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KL COJO TLUSTRADO- Ano XIV 15 DE MAYO DE 1905 ee Scans a EDICION QUINCENAL J. M. HERRERA IRIGOYEN | ScsoRtPCI6N MENSUAL, 8 NUMERO SUEETO.. DESOLACION au desta cor dejo. de Informer opor= tunamente a sus lectores de In célebre dis: cusion habida, hace "algunos meses, entre tos médicos ¥ hn xan kee, por él moso doctor Doyen y de la afirmacion de éste, de haber descubierlo, ¥ aplicado con éxito, el suero an nceroso. Noes tiempo ya ni para la informacion mplia, ni para Ia insistencia. Esta nota va destinadn a dar-una ligera nocién acer- ta de uno de los. hombres de eiencia de practica mas udmirados, va la pary mas odiados y combatidos de la Francia. samblea sabia en Paris, no nia hay uncorrillo en-don- gl pronunciar el nombre. del eiruja- no, ren etae ese doble senti atcals la y‘la cole se pintan en el rostro c los médicos y allen jue ios apasionndon & dole tars: ol Giante de vino de Champ Sinceros dicen que si, que iesabe su oficio, que es m que’ es muy cha on quiso un dia conocer a bre de tan combat. ea- iicidad profesional, y se trasladé la Palle Piceini, en donde estd situado el hotel que habita Doyen, y al cual le han agregado una casa de cinco pisos, en Ia ue elcirujanoalojaa sus pacientes,como En una especie de lyjoso hospita, pro- 10 de tollos los recursos y de todo el Confort que la higiene, la humanidad_y el "progreso requlieren. El cirujano re- iy habil, pero EL COJO_ILUSTRADO picer fepresenta las conquistas de Alejandro, con matravillo- sas butacas re- cubiertas de b y Aubusson y, entodaslasi periddicosilas- trad “en Tos que se ve el relrato de Do- yen:—es un hombre vigoroso: las manos nchas, pod Ta falla media na, pero solid ada muy rubio model tinacidn, una rara_voluntad se d en aquel eraneo, en el cuello, en los masilures formidablemente armados un lanto feroces. No es, sin emb un hombre solemne: a veces chancea luciendo en sus pupilas un falgor de malicia; pero no rie para divertirse : ti ne el espirity eternamente tenso y_ el pensamiento en el trabajo: es un hicha- dor; no siente el placer de In vida sino do combate, De una minerapin= refirid a | eros pa~ Reims y que le sirvio de pri mer maestro; ambos asistian a Ja. sala de operaciones del Hotel-Di ISN) fue un lugar de hor sos d ejemplo: el “ba bero” ya“ eran asiduos visi- antes? los externos arrancaban muelas ¥ curaban iileeras; sombreros y_levitas eran arrojados en una oscura alacena, cen la cual se refuginban, ila Hegada de Jos alumnos, media docena de favoritos de la “harbera”; esta mi a las eatoplasmas y hero”, que ejercia igu ies fanciones en el departamento de hon a encargado, ademas, de sala de los muertos; ayndaba a las au- topsias, recosia y Tos cadi- veres; en sus horas de paraba Jas compres las y los hilos en dos que se empleaban para ligar taba una operacién ra barbero, que 4 ‘ocupado en Ta prepa- jn de los entierros o que, ayndado i, estaba levantando ta- y cortezas de pan, y dejaba_aquella labores para preparar’el lecho de dolor, y pasarle al cirnjano, sin lavarse atin ias?manos, los. famosos hilos. encera= Asi describié Doyen el Hotel-Di él fue interno de ere, hasta que termin fue 4 viajar por Alemania, Inglaterra (en donde i6 en Ins priclicasde Lister); le cirujano quiso que el periods trabajando: éste no sabe decir del mérito de la operacién, pero estaba maravillado de la destreza’'y de Ia segu- ridad del prictico: los escalpelos, las ti- jeras se hundian alegremente en las car- nes; Ia sangre rutilaba, y no se veian sino dos manos enrojecidas que palpa- ban, tallaban,, arrancaban, recosian tris tes. harapos huminos.. En cierto. mo. mento, Doyen se detavo, mird el rele) yijo: “Ha conclaid Ta operncién 5 ns ha dirado. sino treinta minutos: eb l misina que dura una hora en. los. hospt tales.” Si insisto en_-mis articulos yn mis libros acerea de_ las condiciones en aque debe cjercerse nuestro arte: ta. mas este mélodo, es para fo que. Namo en ni fusillo fos Totografos, cosa que seme ocho violentamente;. por si a Te, porque mis ad- en que se. tomen nolas ue es el