie milliptes hospitales hasta ex istantes rincones del Imperio, han dato dconocer eh nombre, Id acc toridad de" nuestro. pals; prepar a huestros exploradares, nue fra pare, se acercan en cuanto és po: lel aliva” de aquelpuchlo eng co. En ello se observa'cl hecho tivo, a pesar de tan espantos fades, de que deade silt radia la E para el mando enter Figen desde hee ecw Duran civil me haw prestilo. un elo especial, por medio del canon tram helo Comp y Convenes, pes, ie se Tes del eitentavio, sigos de la tara, propietario deb thd) que desdichadamente, les hieieron perder sus diferencias faestinas¥ h ede disposi Br A mediados del siglo « Lerrible revolnci6 je. Ahora bi revuelta, el famoso Tien-Te, “enatura- le roclamaba «her= jenor de Jesucisto.» Trae jefe de la sus banderas ideas que propagab cs fac nes tomas ore kre sud los dogmas ehtianoe, Detendis, Sobre todo, ‘una coneepelon eminentemente.aniittica ie la antigua Flosofia china, el monotelsmo.Tnvocgha iene y segtido por turbas mensas. Por mucho. tiempo tuvo en j que it Tas tropas ‘del Imper cesitd nada menos que de estratéyiea de Gordon y de la lenacidad de Lil i para acabar con st formidable rebelio Otro hecho. En esa Corea, feliz yt 4quila ‘como. su manana, ah ins disputas europeans se hubi mado A ella, se. co Centenns de ite ta de. fos jente. Pero, he Sociedad, por 4 mejor dicho, I del Oriente a een comin; we Fea 0: irianse’ los col tiva Iglesias medio de una puniflen para completar in se hace por la, que no es, en sitina, tismo, ‘A creer las dltimas. informaciones, el mo 10 ‘Thonge-Hacks es hostil & Ja ocupacién japonesa, Acaso un. dia egw tuna fuerza de rene sen toro de la idea toxio aso, Iv analogia es a to me- nos. singular, entre. esos hombres ‘del Mediouia y esos hombres del Norte, que en ambos” extremos del Imperio. abgn- donan ia filosofia tradicional ya pres= ta als concepsiones de ed «tian ojos,» tanto. tempo maldecidos, rept. diadés y martirizados! > Por todas partes el pasado se derrum- la ruina intelectual, como ial, En compen evo sopla. tireula. sobre Tlanuras y-aquellas ins e tle donde Lo q at" porven tun pasado en ilo’ st parte m1 HANOTAUX. A José Santos Chocono. as desnudo, en una estrecha curiara, se destiza por el tio, dejando atris el viejo caserio Ing claras mientras tiende ei iaino. con certeza y brio, reo ia enhestada Mecha. 'n cardume voraz, alzando espumas, del hondo abismo In corriente alters vibra el arma fatal ornada en plumas; Yalsacudir los monstruos sus.ien colas, surge un hervor de sangre, cual si hubiera estailado un volein bajo las olas a PEREZ, Maracaibo—1904, a LA RANA DE ORO Duerme el cristal det agua en los jagieyes, yante su linfa languida y tranguila, el rebafi frenético vacila de los sedientos y asombrados bueyes. iden al agua los araguaneyes sus copas de oro. Y sobre el agua oscil, tun ligero temblor de épalo y Ila, ‘como en el manto de suntuosos reyes. Y en el jagiey trangullo donde enreda, ¢l limo verde su tapiz de sede, yhunde la trompa siibunda et toro; todas las noches una estrella errante, al mirarse en el agua vacilani finge una rana fugiva de oro, ‘A. FERNANDEZ GARCIA, 1904, MANIMO SOTO HALL. cosn de diez Lusi naveral ear faga pr " sicas y perfumes pas6 por la fre de ba Ay Mevando de una repiilitiga a otra como de un colmer otro, bajo el toldo verde de mil guamos cn flor, las ab In miel de mucha poesia, Neg ron hasta nosotros las primeras Jones de Maximo Soto Hall: n canciones de amor la mayor Versos impregnados de esa mclancolia dolorosa que es Ia pos sin de toda adoles Las pr meras canciones de todo poet son lristes. ;Por qué? Acaso por quela_musi en sus primeros pu prosa de la vid: apena por la vulgari- nte; acaso tal vex por ‘onda mis pk de la cuerda mas templada su nota mis fina. Y hay entonces eldeseo de aqui yacendr se: la vida no ha Hegado atin con su carga de dolores, como Jos nombres que sobre los pétalos de sus canciones volé con prestigio por Amériea fué el nom= bre de Soto Hull Rubén Dario, el mago de Ia lira lo saludé enun soneto; y deaque: a época de su vida literaria que- davon en las hojas de los periéd cos de las principales capitales de \ériea, como mariposas azules, y claveles rojos, muchas rimas Aquella primavera intelectual Hamé la alencidn de los directores de la politica de su pais, y fue Hamado a desempeiar tun cargo diplomatico, como Secretario de Legacién ante Inglaterra y Francia, donde se su espiritu y erecié y aquilaté su personalidad poética, Ia cual constituye hoy una de las glorias mala, su pais na- I fué honrado con honorificas, ser miembro del Ateneo de Madvid. De regreso 4 su pais ha sido dis- tinguido con importantes cargos en Representacién Nacional y en otros ho- hhores puiblicos. Ulimamente desemps tacion diplomaticn de Gi en el Nismo. De paso por Yen Soto por los mais notables capilal, como si uno la Represen- all fae obsequ de oro de los versos y de los poetas y escritores de que se enor- gullece el continente. de la Historia, n alencidn a que el seiior yeas edie’ un bellisimo soneto en el glorias de Boli de Bello, le ha ereido merecedor de_ se Miembro Correspondiente suyo, en Gi distinguiéndolo con este no seguramei oto Hall bramiento en una de sus iiltiais sesio~ Como bs te con su 10, siempre cons fiteraria de enaltec sonas que en Ame lo y por su pro: deber de I is, al pie del re del Poeta Soto H EL JURAMENTO Hay todavia en Calabria quien recuerde el nombre de Saverio Bruni, un bandolero feroz, natural de Longobucco, La historia no habla de él, y es léstima, pues Ja vida de Saverio Bruni es un verdadero ro: mance, dramalico, original, tnico en su género Latta Rosa, una buena viejita que nos vid nacery crecer.y que entregé su alma & Dios 4 la respetable edad de ochenta y siete aos (entre paréntesis,jno le faltaba nl un diente!), recor: aba, una por una, las hazaAas de Saverio Bru: 439 nl, como yo recuerdo, una por una también, mis travesuras de chicuelo iCémo ansidbamos, en las largas no: vernales, mientras la nieve caia abundante, que la tia Rosa empezase & contarnos sus historias de hadas y de bandoleros! Al principlo se