Tarea 5.3. ¿QUÉ DOCENTE CREES QUE SERÁS?

Mari Pau Sevilla Hontecillas

Justifica tu respuesta partiendo de los 3 enfoques trabajados en clase. Señala con tres colores diferentes (ej. rojo-
ejecutivo; azul-terapeuta y verde-liberador) las características de cada uno de los enfoques.

En los últimos años se viene cuestionando el modelo tradicional de docencia y se ha puesto en valor la
figura del docente como un profesional reflexivo y crítico en su labor didáctica. Esta nueva figura de
profesorado deja atrás su papel como monopolizador del saber y transmisor del conocimiento para
pasar a ser un docente, cuyas competencias transversales van más allá de su actuación en las aulas.
En este sentido, su compromiso con el alumnado y la sociedad va a ser ineludible, así como su papel
como agente de cambio.

De las distintas maneras de concebir la enseñanza que propone Fenstermacher y Soltis, me gustaría
destacar que los tres enfoques (ejecutivo, terapeuta y liberador) serían adecuados en ciertas situaciones en
las aulas.

En primer lugar, considero que el desarrollo de la autoestima y del ser humano en la adolescencia está
estrechamente ligado a la experiencia que desarrolla el alumnado con los docentes. Por tanto, la
comprensión y la preparación que presenta el perfil del docente terapeuta en el campo emocional
posibilita la obtención de un ser humano auténtico, que es capaz de comprender la libertad y acepta la
responsabilidad de sus decisiones y consecuencias. Además, el docente terapeuta tiene en cuenta el
entorno socio-cultural del alumnado y reconoce las diferencias individuales entre los estudiantes
como parte fundamental del proceso de aprendizaje.

Si pienso en mi labor como docente de formación profesional, en unos años, me siento muy identificada con
la idea de “guiar” al alumnado con la finalidad de desarrollar una persona auténtica, a través del
crecimiento educativo y no tanto del contenido, como propone la visión ejecutiva. Sin embargo, soy
consciente que, en ocasiones, el sistema educativo está masificado y supone todo un reto ofrecer una
atención personalizada.

Por último, del enfoque liberador adoptaría la honestidad intelectual del profesorado al enseñar el
contenido de la manera más objetiva posible, con la finalidad de fomentar la reflexión del alumnado y
la búsqueda del desarrollo intelectual, adoptando puntos de vista propios. En definitiva, con esta visión
de la enseñanza, se pone el mundo en la mano del alumnado para que sea capaz de transformar la
sociedad, gracias al aprendizaje de virtudes morales.