cinematdgrafo, sino una for atnucva de estenogratin. Ta. taquigrafi Ion ojon? “rues dabios! seamen d pui yersario Ia catedra del doc tor Frydensberg, ahora diez y doce atios, en la Universidad de Caracas, recorda nduda a M. Alfved Naque n colaboracion tor, nuestro texto de Qu ‘Ahora bien, erdos de ju ando una Revista. fr siguiente esta pus . tiene el curiosas que he encontrado ef. ida, Lo conott el ato U7, en el Iaborato Fio de Wurtz, citcin-de Medicina, en donde trabajaba ono. Alber: fo: Naquet estaba. entoncesagregado Ia fecultad de Medicina'y ante tise abr ei mis brillante porvenir, puesto que se Te consideraba como uno de los futures iaestror de ia ciencia, En efecto, siem i quedo mejor stun tn us : fue fae E falta “de sen libros con una que 4 meni is, mejores amigos. Fs nico se exhibia desmesuradamente ca: dido: ni en moral nien politica eonocia el. sentimiento ord No se puede cali e moral: no te a de_hipocresia. a vispera del 21 de mayo de 1873, la Bolsa sobre Ia. caida probable ers, y lejos de ocultarlo, salid & referirselo'd todo el mundo. El’ aiio 71 Asamblea de Burdeos, nos contd iesu._eleccin en Vat cluse estaba tachada de mil frandes y que en el momento de Inve nde po- deres, renuneiaria par a disc sidn.” Esta. falta de prejuicio lo lev’ hasta et boulangismo y"le_quitd sus ‘ili mosamigos, enire loscuales me contaba. Acaba de publicarse en Francia un li- bro grave y_profundo, cuya lectura ts! vez importe & los Jefes de Estado, 4 los politicos y a los estudiosos de ciencia so- cial, Se litala: El eféreito moderno; 10 ha eserito un eruditoy estadista, Pi Baudin, y entre otras cuestiones capi les, traia del sueflo de In paz univers idea y propaganda amadas del espirilt! francés, como que son, segin ef autor tin bello lirismo humanitario.” ealmen te, Baudin estudia los moldes en que s° "stir @ ln generosa. propaganda, 6. @ To ines, aire com reser a convenciéndose dela imposi Ue las revanchas” armadas, mientras Inglaterra y’ Alemania, que lo ® Son de dro origen étnico, estan con laptemente peeps. yalerta: fstros.vecinos del Este y del O men ia tierra "y se una idea Convencional, oficial, contraria al sentido comin, Acierdos may exte so, preventivon de” conficton angi fo impliean clucién.subita It paz’ al mundo, es preciso. que nos tntamos mit fuerte, Berane dos, y"'mejor_preparados’ que para de- le laguerra. Menos declaraciones, menos declamacion,.. Bsa obra no pi Prepararse sino’ delras de ejereitos muy ‘rodigiosamente vele- M. Anatole France, que era el mas ele~ nite mistificador de las nociones del bien y del mal. uno de los mas finos ironistas, habil juglar de espiritu, en. la erénica, M. France se ha detlarado, des- de que’ tomé participacién a favor de ©OIO_TLUSTRADO. tl 19,de febrero itimo, expuso sus ens que’ uno de suseritics, Georges. Pelli Sler, lama del nuevo “Evangelio: socia- Tistas, y que M. France acaba de reanir en libro titalado Sobre ta piedra blan- ta. Es un suetho generoso de poeta, sna descripeion profetica de Ta Ciudad fa a, una bella ulopla de fildsofo. Roma, en. donde estén pasando Ia prima- sera, yal reynire bablan de arqucolo- Ge fa cuestion de*las razas, de_ pol Esas convers un p ii pareces haber dormido so- nedio del puebl brela nied blanca, en le , I). Esas de los sueiios (Filopatris, conversaciones son las que’ ma de socialismo, porque cuando el au- tor habla por boca del obrero Roupart, dice : “Me parece que el. socialismo, q| Ta verdad, es también la justi bondad; quien combate una inju trabaja por nosotros, sobre quienes pe~ san las injusticias.” "En suma, los. vis tantes de Roma hablan Contra la guerra. Antes fué el honor delgénero humano; ahora es su verg za, Vendra un tiempo en que os put blos se formarin hacia Se quiere nferiores, y de aqui, para los. ‘dicen superiores, el derecho de Sprimirtos y exterminarlos. Sobre la’ politica colonial. Las ret ciones de los’ blancos con los amarillos, on los negros, "con los pieles rojas, no hhan sido sino tna serie’ Ge rapifiasy de incendios y deasesinatos. "Ahora se'des quitan oa japoneses; parecerta: que en Una guerra