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A lo que nos trata de decir esta maravillosa obra de Thomas Hobbes nos
podemos basar con el simple título de su obra, “Leviatán” que hace referencia a
un monstruo bíblico que posee un poder descomunal.
Del sentido
“Hay en los animales dos clases de movimientos que les son propios, uno llamado
vital que comienza con la generación, y es continuad sin interrupción a través de
su vida entera, tal como son la circulación de la sangre, el pulso, la respiración, la
digestión, nutrición, excreción, etc.: movimientos para los cuales no se necesita
ayuda de la imaginación. El otro es movimiento animal, también llamado
movimiento voluntario, como ir, hablar, mover, cualquiera de nuestros miembros
en la manera en que en primer lugar lo imagina nuestras mentes; la fantasía no es
sino la reliquia de ese movimiento tras la sensación”
El acontecimiento más importante fue la invención del lenguaje por medio de este
los hombres registran sus pensamientos, sin el lenguaje no hubiera existido
gobierno, sociedad, contrato, paz etc. El lenguaje se perdió en la torre de Babel
donde todos los hombres fueron castigados por Dios olvidando su primitivo
lenguaje, pero de esta forma nacieron las diferentes lenguas.
La razón, está fundada en el uso correcto del lenguaje y produce las ciencias.
Tener por alguna cosa pasiones más fuertes y más vehementes de lo que es
ordinario en los demás. Y es por eso que divide al conocimiento en dos: uno es el
conocimiento del hecho, y otro el conocimiento de una consecuencia de una
afirmación con respecto a otra. El primero no es otra cosa sino sensación y
memoria, y es conocimiento absoluto. El último se denomina ciencia y es
condicional. La ciencia, es el conocimiento de las consecuencias llámase también
filosofía: es el espacio para la compresión. El conocimiento de las consecuencias
de los accidentes de los cuerpos políticos es la que se lama política y filosofía.
“Cada hombre es enemigo de los demás, en el tiempo en que los hombres viven
sin otra seguridad que aquella que su propia fuerza y su propia invención puede
proporcionarles. En una situación semejante, existe continuo temor y peligro de
muerte violenta, y la vida del hombre es soltaría, pobre, tosca, embrutecida y
breve”.
Hobbes al analizar la naturaleza del ser humano, afirma que por naturaleza el
hombre es un ser social malo, “el hombre es un lobo para el hombre”, afirmando
que el peor enemigo del hombre es el propio hombre, y por ello, el hombre
necesita un poder superior que lo dirija, que le coarte parte de su libertad y a
cambio le pueda dar seguridad, una necesidad tan humana y universal y la única
solución es crear un Estado.
Es así que, Hobbes termina afirmado que los seres humanos se encuentran entre
ellos con la misma capacidad para pensar, y con la misma capacidad física por lo
que el hombre va a entrar en un proceso de competición con otros, y por esta
razón tenemos la misma capacidad de adquirir las cosas creando así tres pasos
que nos llevan a la guerra: “La competencia lleva a atacarse para lograr un
beneficio”, “La desconfianza para lograr seguridad” y “La gloria por la fama y
reputación”
“Durante el tiempo en que los hombres viven sin poder común que los atemorice
a todos, se hallan en la condición o Estado que se denomine guerra”.
Hobbes afirma que, si el ser humano no tiene un Estado o una autoridad, este se
vuelve salvaje y puede provocar un caos total a través de la guerra. Para poder
llegar a la paz, el hombre tiene unas pasiones que se inclinan a la solución de la
guerra, y que estas son el temor a la muerte, el deseo de las cosas que son
necesarias para una vida confortable, y la esperanza de obtenerlas por medio del
trabajo. Son las claves fundamentales para llegar a un acuerdo entre los hombres.
Hobbes empieza por las causas que generan al Estado y continúa enumerando
los derechos que tiene un soberano; las especies que el gobierno equipara a la
monarquía con la tiranía y a la aristocracia con la oligarquía, siendo diferentes
tipos que representan el gobierno de antes de ocuparse de las formas de
sucesión de los soberanos. Es aquí donde continúa analizando punto por punto
hasta dónde llega a analizar la libertad de los súbditos que eligen a un soberano;
los sistemas en los que se agrupan las personas de acuerdo a su interés o
negocios, y posteriormente hace referencia a cuáles son los deberes de los
ministros.
Es aquí donde surge la importancia del derecho natural, donde Hobbes nos dice
que permite al hombre usar su propia vida, la libertad es la ausencia del
impedimento para que el hombre se pudiera defender como sea. La ley de la
naturaleza es la que prohíbe al hombre hacer algo que vaya en contra de su
propia vida pero, aunque este ser disfrute de su libertad y de ejercicio del dominio
sobre los otros, es lo que lleva conformar el Estado, a través de un contrato por lo
que renuncian al derecho de vivir como quieren motivados por sus pasiones
naturales a cambio de preservar su vida.
