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Ensayo sobre los enfoques de la enseñanza

¿QUÉ HACE QUE ESTOS ENFOQUES SEAN DIFERENTES?

¿CUÁL ES EL OBJETIVO DE CADA DOCENTE?

¿EN QUÉ SE BASAN CADA UNO DE ESTOS ENFOQUES?

ASPECTOS NEGATIVOS SOBRE CADA ENFOQUE  

REFLEXIÓN

BIBLIOGRAFÍA

Enfoques de la Enseñanza 

PRESENTACIÓN
El presente es un ensayo para la materia Práctica e Investigación Educativa II. Muestra los
tres enfoques propuestos por Fenstermacher y Soltis: Enfoque del Ejecutivo, Enfoque del
Terapeuta y Enfoque del Liberador. Nuestra propuesta es mostrarlo a través de una
introducción general y un desarrollo que se basa en las características propias de cada
enfoque, en los objetivos que persiguen los docentes y en el pensamiento que los respalda a
cada uno de ellos. También trabajamos con los aportes de C. B. Chadwick, C. Rogers y J.
Freiberg, M. Apple, y H. Giroux. Luego mencionamos las críticas o aspectos negativos de cada
enfoque donde dimos nuestra opinión sobre cada una de ellos. Finalmente elaboramos una
reflexión a modo de cierre.

 INTRODUCCIÓN GENERAL

Según Fenstermacher y Soltis hay tres maneras de concebir la enseñanza, cada uno de
ellos tiene diferentes objetivos y propósitos dentro de la educación. Haremos una breve
descripción sobre cada uno de ellos, que luego será ampliado.

El primero de ellos es el Enfoque Ejecutivo, éste es un modo de enseñar estructurado que


busca un conocimiento específico, produciendo aprendizajes particulares, desarrollando
habilidades mediante técnicas y materiales curriculares.

El siguiente es el Enfoque del Terapeuta, consiste en ayudar al estudiante a mirar el interior de


su propia alma, mediante un trato psicoterapéutico, permitiendo el crecimiento personal o
desarrollo del yo.

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Por último, el Enfoque del Liberador, que se propone reflexionar sobre la naturaleza humana y
comprender otras formas de percibir el mundo, creando individuos íntegros, morales y libres.

Se observa que lo particular de cada enfoque es lo que cada docente pretende lograr en sus
alumnos. Esto lleva a que cada docente utilice una dirección, tono y estilo diferente.

Educar personas

¿Qué es ser una persona educada?

Según Fenstermacher y Soltis, una persona educada es ser algo más que cumplir los
ciclos correspondientes en una institución educativa y graduarse. También, aquella que ha
alcanzado el nivel aceptable de saber y pericia necesarios para hacerse cargo de las
responsabilidades propias de la edad adulta. O también aquella que tenga conocimientos de
los clásicos, aprecie el arte y la música y posea un espíritu crítico.

Según el Enfoque Ejecutivo una persona educada es aquella que obtiene un conocimiento
específico. Según el Enfoque Terapeuta una persona educada es aquella que llega a ser una
persona auténtica, y según el Enfoque Liberal, es aquella que libera su mente.

En nuestra opinión, una persona educada debería ser aquella que reuniera las tres aptitudes
anteriormente mencionadas, es decir, quien posea conocimientos, logre un crecimiento
personal y tenga criterio y responsabilidad en la forma de conducirse en la vida.

  ¿QUÉ HACE QUE ESTOS ENFOQUES SEAN DIFERENTES?

En el Enfoque Ejecutivo, el objetivo es introducir a los alumnos en una tarea


académica, para ello los profesores que siguen este modelo planifican, ejecutan el plan,
evalúan los esfuerzos, hacen una revisión y vuelven  a realizar este proceso nuevamente. El
docente es el gerente de los tiempos de la clase. Es sabido que para aprender algo bien hay
que dedicarle una cantidad considerable de tiempo; del tiempo que el docente asigna a las
actividades, sólo un 20% es realmente aprovechado por el alumno. A su vez es quien da las
indicaciones de lo que hay que aprender y cómo. También es quien realiza la
retroalimentación evaluativa mediante una conexión de errores escritos y orales. Luego lleva a
cabo el refuerzo que va desde actitudes hasta recompensas, ya sean golosinas o dinero. Se
aprecia, que en este enfoque, la oportunidad de aprender está a veces negada porque el
material se presenta muy rápido, lo que lleva al estudiante a no poder emplear el tiempo
necesario que requiere llegar al aprendizaje significativo. Es necesario agregar que el docente
utiliza ciertas aptitudes organizacionales para impartir a los estudiantes datos específicos,
conceptos, habilidades e ideas para que puedan retener su conocimiento. Su valor se basa en

