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Los cambios en las plantas a lo largo

del año
Propuesta centrada en la observación sistemática,
descripción, comparación y el registro de las plantas de la
escuela, del barrio o de alguna plaza cercana.
Creado: 18 abril, 2023 | Actualizado: 27 de abril, 2023

Autoría: Dirección Provincial de Educación Primaria, Subsecretaría de Educación, DGCyE

A continuación desarrollamos una propuesta centrada en la observación


sistemática y el registro de las partes de plantas de la escuela, del barrio o
de alguna plaza cercana, que permite la descripción y comparación de los
cambios que experimentan a lo largo del año y el reconocimiento de que
no todas las plantas cambian por igual.

Las chicas y los chicos de tercer año suelen tener experiencias


relacionadas con la germinación y el crecimiento de las plantas y tienen
sus representaciones sobre los cambios que les ocurren a las plantas
durante su ciclo de vida o a lo largo del tiempo. Generalmente conocen
sobre algunos de los cambios, como por ejemplo, que las plantas florecen
en primavera o que pierden sus hojas en otoño. Desde la escuela,
podemos organizar y complejizar estos saberes acercándonos a la idea
de que si bien todas las plantas pueden cambiar, no todas lo hacen de la
misma forma ni en el mismo momento. ¿Todas las plantas florecen en
primavera? ¿Todas pierden sus hojas en otoño? ¿Todos los árboles tienen
el mismo color de tronco? ¿Siempre?
A continuación desarrollamos una propuesta centrada en la observación
sistemática y el registro de las partes de plantas de la escuela, del barrio o
de alguna plaza cercana, que permite la descripción y comparación de los
cambios que experimentan a lo largo del año y el reconocimiento de que
no todas las plantas cambian por igual.

Orientaciones para la planificación de la enseñanza 


Al momento de la planificación, es relevante tener en cuenta que para
poder reconocer los cambios en las distintas plantas, será necesario
prever la realización de tres o cuatro observaciones en diferentes
momentos del año.

Una de las claves para la planificación de este recorrido es la selección de


las plantas a observar, a modo de garantizar que las alumnas y los
alumnos conozcan una diversidad en cuanto a los cambios que
experimentan.

Para observar plantas que no pierden todo su follaje junto en los meses
fríos (perennifolias) pueden seleccionar tanto árboles como arbustos,
algunos que renuevan sus hojas en primavera luego de perderlas en el
otoño (caducifolios) y otros de follaje persistente. Entre las especies a
incluir entre los árboles que son de follaje caduco: ceibo, paraíso, catalpa,
morera, sauce, olmo, pata de buey, plátano, y entre los de follaje
persistente: eucalipto, níspero, palta, magnolia, palmera pindó, araucaria.
Entre los arbustos: tamarindo, corona de novia.

De modo de poder establecer comparaciones y al mismo tiempo sin


complejizar demasiado el análisis comparativo, sugerimos que elijan
cuatro o cinco especies para realizar el seguimiento durante el año.

A continuación se enuncian algunas recomendaciones para seleccionar


las plantas a observar:

Que florezcan y fructifiquen en diferentes momentos del año.


Que algunas cambien su follaje durante el año y algunas mantengan
su copa provista de hojas.
Pueden incluirse especies que cambien la corteza a lo largo del año,
como los eucaliptos.
Si van a realizar salidas de campo, que las especies elegidas se
encuentren relativamente cerca entre sí (y de la escuela).
Si van a observar árboles, que tengan ramas lo suficientemente
bajas como para que las chicas y los chicos puedan verlas.

Partir de lo conocido
Para iniciar el recorrido, se podrá proponer una consigna de dibujo que
permita que las chicas y los chicos pongan en juego lo que saben y
recuerdan acerca de las partes de las plantas. A partir de estos dibujos, se
podrá intercambiar y problematizar acerca de si es posible observar las
mismas partes en todas las plantas y en la misma época. “¿Todos los
árboles tienen el tronco de color marrón? ¿Todo el año mantiene el mismo
color? ¿Tienen flores los árboles? ¿Solamente en primavera? ¿Y frutos?

Piensen en una planta que conozcan y hagan un dibujo de ella


donde se vean todas sus partes.

Anoten con flechas los nombres de las partes que conozcan.

Las preguntas que se formulen durante esta instancia darán sentido a


realizar la primera salida de observación.
Los saberes previos como punto de partida

Concebimos a los saberes y las representaciones que las y los


estudiantes presentan sobre un tema como la base sobre la cual
tender un puente con las ideas que esperamos que construyan a
lo largo de una propuesta de enseñanza. Por eso resulta valioso
registrarlas y dejarlas disponibles para que tanto las maestras o
los maestros como las chicas y los chicos puedan retomarlas en
diferentes momentos. De este modo, pueden ser conscientes de
su propio proceso de aprendizaje. En este sentido, una buena
estrategia es disponer de una cartelera o de un afiche que quede
accesible permanentemente en el aula con estas ideas originales
así como con las preguntas que quedan planteadas en las
primeras instancias y que dan sentido a realizar las actividades
que siguen a continuación.