negaba, diciendo que tenia ssuefio 6 que le dolia Ia cabeza; pero nosotros Insistiames tanto, que, por fin, cedia y..... ontaba, Entre los varios episodios que nos cconté la buena tia, uno sobre todo usd impreso en mi memoria. Una tarde—una hora antes de la oraciéa,—un hombreestaba parado, in- mévil, en el medio de un sendero, ex cavado en el corazén de la montana, ‘qu2 conducia al molino. Era bajo, grugso, barrigén, con dos ojos pequenios. “pero vives, brillantes, feroces, y una larga barba de fra expuchino. Las cintas de terciopslo de su som. borero 4 la cirhunr, inclinado hacia un Jado, fluctuaban, movidas por la brisa vespertina, sobre la ancha espalda 21 bandido que, mientras estrechaba con Ja mano izqulerda su fiel escopeta, ha- cia corer entre los callosos dedos de Ja derecha las cuentas de un grueso resario, del cual colgaban media do- cena de medallitas de plata y de bronce Pues—hay que hacerle justicla— St verio Brunt era un bandolero eligiosisi~ mo que rehuia el oclo como su més ‘mortal enemigo; y, en efecto, cuando no se ocupaba en matar 4 alguno—lo que sucedia raras veces—se entrete nia en rezar el santo rosario. Aquella tarde parecia mds pensative y siniestro que de costumbre, y tenia sobrada razén : era e! aniversario de la muerte de Peppinella, su esposa, 4 quien él habia estrangulado diez aos antes, por la simple sospecha que él concibié acerca de que Peppinella no habia sido in. diferente dlas miradas de un joven pastor. {Al primero que encuentre, aunque sea mi padre, lo mato! habia dicho, aguel dia, Seve: flo Bruni Y mientras esperaba, derecho, inmévil, en medio del sendero, murmuraba: «Padre Nues- Pero, como si lo hicleran expresamente, ni ‘un alma aparecia por ei camino de la montafa. —iNI un perro|.....«Padre Nuestro que estés enlos cielos.....» Sin embargo, es por aqui por donde se va al molino, y alguien deberia venir.....cSantificado sea el tu nombre, venga 4 nos... jAh! jPorla Virgen! ; Aqui viene ! Ycon un profundo suspiro de satisfaccién, mientras brillaba en sus pequefos ojas un rayo de odio, Saverio Brani esperd, estremeciéndose por la impaciencia, a su vietima Desde lo aito del sendero bajaba lentamente, etrés de su asno cargado con dos bolsas de. 0 EL 0OJO ILUSTRADO Se trigo, un molinero de Saw Giovanni in Fiore. Caminaba cantado, 4 media voz, una cancién calabresa ; tenia el aire de un hombre fli, Cuando el molineto se hubo acercado 4 Sa- verio Bruni, dste, después de mirarlo deteni- amente, se mordié un dedo, en medio de ex- clamaciones de rabia {EI que adelantaba paso d paso hacia la muer- teeraTitta Greco, un amigo suyo, més aun, tun querido compadr Titta, & su vez, reconceié al bandido:; pero ‘su cara, alegre y sontiente, quedé inalterada. Saverio Bruni, el hombre que hacia temblar & toda la aldea, cuya cabeza habia sido puesta & precio diez mil ducados!—no podia inspirarle temor alguno; era su amigo, su buen compa- ‘dre: y no pocas veces, hallindose en apuros. el bandolero lo habia generosamente ayudado, —Buenas tardes, compadre Saverio, [No hubo contestacién. Gon as manos cruzadas sobre Ia boca de la escopeta y la barba apoyada en las_manos, Sa- verio Bruni contemplaba al molinero con aire ‘compasivo. —Buenas tardes, compadre...gNo me con: testas? gQué te pesa? ¢Estds, acaso, resent do conmigo? —iTitta!~ dijo por fin el bendido, con una vor.en que se notaba cierta conmocién,—4 qué mala estrella te trajo esta tarde hacia mi? —EQué quieres decir? No te comprendo, queride compadre. . —iQuiero decir que estis destinato a moric! EI molinero, al cir estas palabras, miré con sorpresa y terror & su amigo, mientres, instin tivamente daba dos pesos atrés. iA motit! @¥o? isi! —Pero, quieres burlarte de mi. =Ni lo pienso. —g¥0? gtu amigo? tu compadre? Si, si..-lo Juré,y lor juramentos son sa- grados para mi: «al primero que encuentre, 2unque sea mi padre, lo mato»... Ves, pues. El pobre molinero comprendié. que estaba perdido; y sucara, tan alegre y serena un mo- mento antes, se volvié palida. . Sucedié un profundo silencio 4 las sitimas palabras de Saverio Brunt: sélo se ofa, fas ramas de los castafics, un ruido de sun gorjeo de pajarillos. De sibito el molinero cayé de rodillas & los ples del bsndido, y, con las manos cruzadas sobre el pecho y_ los ojos llenos de lagrimas. fempers 4 rogarle y suplicarle desistiera del te rmible juramento. ‘sus cuatro hijos, el ultima de los cuales elén nacido: y dijo que él, Tita, era el. tnico sostén de la casa pan...y tantas y tantas oi brian conmovido @ una piedra, peroque no con- movieron absolutamente nada al feroz € inflexi ble compadre. ..A cada frase de Titta, no hacia ‘mas que contestar entre las y Le habié de su esposa, de que, faltando él, faliaria el cosas, que ha He jurado! Vibré por fin alguna everda escondida en su ‘eorazén, por mds que aquel co:szén estuviese ‘endurecido en el crimen; pues, golpeando el hhombro del molinero, le dijo: —Te hago gracia de la vida. . Eh? ;Oh! ; gracias, gracias! cia yo que... —Esperaun momento, no he conclude: debo, sin embargo, cumplir de algin modo el. jura- mento, te cortaré las oreja. ‘Las orejas, has dicho?....es horrible... quedaré peor que un animal, no tendré més ‘cara de cristiano....Pues bien: si, paciencia; se puede vivir sin orejas. Después de todo, para 6 sirven? EI bandido sacé del cinto unatilado cuchillo; luego, agarrando con el pulgar y el indice de la mano izqulerda una de las orejas de Titta, la bajé y acercé el cuchillo para cortarla, Pero instantineamente se detuvo, y, dejando la orejalibre —Compadre—dijo.—jeres salvo! hj gracias, gracias, compadre mic Estaba seguro de que, por fin, me tendrias lés- tima. ; Qué diablos ! gsomos 6 no compadres ? —No creas; eres salvo porque, ahora lo re- ‘cuerdo, no fulste td el primero & quien vi.. {No fui yo? equién fug, pues? El asno, — 281 asno? —Eso es. Consuélate, pues, compadre: es el asno el que debe morir y no ti Titta se rascé la cabeza, diriglendo al mismo tiempo una triste mirada al pacifico animal que olfateaba tranqullamente e! pasto, con sus gran- des narices abiertas....Luego, cayendo de nue. vo de rodillas, con sibita resolucisn, ofreclé sus orejas al cuchillo del bandolero, diciendo: —Corta, compadre....Prefiero mil veces pe der las orejas que el asno, que me costé vein- tlocho ducados. Saverio Bruni sonrié de un modo extrafo, , levantando la escopeta, apunté al asno. —iSalvalo, compadre!