La unicidad de todo cuadro formaba parte de la unicidad del lugar en que
residía, a veces la pintura era transportable, pero nunca se la podía ver en dos lugares al mismo tiempo. La cámara, al reproducir una pintura, destruye la unicidad de su imagen y su significación se multiplica y se fragmenta en numerosas significaciones. Cuando una pintura es mostrada por las pantallas de los televisores ésta entra en la casa de cada espectador, entra en la atmósfera de su familia, se convierte en tema de conversación. Y al mismo tiempo, entra en otro millón de casas y, en cada una, es contemplada en un contexto diferente. Ante esta realidad, se generan distintas posturas, desde un entusiasta consentimiento hasta una radical disconformidad. Posturas frente a la reproducción masiva La segunda mitad del siglo XX estará signada por dos características: la revolución tecnológica y el consumo de masas. El rasgo particular de esta etapa es la creciente uniformidad de los hábitos de consumo de la sociedad. José Ortega y Gasset explica el fenómeno de la masificación del hombre refiriéndose a la experiencia de la aglomeración, del "lleno". "Masa es todo aquél que no se valora a sí mismo – en bien o en mal – por razones especiales, sino que se siente "como todo el mundo" y sin embargo, no se angustia, se siente a gusto al sentirse idéntico a los demás." La masa aniquila todo lo diferente y selecto. Quien no es como todo el mundo, quien no piense y use lo que todo el mundo, corre el riesgo de ser rechazado; teniendo en cuenta que ese "todo el mundo" en realidad está referido sólo a la masa. La reproductibilidad de la imagen: los avances tecnológicos permitieron reproducir una misma imagen infinitamente, con lo que las masas logran acceder a bienes y experiencias antes inalcanzables. Podríamos pensar que con el advenimiento de las masas y su insaciable afán de consumir impulsó a la tecnología a buscar maneras eficaces y rápidas de colmar dichas necesidades. Este surgimiento del imperio de las masas y los avances tecnológicos generan polémicas que se manifiestan en posturas antagónicas: Apocalipsis e integración. Por Umberto Eco. Los apocalípticos tienen que ver con una nostalgia por la época en que los valores culturales eran un privilegio de clases y no eran puestos a disposición de todos indiscriminadamente. La cultura es considerada un hecho aristocrático y refinado opuesto a la muchedumbre. Los cuadros están impregnados de material real, el rastro de los gestos del pintor y la corporeidad de la pintura ofrecen un aspecto que no se compara con su reproducción, por más fiel que ésta sea. Los cuadros reproducidos, visto en términos apocalípticos, cambian la significación del original, modifican su valoración y su esencia. García Canclini, plantea que esto no se resuelve al eliminar la distancia entre los bienes culturales y el público. Para ser factible dicha democratización considera necesario el acceso igualitario a dichos bienes, pero no sólo materialmente, sino también proveyendo en primera instancia, los recursos previos para comprender y decodificar los mensajes y propiciar una real y completa experiencia estética. De otra forma, sin educación, sin formación especializada, las masas receptarán superficialmente los mensajes. Los integrados, que consienten y apoyan la posibilidad de disponer de los bienes culturales en equidad. El hecho de que la televisión, los diarios, la radio, las cámaras, hacen más liviano y fácil el acceso y recepción, no implica problema alguno, todo lo contrario, es aprovechado y recibido con beneplácito. ¿Cuáles son los fundamentos de los integrados? Su posición parte del hecho de que el hombre masa nace de una sociedad en la que los ciudadanos participan con igualdad de derechos en la vida pública, en el consumo, en el disfrute de las comunicaciones; en definitiva, nace inevitablemente en toda sociedad democrática del tipo industrial. ¿Alguien se atrevería a condenar este principio de equidad? El hombre común y vulgar tiene derecho a acceder a los beneficios de los bienes culturales. Dice Eco en defensa de la actitud integrada: El cúmulo de imágenes, información y comunicación contribuyen en definitiva a sensibilizar al hombre. se homogeniza el gusto, que contrariamente a la visión apocalíptica es considerado para los integrados como un hecho positivo que elimina las diferencias y la discriminación. Y como un aspecto sumamente interesante, se sostiene que la cultura de masas ha introducido nuevos modos de hablar, de percibir, de valorar. Se trata de una nueva