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San Miguel, veintidós de junio de dos mil doce

VISTOS Y OÍDO A LOS INTERVINIENTES:

Comparece doña NIOBE YADU SERRANO OLIVARES, docente, en

representación de la demandante SOCIEDAD EDUCACIONAL SANTA ROSA

DEL SUR LTDA., ambos domiciliados en Av. Santa Rosa N° 12.910, comuna de

La Pintana demanda en juicio de desafuero maternal a doña STEPHANIE

SOLANGE D’ANGELO DIAZ, docente, domiciliada en calle Argentina 1901,

comuna de San Ramón fundada en que fue contratada el 15 de marzo de 2010 en

calidad de docente con una remuneración de $ 517.808, mediante un contrato de

trabajo a plazo fijo con fecha de vencimiento el 28 de febrero de 2011, contrato

que fue renovado hasta el 29 de febrero de 2012. Sostiene la compareciente que

en el mes de diciembre de 2011 se tomó la determinación de no renovársele

nuevamente, lo que le fue notificado en forma personal en esa misma ocasión.

Posteriormente a esa fecha, tomó conocimiento, el 22 de febrero de 2012, que la

trabajadora estaba amparada por fuero maternal, lo que la ha obligado a solicitar

autorización para proceder al término de dicho contrato. Señala que la plantilla de

docentes es revisada el año anterior y, al no considerarse dentro de ella a la

demandada, continuar con ella dentro del Colegio les ocasiona perjuicio por

cuanto les altera toda la programación realizada el año pasado para aplicarse este

año, toda vez que los presupuestos confeccionados al efecto no habrían

considerado a la demandante dentro de su plantilla, más aún cuando ella tan sólo

7 días antes de la fecha de vencimiento de su contrato, les comunicó su situación.

La demandante siempre estuvo en conocimiento que su contrato era a plazo fijo y


por ende, su contrato está sujeto a las normas que regula el artículo 159 N° 4 del

Código del Trabajo En tal virtud solicita la autorización indicada.

Contestándose la demanda, se sostiene que efectivamente se le contrató el

13 de marzo de 2010 con un plazo de vencimiento el 28 de febrero de 211 y

posteriormente, fue prorrogado hasta el 29 de febrero de 2012. Durante el tiempo

que se desempeñó para el Colegio lo hizo en diversas funciones recibiendo

instrucciones directas de la Directora del Colegio, cumpliendo una jornada de 36

horas cronológicas. El día 30 de diciembre de 2011 le notificaron personalmente

de su despido con lo cual comenzó a buscar un trabajo, hasta que el 24 de enero

del año en curso le avisaron que sería contratada en otro Colegio; sin embargo,

mientras estaba de vacaciones, fuera de Santiago, se enteró, a mediados de

febrero del año en curso, que estaba embarazada, con lo cual a objeto de tener

certeza sobre este hecho procedió a efectuarse una serie de exámenes que, una

vez confirmado procedió de inmediato a dar cuenta a su empleador por carta y

acompañando la documentación pertinente. Cuando regresó a trabajar, en el mes

de marzo, recibió un trato inapropiado, se burlaban de su forma de vestir, tomaron,

su jefatura una actitud displicente, conduciendo todo ello a un transtorno depresivo

ansioso con estrés laboral, lo que fue médicamente diagnosticado. Señala que la

fecha probable de parto le ha sido señalada para el 8 de octubre de éste año. Con

todos estos antecedentes, un embarazo y el estado depresivo en que se

encuentra, la parte demandante solo ha argumentando para poner término a su

contrato, el vencimiento del mismo, tomando tan drástica decisión sin considerar

en la situación depresiva en que se encuentra. Por tales razones solicita en

definitiva el rechazo de la autorización demandada por no proporcionarse mayores

argumentos a la autorización pedida en relación con el término de su contrato.


Se realizaron las audiencias de rigor, sin que las partes conciliaran, se

fijaron los hechos a probar, incorporándose las pruebas ofrecidas y fijándose como

fecha para notificar de la presente sentencia el día 22 de junio de 2012, a las

13.30 hrs.

CONSIDERANDO:

PRIMERO: Que la demandante viene en solicitar autorización para despedir

a la trabajadora demandada quien se encuentra amparada por fuero maternal.

