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EL COJO SUL ‘Ano XIV 1s DE MARZO DE 1905 N37 aan ‘QUINCENAL DIRECTOR: J. M. HERRERA IRIGOYEN " Eurnesa Et, Coso — Canacas — VeNExvmLa PRECIO | SvSCRIPCION AENSUAL... UN Noa SUELO. Debeen sceradks GTeRors de TY) moda C8 hablar mucho del -moderniamo, sin analizar lo que la palabra signi- fiea, Convendrfa que los seftores encargados de ilostrar al pibli- co, desde Ta tribuna de los pe- Fiduicos, examinagen la etimolo= fa de exe vocablo paraevitar in tiles discusiones. Nohuelga reco dar & este respecto algunos antecedentes Los Goncotrt, en una de sus nove: ponen en boca dun Javta y nervioso los siguientes eo wdlerno todo esti eh Ia’ intuicién de lo contemporiineo, de espectiieulo con que nos codeamos, del preente en el cual sentimos palpitur uestras pasiones, algo de nosotros. personaje sti todo para el artista........ Un siglo que ha su gran sie glo de quietud, de la ciencia, de Tn ansiedad de lo verdadero.......un glo como éste, ardiente, atormentado, que destila Ia sangre de sus venas, con st belleza de enfermo. y sus contracciones de fiehre jebmo quieres euentre una forma con qué expresirse ?» jLa intuieién de Io conte Muchos de los que hoy son para nosotros no buscaron otra cosa, Don porineo | ‘xiv Quijote fué un. contemporineo ideal de “Cervantes, la vida que describe en su li- bro inmortal era la de su tiempo; no pocos de los condenados que Dante coloca en su Infierno, fueron no sus_contempordneos politicos; los pastores que Virgil ce cantar en sus églogas als Fisticos instrumentor, Tos hubfa visto en aoe obligado aves tor de ahora a pasidos? Bien visto modernista como Hor Galdis, exeluidos del anatema que se lin- za & los que se empeflan en extraer de Ia moda lo que pueda contener de po itorio lo eterno, segiin la sintesis magnifica de un poeta maldito, denuestros dius. Lo esencial le Ia teorfa modernista se halla ahi bre~ vemente expresido, Después de sus dogmiiticas afirma- , de sacar de lo tra Wy Y MM ciones la ciencia sincera termina por dar ra afi isa haan Socrates. Escuchad este elogio del. es cepticismo proclamado por uno de los mis grandes sstbjox del siglo; en su cciente Psicnlogia de tos sentimientos ice Teodoro Ribot «Hay expfritus que reclaman la ver dad antes que todo, pero que la quieren bien establecida, bien demestrada, que tie= nen hr obsesién'de I exaetitud "y’ de los procedimientos rigurows. Hay atros que se comphicen en la sagnedad por exeeso de sentimiento 6 de imaginacién, por impotencia de reflexién, por falta de paciencia en el anilisis, | Para estos tile timos li ligiea afectiva es suficiente y preferible, y la inventarfan sino existiens. mia de ello y que segura sw perpetuidad ex que es obra de nuestra naturaleza no-intelectual. El hom Dre wiente surgir en sf necesidacdes, deseos, problemas, @ lox 1 Ta razini-unis profi es Ia naan pura espition nto y la el puéstor de ay limita el eo & mucho ige cups jento y se resign h HL estoien que desdeiia las esperanza ilusorias y lox eonsuelas var nos, no son del gusio de todo el mun do.” La gene tas aparentes Al fin de fines lu sonrist desconfiada de Miguel de Montaigne es To mis e que el puede imitar sencia del misterio de lay ad prefiee lis rspmer- panda. : hombre pre De gustes, de colores—y de anvisiea (augue no resulte en verse) sf han escrito los autores, sin que nadie Iogre ponerse de acuerdo, Asi xe demuestra, de mera peifica, Ie salwdable nar Gada uno preferencias y de it romana de zane 1 «Claro de Tunae Singera sean as ie qui tiene en materia de gustos ysis colores mndsien, Lorin unos con y otros con Beethoven, que lindt cl_motive importa poco, arnt le un organo ro puede producir envociones tan como las euerdas sonoras det lo: el alma del sonido no est en el instrumento que lo pruduce sino nel coruzin donde. reseh EI que sepa leer entender este pairra- fo de un artfeu lode Nietzsche, que publien ta Revista Germanic muy bien que, revistas especiales de m mira como esencial de la refor= ma de Wagner el he ‘Tha destruido las anti mas de la sonata, dela 10 de que del cuarteto, y el compositor de Cones pedo que esto con duce a um gran error. Cada uno dele hab Tengmaje que le conviene: » si-el titin habla conn nta_y de terremotos, ex en cambi inadmisible que el simple mortal te el derecho—y wbre todo el deber—i imitar este modo de elocucién! (1) Una vex inventada la forma de arte superior hhacen mis necesarias ws fin de que los artistas puedan expresir eu r per nnte dominados por los clamor: pestad. Un suramente & Wi testimonio de el mis auténtis sspeto, sien sus creacio i" pi 2) § eet a Hided fein xf miamo, cou nn eney resuelta si dar en tod tiempo el misi- de produeit—« it forma dl ima. Me rego- 2, pes, de “que alguien tenga el ps pisito de tomar en serio Ia forma, ti Alespreciadae oslfas, dela canta lo q eel partido liberal» ruso eserile también dramas, En st deine produ es decir, De Temporal G algo asf, describe Gorky las enferme- It pura o_ producir. obras de energia. (1) La que Nietasche dice de Ia mini pusls saplicarse & la titeraturn, Bueno ex recordar” go no ‘todo el mundo puede ser" Vici Hoo (@). Atiendan también el come Tou ere imieadores de lov grandes ‘maestes EL coJO ILUSTRADO 155, Tbe rfixinte. Var nurido el abogudo Borst isn dntracién predileeta eel jue —Es necesario que te ocupes en al- No haces sino leer...... lees de- Chalimoff con ocho aftos. de incesantes turas ha perdido el pelo, It gracia, ka juventud y ka naturalidad. Galeria’ no habla. sino en frases eli= vari 1 sol se levantay pone y en el corazin de los hombres rei- iat siempre el crepriseulo», 6 CEL dia no bello que la nocher. Rioumine cont ceear que es m1 dcbil, tn xér sin. voluntad Tonka eu gente vive enna atmbe- fe ihesea que est pidiendo un nuevo que. purifique el aie Al fin Vania en un rasgo’ de inde- windeneia, que pareee merecer la apro- in del autor, dice su marley & ntelectustles» ‘que Io rodean ramos marido y mer, aliora so trafios uno para otro; me voy todo es podredambs ‘osotros. {Quiero vivir! Ye otros! | Oh malditos sei J. SVANOWITS : Rida de gallos que por eapiritu de Tibertad por haber Tefde li Crsa de muteons y por seguir el cjemplo de Nora. ; Siempre la literatura! } M porcenentales A las exclamaciones de esta mujer superior, tal vex sea pre~ ferible el simple dicho superficial de otro. personaje del drama, de la re gocijada Julin: ja vida eel arte de ‘encontrar Ia ‘ellea y la alegria en todo, el arte hasta de comer yd beber ! Asm LEQUIN. ARS HERMETICA Vivi en el siglo trece. Por de Dios Nuestro Sefior las rutas investigaba del Ideal. Yo fut sablo y astrblogo; supe el secreto y la virtud oculta de muchas cosas, hallé la Piedra Filosofal! Sorprendi en mis retortas éureas huellas fencontré en mi obscura laboratorio la milagrosa trasmutacién, metal Yo escrutaba destinos en las estrellas y vidse en altas mi observatorio como estaba mi corazén....! Of de Albertus Magnus las misteriosas y saludables predicaciones, oyéndolas vibraba todo mi sér, como en jardin cerrado lleno de rosas 6 como si llenaran dulces canciones tun melancélico amanecer. ... | Quintaesencié mi espititu. Vagos anheles me invadian cual claro de luna llena fn la noche de mi alma; yo los sent! que me sugestionaban como en los cielos, un astro al caminante. Teda serena, serena y dulce mi alma reposé alli. De mi mano en las lineas profundas una linea sinuosa me sefialaba, como mértir de un grande suefio de amor, y por eso en mi frente, desde mi cuna, fen este siglo nuevo la fiera y brava sefial impresa de mi dolor! Servi & Su Malestad el Rey Catélico, fui-colmado de honores, pero perdida vivié slempre mi alma para la luz delamor que buscaba. ...! Soy melancélico después de Setecientos afios mi vida del Ensuefio clavada sigue en la cruz! MANOEL DE LA PARRA. 156 RMACOJO ILUSTRADO “LA HUMILD — VERDAD" (Pragmento de la novela de ete tt >, premiad ‘ea Biblioteca de Novelists det vig XX). Esta mafiana, que es fresca_y jubllosa co- mo un clavel recién abierto, salen Paco y su padre & hacer visitas de despedida. ‘—Itemos—dice Paco—4 casa del padrino. El padrino vive en Sotonegro, a unos siete kilémetros de Puente-la-Piedra, —De paso—dice el padre—visitaremos al Capelldn de Armendia. El Capellén de Armendia vive en su casona, ue estd'd medio camino de Sotonegr. Con el fresquito de la mafana da gozo ca- minar. Yo creo que,al amanecer, cuando el cuerpo despierta, Ia conciencia una hora sigue durmiendo, y por eso es slempre esta hora ma- tinal, hora’ limpia y blanca, y_el alma en ella alta y retoza como si fuera nifa, porque nada le pesa; y por eso los dias en que no apro- vechames esta paz madruguera, suelen ser arises. En el campo estén arrancando el lino: atanlo fen haces que son rechenchos y cabezudos. Ocupados en la reccleccién, hombres y muje res se afanan como hormigas. Las tierras que fueron de trigo estén lisas y pardas, esperando Ja nueva sementera: 4 lo lejos las vifas o5- fentan su pompa tardia, y un palemar— torre blanca, techeda de rojo—-toma en la undnime lianura aires de fortaleza, Padre é hijo caminan 4 buen peso, y como siempre que se encuentran juntes, hablan muy poco y se entienden muy bien, Hoy esté Paco de buen humor. Selor Ma- nnuel no le tiene malo. El viaje, sunque ya formaimente decidido, no ha alcanzado ese limite de preximidad’ inmediata en que co- rmienzan las. tristezas de la despedida. Sefior Manuel sabe que el hijo se leva; aun no se hha dedo cuenta de que se queda solo, y no recuerda que el estar solo es cosa triste AA cada paso llueven los saludos. En la ca silla del peén caminero hay cuatro viejos que toman el sol. —Adiés, sefior Manvel, y a compania. —EConque se nos va Paco? ; Vaya, vaya! —¥4 Madrid nada menos. —iQué se ha de hacer, hombre, qué se hha de hacer! Y cabecean los cuatro 4 coro, como si ‘quel viaje fuese gran problema para sus cua- to cerebros, encallecidos bajo les canas. Una muchacha vuelve de la fuente; trae el céntaro en alto, y las manos puestas en las caderas, arqueando los brazes como asas de Anfora —ZConque te marchas 4 Madrid, Paco? Buena vida que te vas 4 dar! YY se rie con toda la cara, alegre como sol madrugsder. —2TA sientes que me vaya pregunta el —|Como que me estoy muriendo de penal replica ella entre dos risotadas—j Y que te ceasards con una seforona de por alld ! |Quién fuera 1é!