Las salidas de campo como actividades de


búsqueda de información
Nos parece importante pensar las salidas de observación como
actividades de búsqueda de información. La finalidad de estas salidas es
responder -por medio de la observación, la descripción, el registro y la
posterior comparación- algunos interrogantes que quedaron planteados
inicialmente. ¿Cuándo se le caen las hojas a los eucaliptos de enfrente?
¿Cómo son los frutos del paraíso? ¿Y las semillas de las catalpas de la
escuela? ¿Los plátanos tienen el tronco de color marrón? ¿La lechuga da
flores? ¿Cómo son?

La salida como actividad de búsqueda de información se inicia


previamente a la salida en sí, con su preparación, y continúa al regreso
con la organización y el análisis de los datos recolectados y con la
socialización de lo observado.

Una vez instalado el propósito de la salida, habrá que prever el recorrido,


la organización del grupo, de los tiempos y de las tareas. Si bien la
planificación la realizan las y los docentes, y hay decisiones que las toman
ellas y ellos, hacer partícipes a las y los estudiantes en esta instancia
promueve que se involucren directamente y comprometan con el
desarrollo de la actividad desde un lugar protagónico.

En las clases previas a la salida, podrán pensar cómo se organiza el grado


durante la misma, si lo hará en grupos, qué recorrido y qué tareas realizará
cada uno, qué hará cada integrante, qué tipo de registro se usará y qué
materiales será necesario llevar, por mencionar algunos ejemplos.

La primera salida
Durante la primera actividad de observación, la mirada estará centrada en
que las chicas y los chicos reconozcan las partes de las plantas que estén
visibles en ese momento y que identifiquen las plantas que van a estudiar
a lo largo del año (que fueron previamente seleccionadas por su docente)
a partir de algún rasgo que las caracterice.

Una de las posibles dinámicas para la salida es que inicien la observación


de alguna planta que resulte significativa para el grupo, como puede ser
algún árbol que se vea desde la ventana del aula, uno de la entrada de la
escuela o alguna planta del patio. En esa primera instancia podrán realizar
entre todas y todos la descripción y un registro gráfico detallado de las
partes observables. Algunas orientaciones docentes para guiar esta tarea:
¿Tiene hojas? ¿Muchas, pocas? ¿De qué color? ¿Se ven todas del mismo
color? ¿Qué forma tienen? ¿A qué se parece? ¿Tienen el borde liso, como
“serrucho”? ¿Se les ven las flores? ¿Hay frutos o semillas caídos? ¿Cómo
son? ¿De qué color? ¿Cómo podemos averiguar si son frutos o si son
semillas? Cuando a continuación realicen la observación de otros árboles
u otras plantas seleccionadas, podrán usar esta especie como referencia
y establecer comparaciones del estilo: ¿Tienen hojas parecidas? ¿En qué
se parecen? ¿Y el tronco/tallo se parece al de…? ¿Por qué? ¿Cómo es?

Otra posibilidad para el primer recorrido es que se realice entre todas y


todos y, luego, cada grupo se ocupe del registro detallado de una especie
en particular. Una alternativa es asignar a cada agrupamiento de
estudiantes una especie, realizar las observaciones en forma conjunta
pero, al detenerse a observar la planta asignada, sea el grupo quien se
encarga de tomarle fotos, recolectar hojas, flores o frutos si es que se
encuentran caídos, de realizar un grabado del tronco frotando crayones o
carbonilla sobre una hoja o completando un instrumento de registro.

Imágenes de archivo DGCyE.

Al regreso de la salida será necesario ordenar y sistematizar toda la


información recabada. Para favorecer el intercambio sobre lo que
observaron y registraron las alumnas y los alumnos, se podrían proyectar
las fotografías que hayan tomado en la salida y compartir los dibujos y
otros registros que hayan realizado. Una vez organizada la información,
podrán analizarla y retomar las preguntas que habían guiado la actividad
para ver si pueden responderlas ahora con los nuevos datos y registrarlas
en una cartelera destinada para este tema. ¿Todas las plantas que vimos
tenían tallos? ¿Eran todos iguales? ¿En qué se parecían y en qué no?
¿Todas tenían flores? ¿Y frutos? ¿Cómo eran?
Esta instancia, entonces, se convertirá en una situación de formulación de
nuevos interrogantes que motivarán una nueva salida. Pueden agregarse
estas nuevas preguntas a la cartelera.

El registro de las observaciones 

La información que podemos registrar por medio de una foto o de


un dibujo es complementaria a lo que podemos anotar en una
tabla o por medio de notas en una libreta de campo. Esto puede
ser comentado y analizado con el grupo. En cualquiera de los
casos, podrán seleccionar aquellos instrumentos que promueven
la autonomía durante las salidas por parte de las chicas y los
chicos. 

Si deciden hacer más de un tipo de registro, podrán optar por


realizar algunos en forma grupal y otros individualmente.

Imagen de archivo DGCyE

Dado que realizarán más de una salida en diferentes momentos


del año en las cuales se observarán varias especies, resultará
importante incluir la fecha y el nombre de la planta registrada en
cada registro.

