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TÍTULO

PEDAGOGIA CRÍTICA EN COLOBIANA


MANUELA VELASQUEZ VALENCIA
KATERINE RESTREPO MEJÍA

Resumen: La pedagogía crítica es una propuesta de enseñanza que intenta


ayudar a los estudiantes a cuestionar además de desafiar la dominación, las
creencias y prácticas que la generan. En otras palabras, es una teoría y práctica
(en la que los estudiantes alcanzan una conciencia crítica. En esta tradición, el
maestro trabaja para guiar a los estudiantes a cuestionar las teorías y las prácticas
consideradas como represivas, animando a generar respuestas liberadoras tanto a
nivel individual como colectivo, las cuales ocasionen cambios en sus actuales
condiciones de vida. A menudo el estudiante inicia cuestionándose a sí mismo
como miembro de un grupo o proceso social. Después de alcanzar un punto de
revelación, en el que empieza a ver a su sociedad como algo profundamente
imperfecto, se le alienta a compartir este conocimiento en un intento de cambiar la
naturaleza opresiva de la sociedad.

Palabras Clave: pedagogía crítica, pedagogía del caos, formación, aprendizaje,


educación.
Abstract: The critical pedagogy is an offer of education that tries to help the
students to question and defy the domination, the beliefs and practices that
generate it. In other words, it is a theory and a practice, in which the students reach
a critical conscience; in this tradition, the teacher works to guide the students to
questioning the theories and the practices considered like repressive, encouraging
generating liberating answers, so much to individual as collective level, which
cause changes in their current living conditions.
Often, the student initiates questioning to himself as member af a group or social
process. After reaching a point of revelation in the one that it starts seeing to his
society as something deeply incomplete, one breathes him to share this knowledge
in an attempt of changing the oppressive nature of the society.
Key Words: critical pedagogy, pedagogy of chaos, training, learning, education
1. INTRODUCCIÓN
La pedagogía critica es entendida como “una teoría radical muy reciente, a la que
también se le alude como nueva sociología de la educación, y analiza la práctica
educativa en un contexto histórico y como obra e instrumento de la clase
dominante”.
En otras palabras la pedagogía crítica es una propuesta de enseñanza que le
posibilita al estudiante cuestionarse e indagar sobre las prácticas que la generan,
permitiéndoles así realizar una praxis entre teoría y práctica en la cual se alcanza
una conciencia crítica.
Es por esto que al hablar de pedagogía crítica se habla o se propone una
investigación analítica, la cual esta medida por una participación evidentemente
activa, que implica una transformación tanto en las practicas y valores educativos,
como en las estructuras sociales. Partiendo de lo anterior se puede decir que
dicha pedagogía no propone una investigación acerca de la educación, sino en y
para la educación.
Con el siguiente trabajo se quiere dar a conocer la importancia que tiene la
pedagogía crítica en la educación, y como esta influye en el aprendizaje de cada
alumno; es importante tener en cuenta que la pedagogía critica en la actualidad
establece propuestas en educación buscando de alguna manera la posibilidad de
interpretar las culturas pedagógicas a través de re conceptualizar conceptos,
teorías, orígenes de la pedagogía y la educación.
Es por ello que este trabajo parte definiendo de cierta forma lo que es la
pedagogía critica, que la conforma y como esta favorece el proceso de formación;
este trabajo también pretende determinar el objetivo que dicha pedagogía tiene
dentro del campo conceptual buscando así nuevos saberes que le permiten al
educando hacer una crítica sobre su propio aprendizaje, el conocimiento que se le
imparte y la forma como este está inmerso dentro de su cultura.
Para el desarrollo de este trabajo se utilizaran diferentes estrategias que facilitan
un análisis mas profundo sobre el proceso pedagógico critico y la forma como
este se desarrolla actualmente en la sociedad colombiana; para ello se tomaron
diferentes autores que trabajan la ruta de la pedagogía colombiana, documentos
de apoyo sobre sus teorías y diferentes estrategias como lo son los tipos de
pregunta para la investigación, que permiten una apropiación mayor al tema a
tratar; mas concretamente hablaremos de una metodología llamada hermenéutica
critica reconstructiva la cual busca un interés practico dándole sentido a la
pedagogía del caos desde la interpretación de la pedagogía critica colombiana.
Con la hermenéutica como horizonte de compresión crítico, se dará un giro en la
investigación tradicional de los campos de trabajo comunicativo, sobre todo los
que no aceptan el sentido complejo de la realidad comunicativa como lo diverso
constitutivo de la vida. La hermenéutica crítica en principio significaría el arte de
interpretar pero este no es su sentido exclusivo, su continuidad en la historicidad
(como un tiempo infinito), da cuenta de la hermenéutica crítica y como ésta nos
sirve para aceptar a la interpretación como un proceso de ruptura en los efectos
no intencionales de un orden interpretativo de univocidad.
La hermenéutica es una forma de vida, la cual sirve para darle fundamento al
hecho de que la praxis social no puede ser acrítica de sus efectos intencionales y
no intencionales.
Es por esto que para comenzar a darle estructura a esta reflexión, se quiere partir
de la pregunta ¿Está preparada Colombia, en términos de infraestructura y
formación docente, para asumir la propuesta de la pedagogía crítica como
alternativa de formación y educación en el preescolar?; para ello es importante
entender “la pedagogía como un discurso o saber que se interesa por la
educación, ha de hacer una reflexión constante sobre el que hacer pedagógico y
por ende, sobre los alcances y dispositivos educacionales, además, sobre los
medios y los ámbitos educativo”.