—afiade filoséficamente; y pasa. Para aquella rapaza el viaje de Paco es un evento de hadas que acaba en boda. Hay, en una pradera, una vieja que guarda Muy buenos dias, seflor Manuel. ;Ay, Paco, hija, congue te vas! ;Dics te bendiga, hijo! También se fueron los mios, también... {Dios te bendiga ! Para la vieja que guarda la vaca, el viaje el mozo es un recuerdo. Cinco rapaces andan d moras en una linde; quitanse. las monteras, y dicen con tonillo, como cantan en clase la doctrina —Buenes dias, sefior alcalde ; gcémo esté usted ? Y luego, pieoteando como péjaro: —Ese es el hijo... el que se va—y se rien Para ellos Paco es uno que se va, y el fs moso visje una palabra que suena 4 hueco y hace ret. Ali estd la casona de Armendia, y en el huerto de la casona el capellén. Es hombre de hasta cuarenta afios, alto y huesudo, con el pelo de tan negro color, que parece ha: berle destenide rostro abajo, matizandole sur cos y arrugas con pinceladas de mal agiero Tiene la boca 4 modo de caverna, con dien tes amarilles, plantados en tan varias di clones que més que hermanos parecen ene- rmigos. Se llama don Alfonso de Ordénez ‘Armendia; pero en el pueblo todos le nom bran por el apellido segundo, que es titular de la casona, herencia de la madre. Esti el don Alfonso 4 la sazén con la sote- na arremangada y bien sujeta 4 la cintura, dejendo al descublerto los calzones de pana que un dia fueron negros_y hoy son verdes 4 ttechos y 4 trechos rublos, los pies sumidos fen grandes zuecos, a cabeza al ale y todo afanado en azadonear un cuadro que fué je remelacha y que seré de _nabos en Ia pré xima siembra, y mientras zarandea el azadén, rita con vor de bajo profundo—vor que es su orgullo y que le hace ganar buenas pesetes fen les entierros yordos de toda la pro: vinela —jGandules, més que gandules !... Asi se trabaja, asi... ¢Congue liando un cigartto ? Buen cigarrito nos dé Dios. ¢ Echo yo un ci garrito? ; Gandules! Los gandules son dos mozos de campo, que poco mds alld trabsjan como bests, El breviario, forrado en percalina, descanss abierto entre dos ramas balas de una higuera: ya las veces aletean sus paginas tieses y amarillas como si quisieran volar: dicenme que es el aire el que las mueve; pero bien creo yo que, mas que el alre, muévelas el espiritu de amor que sobre ellas, en cAnticos y salmos, anda envuelto, y que no puede sur con paciencia las vocileraciones del crigo. Yo sé que un péjaro, bajando de la copa de la higuera, ha ido 4 posarse en las abiertas paginas, y sé que en la pégina donde se poss hay unas lineas que 4 la letra dicen : «Lauds: te nomem ejus quoniam suavis est Dominus, et in wternum misericordia ejuss, —A la paz de Dios, don Alfonso. Buenos dlas, sefior alcalde, Felices, Paco De paseo geh ? Dichosos ustedes que tienen tiempo de pasear! Yo aqui, esclavo de esta gente, porque en cuanto uno se descuida... Siéntense, siéntense y descansen... Dichoses ustedes. —Pero don Alfonso—insiniia Paco, pot qué se afana usted de ese modo > —{Por qué se afana usted...? Es mucha cantinela : todos decis lo mismo: ¢por qué se afana usted? ;Voy a dejar que se lo lleve todo la trampa? ‘j Buenas andarian las cosas si yo no me. afanase ! El capellén habla ex abundantia cordis. Es mucha mania la dela gente, empenada en EL COJO ILUSTRADO 1 Fo 0. SCHINDLER: Hércules we él no ha de ocuparse de lo suyo. Que lene hijos?Y porque no los tiene va a el caudal por la ventana... ¢Que no me, que no duerme, que no ‘sosiega, que ja dormir ni sosegar 4 nadie por sacar ro cuartes 4 la_casona? ¢Y qué le im- 2 4 nadie? De quién es la casona? gulén, en resimidas cuentas, los cuatro ros? 2A quién le va é le viene en que ma 6 ne coma? La verdad es que pasa la mds aperreada posible, yantando berzas, durmiendo en ss, levanténdose al alba y © muere el sol, que aquellos. cu deben ser muchos miles y que nadie sabe nde estin; y dicen las gentes: «Al cape io matan una noche para buscarle el Pues nosotros venimos de despedida: éste archa, Y¥ no quise marcharme sin decirle 4 ed adiés, Dichoso td que dejas esta picara terra ie 4 mi: sudando como un negro... ;Ah, srandisimo perro! Aguarda, aguarda, El sgrandisimo perro» es el pjaro del bre- io, que cansado de picotear salmos, se muerza un higo. El capelldn le tira una dra, pero el ladrén, que se pasa de listo, in revoloteo se planta en el tejado, y la ' pasar: cayendo la piedra da en el libro clerra de golpe, rebota luego y al tocar tierra troncha una col. Consternado el pellén, enmudece. {Un higo y una col le @ costado el maldite pajarraco, que shora, filando un trino, celebra la hazafia y se burla el clérigo Los visitantes se despiden ‘Ya sabe que pasado mafiana le esperamos “—gPasado manana? —Paco antes de marcharse quiere obse- quiar 4 los amigos. Se comerd un arroz—y To que eaiga, diria don Lino. Don Lino esta solando hace ocho dias con aquéllo que el jueves ha de caer Pasado el puente que es formidable y mueve 4 risa sobre el tio seco, empiezan las praderas: regatos de cristal las cruzan y las antan, y cae sobre el verdor de las_hlerbas Ta sombra de los dlamos que hacen la. linde. La sombra de un dlamo sobre una pradera no acaba nunca de llegar al suelo; es como luna caticia que anda buscando sitlo en qué posarse y no le halla: 4 mime causan pena fstas sombras que nunca se estén quiets y aquellas otras que caen dentro del agua y que el pasar del agua va rompiendo. Més alla hay huertos cercades de pledra fen uno de ellos se oye cantar a un hombre 4 comps de una noria Como va adelantando la mafiana, pica el soly los dos caminantes aceleran el paso tun poco mds alld cabecean las frondas de Sotonegre. Es Sotonegro una finca grandisima, medio de recreo, medio de labranza. La casa de ha- Ditacién, escondida entre copudos tilos: por las blancas paredes serpentean hasta diez va- rledades de parra: la que endosela el pértico es de anchas hojas verde profundo, y lo cimos tienen color de amber: la que encua- ra las rejas tiene menudas pémpanas temas de color, y las uvas parecen gotas de ajenjo sube la balconada el pomposo racimo mos- catel, y Ia plebeya inva abraza la fachada posterior en complicidad humilde con una su arrogante hermana venida de muy lejos, cuyos racimos largos, 4 medio madurar, tienen co- lor de purpura. Bajo la sombra eglégica de aquellas parras vive el padrino, y vive la mujer del. padrino, y vive con ellos una perpetua luna de miel Tiene el padrino—que lo fué de boda del sefor Manuel Trelles—setenta sfios, y tiene su mujer, dofia Maria Inés de los ‘Carriles, setenta y cuatro. Eles un buen sefior que debid ser gran mozo, de barba luenga y blanca, y_reluclente caiva color de rosa. Dosa Maria Inés tiene la tez florida como un jardin yes chiguitina, delgada y pizpireta como una espiga. Yo no sé de qué tiene los ojos, que A ratos son azules, ratos verdes y 4 ratos rises con una chispa dentro; pero verdes 6 arises 6 azules, todo lo ven y con todo se alegran: acaso aquella chispa que en ellos salta sea el dén de gozo con que vino al mundo, Bien pronto atisba 4 los Trelles que vienen camino adelante, y sale 4 su encuentro so- jcta y alborozada. Dofia Maria Inés ha te- nido diez hljos y guarda de los largos dias pasados junto 4 las diez cunas, espiritu y ade- manes de madre para cuanios 4 ella se 158 EL coso 1LUsTRADO —aEres ti, Paquito, hijo de mi alma? ;Qué bueno estés, y cémo has crecido! Hace muy cerca de cuatro alos que el muchacho dejé de crecer, pero la dama ja- mis omite esta benévola ob- servacién: y es que tal vez todos los que ama, tifnelos su corazin por nies y siem pre se sorprende al rirarlos hombres. ‘Adelante, Manuel, ade- lante. ; Qué ‘chicos étosy ccémo van haciéadonos vie- jos! Paco, sin querer, piensa que cuando él nacié ya pa- Saba de viejala buena sefira. Cosas del mundo—dice el alcalde—unos bajamos pa- ra que suban otros. Yel padrino? En el jardin, tan atareado como siempre: le han traido unas parras de Grecia, y las esté plantando 4 ver si prenden; pero voy 4 llamarle. Cudnto se va 4 ale- grat! —iEI padrino!. La viejecita rebusca entre los pliegues de su faldamenta: alli, pendiente de un cordén de seda, halla un siibo de plata: llévasele 4 los labios y modula una nota larga y vi- brante. —Ya viene, ya viene; jcémo se va 4 ale- grr! ofa Maria Inés es mujer practica hasta lo Inconcebible: su casa es un verdadero mu. se0 de artficios destinados a faciltar las ta- reas domésticas: en la escalera cuelgan de piso 4 piso cuerdas empoleadas: atadas 4 ellas envianse de arriba 4 abajo los objetos, ahorrando asi 4 la servidumbre la tarea de subiry bajar. Detras de las puertas se dis ‘milan nichos que guatdan los plumeros y pa- fios de limpieza propios en cada habitacién hay aguamaniles en todos los rincones: pasa- dizos y puertas de escape sin nimero con destinas habilmente estudiados Como en verano, buscando el fresco, hi bita la familia en la planta baja, y en in- viene, en querencia de abrigo, se’ remonta al primero; hay dos cocinas y dos despensas y dos roperos igualmente provistos y adere- Zados. Con esto la mudanza de piso no ‘ocasiona trastornos, pues no hay que tra dar ni_un plato ni un garbanzo. Ultimamente dona Maria Inés ha inventado este refina- Imiento del silbo de plata. El padrino, llevado de su amor 4 la jardineria y horticultura, se escabulle hartas veces en el huerto: otro tanto sucede con los domésticos: d la sefiora parécele el llamarios 4 voces cosa plebeya y fe mal tono. «Pondremos—dijo el padrino eonsultado sobre la ardua cuestién—una cam- pana en el vestibulo: cuando nos necesites...» "Pero zy #1 08 necesito precisamente no es- fando en el vestfbulo, habré de iren busca de la campana ?»—arguyS dofia Maria Inés Y cavilando, cavilando dié en la idea del silbo. Serd como una segunda vor mis, puesto que Ic conmigo; pero vor fina y mu: sical, y argentada, dado que el silbo ha de ser de plata. Decidido el caso, fué el padrino 4 Leén y compré el instrumento. Telié la Seflora, por el ancestral método del_manojo de llaves, un cordén primoroso y hé aqui en funciones la segunda y argentada voz; pero al primer ensayo surgié una Inesperada_dificul- tad. Fué el caso que el padrino estaba en el jardin podando parras ; Carlota la doncella fen el piso primero haciendo la limpleza: Juana la cocinera se hallaba en el. corral pe- lando'un ganso: el cochero Gerardo quitando el polvo al coche en la cochera;—es de ad- vertir que en Sotonegro y bajo el cetro amable de la dama todo el mundo estd siempre donde debe estar:—Dofia Maria Inés quiso. hablar 4 su esposo: jaqui del silbo! Silbé: 4 la ver- dad la nota era todo lo fina y argentada_po- sible: aun estaba nuestra buena seflora re creéndose en oftla vibrar, cuando 4 su gran sorpresa, hallése rodeada de toda la familia. Legs el padrino, verdaderamente; pero con el padrino, y aun antes que él, llegaron Car- lota y Juana, y Gerardo, més el jardinero y la portera y el mozo de cuadra. ; Valganos el Sefior, qué partida nos ha jugado el silbo! Dofia Maria Inés medita, y de la meditacién surge un reglamento. Si se trata de llamar al padrino silbaré una vez sola—é tout seig- neur, tout honneur—dos si 4 la cocinera, tres si 4'la doncella, arrva et sic de cateris, au- mentando silbidos 4 medida que bajan cate gorias: y para que asi conste y se recuerde, i padrino, con magnifica letra redondilla, redacta un cuadro que es como sigue USO DEL SILBO DELA SENORA, ¥ SU SIGNIFICACION ‘ollbido—Bs para amar sl efor D. Carlos, su exposo. 