El contrato social
Es moderna y liberal, una base de la convivencia humana, para Hobbes, era una
garantía de la seguridad individual, y así poner fin a los conflictos que se dan en la
situación de guerra gracias a los intereses individuales que Hobbes concebía
como la causa de la situación de guerra.
Las pasiones del hombre son contrarias a las leyes morales, para esto, Hobbes
idea lo que viene siendo hoy el Estado, aquel monopolio de la violencia, esa
diferencia de la ausencia de monarquías es sino el poder organizado para poder
administrar los asuntos públicos y se funda a partir de la suma de voluntades
individuales “libres” que deciden actuar para adquirir ventajas en comunidad. Por
lo tanto, Hobbes plantea que hay una dicotomía entre libre albedrío y libertad
individual. Los hombres ceden así su derecho a gobernarse a sí mismos. Así el
Estado es la persona que ha sido instituido para que se use toda fortaleza para
poder garantizar la defensa común y la paz general.
De la religión
No existen signos ni frutos de religión sino en el hombre. Este perpetuo temor que
siempre acompaña a la humanidad en la ignorancia de las causas, como si se
hallara en las tinieblas, necesita tener por objeto alguna cosa. En consecuencia,
cuando nada ve, a nadie se acusa de la buena o de la mala fortuna, sino a algún
poder o agente invisible.
El poder natural
“Los deseos y otras pasiones del hombre no son en sí mismo pecado. No lo son
tampoco las acciones que proceden de esas pasiones, hasta que conocen una ley
que las prohíbe, lo que no pueden saber hasta que haya leyes, ni puede hacerse
ley alguna hasta que hayan acordado la persona que harán”.
Quien sea que represente el pueblo, aunque procure por el interés común, no
obstante, procurara más por el beneficio propio, familiar y de sus allegados. Un
monarca recibe consejo cuando y donde le plazca, pero cuando una asamblea
necesita un consejo, solo son admitidos quienes tienen derechos desde el
principio. La resolución de un monarca está sujeta a su naturaleza humana, en
cambio en las asambleas esta la inconsistencia de la naturaleza humana de todos.
Es así que admite que la riqueza del monarca depende de la riqueza de su pueblo,
de la reputación de sus súbditos. Por ende, él considera que, en la democracia y
la aristocracia, la propiedad pública no da tanta fortuna, y esto trae problemas de
corrupción, problemas de ambición que conllevan a un decaimiento del orden
social.
“El estado tiene que cuidar de sus súbditos, no producir en ellos un terror pánico
que retrotraería las cosas al estado de naturaleza, es decir, al estado previo al
acuerdo y a la guerra de todos contra todos”.
Para evitar esto, se necesita órganos en el gobierno como el senado, que explica
la naturaleza y luego trata de los delitos y las causas para eximir la pena o los
atenuantes. Destaca la importancia de un sistema de penas y recompensas, las
razones para darse un buen gobierno y sus requisitos mínimos para poder
gobernar o dejarse gobernar.
“Las pasiones que inclinan a los hombres haca la paz son el temor a la muerte, el
deseo de aquellas cosas que son necesarias para una vida confortable, y la
esperanza de obtenerlas por su industria, y la razón sugiere de obtenerlas por su
industria y la razón sugiere adecuados artículos de paz sobre las cuales puede
llevarse a los hombres al acuerdo. Estos artículos son aquellos que en otro
sentido son llamados leyes de la naturaleza”.
Para que termine la guerra, nos dice Hobbes que debemos acudir a la razón y las
pasiones, dado que el hombre bajo su instinto de supervivencia y el temor a
perder su vida, lo llevará a querer vivir en paz. Es así que afirma que una persona
que no tiene la capacidad económica para sobresalir ante alguien o al menos
subsistir, que vea que otros tienen algo que el también debería tener y le deberían
compartir, la guerra no sería justa, y el hombre no se sentiría satisfecho por la
porción que le tocó.
“Durante el tiempo en que los hombres viven sin un poder común que los
atemorice a todos, se hallan en la condición o estado que se denomina guerra”.
Los Estados se enferman por conflictos internos igual que los hombres porque son
ellos los que constituyen, ya que fue creado por la razón de los hombres y debe
estar en concordancia con la idea del Estado cristiano, aunque esto no significa
que deba subordinarse a la Iglesia. Una de las enfermedades del Estado y radica
en que el rey con tal de acceder al trono, no le importara tener menos poder sobre
las milicias. Esto hace que no se garantice la defensa, lo que provocaría la
defensa a través de desconfianza y rebelión. Otro conflicto son las ideas rebeldes
que hacen creer a los jueces que ellos son los jueces de sus propias acciones,
cuando en realidad el juez es el Estado y con esos pensamientos se debilita.
CONCLUSIÓN
Para esto se va a necesitar que los hombres conozcan la causa de los sucesos
del mundo.
Todos los humanos son iguales respecto a las capacidades mentales. De esta
igualdad, donde no hay reglas ni leyes entre ninguno de nosotros, surgirá la
guerra, siendo la arbitrariedad quien lo anula todo.
BIBLIOGRAFÍA