Colonial, cl! pueblo. de raza inferior debiera estar ‘armado de flechas ¥' de fomahaohs: al “disparar. catones Eontra braquiceinios, tos japoneses est fan aly humanidad civilizada; al derro- me, e808 prognalas vio- graias dea etnologia deuda de’ la “Europa; sta se inquieta del peligro que ha eras do, si es que existe," Bero, existe? “Haz amos volos, por el contrario, para que fi China, instruida y divigide por el Jax pon, se haga respetur de a Europa: Los Pucblosdébites hansido siempre una causa de perturbaciones, de. peligros, de con- Aictos sang ntras que los p blos fuertes. concurren 4 la prosperdad del mundo ‘alas colonias? Ojald. sep apoderarse el Japén dela. Tndo-C ihhee un servicio d Francia, porqu un pueblo ne hay. mayor azote. q Posesiones colotiales, menos: para. Tas Blaterra, que no le debe 4. las colonias EL ©0J0 ILUSTRADO su poder y su riqueza, sino 4 su espiri ‘emprendedor, 4 su comercio, a sus met cancias. Los franceses no producen na~ da; tienen pocos hijos, no aman las jenturas: g para qué les sirven las col nias? La verdaderafuerza de In Franci estd en sus oradores, en sus fildsofos, en sus sabios, en sus poetas: ese pais tiene por mision ejercer el imperio del pen- samiento. Asi, pues, Anatole France sofié que las, monarquias bablan desaparecidoy las habjan sucedido repablics, que institu yeron entre si una federacién; que la actividad humana se ejercia en fecundos trabajos: que, gracias al progreso mara- villoso de la ciencia, un nuevo método de cullivo, mej : juimicos, ecu tlerra; que el hombre economizar trabajo que exteniia el cuerpo y deprime elalma, porque las méquinas’eléctricas centuplicarian los productos. indust les; que en una panaderia se hacian riamente cien mil panes, con tres 6 cua- tro obreros, cuyo trabajo tinico consistia en disponcr y_ vigilar los mecanismos ; que todo el mundo. no. tra seis horas; que seaboliria la propiedad J, desapareceria el numerario, porque los productos se cambiarian por medio de bonos que correspondiesen @ horas de trabajo; que desaparecerian tombien los bigotes y las palillas, que no se us rin sino entre los barbaros de “AG cuando se hallen la altura de ci ¢ién en que esta ahora Ia Europa, ““por- ave usar pelos en la cara, formando fi guras y ornamentos, es la iltima forma el Latugje. Y esto acontecera el aiio 2.270 de Ia venida del Cristo. En Ia seccidn de esta Revisto, Picixas Conras, hay una, Al aire libre,” firmada por Hugues Rebeil. Este es el_ pscudéni- mo de un joven escritor francés, Grassal, jue acaba de_morir en Paris, a la edad yo talen- aria yeuso lo. grande és, dk jorvenir se habian fellas esperanzas. Era familia burguesa ; habia estud sey; habia legado 4 Paris 3 los. ve afios de edad; y se habia estren: Ins Revistas mas notables: Mercure de France, la Plume y !" Ermitage. Habia- mos visto su firma en Ia primera, y de sus obras conociamos Viclorien Sardou, tun entusiasta elogio del dramaturgo. Pe: ro su bibliografia es extensa para su edad, y su obra sera fecunda en un largo pe Fiodo de debates: ni simbolista, nid cadente, ni filésofo, ni mistico: eser una lengua clara y solida; adoraba la Vida, la naturaleza, la luz.’ Suyos son Besos de enemigos, wn estudio acerca de los elementos 6 particulas de odio que a veces se mezclan en el amor; Cantos de la tluvia y del sol, p poemas en prosa: Nichina, ‘una’ fogosa'y rica fantasia; 1a Mujer gue conocid al Empe- rador, costumbres del segundo Imperio ; Camorra. En el género critico: Ie que ya hemos mencionado, yas. Inspiratri. tees de Balzac, de Stendhal y de Merimee Ademis, un ‘opiisculo politico, la Unidn de las tres aristocracias, que ya hoy no se encuentra en Paris, yen él que” ala- caba furiosamente las’ Universidades po- ulares; y, comoen él no era cuestion Se partiva’ ef asunto, sino. conviceion no temié una’ noche, para de- fender sus teorins, arriesgarse,—anlide- mécrata feroz,—a ‘asistir a una de las Universidndes mas demoeriticas, eerea del arrabal San-Antonio. Ante una asam- ben de obreros y de gente de condicion muy modesta, vin orador popular expo- ni los beneticios de la sotiedad