Imagen de archivo DGCyE.


Resulta necesario guiar el registro a partir de algunas
orientaciones que se pueden plantear antes del dibujo y durante el
mismo. Una consigna que colabora en este sentido es la de
proponer que dibujen el árbol o la planta que se les haya asignado
lo más parecido a como lo/la ven. “¿Las hojas tienen esa forma?
Fijate bien, ¿cuántas puntas tiene? ¿Todas esas? ¿Y cómo es el
borde de esas hojas? ¿Es liso o parece un serrucho?” En este
sentido es posible reflexionar sobre la importancia de estos datos,
ya que diferentes tipos de hojas pueden corresponder a especies
distintas.
Imagen de archivo DGCyE.

Cabe comentar que para que los dibujos adopten el valor de


registro tienen que ser realizados durante la observación en la
salida de campo; de otro modo, constituirán el registro de lo que
recuerdan haber observado.

La segunda salida
Como parte de la preparación de la segunda salida o de las subsiguientes,
podrán retomar los registros que realizaron y analizar qué cosas les falta
averiguar. Por ejemplo: ¿Se habrán caído las hojas del níspero? ¿O habrán
cambiado de color? ¿Podremos ver las flores esta vez? ¿La corteza seguirá
igual o habrá cambiado? En este momento, las y los estudiantes también
pueden consultar la cartelera donde registraron las ideas iniciales y los
interrogantes que no podían responder.

Será conveniente que la o el docente organice la segunda salida o las


siguientes luego de confirmar que hayan ocurrido cambios significativos
en algunas de las plantas respecto de la salida anterior. Por ejemplo, que
haya florecido o que haya dado frutos, que se le hayan caído las hojas o
que le hayan crecido hojas nuevas.

Entre una salida y otra


Además de la organización de los datos recolectados y la comparación de
los cambios que ocurren entre las distintas especies, entre una salida y
otra será posible profundizar en algunos aspectos particulares del ciclo
de vida de las plantas con flor: la transformación de la flor en fruto, la
diversidad en el ciclo de vida de las plantas (algunas plantas son anuales,
otras bianuales y algunas viven muchos años).

Los cambios en las plantas a lo largo de su ciclo de


vida
La diversidad en las plantas en cuanto a sus ciclos de vida se puede
pensar estableciendo comparaciones entre los cambios que les ocurren a
las plantas en su vida.

Las plantas anuales, como el rabanito, las arvejas o el maíz, en un año


germinan, crecen, florecen, dan frutos y semillas y mueren. Mientras que
las plantas bianuales, como las zanahorias, remolachas, espinacas y
cebollas, en el primer año germinan y desarrollan la raíz, el tallo y las hojas
y crece el bulbo, donde almacenan los nutrientes. Y en un segundo año
brotan tallos del bulbo, de donde van a desarrollar las hojas, las flores y
los frutos con las semillas. Al cabo del segundo año mueren. Y por último,
las plantas perennes, como los árboles frutales, por citar un ejemplo. Es
decir, todas las plantas con flor atraviesan las mismas etapas y cambian
de la misma manera pero algunas completan su ciclo en un año, algunas
lo hacen en dos y las plantas perennes crecen un poco más cada año
durante varios años.

Si en la escuela tienen huerta o si para esta propuesta decidieron sembrar


y cultivar algunas especies, podrán realizar estas comparaciones a partir
del seguimiento de sus propias hortalizas o de las plantas que están
cuidando en el grado.

¿Cómo piensan que cambia la planta de naranjas desde que es


una semilla hasta que forma el árbol de naranjas? Para responder
pueden ayudarse con dibujos.

Integración y cierre
Para el cierre de esta propuesta, que posiblemente sea luego de unos
meses de observaciones sistemáticas, podrán partir de la comparación
de los cambios que registraron en las distintas especies. Esta instancia
será también una buena oportunidad para retomar las ideas y las
preguntas que habían intercambiado en la primera clase. ¿Qué les parece
esto que pensaban al principio? ¿Todos los árboles tienen un tronco de
color marrón? ¿Todos los árboles pierden sus hojas en invierno? ¿Todas las
plantas florecen en primavera? ¿Qué podrían comentar ahora?

A modo de integración podrán formular algunas generalizaciones del


estilo:

Hay plantas que pierden sus hojas durante los meses fríos, como
los ceibos y los paraísos. En cambio, hay plantas que mantienen su
follaje durante todo el año como las anacahuitas y las araucarias.
Hay plantas que florecen una vez al año, en primavera. Otras plantas
florecen dos veces en el año, como por ejemplo, el jacarandá.
Hay árboles que mantienen su corteza todo el año y hay algunos,
como los eucaliptos, en los que la corteza se desprende en tiras.

Las propuestas para estudiantes de tercer año vinculadas a estas


orientaciones se pueden descargar desde el apartado “Materiales
complementarios”.

Imagen de portada: Archivo DGCyE

Primaria / Primer Ciclo , 3ro, Ciencias Naturales, Intensificación de la


enseñanza / #Frutos, #Plantas

Materiales complementarios
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