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que suministra medios muy claros y directos para trasladar algún conocimiento específico de
una fuente a la mente del alumno.

Los intereses y contexto individuales de cada alumno y las características de las diferentes
materias, no son tomados en cuenta por este modelo.

El Enfoque Ejecutivo está muy relacionado con la forma de organizar una escuela, analizado
por el autor Chadwick en el texto “El enfoque de sistema y la tecnología educacional”. La
tecnología educacional es el desarrollo de un conjunto de técnicas sistemáticas y de los
conocimientos y prácticas adjuntas para diseñar y hacer funcionar las escuelas como sistemas
educacionales –se observa que hay estructuras, técnicas y metas. Luego advertimos que el
Enfoque Ejecutivo es el desarrollo estructurado de técnicas y materiales curriculares en busca
de aprendizajes particulares y habilidades. Según lo mencionado anteriormente, en nuestra
opinión hay una estrecha relación entre este enfoque y el enfoque de sistema y la tecnología
educacional. Esto se aprecia en la comparación que podemos realizar entre los elementos
fundamentales de un sistema educacional (estructura, procesos, entradas, salidas, ambiente y
realimentación) y la manera en que el docente que apunta a un enfoque ejecutivo se
desenvuelve (planificación, ejecución del plan, evaluación y revisión). Aunque advertimos una
diferencia, que el elemento ambiente es tenido en cuenta dentro de un sistema educacional,
mientras que el contexto social del alumno no es tenido en cuenta dentro del enfoque
ejecutivo.

En el Enfoque del Terapeuta, teniendo en cuenta las diferencias fisiológicas,


psicológicas y de contexto de los alumnos, desde discapacidad física, padres separados o
diferentes situaciones socio-económicas, el docente decide tomar una postura. Ésta puede ser
pasar estas características por alto, reconocerlas (buscando la manera de disminuir aquellas
que con más probabilidad obstaculizarán el aprendizaje y aumentar las que lo facilitarán), o
entenderlas como rasgos esenciales del proceso de aprendizaje. En este enfoque el docente se
inclina por la última postura, sosteniendo que lo que el alumno es no puede separarse de lo
que aprende y de cómo aprende.

Según Rogers y Freiberg, el docente opta por un aprendizaje sugerente, significativo y


experimental, es decir, que el alumno habrá descubierto algo significativo para él, de un modo
que involucra tanto a sus pensamientos como a sus sensaciones. En el aprendizaje significativo
se combinan lo lógico y lo intuitivo, el intelecto y las sensaciones, el concepto y la experiencia,
la idea y el significado. Cuando aprendemos de esta manera somos completos, utilizamos
todas nuestras potencialidades masculinas y femeninas.

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En el Enfoque del Liberador, el docente pone gran énfasis en el contenido y
presta menos atención a sus habilidades docentes específicas y a los estados psíquicos y
emocionales de los alumnos. El educador se caracteriza por tener altos conocimientos de su
materia y buscar el cambio, ya que considera insuficiente el abordaje que tienen ciertas
materias. El contenido de sus clases debe ser seleccionado y organizado con el propósito
particular de liberar la mente del estudiante. También Giroux dice que las pedagogías que
desarrolla el profesor no sólo potencian a los estudiantes proporcionándoles el conocimiento y
las habilidades sociales que necesitarán para actuar en el conjunto de la sociedad con sentido
crítico, sino que además, los educan para la acción transformadora.

