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Documento (1) Derecho Penal LLL
Documento (1) Derecho Penal LLL
Una vez establecidos los tres elementos, nos abocaremos al análisis del primer
elemento esencial del delito: la tipicidad. Este elemento tiene el foco de análisis
puesto en la conducta realizada por el sujeto. Lo que se analiza es si la conducta
realizada se adecua a la ley penal. A esta adecuación de la conducta a la ley penal
se le denomina “juicio de tipicidad”. Si la conducta se subsume en la ley penal,
entonces hablaremos de una conducta típica; en cambio, si la conducta no encaja
en la ley penal, diremos que es una conducta atípica, por lo que deja der ser
relevante para el derecho penal (esto no quiere decir que también deje de serlo
para las otras ramas del derecho).
En el plano de los sujetos, se establece que todos los delitos tienen un sujeto
activo y un sujeto pasivo. Por un lado, el sujeto activo es aquel que realiza la
conducta prevista en el tipo penal. Este solo puede ser una persona natural, ya
que en caso sea una persona jurídica, entonces responden las personas naturales
a cargo. Ahora, tomando como base al sujeto activo se pueden clasificar los delitos
en comunes y especiales. Los delitos comunes son aquellos en los que cualquier
persona que realiza la conducta prevista en la ley penal va a responder por ella.
Los delitos especiales, en cambio, son aquellos en los que el tipo penal (la
disposición normativa) indica expresamente quién es el sujeto activo, por lo que
no es cualquier persona, sino la que el tipo penal ha previsto. El sujeto pasivo, por
otro lado, es aquel sobre el que recae el daño de la acción delictiva. En tal sentido,
es la persona cuyo bien jurídico protegido ha sido puesto en peligro o lesionado
por la conducta realizada por el sujeto activo. Para determinar al sujeto pasivo en
la comisión de un delito, se debe identificar cuál es el bien jurídico protegido por la
norma penal y si este ha sido puesto en peligro o lesionado.
En el plano de la conducta, se establece que esta puede ser por acción o por
omisión, es decir la conducta se puede realizar haciendo o dejando de hacer.
Cuando la conducta es por acción, se trata de una conducta en la que se realiza o
ejecuta una determinada actividad por el sujeto (por ejemplo, matar a una
persona). Cuando la conducta es por omisión, se trata de una conducta en la que
de deja se hacer algo o no se actúa (por ejemplo, no prestar auxilio). De acuerdo
con esto, los delitos se pueden clasificar en delitos de simple o mera actividad, o
en delitos simples y compuestos. Los delitos de mera actividad son aquellos en los
que se requiere la conducta en sí misma para que se configure el delito, es decir,
la simple conducta, sin importar el resultado que se produzca, ya es delito (por
ejemplo, conducir en estado de ebriedad). Los delitos de resultado, en cambio, son
aquellos en los que además de la conducta se requiere que se produzca el
resultado para su configuración, es decir, estos se perfeccionan cuando además de
la conducta se produce el resultado previsto en la ley penal (por ejemplo, matar a
una persona).
En la misma línea, los delitos pueden ser simples y compuestos tomando con
referencia a los verbos que utiliza el tipo penal. Los delitos simples son aquellos en
los que sólo se utiliza un verbo. Los delitos compuestos, en cambio, son aquellos
en los que se utilizan dos o más verbos. Cuando es un delito compuesto, se tiene
una subclasificación: delitos complejos y delitos mixtos. Así, un delito es complejo
cuando la conducta abarca todos los verbos rectores previstos en el tipo penal. En
cambio, un delito es mixto cuando basta que la conducta abarque sólo un verbo
rector para que se configure el delito.
En el plano del objeto material del delito, se establece que es el objeto físico sobre
el que recae la conducta del sujeto activo. El objeto es distinto al bien jurídico
protegido, pues el bien jurídico es abstracto, mientras que el objeto material es
físico.
Asimismo, cabe recalcar que hay delitos dolosos en los que además se requiere
una finalidad adicional al dolo. Evidentemente esta finalidad adicional debe
establecerse en la descripción legal. Si se exige una finalidad, esta configura un un
elemento subjetivo del tipo o injusto penal. Cuando está ausente el elemento
subjetivo necesario no se le puede sancionar por dolo. Por ejemplo, en el caso de
la eutanasia, el sujeto pasivo debe ser un enfermo incurable y adicionalmente
debe sufrir dolores intolerables. Se debe verificar entonces estas condiciones en el
sujeto pasivo.