2s 1k tk Adoane, fe Hid. 6 Carita, ae 4 id. & Gerardo, Cerrado el documento con un rasgo.digno de Iturzaeta, clavése con doradas tachuelas en la pared frontera del vestibulo... y adn rige Entretanto ha llegado el padrino: viste un holgado levitén; libra del sol la calva con un vetusto jipljapa, y lleva lentes de oro. Rancia costumbre de sus buenos tiempos, diselas de gallardo al andar, pero ya la tierra va tirando de él y su espalda encorvindose responde al Mamamiento, ‘Hay por parte de visitantes y visitados cambio caluroso de amabilidades y Saludos. Dofla Maria Inés contempla 4 su marido con sonriente arrobamniento, como si ‘Adonis fuera y por primera ver le mirara iy qué amable en su rostro de vieja aquella sonrisa de amor siempre joven ! —¢Dénde estabas, hijto? Cref que no me las y estos muchachos se impacientaban. Seflor Manuel Trelles se esponja. Siempre complace oirse llamar joven por una dama, sigulera sea tan vetusta como dofa Maria Ings —Por supuesto, que coméis con nosotros. —; Pues no faltaba més!—Dofla Maria Inés silba dos veces: como por arte magico surge 4 su lado Juana—Estos sefiores comen con nosotros: dispén la mesa bajo el emparrado y prepara un plato mas de dulce. Este plato de dulce es para elnifio, piensa maternalmente la sefiora: el niflo es Paco Trelles, que 4 la sazén esté soflando que den: tro de unos cuarenta dias tendré 1 Madrid 4 medio conquistar. En la mesa, puleramente servida bajo la parra que tife el damasco de los manteles on verdoso matiz aristocratica, los dos viejo: obsequian 4 sus huéspedes: tales Baucis Filemén agasajando 4 los dioses en el umbral_ de su feliz cabafa. Rayos de sol, haciendo prisma del cristal de los vasos, tienden de punta | 4 punta de la_mesa bandas de iris, y echan en los manjares sal de policromia, Hay go rriones desvergonzados que llegan 4 la mesz en busca de pitanza; aleteos de sombras fugitivas acarician los fostros de los comen- | sales, y plando balito—en Sotonegro hasis los pélaros saben de correccién—dan con cierto los_péjaros. Habla el padrino Muy acertada me parece esa resolucién td, Paco, eres muchacho listo, ocupas une posicién Influyente, y por lo. tanto tienes grandes deberes que cumplir—el padrino, que lee muchos libros, habla como un peri6dico,— grandes. deberes, digo, porque en gran parte la felicidad de Puente-la-Piedre depende de ti. Un golpe de tos corta el hilo al padrino su rostro se amorata; el de doa Marla Inés fenlividece de inquietud; pasa la criss. Estas mejor, hijito? —Perfectamente: po va uno quedando para nada.—Y sonriendo, afiade’ He enfermado del pecho 4 fuerza de partir pan 4 los hijo. Este es un chiste con veinte aos de fecha: los veinte que el padrino lleva de tos. Doha Maria Inés le acoge siempre con una sonriss emocionada. Le dice su marido y evoca la memoria de los hijos. ; Cosas tiene la vi da...! Haber criado diez y no tener ninguno Todos estén lejos; unos mas lejos que otros, puesto que no estén en el mundo. Cuatro murieron de pequefiltos, hace medio. siglo cuando ella estaba alin bien cerca de los veinte. Otros dos en la flor de la edad. De Jos cuatro que viven, el uno marché & Cubs hhace treinta afos, y'no piensa en volver. La pequefia entré & monja y hoy es abadesa, y las otras casadas estin una Sevilla y otra en Huesca. Cada dos 6 tres afios tienen los viejos una visita, y ya conocen ocho nietos. Uno, la mayor de Sevilla, se va 4 casar. por Pascua. {Qué vida ésta! Desde que se que- daron solos’ se quieren mas, y asi lo van pe- sando hasta que Dios disponga. El la tiene ‘un amor eaballeresco, hecho de sumisiones y galanterias, que huele 4 rosas secas y 4 ma Grigal de ‘antafo, Ella le culda, ie mim arrulléndole, le llama hijo, le mira buen mor? y le admira gallardo, tal como en las retinas de su alma le pinté hace diez lustros el ca- fifo. Encalmadalatos, pro- sigue el padrino : Grandes deberes, Paco. El pueblo es un no menor de edad: Jos que le rigen son sus tutores naturales y obli- gados estén 4 adquirir Eiencia y experiencia, to- daslasque 4 él lefal. tan. Bien haces, pues, yendo la corte, cen- tro y emporio del ber nacional, bien he- ces: que el caciquis- mo, tan denigrado en libros y papeles, 8, si bien se medita, past EL COJO ILUSTRADO 158 H. PHILIPPOTEAUX: El banquete de los Girondinos reo leito, siempre que quien lo ejerce reuna dotes para ejercerlo, La politica inglesa ha comprendido bien. ‘si el padrino sigue la perorata, hueca y rotunda como articulo de fondo, Doha Maria nds le escucha en éxtasis. jLo que sabe es- le hombre! Sefior Manuel Trelies asiente con ‘monosilabos acomodaticlos. Es mucha cien- cia aquélla! Paco no sabe lo que le pasa. Es decir, que el vile, sw viaje, significa todas aquellas co- sas... Que es un problema y un deber sacro- fanto, cosa no sélo de politica, sino de poli- tica inglesa... jEste pobre sefior estd loco! aS peroratas son como el silbo argénteo de u_sefiora dofia Maria Inés Pero es el caso que 4 la tardecta, de vuel- ‘a al pueblo, las tales peroratas que en So- yo le sonaton 4 broma, camino de Puen- ‘e-la-Piedra, entrindosele por los oidos de ia vanidad, comenzaron 4 sonarle & veras Por qué no habia de ser cosa de intringulis €l que i se fuese 6 se dejase de ir? z Por qué no habia el pueblo de andar interesado en ello? Por qué no habia de ser él hom- bre significado y elemento social y hasta po- Niuco la Inglesa? Por qué? En porqués ¥ porqués pasé el camino, y 4 la noche en el'claustro de la Asuncién hablaba el mozo deesta suerte 4 la desoladisima Elena —Ya ves td, yo por mi me quedaria, pero no puede ser: tengo grandes deberes que cum- plir con el pueblo. ©. MARTINEZ SIEARA. LA MUERTE DE LA SERPENTINA En el cesto, entre sus compafieras, laser pentina rosa soflaba un suefio de su mismo co- lor: vela clelos rosados, labios rosados, pé- talos de rosa esparcidos, exhalando duleisimo perfume, ‘—*Cuando me lancen al alre—pensaba la serpentina rosa—caeré en el seno de una nifia hechicera, de alguna virgen de dieci- Siete afios,—seno que el primer latido de amor fain no consiguié agitar misteriosamente.— Caeré alli como en su nidal la paloma, y al choque de mi enroscado cuerpo, el cuer- o inocente se estremecerd de Indefinible emo- cién. El golpe sordo de la serpentina rosa retumbard en el alma nueva, en el capullo de alma. Ah! Que no tardea en arrojarme al aren Que legue pronto mi vez». Y Ia vez no llegabs. Serpentinas verdes, amarillas, bermejas, azules, volaban desen- rescindose al dirigirse al blanco, y se en- tretejian en aérea red, suspensas de los balco- nes enganchadas en las ramas desnudas de los drboles, desgarrdndose en los picos de la- tén de los faroles. Del fondo del cesto no lograba salir la serpentina rosa. Pot fin..nnjAb! jGracias 4 la suerte! Ya rompe la serpentina su cércel; ya, desen- rollada el cabo, se siento disparada en el vacio.....Su golpe mate va 4 dar contra un echo de mujer. Pero el pecho, ni tiene elasticidad ni color: diriase que es el ester- én de madera de alguna efigle olvidada en su camarin, sin cirlos nl exvotos, y ya res- guardada por a costra dura del olvido. La mujer del pecho insensible, tranquilamente, ha rechazado con Ia_mano la serpentina rosa, y ésta va & hundirse en fango, donde la piso- tean primero y se la disputan después cien granujillas de manos suclas y boca maldi- lente y procaz. Cubierta de barto, ya na- die podria reconocer 4 la serpentina rosa: su bonito color se ha convertido en un tono triste, apagado y obscuro, el matiz de la tierra arcllosa, amasada con el agua llovediza que la Impregné: su forma redonda ha desaparecido; vedija informe, de la cual se lleva cada golfo un pedazo en las ufias, en eso ha pa- rado la. serpentina hace dos minutes tan fla- ‘mante y tan llena de ambiciosastlusiones. Y ella, Ia pobre serpentina rosa, no siente ni la caida en el barro, ni las heridas y esgarrones que han lacerado sus entrafas, No. El secreto me ha sido revelado para que yo lo divulgue. Lo que siente la ser- pentina rosa, al mortr, creedlo, vosotros los que pisdis sus rostros “despedazados y ya in- corporados al cieno que se os pega 4 las. sue- las de las botas—to que slente, lo que le duele con dolor incurable, es el golpe.que se 4ié contra aquel pecho ‘sin calor nt elasti- cidad, cuando pensaba caer sobre un corazén vivo y palpitante, que d su contacto se estreme- clese ‘maa PARDO BAZAN. 160 EL 0JO ILUSTRADO AL PARTIR EL TREN Hace algunos afios fui testigo casual de una de las escenas més dramiticas’ que he pre- senciado en mi vida Por circunstancias que ahora no recuer- do, me encontraba lejos de mi casa un dia veinticuatro de diciembre, fecha en que la Nochebuena reune las familias al calor del hogar. Conforme se aproximaba la hora cld sica de la fiesta, se me iba haciendo mas insoportable la hurafia soledad de mi cuarto; un uarto alquilado en uno de los hoteles de Cérdoba. A las diez de la noche no habia casi nadie en el casino, Hasta la sala de juego estaba desierta. En los cafés habia también escaso piblico. Toda la vida de la vieja ciudad de los Califas habia refli do seguramente 4 los hogares, donde pocas, horas después se celebraria en familia el na. cimlento de Jest En los bartios populares se notaba mayor imacién. Turbas de chicuelos recorrian las calles con horrible estrépito de zambombas, panderos y almireces. De vez en cuando, se ofa resonar un villancico entonado con vor ‘aguardentosa por algin borracho que se ha bia anticipado 4 la Misa del gallo. Salf del hotel 4 la ventura. Sin darme cuenta del trayecto que habia recorrido, me encontré Junto a la estacién. Eran las diez y media. A las once y cuarto pasaba para Madrid el expreso de Sevilla, el tren «de Iujor. Como en Cérdaba no tenia yo amis tades ni ocupaciones graves que ocuparan mi tiempo, solfa algunas noches, como recurso de astero aburido, pasearme por el andén y presenciar la llegada y la partida del expreso, cosas ambas que no me interesaban ni poco rni mucho, pero con las cuales mataba unas cuantas horas de tedio. ‘Aquella noche hice lo mismo. tumbre me llevé 4 la estacién. Nada hay mds opuesto al sabor tradicio nal de la Nochebuena que el celebrarla pasedn La cos: dose por el andén de una via {érrea Los rieles que avanzan, que s¢ entrecruzan, que se prolongan en distintas direcsiones, dan precisamente una idea contraria 4 la del re Cogimiento del hogar y el suave calor de la fa- milia, Aguello es el ir y venir de gentes que no se conocen, que no se detienen: de per- sonas que el azar reune dentro de un co che durante unas cuantas horas, quiza para no volverse 4 ver més, en el trajin de una hu: manidad indiferente, sin vinculos, sin afectos. de una muchedumbre errante envuelta en el vértigo de la velocidad, que la arrastra en un eterno cambio de paisajes y de perspec- tivas. En Nochebuena no viaja casi nadie Los espiritus mds refractarios a Ia tradicién evitan, si pueden, pasar en un vagén ferro Viarlo, alumbrado por la luz livida ¢ inse gura del fanal de aceite, la hora. gloriosa y dulce en que el Nifo Nazareno viene 4 Ta tierra en un establo. ‘A Ia estacién llegaba también como un rellejo yerto de la alegre Nochebuena. Era como una vaga lnradiacién del calor de los hogates. Los pocos viajeros que habian lle gado 4 las nueve por la. linea de Mélaga ara enlazar ‘con el expreso, se agrupaban En_un exitemo de la mesa del comedor de fafonda, junto & la. chimenea en que ardia Chisporrteando el carbén de. cok. Obliga dos sin duda d visjar durante aquella noche Se habla establecido entre ells una cordialidad familiar, con la cual. procuraban engafar la fostalgia de sus hogares. Habian pedido dos otetis de champata para celebrar Ia Noche Duena.”