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Carrera Medicina
Asignatura Medicina Interna II – Neurología y Neurocirugía
Grupo B
Docente Dr. Remberto Osinaga Garcia
Periodo Académico I
Subsede Santa Cruz de la Sierra
Copyright © (2022) por (Sossa Blanco A. Daniela). Todos los derechos reservados.
Título: Meningitis Tuberculosa
Autor/es: Sossa Blanco A. Daniela
Meningitis Tuberculosa
CONCEPTO
Es una enfermedad infecciosa bacteriana poco frecuente causada por Mycobacterium
tuberculosis, caracterizada por un cuadro clínico variable, que incluye manifestaciones clásicas
de la meningitis, tales como cefalea y rigidez en el cuello, además de parálisis de los nervios
craneales (principalmente los III, VI y VII), alteración del estado mental y crisis epilépticas,
entre otros. El realce meníngeo basal en la neuroimagen, las anomalías del líquido
cefalorraquídeo (pleocitosis linfocítica moderada, concentración moderadamente elevada de
proteínas y niveles bajos de glucosa) y una radiografía de tórax sugestiva de tuberculosis
pulmonar pueden apoyar el diagnóstico.
La meningitis tuberculosa es causada por el Mycobacterium tuberculosis. Esta es la bacteria
que causa la tuberculosis (TB). La bacteria se disemina al cerebro y la columna desde otro lugar
en el cuerpo, generalmente los pulmones.
La meningitis tuberculosa es muy poco común en los Estados Unidos. La mayoría de los
casos sucede en personas que viajaron a los Estados Unidos desde otros países en donde la TB es
común.
Las personas que tienen las siguientes afecciones tienen una mayor probabilidad de
desarrollar meningitis tuberculosa:
VIH/sida
Beber alcohol en exceso
TB pulmonar
Sistema inmunitario debilitado
La meningitis tuberculosa es una emergencia médica que requiere tratamiento urgente en base
a signos y síntomas neurológicos y hallazgos típicos en el estudio citoquímico del líquido
PATOLOGIA Y PATOGENIA
La meningitis tuberculosa típicamente se presenta 3 a 6 meses después de la infección
primaria. El Mycobacterium tuberculosis se distribuye en el sistema nervioso central a través del
torrente circulatorio durante la diseminación linfohematógena que generalmente parte del
complejo primario, sin embargo esta implantación directa no es la única vía de acceso del bacilo
a meninges y tejido nervioso, como ha sido demostrado por Rich y McCordock, quienes
sostienen que los microorganismos contenidos en focos caseosos meníngeos o subcorticales,
resultantes de la siembra hematógena de la bacilemia temprana que acompaña a la
primoinfección respiratoria, se vaciarían directamente en el espacio subaracnoideo donde forman
un exudado gelatinoso denso, el cual es más evidente en la fosa interpeduncular y región
supraselar anterior y puede extenderse hasta la cisterna prepontina y alrededor de la cuerda
espinal.
Las arterias y nervios craneales son virtualmente envueltos con exudado creando un "cuello
de botella" respecto al flujo del líquido cerebroespinal a nivel de la apertura tentorial, dando
lugar a hidrocefalia. Al respecto cabe destacar que el exudado tiene predilección por la base del
cerebro, situación que explica por qué los pares craneales III, VI, VII y el quiasma óptico son los
más afectados. En esta fase patogénica, la consecuencia más seria es la vasculitis de los vasos
que conforman el polígono de Willis, el sistema vértebrobasilar y ramas perforantes de la arteria
cerebral media, ésta, la vasculitis, produce zonas de isquemia e infarto que finalmente son
responsables del déficit motor que generalmente aqueja a estos pacientes (hemiplegia o
cuadriplegia). Acompañando al fenómeno bascular y obstructivo se instala la respuesta
inflamatoria del huésped; en este proceso destaca la labor de una proteína denominada factor de
crecimiento endotelial bascular, como potente inductor de angiogénesis y aumento de la
permeabilidad bascular, que junto a otros elementos proinflamatorios desencadena edema
cerebral(5). El conjunto de fenómenos patogénicos (vasculitis, infarto, edema cerebral e
hidrocefalia) son responsables de los innumerables defectos motores, sensoriales y del intelecto
que constituyen la huella de esta devastadora enfermedad.
MAFINESTACIONES CLINICAS
Se estima que la MT se presenta en 1/300 infecciones no tratadas(6). La enfermedad es
frecuente alrededor de los seis años de edad y es improbable antes de los cuatro meses.
Aproximadamente el 50% de las meningitis se acompañan de tuberculosis miliar y en una
población mucho menor puede estar asociada a tuberculoma.
La severidad de la enfermedad se clasifica de acuerdo a lo propuesto por la British Medical
Research Council la cual tiene gran utilidad al momento de definir el pronóstico. En el estadio I
el pronóstico generalmente es excelente, mientras que en estadio III los pacientes que sobreviven
quedan con lesiones permanentes que incluyen ceguera, hipoacusia, retardo mental y paraplegia.
DIAGNOSTICO
Diagnóstico de Laboratorio
Aunque existen diversos métodos, en la práctica los recursos son limitados, especialmente en
países en vías de desarrollo. El análisis del LCR es el método de mayor valor en el diagnóstico
de la MTB. Se han desarrollado pruebas directas, que detectan componentes del microorganismo
en el LCR, e indirectas, que se basan en la respuesta inmune del huésped al MT (adenosín
deaminasa, ADA).
TRATAMIENTO