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Idea de Negocio:

A raíz de esta noticia, me llamó la atención como en los últimos años la vida acelerada viene amoldando
nuestras preferencias. A falta de tiempo asignamos momentos específicos en días específicos para realizar
ejercicios. El inconveniente esta en que la mayoría creemos conocer o simplemente no conocemos la
forma correcta de hacer ejercicios y debido a nuestra falta de tiempo o presupuesto, no podemos ingresar
a un gimnasio en donde encontramos asistencia especializada. También tenemos la opción de
entrenadores personales o entrenadores al aire libre, en estas dos últimas opciones suelen ser costosas y
existen temores respecto de la confiabilidad, y seguridad del profesionalismo de estos, y a veces cierta
dificultad para encontrar uno que nos resulte adecuado. Por esta razón, mi idea de negocio es la creación
de un aplicativo que en términos generales y a manera de analogía, sea como un uber para entrenamiento
asistido. Es decir, que esta aplicación sea una plataforma en la que los entrenadores calificados puedan
ofrecer sus servicios de manera segura y confiable para los usuarios, quienes tendrían a mano una agenda
24/7 de entrenadores de ambos sexos en distintos lugares de Lima, pudiendo inclusive optar por horarios
y clases personalizadas. Todo esto, mejoraría las condiciones del servicio para los entrenadores y daría
mayor confianza a los usuarios. Además, en esta app también encontraríamos artículos especializados
referentes a deportes, alimentación y el cuidado de la salud.

ESTUDIO
El ejercicio físico tiene sus horarios en el día, según la ciencia; ¿cuando es mejor realizarlo?

Varios estudios indican que la hora de entrenamiento sí influye en los resultados que se obtienen.
EL MERCURIO | GDA
Martes, 11 Junio 2019 13:10

Foto: Darwin Borrelli

¿Cuándo es mejor hacer ejercicio? ¿En la mañana o en la noche? De acuerdo con los especialistas, esta
es una pregunta para la cual no existe una respuesta única. Todo depende de los objetivos que se persigan.
Y, lo más importante, aseguran, es que cada persona es diferente, y ese es el primer factor por considerar
antes de adoptar un plan de entrenamiento.
“Independientemente de lo que diga la evidencia científica, lo más relevante es cuándo yo me siento
mejor para hacer ejercicio. Eso es lo primordial. Porque el factor psicológico es clave a la hora de
ejercitarnos”, indica Cristián Cofré, director de la Escuela de Ciencias de la Actividad Física, el
Deporte y la Salud de la Universidad de Santiago de Chile (Usach).
Teniendo muy claro lo anterior, ya se puede decir que varios estudios indican que la hora de
entrenamiento sí influye en los resultados.

La mañana, para bajar

Foto: Shutterstock

Desde el punto de vista fisiológico, está muy aceptado que ejercitarse a primera hora de la mañana es
útil para bajar de peso. Sin embargo, hay una discusión que vale la pena mirar con cuidado. 

Un comentado estudio de la Universidad de Bath (Inglaterra) mostró que hacer ejercicio


aeróbico moderado en ayunas puede aumentar la utilización de grasa como energía y, por lo tanto,
facilita su pérdida. Pero ese mismo estudio destacó también que entre quienes desayunaron antes de hacer
ejercicio se observó no solo una mayor quema de calorías, sino una mayor y mejor generación de
proteínas que ayudan a la regulación de la glucosa en sangre y los niveles de insulina, lo que se asocia con
una mejor salud metabólica, y a largo plazo eso es sin duda más efectivo.

Adicionalmente, los investigadores de Bath constataron que desayunar antes de ejercitarse prepara al
cuerpo para quemar más carbohidratos mientras hacemos ejercicio y digerir más rápido los alimentos
después de entrenar, con lo cual el ejercicio es una ‘inversión’ que sirve para todo el día, en términos
metabólicos, y por eso es bueno hacerlo en la mañana.
La recomendación estándar es no ejercitarse sin darle antes al organismo algo de energía para que pueda
asumir la tarea. Lo ideal es desayunar dos horas antes de la rutina, pero como eso nos obligaría a
madrugar más y puede alterar otro favor clave, el buen sueño, lo que más se aconseja es ingerir un
pequeño desayuno 40 minutos antes de la actividad física con alimentos que no sean difíciles de digerir y
nos proporcionen energía sana: un poco de avena, con fruta y leche de almendras, por ejemplo. Y luego
del entrenamiento, tomar un desayuno más completo, con proteína, que nos ayude a la recuperación
muscular.
Para la mente.

Foto: Shutterstock

En el terreno cognitivo, la actividad física matutina también parece ganar la batalla. Un estudio


realizado en Australia, y que examinó a 65 hombres y mujeres de entre 55 y 80 años, concluyó que una
serie de ejercicios de intensidad moderada por la mañana mejora la toma de decisiones el resto del día.
Esto, en comparación con una jornada sin ejercitarse y otra con sesiones durante la tarde. Los resultados
de este trabajo se publicaron hace poco en la revista ‘British Journal of Sports Medicine’.

Conclusiones similares son las que establece un estudio chileno realizado por la Usach en una comuna de
Santiago. “Se vio –dice el doctor Cofré– que la actividad física a primera hora de la mañana en escolares
aumentó su capacidad de concentración en las horas posteriores, y además disminuyó de los episodios de
‘bullying’ ”.

Flexibilidad.

Foto: Pixabay

A medida que avanza el día, el cuerpo está más preparado para ejercicios de flexibilidad. “Cuando
dormimos se produce un aumento del tono de la musculatura y eso hace difícil que nos estiremos en la
mañana, pero a medida que el cuerpo va tomando una mayor temperatura esto se facilita”, dice Cofré.

También se ha observado que el mejor momento para hacer ejercicio anaeróbico –de alta intensidad,
como las carreras cortas– es durante la tarde. “Hay estudios que describen que, por ejemplo, para correr
100 metros, habría un ‘peak’ de rendimiento en las tardes”, explica el doctor Matías Morán, especialista
en medicina deportiva de la Clínica Meds (Chile).
Según el médico, esto estaría asociado a un mejor ambiente hormonal.

Al final del día.

Foto: Shutterstock

Para el entrenamiento de fuerza intensiva, el principio de la noche es el momento ideal, dice el doctor
César Kalazich, miembro de la Sociedad Chilena de Medicina del Deporte. “La mayoría de las
investigaciones indican esto. Y aunque hay estudios con biopsias musculares para examinar la fuerza, aún
no están tan claras las razones”, dice el especialista. 

Un estudio de la Universidad de Chicago concluyó que al principio de la noche la temperatura corporal


y los niveles de hormonas alcanzan un nivel máximo, por lo que se le puede exigir más al cuerpo y lograr
mejores resultados. 

Eso sí, es importante evitar este tipo de ejercicios cerca de la hora de dormir. “Hacer ‘crossfit’, por
ejemplo, podría generar una activación hormonal que nos complique para conciliar el sueño”, advierte
Cofré. Con esto concuerda Alexis Espinoza, experto en fisiología clínica del ejercicio de la Universidad
Santo Tomás. “El metabolismo queda activo debido a la alta intensidad y cuesta conciliar el sueño”,
precisa el especialista.

Ahora, es mejor hacer ejercicio a cualquier hora que no hacer. 


“Entendiendo que la sociedad actual vive con altos índices de obesidad, sedentarismo y estrés, hay que
elegir el momento que le parezca mejor a cada cual, pero hay que moverse”, dice Espinoza.

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