_Los camareros atendian a la mesa con eplicencia, mirando.impacientes la eslera del relo}. La duena de la fonda, que so- lia vigilar el servicio con una. sonrisa amable, complaciente para sus parroqulanos, se im- pacientaba también, deseando «despachar el expreso» y marcharse 4 su casa. En el andén, barrido por réfagas secas y laciales, los mozos de via y de equipajes de sempeflaban de mala gana sus feenas, Al gunos conservaban con esfuerzo el equilibro. Se les veia ir y venir entrando apresuradamen. te en la cantina, Al salir, se oian los chas- quidos. secos de sus labios paladeando el aguardiente. Tras de la valla de madera que separa las vias (érreas de las calles de la ciudad, sonaba cada ver mds destemplado el estrépito de las voces, de las zambom- bas y de los panderos. pronto sond un timbre. Minutos des: brillS en la obscuridad 4 un cuarto de Kilémetro, junto A las agujas, el disco rojo de sefiales, dando via libre. ‘Luego se per ibis un sordo rumor: rasgaron ia sombra las luces de la maquina, y entré silbando el tren expreso, haciendo trepidar las planchas de hilerro de las plataformas y la cubierta metd ea de la estacién El convoy se detenia en Cérdoba diez minutos, Los vagones venian casi vacios A través de los cristales del coche-salén, que Ia helada empezaba 4 empafiar, se vela 4 yoria. En uno de los departamentos viaje ban dos jévenes, hombre y mujer, que seguia hablandose al oido durante la’ parada. sin arse cuenta quiz de que el tren se habia death aban en Cérdoba? gEstaban fen Calcuta? ;Qué les importaba! ‘El amor pasaba bien Ia Nachebuena en cualgui La maquina habia parado precisamente cerca de"ech, junioc-at ua ndange areata monstruo absorbia el liquido por sus fauces se- dientas. en tanto que el vapor se escapaba con violencia por sus costados. Mientras el fogonero vigilaba la. operacién, fel maquinista habia bajado dela maquina. Se acercd al poste de_hierro. el. brazo fen la columna metalica, y en el brazo la en- negrecida frente. Con gran frecuencia dir tuna mirada llena ‘de ansiedad hacia el otro extremo del andén. Era tan dolorosa su im- paciencia, habla tanta angustia en su mirada y fen su silencio, que de pronto llamé mi aten: ign, El maquinista tendria_préximamente unos treinta afios. A través de la mascara de carbén adherida 4 su_rostro, se adivinaba luna fisonomia expresiva é inteligente. Debia de sufrir mucho en aquellos instantes, porque fl dolor descomponia sus facciones. Un mozo de via cruz6 répidamente Junto & nosotros con una linterna en la mano. El maquinista, al verle venir, se ieguié con uun movimiento brusco, y su palider se hizo mas intensa El obrero, sin detenerse apenas, exclamé casi gritando: —Estuve en tu casa esta mafana. El nifio std mejor... adiés.....jbuen viaje!—Y se alejé haciendo oscilar violentamente su_lin- terna Sacudido por una quinista.balbuceaba emocién profunda, el ma- ‘como idiotizado:—jMe- Jor! jmejor! Esta mafiana estaba mejor! Pero ella zpor qué no viene? epor qué no viene alguien....?--La vor del fogonera re- soné earifiosamente desde lo alto de Ia méqul na:—jAnimo, sefor Juan...! En esto dieron el aviso de «viajeros al tren» El maquinista gané- el estribo como un au- témata. Tenia una mano apoyada en el re gulador, y asié con la otra la cadenilla del silbato. Su cabeza permanecia obstinadamente vuelta hacia el andén. El jefe de estacién marcé la salida al convoy. Resoné un sibido: Ja maquina arrojé un chorra de blanco vapor por los costados y una negra columna de imenea. El tren se puso en Entonces, cuando las ruedas daban mera vuelta, surgié bruscamente entre nubes de vapor y humo una mujer, un fantas- ma de mujer desgrefiado, palido; una trégica apariclén. Sigulé un instante la marcha lenta si tren. Su mirada se cruzé con la del maguinista. Entonces llegé hasta mis oidos teste grito desgarrador Juan! jJuan! jnuestro hijo...! No puda afadir una palabra més. el grto; era un grito de muerte El tren habia ganado velocidad: habia part Grei ver ua instante al maquinista con medio cuerpo fuera de la maquina y sujeto por Ja clntura por el. brazo del fogonero. Una rifaga fria desgarré las flotantes nubecillas de vapor. Sobre las duras losas del andén vie- ron mis ojos el cuerpo inanimado de la mujer, crispada la boca por el dolor, vidriados los ojos. Habla caldo de espaldas, con los brazos en cruz. Me parecié la maternidad crucifieada. la pri Tas Bastaba do Nunea ol Ful el primero que la auxllié daré aquella Nochebuena. ois LOPEZ BALLESTEROS, EL COJO ILUSTRADO 161 Baile de Carnaval DE MI DRAMA “ MASCARADA” sca JaPaet, ge, pee clack, veeamenta ‘x"iowtratabeurda. de. In" wide consorofo Srust de Hecho el slenelo, uno de los de a compar, aban ona'm eaeanditg arvoje la corey" dee Al in se fu ext hema ;qué carnaval tan tit, gia de las pasione reino de la mentira idee verdugo ex marti, on histones slloran ‘conden en el lena su amnargurainfinital [sonrte con testers) Si... soy delon vuestron; carro, podredumbre... ¥ ayer? ful anhlo, chispa, quis la fox de un astro, alg ayer me quedaba ; hoy no, ata el derecho je ee em dina mejores para verter mi lant {oom acento floeétco} {Por qué nacer entoncen? ; misterio inexplicable 1 uty de fos que han nacido! que rucden, que se eoloden {000 un gramo de cera? jsom ua lampo de nieve? In lurweextingueensombra;y elaguase corompe, At rodamos todos hasta que legs un dia enque al batir wos alas esta razén, desler, A grito dela da que dice: "Tes hermano, | gran familia humana, la socedad te exper,” (recordando} Y al desplegur mis la, qu voy & hacer*—me dij; %i proguntan fqud tree? ai preguntan ;quiém eres? {:qué eas 6 respondertes? To que debo, lo cierto; {afters Ia area! Tos honradow no mienten, Pecar yartepentirne, esa Ia ley del hombre no haber pecndo nunc elie del Sngel | far de ls culpas por ennre que sea fon Fevantarla frente ¥ vera cielo, exe A expensas del orgllo, se agigantan los viios: que sepan mis amigos 4 glén tenden wu mano; faced To que quer, hay que matchar de fente; ‘de rente al impocable, de Treate al degrada, 1No, no quiero engaftaro, sabe quien xy, les di; que me da sa mano yo nunca le taicious; ini panto de partda fad sombra, peo flew Iu para mi comelencia y..jperd6n para tnd! grit de Ia eatin, Ia sombea que xe impone om titinieo empaje el mal ye biénluchand ti fier maldite que me dice: nat, Imbel, no batalles no te eanss en ano.” 1 Mentira tow que ascienden, os que busean verdad, Jo gue marean con sangre de sus pasos I huela {0 importa que en Ia elma eneuentren el excarnio? {donde el martirio acaba, la redencion comiensa! iQue aoy bueno? no e clertoy dodar frente lo justo, acilar nuetrosvilow por atrajar amores Yer medias bueno y see 4 median malo 2 del tao ser malo sein mis conreciones He dicho a verdad. Tendedme yuestra mano ; supesior& mis culpas han sido mis pesare. (Sve bueno? por fer, jeusndo ser me ayudie voaotron jolt blanooridesion! lin dia (com amarga sonrisa] Soberbia careajada legs hasta mis fdas. Sent rabia, despre, despa raldad inmensa ; rodeironme y en coro preguntaban, rian {os unos &hirtadila, tte & boca tena —* Fate loc se marcha jloquero! jo le melts!” seiiaba aqella chuzma sarcete, inbumana, leu, Colombina, detencdle por facts, dun por alli todo, se agua manenrada= (Pause breve {Pobre demi! inensato, amare diigiese ‘on faeranmistrios tas fo que no 3 tiene, tras de To que nos huye, tas de Jo gue ox falta ; te entrogut sin rserrn..;quiéa habia de quererme? a tanto, aque barllo de rsa y do ineuton se ales satiaetho, yo quedé anonaado Yl volver do mt asombro, vi an tapos chi on cntajon y cuentas que entre mia ples dejrou, Reid tambicn vosotres pero, sabeilo,entonces bobiéndome mi lento, laneé tna earsjada 1 cogt lon harnpon aon ont Hero iy! Quando albearé eta noche en quem alma se abisma? quia sord el emprenir? la comedia ex eterna? ‘to faé noble fo que hice? [thors pore contrary FSi Seeder aga, luego clara: “dabe recdcr "a ookee eeee Bo “nconactentst i a rane form So Obit. slenct...- 400 elo, ‘on permiso de ustedes, me pongo mi caret, Lo hace, pa al enountro de Is churme y com tint nok. ne a ‘Ten lento, sanoente DAVALOR, tes de Car- naval 2 Desde los : bateonesdel 10, el extenso paseo, inundado por tina muchedambre Inmenisa,.parecia. la paleta desordenada y brillante de un Dios que fuera artista y foco. Alla, & Ia distancia, los trajes de las damas confundianse con los abigarrados aces; ¥, “muchas veces, lo que al rineipio parecianos pomposo canasto Ae flores, resultaba, ya de ceren, vehiculo cualquiera que en haz apretado conducia, pongo por caso, un Melist6feles, dos Pie= rots, un Arlequin y un Polichinela. Carruajes los habia de todas las for mas. Impedidos por la aglomeracién ‘marchaban paso 4 paso; los unos, ja- deantes ; los otros, impacientes. ‘AL reparar en nosotros, muchos se de- tenian para Ianzarnos su'mala_intencién en el flechazo de alguna agudeza —4 Cul de los dos es ef Judas? —}Qué par de anzuelos tira el para pescar incaulas! —Cuin mal acompaiiados estén en- trambos! ‘Un dominé que conducia con mano ejercitada las riendas de una earroza Me- ‘na de enmascarados, grité sin detenerse: Oye, poela malvado: aqui va tu vie- tima Mi compaiiero se estremeci6. Aquella ® casual habia dado en cl bianco. jesde tal hore, ociosos quedaron cuantos esfuerzos empefé por sustraerle 4 esa sombria abstraccién en que st. es pirilu se sumerge de continuo, aun en medio de los placeres de Ia orgia Yo le contemplaba con tristeza, En verdad que Carlos no era ya un joven- zuelo, pties que sus afios frisaban en los cuarenta y dos. No obstante conserva- base fuerte, eshelto y bien parecido. Pero jay! cudnta diferencia entre este taci {urno compattero y aquel otro camarada, alegre, decidor ¥ genial, que con tanta gallardia clavaba su inspiracion amante en el corazén de una maojer hermosa, como su gil acero en el pecho de-un iLa causa de ese cambio en el caricter de Carlos? Todos la ignoribamos. Rico, hermoso y célebre por sus aventuras, sus duelos y sus espléndidas extravagancias, 4ila par que por el éxito triunfante de sus versos, muchos sospechaban que aquella ruses transformacién era cansancio; la iablo su amarga sonrisa, hez de sacie- jocados por eslssmisinas con