Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia

Carrera:

Medicina Veterinaria

Materia:

Fisiología animal

Unidad # 2:

Función bioquímica del Intestino delgado y grueso

Grupo #4:

Ochoa Tamayo Leslie Abigail

Medina Campoverde Jessica Domenica

Moreira Zambrano Andrea Nicol

Soriano Muñoz María Cristina

Orrala Sánchez Cinthya Pamela

Docente:

MVZ. Katherine Chávez, M.Sc.

Fecha de entrega previa:

1 de junio del 2023

Índice
Revisión de literatura
Función bioquímica del Intestino delgado 3
Secreción de enzimas 3
Digestión en el Intestino delgado 4
Producción y secreción de hormonas 5
Digestión Mucosa 6
Activación de proenzimas 7
Regulación del pH 8
Función bioquímica del Intestino grueso 9
Absorción de agua y electrolitos en el Intestino grueso 9
Fermentación bacteriana 10
Producción de vitaminas. 10
Proceso de absorción de nutrientes 10
Recuperación de electrolitos 12
Bibliografía 13
Anexos 14

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 Función bioquímica del Intestino delgado

Secreción de enzimas

El intestino delgado de los animales produce varias enzimas digestivas que

ayudan a descomponer los nutrientes en formas más simples para que puedan ser
absorbidos por el cuerpo. A continuación, se describen brevemente algunas de las
enzimas intestinales más importantes y sus funciones:

1. Maltasa: La maltasa ayuda a descomponer la maltosa en glucosa, que es un

azúcar simple que el cuerpo puede utilizar para obtener energía.

2. Sacarasa: La sacarasa ayuda a descomponer la sacarosa en glucosa y

fructosa, que son azúcares simples que el cuerpo puede utilizar para obtener energía.

3. Lactasa: La lactasa ayuda a descomponer la lactosa en glucosa y galactosa,

que son azúcares simples que el cuerpo puede utilizar para obtener energía. La
deficiencia de lactasa puede causar intolerancia a la lactosa en algunos animales.

4. Peptidasas: Las peptidasas ayudan a descomponer las proteínas en

aminoácidos más simples que el cuerpo puede utilizar para construir y reparar tejidos.

5. Lipasas: Las lipasas ayudan a descomponer las grasas en ácidos grasos y

glicerol, que son formas más simples que el cuerpo puede utilizar para obtener energía.

Además de estas enzimas, el intestino delgado también produce otras enzimas

digestivas, como la nucleasa y la fosfatasa alcalina, que ayudan a descomponer los
ácidos nucleicos y los fosfatos en formas más simples que el cuerpo puede utilizar.

Es importante destacar que la secreción de enzimas intestinales está regulada por

diferentes mecanismos, incluyendo la presencia de nutrientes específicos en el intestino
delgado y la liberación de hormonas digestivas como la secretina y la colecistoquinina.
La deficiencia en la producción de enzimas intestinales puede llevar a problemas de
digestión y malabsorción de nutrientes en los animales. ( Rafecas, M. 2020)

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Digestión en el Intestino Delgado

Está dividido en dos fases:

Digestión Luminal o fase pancreática: se produce en la luz del intestino.

Esta se lleva a cabo por enzimas provenientes del páncreas y el hígado. A este
nivel no habrá absorción debido a que los principios nutritivos, son desdoblados,
pero no hasta su unidad más simple.

Digestión Mucosa: los principios nutritivos se ponen en contacto con la

mucosa, específicamente con las microvellosidades por la actividad motriz del
intestino. Estas microvellosidades están constituidas por células de distinto tipo,
entre ellas encontramos a las secretoras llamadas enterocromafines o
enteroendócrinas. Estas células producen enzimas que desdoblarán hasta las
porciones más simples a los principios nutritivos, de esta manera podrán ser
absorbidos por la mucosa intestinal.

Las microvellosidades también poseen otras células:

● Células de absorción: su función será absorber, llevar los nutrientes

a la linfa con mayor proporción.

● Células caliciformes: producen o elaboran moco, el cual tendrá la

función de proteger a la mucosa intestinal de la acción de los jugos gástricos ácido
del quimo.