Considerando los últimos sucesos en materia de educación en Colombia, se ha


observado que los métodos que se utilizan para formar a los estudiantes y mas
específicamente a los niños en edad preescolar, son utilizados de una manera
errónea, ya que lo que se necesita inicialmente es dejar de tratar a los estudiantes
como cosas, y darles el valor que requieren; lo cual no quiere decir que los
docentes se tengan que cerrar a las nuevas propuestas tecnológicas y de
investigación que se presentan en nuestra sociedad, sino buscar diferentes
estrategias donde no se siga mecanizando el aprendizaje y suprimiendo la
autonomía tanto del docente como del estudiante, y donde se tenga e cuenta que
mas que maquinas de trabajo lo que se necesita formar en Colombia son seres
humanos.
Si se hace una lectura detallada, se diría que actualmente Colombia no esta
preparada para asumir una postura clara frente a la pedagogía critica, su uso y la
influencia que esta tiene sobre sus educandos y mas específicamente en el ámbito
de la educación preescolar, pero que de igual forma se podrían implementar
diferentes estrategias que faciliten su implementación en el aula de clase;
partiendo de todo lo anterior este trabajo pretende hablar sobre las posibles rutas
en las que se puede enfocar para el desarrollo de la misma.
2. ELEMENTOS FUNDANTES DE LA PEDAGOGIA CRÍTICA
El objetivo esencial de la configuración de un campo conceptual de la pedagogía
sería buscar la comprensión del nuevo estatuto del saber y del campo pedagógico
mismo, y aunque es descrito como un campo abierto, nos apartamos desde las
pedagogías críticas, en el sentido de que aunque da prelación y centralidad a la
pedagogía evitando subordinarla, no se observan con claridad las conexiones
discursivas y prácticas con el análisis de contexto y con la condición social real de
los sujetos maestros, escuela. En el documento : La formación del cuerpo una
mirada critica del profesor Jair Álvarez retoma las profesora Hilda mar Rodríguez
quien plantea cuatro hipótesis acerca de las conexiones que deben de tener todos
los agentes relacionados con la pedagogía en nuestro contexto estas son :

1. El maestro como intelectual público. La formación del maestro debe contribuir a


la orientación de su función en la sociedad: transformar críticamente las
condiciones de existencia de los alumnos y las suyas propias, a través de una
práctica ética y política que contribuya a la creación de un lenguaje potenciador
y emancipador.
2. La escuela. Como un espacio abierto, plural y democrático, capaz de construir
contactos y encuentros diversos y múltiples entre los miembros de la
comunidad.
3. Los profesores. El dominio de sus acciones de enseñanza, donde una de ellas
es el control de lo que enseña. Para la pedagogía crítica es importante la
inclusión de la cultura y la sociedad en el plan de estudios, de manera que se
desarrolle una alfabetización crítica, que supere la alfabetización funcional,
capaz de generar el reconocimiento del otro, de la diversidad cultural y la voz,
como camino de subjetivación. Con esta propuesta, la pedagogía crítica busca
superar la idea de una instrucción funcional y de las diferencias lingüísticas
como diferencias de aptitud intelectual. En su lugar plantea la producción
cultural como eje del plan de estudios.
4. La pedagogía como un recetario. La superación de esta posición a través de la
politización de la enseñanza y pedagogizar la política, de manera que se
puedan unir las acciones de maestros y alumnos a la dinámica y naturaleza del
cambio social. Se trata en pocas palabras, de establecer un vínculo entre
pedagogía, política y cultura.

Es por esto que todos estos agentes anteriormente deben estar en permanente
dialogo entre ellos mismos como con el pasado para que así haya una
conexión acorde y coherente con lo que se quiere lograr.