sideracionest seudieron la men te mil lejanos recuerdos —Ob! juventud, juventud,—exclamé,— e hermosa eres!’ g Te acuerdas, Car- Elaludido me asié del brazo y acer cando a mi cara su rostro contraido, dijome con elacento extraiio de un so- nambulo =Si; me acuerdo....me acuerdo... jsiempre me acuerdo’... Ella. vino a mi Y¥ me invité 4 bailar. Accedi no tanto por ‘cuanto por curiosidad. ,Quien ,nerviosa y deli- bre el motivo de una flor que Nevaba prendida en el seno comenz6 mi lanteria.. La hablé ya dije mil cosas anales al prineipio; mas, después, arras- trado por esa poderosa influencia que en, ims nerviosejeree “un ambiente de miisica, perfume y_ alegria, mi palabra tomése ‘ardorosa’é insmnusnte.. Oh! To juro: al menos, en aquella hora, las fra- ses brotaban sinceras de los labios, La amaba, la amaba! Sin conocerla ? Si, sin conocerla, y tal vez jay! por eso mis- mo: {sin condcerla! En tanto, ella_me oia con silencioso arrobamiento. | Fuerteinente estrechada, mientras la orquesta ejecutaba la_parti- tura'de un {arbulento vals complige de mi infame asechanza, yo. la sentia pal tar sobre mi pecho, y'éra su. corazon ¢o- ‘mo un pajaro que rompiera sus alas en la reja desu carcel. Al. principio, tabale esfuerzo responder & mis pregun- tas impacientes. Comenzaba una frase yelrubor se la interceptaba dos, tres, gusto veces, y slo fuerza de astucia, le pérfidos halagos y de engafios, fue ce” diendo hasta conilarme su secrcto ente- ro: Me amaba, me habia amado sin ha- berme visto jamais y 4 causa de mis ver- sos que ella leia de'noche y repetia més tarde, después de acostada, como se dice una oracion querida. Por verme, por contemplarme de cerea habia acudido 4 aquel baile, en donde estaba segura que me encontraria, porque st. corazén_ se lo habia predicho y su corazén siempre Te era fiel Tanta candidez, ni me detuvo ni me impresion6 siquiera. Por el contrario, mientras ella me hacia de ese modo su confesigningenua yo redondeaba los con- tornos de mi pérfida emboscada. Tomé de una silla un capuchén rosa que al- fiien habia dejodo all abandonado, se fo eché por encima del disfraz anterior para hacerla inconocible de los suyos mismos, y con aquella insolente audacia que todos vosotros me aplaudiais como valiente cosa, Ia saqué del baile y a es- cape, en mi ‘carruaje, la Mevé al entre- suelo dela calle Z. que ti sin duda re- cordaras. Y cuando ella, sintiéndose ain fe liz. en el abismo a’ donde mi empelln cobarde la habia hecho rodar, quiso arrancarse la careta y mostrarme su son- risa de enamorada, tin gesto la detuvo —Oh! no; Ia dije gt qué desgarrar el ropaje mis hermoso de esta ilusion ? amavran’ lap anon, & ta de exponerion & impo ar predsdl Por coo he te tid miedo al ver todos es aces Sin a oe > Seforlos defenders. Ha al azar. porque estoy oe. agra Rio de vinarenn de, 1 a Mi capfrcu no es Rett a tom lon die ste be Ol Jado las palabras Tatinas. Me'ssemejo 4 langost, de colores y mi cabesa in Coentan que Sat en desierto. Ein Pero San Juan no era hom rch ‘como nosotros Adora & San Juan, por las palabras debian muy dolges. Tambigo fa Jam ha habido tan 2s flores blancas rows das, ‘Las praderad’ extdn én lavadas. Por do Jequieral sangre de Nues ‘Sefior brila sobre los srs, Nuestro. Sefor Jesucristo 3 de color jc lvo, pero st wangre. es bermeja. ¢ Por Nolo sé. Eso debe de extar en Sign pergamino. Si yo. hubiera sido" hibil en tes letra, "tendla pergaminos y escrbila en silos. "De ese modo comeria nay bien todas as tardes. “Ila los conventos orat por lon hermanos “muertos 6 jnserbiia. sts nom tres nis rllos.Llevara los rolls de aba da em abacla. "Eso gunta & nuestros herma nos." Pero yo ignore los “nombres. de, mis ermanos muertos. Quisd Nuestro Sefor tam oc0_ se cuida de-aberlos. Todos estos nos parecen que no tienen nombre. De seguro Nutro Setor Jesuerist los prefiere, Cubrian los cminos como enjambres de sbeja bancas, No.€ de dénde venlan. Pequeios peregrings, Ievaban bordones de nogal y de abedal. Lle- vaban la cruz en cl hombro. as eruces eran ae dversos colores, Las vi verdes, que deblan de ser hechas de bojar cocidas.” Son nios saivajes € ignorantes, "Se encaminan quién sa be ‘hacia donde. Tienen fe en Jerusalem. Pienso. que Jerusalem estéIejos. "Nuestro Se for debe ear més cer de nosston” No llegarda,& Jerusalem. Pero. Jerusalem vendr& (Bion ‘chino ttt. El bade todas an Comassantas estéen laalegria. Nuestro. Sefor cata aqut sobre cate expino rojo, y_ sobre mi toca yen. mi humilde palabra." Porque pica so ca'@, y su sepulero estd en. mi pensa GUERRA RUSO-JAPONESA: Una bateria reducida al silencio miento. Amén, Me acostaré aut all sol. Es un lugar santo, Los pies de Nuestro Se for samtifican todos tos lugares. Dormiré. Jests hace dormir por la noche todos esos peque- fiuelos blancos que llevan la cruz. Ea verdad se lo digo. Tengo mucho suefio. Se lo digo fen verdad, porque quiz no los ha visto, y ebe velar por los pequefiuelos. La hora del mediodla pesa sobre mt. Todas son Blancas, Ast sea. Améa, RRLACION DEL LiPROSO Si_queréis comprender lo que voy & decieos, sabed que tengo. la cabeza cubierta de una ‘capucha blanca, y que me ocupo en hacer sonar una matraca de madera dura. No sé ya cual es mi rostro. Pero tengo miedo de mis manos. Coreen ellas ante m{ como bestias escamoaas y lividas. Quisiera cortérmelas. Me avergienzo de lo que toquen. Me parece que hacen desfallecer'les_frutos rojos que coj, J, las pobres ralces que arranco parecen mar Ehitarse su contacto, Domine celerorum Yibera me! El Salvador no expi6 mi pecado livido.”" Estoy olvidado. hasta la. resurrecciGn. Como el sapo sellado, al fro de la luna, en tuna piedra oscura, permaneceré encerrado em mi costraasquerosa cuando los dems se le- venten con su cuerpo claro. Domine elee vorum, facme liberum; leprosus sum. ‘Soy Solitario 'y tengo horror. Sélo mis dientes han conservado s0 blancw: ra natural. Las bestias se espantan, y mi alma Quisiera holt. “La luz se aparta de mi. Hace mil doscientos doce aflos. que su Salvador’ los -redimi. Y no. tuvo piedad de mi, Yo nd he sido to- cado con ‘la lanza san grienta que lo hirié. Qui 2s la sangre del "Sefior de los “otros me hubie ra curado. “Pienso & me fudo en la sangre; po: ria morder con mis den tes; son céndidos, Pues to que él no ha quer do darmela, tengo avidex de tomar Ia que le per- tenece. Por esto he es piado & los nifios que des endian del pais de Ven- dome hacia esta floresta ‘del Loira. Llevaban cruces y estaban sometidos 4 EL. Sus cuerpos eran su cuer poy é no me ha he cho participe de su cuer: po. "En la tierra me rodea tina maldieiéa livida. Me he puesto en atisba para cchupar. sangre inocente del ccuello. de tino de sus fos. Ef caro ‘nova fiet in die irae, El dia “de va ¥ tras los otros mar. haba un ifo fresco, de cabellos ojos. Le noté y saké sGbitamente, y le Tape la" boca con mis manos horipilantes. No estaba vestido sino con tina camisa burda; tena Tos’ ples desnudos, sus jos’ se conservaron’ pli eidos, Yo me mir6 "sin sombre. Sabiendo que no grit, tuve el de seo “de escuchar todavia tna vor humana, y quite y. 00 se la enjug6. ¥ us ojor estaban puestos en otra parte apaneere? ie Ses el Testéa, repuso. Y sus palabras era limpidas.y" sada: bes ZA dénde vas, le die? Y espondis: Jerse & conqustar I Tix Entonces me eché &reiry lepregunté: zdéude std Jerusalem? ‘Y'respondi6: no sé. ¥ dije todavia: ; Cémo podrés ir alle? Y¥ me dijo: no sf ¥ dije todavia: 2 qu6 es Jerusalem ? Y me responds! Nuc Ser atonces me eché relede nuevo y pregunt quien es tu Setior? ee 'Y me dijo: no +6; x Blanco Y esta palabra me enfurecis, y abrf mis dien- tesbajo mi capucha y me boté dobre su culo 164 EL COJO ILUSTRADO fiesca,yno rewrocedié; y je dije: zpor qué 0 tienes miedo de mi? Y dijo: gpor qué tener miedo de fi, hombre blan- Entonces grandes Ma. grimas me agitaron, y me tendi en el suelo, y besé la tierra con mis labios ‘terribles. y-_grité: Porque soy leproso ! Y 1 nitlo teutén me miré y dijo limpidamente: nos No ‘tha tenido miedo de mi! No ha tenido miedo de mi! Mi mons. truosa blancura es. para 6 semejante 4 la de su Se for. Y tomé vin puta: do de yerba y enjugué su boca y sus manos, yle dij: —Vete en paz hacia tu Sefior blanco, y dile que me ha olvidado, Y me mir6 el nito y no dijo nada. Le acompané hasta fuera de la sombra de esta ‘Marchaba sin temblar. Vi desaparecer selva, ‘us cabellos rojos 4 lo lejos en el sol. Do: mine infantium, libera me. Que el vido Jet tatrace logue asta conto el sonido rode las compas, Senor de los que no a. en) tbrame'! IRELACIOS DHE PAPA INOCENCIO BE Lejos del incienso y de las casullas puedo ficiimente hablar # Dios en esta estancin dew orada de mi palaci. Es aqul donde vengo 4G pensar en mt vejen, ain que. me sontengan Ge! los bratos. Durante la misa, mi corazén Se cleva y mi cuerpo se yergue; el cintilar del Vino sagrado lena’ mis ojos, mi pensamiento { lubriicado por los leos preciowos; pero fen este lugar solitario demi basilica puedo inctinarme bajo mi fatiga terrena, Ecce homo! Porque el Selor no debe de ofr verdadera mente Ia vor de sus sacerdotes & través de la ppompa de los mandatos y de las bulasy sin Snda nila pérpura, ni las joyas, ni las pin turas Te agradan; pero en esta cela lene ‘quité piedatl de mi bitbuceo imperfecto. Sefor, Soy Imuy viejo, heme aqul vestdo de blanco elante’ de i, mi nombre es. Inocencio, y sa. bes que yo no 26 nada. Perdéname mi pa pado, que ha sido insituido y yo lo. sobrellevo. No oy yo quien ha ordenado. los honores. Prefero. ‘ver ‘tu sol por esta claraboya, ins bien ‘que en Tos refjos magnifico de is vive “game gemit come oto ij ca wiera y volver hacia. ti este vostro palido fogoeo “que con gran trabajo saco de las ondas de la noche eterna. Lot aillos se salen de tis dedos_enflaquecidos, como se van escapan: o los Gitimos dias de mi vida. Dios inlo, soy aqut ta. vicario, y tendo hacia ti mi mano hniten Hlena del vino puro de tu fe. Hay grandes crimenes. Hay grandis erimenes. Bodemos daties la absolucién. Hay grandes hrerejias.” Hay grandlsimas herejias. Debemos castigaris sin piedad. En esta hora en que estoy aqut arrodillado, blanco en esta estancia Slane “desdorada, suiro de una grande. an- gostin, Sefior, no sabiendo si los ‘rimenes y ES" hcrejias son del pomposo dominio. de. mi pontifcado 6 del pequeto circulo de luz en Jie sencillamente junta sus manos un anciano, ‘También me conturba to que concieme & ta sepulero. "Siempre rodeado por infeles. No se" ha sabido arrebatraco.