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pensando en cómo llamarle a esta exposición de hoy, y pues dijimos que podía llamarse
“reseñas de la reforma”, sabemos que en este movimiento o evento hubieron varios
hombres que formaron parte de eso, y antes de tocar parte de algunas biografías, me
gustaría en esta mañana hacer precisamente una breve reseña histórica de porque se dio
este evento, para poder quizá entender mejor porque estos hombres lucharon y se
esforzaron tanto por recuperar el cristianismo bíblico …cuando hablamos de la reforma,
nos referimos a aquel evento que se dio en el 1517 principalmente con Martin Lutero
(1483-1546) (aunque hubo algunos otros hombres llamados pre-reformadores como
“Pedro Valdo, John Wycliffe, Jan Huss y Girolamo Savonarola, entre otros”,
los cuales antes de Lutero levantaron sus voces, y que de alguna u otra manera
inspiraron e impulsaron a Lutero para continuar o más bien levantar él su propia
voz con más fuerza, por ejemplo contra la venta de indulgencias como paga por
los pecados, y contra la supuesta autoridad e intermediación ante Dios que tenía
el clero o los altos mandos de la iglesia Católica (sacerdotes, obispos y el papa)
Ahora que nombro las Indulgencias del tiempo de Lutero, muchas veces
escuchamos esto y pasamos por alto lo que eran: La indulgencia como tal, era una
especie de certificado autorizado por el papa, que eximía de culpa de pecado
temporal o eternamente a las personas, ya fueran vivas o muertas.
Habían 2 tipos de estos certificados: a posteriori, que liberaban el alma de algún ser
querido del purgatorio, y a priori, para futuros pecados que pudieses
cometer….según la historia, casi como un vendedor ambulante, El fraile dominico
Johann Tetze las vendía por las calles , para recoger dinero y financiar caprichos de
clero…usaba la frase “«Cuando el oro suena en el cofre, el alma rescatada
salta hacia el cielo»
Cito parte de un artículo que leí de Andrea Vanina Neyra (Doctora en historia,
con especialidad en historia de la cristianización, la superstición y el
paganismo) hablando de algo que se llama “los libros penitenciales”
“En líneas generales, se puede afirmar que el arrepentimiento por los pecados
cometidos y la penitencia para purgarlos era única, irrepetible y pública.
Generalmente, esta instancia era postergada hasta el lecho de muerte. Heinrich
Karpp comenta sobre el desarrollo de la penitencia a partir del siglo III d. C.: en las
primeras comunidades cristianas el bautismo constituía el único acto de perdón de
los pecados, ya que a la vez implicaba la conversión; pero hacia el siglo III d. C, la
administración de la penitencia y la absolución de los pecados quedaban en manos
de los obispos o de presbíteros señalados por ellos. Este poder les era propio por
ser los representantes de Cristo en la tierra y herederos de los apóstoles.
“Los libros penitenciales establecían cuáles eran las conductas pecaminosas y los
procedimientos para conseguir el perdón, todo según una jerarquía no muy clara,
en la que no se encuentra todavía la división entre pecado capital y pecado venial.
Tanto libros penitenciales como colecciones canónicas, establecían una pena
tasada proporcional a la gravedad del pecado: la penitencia se cuantifica. A la vez,
se debe mencionar que las penas eclesiásticas que se imponían a cada pecado en
particular, no implican castigo físico, ni privación de la libertad, sino prohibiciones
alimentarias... y el establecimiento de una dieta...”
Todas las fases del proceso por el cual el fiel obtenía la absolución por sus
pecados eran en privado y secreto: quedaba entre él y su confesor, que podía ser
un sacerdote y no como anteriormente, necesariamente el obispo. La confesión
debía ser espontánea y se la podía efectuar cada vez que fuera necesario, Existía la
posibilidad de que el confesor hiciera un cuestionario al pecador como guía de la
confesión, Y una vez culminada la misma, el pecador recibía una penitencia tarifada
que debía cumplir para recibir la absolución.