fatora de siibito, en medio del discurso, Hu- gues Rebell salta a latribuna, y, ‘repli- cando al conferencista, arroja, én medio del desorden, estas "palabras irénicas, pero sineeras:’ “Lo que hay que hacer es curar_ las. vides enfermas y_replantar las que se han destruido, a fin’ de embria- gard la Fi EI pan, Inego. el ver como lucha- ba aquel joven, en. su mesa de trabajo, contra el'mal que lo minaba desde hacia tiempo y que acabé por vencerlo. munyo GONZALES COFRE DECARTAS Tiembla la mano de la dama hermosa, porque al abrir el cofre ma mira en su fondo, como triste sino, de un falso amante la expresién dolosa, Habian alli las cartas. Fue éichosa. Ella llamaba: «Espiritu divino casta flor de hermesura: vaso de vida eterna y del Vé en caracteres vividos impresos cltas doradas y cancién de besos que le recuerdan un amor insane. Y, al meditar que aquello fue un tesoro, vierten sus ojos abundante lloro.. iy clerra el cofre con violenta mano! 1 TORRES ABANDERO. cot CYS 20 20 nrEp ‘Afuera, el viento gime, la lluvia cae. ‘Adentro, una balada brota del piano: Es que la rubia enferma con lenta mano ‘Aun blanco, silencioso pais me atrae. En dos bandas de fuego su trenza rubia Deslizandose, toca su blanca mano. ¥ la lenta balada brota del piano Y afuera, el viento gime, baja la lluvia. Qué mérbida tristeza respira el plano! A.un pais de silencio la rubia enferma Me lleva con doliente, ritmica mano. Y evoco una infinita ilanura yerma Y un Castillo y una alba Princesa rubla Que agoniza, en mi mano su frégil mano; Mientras el viento gime, baja la lluv Y Ia lenta balada brota del plano... 4.3, ARREAZA CALATRAVA, REVERIE sla hora del ereptiscu- lo. La hora infinita y noble en que Ia Ni turaleza arrodillada an- te Dios, canta Ia. finica oracién’ digna del Buen Viejo de barbas de plata y corazén de oro. En la costa de Bretatio, este rincén de la playa, este retazo de nar, e como un pedazo del eel: serens El camino tapizado de piedras blancxs es como la via Iietea, Yen el lejano pro- montorio la pupila del faro reeién encen- ido parece un lucero gigante : Sitio aea- El cristal de In onda se rompe & veees, yun perdorado salta, deseribe una ripi- a curva y se hunde, como una estrelly bohemia fompe & veces el né cielos, brilla y se oculta...... En el horizonte sombrio_asoma el. on mtede Ia luna. La Virgen ‘pesca eset almar buenas en los fares ientes del Averno; de noche la bella y buena Marfa pesea perlasen los mares ‘trunquilos, y esta noche ha cafdo en su ‘igico anzuelo la gran perla luminosa y Marfa debe estar muy alege piece geo ne ha enado de tue, Tos las estrellas han salido, La noel , {Por qué hay erfmenes de noche? Un bareo enorme zarpa del Puerto Un viejo arco enorme, con tres mitiles viejo velamen color gris. _En uno de los méstiles enormes del isi Inteo enorme, an pequeto anal br 4A donde va la vieja nave? Va 4 Cardiff en busen de earbén,_ pe- 10 yo pienso bajo la sugestién del paisa que el viejo bareo enorme es una antigis y lirica galera que Heva hermosas muj res esclavas para algéin serrallo de Orien- Y la evoeaciin del comerei yea fletadlo por el miserable judfo sin eorazén, el ho rrible sacri nocente desvalida, el grosero trafico de los_tien'~ pos paganos revivido en mi pensamient® por la sugestién del. paisaje, me oprime na cristiana, y de Ia_exigus fuente de mi sentimentalidad mfstiea bro- tauna ligrima, tomo Ifyuido que va i perderse en la grandeza del océano, enor me ligrima_arrojada sobre las miserias pri wil au dni obra indignn desu infin avant SILVA. Pornihet : 1905, “SEES EL COJO_ILUSTRADO air ALDBEA (wovera) San Nicolds de Rafueleses un pueblo ast ‘ano plantado sabre un monte ene drgomas Y pings, & la ola del mar. Estd el casero ot én das mitades: sina en la cumbre, que es Sa Meseta; ota en un rellano de la veriente: 3 aman Tos aldeancs 4 la mltad de aria, Ratueles del Monte, lade abslo, Rafveles del May- De la eurbre al rellano del rellano la playa bala serpenteando un camino que std bordeado artba por cercas de hueras, Stole por campos. de malts sobre las cereas hy zaras gredas, ene cuyas