- Nace diige ya tu cruz la Term Santa;_extamos sumergi dios en ia tibiesa. Los caballeros.descineron us. srmas,_ lor reyes ya no saben mandar, YF zo) Seton me acino ye gle. 7 estoy "demasiado. vio 'y detasn Sea a Ahora, Sefor, oye este trémulo_ cuchicheo aque se eleva de exta celda de mi tsilicn, ‘consglame. Mis servidores me han traldo‘ex- trafias nucsas desde terrae de Flandes y Ale ‘mania hasta las ciudades de Marsella 'y de Genova, "Sects ignoradas van 4 nacer. Se han vito correrspor las ciudades mujeres dlesoudas que no. hablan. Esas mudas impé dicas sefalaban el cielo.” Lor locon han pre- Sicado la rvina en las. plazas pablicns ‘Los termites los frales errantes van llevando rumores. Y no s€ por qué sorilegio més Ae site mil mifos han. silo araidon fern de Sn cata Siete mil van por el camino lle vando la. cruz y cl bordén, No tienen qué comer. No tienen armas, "Son incapaces’ y fos avergiemann.” fgnoran toda verdaders re ligign. "Mis servidores os han ‘nterrogado, Responden que van 4 Jerusalem & conquistar Ja Tierra ‘Santa. Mis servidores les han dicho ‘que no podrin’atravesar ell mar, y han fea. Pondido ue el mar se secarla y te abrtia Dara darles paso, "Sus buenos padres, plado- fos y. dlscretos, tratan.de_delenerlosy pero Tompen los cerrjos durante la noche y saan iamoralas, Muchos an hijs de nobles de cor- ican, "Sef, toon ee, indenter tern tntregados al nauiragio y & los adorador Mahoma. Veo al. Sultén de Bagdad espian- dlolos desde so palacio,” Tiemblo al pensur fe lon marinerot se apoderen de ellos para fenderios.Sefor, permitdme que ‘om bale Begin las (rmulas de In religion” Esta croza- Ge de-nitos no es una obra pia. No podrd ganar el sepulero para a crstinndad. Aumen {acl émero de lon vagabundos que erran en la "frontera ce In fe autorizada, “Nuestros Seerotes no pueden protegeron, Debomos reer que cl Malo. poste 4 Gas pobres ert fas Van en rebafo hacia el. precpieio como fos’ puereos en In montets. El Malo se apo- dera'fieimente_ de os nif, Ser, como st bei. En nn ocmién tome Ta figura dean Cazador de ratas para arrastrar con ls nolas Musicales de xu gnity 4 Tos. pequetios dela ciudad de Hamelin. Unos dicen que estos infortunados fueron ahogados en el Wesser; ‘otros, que los enterré en el flanco de una ‘montata Temed que ‘Satin leve todos nus {tos tifor 4 Ton siplicion de Tos que 0 pes numa fe. "Seo, abe ue m0 jeno que’ In creencia se Fenueve. Apeaas spareci laren ardiente, Ta hicatis ence: far en un tabernfenlo. -Y cuando se escap6 Ge vuestros labios sabre el Glgots, ord masteia que. fuese encerrada en el copén y la custodian Eston pequefioe proftas qu rin el edilicio de vues Igleia, Hay a iirc, Recibiréis los que no saben lo que cen, despreciando 4 los quese os consigras, los que hevaron en voestro servicio. albus tstolay, & for que. ressieron duramente bs fentaciones para alcinzaros? Debemos de} {que Tos nition vayan & Vor; pero por ia senda ce eat. "Seton, os hal sya festan instituciones. Estos milos perecertn. No dejis que haya en ei ponticada una nueea matanea deinocent Perdéname short, Dios mio, por haberte prod, comcjo ol tre tembon de ET vcics se epoders| de wl” Miva sa pobecd manos. Soy un viejo. Mi fe no es yala de fos pequefuelos. El oro de las parcdes de eta celda ha’ sido gastado por el Estén Blancas. Elefrculo de tu sol es blanco, Mi rete" tpbien Ha, y orage seco ex puro. He” bablado segén tu regia. Hiay ‘crfmenes, “Hay grandes crimenes. Hay andes herejias. Mi cabeza vacila de debil Ha Qeise no hay que. castgar ni absolver IL vide panada hace vicar muetras rexola: vee Rothe ao. ming, Tomine ZEs wn milagro? (O06 signa les has dado? Ea ‘han "vendo los tiempos? {Quieres que Sin hombre tan viejo ‘como yo. Semeje ens Biostar peqesocon cade? Sie mill Auague sate sea fgoorante,zcastigarss Er igsormtis de sce Seal mote? Ne tami, soy Tnocencio. Sefor, cente. como. clon, No me catigues txtrema vejer. os Targon aos me han. en fenado que’ ate rebate. de" nifon no ped. tener éxito. Sin embargo, Sefor, gea un m lagro? Mi celda’ queda’ apache’ como en tise medicines, SE quero es eceat implorare para que te mantesten: pero yo dexd= lovato de mi ‘gran vejer, desde lo ato de te papado, te suplco, “Tostréyeme, porque no 34,"Sehon” Son’ tua pegs ince, 90, Tocencio, no +6, no 6. RELACION DE TRE NISITOS Nosotros tes, Nicol, que no habla todavia, Any “roi ns mos veo por ue extamon andando, Voces blaness nos har ihimado en ta noche.” Llamaban, todos tov nition. Eran ‘como. las voces’ ‘de Tas. aves rveras en el invierno. "primero vimos mo hos pajaritos tendides sobre la terra helads Muchos’ pajaritos cuys gargenta era rojas Es seguida vimon les primers flores Tax prime tas hojasy con ela tghido de craven. Hlemes ‘antado en la aldeas somo. acostumbrdbame> Tacerlo para cl Afo-nuevo. Y. todos. lo: rion corran,corrian hacia nosotros. Y hemo: vanzado. como un ejércto. V habla hombres {ave non taldecfan: no conoctan at Sehr. Habia mujeres que nov slzaban en low brazos ¥y nos interrogabin nos cubrian tn carne Reson, ‘Buenas slat nos han trafdo. exci: Max’ de “madera, leche tibia, y futan, todo ‘el mundo’ se apindaba ‘de nosotros, por no saben & dade vamos y" no. han 6d 4“ i Sobre la terra hay selvasespesas y-tiosy montatss y senderos enon de expinos. Ye tlextrema_de In terra se halla! mary que Stravesaremos.progto. Val ot lado del mar sti Jerusalem.” No tenemos nifrss ni gua Pero todaslas sendas son bucoas para nosotros ‘Aunque no sabe hablar, Nicos va con nosotros ‘Alano "Dionisio, todas. las tera 80 emejantes.€-igualmente.pelgrosas para lo: ion. Por todas. partes hay selvas espess Ytlos y_montafias 9 espinos. Pero en fode Paves voces ern con nosotros Ha {qo n nifo. que. se llama, Eustasioy que tac con Ton jon cerradom Leva los ‘brat txtendidos y sone. No vemos nada més q SG" Un’ nities lo conduce ye leva rag Se laa Alin” No abla nunc 10 lors nunca; ile tos ojo fjs en los pes de Eastasio, € fin de sostenerio cuando vate Los amo. ambos. Exstasio no. podrd ver lar santas Iémparas del sepulcro.” Pero, Alc le cogerd Inu manos, 4 Bn de hacere tocst las ‘pedras. del sepuro. Oh! cn bela 0 las Cosas dela terra.” Nq_ noe, acordames dle nada, porgue jams hemos aprendido nade Sin cargo vito frole viejo rose nejass A veces pasamos bj large tne bas, A veces marchamos bast la noche 6 prwderas clras. "Hlemon gritado el nombre Fests en los olden de ‘Nicolas, y to conoce Bien, pero. no sabe decilo. Nicol se rege ij con nosotros de lo que vamos viendo. orgie su labios pueden abrrse para laa fray nos acarcin fos. hombros PY at #0 fon" aagraciton pes All por Et to, nowotroe, onsio, velamos por Nida. cae = Nos decian ques ogres y 1 ue encontrariamos en los bos feroces. Son mentiras. Na EL COJO ILUSTRADO 185 H. CORRODI: La Villa 6 palacio de Nero die nos ha asustado; nadie nos_ha hecho mal Los solitarios y los enfermos vienen 4 mirarnos, y losanciainos encienden las hices para nosotros en as chozas. Hacen tocar por nosotros las impanas de las iglesias, Los campesinos se levantan de_los surcos para mirarnos. Las bes: ‘as también nos miran’y nos huyen. Y desde jue estamos andando el sol calienta mds y no cogemos ya las mismas flores. Pero todos los tallos pueden tejerse en las _mismas formas y Yy_nuestras eruces estin siempre frescas. ASL tenemos grande esperanza, y pronto veremos el mar azuly ¥ al acabarse el mar azul est@ Jerd- salem. Yel Sefior dejaré legar & su sepulcro « todos los pequeftuelos. Y las voces blancas se regocijardn en la noche, Hoy 15 de Setiembre del aio de nuestro Se for r213y después de pascua, han. venido & la cna dé mi efor Hugo Ferré varios nis Que quieren atravesar el ar parair ver el san- Dsepalcro. ¥ porque el dicho Ferré no. tiene bette Haves metcantes on el pert de Nae ia, te ha comisionado para fequert al seior Guilermo Pore 4 fa. de Completar el nimero. Los sefiores Hugo Feré "Guillermo Pore coviaran las naves_ hasta. I terra santa. por sivor & Nuestro Seor Jesuerint. Hay actlal- tmenteacampados yesparcidos alrededor, de Marita mds de sets milion algunos de los sales hablan lenguas barbara," Y los seRores Peebontestemiendojastamente la excisen, se han ‘eunido ene eabitdo de la ciudad y despues de 'iberar han exhortado 4 dichos: stores spl cfndoes que\envien la naves con premre. El sat. estéactuaimente muy favorable, fa se os eincson pero fy qe oma. Tar que tal afluenca podria ser peligrosa pars swesra buena ciudad, tanto mds. ceanto esos "ites extn todos hambreados por lo. largo del Camino, y no saben lo que hacen. He ‘hecho Hamar los marineros al puerto y equipar las naves. Ala hora de la marea podrin botarse al agua, La muchedumbre de nifos no estd udad, sino que recorren la playa re ogiendo ‘conchas como. signos de visje. Se ddice que se asombran de las estrellas de mar y piensa que han cafdo vivas del cielo para Indicarles la ruta del Seftor. Y de este acon: tecimiento extraordinario hé aqut lo que tengo que decir: primeramente que es de desear que los seflores, Hugo Ferré y Guillermo | Pore conduzcan prontamente fuera de nuestra ciudad ‘esa turbulencia extranjera; en segundo lugar, ‘que el invierno ha sido. muy rudo, por 10 eval Ia tierra ha sido pobre este aflo, fo que bien saben. los seflores, mercaderess en tercer Tugar, que nuestra madre la Iglesia no se ha preocupado en manera alguna de los desig hios de esta horda que viene del Norte, y que lla nose mezclard en las locuras de un ito infant (turba infantinm). Y con alabar 4 los seftores Hugo Ferré y Guillermo Pore, tanto por el amor que tienen 4 nuestra bbuena ciudad, como por su sumisin & Nues tro Sefior, enviando sus naves y equipén: dolas en este tiempo de equinoccio, y cuando fcorren gran peligro de ser atacadas por los infieles que como espuma surcan los mares fen sus fuluchos de Alger y de Burgia Gloria 6 Dios! Alabado seat Pefeta qoe ha permitido que yo. sea pobre y ande errante por las cludades” invocandy al Seflor! ‘Tres Yeces’ bends sean Tow santos compatieros de Mata que. insttuyeron la orden. divina 4 que. pertenezco! Porque soy semcjante & él tuando Tut expuitado 4 pedradas dela cudad intime que no quiero, nombrar, cuando se refogi. bajo una vid donde’ un exclavo tristinno ae apiadé de él y le dig vas, y fué tocado por las palabras de la fe al decinar 1 dia, Dios ex "grande! He” atravenado. las udades de. Mustl 'y de Bagdad y de Bas. rah, y he conocido 4 Saladino (Dios tenga Si alma) y al Sultin st hermano” Seifledin ¥ he’ contemplado. al Comendador de los ere: YJentes. Vivo muy bien con un poco de atror jie mendigo.y con el agua que een en {Bi calabazs. Mantengo la poreza de mi ever: po. Pero la’ mayor poreza reside en el alma Escrito std que el Profta, antes desu mi: si6n, cay6 prokindamente dormido en l suelo. Dos’ hombres blancos.descendieron& diestra Y sinintra, de su cuerpo y permanccieron al ¥ at hombee blanco de Ia inquerda te hi cl pecho con un cachilo de oro, y Te sac6 el c0- Faxén exprimié. de Gl sangre que sé angre negra, Yel Hombre blanco dela de recha le abr el vientre con un, cocillo de foro y sac6 as visceras_que purifies. Y co Iearon de mieo a enta e a sy fede entonces el Profeta quedé puro” para Souncar Ta fe. Extn es una puresh, sobrehw mana. que pertenece principalmente & Tox seres Lngéisoe Sin embargo, los nifos también gon pros. Tal fo ia pares que dese6engendrar Ke'sdivina cuando percibs Ia