La diferencia fundamental con el campo de las pedagogías críticas está en la


comprensión de la pedagogía no sólo como un campo conceptual autónomo y
productor de conocimiento, aspectos que compartimos con el CP (campo
pedagógico) , sino como un campo político, es decir, desde nuestra lectura la
pedagogía no es neutra, pero tampoco está subordinada y supeditada per se a las
condiciones económicas, políticas y sociales de nuestro país, más bien reconoce
la potencia política y biopolítica de los maestros desde la potenciación de la
pedagogía como práctica política con implicaciones específicas en contextos
particulares, y no con un impacto imaginario y etéreo.
Constituir desde la propuesta de la Pedagogía del Caos una propuesta crítica para
la formación en Colombia, es reconocer un espacio de concomitancia con el
campo pedagógico, pues la formación y el maestro serán el centro del análisis.
Sin embargo, el campo conceptual de la pedagogía intenta reconocer las acciones
desde una apuesta local, concreta y real, tratando de incidir en las condiciones y
actuaciones de los maestros e intentando producir cambios pedagógicos y
políticos. Valoramos en el CP la potencia discursiva y la propuesta de articulación
de diferentes puntos de vista que trabajan en torno a lo pedagógico (perspectiva
hermenéutica, acción comunicativa, arqueología, genealogía, entre otros), y el
análisis histórico que de manera aplicada se realiza en la propuesta conceptual de
este campo en nuestro país.
Es así como la intencionalidad de esta propuesta está dirigida a tender puentes
entre los discursos y prácticas que versan sobre la pedagogía y el maestro (en
ocasiones un maestro y una pedagogía ideales) y realidades concretas y prácticas
específicas. En ese sentido, consideramos que desde lecturas más políticas y que
posibiliten la transformación del maestro, experiencias históricas de
transformación propuestas por la Educación Popular, el Movimiento Pedagógico
de los maestros colombianos, algunas experiencias de la Expedición Pedagógica
Nacional y de las redes de maestros, movilizaciones en defensa de la educación,
algunas experiencias alternativas con precauciones y distanciamientos hacia la
noción misma de "innovación"-, habrían venido constituyendo y haciendo parte del
campo de las pedagogías críticas en nuestro país, reiterando los procesos de
concomitancia, pero también de diferenciación con las otras perspectivas teóricas
de lectura que hemos mencionado anteriormente.
La educación popular es una de las expresiones de las pedagogías críticas en
Colombia reconocida como una corriente de pensamiento. En sus búsquedas por
refundamentarse ha sido asumida desde procesos de escolarización y de
desarrollo comunitario. En esta perspectiva han tenido lugar sus reflexiones desde
las relaciones entre sujetos, política, pedagogía y proyecto político-cultural,
configurando nuevos campos teóricos; como son el mirar la pedagogía no como
una ciencia ni una disciplina como fue vista anteriormente sino más bien como
nos propone en profesor Andres Klaus mirarla como un campo donde su
fundamente y base sea el saber que, de alguna manera, responden a las
tendencias actuales ubicadas en prácticas de animación socio-cultural y
pedagogía social.
Sugiere Marco Raúl Mejía, que desde la perspectiva de la educación popular, la
pedagogía nos habla de una praxis educativa que es re contextualizada por
actores con horizontes culturales diversos, siempre en lucha por el
empoderamiento de los excluidos; asimismo, la educación popular nos ubica en
una praxis humana que ubica en un plano dialógico relaciones sociales en
permanente interlocución y conectando la vida social y cultural con los procesos
educativos.
De acuerdo con los anteriores planteamientos, las pedagogías críticas en
Colombia se están instituyendo como un campo de re significación en torno a los
modos de constitución de sujetos y al agenciamiento de procesos de formación
desde una perspectiva política, ética y cultural.
Como se plantea en el documento Anotaciones para el análisis del discurso
pedagógico, la pedagogía entendía como campo, tiene fronteras que la hacen
única en su saber; por ello no debe dejarse de lado que existe una pedagogía
tradicional con la cual se debe estar en constate dialogo. Como lo dice el profesor
Echeverri citado en este documento “

Las pedagogías son entendidas en esa medida como parte de un proyecto


político-cultural, en el que la acción pedagógica se propone como: una relación de
alteridad, una relación con el otro, una relación ética basada en la responsabilidad
y hospitalidad. Por ello, se asume la escuela como un espacio social de formación,
en contextos de diferencia y desigualdad.
Desde esta consideración, la pedagogía crítica se propone como un campo de
crítica cultural, “Así, una persona que se forma, es aquella que permanece en un
ambiente académico recibiendo conocimiento de los libros y de sus maestros.”
(Ipland, 1999), que problematiza e interroga las relaciones múltiples de
subordinación. También como un discurso contextual, inserto en prácticas políticas
concretas, que ha desafiado límites disciplinarios específicos tales como los
estudios literarios, el feminismo, la antropología, la sociología y la psicología. Se
inscribe en un lenguaje de esperanza y diálogo, comprometida críticamente.

