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Interpretación

La interpretación de esta prueba es relativamente sencilla. La puntuación


total oscila entre los 0 y los 52 puntos (siendo ésta la puntuación máxima),
teniendo la mayoría de los ítems cinco posibles respuestas (del 0 al 4) con la
excepción de algunos elementos con menor ponderación (los cuales van del 0
al 2).

Dicha puntuación total tiene diferentes puntos de corte, considerándose de

0-7 que el sujeto no presenta depresión, que una puntuación de

8-13 supone la existencia de una depresión ligera,

de 14-18 una depresión moderada, de

91 a 22 una severa

y de más de 23 muy severa y con riesgo de suicidio.

A la hora de valorar no la gravedad de la depresión sino la existencia de


cambios debidos a diferentes aspectos, entre ellos un posible
tratamiento, se ha de tener en cuenta que se considera que ha habido una
respuesta a éste si se da una disminución de al menos el 50% de la puntuación
inicial, y una remisión con puntuaciones menores a 7.
MODOS DE VIDA PARA EVITAR

LA DEPRESIÓN

■ Contar con personas en las que confiar y cuidar esas relaciones.

■ Tomar las responsabilidades personales en su justa medida, sin extremismos ni responsabilizar a


los demás de lo que nos ocurre ni culpabilizarles por cometer errores.

■ Ser capaz de ver los aspectos positivos de uno mismo, de reconocer las propias capacidades y de
alabarse por ello. Darse oportunidades de disfrutar y de desarrollar aficiones. Valorarse a uno
mismo como persona, independientemente de cuestiones externas, creer en la importancia de lo
que uno mismo es.
■ Ser capaz de realizar una autocrítica constructiva de los aspectos negativos y errores que uno
comete. Aceptar los propios límites. Ponerse metas apropiadas y realistas, sostener valores
flexibles, preferencias que tengan en cuenta las propias necesidades y sentimientos y los posibles
cambios.

■ Tolerar que en la vida las cosas no son blancas o negras: contemplar el cambio como
característica habitual de la vida y como una oportunidad para el crecimiento personal; aceptar las
contradicciones de los propios sentimientos.

■ Anticiparse a las recaídas: en cuanto crea que tiene síntomas que “avisen” de una posible
depresión, acuda a un profesional, comuníqueselo a las personas más cercanas y realice las
estrategias que le hayan servido anteriormente.

■ Seguir en todo momento y hasta el final el tratamiento propuesto por los profesionales que le
atienden

quinta versión (DSM-5)7, el diagnóstico de depresión implica que se cumplan los siguientes tres
criterios diagnósticos:

• Criterio sintomatológico:

– Presencia de al menos uno de los dos síntomas nucleares de la depresión:

· Estado de ánimo deprimido.

· Disminución importante del interés o el placer por todas o casi todas las actividades.

– Presencia de al menos tres (o cuatro si solo está presente un síntoma nuclear) de los siguiente

síntomas cognitivos, comportamentales o neurovegetativos:

· Pérdida importante de peso (no debida a dieta o a causa física conocida), aumento de peso o

disminución del apetito.

· Insomnio o hipersomnia.

· Agitación o retraso psicomotriz.

· Fatiga o pérdida de energía.

· Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva o inapropiada, que puede llegar a ser

Delirante

· Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse o para tomar decisiones.

· Pensamientos de muerte recurrentes, ideas suicidas recurrentes sin un plan determinado,

intento de suicidio o un plan específico para realizarlo.

• Criterio temporal:

– Los síntomas han estado presentes la mayor parte del día, casi todos los días, durante el mismo
período de dos semanas.

• Criterio funcional:

– Como consecuencia se ha producido un cambio en el funcionamiento previo (causan malestar


clínicamente significativo o deterioro en el funcionamiento social, laboral u otras áreas
importantes del funcionamiento)

• La depresión es un trastorno del estado de ánimo, de gravedad variable, caracterizado por


tristeza y otros síntomas psicológicos y físicos variados. • El paciente no debe sentirse culpable o
avergonzado por tener una depresión. La depresión se produce por la conjunción de una serie de
factores psicológicos, genéticos y bioquímicos. Además, algunas circunstancias vitales pueden
desencadenar la depresión. • La depresión es tratable. No es solo cuestión de voluntad o fuerza
para salir de ella. Apoyarse en el alcohol o en las drogas para sentirse mejor solo empeorará la
situación. • Hay distintos tratamientos para la depresión. La elección se realiza teniendo en
cuenta, fundamentalmente, la gravedad: – En las depresiones leves puede ser suficiente el
asesoramiento y el cambio de estilo de vida (planificación de actividades, manejo del estrés,
actividad física, higiene del sueño, evitar el consumo de alcohol y drogas, etc.). En algunos casos se
necesitará también psicoterapia o fármacos. – En los casos moderados las opciones son el
tratamiento farmacológico y el psicoterapéutico. – En los casos graves se recomienda el
tratamiento combinado con fármacos y psicoterapia. • La implicación del paciente en el proceso
terapéutico es esencial para su recuperación. • Tanto los tratamientos psicológicos como los
farmacológicos tardan un tiempo en actuar. • El médico explicará al paciente qué puede esperar
del tratamiento farmacológico, sobre qué síntomas actúa, sus efectos secundarios y cómo y
durante cuánto tiempo debe tomarlo. Es importante que el paciente tome el tratamiento
farmacológico tal como le haya explicado su médico

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