espinas,cuan- do'es agosto, negresn las moras; por cima de las zareas agoman las higuera, unto elas les pomares, y en Io mds alto ostentan los eas: tates su Bien-vestida ramazén. La plays ex. esa y semiieularestderiaada de pedruscos que se entvan maradentt,y Imitada Ta. parte ée tera con reco mirallén de. acantilado; los valine del mar sccavando la roa, han abierto oquedades donde las aguas braman al subir la marea,y cuando baja, van quedande prendidas 2! anil, mara de algas pofcromas,y-que- an también ‘entre las quebraduras_ aguas pr Sioneras que ae eatin muy qultas y muy claras tobrelechos do arene; A veces. Con el agua auédase apriionado algun pececil Entre el gedrusco coren diminutos cangrejos de. mar y 4 41se prenden también, conselando de blan- 2 su negra las conchasraadasd as Iam- Descalzos de pley plema, hombres y_mule- estén en la playa dados d Ia tarea de reco- Ser el ocle. Con largos armatostes de madera R. BRUGADA: Tango espaol van prendiendo las algas y trayéndolas 4 tierra firme; luego las amontonan dun lado y otro del camino para que alli se pudran y_ fermenten El ocle fermentado es buen abono, y los aldea- nos de Rafiueles, que se buscan la vida labran- do la tierra, en su codicia por lograr el botin fertilizador, éntranse en el agua hasta la cintu- ra, Hay chiqulllos que van y vienen dando guerra; una rapacina ha cogido un alga des- comunal, con hojas palmeadas que tienen to dos los matices del iris, y prendida d la falda Ia arrastra por la arena a guisa de cola con va- nidoso contoneo; sus compaferas aplauden la Invencién, y & poco, toda la chiquilleria feme- nina reunida en la playa, gasta_traje de corte, merced 4 las liberalidades del mar. Las unas algas tienen color de carne, y sus formas re- ccuerdan las de los viejos lotos litdrgicos; otras parecen abanicos de encaje tramado con hilos e color; las hay que forman sartas y racimos e épalo; las hay ligeras como plumas y ama- rillentas como marfil antiguo; unas que pare- cen talladas en pérfido, de formas simétricas y duras, rojas, tachonadas de verde, color de he- rrumbre, color de esmeralda, color de agua de mar, satinadas, aterciopeladas, brufldas, inquie- tas bajo el agua y tentaculares, con extrafios estremecimientos y rebrilleos; luciendo cada tuna su peculiar encanto, y, todas juntas, un encanto fantéstico y pompoto de red con ma- lias vivas; y luego, amontonadas sobre Ia are- rna, comidas por las_moscas, confundidas y la- clas, con las formas deshechas y el color apa- gado. —1Cémo fiede el ocle, rapazas! © Malla legé & buen andar, bajando el camino; centré en la playa, descargs’ con gallardo ade- man el cubo de porcelana blanca que ares mente traia en la cabeza, pisole en tierra y se quedé en ple, mirando el agua, que estaba se- rena y baflada en luz. ‘—Qué guapa esté hoy la mar! gverdad, Malia?—dijo, acercandose, unade las chiquillas. i que estd guapa. =Y calentina; no se siente en los pies. éVie- nes 4 badarte? ‘—Vengo buscar salmoria. Y ti, gqué ha- ces aqui? Vine con éstas d baflarnos y 4 buscar mar- aritas 4 Encontraste muchas? —Ni cuatro pares; estuvieron antes las de Luanco y llevaronse todas las que habla. Mi ralas. La rapacina mostré, abriendo la mano, sels conchas sonrosadas y pulidas. Dicen que alli las venden para adornar cajas. ‘—iMira el vaporin de la mina! En Rafueles hay una mina que es de hier Abrense sus bocas 4 Poniente sobre la otra playa, y enella tiene un tosco embarcadero, Cada’ mafiana viene de Gijén un vapor y se ‘vuelve d la tarde abarrotado de mineral; pasa bien cerca de la playa con esa majestad que tiene cuando va flotando hasta una céscara de niuez; 4 su paso, una bandada de gaviotas, que fen pldcida quietud llevaba largo rato meciéndo- seenel agua, levanta el vuelo chillando agu- damente y viene 4 posarse sobre la arena hii- meda. Las rapazas corren hacla elas; asustadas las gaviotas, vuéivense al mar mds prestamente {que vinieron, dejando la playa sembrada de plu- ‘mas blancas y negras; lasnenas palmotean, Entretanto, Malia, después de contemplar un ‘buen rato las olas, que son menudas y