—gritaba el pobre Tit ta, con las manos tendidas hacia el bandido,— ‘me costé veintiocho ducados, sin contar... Dos detonaciones, casi simulténeas, cortaron la palabra en los labios del pobre moliner. Yel asno cayé tendido al suelo, junto con las dos boleas de trigo Bien de- POSTALES pare Grate Noblot Tu nombre, cual tus ojos turbadores, hace surgir en la memoria inguieta, del italiano sol los resolandores, Ia choza de los pobres pescadares y la infeliz amada del poeta » BETANCOURT FIGUEREDO, Ii de julio de 1204, La Victoria Lo rare de mi estrofa no te asombre: {quisiera yo para escribirta nombre de Ia violeta el perfume aristocrético, del lirio a blancura y ta sutil nobleza ; de la gardenia el espiritu roméntico y det Iys, flor doliente, a tristeza. Jo VARGAS VILA, DE ROMERIA Por la selva enorme de la vida paso Tentamente. Llevo fatiga y pereza. Sobre la montafa tiembla un brillo eseaso, pero ya la noche teje en el Ocaso su abrigo de sombras para mi tristeza, ‘Traigo en las alforjas muertasilusiones, ‘esperanzas mudas, sazcasmos bufones, alenjos y mieles, filtros y ambrosia, yun amarillento libro de canciones (que 4 mi juglaresea juventud servia Porque en los recodos del sendero, frente 4 senos que ondulan y ojos picarescos ‘canté suaves cosas; y amorosamente papel, de mi libro de estrofas a Feliz ti, poeta !—medito un momento y surge en la sombra de mi pensamiento la visién de un dage! luminosa y blanco. Dile que un alcdzar es mi fantasia donde hay un rey hosco, que es el Desengaio, yuna reina amable, que es Ia Poesi yel Dolor, un principe medroso y hurafo, yuna dulce infanta, Ia Melancolia. Dile que 4 ofrecerle salen, estos dones, de mis regacijos y mis desventuras estas joyas viejas, son ‘mis canciones estes rosas tristss, son de mis pasiones ; esas claras gemas, son de mis tern Dile cue. Suen bardo sigue tu camino; yarno canto nada, soy un peregrina 4e alforjas rafdas y empolvado traje, ¥y slo el recuerdo de un amor divino ‘me sostiene como mi boréén de viaje. wom 0. URBENA., México, 1904. Se ha llevado a los Invilidos el cora- z6n de un simple soldado. ‘Aquel sold: Hi dejado untibro, desgraciadam coneluso, sobre los Origenes Galos. escribirlo, le fue necesatio comparar cua nla y cinco lenguas. Ese soldado era tun hombre de pensamiento, un cerebro Pero la nacién no ha recogido sino st gorazén, glorioso, precioso, adorado. € inestimable, porque es el corazén de La Tour d'Auvergne. Seria imatil resefiar la ceremonia. La moral de lo que voy a decir es mis ele- aa. En frente del Honor, tos honores cen lastinnoso papel... Dejemos, pues, los discursos offeales y hablemos’ un bella, que pudiera (9 de Phadas Teofilo vernge, Este descendicnte de Turen ‘dereclamar un puésto en la corie 6 tun regimiento, como'se lo permi gran nombre, se enganchd. como sim- Pie soldado en el ejéreito francés.” Hizo la campatia de Savoya, en 1792, en el regimiento de Angou: Iuego. como eapitin, rigid una de fas compaiiias de inguardia lel ejército del Sur. Esta columna, de- nominada la Infernal, habia adquirido el habilo, cémodo para'las otras, ‘de com- promeier sola la batalla y de ganarla por completo, aun antes. qué_el resto de’ la brigida Tiegase en su auxilio. Ese capitan La Tour de’Auvergn ranaderos_que formaben la un hombre ejemplar, bueno con feriores, firme con sus. superiores, justo con todo el. mundo y” duro consigo mi fo. Jans bebla vino. No famaba, "No jiraba nunca. Apenas dormia, porque ‘cada hora de sueto le parecia robade al tatudio, y habla hellede el medio, &fuer= za de energia, de_emprender un libro fagregando una pagina la. precedente, crdnvez que podis, entre des betalla 4 la lus del fucgo é¢ ea Sentado con sus ca en torno de un débiltizén, oq o dee hrellos blancos'y dé rostro afeitado, es La ir d'Auvergne libro abierto:*Tito Livie Bara suri au taj devgarado, int rrumpe la lectura y-saca de. su. tnochi in.-porque aqueloficial porta mochila, — hii, pad y una aguja. Cuando termine abajo, otro Te espera. Serd memo: alla; se hard eseriba. Porque, siendo Jgnorantes los soldados’ de aqueila épo- ca, es 4 80. viejo camarada’ La. Tour Auvergne 4 quien se cribirle a sus familias; unos a otros a su hermana, los mas jévenes su prometida. Aquella hermosa vida, tan modesta en ‘campafia, tan pura en ia guarnicion, y aquel valor militar probado cien veces, debian ser, un dia, ‘recompensados. La Repablica francesa, por volo del Comité de Salud Pablica,’ nombra & La Tour d'Auvergne coronel del regimiento de Champagne, Qué hace aguel hombre, aquel héroe ? con su despacho en Ia mano, conva- ca sus granaderos —Camaradas, les dice, os he, reunido para consultaros. A-veces os he dado bne- hos consejos; hoy, es preciso que sedis ‘vosolros quienes me den uno. El gobier- no acaba de enviarme un despacho de coronel: ;debo aceptarlo? ‘A aquelias palabras,—que son histéxi eas,—los granaderos bajan Ia cabeza, si lenciosos, y algunos vierten lagrimas. Por fin, uno de ellos hablé: i, nO €s que pensemos que no merezcas ese grado. Sse con sallase & todo el ejéreto.reunido, se te aria un grado superior, porque lo me- Feces desde hace Wlempo. "Peto nosotros, si td nos abandonas, perdemos nuestro padre. Pues bien, hijos mios, contesté La Tour d’Auvergie, queria vuestro consejo; voy, en consecuencia, & seguirlo. Y rehius6 el despacho. a2 EL COJO_TLUSTKADO ‘lades, con aquellos zuecos se reliré el capitin. La Tour STAuvergne 4 sus loves Se reliré & Passy.. Tenia alli por vecino é un compa iol, 4M. Lebrigant, ‘un ide gran izon y de ideas generosas. ‘aquel reliro amnistoso. y hiew conquistado, entre dow disertaciones. bajo el. empa- Tiado, volvi6 4 sus Origenes Gatos, en los cuales trabajaba con ardor, cuando th ana M._Lebrigant sento diciendo Ha sido de nuevo decta rada la guerra! Mi hijo deb EL hijo del sabio era un Joven