abreca alrededor dela cabeza del padre de Mahoma y caanto in tous mie & Pol paella se reci6 desu frente, ya’ adivina conoei® asi ‘que. Aminah acababa ‘de concebir un sér puro, Gioria "4 "Dios que puriteat Agu, bajo ei portico de este bazar descansar puedo, sh: Ridaré 4° ton transeGotes, Hay mercaderes ricos de telas y' de joyas que’ se mantener fcurrocados. Ved un cafe ‘que vale bien mil dinerox. Vo no tengo necesidad de dinero Iibre como un perro, Gloria Dios! Me acuerdo, ahora que estoy fla sombra, del principio de mi digcurso.. Primeramente babl6. de Dios, feera det eual no hay” Dion, y de nuestro santo Pro- feta, que revelé la fe, porque es origen de todon nuestros pensamtenton sea que salgan de acy en el ern con ella, En segundo logan considera la pores de que Dios fs dotado 4 low santos y& los Angeles 188 En tercer lugar medito en la purer de los nifos. En efecto, aeabo de ver un gran mime. £0 de nifoscrstanos que han sido compradon por el Comendador de fos creyentes. Los he Foto‘ en el gran camino, Marchan como un Febaio. ‘Se dice que vienen de terras de Exip- toy. que. los navios de los francon lon ay & iatentaban_stw wear el mar” para Hiegar'é Jerusalem. Gloria E‘Dios! El no fa permiido que tam gran ers! dad se cumpliera’ Porque tos pobres sos fabrian muerto en el casino, sin gues ai vive re. Son completamente iocetes ‘ta, me he echado por Gertay la he golpeado fen i ene alten Scho on Yor ats io: etaban vestdos de. blanco y levaban fruces sobre. sus vestidos, No-parcian saber dlonde se haliaban i estabanafigidon. Tenian ln vinta dicgida constantemente 1 lejos. Ob serve que imo de ellos era ciego y que una fis to evabe dela mano. Nacho enon ce low rojon ojos verdes. Son ffancon pert nedentes al tmperador de Roma, Adort fl Samente” al prolita eats, El error de estos Fasc, anit Print nt proba ion bros, y_por lon milagsos que no hay Stra palabra que'la de Mahoma, Serum, Dios ros permite dariamente-gloricario y orden Shae les proteger nuestro orden. En fo, ha Tendo la Garovidenca & estos nifios que han iiegado de un pals ijano tentados por Iblis y tose ha matifetado, para adverts, ¥ To. hubiewen"caido.flizmente en manos de lor Green Baba sido cogion polo ado Profindas. Vests malts Tow habrian offen: E&go"en holocausto.& su (dolo devorador y detestable. Alabado sea muesto ‘Dion que hace bien todo fo que hace y que protege hasta & los ‘que no lo costiesan. Dion es grande! Ahora iré A pedi mi parte de arroz en fx tienda de aquel orice & procamar mi desprecio de las t= {Quer $i 4'Dios place, todos eso nifosserin Sivadon por af RELACION DE LA PEQUESA ALA No jedo caminar bien, porque estamos en un pabsardiate &- donde’ abe fan talgo dos hombres malvados de Marsll. Primero fuimos frees sobre la mar’en un dia negro. en fnedio de tos fuggos del cielo; pero mi Easta: So no tenia miedo, porque novela nada y yo fe tenta cogido dens manos. Lo’ amo mucho, he vendo aqut por él Porque. no x64 onde vamos. Hacelargo tiempo que partimos Nos hablan de la cludad de Jerusalem, que est Ain del mar, y de Nuesteo Ser, ue al Sete estar para ection. V Exstacio.comocia then 4 Nucttro Sefior Jesuristo, pero 0 sable ue. es Jerusalem, ni tna ciudad, mel mar. Ha ‘fnido por obedeser alas voces’ Las ofa todas lasnoclies, Lasola en la noche, &catn del nien 0, porque no distingue lanoche del dia. Y me intérrogaba sobre estas voces, pero yoo podla desire nada, No s€nada, Solamenie sul por Causa de Eustaco,Venfamosjunto de Nicolay GeAlano y de Dionisio; pero subleron & otro favio'y 00 todos. los navios estaban cuando sol Teaparecié. Ay! qué se han hecho? Los fncontraremon cuando Heguemon & donde esta Nuestro Sefor. Pero todavia queda muy lejos, Hablan de un” gran’ Rey que nos hace venit que manda cn Jerusalem. En este pais todo UW anco, las casas y los veatidon. Yl rox tro de las fate est ie de un Ne Ex pobre Eustacio no puede ver esta blan ara, pero le hablo, de ella y se regocja, Porgue. dice que es In sefal del fin. "Noes: fro Sefor,Jesucristo es blanco,” en” un pals Blanco. La pobre. Alicia estd’ muy cansa A per Hevad Esmacio de a mao park gue fc cnga, y-no tiene tiempo de. pensar ena Sinsaneb.”Esta noche descansaremos,y Alicia Gommied como de costumbre cere de Etstacio, $a as voces no. non han’ abandosado, él ra: Usa lie otras enla noche clara. Yl’ Hevaré { Busteco de Ta mano hasta el fin blanco del EL C0JO ILUSTRADO ‘gran viaje, porque es necesario que ella le uestre al Senior. Y seguramente el Sefor tendré piedad de Ia paciencia de Eustacio y permitira que Eustacio le vea. Y quizés enton- es Eustacio vera & su pequefia Alicia. Heagu el par devorador, que prec, ino cente y azul. Sus pliegues son saves, y blanca {ors como una veste divina, Es. oa clo I vido, y sus astros son vivientes, Medio sobre aT deade este trono de roras al que ie he he: cho sacar de mi liters. Est verdateramente en medio. de as. tierras dela cristiandad. Recibe chagua sagrada en que el anvnciador lav6 el pecado, En sus mérgenes se inclinaron las san fas figuras, y ha balanceado sus imagenes trans parentes. Grande ungido misterioso que 00 Eenes ni flujo nireflujo, que meces el a2 {que estés montado en el illo ter tina joya fluida, yo te interrogo con mis ojos, Oh mine. Meier, devueiveme mi ios! So Tos conoct. Mi vejez no fu acariciada con su aliento fresco. No vinieron 4 suplicarme on sus tieras bocas entreabiertas, Solos, pe- {quefos vagabundon, lenos de una fe curios y Gega, se lanzaron hacia. la tierra prometida y fanonadados fueron. De Alemania y de Plandes Y de Francia y de Saboya y de Lombardia Yinieron hacia “sus olas perfidas, mar santo, como enjambre que en sus xumbidos dja inustadas palabras de adoracién. Llegaron has ta Ia ciudad de Marella legaron hasta la ciu- dad ‘de Genova. los llevaste en naves sobre tw ancho dorso coronado de expumas; y te re votes y alate ia lon tan brand Ban os; y los cogiste, y 4 los otros les traiionaste llevaadolos hacia 1s infile; y" ahora. suspiran ‘en los palacion de Oriente, cautivos de los ado radores de Mahoma. ‘Antes un orgulloso Rey de Asia te hiso azotary encadenar. Oh, Mar Mediterréneo! {auién te perdonara? Eres trstemente culpable. Teacio 48, solo, engatosamente. limpdo y claro, malvado esptjo del cielo; te emplano ante fltrono del Altsino, de. quien. depende todo fo creado. Mar consagrado, qué has hecho de nuestros nifos? Levanta hacia €l tu vostro ce= rileo; tiende hacia € tus dedox de. burbyjas emblorosis; agita tu innamerable risa purpG eu; haz hablar ta muemllo, y dale &€l cuenta Mudo por todas. tus bocss blancas que ve: nen Gespirar 4 mis piey sobre Ia playa, no pans aa Hay! on palace Roma tina antigua ceida deadorada que’ tiempo ha tornado cindida como. una alba. El Pont fice. Inocencio acostumbraba encerrarse en ella, Se_pretende que alll medi largo tiempo sobre ios hifios y_ sobre su fe y que’ pidi6. al Sefor tin signo, ” Aqul, desde fo ‘alto de este trono de roeas, al_aire libre, declaro que ese Poa tiice Inocencio tenia también tna fe de nif y que sacudié vanamente sus cabellos. Estoy thucho. mis viejo que Inocencio; soy el mis Hs, de tos To Varios que el Ser ha co Tocado aqui abajo, y apenas comienzo & com. prender. "Dies no te manifesta, ZAsitis.& Ship en of Jara de ls Olivas? No To abandond en su angustia suprema? Locura puerles invocar su socorro! Todo nial y foda prueba no reside sino en nosotros. Tie. ne perfecta confianza en la obra amasada por sus manos, YG has traicionado 50. confan. za Mar divino, ‘no te asombre mi lenguaje. Todas las costs son iguales ante. el SeRor, ante el infinito; Ia. soberbia raza de los hom: tres no vale més que el ojo radiado de uno de tus animalilos. "Dios concede igual parte al grano de arena yal emperador. El oro Imada cami at impecablemente como el monje reflexiona en su_monasterio. Las. par- tes del mundo. son tan culpables unas ‘como ates xan no iqun, of nigo de bon dad porque proceden de ELA sus ojos no hay piedtas, 'n) plantas, ni animales, nf hom. bres, Sino creaciones. Veo todas ests caberas ‘que’ blanguean "que salen por sobre tus on das y_quese disuelven en. tu agua; no salen sino "on" instante dla lor del sy pueden ser ondenadas 6 eacogides La extrema vet inatruye el orgullo €ilumina la religign. Ten: {G0 tanta picid. por esas conchitas de ndcar, Some por immo. Tor es te acuso, mar devorador que te has trgao mis mifon. Acérdate. del Rey ético’ que te bio castigar, Pero fe n0 tra un rey centenario, “No habla. sulido bas. tee an, “No pon compen a one ‘uiverso. Not castigaré, ‘mi quay w murmullo fan a mort Aun Imismo teispo lon pies del Alsima, como stor Se gle vine & mon fe abn, Te Ay Emme tle. de falas que igooro. "Te confiaas inesante mente sobre Ia playa por tus mil labios ge- midores, y yo me confieso 4 ti, gran ‘mar sa- tao, por Ins labios maschitos: noe confess: thos mutuamente. Absuélveme, te absuelvo, ‘Tornemos in inorancia y a atdor. Asi sea “Ove haré sobre latiersa? Habrd un. io ménto expatorio, un" momento pars la. fe que ignora. Las edades que vengan deen conocer ‘stra pisdad yo deaesperar.- Por 6, san: to pecatio del tar de ‘Dion se llev6 4 if lor ninos cruzados ; los inocentes fueron muertos fos cuerpos de’ Tos inocentes tendréa su aso, Siete naves naulfagaron en el arreife de Re clus, haré contrat sobre wna Tglesa de" nuevos Inocentes yall instruiré doce pre bendas. 'Y t@ me devolverds los everpos de ai ifs, nar ingen y agra tos te Bendados los. depostaran ‘en las” criptas del tiempo ; y sobre els encerraréa’eternas Iam paras en que quemarin éleos santos,” y llos Iostrardn lon viajeros piadonon todas eas equeas.oanenas anc extendian em le anor SCHWOB. FRASES TRUNCAS 1 Del pasado. brevemente..hago la romeria, {Mi patra2...zAcaso tienen patria los vencidos, Jos que viajan sin suerte por la vida... La patria es una madre sin entrafas, que ama sélo al que triunfa de sus hijo ‘Sin embargo...se aman sus montafias.. cuando sufre, olvidamos sus errores... Defender la dignidad de su frontera les consigna de honor para los hombres... £Quién no amael color de su bandera, yy ne’ absterge con sangre sus dolores? rn Del pasado brevemente...hago la romeri. 