Señala que ingresó a prestar servicios con contrato a plazo fijo con vencimiento el

28 de febrero de 2011. En esa ocasión se le renovó su contrato por otro año más,

el cual vencía el 29 de febrero de 2012. Señala que habiéndose tomado la

decisión de no renovar el contrato, le fue efectuada dicha comunicación en forma

personal a la trabajadora en el mes de diciembre de 2011. Mientras corría el plazo

por el cual le habían dado el aviso, la trabajadora a solo 7 días de llegar el día de

vencimiento del mismo, les comunicó que se encontraba embarazada. Sostiene

que resulta imposible mantener en su trabajo a la demandada puesto que la

programación de los profesores y cursos se realizan en el año anterior, en

consecuenica, atendida la fecha en que la trabajadora comunica su estado de

embarazo, resulta imposible para el Colegio hacer alteraciones en dicha

programación.

SEGUNDO: Que contestando la demanda, sostiene la trabajadora que,

después que comunicó su estado de embarazo, volvió a trabajar al Colegio, y le

proporcionaron un trato inadecuado, se burlaban por su forma de vestir, el trato de

sus jefes no era el adecuado y tales actitud la condujeron a generar una depresión
por estrés laboral. Sostiene que el único fundamento para solicitar la autorización

para proceder al despido, es el vencimiento del contrato de trabajo, nada más

agrega su empleadora. Argumenta que si bien constituye una prerrogativa del

Tribunal conceder a dicha autorización pero, ella debe estar sustentada en

fundamentos claros ya que se ha de considerar que el bien protegido es su hijo y

ello va más allá que el contrato firmado por las partes, tanto la Constitución como

la legislación en general, tiende a la protección del que está por nacer. Por otra

parte señala que de continuarse con el contrato de trabajo, no se observan

mayores perjuicios para el Colegio, sin embargo, sí los hay para la trabajadora de

no continuarse con el contrato de trabajo ya que, no se le otroogaría el subsidio

maternal y no tendría como mantener a su hijo, dadas las circunstancias que no

podrá encontrar trabajo en su situación.

TERCERO: Que al no producirse conciliación entre las partes se procedió a

fijar los hechos a probar, estableciéndose previamente los hechos no

controvertidos por las partes en los siguientes: existencia de la relación laboral

entre las partes la que se inició con fecha 15 de marzo de 2010. Que el contrato

tenía una duración inicial hasta el día 28 de febrero de 2011 y que luego este le

fue prorrogado hasta el día 29 de febrero de 2012. Que el día 30 de septiembre se

le notificó personalmente a la demandada el término de su contrato de trabajo a

contar del día 29 de febrero de 2012.; estableciéndose los hechos controvertidos

en los siguientes: Si la demandada goza en la actualidad de fuero maternal; en la

afirmativa, extensión del mismo. Naturaleza del contrato de trabajo celebrado

entre las partes, contenido y extensión del mismo. Detalles y pormenores.


CUARTO: Que la prueba aportada por las partes consistieron en los

siguientes, por la demandante, documental:

1. Contrato de trabajo suscrito entre las partes, de fecha 15 de marzo de 2010.

Consta de 2 hojas al reverso de la página N°2 contiene renovación de

contrato

2. Notificación de término de contrato de fecha 30 de diciembre de 2011.

3. Comunicación enviada a doña Niobe Serrano Olivares, de fecha 22 de

febrero de 2012.

4. Eco tomografía obstétrica de fecha 21 de febrero de 2012 del médico don

Enzo Zamorano Jorquera de Maipo Salud Centro de Diagnostico Médico.

5. Certificado médico emitido por don Enzo Zamorano Jorquera de Maipo

Salud Centro de Diagnostico Médico.

6. Contrato de trabajo, de nueva docente, de fecha 01 de marzo de 2011.

7. Solicitud de documentos para el ejercicio de la profesión docente efectuado

el 17 de enero de 2012.

8. Ficha de recepción de antecedentes de fecha 14 de febrero de 2012.

9. Anexo de contrato.

Incorporó además, confesional de la trabajadora.

QUINTO: Que la prueba aportada por la demandada, fue solamente

documental y, acompañó los siguientes:

1. Copia del contrato de trabajo suscrito entre las partes, de fecha 15 de

marzo de 2010.

2. Liquidaciones de remuneración de los meses de enero y marzo de 2012.


3. Carta de aviso enviada por la actora a la Sociedad Educacional Santa

Rosa del Sur con fecha 22 de febrero de 2012.

4. Copia de eco tomografía de fecha 21 de febrero de 2012 del médico don

Enzo Zamorano Jorquera con su correspondiente copia del examen

fotográfico.