de salud delicada y de even €8 eh unico hijo Eid ‘ien. ‘Conservad ‘acai hijo, amigo mio. Yo MInmediatamente hizo un paquele con sus ropas y sis Ianuseritos. in Y alla va aquel anciano, jue en. un momento sacri He yovida sus estadion, su repoto, su salud y su grado. Va"como ‘simple soldado, como eh joven a guien rem: plaza, Sera herido patinari Enel Todo, y rectbira, sobre tos ridones ta vin glacial ndra Mere’ dormfra en nadvigueraa;pasara, los var dlos con el agus al vientre nnd hambtes tendra sed; comer, at balla en los came pos, paiatas erudas, que [era Con polvorn "6 ram heard, como. Tax bestia. Ya wo tendra el derecho de He- ellos blancos! S helo solo ann, eo ci ente’ de ah tugurio, er dicho adids sos gon, porque. lo exlorbe ian aus tag pcs sae famnos fo que le ha dado. Bona parte, al extremo del hos: (ou que leva al” hembra, baacula un eda de cons Cuando el ejército bio le ve apare- filas se extremecen, nos se levantan; los tambores baten diana... Aquel hombre tan desinteresado Pedid to que querdis 3 de una conmovedora modestin. Cuando sada, un division ? oo el Primer "Consul te remitio. cl deerelo ‘did. sublanea cabeza, Dolor | El d de messidor del aio VII, que le conferia el dictado de Primer yra- pero como pobre y vivia con la también baten los. tambores, pero ba hhadero del ejercito francés, solo else aft. holsa abierta, dando.su racion & la com. un erespon funerario, De is going pala, “mird. las gruesas tists de paja Obethausen han levantado el cuerpo del uuno solo de los granaderos que cubrian sus pies heridos. grunadero, y su sable, desprendido de ido. contest6, que no merezea —Deseo solamente un par de zapatos, Su mano rigida, es suspendido 4 las bO- le dijo al Primer Cénsul, vedas del tempio de Marte. le de una Sele did lo que pedia. No zapatos de Su recuerdo. permaneci6 viviente y es- batalla engue se habia distinguido, Bona- oro, como los que envian las hadas de Ia plendido, La 40» semicbrigada, en le que parte se detuvo delante de ét leyenda, sino zapatos campesinos, zuecos hubia servid y combatide. taritas veces, —l.a nacién y la conciencia os deben de fresno, Y, cuando cesaron las hostili-Ilev6 publicaniente el corazén de La Tour EL COJO_ILUSTRADO Auvergne enel extremo de su bandera, encerrado en una eaja de plomo. | Y aquel coraz6n sagrado, que los enemigos podian ver, tuve'el orgullo soberbio de aisistir atin las batallas, de oir alos obu- ses silbar 4 su alrededor. Su memoria no puede mor siempre,_ siempre,'tan puro, tan noble, {an fresco como otras veces.” Su apoteo: 19 hha esperado los honores de los Invélidos, os ministros, ni sus discursos. Hace tiempo que sus hermanos, de mas Ia comenzaron. La Tour d'Auvergne tiene sus sacerdotes. Cuando yo era ca- bo del 469 de linea, asisti a las ceremo- nnias de ese cullo heroico. Hé aqui la mas conmovedora: Cada mafiana, en el patio del cuartel, cuando estaba formada' la compadia, in: miévil y silenciosa, el eapitin de servicio ordens’: —Cabos! Llamada!.... Inmediatamente, el eabo de la primera escuadra presenta’ armas y alzando la ‘or para que todos la oigan, grita —La Tour d’Auvergne!. Como sian viviese. estuviese alli. Aveste nombre, el primer soldado de la escuadra da un paso al frente y con- testa reglamentariamente : —Muerto en el campo del honor! En seguida continia Ia Hamada. Y eontece cada maiana, desde “hace ien afios. Cuan pequefios sois ante eso, discursos oficiales! Vivird -omo si atin Es porque fue un bravo? Es porque aslalio Ins grandes batalas, por'le que aquel hombre, desde hace un siglo, es- tremece con su nombre los corazones? No: es porque representa cosas mas. al- tas, absolutas, fijas, eternas Si se pudiese presentar al Universo co- ‘mo bandera la capa de San Martin, quie- nes vendrian @ admirarla y 4 hontarla? Les catélicos. ero sie pudiese presentar al mundo Ja pobre bandera en girones de la 40+ semi-brigada y_explicarle por que lleva, uspendida al asta, la famosa ‘eaja que encierra el corazén de un humilde sol- dado, afirmo que el universo. entero, Ja vista de ella, seria presa de una tesea emocién'y se lanzaria 4 acl quella reliquia; primero los crs ‘en masa, luego jos musulmanes, Ios. bu- , los felichistas, los pantelstas, los as. os mormones 9 Hes Tos itd jue adoran el fuego, y los necro- fue adoran Ia muerte! Todos fos apasionados dela irra exclamarian en st lengua —Ahora que sabemos lo que ha_he- cho, proclamamos que ese soldado es una maravilla humana. No pertenece sola- = perlenece ; es del mundo, La humanidadentera lo recla- ‘ma, para hacerse honor. El justifiea la creation dl hombre. No es dn nombre ra una sola capilla ; es un santo de la Grande iglesia universal de la abnegacion ¥ dela virlud! ‘Ouonous DESPARBES. ‘AUN RUISENOR CAUTIVO Ruisefor, fortuna tienes, vas 4 poder de una dama fen quien el cielo ha vertido el tesoro de sus graclas. Para merecer la suerte ue los cielos te deparan y alegrar sus dulces horas, canta! Mientras en su hogar tranquilo luzea el sol de la esperanza; ‘mientras no conturben penas la placider de su alma; mientras todo la sonia, 1y por doquiera que vaya Dios la colme de venturas, icanta! Mas si alguna ver su pecho ¢l fiero dolor traspasa YY Sus clarisimas ojos rnublan légrimas amargas, rulsefor, mientras no temple sus furores la borrasca, ‘mientras el pesar la afi, jealla! © NUREZ DE ARCE “ EL COJO_ILUSTRADO "EL DIVINO CIEGO mal, lo confieso, casi tan mal como un azul; pasad por esas fuentes monumen- = inglés con su gorra a cuadros, que lee el tales de que brotan las aguas més bellas Groza el augustoancianoque, de islaen isl, lleva (on la embriaguer del him, 1a magia de la lira, Gual un mendigo pélido que et Musageta inspira, (Que sabe de infortunios y en et dolor se abreva. Cuando sus grandes oes a firmamento eleva, Como una voga aureola sobre sus sienes ira EL grito de los Heroes en su cancion expira, [La brama de los alos sobre su frente nieva.. ery, si triste y solo va por el mundo errant, i abandonado y ciego, resrre suspirante Por asperos caminos, su misera Jornada: Sobre los muertos siglo, como wna inmensa not, $0 nombre eterno vibra, su