categoría estética que surge como paradigmática de las masas. El kitsch Ésta es una característica de la cultura burguesa devenida en una sociedad de masas. Eco hace una diferenciación en la cultura de masas, distinguiendo masscult y midcult: Masscult: se separa de la "cultura superior", no le interesa referencia alguna con ella. Los comics, el cuarteto, el rock, son productos de la masscult. Midcult: aparece, como dice Eco, como una "corrupción" en la cultura superior. Si bien se halla sujeta a los deseos y necesidades del público como la masscult, la midcult opera de manera diferente: toma prestado de la cultura superior procedimientos, bienes, experiencias ya consumadas y divulgadas para confeccionar un mensaje disfrutable y comprensible para todos. El término kitsch. Proviene del alemán kitschen que significa hacer muebles nuevos con viejos. Se trata de un engaño, de hacer pasar una cosa por otra no auténtica. Aunque es un fenómeno de todas las épocas, distinguimos en el kitsch dos grandes períodos. El primero se vincula con el surgimiento de la burguesía, con la toma de conciencia de una sociedad segura de sí misma. La burguesía se instala y se transforma en una sociedad de masas, rodeada del poder industrial y sobre todo comercial. El otro período, denominado neokitsch, desplaza a las tiendas y pequeños comercios para dejar lugar al supermercado. El marco donde se sitúa el kitsch es el consumismo, donde el objeto es eternamente provisorio y se transforma en producto. El kitsch adopta un valor connotativo que puede revelar un nivel social, un índice de educación, un emblema de poder o jerarquía. El valor de uso no es un soporte sino un pretexto; el objeto kitsch cumple funciones artificialmente agregadas, además de cumplir su función ornamental y decorativa. Principios del Kistch: Principio de inadecuación: en un objeto kitsch no es muy clara la función que cumple, está al mismo tiempo bien y mal ejecutado. Tiene buen nivel en la realización, un acabado cuidadoso y detallado, pero está mal definido, su concepción aparece distorsionada. Principio de acumulación: idea de abarrotamiento, de "siempre más", sin ninguna restricción. Principio de sinestesia: se denominan sinestesia a las percep-ciones que implican la unión de distintos sentidos y sus transformaciones de unos en otros. Principio de confort: el objeto kitsch es de fácil aceptación, es cómodo, es el "arte de la felicidad". Se adquiere por placer, es pura sensación y confort. Para Moles se pueden establecer dos tipos de definiciones: El kitsch referido a objetos que contienen determinadas propiedades formales. El kitsch referido a una nueva relación que el hombre mantiene con las cosas. Esta definición estima una manera kitsch de considerar los objetos. Aspecto de los objetos kitsch Moles plantea que los objetos kitsch presentan frecuentemente las siguientes propiedades: Predominio de curvas: contornos continuos y sinuosos que generalmente no presentan cortes o discontinuidad, muy similar al Art Noveau. Superficies recargadas: Se trata de cubrir y recargar con representaciones, símbolos y ornamentos todas las superficies, se relaciona con la estrategia visual de profusión. Color: uso de colores puros complementarios. Preferencia por la gradación del blanco al rojo y violeta. El color lila y rosa son un rasgo frecuente. Simulación de materiales: los materiales raramente se presentan tal cual son. La madera se pintará simulando el mármol, el yeso se patinará para imitar el bronce, la fórmica reproducirá las vetas irregulares de la madera. Se trata de disfrazar el material para simular otro más noble. "Ni por curvas o rectas, ni por colores especiales, ni por el horror o la manía por el vacío ni por un material novedoso o convencional, ni por un tema elemental o complejo, algo va a ser kitsch o dejar de serlo". Marta Zatonyi, La autora define que kitsch es una actitud, es un tipo de relación que establece el sujeto con los objetos. Esta relación se describe como una acción consumidora que se caracteriza por una actitud alienante: comprar la última gaseosa que salió al mercado sin preguntarnos si nos conviene o no, sin saber por qué, sólo por la imposición de una publicidad es, según Zatonyi, terriblemente kitsch. Colgar una reproducción de Salvador Dalí, sin entenderla, sólo para que todos vean qué gusto elevado tengo, o para que piensen qué original que soy, entonces es kitsch. Una actitud kitsch siempre se arma de la excusa de la utilidad: un llavero abrelatas despertador, un cuchillo para cortar pomelos, etc.