espumo- sasy rebrllean bajo el sol, ha llenado su cubo de agua marina, y volviendo 4: ponérsele en la cabeza, emprende el camino de retorno, Malia tiene quince afios, es recia como un roble y 318 EL_COJO_TLUSTRADO ruBia como el trigo. Tiene las plernas largas, el busto bien plantado y redondo, el cuello fino y firme, la cabeza pequefia y erguida. Sos- tiene el cubo en alto con empaque galiardo de eanéfora, y marcha con reposo, sin_esfuerzo aparente, arqueando los brazos, cifendo las manos ai arranque del busto. Es el camino pendiente y gullarroso, como ablerto que estd fen la roca brava. Es casi mediodia y cae de plano el sol; Malia se vuelve de vez en cuando para ver el mary sentir en la cara el. frescor de Ia brisa; luego el camino forma un recodo que cculta Ia playa: ya no se ven las olas, pero se fescucha el rumor amansado de su ir y venir; tras el recodo hay ulna plazoleta; estd sombrea- da por los castafios de dos huertos; & un lado el camino brota una fuente, y bafando las raices en ella, élzanse cuatro dlamos ; los zar- ales se espesan y hacen valla 4 los. huertos, donde, sobre praderas, descabellan sus ramas los manzanos, cargades de fruta; pendiente riba una chicuela Jinda una vaca. Alli, con fl ruido del agua de la fuente, se apagan los rumores del mar; el aire pierdesus aromas ma- Tinos y empieza saturarse de olor 4 montafa, 4 un Hlempo sabroso y fragante; tomillos ymen- tas, drgomas ypinos, y_aquel prado que arriba festin segando, y el acre del humo que se es- capa de los borrones que en aquel otro campo ‘estan ardlendo, atizados por la mozona brava, ‘con rostra de energimeno y corpanchén de Hércules, que endulza la faena fumando un pito mal liado «de lo mas fuerte», Malia entra en el pueblo, que esté desparra- mado por la meseta; las casas son pequefias, ‘con tejados en punta, como esas primitivas que pintan los nifios. Las més son grises, hechas Ge piedra y barro; pero hay algunas nuevas, ‘con balconale.de madera, pintadas con alegres colores de barca, azules, rojas, color de sepia; pocas son las que al ple no tienen un pedazo Be terreno cercado, con cuatro coles y una hi- iguera; alguna, en el patio de entrada, ostenta tna panera é un hérreo, plantados majestuosa- mente sobre pilotes de mamposteria. Hay una sola 4 estilo de cludad, con corredor saliente, ‘que forma un pértico sobre la portalada, en la ual hay tres huecos; el central, con puertas vidrieras, da paso 4 la tienda—dnica en Rafiue- Jes, —donde se vende sidra, cerveza, comes bles, cerilas y alpargatas, amén de otros ticulos pertenecientes al ramo de merceria m nuda, tales agujas, ovillos de algodén y cintas de hiladillo ; la puerta de la izquierda lleva & las dependencias inferiores, cuadra, corral, po- cilga, y la de la derecha 4 la vivienda de los ‘amos, que son sefid Maria Juana la de Rodes y sus tes hijos. La casa de Malia esté junto 4 la tienda, y parece vivir 4 su sombra; tiene una puerta pi fada de verde, partida en dos: durante el dia, abierta la mitad superior, da visos de balcén al hueco y permite ala luz entrar en el portal, que ‘es al mismo tiempo cocina; estén las paredes, ‘humadas, hay un fogén bajo una_masera con fapa, dos bancos de pino, un vasar y una mesa pequefia, sobre la cual campa un cubo muy blanco cublerto con un pafio. En el vasar hay menguado surtido de platos y pucheros, dos va- 08 de cristal y una taza; dentro de la masera tun buen pedazo de borona, un puchero con leche y un puflado de arbejos; entre las patas de la mesa hay un montén de lefia menud fen el fogén borbotea la pota. En un dngulo se abre un pasadizo, yen lo més hondo de él festd el horno; 4 medio camino hay una puerta que es la del dormitorio; tal es la cbscuridad, aque no aciertan d contarse las camas. Delante dela casa se sefocila un cerdo y van y vienen, picoteando, cuatro gallinas; también hay unos Euantos rapaces, que son os hermanos deMalia, Los hermanos de Malia son cinco, y s@ max dre Celesta es viuda hace tres afios; era’ el ma rido pescador en verano y minero en invierno desde su muerte vive la familia poco menos {que como los