nombre eterno fla, Ymas que el bronce, duran los eantos dela adal xoroLve DIAZ, RIMA Arbol de mi pensamiento, Lanza tus hojas al viento Del olvido, (Que al volver las primaveras Harén en ti las quimeras ‘Nuevo nido Y saldré deentre tushojas En vez de amargas congojas, La eancién Que en otro Mayo tuviste Para consuelo de triste Corazén souks DEL CASAL, CUERDOS DE ITALIA que he gozado ple ies; de lus bellezes ate ela alicia lvidedo yi menudo bdo 7 ate proporci ieratextua del ieeate tap fe Poe a nesecre que tun rara_ vez evoro Wolas cots coses Bells que. lanlo amivé de puso’ es ire tempos T Mba sete Bastant siento, pene trado jente. Hae anos ats estuve en Roma y hoy no po ia decivos bien. mii Impresidn, que fue ‘embargo abrumadora”al entrar en la 1 Pedro, en tanto que pue do pevfectamente hacer surgir ante Vos. Cuarlilla- de papel, un tsl'y como era facia, y esto con el agregudo del tiempo que hicio, la hora que era, en fin, eon todos los detalles, ast las pequetas nubes A fac sobre el il Net dal re tiseulo vespertino, la extremidad el Errabal, como la corona de velas de dera pinta, que sonaho a impulsos del Siento de la noche sobre Ia tieuda de ul- tramarinos Entre mas vivo, mis me convenzo de que s6lo puedo hablar’ de lo que conozco bien En Venecia, 4 Ia cual amo infin te, a la cual Ke ido dos veces; en V cia, en ese pais de hadas, de ensueio y te silencio; en Venecia- quien To. ere- feral—hice versos a Vaugivard! Por lo que hace 4 Roma, Ia vi may Biedeker sobre el Pincio, enfrente del sol poniente. "Sin embargo, de all traje ia sensacion—bastonte. Msonjerade_ mt arte, 78 que soy el menos. cosmopolia {e'Tos hombres-de que despues de pa- sar algunos meses alla, no seria tal vez sible regresar P*Solo quency esla es ta dificutad—se necesita tigmpo preciso para excitarse, pa ecandia fa Imaginacion, 30 m0 fo tuve El bueno del_ guardian que me guiaba por las ruinas del Palatino. se estorenba en recilarme, mediante una lira, lo que no es caro, un_compendio de la’ historia del imperio romano; pero yo sélo veia jiedras y verdura; y en las” catacumbas fe Santa Calista, ef tspense que me pre- cedia con una vela en la mano,—olra ra,—se tomaba en vano la pena de nom- brarme una multitad de martires y de confesores, porque & pesar de todo tenia gars sensicon bastante medioere eee urme paseando en una bodega cualquie- ray en‘un nido de ratas. ot Yyaque estoy en la tarea de blasfe- mar, por qué me he de parar en barras? Sabed-que la. Via Sacra ‘es ancha como tna aeera, que el Capitol no tiene ine sin prestigio, que el Corso no es & wrenie que lncalle ‘ber hace pe Bievra, mefitica, di belinos; y que de sias de Rom um iglee parte ‘son. dean rovocd, se Rog cons as doradoe tas lao, chill todo esto to €& nau qule ta pr “ue noes tb cag dichoeae viejo cing id pio tenéis una desilusi6n, al Hegor a om ta culpa es vuestra, 6 thas bign de ln eratura y de la leontgrat porque estas ahitos Ue: lecture: vent dos de prosa y verso, congestionados de historia y de’ esteiea; porque abely vse to demastados grabados y ¢stanpas, Des. haceos de todo'ese equipaje, imporinnos pce n lfoindo de la maletas pasta, enegios af octo rrunte. "Dejad ang eign conan ao ve tntonces, poco & poco, os. sentiréis penetrados por ia melancolia de. las rue Mas angus destumiratos pr tse Plendores. de las pompas religiosay; ‘os Sentieis envueltos, batiados de majstad Soe “Id al acaso, os digo; mas tarde recor- dareis vuestro. De Virisen, el. Foros 3, dlelante de las buldosos de la Vie Seca altrnfador, sacudide. en st 0, sobre el rudo pavimento de gloria 32 fe capita Satna, de levantarla cabeza para vere Jutlo Final, ¥ comprendersi a" monstraosaellent dein bra de Miguel Angel roy ane, pens por oma; dejan Foso noble de etos monumentes, en Ion ees lo cols ae mantienearno™ nioso; vagad por las calles estrechas Tresens; airavetad este plazas. devoradsy porel sol; embriagaos, de loz eatida'y del mundo: subid 4 esas colinas corona- das de verdura y edificios y desde cuya altura descubriréis:grandiasos é ilustres Paisajes, Mezelaos con esa muchedumbre de una variedad extraordinaria, en que se cru- zan los sacerdotes del papa y los soldados del rey, en que pasan por partidas los seminaristas con sotanas de todos colo- res. Divertios con los cuadros que pre- senta la vida del bajo pueblo, leno’ de pereza y de natural bondad. Ved los mo- delos con sus trajes pintorescos, echados sobre la escalera monumental de la plaza de Espaia y sonreios al ver esa gorda frutera, que tiene el tipo de una vieja em- peralriz, dando por limosna tres tomates aie que carga un esportillo de 10, el cual le eorresponde con un pol- vo de tabaco. a ee Prolongad vuestro paseo hasta Ia pues- ta del sol. En ninguna parte tiene, como en Roma, tantos deslumbramientos y Y ved ese cielo de un azul ine sd esas nubes. de sangre y iran en el mustio rio, en el iestro, de que no se podrian tur- bar las ondas sin que de ellas.saliesen la fiebre y la muerte, en el rio tragico que cela, en su lodo pestifero, lantos. tesoros F.todes los secretos de treinta sighs de storia. Despigs de had fecxindlay los, arveb Entonces Roma hhablara at vaestraaloya. Cada una de sus piedas se hace elocuente yeaa paso fs detendréis ate una. maravila arts ea, ante un gran recuerdo. Y ya no po- dréis iros sin un gran dolor. A’este est do habia Hegado yo cuando salide Roma ido pronto! que desde tmienlo que. ocupa Monti: et anguie a fio obeliseo “coronado. de Berm, todos tos techs dela eludal con los campanarios y los domos, del lado de Ja plaza del Pueblo; y alla, en el extree mo, Ia falda del Janieulo, detras del cual veld, todas las lardes, desaparecer glo- rigsimente el sol Y de pronto, delante de esta imagen, me senti acometido de nostalgia, al pent sar en la ciudad augusta, que, segin la magnifica expresién’ de ' Chateaubriand, cha recogido dos veces la hereneia del Jando, como beredera de, Saturno y de lacoby, en Ia ciudad sagrada que después de haber sido el ama “de lay. nacien i wia_sobre_t conciencias en el universo. Y maldeci las esclavitudes de la_vi que no me permiten volver 4 ver 4 Ro- ma—dejada