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Universidad Católica de Córdoba

FACULTAD DE FILOSOFÍA Y HUMANIDADES

LICENCIATURA EN FILOSOFÍA

Trabajo práctico II

El orden en la locura del Quijote.

Asignatura: Formación Literaria I.

Docente: Gloria Celina Franchisena.

Estudiante: Federico Martín Vidal Britos, sj.

29 de mayo de 2023
Introducción
La propuesta de este trabajo se basa es comprobar la hipótesis del orden en la locura del
Quijote de la Mancha -o de Alfonso Quijano-. Orden y Locura se perciben como
antagónicos. Por ello, para comprobar o rechazar la hipótesis planteada dentro de esta
dialéctica conviene definir ambos términos. Según el Diccionario de Espiritualidad
Ignaciana1 define al orden como “un horizonte deseable, un ideal al que tender, la
referencia a un estado definitivo”; el Diccionario continúa mencionando que “todos los
deseos, intenciones, operaciones, afecciones, la elección, la vida toda puede ordenarse” en
función al horizonte o ideal. En contra posición, el desorden implica una falta a un modo
adecuado. Se encuentra en el mismo Diccionario, haciendo referencia al libro de Ejercicios
Espirituales, “suponiendo al ser humano como creado a imagen de Dios, siendo al mismo
tiempo un ser caído y divido en sí mismo, inclinado sentir y desear, percibir e imaginar de
manera desordenada”. San Ignacio de Loyola invita al ejercitante a adentrase a un itinerario
espiritual de cuatro semanas para ordenarse en sus deseos y horizontes.
Por su parte, la locura es un término ampliamente definido. La encontramos en términos
psicológicos, espirituales (los llamados místicos), filosóficos; sin embargo, para este caso
vamos a utilizar a la psicología. Podría ser anacrónico definir al Quijote psicológicamente
loco; no obstante, las personas con quien interactúa a lo largo de la obra lo perciben como
una persona “falto de cordura”.
Junto con el desarrollo de aceptar o no la hipótesis, se trabajará inicialmente en un análisis
del texto que incluye tres niveles: la fábula, sintáctico-semántico y pragmático; se tratará
que el desarrollo camine en coherencia con la hipótesis planteada. Finamente, se terminará
el trabajo con una vinculación entre el Homo Viator y el camino recorrido por el Quijote en
una apreciación personal.
Nivel de la fábula.
La obra es una ficción, lastimosamente. Aunque es espejo de la vida del lector. El Quijote
es un personaje encantador que ha sobrevivido al tiempo, a la “montaña de libros, folletos y
de artículos en periódicos y revistas2” (Gutiérrez, 1952) escritos sobre él. La amistad entre
Sancho y el Quijote es tan auténtica que una vez cerrado el libro lo buscamos fuera de sus
páginas.
La obra trata de la vida y las aventuras, reales e imaginarias, de un caballero montado a
caballo y su fiel amigo. El argumento es encontrado de entrada en el Capítulo I de la
Primera Parte: Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo don Quijote de la
Mancha; en algún lugar de la Mancha, vivía un hidalgo de poca renta y algo curioso, tan
aficionada a libros de caballería, leía mucho y dormía poco; termina perdiendo el juicio y

1
Grupo de espiritualidad ignaciana. Diccionario de Espiritualidad Ignaciana (2007). Voz Orden/Desorden.
Editorial Mensajero Madrid – España.
2
Gutiérrez, F.E. (1954). El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Principales y más entretenidas
aventuras. Editorial Kapelusz. Buenos Aires – Argentina.
empieza con el propósito de salir en búsqueda de aventuras, llenándosele la cabeza de
fantasías de todo aquello que leía, dice textualmente: “pendencias, batallas, desafíos,
heridas, requiebros, amores, tormentos y disparates imposibles”. Al igual que los caballeros
heroicos andantes de otros tiempos, elige una dama de sus pensamientos y fantasías, y
tomando como escudero a su vecino, el hidalgo equipado de viejas y oxidadas armas de
antepasados, sale al mundo con su rocín. Luego de tanto camino recorrido y batallas, más
pérdidas que ganadas, muere cuerdo y Bueno, rodeado de amigos.
Finalmente, los temas pueden ser tan extensos como el libro, pero ¿qué busca trasmitir
Cervantes con esta obra?, mencionar temas sería reducirla, ella sigue hablando a tantos
lectores, es clásico universal por la cantidad de vidas a las que ha reflejado. No obstante, y
con toda la reverencia posible a la obra, es posible definir un tema orientador a este trabajo
y su hipótesis: la fuerza de un deseo, el seguimiento a un horizonte, el camino de un ideal.