pijaros : de lo que cae del cielo, Celesta tiene manos de angel para_matanzas, guisandeos y amasamientos: pero en Rafineles hay poco qué guisar y sus habilidades no ha- llan cumplido empleo sino de tarde en tarde, fen ocasién solemne de bodas 6 de entierros 6 en la fiesta del Cristo, en casa del cura. Malia sabe de tijeras y aguja y-corta y cose sayas y corpifies para las aldeanas; el rapaz_mozo, Quico, que tiene trece aos, esté 4 jornal en Una lancha, y los otros. cuatro ora llindaw las vacas de Rodes, ora van al monte “én bus cade lefa, ora gandulean amigablemente en la grata compania del cerdo, disputéndole los tronchas de col, que son regalo del venturoso animalejo. Malia entra en casa y su madre le sale al —Ya tena ganas de que vinieras, mujer: trajo Quico una carta y no acertamos 4 leerla: témala td {Por qué milagro de ciencia infusa sabe Ma- lia leer? Cierto que en Rafueles debe de haber ‘escuela, y cierto que la hay, guapamente insta- lada en el pértico mismo de la iglesia; el tal pértico es rectangular, techado 4 teja_vana,. on pavimento de guijarros, ablerto al aire li- bre por tres de sus costados, puesto que el mu- ro no sube mas de un metro sobre el suelo y no hay entre pilar y pllar de los que sostienen la techumbre, postigos ni vidrieras; sujetos con goznes 4 Ia pared, hay tablones que suben y bajan y hacen de bancos cuando la escuela esta fen funciones. En un rincén, una mesa de pino resobada y mugrienta sefala el lugar de la cé tedra. Enla Unica pared del fondo, hasta el techo, estd la puerta que da paso 4 la iglesia, ya laderecha mano de esta puerta, hay un nich de media vara en cuadro ; embutida en 41 esté la pila del agua bendita, siniestro reci- plente de pizarra, y sobre la pila una calavera; y hay en torno dela calavera esta sabia ins- Gripcién: «Lg que eres, ful; loque soy, serds». Tal tes la escuela de Rafueles ; alli, &la sombra del ascético recordatorio, sin duda aprendieron & eletrear muchas generaciones; pero d la hora presente—y ya Iban varios afios de presente para esta hora, cuando empieza mi cuento—na- die aprende en Rafueles a leer, y no porque la ciencia le haya tomado miedo 4 la muerte, sino porque el maestro habria de ganar treista duros al aflo y las razas de héroes se van en- rareciendo. Malia, sin embargo, sabe leer, y semejante privilegio hdcela objeto por parte de los suyos e clerta veneracidn supersticiosa. Dejado el ccubo, toma la carta que su madre le entrega, y mira y remira el sobre, manoseado y sucio —gDe quién serd, ti? —Paer que vien de muy lejos por los sellos que trae, —Abrela y lee. —Alld voy, madre; tenga paciencia. Malia no esté muy ducha en esto de abrir cartas; rasgando el sobre, arranca un pedazo de la misiva, la cual viene escrita en amplia hoja de papel comercial con cabecera roja y ‘oro, prédiga en rétulos y medallas; las letras son pocas, redondas y espaciadas, como escri- tas por quien gustase de hablar poco y claro, y dicen como sigue: «Habana, 4 3 de mayo de 1903. Apreclable hermana:» De Juancho!—Interrumpe gritando Ce- esta. De tio Juancho!—repiten 4 coro les rapa- ces que boqulabiertos como dnimas de retablo, rodean 4 la hermana lectora. Y decian tio Juancho» en tono enfitico y reverencial. —«Apreciable hermana :»—repite Malia, —Callal. rapacinos—amonesta la madre;— sigue ti. —sApreciable hermana: Sabrés que he de- cidido volver 4 Espafa, porque cuando ung se va haciendo viejo le llama la tierra en que oa- cié. Saldré de esta plaza el 1° de julio, y lle garé 4 Gijén del 12 al 13; que vaya tu hijo Quico 4 esperarme, y tien ésa alquilas ura Sala para m{ en casa de Rodes, porque ya me figuro que en a tuya no habrd lugar para hués. pedes; otra cosa sera cuando yo vaya. Memo: fias d todos los que se acuerden de mi. Tu her ‘mano que te quiere y verte dese Juan Moriedes», Terminada Ia carta, guardaron los oyentes silencio emocionaco. —iJuancho viene! —dijo al cabo Celesta. —jGuantas perronas traerd !—grit6un rapes. —iPerronas !