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Martín Lutero fue un teólogo alemán cuya ruptura con la Iglesia católica puso en marcha la
Reforma protestante (Eisleben, Turingia, 1483-1546). Contrariando la voluntad de sus
padres, Martín Lutero se hizo monje agustino en 1505 y comenzó a estudiar Teología en la
Universidad de Wittenberg, en donde se doctoró en 1512.
Lutero dedicó gran parte de su vida a analizar la fe cristiana y las escrituras, y es en este
camino en donde construye una fuerte visión de los hechos cristianos que le toca
enfrentarse, verdaderas injusticias, crueldades, incongruencias e inconsecuencias, que él
no pudo permitirse pasar por alto, ya que aquellas aberraciones provenían de las
mismísimas autoridades eclesiásticas, de las que efectivamente se sentía muy
decepcionado. Es por ello que con sus reformas buscó dar respuesta a una necesidad
imperante para la sociedad alemana de la época, como lo era suplir la falta de vivencia
cristiana. ‘’La miseria y el gravamen que pesan sobre todos los estados, máxime sobre los
países alemanes, me han movido no sólo a mí, sino a cualquiera para gritar con frecuencia y
pedir auxilio. ‘’1 La corriente nacionalista se adhirió perfectamente a sus ideas, debido a
que está en contra de que el emperador alemán se preocupe de cuestiones continentales y
no netamente nacionales, que para él tenían mayor urgencia; además esa figura imperial
estaba ligada con Roma, y Lutero no estaba interesado en ser súbdito de una iglesia
interesada más en enriquecerse que en velar por el bienestar de sus feligreses.
Para Lutero la Iglesia Romana estaba totalmente alejada del legado que había dejado
Cristo y sus Apóstoles. Él es un hombre austero, cree que dios está observando sus
pecados, rechaza la escolástica y asevera que Dios es sólo voluntad y que sus actos no se
pueden racionalizar. Agrega también, que el hombre está corrompido por naturaleza y
siempre pecará; en cambio para el catolicismo romano, el hombre tiene la tendencia a
pecar, pero puede elegir no hacerlo.
En primer lugar señala que el Estado Eclesiástico separado del Estado secular, es una
mentira propuesta por los líderes religiosos para su exclusivo privilegio e imposición de su
facultad única para interpretar la palabra de Dios. ´´Que nadie se asuste y esto por la
consiguiente causa: todos los cristianos son en verdad de estado eclesiástico y entre ellos no
hay distingo, sino sólo a causa del ministerio, como Pablo dice que todos somos un cuerpo,
pero que cada miembro tiene su función propia con la cual sirve a los restantes. Esto resulta
del hecho de que tenemos un solo bautismo, un Evangelio, una fe y somos cristianos iguales,
puesto que el bautismo, el Evangelio y la fe de por sí solas hacen eclesiástico y pueblo
cristiano. ’’2
En segundo lugar, propone que es abusivo e inservible que sólo la máxima autoridad, el
Papa, pueda interpretar las Sagradas Escrituras, y que se les impusiera un tipo de doctrina
que era conocida sólo para ellos, ya que la Biblia estaba en latín. El monopolio de la iglesia
romana era efectivo, sobretodo porque esa facultad le daba a la iglesia un poder
excepcional, liderar el pensamiento, el quehacer y la vida de las personas, porque si algo es
cierto, es que todo giraba en torno a la moral cristiana. ‘’Como creen que el Espíritu Santo
no los abandona por indoctos y malos que fueren, se atreven a añadir lo que quieren. Si así
fuese, ¿para qué serían necesarias y útiles las Sagradas Escrituras? Quemémoslas y
conformémonos con los indoctos señores de Roma, a los cuales domina el Espíritu Santo, que
1
Martín Lutero. ‘’A LA NOBLEZA CRISTIANA DE LA NACIÓN ALEMANA ACERCA DEL
MEJORAMIENTO DEL ESTADO CRISTIANO’’ 1520
2 Martín Lutero. ‘’A LA NOBLEZA CRISTIANA DE LA NACIÓN ALEMANA ACERCA DEL
En tercer lugar, arguye conforme a la palabra de Dios, que los concilios convocados o
aprobados por el Papa, deben ser refutados si estos no fueren acorde a los mandamientos
estipulados en las Sagradas Escrituras por los Apóstoles. ‘’Es charlatanería que ellos se
vanaglorien de su autoridad a la cual uno no debe oponerse. Nadie en la cristiandad tiene
autoridad para hacer daño o para prohibir que se impida el perjuicio. No hay poder en la
iglesia, sino para el mejoramiento. Por tanto, cuando el Papa usara de la potestad para
oponerse a la organización de un concilio libre con el fin de impedir el mejoramiento de la
iglesia, no debemos respetarlo a él ni a su poder. ‘’4