● Células enteroendócrinas: producen enzimas que sintetizan

proteínas y producen hormonas enteroquinasa. El intestino posee un pH alcalino

● Células de Paneth: son muy importantes en los rumiantes. Estas

células producen una enzima, lisozima, la cual interviene en el desdoblamiento de
las paredes microbianas.

● Células indiferenciadas: son formadoras de otros tipos de células.

Son aquellas que a partir de la cual se forman las otras células que reemplazan a
las células que ya han terminado sus funciones, estas se encuentran en la base

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 de la cripta de las vellosidades. (Chávez García Debbie , Villacrés Matías Julio,
Ramírez Flores Lenni, 2019)

Producción y secreción de hormonas

El intestino delgado en los animales produce y secreta varias hormonas

que desempeñan un papel importante en la regulación de diversas funciones
corporales. Aquí hay algunas hormonas producidas y secretadas en el intestino
delgado, junto con sus fuentes y funciones principales:

● Ghrelina: La ghrelina es una hormona peptídica que desempeña un papel

importante en la regulación del apetito y el metabolismo energético. Es conocida
comúnmente como la "hormona del hambre" debido a su capacidad para estimular
el apetito y promover la ingesta de alimentos. La ghrelina se produce
principalmente en el estómago, aunque también se encuentra en otros tejidos y
órganos, como el intestino delgado y el cerebro.

La ghrelina se secreta en respuesta al estado de ayuno o a la disminución

de la ingesta de alimentos. Su liberación es estimulada por la distensión del
estómago y la ausencia de nutrientes en el torrente sanguíneo. Una vez liberada,
la ghrelina actúa sobre receptores específicos, como el receptor de la hormona
del crecimiento secretagogo tipo 1A (GHSR1A), principalmente en el hipotálamo
y otras regiones del cerebro, para regular el apetito y el equilibrio energético.

● Secretina: La secretina es producida por las células S de la mucosa duodenal.

Estimula la secreción de bicarbonato por parte del páncreas, lo que ayuda a
neutralizar la acidez del quimo proveniente del estómago que ingresa al intestino
delgado.
● Colecistoquinina (CCK): La CCK es producida por las células I del intestino
delgado. Estimula la contracción de la vesícula biliar y la liberación de bilis al
intestino delgado, lo que ayuda en la digestión y absorción de grasas. También
reduce el vaciado gástrico y suprime el apetito.

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● Motilina: La motilina se produce en las células M del duodeno y el yeyuno.
Estimula las contracciones rítmicas del músculo liso del intestino delgado,
conocidas como movimientos migratorios de la motilidad. Estos movimientos
ayudan a impulsar el quimo hacia el colon.
● Péptido inhibidor gástrico (GIP): El GIP es secretado por las células K del duodeno
y el yeyuno. Regula la liberación de insulina en el páncreas en respuesta a la
presencia de nutrientes, especialmente los carbohidratos y las grasas.
● Péptido similar al glucagón 1 (GLP-1): El GLP-1 se produce en las células L del
intestino delgado. Regula los niveles de glucosa en sangre al aumentar la
liberación de insulina y disminuir la liberación de glucagón por parte del páncreas.
También juega un papel en la regulación del apetito y la saciedad. (Relling, A. et
al, 2010)

Activación de proenzimas

En el intestino delgado, la activación de proenzimas es un proceso esencial

para la digestión de los alimentos. Las proenzimas, también conocidas como
zimógenos, son formas inactivas de enzimas digestivas que se sintetizan y
almacenan en células especializadas.

La activación de las proenzimas ocurre principalmente en el duodeno, la

primera porción del intestino delgado, y está mediada por enzimas específicas.
Algunos ejemplos comunes de proenzimas que se activan en el intestino delgado
incluyen:

● Tripsinógeno: El tripsinógeno es la forma inactiva de la enzima tripsina. En el

duodeno, la enzima enteroquinasa, también conocida como enteropeptidasa,
convierte el tripsinógeno en tripsina activa. Una vez activada, la tripsina puede
entonces activar otras proenzimas pancreáticas, como la quimotripsinaógeno y la
procarboxipeptidasa, en sus formas activas correspondientes.