En  este enfoque, la manera de dar clases está, en gran medida, influida por el contenido
mismo. Cuando hablamos de maneras, nos referimos a los modos coherentes de conducta, es
decir a “virtudes morales e intelectuales”. Estas virtudes morales (honestidad, integridad,
disposición imparcial, trato justo) e intelectuales (racionalidad, amplitud de espíritu, valoración
de las pruebas, curiosidad, hábito mental reflexivo, escepticismo prudente) se consideran una
parte del contenido. El conocimiento, las habilidades y la comprensión se imparten
directamente. En cambio, los rasgos de carácter se enseñan con el ejemplo y el modelo, o sea
indirectamente.

Este enfoque tiene una variante, es la enseñanza emancipadora, cuyo objetivo es que el
educador logre que las clases oprimidas despierten su conciencia y puedan superar estas
actitudes y reemplazarlas con rasgos de libertad activa y responsabilidad humana. Si bien,
tanto los liberadores como los emancipadores procuran liberar la mente de los estudiantes, los
objetivos de los segundos son abiertamente políticos. No obstante, ambos se esfuerzan
porque la educación tenga un fin moral, siendo éste la libertad del espíritu.

Dentro de este enfoque se destaca la idea griega de paideia, acentúa la capacidad de los
hombres de alcanzar los fines más nobles y los logros más elevados en el conocimiento, la
comprensión y la virtud.

  ¿CUÁL ES EL OBJETIVO DE CADA DOCENTE?

En el Enfoque Ejecutivo, el docente procura transmitir los elementos básicos de su


materia y la habilidad para manejarlos de la manera más eficiente posible. Pone particular
atención en la tarea, cumplimiento del deber y obtención de resultados. La noción de la
enseñanza como estímulo y del aprendizaje como respuesta permite a los docentes
concentrarse exclusivamente en esas dos conductas, sin tener que desviar la atención a los
antecedentes familiares de los estudiantes ni a sus historias personales.

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En el Enfoque del Terapeuta, trata de fortalecer la personalidad de sus alumnos,
haciéndolos participar de experiencias significativas que se conectan con sus propias vidas. Su
propósito no es solamente transmitir conocimientos y habilidades, sino también ayudarlo a
hacer la elección de adquirir conocimientos de cierto tipo para afirmar su personalidad. El
docente pretende lograr un ser humano auténtico, es decir genuino, que tome seriamente la
libertad y comprenda que uno tiene que tomar decisiones sobre quién y qué es,  y que acepte
la responsabilidad de tomar esas decisiones y afrontar sus consecuencias.

En el Enfoque del Liberador, el docente apunta a que los alumnos aborden el


material del modo que lo haría un científico o un experto, además procura liberar la mente del
estudiante de los límites de la vida cotidiana, de la inercia y la trivialidad, de la convención y el
estereotipo. Según Adle el educador intenta lograr que los alumnos adquieran un
conocimiento organizado, que desarrollen aptitudes intelectuales, que incluyen las habilidades
del aprendizaje y que comprenda más ampliamente las ideas y valores.

  ¿EN QUÉ SE BASAN CADA UNO DE ESTOS ENFOQUES?

El Enfoque Ejecutivo está basado en la psicología conductista, experimental, que a


su vez se basa en el empirismo lógico o el positivismo.

El Enfoque del Terapeuta surgió de una conjunción  de crítica social


contemporánea y una nueva versión de la psicología desarrollada en oposición al conductismo
y los métodos experimentales. Muchas de estas ideas tuvieron sus raíces en la psicología
humanista o de “tercera fuerza”.

El Enfoque del Liberador no está muy enraizado con la psicología, pero a su vez
se asemeja bastante a la psicología cognitiva, ya que ésta se interesa en la manera en que
adquirimos, interpretamos, aplicamos y ampliamos nuestro conocimiento. A pesar de esta
semejanza, los fundamentos de los liberadores son más filosóficos.