Algunas claves para entender los elementos que conforman su campo de


fundamentación ética, política y pedagógica están situadas en categorías
fundantes y articuladoras como: sujeto (hace referencia a un ser que es «actor de
sus actos», en el sentido de que su comportamiento o conducta no son
meramente «reactivas», sino que aporta un plus de originalidad, que responde a lo
que solemos entender por decisión o voluntad. Según la psicología social el sujeto
se constituye a través de los grupos con los que se vincula incluso desde antes del
nacimiento. Por eso aquella habla de un «sujeto sujetado» pero también productor
y creativo, en tanto posee la capacidad de transformar su mundo y a sí mismo),
poder, conocimiento (El conocimiento puede definirse como: Hechos, información
y conocimientos adquiridos por una persona a través de la experiencia o la
educación, la comprensión teórica o práctica de un tema. Lo que se conoce en un
campo determinado o en su totalidad. Conciencia o familiaridad adquirida por la
experiencia de un hecho o situación), cultura (La cultura es el conjunto de todas
las formas, los modelos o los patrones, explícitos o implícitos, a través de los
cuales una sociedad regula el comportamiento de las personas que la conforman.
Como tal incluye costumbres, prácticas, códigos, normas y reglas de la manera de
ser, vestimenta, religión, rituales, normas de comportamiento y sistemas de
creencias. Desde otro punto de vista se puede decir que la cultura es toda la
información y habilidades que posee el ser humano. El concepto de cultura es
fundamental para las disciplinas que se encargan del estudio de la sociedad, en
especial para la antropología y la sociología), historia (La historia es la ciencia
que tiene como objeto de estudio el pasado de la humanidad y como método el
propio de las ciencias sociales), subjetividad (En la teoría del conocimiento, la
subjetividad es la propiedad de las percepciones, argumentos y lenguaje basados
en el punto de vista del sujeto, y por tanto influidos por los intereses y deseos
particulares del sujeto. La propiedad opuesta es la objetividad, que los basa en un
punto de vista intersubjetivo, no prejuiciado, verificable por diferentes
sujetos),alteridad (es el principio filosófico de "alternar" o cambiar la propia
perspectiva por la del "otro", considerando y teniendo en cuenta el punto de vista,
la concepción del mundo, los intereses, la ideología del otro; y no dando por
supuesto que la "de uno" es la única posible) y contexto (es un conjunto de
circunstancias en que se produce el mensaje (lugar y tiempo, cultura del emisor y
receptor, etc.) y que permiten su correcta comprensión. También corresponde a
donde va escrita la palabra, es decir, la oración donde ella se encuentra. También
puede ser una forma de recopilación escrita o un entorno habitual es forma de
decir un contexto cerrado), que articulan procesos organizativos, formativos y de
movilización social que responden a las tendencias y demandas actuales.

En esa medida se reconfiguran de manera permanente desde los escenarios


escolares y no escolares –a la hora de hablar de una propuesta de pedagogía del
caos en Colombia-, a partir de una lectura de contextos para poder aportar
herramientas teóricas, diseñar estrategias políticas y proponer prácticas
pedagógicas para el compromiso crítico y la transformación social en torno a
procesos de constitución de sujetos y al agenciamiento de dinámicas culturales.
Se parte del presupuesto de concebir lo pedagógico como un espacio cultural para
la construcción del conocimiento y la dinamización de espacios de socialización, lo
que implica el reconocimiento de sujetos desde unos contextos que son diversos,
desiguales y plurales. De ahí que la pedagogía haya dejado de ser exclusivamente
escolar y ya no cumpla funciones sólo adaptativas y educativas, lo cual le lleva a
interrogarse por su nuevo estatuto social orientado a la construcción del vínculo
social, la tramitación de conflictos en múltiples escenarios sociales y la animación
de procesos formativos, culturales y comunitarios.
Las pedagogías críticas son esencialmente unas política de vida en la cual
maestros y estudiantes están comprometidos en el trabajo de la historia; como lo
plantea el profesor Jair Álvarez en su ponencia donde apoya las hipótesis de la
profesora Hilda mar y hace referencia a las pedagogías criticas planteando la
función del sujeto dentro de estas pedagogías.

Tomar posición. Es decir, que por un lado, el maestro o profesor tome posición
crítica frente a lo que enseña y al tipo de formación que está ofreciendo, y por el
otro, tome posición frente al campo intelectual de la educación, leyendo y
criticando las investigaciones y escritos que se generan en dicho campo de
producción, para que la balanza de este sujeto no quede inclinada únicamente
hacia la reproducción intelectual que lo reduce a una especie de minimalismo
pedagógico, que no les permite pensar el qué o el por qué de la pedagogía, sino
que los lleva a pensar solamente el cómo, que inicialmente se cree es una
reflexión frente a la didáctica cuando realmente se está en el terreno de la
metódica.
Formación de formadores. Las instituciones formadoras de maestros deben tener
claro el tipo de maestro que quieren formar para que no se desvanezca en el
horizonte de la reproducción. La investigación es una herramienta importante, pero
el discurso académico debe tener cabida en esta caja de herramientas para el
maestro, pues buscamos un maestro crítico y reflexivo, pero estos actos no se
hacen única y exclusivamente desde la experiencia en el aula.
Comprender. Que la pedagogía no se limita al mero acto de enseñar ocultando al
maestro como bien lo demuestra esta corriente pedagógica, y que sus problemas
no se limitan solamente al proceso de aprendizaje del alumno. Sino que desborda
el aula y abre la perspectiva para analizar otros elementos que están en juego en
el proceso educativo.