CONSUMO Y NUEVAS TECNOLOGÍAS
Hemos identificado estos dos temas como nociones relacionadas a la
reproductibilidad. Recepción estética Para Gadamer, la interpretación la lleva a cabo un receptor histórico, que parte de sus condiciones espacio-temporales y de sus estructuras previas de precomprensión. Es decir, en todo proceso receptivo se parte de presupuestos o prejuicios, el hombre tiene detrás de él toda su historia. Dichos prejuicios son los que hacen posible todo juicio, toda interpretación y son constitutivos de la realidad histórica del hombre. "El objeto de arte, y análogamente cualquier otro producto, crea un público sensible y apto para gozar de la belleza. De modo que la producción no solamente produce un objeto para el sujeto, sino un sujeto para el objeto" La producción de objetos genera, por lo tanto, el consumo; en primer lugar, porque suministra los materiales; en segundo, porque modifica el modo de consumo y, por último, porque suscita en el consumidor la necesidad de los productos. Pierre Bourdieuha mostrado que la sociedad se organiza desde el consumo, uno de sus rasgos es el de servir como criterio de distinción social, como expresión de una posición en el espacio social. Es decir, alega que el consumo es una forma de diferenciación social como resultado de distintas formas de uso y apropiación de los productos. Y concluye que, en una sociedad, las clases sociales no se distinguen sólo por los bienes que su poder económico les permite adquirir sino también por el modo de transformar dichos bienes en signos de prestigio, de poder. En esta misma línea, García Canclini conceptualiza el consumo como el conjunto de procesos socio-culturales en que se realizan la apropiación y los usos de los productos. Cualquier práctica de consumo implica un acto cultural. Todos estos autores tienen posturas coincidentes: Marx y Gadamer acentúan el factor social e histórico como configurador de la recepción estética. Bourdieu y Canclini van más allá al relacionar los actos de consumo como configuradores y diferenciadores de clases, donde el gusto estético une o separa socialmente a los grupos. El consumo es un modo de relacionarse con la sociedad en que vivimos; a través de lo que consumimos comunicamos cosas simbólicamente a los demás, nos afirmamos en una identidad social. Del collage a la revolución del video
El trabajo desarrollado por el diseño y el arte, a lo largo de estos últimos 100
años, no puede comprenderse si no lo relacionamos con las innovaciones tecnológicas que los acompañaron. En primer lugar, las vanguardias constituyen, dentro de su complejidad, una respuesta de los medios, materiales y técnicas tradicionales ante los nuevos. La pintura para defenderse de las amenazas de la invención de la fotografía se vio inducida a buscar otros enfoques: se trataba de hacer algo que la fotografía no pudiera hacer; así, comienza a dejar de representar la realidad tal cual podía verse a través de la cámara. El poder del collage con fotografías o fotomontaje residía en la tensión lograda por la fragmentación, el absurdo, la yuxtaposición dispar de distintos elementos. La subjetividad en el aprovechamiento de estas cualidades fue explotada, como ya hemos estudiado, por los futuristas, dadaístas y más tarde por el Pop Art. Más adelante aparecen los collages tridimensionales, pero mantienen la frontalidad. Con esta alteración de la materialidad y la planimetría de la pintura tradicional van desapareciendo las convencionales diferencias genéricas entre pintura y escultura, llevadas al extremo con los ready made dadaístas donde aparece solo el elemento extrapictórico: la silla, el urinario. Sin la fotografía no hubiera sido posible la invención del cine. En sus primeros pasos, el cine adopta una estética teatral, reproduciendo las escenas desde un punto de vista fijo. Más tarde ese punto de vista se multiplica, las acciones se fragmentan y se organizan para contar una historia. Otro corte histórico que revolucionó las posibilidades de la comunicación visual se produjo a partir de la transformación de la energía lumínica en señal eléctrica, dando nacimiento a la televisión. La velocidad, la inmediatez, la economía de recursos, la penetración paulatina en la vida cotidiana de los hogares, convirtieron a la televisión en un medio insustituible para manejar la información. La grabación en video apareció en 1956 como un sistema ágil de registrar y almacenar la información audiovisual, vital para la emancipación de la televisión de la grabación en directo. De todas las virtudes del video, se valora especialmente como ventaja técnica la condición borrable y regrabable de sus mensajes, así como su inmediata reproductibilidad sin necesidad de procesos de laboratorio. El video, al igual que la televisión, pasaron por un rápido desarrollo. Los equipos fueron cada vez más pequeños, más fáciles de transportar y de manejar. Dijo Nam June Paik en 1932: "Del mismo modo que la técnica del collage ha sustituido a la pintura, el tubo catódico sustituirá al lienzo". Tenga en cuenta las trasformaciones que el video arte introduce en el ámbito estético, tanto desde la producción como desde la recepción: se utiliza un medio masivo como la televisión, el video a modo de recurso estético para construir una obra de arte. El hiperconsumo de estos medios tecnológicos creó lentamente un nuevo hábito: tanto la imagen como la información por ellas transmitidas se vuelven en sí mismas el valor de lo real, lo que sucede existe porque pasa por la televisión, y lo que no está en televisión no existe. ESTÉTICA DE LO DIGITAL