5. Certificado médico de don Enzo Zamorano Jorquera, fecha 21 de

febrero de 2012.

SEXTO: Que consta de los contratos acompañados la efectividad que la

demandada fue contratada con fecha con fecha 15 de marzo de 2010 mediante

contrato a plazo fijo, cuyo vencimiento era para el 28 de febrero de 2011.

Posteriormente, con fecha 1 de marzo de 2011 le fue renovado para que venciera

el 29 de febrero de 2012. Se incorporó el contrato de una nueva docente, doña

Natalia Pardo de fecha 1 de marzo de 2012 con vencimiento al 28 de febrero de

2013, contrato que no será considerado por cuanto no dice relación alguna con el

asunto ventilado en la causa ni los hechos fijados como controvertidos.

SEPTIMO.- Que consta también, que la trabajadora comunicó acerca de su

embarazo en forma escrita a su empleadora, lo que hizo con fecha 22 de febrero

de 2012 , apareciendo suscrita, su recepción, por la demandante.

OCTAVO.- Que la solicitud que motiva la presente causa fue ingresada al

Tribunal, conforme aparece del respectivo timbre de recepción, el 28 de febrero

de 2012.
NOVENO.- Que por otra parte, aparece de la documentación agregada al

proceso, que la trabajadora fue notificada personalmente el 30 de diciembre de

2011 del término de su contrato el día 29 de febrero de 2012, lo que se ajusta

plenamente a los plazos consagrados en el Estatuto Docente, no obstante de

tratarse de un contrato a plazo fijo, cuyo vencimiento no ha podido ser

desconocido por la trabajadora. Por lo demás, la propia trabajadora lo reconoció,

en cuanto a que fue notificada en la fecha señalada, en la diligencia confesional

rendida en estrados.

DECIMO.- Que reconociéndose por la trabajadora cada uno de los hechos

consignados precedentemente, aduce a efectos de que se deniegue la

autorización pedida dos argumentos. En efecto, el primero de ellos dice relación

co que la única argumentación que invoca la empleadora para solicitar la

autorización, es el vencimiento del contrato, en ninguno de sus fundamentos

considera la protección que se le ha de otorgar al menor que está por nacer y que

toda la legislación protege, tales derechos constituyen un derecho superior a la

causal que se invoca para ponerle término a su contrato y ello es mérito suficiente

para revertir lo pactado en el contrato entre las partes. El segundo argumento que

señala la demandada es que, de continuarse con el contrato de trabajo entre las

partes, a la demandante no le provoca perjuicio alguno pero, sí le provoca

perjuicio a la trabajadora ya que carecerá de los medios con que sustentar al

menor y además, le será muy difícil, en su situación encontrar otro trabajo.

DECIMO PRIMERO.- Que el artículo 174 inciso primero del Código del

Trabajo, dispone: “En el caso de los trabajadores sujetos a fuero laboral, el


empleador no podrá poner término al contrato sino con autorización previa del juez

competente, quien podrá concederla en los casos de las causales señaladas en

los números 4 y 5 del artículo 159 y en las del artículo 160.”

DECIMO SEGUNDO.- Que la disposición legal transcrita anteriormente,

establece claramente como facultad del Juez otorgar la autorización, sólo en el

evento de que se invoquen, para poner término al contrato de trabajo de una

trabajadora protegida por las normas de la maternidad, algunas de las causales

allí contempladas y que son – entre otras - el vencimiento del contrato y la del

término del servicio o labores para las cuales fue contratada la trabajadora, con

relación a las causales subjetivas establecidas en el artículo 159, ya que las

contempladas en el artículo 160, disciplinarias, le son aplicables, si así procediere,

cualquiera de ellas. Es decir, la Ley se ha encargado de encuadrar bastante bien

la discusión sobre los motivos por los cuales puede conceder la autorización para

despedir a una trabajadora en las condiciones de la demandante.