Como tal ésta es una pedagogía que media con las relaciones concretas entre los
individuos y la cultura y las formas institucionales, la cual lleva un compromiso
social14. Por ello es una filosofía de la praxis, comprometida en un diálogo abierto
en competencia con concepciones sobre cómo vivir significativamente en un
mundo confrontado por la pena, el sufrimiento y la injusticia. La pregunta por la
exclusión, la segregación, la marginación, la desigualdad y la represión en la
esfera de lo social tienen formas educativas específicas y diferenciadas a través
de una educación en la lucha y para la lucha. Es decir, se lee la realidad para
transformarla, no simplemente para aprehenderla.
Los conceptos permiten que haya un plano comparativo entre el pasado y el
presente, pensando en las posibilidades de ver otro horizonte encaminado en la
transformación, potencializando sus conceptos y cambios a las situaciones
actuales de la pedagogía; los conceptos articuladores se vinculan al presente, son
modos de establecer relaciones bajo una tradición critica donde ofrece un
panorama renovado y alentador acerca de la escuela, el saber, el maestro y el
alumno, especialmente en el lenguaje de la escuela y la forma de identificación a
través de él.
La escuela es un espacio donde se une o establece escuela-vida, como un
segundo hogar, es una relación que va ligada por los tiempos que se pasan en
ella, y de esta misma forma cultura-subjetividad que se unen por la cultura que
manejamos de acuerdo a nuestra manera de pensar.

3. DE LA PEDAGOGÍA CRÍTICA EN COLOMBIA


La pedagogía se relaciona con muchas cosas: conocimiento, maestro, institución,
libros, es una conexión que no se puede dejar de reconocer, es una opción, el
camino para recuperar la escuela, la enseñanza, el aprendizaje que de alguna
manera fue arrebatado al maestro; hay que rescatar esa fuerza que hay en cada
pedagogía y la capacidad de enseñanza que puede ejercer a una sociedad que ha
sido arrebatado por la tecnología.
Aquí es pertinente citar a Andrés Klaus con su aporte al campo disciplinar y
profesional de la pedagogía; pero también es necesario hacer referencia a dichos
conceptos y luego enfocarlo en el ámbito pedagógico. A continuación se dará una
definición de cada uno de ellos y después una relación enmarcada en la
pedagogía.
El campo disciplinar es una Organización sistemática de una disciplina en
particular para el logro del Perfil profesional y que se traduce en un plan de
estudios. (Organización sistemática de una disciplina en particular en un plan de
estudios para el logro del perfil profesional)

El campo profesional es la práctica profesional de la pedagogía que se puede


abordar a través de la delimitación e identificación de las prácticas de trabajo que
desempeñan los mismos pedagogos.
Partiendo de lo anterior se cita a Andrés Klaus cuando habla de campo disciplinar
y profesional de la pedagogía en un ámbito social, donde la pedagogía se
observa como un espacio académico, que brinda escenarios para ampliar
pensamientos, reflexiones y discusiones sobre la educación.
Es importante citar desde el documento de campo disciplinar y profesional de la
pedagogía de Andrés Klaus, que “la pedagogía es el sentido de una disciplina
cuyo objeto es el conjunto de fenómenos de la educación y cuya tarea es estudiar,
entender e interpretar dichos fenómenos bajo sus aspectos particulares y
deslindados de otros fenómenos de la vida, hablando también de esta como
“campo disciplinar y profesional” ya que hace parte de esas disciplinas científicas
complejas que uno no puede concebir si no es en relación con unos campos
prácticos, es decir, con la educación o praxis educativa, entendida en sentido
amplio a partir de sus diferentes configuraciones, modalidades de existencia y
espacios de realización. De allí el concepto de campo más que el de disciplina,
porque con él, por un lado, se hace alusión a un espacio multidisciplinar con unos
contornos flexibles y dinámicos, cuya dinámica tiene que ver con la producción de
saber, de saber pedagógico y, por el otro, se señala la estrecha imbricación de las
subdisciplinas pedagógicas con los diferentes campos prácticos, con las diferentes
formas de la praxis educativa y con los saberes profesionales, saberes
experienciales, saberes que, saberes cómo, saberes hacer, saberes prácticos,
saberes estratégicos, entre otros que resultan de allí”.
La certeza es que la pedagogía es un resultado de un intenso trabajo realizado
dentro de una sociedad donde de acuerdo a sus metodologías dejarías de ser un
discurso vació, para ser un contexto amplio frente a la educación, y a los
conocimientos capaces de producir identidades y placeres propios; intentando
abrir espacios para despejar inquietudes sobre propuestas a ámbitos
desconocidos, dando así lugar a una necesidad de crear ideologías para que los
estudiantes tengan una frontera a fin de que entiendan que hay una superación de
barreras, y espacios que ayudan a la afirmación de la historia personal, la
importancia de un lenguaje frente a la parte política, y así poder comprender las
relaciones de poder. En la manera en que las estudiantes adquieran dicha
experiencia, se debe a la organización y la funcionalidad de las escuelas y a las
prácticas de los docentes con principios ideológicos y coherentes en la sociedad.
Es importante tener en cuenta que para darle solución e implementación a todas
las estrategias y discursos que se plantean anteriormente, se tenga como base de
registro una investigación acción ya que esta da la posibilidad de aplicar
categorías científicas para la comprensión y mejoramiento de la organización,
partiendo del trabajo colaborativo de los propios trabajadores. Esto lleva a pensar
que la investigación – acción tiene un conjunto de rasgos propios, entre los cuales
se pueden mencionar:
a. El análisis de acciones humanas y situaciones sociales, en las se resaltan
aspectos (problemáticas) susceptibles de cambio y que requieren respuestas.