2MI hogar?...n un bello pais lejano lo tuve....85 doloroso recorrer la vida... Una mujer amada..es muy amargo vivir solo...Pasan tristes los dia El amor es aliento...mitigan los dolores: un beso fiel...a blandura de un seno... La soledad funde odios, vigoriza rencores, y-el egoismo deja el espiritu yermo... Ah! yo quiero para mi musa..flores.. soy un poeta herido...soy un poeia enfermo... eat ais at VAROAS VILA. EL 000 ILUSTRADO 167 UNA TREGUA EN LAS PENALIDADES DE LA CAMPANA: | Mariscal Oyama y su Estado Mayor observando las predicciones de un adivinador HIMNO. Corsiands sorrel ealre ea ete tt ele’ pheno elo. 6 aj os parsr ch panrg liqeidoy fuecenatd ooen Oe slept ceudal, amarllen: (o's veeqalley dieaea es gem Ge ius Intgae anduleclooea, amples: Mae tue cope ae el ® urwenes aetna gorda los se tar cnsanglcatan, los ojos cha obscura y aspera de las cejas; los igo eu monstrosee i monstruos horrendos, élera, hace ya mucho tiemp Pasas, ob! padre fecundante, y tienes a los recodos floridos y bajo ios catia- verales risueiios una sonrisa didfana_y verde, una_pilida sonrisa de esmeralda 6 de claro eristal, como aquella con que hos sonrie el_ aire higiénico de las mon- tafias en las mafianas de Abril, cuando los pajaros gorjean con mayor dulzura Yel cielo tiene una proteccion paternal § dulce para toda, Ia tierra alboro- La ninfea azul, como el ojo leno de ligrimas de una ondina triste que se asoma d mirar los cielos, (los cielos no tienen la. vieja claridad ‘de otros tiem- 2s; tando Ta Vietoriosa les sonreia en. woras de amor desde el sacro Archipié- Jago) i mirar los cielos absorta, y sus- irante por los dias que fueron, fa ni fea azul, se mece, tremulante; sobre tu corriente amarilla’ y tu cortiente piado- sa acaricia con un largo beso hiimedo a Ja ondina doliente. AI marjalsereno, disimulo maligno de juncos sobre el 'cieno febril y pér- fido, penetras y lo nutres. Y tus aguas emponzoiiadas por el zumo febril de la tierra enemiga, corren Iuego, lentas y pli cidas, emanando en los bochornos acres de Julio el aliento terrible que corrom- pe ia sangre € infunde los calofrios tré- Iulos y Tos sudores de angustia 4 los pilidos hombres, en cuyos opacos ojos Ue vidrio se amortigua la tristeza de la Jabor inuitil; en sus opacos ojos de vidri que no saben sino de los campos igua- Jes y fértiles y de las desfiladas de las vacis que mugen 4 los horizontes éon randes mugidos sonoros, resonantes por jas praderas, dormidas en el suefio de sus sordos partos continuos.... Sobre tu espalda corren los barcos Tentos cargados de toscas riquezas. Co- rren los barcos hacia el lago.vocinglero y azul, donde las gaviotas’ salvajes des- tan Tuengos chillidos y_ abren las alas rises sobre las mansedumbres de la_on- ia. O se deslizan los barcos, trabajosa- mente, al impulso rudo y doloroso de las palancas, y los tripulantes fatigados can- fan una ‘cancién de modorra y de has- tio, mientras apalancan contra tu corrien- te defensora. Y los fruios benditos que serin des- pués alegria de los paladares, los fru- fos que nutriste con tus aguas van 4 la ciudad, @ poner en los muelles la alegria de sus colores risticos, & osten- us de la ciudad estéril la maravilla dulee de su lozania y can- de égloga, sana y agrest en la uniforme tristeza’ urbana. Y es frutos que acarreas sobre tu dorso, en- vian un reflejo de gloria—oro y verde— al espejo fugnz de tus aguas amarillen- ta En otro tiempo a tus ribas en flor vi- ron las guarichas en frescos tropeles Jocundos; vinieron las guarichas, desnu~ ‘das como flores, con sus carnes more- nas triunfadoras bajo el triunfo del sol y de los cielos didfanos, & bafiarse sono- ramente en {us aguas, como una tropa de ninfas ingenuas. Y despertaron el encio, entonces sagrado, de tus marge- nes, con sus gritos de alborozo. femenil y_ con las silabas del dialecto native iosco. y aspero. Y atin repiten tus aguas complacidas, en el profundo sopor de los remansos, sobre los cuales se doble- gan confidencialmente los Famajes del guasimo, ain repiten tus aguas el se- creto lejano de la raza extinguida, y recuerdan. ain con murmullos” suaves, como caricias inconscienles, Ja belleza libre y valerosa de las guarichas sencillas, como frutas, que no. conocieron el pu dor picante ‘de las mujeres blancas, y exponian 4 pleno sol el cobre de’ si , donde las geometrias raras de los tatuajes se desenvolvian en simbolos futiles. Y eran serpientes enroscadas alrededor de sus senos erguidos y al- redor de sus brazos jévenes (alrededor de sus brazos, como la hiedra en el treo). -Y eoncéntricos elrcalos en tor- no del ombligo, y lagartos pensativos EL COJO [LUSTRADO en el vientre, lagartos pensativos como hombres, y tortugas disformes de ojos escrutadores, y la flor noble y_ligera, Ia flor que cae én tardas espirales, alete do como una mariposa herida, gracio- samente, estampada més abajo, sobre Ja corola intacta de la flor de ia vida, como un anuncio de virginidad; y en las_mejillas redondas alas rojas, bajo las ojeras, y en la frente lineas confusas, en la frente estrecha, resplandeciente con todas las alegrias de la ignorancia, Y viste atravesar al indio cazador en Ja curiara frigil de dos proas agudas, en la curiaraveloz y décil como nna bestezuela‘acuatil. | Pasaba lin aalloso con su penacho mul- Ncolor y" flexible de. plumos de guacamayo, sus flechas en- herboladas, “su. arco fuerte y sus ojos certeros y tristes (los ojos tristes de las razas que desaparecen). Y_viste caer des- de la copa de los Arboles los pijazos asueteados y al_ mono jerido chillar desaforadamente, con gestos humanos, con ges tos de tribulacién humana. A Ja hora en que cierra la noche Fesonaron por las. vegas. silen- Glosas el. rumor desolado. del fano_ristico y el canto me- lancélico de mis abuelos de hace trescientos afios, el canto langui- doy tristisimo, como un Hanto lento y largo, como un gran do- lor resignado; el canto gemebun- do que acompafiaba el tambor dando singaltos sordos, como los liltimos estertores de una vida. Otro dia aparecié sobre tu espalda una piragua ‘lena de hombres blancos’ y hombres de largas vestiduras que le- vaban “una cruz en. la mano, Y contemplaste la destruccion de tus hijos. La espada y el areabuz la comenzaron y con- suméla el filtro de llamas que los conquistadores repartian, el filtro venenoso y alroz que Ie arrancé al aborigen Ia tltima energia y puso una nueva triste- za en sa alma simple, Todavia divagan por tus ri- eras, animadas ahora por otra — ida intensa, algunos descen- ntes- puros de la prime- ra raza. Esclavos de los hombres nue- vos que brotaron de la confasion de las razas, cantan todavia sis viejos edn ticos solemnes con un ritmo quejum- broso, acompariandose con el hipo ron- co del tambor y el rumor de sus pifa- risticos. Pero ya no entonan las can- ciones guerreras, las canciones ardoi sas que infundian en la tribu el odio de la tribu enemiga y el amor de la sangre y apagaban el silbido de las flechas pintorescas, que volaban por los aires como bruscas alegrias de colores. Ya no entonan sino las canciones tris- tes de amor 6 aquella que modulan, zurda_y patética, ante el cadaver de los seres queridos. Unicamente en algunas noches de Di ciembre la chicha turba sus tristezas y destella como una pélida alegria faga La joven de amplio traje bermejo, a los resplandores cardenos de una hoguera, agitando las manos ebrias en ef rau: Go frenesi de la danza, parece una gran ‘mariposa ritila, una gran mariposa de fuego enloquecida por las lamas... Pasas junto a los pueblos, indolente y pausado, junto a los pueblos tristes euyos campanarios mudos se reflejan en tus aguas (los campanarios méviles en el agua, donde las campanas estin mudas). ¥ el silencio de las callejas so- arias peso sobre tl, como una congo- Ja, y tal vez te mira no mas con ve- neracién y amor temeroso el viejo maes- tro de escuela, que usa gafas y tiene una seriedad profesional en sus labios. Solo en los campos te anega a placi- dez de las cosas. Ya es el reflejo car- mesi de las acacias en flor, las acacias SERPENTINA como tardes de fuego, Arboles de gloria y de llama, que deshojan sobre tus lin- Tas sus innumerables flores de esearlata, como si Horasen sangre los rboles cuando las rifagas los sacuden. Ora es la vision de las vacas sedientas que acuden a la orilla «i abrevar con lar. gos. resoplidos intermitentes plan con ojos extiticos gen que les muestras; hhuos y vagos que parecen m pre isslla de'las "cosas. Cuando son {os naranjales florecidos, alineados rectas € iguales, con sus copas perfec~ tamente cénicas, todos vestidos de blan- 0, como novias 6 bien cargados de Frutos dureos, como huerto hespérido; fratos de oro rebosantes de mieles dcic das, deleite de las caniculas, A’ veces rompe tu dorso liso una nave que trastorna toda tu placidez y tu suefio, una nave que resonga como una bestia y lanza humo por una bo- ca negeuzea: Entonces tienes agitacio- nes de mar y olas que remecen el juncal de Ta ofilla y chapotean moro- samente’y se coronan de espumas le- ves y frigiles. Es un gesto fugaz de e6- lera-en tu rosiro impasible. ‘Alli donde todavia eres alegre y cla ro, tan claro que ensefias los. secretos de’ tu silveo (piedras brillantes y arenas doradas los arbolestejen un zarz de ver~ dura sobre tu caudal exiguo. Apenas te acaricia 4 trechos el sol que pene- tra por los ojos. azules ‘de ia. cupula verde. Alli no hay rumores de vida humana. No hay sino los rumores sal- vajes de la selva. El. ruido de las dan- las en fuga, el crugido siniestro que dan’ las manadas de puereos montaraces al rechinar 10s dien- tes en la avidez de las hambres, 6 el rugido de los tigres en celo, 6 el rugido sobrehumano y do: loroso “de las. tigres de parto, Ta jgaradaconfusa y agria de las andas ‘de micos gesticulantes, ln cancion de. las. guacharacas mondtonas y dulees conciertos de pajaros, musica silvestre que rueda sobre tu cristal errabundo, como una earicia de la selva, como una sonrisa de la sel que’ festeja Ia. vida Y por el fondo de tus espe- jos murmurantes pasan_ visio. hes bellas y varia. “Ls bestiag feroces y las bestias suaves, el tigre y el ciervo apuesto, el ca- naguaro y la danta robusta, y la “Taz grotesea de los macacos ¥ el plumaje versicolor de los guacamayos, Las lapas de patas cortas, agi les en la fuga, juguetean por tus riberas. Cuando’ el hombre las asistido de perros, de les vale esconterse bajo las aguas. EI harpén las para en Ja fuga y entonces hay un her- vor libio de sangre en tu quie~ ud sofiadora. Y ti disuelves la ‘mancha_ rapidamente, borras la huella de sangre con piadosa premura. porque no quieres. Me- var en iu ttinica la marea de sun erimen. {Qué ocultas luego bajo tu obscura corriente? Ya murieron las deidades marinas.» ,Murie- ron tus ninfas y tus nayades? Alla lejos el tritén jubiloso.y _ro- ‘husto no suena el caracol. Ya ito hay Palacios ocaltos en lo mis profundo de los remansos. Acaso estés triste por tu viudez. 0 nunca. vivieron en tie- rras citramarinas los dioses aryos? No posees sino tus peces y tus anfibios monstruosos. Los tiburones crueles de dentadara multiple y la infinite. fami lia “de los peces.” Ojos cireulare cuerpos escurtidizos y_viseosos tos voraces. No son bellos ths peces sino cuando Iucen al sol la magia de sus matices. Prendidos en elanzuelo brin- ‘can en el aire frenéticamente, mientras los iris moviles resplandecen en las esca- mas himedas. 0 apresados en el espa- rayel falaz se agitan y rebullen con ron quidos opacos. La flecha veloz también acosa Jos peces. Cuando asoman los hocicos elis- ticos a la superficie, vuela 4 herirlos el dardo, sujeto al cazador por una cuer-

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