Vemos entonces que para el siglo 3 ya había muestras de una desviación fuerte
con respecto a las doctrinas bíblicas de la salvación solo por la Fe en Cristo y no
por ninguna otra obra humana, y el perdón o expiación de pecados solamente por
medio de la sangre de Cristo….resulta que aparecían penitencias impuestas por
hombres, libros que servían de manual para calcular la magnitud del pecado y por
tanto, cual penitencia se ponía para ser liberados, y también intermediarios entre
Dios y el hombre que decidían el momento en que los hombres eran libres del
pecado….precisamente eso creció por los siguientes siglos junto a otras prácticas
que le restaban importancia a la escritura, quitaban la obra de Cristo de en medio,
y cercenaban la libertad del hombre para presentarse directamente ante Dios para
clamar por su perdón….siglos más tarde, se empezó con las indulgencias, ventas
de reliquias falsas, abusos del clero y el secuestro que había hecho la iglesia
católica con la palabra de Dios al tenerla solo en el idioma Latín, e intentar cegar
al hombre ante la verdad del evangelio…estas cosas produjeron repulsión en
Lutero….un Lutero que había sido también inspirado por la valentía de sus
antecesores que de alguna u otra manera había colaborado a la reforma mediante
sus protestas….y se dio el movimiento de la reforma principalmente cuando Lutero
clava las 95 tesis en las puerta de la iglesia de Withenberg y queda en la historia
de la iglesia este gran evento….y quiero decir algo acá, y es que al yo creer que
nuestro Dios es Soberano, todo, absolutamente todo de lo que pasa, es porque
Dios lo decreta o lo permite, por los propósitos que Él así ha dispuesto, y estoy
totalmente convencido que la reforma no surge del capricho o rebeldía de
hombres por levantarse contra las autoridades eclesiásticas del momento, sino,
porque Dios en su Soberanía tomó sus corazones, los inquietó, los movió a Él, los
trajo a la luz, y los usó para mostrar su Gloria (la de Dios) y seguir mostrando a
Cristo a los hombres…con el fin de que entendamos que es solo Cristo, solo
escritura, solo por fe, solo por gracia y solo la gloria a Dios….
Este gran avivamiento de la fe afectó positivamente a Europa, empezando por
Alemania y extendiéndose a otros otros países, incluso a Francia, de donde era
Jehan Cauvin (Juan Calvino) (1509-1564),y quien tuvo una influencia directa de
Lutero.
Juan Calvino es sin ninguna duda uno de los personajes más importantes de la
historia de la iglesia…..nació en Francia, su padre al parecer era un abogado y
administrador, y estaba al servicio del obispo católico,…debido a su trabajo
cercano a la iglesia católica, el padre de Juan Calvino pensó que lo mejor para su
hijo era que él forjara una carrera en el área eclesiástica, y según narra la historia,
Juan Calvino a muy corta edad, quizá menos de 20 años ya era prácticamente un
erudito, estudió y hablaba el Latín y estaba totalmente preparado para el estudio
intensivo de la Teología, sin embargo, su padre cambió de opinión y entre sus
nuevos planes estaba que Juan Calvino estudiara leyes y fue enviado a una de las
más prestigiosas universidades de Francia “Universidad de Orleans”, y aunque al
parecer no era algo que le gustaba mucho, con la inteligencia que Dios había
otorgado a Juan Calvino, logró distinciones en dicha universidad, luego su padre
fallece y él decide retomar sus estudios en la literatura, pero también finaliza sus
estudios en leyes y recibió un doctorado…la inclinación por la literatura lo llevó a
estudiar varios filósofos, y por providencia de Dios, en el estudio de esta literatura
aprendió también el idioma griego.
Es muy probable que fue mientras Calvino estudiaba leyes, que tuvo contacto e
información del movimiento de la reforma, y las enseñanzas doctrinales de Lutero
llegaron hasta él, ocurriendo que pasara de ser un gran conocedor de la teología
católica, a empezar a obtener por providencia de Dios la luz del evangelio de la
gracia en Cristo y la soberanía de Dios, y pasar de ser un católico romano, a un
protestante y por ende, uno de los grandes reformadores y teólogos en la historia
de la iglesia.
En medio de un ambiente hostil, donde los simpatizantes de la reforma eran vistos
como herejes y muchos de ellos eran enviados a la hoguera, Juan Calvino se vio
obligado huir de Paris, y después de ser encarcelado por un tiempo, se refugió en
la propiedad de un hombre rico que era simpatizante de la reforma y que tenía una
extensa biblioteca teológica (la provisión y el plan de Dios), donde durante 5
meses pudo leer escritos de los padres de la iglesia, principalmente los de
Agustín, y por supuesto la Biblia, luego, después de tener un panorama aún más
claro de las doctrinas bíblicas e históricas, se fue a Suiza donde escribió una de
sus más grandes obras teológicas “Institución de la religión cristiana”
Es algo satisfactorio saber que ni aún en la mente de Calvino estaba pensado que
sus escritos fueran de tan grande aporte a la iglesia cristiana por muchos siglos y
hasta la actualidad.
John Knox visitó Ginebra en 1554, y escribió "es la escuela de Cristo más perfecta
que haya existido en la tierra desde los días de los apóstoles".
Calvino predicaba dos veces todos los domingos y todos los días de semanas
alternas. Cuando no estaba predicando, daba conferencias como profesor tres
veces a la semana, además de ocupar un cargo en el consistorio y en distintos
comités.