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● Proelastasa: La proelastasa es la forma inactiva de la elastasa. La tripsina
activada también puede convertir la proelastasa en elastasa activa, que es una
enzima clave en la degradación de las proteínas elásticas del tejido conectivo.
● Procolipasa: La procolipasa es la forma inactiva de la colipasa. La tripsina activa
puede clivar la procolipasa para generar colipasa activa. La colipasa es esencial
para la actividad de la lipasa pancreática, ya que ayuda a su unión y digestión de
los lípidos en el intestino delgado.
● Quimotripsinógeno: Es la forma inactiva de la enzima quimotripsina. La
quimotripsinógeno se encuentra en el páncreas y se activa por la acción de la
tripsina. Una vez activada, la quimotripsina contribuye a la degradación de
proteínas al clivar enlaces peptídicos específicos.
● Procarboxipeptidasa: Es la forma inactiva de la enzima carboxipeptidasa. La
procarboxipeptidasa se encuentra en el páncreas y se activa por la acción de la
tripsina. La carboxipeptidasa activa participa en la degradación de péptidos,
especialmente aquellos que contienen residuos de aminoácidos con grupos
carboxilo libres.(Relling, A. et al, 2010)

Regulación del pH

El pH del intestino delgado es de 5.0 a 7.0 y en el intestino grueso es

alrededor de 8.0. Los mantenimientos de estos valores influyen positivamente en
la homeostasis celular, así como en la absorción de nutrientes y fármacos.

El pH de la mucosa gastrointestinal se debe a la presencia de sustancias

secretadas por los enterocitos y agentes microbianos residentes en el intestino,
así como a la secreción de otros grupos celulares como las células caliciformes y
las células de Paneth. Cambios en el pH extracelular cambian el pH intracelular
de los enterocitos, que su vez modifican su función secretora y absortiva utilizando
diversos mecanismos para mantener su equilibrio intracelular; principalmente, con
la secreción de fluidos ricos en H+ y HCO3 -, regulando de esta manera el pH
intracelular (Shimada y Hoshi, 1987; Hoinard y Gore, 1988; Wenzl et al., 1989).

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 En el caso del yeyuno, su acidificación inhibe la secreción ácida del
estómago por un mecanismo neurohormonal mediado por somatostatina y
colecistocinina (CCK); modificando, además, la secreción de glándulas anexas y
la contractibilidad del tracto gastrointestinal. El complejo mioeléctrico migratorio
es gobernado por el pH duodenal (Woodtli y Owyang, 1995).

A nivel de colon, la alcalinización del pH favorece una eficiente absorción

de electrolitos débiles como amoniaco y ácidos grasos de cadena corta (AGCC).
El descenso del pH en el colon humano, en el ciego de la rata y en el colon del
cuy afecta los índices de absorción de AGCC, dado que la superficie luminal del
intestino grueso requiere un microclima con pH constante. El transporte de di y
tripéptidos a través del PEPT1 (transportador de péptidos) en el intestino delgado
está influenciado por el gradiente de protones y la acidificación del pH en el
yeyuno, lo cual contribuye al transporte de nutrientes en el organismo. También
se sabe que el aumento en el pH intestinal por encima de 7.0 cambia la afinidad
de los transportadores de sodio y fosfato, disminuyendo su absorción a nivel
intestinal cuando llega a 7.6 (Danisi et al., 1984).

Función bioquímica del Intestino grueso

Absorción de agua y electrolitos en el Intestino grueso

Los ácidos grasos que pasan a la pared intestinal son transformados

inmediatamente en triglicéridos que serán transportados hasta la sangre por la
linfa. La grasa puede ser transformada posteriormente en el hígado y finalmente
se deposita en el tejido adiposo, una importante reserva de grasa y de energía

Los hidratos de carbono en forma de monosacáridos pasan a la sangre y

posteriormente al hígado desde donde pueden ser transportados como glucosa a
todas las células del organismo para ser metabolizada y producir energía.