b. Su propósito es descriptivo – exploratorio y busca profundizar en la


comprensión del problema sin posturas ni definiciones previas.

c. Suspende los propósitos teóricos de cambio mientras el diagnóstico no esté


concluido.

d. El resultado es mas una interpretación que una explicación dura. "La


interpretación de lo que ocurre" es una transacción de las interpretaciones
particulares de cada actor. Se busca alcanzar una mirada consensuada de
las subjetividades de los integrantes de la organización.

e. La investigación – acción valora la subjetividad y como esta se expresa en


el lenguaje auténtico de los participantes en el diagnóstico.

f. La investigación – acción tiene una raíz epistemológica globalmente


llamada cualitativa. Por lo tanto, se ajusta al os rasgos típicos de estudios
generados en este paradigma(Normalmente se asocia exclusivamente
Investigación – acción con el paradigma interpretativo (o cualitativo), no
obstante, también existe una investigación acción de corte cuantitativo –
explicativo.)

g. La investigación – acción para los participantes es un proceso de


autorreflexión sobre sí mismos, los demás y la situación, de aquí se infiere
que habría que facilitar un diálogo sin condiciones restrictivas ni punitivas.

El proceso de investigación – acción constituye un proceso continuo, una espiral,


donde se van dando los momentos de problematización, diagnóstico, diseño de
una propuesta de cambio, aplicación de la propuesta y evaluación.
4. PEDAGOGÍA DEL CAOS, UNA PROPUESTA CRÍTICA PARA LA
FORMACIÓN EN COLOMBIA
Este trabajo se funda en la propuesta de la Pedagogía del Caos1 que es una
propuesta que pone en evidencia principios formativos y educativos de gran
apertura, con diversidad para los elementos que constituyen a los individuos y los
grupos, para que estos fluyan y se reflejen en todas las dimensiones espacio
temporales y de sentido, que al alejarse de las condiciones normales de equilibrio
y del paradigma humano vigente, propician por autorregulación, redes de
interpenetración en el conocimiento y en la vida. Este lenguaje extraño –por lo
poco paradigmático que es- en el campo de la educación y la formación, aparece
como un nuevo sistema, una alternativa de pensamiento o de vida, en el que las
palabras que le daban fuerza al sistema anterior, empiezan a quedar obsoletas;
desaparecen con la concepción y la práctica que le daban sustento y se hacen
necesarios nuevos conceptos para trabajar en ese nuevo mundo de sentido.
Es evidente una falencia en torno a ejercicios académicos que permitan construir
la manera como han sido apropiados saberes pedagógicos devenidos desde otras
latitudes. Hay construcciones pedagógicas que de manera contextual y situada se
han generado en Colombia –como esta propuesta por ejemplo-, de hecho hay
trabajos que se permiten generar reflexiones en el campo teórico de la
pedagogía, con diálogos transdisciplinarios con otros saberes, y por eso esta
propuesta de la pedagogía del caos intenta mostrar otras formas de hacer
pedagogía. Este es un acercamiento a nuevas lógicas para entender el mundo, la
formación de los individuos y la educación desde conceptos y categorías
científicas de otras disciplinas ajenas al análisis exclusivamente pedagógico, y esa
es la razón por la que la pedagogía del caos evoca temas como las "Estructuras
disipativas" de Prigogine, "La teoría de las Catástrofes" de Thom y los "Fractales"
de Mandelbrot entre otros, para buscar a través de esta reflexión una propuesta de
análisis del movimiento de la naturaleza, de la dinámica caótica y de los cambios
por ruptura de la simetría.