por mi en momentos en que sentia que la amaba;—Roma, en la que se respiran con el. polvo histrico tantos suetios de gloria y de belleza; Roma, en fin, de la cual iodo hombre de pensa nto, de arte, de poesia, se proclama ciudadano, con’ tanto orgullo como. en al Hempo fn que pasabn maj mente las dguilas de oro de las legiones y las fasces de los lictores.s.. ‘vaangow COPE, DeinAmienia Pr EL CoJ0 ILUSTRADO 45 Los MI pICOS fendmenos se desarrollan paralelamente Ota es fa situacién respectiva del mé y puede decirse que el uno da ky medida dico y de la. sociedad. Para hucer alg el otro. Desde que un producto adquic- beneficio, debe tener fe en su re la estimacién de los consumidores. estiones de moral prolesion: ros médicos son, desde hace es demandado por dondequi ‘su imi: unos afios, materia de estudios y discu- fSstemandtade por dondeduicra, su imi: siones apasionadas. tuosa impone a la masa de quie- Parace ser una ley social, que la mora IpeHVIAIIGR: Eat tala pee. eaaaileaten' wi inlcne Jidad en una profesién esta en razén in wlliplica y conduce d fav in- te criminal 6 una torpez. nolo versa de la coneurrencis, A medida que audes mas. "mas hibiles, —suma, el médica ex de hecho Jn lucha se presenta mis activa entre tos también perjudiciales al hien ble de sus actos, productores de un mismo grupo, Ia elec- {fe Jos consumidores. Cuando. los. pro interes de los enfer sa. El combate por la vida se hace de tal un verdadero peligro para lt salud public manera penoso, lividuo nosiem- ¢ hace enlonces necesario desirro- funcién profesional del médico es enor pre poseeta like sullen lelamente una accion de defenss, me fesiste d In tentaeion di vio os fraudes. su citts. Son los déhiles, oaos pllblicos _posicion los venenos y los administra, fos que cn una luvieron qu ‘aboratorio. Muni- fos ampli limites dela experiencia + de tranquil poser cipal. 10s comerciantes que venden nx 4 todos Tos ogee titud recupecedce cal terias alimenticias estiin cada vez muis so- nismos, cuya fuerza de resistencia es el ‘aivenes dela eostcurrencia. Bas- sitorial, Esta controla sin cesar sus ve fe, jumge de las drogas,” que, persigai Ast tue desdela actividad eco- fas, decomisa fos objetos mas. &. menos vas cast siempre, pueden ser 110. némica suban algunos puntos, para que sospechosos, los somele a. anilisis preci ticutar sos debiles sean de pronto inaplos para Sos'y llega ser aat el auailiar mds ese 4° decide, 1 tarea, recido de la justicia de represion. En este por las sugestiones de los asistentes, si vel mundo industrial el efeeto de Ia duelo ardiente, las p sas inmorales se debe imponerse al paciente una interven- concurreneia es doble: suscita entre los ven casi siempre reprimidas; y se puede i Yeees mortal iis aptos los perfeecionamientos felices, tener co nismos de de- Como iocdlogo, si veces esta en Ia obli~ ¥-al mismo tiempo, entre los ine fensa social, que ase suliciente pro gacion de eleit entre la vida de dos s las falsificaciones fraudulentas. Ambos teccién 4 los consumidores, res, de la madre 6 del nifio, sobre el cual 46 EL 00J0 LLUSTRADO debe ejercer mayor solicitud. Cuando se trata de seres débiles, incapaces de dar tun consentimiento que es mas bien t to y ficticio que real, el médico esl ar- bitro absoluto. Como Hrigienista, tiene el deber de opo- nerve a1 trasmigion de las enfermeda les, y sobre todo, de no permitirque, por hegligencias eulpables, se. las culive en terrenos humanos. La’ simple abstencién de los cuidados elementales del asco, por ejemplo, en contacto con un erisipelato- so, puede conailuir un conato de. ho Cidio con respeeto 4 la persona que se vi site ulteriormente, si ésta se halla en la evolucidn de la ilcera ‘Como consejero del enfermo, es su confidente obligndo. A. él no seria posi- ble ocultarle un defecto; los sorprende, fen Ia esfera fisica como en el orden mo- y debe sorprenderlos tinicamente en iente. que esta sometido es do, completo, absoluto. Salvo las raras cins,—todavia nuevas,—en tenga que declarar ante las auloridades, por el bien de todos, debe siempre y por Kodo’ ser muudo hasta el saeriflcto, el absurdo, hasta el erimen, puesto que ahorlo delicluozo, 6 peor aun, al m toni de un sifliie en plena actividad Como delegado de In sutoridad pabli- alia ch naeimiento ¥ 1a muerte de fos hombres, Por su sola declarnelén, en casos de duda, el individu es sup dos esaticay ae fT hoger, solerrado.. Pie de cet para de fenagebados y recht alli conten su volun: ind a un clued, Colaborador de ta justi do de resp ¥ experto, ud, ¥ por consiguiente, el grado de culpabilidad de un criminal, el que, sexi Ii opinion médica, puede ser guillotinade 6 eoloca- do en una enfermeria Eala fancidn, que tiene por objeto el resguardo de los intereses ids sa defn periona; faneidn realmente in Y exeesiva, porgue no esta somelida co tno la del juer leyes precisasy la com- probacién de testigor, no puede ejereer Independencia de accion casi completa Lu soctedad esta asf obligada “dar a médieo una situacion priviteginda, 1 punto. de vista de su responsabilidad ¥ Thor ello es que en dondequiera él es el arbitro natural entre las duras reglas Sociales el individuo débil. Su morale tad debe permanecer intact EI Estado liene, pues, el deber de preo- gare or Ia conic detox medics El problema es complejo y_ puede consi: drurscle bajo un dable aspecto n medio por el wiede, & voluatad,-obrer moralidad profesional, que sue je ls 26 files. Sigal leas, fae por lo que el uidios del P's Ne se s Facullades de Ciencias € dificil, por reglas eacolares es trielas y mis proximas a la ensehanza se- cundarla” que aI enseltanza superior. Prosimamente el 25 por-clento de los as- pirantes se alejan’ ast coda oho de la ofesio ET Estado puede preocuparse de una era mas activa de Ia sitacién medi 4 cya prosperidad estin ligados la ida 'y el honor de los eludadanos. A me- jue bajen las contribuciones volun- de los enfermos, debe el Estado desarrollar los servicios’ publicos, en los cuales debe encontrar el médico un pués- to cada vez mayor. Bien sé que Ia ma- yoria de los profesionales es hostil 4 es