Siempre se consideró la imagen como una especie de "doble" de alguna otra
cosa preexistente condenada a cumplir el destino de "reflejo". Con la era digital, ese presupuesto ya no se mantiene. Ahora la imagen preexiste al objeto al que se refiere; un auto, por ejemplo, hoy solamente es construido después de haber sido crea- do, experimentado y perfeccionado bajo la forma de imagen. La expansión de las nuevas tecnologías, devenidas en medios masivos, está asociada con cambios en la sociedad, en su forma de trabajar, de jugar, de hacer las compras, de aprender y de percibir. La apuesta a esta sensibilidad tiene que ver con: La renovación de los modos narrativos, es decir, la exploración de otras maneras de concebir y de narrar historias, de hablar del mundo. La renovación de los protocolos de concepción: se produce una ruptura de la linealidad de los mecanismos de producción. Así, de una linealidad productora: diseñador-obra-receptor, se pasa a una producción no lineal y cada vez más compleja, en la cual no sólo se amplía el número de sujetos que intervienen y se diversifica el lugar físico de producción, sino que a menudo, el producto se convierte en algo inmaterial grabado en un CD. La renovación del soporte: el concepto tradicional de soporte alude a la base sobre la que se inscribe una imagen: lienzo, papel, metales entre otros. El soporte es de una materia relativamente estable y predefinida, aunque puede sufrir deterioros con el tiempo. En el ámbito del arte y el diseño, el soporte comienza a desdibujarse con los collages mixtos del movimiento Dadá y en la era digital adquiere nuevas características. La imagen digital se presenta en una pantalla y su presencia nace y muere con la orden ON-OFF; La facilidad de introducirse en la estructura de la imagen y trabajar en ella hasta el límite de su unidad irreductible (píxel), Esto otorga la posibilidad de corregir constantemente la imagen sin mayores esfuerzos, al contrario de lo que esto significa en técnicas como pintura, dibujo, etc. La interacción entre el productor de imágenes y el programa informático genera un lazo distinto mucho más fluible, menos apegado al resultado. Así mismo la postura perceptiva del receptor de la imagen digital también es diferente, ya que desde un principio el receptor asume que esa imagen de su monitor es un dato manipulable. La realización de imágenes puede llevarse a cabo a través de dispositivos de "salida" sobre diversos soportes como el papel, el backlight, la tela o quedar registrado en la memoria del ordenador, es decir, en un soporte digital. El origen múltiple de la imagen. Esto alude a que una imagen puede haberse generado desde un programa de diseño o bien desde una fuente externa: vía scanner o capturarlas a partir de cámaras de video o fotografía digitales.
Marshall McLuhan, planteó que los medios masivos son en sì mismos un
mensaje, más allá del contenido que éstos comunican y los presenta como prolongación de los sentidos del hombre. Sin embargo, las computadoras son aparatos que ya no reflejan los rendimientos de los órganos sensoriales. Internet es un espacio público, desjerarquizado e interactivo por excelencia, donde la información fluye de manera compulsiva, considerado en términos apocalípticos falsamente democrático, puesto que favorece un nuevo tipo de distinción entre individuos: conectados o no conectados. Con la computadora las actividades compartidas se reducen, el Personal Computer se llama personal, precisamente porque el individuo se dedica a sus propios intereses de forma aislada. En esta misma línea, Umberto Eco expresa la crítica apocalíptica a los medios masivos: Según el autor, éstos se dirigen, y terminan por formar a un público homogéneo, destruyendo las características particulares propias de cada grupo. En los planteos de Eco encontramos coincidencias con Habemas, quien, recordamos, acusa a los medios de restringir los atributos de libertad, memoria e identidad del hombre. Jürger Habermas considera que si bien la expresión del hombre, la comunicación es el basamento de toda sociedad, advierte el valor ideológico y de discurso dominante que adquiere la técnica en la sociedad. Según el autor, la complejidad creciente de la técnica condiciona, invade y dirige al mundo degradando sus atributos más significativos: la libertad, la identidad y la memoria.