  ASPECTOS NEGATIVOS SOBRE CADA ENFOQUE  

En el Enfoque Ejecutivo, el educador se parece a un gerente de una línea de


producción: los estudiantes entran a la fábrica como materia prima y de algún modo se los
ensambla en forma de personas educadas. El alumno es tratado como un objeto, sin tener en
cuenta que es un ser humano. El docente no es tanto una parte real del proceso como un
gerente. Al parecer, el profesor no está dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje, sino
que se sitúa fuera. A veces la oportunidad de aprender se dificulta ya que el material se
presenta muy rápido. Este enfoque pone particular atención en la tarea, el cumplimiento del
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deber, la obtención de resultados y la responsabilidad por no lograr una buena producción, y
no en los intereses de cada alumno individual. Llenar la cabeza del alumno con un
conocimiento específico seleccionado, empaquetado y trasmitido por otros sólo lo induce a
que se abstenga de comprenderse como ser humano. Todo esto lo separa de sí al obligarlo a
prestar atención, no a sus propios sentimientos, sus propios pensamientos y sus propias ideas,
sino a estériles pensamientos, imágenes y actitudes de otros.

En nuestra opinión, si bien este enfoque pareciera ser el menos adecuado para emplear,
también reconocemos que es el que muchas veces se adecua más a ciertas situaciones. Tales
como cuando un profesor tiene que asistir a varias escuelas, con escaso tiempo y con los
problemas económicos y sociales que hoy afectan a cualquiera, los cuales impiden que el
educador esté al tanto o interesado acerca de la vida personal de cada alumno. Además la
cantidad de alumnos que tienen los cursos es un factor más a esta situación. Por otro lado,
debemos tener en cuenta la presión que un profesor sufre ante las exigencias curriculares que
debe cumplir en un tiempo determinado que a veces se ve disminuido por diferentes motivos
(actos, feriados, huelgas, enfermedad, etc.) haciendo que el docente recurra al Enfoque
Ejecutivo como el modo más efectivo de transmitir conocimientos.

En el Enfoque del Terapeuta, el docente debe tener precaución de mantener el


objetivo de este enfoque (ayudar a alcanzar su propio conocimiento y habilidades mediante la
conducción del alumno hacia su crecimiento personal) y no extenderse más allá asumiendo la
actitud de un psicólogo. Otro aspecto a considerar, es que para preservar la democracia y la
identidad nacional es necesaria una educación común, pero en este enfoque el alumno es
quien puede o debe elegir qué conocimientos adquirir. Entonces, ¿qué ocurre con el futuro de
la comunidad? Se llega a la conclusión de que esta elección debe realizarse luego de adquirir el
conjunto de conocimientos centrales.

En nuestra opinión, si bien vemos que este enfoque no es el más adecuado para una so-
ciedad que vive en democracia, ya que no apunta al bien común sino a la realización
personal, también debemos considerar que dentro de la democracia existe la pobreza, la
dominación de una clase sobre otra, inseguridad, carencia de afecto, etc. Si no fueran
hoy las escuelas las encargadas de cubrir esas necesidades, ¿dónde encontrar contención
a esta situación? Cuando hablamos de este enfoque no solamente nos referimos a ayudar
a hacer la elección de adquirir conocimientos de cierto tipo para afirmar su personali-
dad, sino también de dar contención a alumnos que provienen de entornos problemáti-
cos. Si como profesores no recurrimos a este enfoque para contener a estos estudiantes,
¿a qué enfoque acudimos, si es el único que tiene en cuenta el contexto del alumno?

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Esto también es tratado por Rogers y Freiberg cuando aconsejan escuchar a los estu-
diantes, ya que dicen mucho acerca de sus condiciones de aprendizaje. Cuando se los
escucha se obtiene un cierto conocimiento de las razones de los éxitos y fracasos de las
escuelas. Para muchos la escuela es un refugio en el que se sienten seguros, un lugar
donde alimentarse, un lugar donde hay que aguantar muchas cosas para poder participar
de actividades extra curriculares, un lugar donde hay amigos o un lugar para vender dro-
gas y delinquir.
 