DECIMO TERCERO.- Que con relación a las sentencias acompañadas por

la demandada en apoyo a su teoría del caso, todas ellas van destinadas a la

protección del hijo que está por nacer y en tal virtud, los jueces del grado,

deniegan la autorización que, allí se solicita. No siendo la jurisprudencia, en

nuestra legislación un antecedente obligatoria para decidir la litis, se ha de

considerar, además, que el propio legislador reguló las causales por las cuales el

Juez, ante quien debe solicitarse la respectiva autorización, puede otorgar la

referida autorización y no resulta de u mero capricho del Juez que conoce de

dicha causa. De haberse estado el legislador exclusivamente a la protección del


menor que está por nacer-criterio sustentado por la demandada-, simplemente

debió excluir las causales Nos. 4 y 5 del artículo 159 del Código del Trabajo como

causales suficientes para autorizar el despido, sin embargo no lo hizo y, es del

caso hacer notar que dicha motivación data de antes del D.L. 2.200 de 1978 y, no

como lo viene sosteniendo la demandada, puesto que la misma disposición ya la

podemos encontrar en el Código del Trabajo del año 1957, al establecer en la

disposición consagrada en el artículo 313 la misma disposición que hoy en día la

encontramos en el artículo 174 y por las mismas causas, norma que nunca fue

modificada posteriormente. En consecuencia, la facultad de autorizar el término

del contrato de trabajo por vencimiento del mismo, es de antigua data en nuestra

legislación laboral y ninguna de las tantas modificaciones posteriores, alteró dicha

norma, tal como se ha señalado.

DECIMO CUARTO.- Que en la especie, la trabajadora suscribió libremente

un segundo contrato a plazo fijo, conforme lo dispone y faculta el artículo 159 Nº 4

del Código del Trabajo, y además, se le notificó, personalmente, que no sería

renovado. Posteriormente, la demandada comunica su estado de embarazo y el

empleador solicita la autorización requerida antes del vencimiento del contrato, si

bien fue el día antes solamente pero, en todo caso el contrato aún se encontraba

vigente, lo que demuestra que él perseveraba en la extinción del contrato de

trabajo.

DECIMO QUINTO.- Que las argumentaciones sostenidas por la

demandada, no constituyen fundamentos jurídico alguno para no conceder la

autorización pedida, todas ellas abogan por una cuestión extra jurídica que no se
encuentra plateada en ninguna de las disposiciones legales que regulan la materia

sub litis. La única disposición que regula esta materia es la contenida e el artículo

174 del Código del Trabajo, disposición que estima suficiente para conceder la

autorización la invocación del contrato a plazo fijo, sin ninguna otra consideración,

siendo las normas laborales de orden público han de entenderse en forma

restrictiva y no amplia, como lo pretende la demandada.

DECIMO SEXTO.- Que la Ley laboral ha establecido expresamente esta

forma de contratación, a plazo fijo, para cualquier trabajador sin condicionarlo a

ninguna situación especial y, ello obedece al derecho constitucional del libre

empleo y las partes así lo convinieron al suscribir el contrato que los ligó, la

condición de la demandada, posterior a la contratación y notificación de no

continuarse perseverando en dicho contrato, no puede alterar tal pacto, sólo la

protege en cuanto a que se cumpla estrictamente dicha la causal que se invoca y

no, que a través de ella se esté disfrazando otros motivos, que no ha sido el caso,

puesto que no hay prueba alguna destinada a dar cuenta de otros hechos que no

sean el vencimiento del contrato y tal es así que la propia demandada lo ha

indicado expresamente en su contestación.

DECIMO SEPTIMO.- Que en cuanto a la remuneración, atendido a que se

han acompañado solo dos liquidaciones de remuneraciones correspondientes a

los meses de enero y marzo de 2012, en las que se observa que su remuneración

era variable, por lo tanto se promedian sólo las liquidaciones acompañados para

establecer el promedio remuneracional de la trabajadora, el que alcanza a la suma

de $ 603.460.
Por estas consideraciones y lo dispuesto en los artículos 159, 174,

194, 201, 425 a 432, 434 a 438, 440 a 462, del Código del Trabajo, se resuelve:

Que se acoge la demanda interpuesta por doña NIOBE YADU SERRANO

OLIVARES en representación de la SOCIEDAD EDUCACIONAL SANTA ROSA

DEL SUR LTDA., en contra de doña STEPHANIE SOLANGE D’ANGELO DIAZ

todas ya individualizadas, otorgándose la autorización para despedir a la

trabajadora una vez que quede ejecutoriada la presente sentencia.

Devuélvanse los documentos acompañados, ejecutoriada que sea la

presente sentencia.

Regístrese y notifíquese a las partes en la actuación fijada al efecto.

RIT O-109-2012
RUC 12- 4-0006973-3

Proveyó doña TITA ARANGUIZ ZUÑIGA, Juez Titular del Juzgado de Letras
del Trabajo de San Miguel.

En San Miguel a veintidós de junio de dos mil doce, se notificó por el estado diario
la resolución precedente.

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