tendencia que los funcionariza mas;y més se debaten dentro de su influencia y quie- ren conservar su independeneia, que a menudo no es sino la libertad. de sufrir. {Pero qué. pueden sus esfuerzos contra in _movimiento que los arrastra violen- tamente fuera de su via de opcin? En tanto que se encuentren remedios mas eficaces, el médico debe acoger f vorablemente la extensién de la medi nna pblica, que no es menos favorable a sus intereses. La mayor parte de las mo- dificaciones en el organismo social, am plian el papel del medico. lier modo que se estudie el 10 de una organizacidn, se sien- te la necesidad del médico. No hace cost la necesidad de una serie de medidas que tienden st reempla- zar poco 4 poco In autoridad administra- tiva con la Autoridad médica. Consejero 's para la higiene piblica y nas para avid doméstig, P los Feclusos, experto para esponsibilidad de los delineuentes, i ico de la razon de sus conciudadanos, vhitro natural pa fs reglas racio- hales de la Escuela y del Trabay dico penetin por donde hiceho de cienel médico debe Megar ser, poco. a i foridad de uh Es Ei debe acep imposible. por otra. parte para impedir pero que debe atenusr los electos dela Eoneurrencia,.ineluctablemente en pro- fres0 bajo Tas formas mis extraordina Fan Pore ny potexion comp fuerza soctal, que’ el empeno. por a tuna parte’ de" ella atrae las ambiciones desinleresadas de’ los mis poderosos. Ejemplos, ese principe de Baviers.y sus siteesores, de fortunds fabulosas, qué han Fido inseribirac en el registro. medieo liar, sin el desco de un provecho ellos indi, pero con tanta asidul- Ahad, como bajo elseieate de a necesidad ocTox TOULOUSE, VIDA Ni ella meconocia ni ella tampoco jo. libres de toda necia brutal preocupacién, Ja multtud revuelta, come labrado campo que los gérmenes Junta, nos unis, Jamés nos conocimos; no pregunta la tera 4 las semillas quignes son jel fecundo silenzio de la vida con nada se turbé! ‘ene: MEDINA, ‘CARTA DE PICON- FEBRES i an eceeee ae cams voy eels a area ace ieee eae fenced Tere Psveria‘lna e's’ perfance ‘Rigto, de In Justicia 7 de la admirncibe seater ‘at feta cgertaren de mt feria vd Be ono etd femmndo por igo te “Ene cwento exbe muy bien ae “Sconto ct. mayen, deri det “Sento Je pa ‘uty aigunon’ detalles three Te fatman"oon ge. sparesen Capea? oe talento nator de cbrse kermocen qe fon gala Aaeeta pene gee eae arta non te nee 36 ‘oow2s10 PICOS-PEBRES ANGELINA (rome) CUCION {Defended la Belleza, I divina yererna inspiracién de nuestras almas! Defended el Ensuefo que en vosotros is como una flor pura y sagrada! Defendedlo, pujantes luchadores, n todas vuestras armas hasta con las crueldades de las befas si no podéis con la Invectiva amarga. Templad con los venenas més atroces Ja punta de las lanzas, y esas de esplendorosa empuadura donde ruila el sol, fuertes expadas, Haced que los escarnios y las mofas penetren hasta el fondo en las entafias, y ealcinen los huesos, y destrocen la corrompida médula malsana Romped con vuestros ltiges de oro la estdpidas frentes consagradas de aquellos pobres necios que pretenden ‘con si envidia igualar todas las almas 6 hacer que todas, todas las cabezas, las ilustres, las torpes, las nefaras, tengan el mismo sello ignominioso y la misma igualdad sérdida y baja Que subs hasta los cielos yuestra risa de profundo desdén cual roja llama, cada vez que escuchéls 4 la Gran Bestia vociferar sus céleras menguadas {Defended con ardor el Pensamiento contra esa multitud ciega de rabia! jDefended la Belleza, que es la Gloria, Si no la queréis ver crucificada! Esforzaos, vallentes paledines, 6 Impertérrites sed, porque mafana pueden quemar los lienzos y los libros } convert en polvo las estatuas, Luchad con bravo aliento, hasta alcanzar el triunfo en la batalla, contra el odio infernal de esos inmundos siervos de la codicia y de la Infamia ar Y no tembidis jamés, que si sols poces. vosotros poseeréis en Ia Jornada, Ia pluma siempre invicta y refuigente y el grandioso poder de la palabra. ‘oxzato PICON-FEBRES. 1903, CANTO PRIMERO Revuelan las errantes golondrings y en los sleros cantan florecen los rotales frescas rosas sobre la verde grama de macetas de purpura encendida se adornan las acacias, y por la tierra inmensa la sonrisa del sol se desparrama Las aves y los nifios Juegan 4 melodiosas carcajadas ; Tos limpidos arroyos corren de pefia en pefa por las faldas : las flores de los celbos gigantescos semejan rojas llamas, yy por doquiera vibra én vor sonora Ta sublime cancién de la esperanza. Fue entonces cuando vi por vez primera 4 aquella dulce y trémula zagala, alba come los cirias que en los temnplos ‘lumbran sobre el ara Las dos tremendas tsis con su inmenso dolor la destrozaban? 48 EL COJO_U.USTRADO esa que bebe sangre de las niftas ¥ aquella del amor sin esperanza. Y de las auras frescas y olorosas ‘que cireulan festivas por las playas, ‘aguardabi el consuelo de sus ot yy de sus largas-noches desveladas. Su nombre era Angelina, 1y su limpida ter, didfana y blanca, era como los ampas de la nieve, ‘como una rosa mistica y sin mancha Su macilento rostro 4 cada nuevo sol se iluminabs, con profundo anhelo quella nifa enferma y desgraciad triste como las nieblas del otono y més dulce que el agua de Castalia, Tespiraba con fuerza los aromas de los robustos cedros de las playas, la penetrante esencia de las frdgiles olas de esmeralda, y de la casta flor de los almendros Ta virginal tragancia —-«)Yo quiero ver el sol, quiero la vida utero dulzura y pazaqui en mi alma {Stcame de esta edrcel en que muero de soledad profunda y muy amarga» Y la madre infeliz, siempre lorosa, hhasta el jardin espléndido rodaba Tassilla en que Angelina, flor de nieve, ‘estaba siempre mustia y desolada, Y cerca le poni ‘en jarcones de greda y porcelana algunas ricas matas de claveles mds rojos que la flor de las acacias. =-+;0h aire delicioso! arece el aie fresco de Ia pascua! {EI pecho se me livia Yaqui en el corazén no slento nada! iYo quiero andar las verdes arboledas, {yo quiero caminar sobre las pla {yo quiero ver las flores y elrocio Yel cielo azul y las