—arguyé una nena con Ironia misericordiosa,—j pesetas dirés! ‘Malia no dijo nada; dié la carta 4 su madre ¥y empez6 a trajinar en la cocina. —Pero mialma—le dijo Celesta,~ eno te alegras de que venga tio Juancho? ‘Malia hizo un gesto de indiferencia: levan- tando en vilo el cubo de salmoria, vertigle en la masera, y romplendo cantar se enfrascé en la tarea del amasamiento. Celesta, carta en ‘mano, fuese con premura & correr la noticia por el pueblo. wm Es el crepisculo tan sereno y tan plécido que parece que el dia se estd durmiendo: lot pinos del barranco negrean ya. y el mar, de ‘azul que era, vase tornando violet gris es labase quieto, con las aguas ligeramente mur muradoras, pero al hundirse el sol en ellas,¢2 mmienzan 4 agitarse y 4 espumarajear cont el acantilado; también se embravecen sobre las Indefensas. arenas de las playas——que én Rs fueles las playas son dos, una a Poniente y otra 4 Levante, para acoger al sol cuando lest y despedirie. cuando se va, amplias las os. y tien guardadas por baluartes de negra roca Sobre la playa que mica 4 Poniente se_abres Tas bocas de la mina: el rolo del hierro va de ramandose cantl abajo y ensangrienta. Ia a na dela ona. Sobre la arena esté el embsr cadero del mineral: es un artilugio de madera sostentdo en pilotes embreados. El agua e> umantellega-al primer pilote, y ante él, com fsustada, retrocede; tora 4 acercarse y 4 :© trocedér: pero viene otra olay se estrella brava contra el pllote, lamigndole con lenguss de espuma: y la siguiente se rompe tambiéa y fescupe mas alta la blanca cresteria; y la. zaron 4 despedir su aroma us _madreselvas, y sobre el verde obscuro, como una sospechs de color, se adiviné la pompa de unas ross: EI alma de los huertos nace de noche, porque de dia duerme al sol con el vibrar Sonoro que suscita en el aire; de noche aro man las flores desdefiadas y se suefian her mosas; de noche brillan los gusanos de luz de noche se miran en el estanque las est: las palidas; de noche cantan los ruisefores. El pueblo poco 4 poco se va durmiendo: los ruldos allan; se clerran las puertas; 2 gulen canta muy leos una cancién que parece triste; pasa un hombre solo, que va de priss y Su paso resuena en el silencio con sons ‘casi trAgico; ladran los perros agoreros, y relo} de la torre canta con clara voz. El Indiano sale al corredor;; a frescura {r= gante de la noche dice algo ‘muy grato d sv espiritu, aunque él no es poeta; Ia noche tie ne voz para casi todas las almas, y como sie pre que nos habla la naturaleza trasladamos nosotros el sentido de su lenguaje al idioma dde nuestro deseo, creyé el indiano que aquels poesia dela noche era como heraldo de las venturas de su amor. La chiquilla, sabrosa y fresca como el huerio, era como dardo par su corazén, dardo causador de gustosas her! das, y el fuego de los labios de ella, se ani jaba 4 su anhelo frescor matutino, y del hala- ‘90 de su esquivez tomaba su mente dulces apoyos para fingir las glorias de la hora ce! triunfo, EI buen Juancho tenia su dicha por tan se gura que iba retardando el momento cons oreo goloso y pueril. Serd de esta manera y de la otra. ¥ fué tanta la fuerza de su ima Ginar, que crey6 oir, junto con los suspiros ce las hojas y las risas del agua en la tere suspiros y risas de la enamorada. ; Suspiros y risas! Si que sonaban, alternades, como pe las y_rosas. Suspiros yy risas, y blen cerca. fen el huerto, casi debajo del corredor. Y ec? la vor de Malia, la reldora y la suspirante. Escucha el indiano: con la voz de ella se trenzaba otra voz, y decian: —jEso no, que ye mucho pecado! —Pues si’ no pecaran tu padre y ta madre cextébamos frescos. — "No seas ato, hombre! Y luego mds risas y mas rumores, y el pro seguir bajo las madreselvas, sobre la tera e= temecida, de la dulce batalla; y vuelta al sus pirar yal decirse ternezas, ingenuas y cla como flores silvestes. En tanto el indiana, de bruces sobre Ia te laustrada del corredor, primero con rabla, 1 go con pena, sintié como si A cada rise Tas que en el huerto estaban sonando, se dés ‘moronasen, fatidicos y necios, todos los mor tones de ofzas que trajo de las tierras del 5°! (0. MARTINEZ SIEREA.

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