El estado es una estructura de poder, generadas por la
interacción de los actores sociales en función de sus respectivos objetivos e intereses y de los recursos que movilizan. A su vez, es el especio institucional en el que se desenvuelve la lucha política de clases y otros grupos sociales.
El estado es un instrumento de poder
Tanto Vilas con García Linera coinciden que se logra un modelo de
desarrollo del estado por medio de una dirección hegemónica. Creando un terreno y una narrativa coherente para que se desplieguen de manera justificada las otras identidades. Por medio de la construcción de una identidad de cohesión fuerte, logrando agruparlas, ordenarlas, jerarquizarlas y permitir su despliegue. Constituida por un sistema de vida social, para territorializar los espacios de derechos colectivos, creando un escenario de bienes comunes compartidos en función de correlaciones de fuerzas. Lograr una identidad de NACION. Las “Cátedras Nacionales” (CN) fueron una experiencia universitaria emergente del proceso de radicalización política de los años sesenta y setenta. Este conjunto de cátedras tuvo una contienda teórica con la sociología germaniana, a la que ellos caracterizaban como “sociología oficial” y la acusaban de “cientificismo” Las CN identifican esta perspectiva de la ciencia, en la sociología norteamericana, con el estructural-funcionalismo y el empirismo abstracto, la define como “la gran teoría”
En aquel entonces esta sociología “estaba en crisis” al ser
impugnada por los intelectuales de América Latina que influenciados por la Revolución Cubana, ubicaban al “antiimperialismo” y la “dependencia” en primer plano. cuestiona la teoría de la modernización de Gino Germani al considerar que esta teoría “oculta la dependencia política” mediante las ideologías reformistas y conservadoras, y expresa un “desarrollismo gorila” que no propone la transformación revolucionaria de la sociedad sino la “adecuación al modelo de países desarrollados”.
Las CN asumirían una lectura cuyo eje central es el sujeto histórico
o la acción humana y las “cátedras marxistas” adoptarían una lectura del marxismo poniendo eje en la determinación del proceso histórico por las fuerzas de la estructura productiva.
Estas cátedras representaron el ingreso del peronismo en la
universidad y en particular, en la Carrera de Sociología: intentaron crear una “teoría social revolucionaria”, es decir, una sociología en clave con la lucha por la “liberación nacional”, y para ello, recuperaron ciertos saberes y aportes teóricos como los del “pensamiento nacional” y la teoría de la dependencia, que ya circulaban en otros ámbitos ajenos a la universidad como el ABC de la militancia de esos años.
La teoría del modelo de la modernización postula que para alcanzar
el desarrollo es necesario reemplazar la sociedad tradicional por un sistema global de capitalismo internacional; por otro lado, la teoría de la dependencia sostiene que la penetración capitalista en los países en desarrollo ha sido la barrera que ha impedido un eventual desarrollo. El funcionalismo estructuralista es una construcción teórica que ve a la sociedad como un sistema complejo, cuyas partes trabajan juntas para promover la armonía social. Se entiende como el estudio de una sociedad conocida como estructura o sistema social.1 Este enfoque ve a la sociedad desde una orientación de nivel macro, que es un enfoque amplio en las estructuras sociales que conforman la sociedad en su conjunto y considera que la sociedad evoluciona al igual que los organismos. La clase media según la autora, “asociada al progreso y la movilidad social ascendente”. Situada, como clase, entre la burguesía y las clases trabajadoras, dos grandes agentes sociales y políticos. Por lo cual, explicaría sus rasgos culturales, tendiente a imitar las clases superiores.
Terminan siendo funcionales, instrumentos políticos de la
burguesía.
Se caracterizan por perseguir sus intereses, individualistas.
La mayoría, eran empleados profesionales o administrativos del
estado, los cuales se vieron favorecidos por el modelo de industrialización del país.
Los 90 se encontraron en debilidad por la apertura de las
importaciones. Ya que muchos se reinventaron en comerciantes o pequeños propietarios.
Con la llegada del nuevo ciclo económico, la clase media
“ganadora” tomaría total distancia con estos sectores y con las clase media, “perdedora”, empobrecida. Por ende, se generarían nuevas dimensiones urbanas, barrios privados y barrios policlasistas.
La clase media “ganadora” determino las formas de sociabilidad,
propuso nuevas dimensiones urbanas (countries), espacios comerciales (shopping), instituciones privadas educativas, etc. Los “perdedores”, los cuales articularon en los 60 con los sectores populares y fueron beneficiados por el modelo peronista y colaboraron con los sectores movilizados en los 70 , en los 80 y 90 se convirtieron en el sector que acompaño las reivindicaciones populares, las experiencias del “trueque” como consecuencias del empobrecimiento de este sector, la virtud de adaptación, gracias a sus atributos competitivos culturales, comparado con las características culturales de las clases populares. Su “status” de clase, contrastante con el modelo anterior (bienestar). El cambio de modelo económico conlleva la crisis del 2001, como consecuencia se produce una gran recesión económica, por la caída de la actividad industrial, que conlleva al aumento del porcentaje de desempleo, del trabajo informal y la precarización laboral.
Boris Marañon - de La Crisis Estructural Del Patrón de Poder Mundial, Colonial, Moderno y Capitalista Hacia La Solidaridad Económica y Los Buenos Vivires en América Latina