Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
[Título del
documento]
[Subtítulo del documento]
En la antigua Babilonia, Egipto, India y China, se utilizaban remedios a base de hongos y mohos
para tratar infecciones cutáneas y enfermedades como la disentería. Estos pueblos también
empleaban plantas medicinales con propiedades antimicrobianas, como el ajo y la cebolla, que se
han utilizado a lo largo de la historia por sus efectos beneficiosos sobre la salud.
Sin embargo, fue en el siglo XIX cuando se realizaron avances significativos en la comprensión y
desarrollo de los antibióticos modernos. En 1877, Louis Pasteur descubrió que ciertas bacterias
producían sustancias capaces de matar a otras bacterias, y las llamó "microbios asesinos".
Posteriormente, en 1928, Alexander Fleming, un científico escocés, hizo uno de los
descubrimientos más importantes en la historia de los antibióticos. Observó que un moho del
género Penicillium había contaminado una placa de cultivo bacteriano y que el crecimiento
bacteriano había sido inhibido alrededor del moho. Este hallazgo llevó al desarrollo de la
penicilina, el primer antibiótico moderno.
Marco teórico
Extracción y purificación del antibiótico: Una vez finalizada la fermentación, se realiza la extracción
del antibiótico del medio de cultivo. Esto se logra mediante técnicas de extracción, precipitación o
separación, para obtener una fracción rica en el compuesto deseado. Luego, se lleva a cabo la
purificación mediante técnicas de cromatografía, filtración y cristalización, con el objetivo de
obtener un antibiótico puro y de alta calidad.
Control de calidad y ensayos de eficacia: Todos los procesos de producción de antibióticos están
respaldados por rigurosos controles de calidad. Se realizan pruebas físicas, químicas y
microbiológicas para asegurar la calidad, la pureza y la estabilidad del producto final.
Metodología
Selección del biorreactor: El primer paso es seleccionar el tipo de biorreactor adecuado para la
fermentación. Existen diferentes tipos de biorreactores, como biorreactores de tanque agitado,
biorreactores de lecho fijo, biorreactores de membrana, entre otros. La elección depende de las
características del microorganismo productor, las condiciones de cultivo requeridas y los objetivos
de producción.
Preparación del cultivo: Se prepara un cultivo inicial del microorganismo productor en un medio de
cultivo adecuado. Esto puede implicar la esterilización del medio, la inoculación del cultivo inicial y
la optimización de las condiciones de crecimiento previas a la fermentación.
Inoculación del biorreactor: El cultivo inicial se inocula en el biorreactor, proporcionando la
cantidad adecuada de células microbianas para iniciar la fermentación. La inoculación puede
realizarse mediante técnicas asépticas para garantizar la ausencia de contaminantes.
Recolección del producto: Una vez que se alcanza la fase de producción óptima, se procede a la
recolección del producto deseado. Esto puede implicar la interrupción de la fermentación, la
separación de las células microbianas del producto o la extracción directa del producto del medio
de cultivo.