Disponer de este discurso pedagógico, es comprender la formación y la educación


como una cuestión viva y en permanente movimiento: así es la experiencia de los

1
Este artículo resulta del macroproyecto inscrito a la investigación “La Pedagogía del Caos como
Configuración Teórica que Permita una Comprensión y Agencie en Torno a Propuestas
Formativas y Educativas en Tiempos Débiles e Inciertos”, desarrolla al interior del Grupo
Interdisciplinario de Estudios Pedagógicos – GIDEP, en la Facultad de Educación de la
Universidad de San Buenaventura – Medellín. El desarrollo de la misma se ha dado en conjunto
con el Dr. Carlos Manuel Calvo Muñoz en la Universidad de La Serena (Chile).
seres humanos, tal como los líquidos, que cuando usted se da tiempo para
observarlos evidencia su constante transformación por el estado de tensión en el
que permanecen. Al contrario del estatismo de los sólidos cuyos átomos
mantienen resistencia para separarse, los líquidos no se fijan ni al espacio ni al
tiempo, fluyen en el tiempo de manera autónoma “[…] revelada de continuo en la
capacidad homeostática2 de los sistemas vivos de conservar su identidad a
través de la comprensión activa de las deformaciones…” (Maturana y Varela,
1997, p: 63).
Con base en lo anterior, esta propuesta contiene en su esencia la fenomenología
de cinco facetas que explica todo fenómeno vivo: se refiere en primera instancia a
la Autonomía del sujeto ya que en el centro de este discurso se evidencia a los
seres humanos que marcan –tal como lo hacen las células- distancia con el medio
que los circunda, gracias a que sólo desde la perspectiva del individuo, él puede
determinar lo que es relevante, y por encima de ello, lo que le es indiferente. Esta
autonomía es necesaria para extrae al sujeto y hacerlo consciente del fantasma
que se le ha impuesto en cuanto a la idea de que él es parte de un cuerpo social.
Este primer momento de la fenomenología que se propone acude a una
autonomía que le permita a cada uno descubrirse en su vida cotidiana. Esto no
implica una apología del solipsismo egocéntrico y aislado, el sujeto en sentido
liberal -individualista. Es el sujeto autónomo que se descubre a sí mismo para
transformar su existencia, y para configurarse. Aquel que autónomamente hace
de sí mismo una obra de arte porque siempre está en pro de recuperarse como
sujeto concreto que se piensa y da entrada a la reflexión exenta de los sujetos
políticos, sociales y económicos que lo rodean y acometen por dominarlo.
Esto es exactamente lo que se argumenta con este primer elemento. Se trata de
la reconstrucción del mundo de la vida de cada ser humano: el rescate de la
subjetividad, sin estar sometida por lo social (redes, vínculos, instituciones) o por
lo comunicativo (todo aquello cultural y simbólico).
En segundo lugar aparece la Emergencia, porque señala la irrupción de un nuevo
orden con características que sólo pueden ser inferidas una vez que este discurso
pedagógico esté constituido. Lo que es emergente en las células –al ubicarse en
el terreno de lo biológico, no es que las moléculas puedan crear indefinidamente
más moléculas, sino el hecho de que las células dependen en su operación, de la
forma en que están organizadas y de cómo esta organización se lleva a cabo.
Como tercero está la Clausura Operativa, en la que el concepto de clausura no
debe entenderse como opuesto a apertura, por el contrario, es la condición de su

2
La homeostasis se entiende en el terreno de la biología como el conjunto de fenómenos de
autorregulación, que conducen al mantenimiento de la constancia en la composición y propiedades
del medio interno de un organismo.
posibilidad, es el control mismo mediante el cual los elementos que forman este
discurso, se organizan de manera emergente. Esta configuración teórica ha
incorporado componentes que se producen al interior de su saber –del saber
pedagógico. Saberes que discuten desde la misma práctica docente de quienes
participan de este producto, saberes del cómo, del hacer, de la praxis y de lo
estratégico. Rastreando Barbosa Moreira “como un campo que se constituye a
partir de los estudios y de la práctica de los que en ella participan. Por tratarse de
una construcción histórica, el campo es afectado por diferentes demandas
culturales, sociales e institucionales. Es decir, los límites entre las exigencias
intrínsecas a una materia y los procesos sociales por los cuales una disciplina se
conforma no son absolutamente determinables” (Barbosa Moreira, 1999, p: 25).
Se menciona así porque el sistema que se pretende, este discurso en sí mismo,
dispone específicamente de sus propias operaciones. Al interior de este
planteamiento, para discutir esta configuración teórica de la Pedagogía del Caos,
no existe otra cosa que su propia operación en construcción que usa lo que le
rodea.
Luego, como cuarto, está la Auto Construcción de Estructuras. Biológicamente se
ha establecido que la célula no importa estructuras, pues ella misma debe
construirlas, y para el este campo se entiende como la autoconstrucción de
estructuras propias que superan los paradigmas pedagógicos anteriores. Por ello
es que cuando Adorno en su texto Educación para la Emancipación pregunta
¿qué significa superar el pasado?, invita a dejar de lado el análisis de masas. Es
un claro convite a que cada individuo en vez de mirar hacia afuera, reflexione
sobre él mismo. El planteamiento desde este texto acerca de la pedagogía, es
que debe hacer suya la tarea de escudriñar e indagar sobre el ser del hombre, esa
es la tarea prioritaria que le corresponde a esta disciplina: “[…] tal influencia se
limita a generalizar la convicción de que mejor que golpear hacia afuera es
siempre reflexionar sobre uno mismo y sobre la relación de uno con aquellos a los
que la conciencia endurecida acostumbrada en convertir en blanco de sus
agresiones.” (Adorno, 1998, p: 27).
De ahí que la auto construcción de estructuras dentro de este discurso pedagógico
propende por el análisis y la autoreflexión crítica que obvian quienes conciben el
trabajo de la misma como asunto de masas, objeto del desarrollo para el colectivo
social. Esto debe superarse; hay que culminar con el pasado: esta indagación
procura trazar una línea, una raya final sobre dicha masificación para iniciar el
camino que borre de la memoria de la pedagogía este ejercicio que masifica, que
no permite crecer y madurar como individuos. El mismo teórico crítico se refiere a
la economía que “[…] de acuerdo con su modelo, lleva, ayer como hoy, a la
mayoría a depender de acontecimientos sobre los que carece de toda posibilidad
de disposición, y a la minoría de edad.” (T. W. Adorno, 1998, p: 25).
Así pues se ubica y defiende un discurso pedagógico que indaga por una
fundamentación para la propuesta de la Pedagogía del Caos para este país, en
momentos sociales y culturales bastante especiales, desde el quinto elemento de
esta fenomenología: La Autopoiesis, que significa una determinación de un nuevo
estado para la pedagogía a partir de la estructura que le permiten los elementos
que se han dado dentro de ella, y que devienen de la experiencia reflexiva y crítica
de quienes participan en la construcción de la misma: “La característica más
peculiar de un sistema autopoiético es que se levanta por sus propios cordones y
se constituye como destino del medio circundante a través de sus propia dinámica,
de tal manera que ambas cosas son inseparables.” (Maturana y Varela, 1984, p:
28).
La pedagogía se entiende en si como una política cultural que intenta despejar
sentidos de aprendizaje, construyendo un lenguaje que permita al maestro
fortalecerse interiormente; permitiéndole al estudiante ser el mismo, expresar sus
ideas, demostrar sus capacidades de aprendizaje, exponer sus ideologías y
marcar la diferencia evitando así señalamientos y olvido de sujetos; es importante
tener en cuenta que enseñar es educar, compartir un conocimiento con otras
personas y que la metodología que proponga un maestro, según su forma de
realizarla será la que reciba el alumno, de allí depende o la mediocridad o la
superación intelectual a los conocimientos que se quieran adquirir.
Es un compromiso muy serio, para el docente la construcción de un lenguaje
llevado a que contribuya a potencializar la enseñanza, como acción política
queriendo dar como resultado una relación subjetiva de escuela y cultura.
Según Carr la práctica no se basa simplemente en un mero hacer, no es manejar
como una acción técnica, hay sentidos mas firmes que no pueden comprenderse
solo con nuestras acciones, sino con un intercambio, asumir una actividad con
sentido, buscar técnicas o métodos eficaces, para hacerse entender, realizar
objetivos claros, entendiendo que la práctica no es un espacio disciplinar sino un
espacio pedagógico.
La practica en si, según Carr, es la conciencia del docente, en su deseo de si
mismo por una acción del saber, la ciencia y la cultura a partir de la enseñanza.
Hay que realizar practicas educativas, con esquemas tácticos, donde la practica
pedagógica pueda establecer una relación teoría-practica, buscando así relacionar
la cotidianidad de los maestros, con los supuestos teóricos, el maestro suele ser el
sujeto del saber pedagógico, que distribuye sus conocimientos ante una sociedad
determinada, y practica su saber.
5. CONCLUSIONES
La cuestión central de este texto giraba en torno a la pregunta ¿está preparada
Colombia, en términos de infraestructura y formación docente, para asumir la
propuesta de la pedagogía crítica como alternativa de formación y educación
en el preescolar?