palomas biancas ! iSacame deesta cdrcel que me aterra iYo no quiero morir, madre del alma! ENoescuchasen el huerto? Es que en losnidos Fesuena la cancién de la esperanza Y la madre infeliz, toda perpleja, ‘con profunda emocién le contestaba ~=Primavera es falaz, es engaiiosa, ces pérfida y malvada Detras de su hermosura esta la Muerte ‘con su frialdad siniesira y soberana, y detrés de sus flores de alegria las yedras de las tumbas soitaria. {No salgas, Angelina! Te lo ruego por la Madre de Dios, pura y sin mancha, Después te llevaremos, bija mia, 4 recibir el sol sobre las playas. Y entonces vendra Jorge de a ciudad leja € iremes en su coche hasta la aldea yy hasta la falda azul de las montafias.» El macilento rostro de Angelina, pélido como un mérmol de Carrara. ‘$e 1186 de rubor, come les cielos 4 la primera luz de la alborada, Y en la emocién suprema aque en su angélica voz se adivinabe, cantaba dulcemente la alegria Ja sublime cancién de la esperanza, ‘CANTO SEGUNDD Pequento era el jardin, y en las paredes se enredaban las yedras trepadoras, las cérdenas y azules pasionarias yun inmenso rosal leno de rosas. Y detras de los muros se velan, cargindose de estrellas y de pomas, os naranjos en flor y los limeros de amarillentds ramas espinosas. En el jardin, la encina formidable de tronca duro y syeras bellotas, las flores reluciendo en las terrazas yun manantial rodando entre las rocas. Y alld junto los verdes limaneros donde el turpial sus cdnticos entona, elpaloinar chinesco en que los nidos. espiertan con la aurora, Quitasoles y cuadros y abanicos, tiestos de greda y bucaros de loz, el vestibulo dérico engalanan Y sus columnas altas y redondas. Desde alli se divisa el campo alegre, fen cuyos verdes drboles retozan las abejas de cuernos rutilantes y las aves y el céliroy las frondas. Desde alli se divisa el monte erguido que el poeta inmortal de excelsa gloria, fen admirables versos ceant6 con voz magnifica y sonora. Desde ali se divisa el mar profundo. salpicado de garzas y gaviotas: el ronco mar. que en su furor desgarra contra el recio cantil sus glaucas ondas. Lejos, muy lejos del Jardin blanquea Ja postica villa de Soysola, ¥y entre hileras de acacias y de cedros ‘Sus casitas de teja se amontonan, Y en medio de los techos colorados yal través de las ramas y las lrondas, se divisa la cruz que resplandece de le risueta ermita de Soysola. De la torre se ve Ia aguda flecha subir al clelo 2zul como una estrofa, yen tomo las errantes golondrinas vienen y van en curvas eaprichosas. Ala torre también than alegres las adorables timidas palomas, Y por la luz espléndida y divina cruzaban en bandadas bulliciosas, Y¥ enla orlla del mar, y en las mesetas, yenel suave declive de las lomas, ¥ alld donde los cdfiros desparcen el balsémico olor de las caobas, ‘se esirellaba el café de sus jazmines, reventaban las cafias en mazorcas, germinaban las mieses, y en las pajas Iban buscando el nido las palomas. Pero Ia nifiaenferma, siempre mustia, slempre linguida y triste y sllenciose, fen su cruel soledad jamds gozaba de aquellas perspeciivas seductoras, Hondo pesar me daba su amargura, yal verla siempre sola, ensaba yo en Maria, flor de ensuefio inspiracién del bardo de Colombia. —«,Verdad que estoy mejor? trémula de emocién encantadora; y yo, toda confuse, me reia ‘con una tisa falsa y dolorosa. ve preguntaba, Y mis ardlentes ldgrimas ocultas brotaban tras la risa engaAadora, porque aquella ilusién del alma era deleznable y falaz como una sombra. ‘Su palidez, profunda; sus miradas, rmelancélicamente luminosa sollozante su voz, y sus ojer ‘verdes como la sangre de las hojae, La esencia de Ia vida se escaps de aquella dulce enferma sofiad ‘como del blanco seno de los lirios cl aliento sutillleno de aromas. YY mientras que Ia tisis consumia las adorables curvas de sus formas, la. mds honda tristeza marchitaba su hermosura de céndida magnolia, Brillaba el cielo azul, amaneci trinaban las alondras, deslumbraba el rocio, y en el huerto ‘era cada jazmin luciente Joya. “eta, adiés!»—me dijo con tristeza, 1 ldgrimas copiosas ‘eorrieron por sus pélidas mejillas, lagrimas como el fuego abrasadoras, Y la madre infliz, en voz doliente, con profundo pesar me dijo 4 solas —— Mas yo me fu acercando 4 aquella mesa donde ia angosta urna descansaba de jazmines cubiertay blancas rosas de virginal fragancia, De sibito se oye largo rumor de quejas y de alas fen el coro, en el dbside, en los techos, fen el gético altar yen 'as ventanas. Son ella... jlas palomas! gue llegan por los clelos en bandadas el palomar chinesco en que los nidos espiertan con el alba. Son ellas, que ya vienen fen pos de aquella nifia desgraciada, triste como las nieblas del otofo, palida como un marmol de Carrara, Y de tropel se mueven con angustia fen torno de la urna cinerari hhasta posar en ella el blando vuelo rumoroso y gentil como sus ala. AA verlas parecia {que las radiosas plumas desplegeban para adornar de espléndida blancura el cuerpo de Ia nifta inmaculada, Y asi que adiviné que era Angelina la que en la negra urna reposaba, ‘eternamente rigida é inmévil y eternamente helads, ‘se entrié mi corazén, y de mis ojos rods, para caer sobre mi alma, tun manantial de ldgrimas ardientes, de lagrimas ardientes como llamas, Quizés mi corazén Ia amé algin dia, quieés aquella flgida manana fn que triste me dijo :—xj Adiés, poeta» — henchida de sollozos la garganta De pronto recordé cuando Angelina con intensa emocién me preguntaba =, Verdad que estoy mejor?» —lienos los ojos de Ia divina luz dela esperanza, Y al recordar también que el necio mundo es horrenda flaqueza, pompa vana, regocijo brutal de las pasiones € imperio del dolor y de la infamia, ‘exclamé para mi con ronco acento desde lo mas profundo de mi alma «i Mejor se esté en el éter,casto asilo del glarioso deal puro y sin mancha! {Mejor se esté en la luz, excelso trono 4e 1a belleza eterna y soberana! {Mejor se esté en el fondo del misterio yen la béveda azul siampre estellada !» — conzsto PICON-PBBRES, Octubre de 1903.

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