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Etiología médico-legal

La necesidad de asignar una responsabilidad a la muerte de los seres humanos es tan


antigua como la historia y ha encontrado expresión en el lenguaje religioso y judicial.
Desde el punto de vista religioso, la muerte puede ser por hechos inevitables (actos de
Dios), o por actos de los seres humanos. En el primer caso, enfermedades y accidentes, y en
el segundo, suicidios y homicidios. Esta clasificación en cuatro tipos de muerte según la
responsabilidad continúa, salvo la referencia a un Ser Supremo, siendo utilizada
actualmente en los registros de las estadísticas vitales16.

La llamada etiología médico-legal ("manner"), es decir, determinar si una muerte fue un


accidente, homicidio o suicidio, es una clasificación cuasi judicial que tiene uno de sus
antecedentes en la Inglaterra normanda del siglo XII. La figura del Coroner era un
representante del Rey en el Condado. Su nombre deriva de la palabra latina "corona" y una
de sus funciones era determinar la "manner" (etiología médico-legal) de la muerte, pues
ciertos tipos de muerte eran una fuente de enriquecimiento para el Rey. Todas las
propiedades de los criminales eran confiscadas por la corona, y el suicidio era un delito de
atentado, por eso la declaración de una muerte suicida significaba que la corona se
apropiaba de los bienes del fallecido y los herederos se quedaban sin nada. Además, los
asesinatos contribuían a aumentar las arcas reales de dos formas, una multa (amercement)
al pueblo donde se había cometido el crimen y una multa adicional al Lord (lex
murdrorum) en el caso de que la víctima fuera un noble normando, una forma de disuadir a
los vasallos sajones de atentar contra los normandos.

Diagnóstico médico legal

El diagnostico de medicina legal constituye una ciencia diagnóstica, ya que los signos y
pruebas que el médico legista recoge del examen externo de una persona, sea por lesiones
sufridas en una agresión o accidente, un delito sexual o en la práctica de un estudio de
necropsia, sirven para formular un diagnóstico basado en la evidencia y comprobación
científica en auxilio de la justicia. Este diagnóstico debe elaborarlo en forma correcta y
científica el médico que lo realiza. Con ese propósito se tendrá una excelente capacitación
técnica e intuición artística.

No es menos importante el hecho de que se contará con la capacidad de realizar el estudio


pensando en que en muchas ocasiones éste será interpretado por personal no médico (por
ejemplo, abogados, litigantes, defensores, agentes del ministerio público, etc.), con ese
propósito “es de vital importancia la debida preparación científica tanto para el médico al
practicar la medicina legal, así como para los ministros de la justicia al interpretar el estudio
médico correctamente”.

Caída y precipitación

¿Qué es una caída? Consecuencia de cualquier acontecimiento que derrumba al paciente al


suelo en contra de su voluntad. Esta precipitación suele ser repentina e involuntaria. Puede
ser referida por el paciente o por un testigo. Se da únicamente en el mismo plano de
sustentación en donde se encuentre la persona afectada, es decir, no existe una altura más
que la del propio afectado. Las personas con mayor incidencia en este acontecimiento, son
aquellos individuos de la tercera edad, ya que empiezan a carecer de fuerza en sus
extremidades pélvicas.

¿Qué es la precipitación? La precipitación, desde el punto de vista médico legal, se produce


como consecuencia de la caída a un plano sensiblemente inferior al de sustentación del
cuerpo. Como mecanismo de lesiones y de muerte tiene gran interés conocer la etiología
médico-legal que puede ser accidental, suicida y homicida. Los hallazgos de autopsia por si
solos no permiten establecer la etiología médico-legal en un caso de precipitación, por lo
que es necesario un estudio médico forense más detallado.

Importancia

La mayoría de las caídas son accidentales, pero, con bastante frecuencia en Medicina
Forense, se plantea la posibilidad de que ocurran en el contexto de una agresión, bien
secundariamente a, o coexistiendo con otros traumatismos (empujones, puñetazos, patadas,
etc.).

Así pues, un problema habitual en Medicina Legal es el diagnóstico diferencial entre caída
accidental o agresión.

El patrón lesional más frecuente en las agresiones incluye contusión facial o fractura de los
huesos de la cara, observándose conmoción cerebral en el 2,6% de los sujetos
(0,17/100.000 habitantes).

Como consecuencia de un hecho violento, se producen, pues, lesiones en la cabeza que, a


su vez, pueden ocasionar una caída. Ésta, a su vez, puede causar más lesiones
craneoencefálicas. Alrededor del 70% de las lesiones craneales sufridas en una agresión, se
producen por puñetazos o patadas, implicando, en el 12,5% de los casos, la intervención de
algún tipo de arma u objeto.

Adicionalmente, el sujeto derribado, puede sufrir más golpes propinados por el agresor (por
ejemplo, patadas), complicando, aún más, el escenario lesionar pues muchos de estos
golpes recaen sobre la cabeza.

Por todo ello, no es raro que el hallazgo de traumatismos en la cabeza en el caso de las
caídas sea más frecuente en las agresiones que en las caídas accidentales, por lo que el
examen del cráneo y encéfalo resulta de gran utilidad a la hora de determinar la etiología y
el modo de acontecer del suceso. Sobre todo, cuando hay dudas: accidente vs. Agresión
principalmente en lo referente a su etiología (accidental o criminal), y valoraremos lo que
puede aportar el estudio de las lesione.
Se trata de un tema muy interesante ya que, a menudo resulta bastante complejo discriminar
entre una caída meramente accidental o producida por causas naturales y aquellas otras en
que concurre la acción de un agresor (puñetazos que derriban al sujeto, empujones con
caída, etc.).

Un análisis superficial o no especializado de estos casos puede hacer que más de un asunto
de etiología criminal pase como un accidente.

En caídas y precipitaciones, tiene importancia también el estado de preparación del sujeto


frente a la caída.

En individuos “preparados”, como muchos accidentes, en particular cuando el sujeto no ha


perdido la conciencia, las lesiones sufridas afectan a muchas partes diferentes del cuerpo,
debido a impactos durante la caída contra elementos estructurales de escaleras u otros
objetos, así como por intentos de “frenar la caída”.

También, en caídas libres desde una altura, cuando las personas se preparan para el impacto
suelen aterrizar de pie, y las lesiones son más numerosas y a menudo se concentran en el
lado dominante

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