Desde la pedagogía, la educación es la praxis (reflexión y acción) de los


hombres sobre el mundo para transformarlos, brindándole elementos de
análisis para la enseñanza-aprendizaje que intervienen en ella.

La pedagogía ya no es mas un discurso vacante ni a priori, ya no se trata


de una receta que se aplica en la educación en el sentido más amplio de la
misma.

La pedagogía critica es idónea para la producción de identidades,


conocimientos y placeres, que parten de una convicción acerca de que la
pedagogía ha sido una derivación de luchas verificadas en el espacio
escolar, y en las relaciones dadas en la escuela, la sociedad, la cultura, las
etnias, el sexo, la clase, el poder y el conocimiento.
6. BIBLIOGRAFÍA
ADORNO, Theodor W. (1998). Educación para la emancipación. Conferencias y
conversaciones con Hellmunt Becker (1959-1969). Edición de Gerd Kadelbach.
Traducción de Jacobo Muñoz. Ediciones Morata, S.L. - Madrid.
ALVAREZ, Jair (2003). La formación del cuerpo: una mirada desde la pedagogía
crítica. En: Revista Uni-pluri/versidad. Medellín, Universidad de Antioquia, Grupo
CHHES, vol.3, No.2, pp.25-31.
BARBOSA MOREIRA, Antonio Flavio (1999). Didáctica y currículo: cuestionando
fronteras. En: Revista Propuesta Educativa, año 10, no. 20, pp. 24-30.
IPLAND, Jerónima (1999). El concepto de “Bildung” en el neohumanismo alemán.
Volumen 2 de Series Monografías. Editorial Hergué, 210 págs. ISSN
8492304987.
LENZEN, Dieter (1985). Mithologie der Kindheit. Die Verewigung des Kindlichen
in ther Erwachsenenkultur. Versteckete Bilder und verherssene Gerschichten.
Reinbeck bei Hamburg Rowohtl Taschenbuch Verlag.
MATURANA R., Humberto y VARELA G., Francisco (1984). El árbol de
conocimiento. Santiago: OEA/Editorial Universitaria.
MATURANA R., Humberto y VARELA G., Francisco (1997). De máquinas y seres
vivos. Autopoiesis: la organización de lo vivo. Colección El Mundo de las
Ciencias. Editorial Universitaria, S. A. Santiago de Chile, cuarta edición.

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