En el Enfoque del Liberador, se cuestiona si es realmente posible que todos los


estudiantes desarrollen la mente académica y erudita que defienden los liberadores o solo
unos pocos selectos pueden alcanzar sus objetivos. También se cuestiona la gama de
diferencias que existen entre los docentes, es decir que algunos profesores sencillamente no
son capaces de manejar y enseñar bien el enfoque liberador. Además se observa que no logran
un acuerdo sobre la estructura del conocimiento, y aunque lo lograran, los conceptos clave y
las formas lógicas cambian con el tiempo, lo que implica que resulte insensato tratar de
enseñar esas nociones como si fueran rasgos inherentes a la disciplina. Otras de las falencias
de este enfoque es que envuelve una forma de diferenciación de clases y de opresión
económica. Aquellos que poseen la riqueza y la influencia se les brinda, por derecho de
nacimiento, una educación liberal que luego los capacita y autoriza a manejar la industria,
controlar el comercio y ocupar posiciones de poder en el gobierno. Mientras tanto a los pobres
y diferentes culturalmente se les proporcionan solo habilidades mínimas para que solo aspiren
a ocupaciones menos prestigiosas y de menor poder. Otra crítica es que a la persona educada
liberalmente, se le enseñará a ver el mundo a través de las formas de conocimiento, pero no a
actuar en el mundo.

En nuestra opinión, estamos de acuerdo con las críticas a este enfoque liberador ya que es un
enfoque que, en la realidad, no se puede utilizar en la mayoría de las escuelas, debido a que en
Argentina predominan las clases sometidas y son los menos los que tienen el liderazgo y el
poder adquisitivo, que en realidad serían a los únicos que les serviría recibir esta forma de
educación. Frente a una escuela inmersa en un contexto carenciado, de qué nos sirve como
profesoras desarrollar este enfoque si no va a ser de utilidad para esta comunidad, ya que no
responde a las verdaderas necesidades que tienen estos individuos.

Coincidimos con Apple que este tipo de teoría también supone con demasiada facilidad que la
escuela solo contiene en su seno meras marionetas cuyas cuerdas son manejadas por las
clases dominantes. Se olvida que la mayoría de las instituciones no solo deben su existencia al
conflicto sino que continuamente se ven sacudidas por conflictos.
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 REFLEXIÓN

Ya casi al final de nuestro ensayo, luego de haber leído los diferentes textos y haber debatido
las ventajas y desventajas de cada enfoque, nuestra reflexión sobre este trabajo es que el
Enfoque del Ejecutivo y el Enfoque del Terapeuta son los que más se ajustan a las demandas
de nuestra sociedad. Por un lado el Ejecutivo es útil cuando nos encontramos frente a cursos
numerosos, donde resulta muy difícil tener en cuenta las características individuales de cada
alumno, sumado a la escasez de tiempo y a razones particulares de cada docente. Por otro
lado observamos que el Terapeuta es el único que tiene en cuenta el entorno del alumno, que
hoy es tan importante considerarlo como también tener en cuenta las circunstancias del
educador. Finalizando, el Liberador, si bien no tiene en cuenta el contexto del alumno, es el
único que le puede llegar a proporcionar una herramienta para manejarse en su vida futura, es
decir la capacidad de una mente abierta. Por eso es que creemos que no debemos asumir una
postura o la otra para identificarnos con un enfoque. Simplemente creemos que el entorno
es el que nos va a indicar qué modelo es el que más se ajusta a la realidad que debemos
enfrentar.

    

Silvina Ventura y Cecilia Vaquer

   BIBLIOGRAFÍA 

FENSTERMACHER Gary y SOLTIS Jonas. Capítulo I: Enfoques de la enseñanza; Ca-


pítulo II: El Enfoque del Ejecutivo; Capítulo III: El Enfoque del Terapeuta y Capítulo
IV: El Enfoque del Liberador. En Enfoques de la Enseñanza. Buenos Aires, Amo-
rrourtu Editores, 1998

CHADWICK C. B. El enfoque de sistema y la tecnología educacional. En Tecnología


educacional para el docente. Barcelona – Buenos Aires –México, Paidos, 1992.

ROGERS Carl y FREIBERG Jerome. El desafío de la enseñanza en la actualidad. En


Libertad y creatividad en la educación. Barcelona – Buenos Aires – México, Paidos,
1996.

APPLE Michael. Una economía política de las relaciones de clase y de sexo en educa-
ción. En Maestros y Textos. Barcelona, Paidos, 1989.

GIROUX Henry A. Introducción. En Los profesores como intelectuales. Hacia una


pedagogía crítica del aprendizaje. Paidos, Barcelona, 1990.

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