La insulina es necesaria para la incorporación de la glucosa a las células.

Los monosacáridos también pueden ser transformados en glucógeno, una fuente

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de energía fácilmente utilizable que se almacena en el hígado y en los músculos
esqueléticos.

Los aminoácidos de las proteínas pasan igualmente a la sangre y de ésta

al hígado. Posteriormente pueden pasar a la circulación general para formar parte
del pool de aminoácidos, un importante reservorio que será utilizado para la
síntesis de proteínas estructurales y enzimas. Los aminoácidos en exceso
también pueden ser oxidados para producir energía. (Azcona, 2010)

Fermentación bacteriana

La formulación de raciones prácticas y económicas contienen

carbohidratos complejos que, en menor o mayor medida, influyen sobre las
características de la microflora digestiva. En los lechones en transición, la
presencia de PNA solubles-viscosos y almidón resistente puede incrementar la
incidencia de diarreas. La selección de ingredientes y procesados como el cocido
o extrusionado pueden reducir estos efectos. Por el contrario, en los animales
adultos parece conveniente reducir la proteolisis en intestino grueso, por la llegada
de proteína dietética o por la propia autolisis microbiana. (Morales, 2002)

Producción de vitaminas.

En el intestino grueso, las sustancias que no han sido digeridas pueden ser
fermentadas por las bacterias presentes en él, dando lugar a la producción de
gases. Igualmente pueden sintetizar vitaminas del grupo B y vitamina K, aportando
cantidades adicionales de estas vitaminas que serán absorbidas. (Sacristán,
2018)

Proceso de absorción de nutrientes

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 En el intestino grueso, donde se reabsorbe una importante cantidad de
agua del residuo que llega del intestino delgado, se almacenan las heces hasta
ser excretadas por el ano. Las heces, además de los componentes no digeridos
de los alimentos, contienen gran cantidad de restos celulares, consecuencia de la
continua regeneración de la pared celular. Una vez absorbidos los nutrientes son
transportados por la sangre hasta las células en las que van a ser utilizados. Los
ácidos grasos que pasan a la pared intestinal son transformados inmediatamente
en triglicéridos que serán transportados hasta la sangre por la linfa. La grasa
puede ser transformada posteriormente en el hígado y finalmente se deposita en
el tejido adiposo, una importante reserva de grasa y de energía. Los hidratos de
carbono en forma de monosacáridos pasan a la sangre y posteriormente al hígado
desde donde pueden ser transportados como glucosa a todas las células del
organismo para ser metabolizada y producir energía. La insulina es necesaria para
la incorporación de la glucosa a las células. Los monosacáridos también pueden
ser transformados en glucógeno, una fuente de energía fácilmente utilizable que
se almacena en el hígado y en los músculos esqueléticos. Los aminoácidos de las
proteínas pasan igualmente a la sangre y de ésta al hígado. Posteriormente
pueden pasar a la circulación general para formar parte del pool de aminoácidos,
un importante reservorio que será utilizado para la síntesis de proteínas
estructurales y enzimas. Los aminoácidos en exceso también pueden ser
oxidados para producir energía. (Sacristán, 2018)

Recuperación de electrolitos

En el intestino grueso se absorben aminoácidos, carbohidratos, ácidos

grasos, vitaminas y minerales por mecanismos similares a los utilizados en el
intestino delgado. El Na + penetra a la célula por difusión y es expulsado al líquido
intersticial por transporte activo (ATPasa/ Na + /K+ ) mientras que el K + se secreta
por las tight junctions hacia el lumen intestinal debido al gradiente eléctrico. La
absorción de Na + y secreción de K+ aumenta por el efecto de los
mineralocorticoides. El Cl- y el HCO3 - son también absorbidos eficientemente en

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el colon planteándose un transporte activo de Cl- acoplado a la secreción de
HCO3 -. La concentración de HCO3 - en el lumen determina que las heces fecales,
en prácticamente todas las especies animales, sean ligeramente alcalinas.
(Alvarez, 1994)

Bibliografía

11
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Anexos

Jessica Medina

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