Nivel sintáctico-semántico.
Título: El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.
Contiene palabras claves. Primeramente, ingenioso. La teoría de la locura de Winnicott3
dice que “abarca un arco de posibilidades que van desde la genialidad hasta la enfermedad
mental”. Menciona el artículo “Teoría de la Locura, la movilidad de las nociones de
cordura y locura a partir de Winnicott (2012): la cordura y locura no son compartimientos
estancados, sino más bien caminos de ida y de vuelta, es un enfoque móvil 4”. Sin duda
alguna, con esto se puede entender de donde viene el ingenio del Quijote. Siguiendo con el
análisis del título encontramos hidalgo: un noble por sangre, más que títulos, posee
extensiones de tierra y poca renta; las deja por las aventuras y el servicio “de entuertos,
proteger viudas (…), deja la vida cómoda de su casa y aldea, para tomar la penosa y a veces
ardua existencia de los caballeros andantes (Gutíerrez,1952)”. Y por Dulcinea. Finalmente,
el Quijote de la Mancha, “no Quijano ni Quesada, como otros quisieron decir” -dice la obra
al inicio-; el ponerse el nombre nuevo le duró ocho días 5” y “a mucha honra de su linaje y
patria tomó el sobrenombre conocido”. Es que una nueva identidad pedía un nuevo nombre.
“La partícula honorífica don, también habla de cierta categoría (de Riquer, 1969)”.
Siguiendo con el esquema del análisis a nivel sintáctico-semánticos se encuentra el epígrafe
y dedicatoria que la obra posee. Por el propósito de este trabajo -y no generar tedio en
cuestiones ampliamente estudiadas y ubicadas en internet-, serán mencionados dentro de la
estructura para luego analizar a los personajes. Se encuentran la dedicatoria, el prólogo,
sonetos y capítulos contenidos en dos partes. Es imposible avanzar aquí sin mencionar la
3
Donald Woods Winnicott fue un pediatra, psiquiatra y psicoanalista inglés.
4
Lacruz, J., Hidalgo, D. (2012). Teoría de la Locura. La movilidad de las nociones de cordura y locura a
partir de Winnicott. Recuperado de:
http://elgestoespontaneo.com/html/articulos/TeoriadelaLocura.html#:~:text=La%20palabra%20locura
%20abarca%20un,(la%20psicosis%20stricto%20sensu).
5
Ocho días son los días que los jesuitas, por Constitución, hacen ejercicios espirituales anuales; hoy se acepta
la teoría que Cervantes estudió con los jesuitas en Valladolid, como menciona Martín de Riquer (1969).
genialidad de Cervantes en generar un encuentro, en los sonetos, entre Amadís de Gaula y
don Quijote de la Mancha, ¿y el encuentro entre Rocinante y Babicea6? ¡es tan cómico!
El prólogo tiene elementos que suman a la hipótesis: la dualidad entre lo cómico y la
crítica. “Todo el mundo sabe que el Quijote se escribió a fin de expulsar de la república de
las letras a los libros de caballerías, así lo atestigua el propio Cervantes, primero en el
prólogo7” (de Madariaga, 1926). Es irónico. Cervantes tiene una dialéctica solapada en el
humor que decanta en la obra en la dupla Quijote-Panza y sobre el mundo interior de los
mismos, que va y viene entre la locura y cordura.
Los personajes son don Quijote como el principal y héroe, que lleva el nombre de la obra;
Sancho Panza, -la ideal- Dulcinea, el cura, el barbero, la ama y la sobrina, los duques, el
Caballero de la Blanca Luna, entre otros. Sin duda existen más, pero, por cantidad de
apariciones e intensidad son estos los principales. Personalmente, es acertado agregar a
Rocinante, porque “después de muchos nombres que formó, borró y quitó, añadió, deshizo
y tornó a hacer en su memoria e imaginación, al fin le vino a llamar Rocinante (…). Puesto
nombre, y tan a su gusto, a su caballo, quiso ponérselo a sí mismo y en este pensamiento
duró ocho días, y al cabo se vino a llamar don Quijote 8”. Rocinante, don Quijote y su loca
imaginación están íntimamente unidos este apartado del primer capítulo.
En cuanto a la descripción de los personajes es posible hacerlo; Cervantes regala una
descripción detalladas de ellos, interna como externamente. Sin embargo, el horizonte de
este trabajo permite una descripción desde la locura. La obra muestra un vaivén en este
movimiento que se resuelve en el vínculo, al inicio, que termina transformándose en una
amistad honda entre ambos. Para describir ambos personajes se hará un apartado. Para este
apartado servirá de apoyo el libro “Guía del lector del Quijote” de Salvador de Maradiaga.
La fraternidad entre ambos héroes.
Don Quijote es valiente, tiene una fe asentada, es de la acción segura y principalmente un
idealista soñador. Sancho, por su parte, es realista, un calculador, otros dirán cobarde, con
refranes espontáneos y de sabiduría popular.
El Quijote es presentado inicialmente como un cuerdo, luego como un loco engañado a sí
mismo, que constituye su enemigo interior. Los libros de caballería lo terminan de poseer.
Las barras de hierro dentro de la celada -que coloca luego de su primera derrota y primer
combate- refleja el estado formativo de una nueva conciencia de su personalidad
caballeresca. Tolera las bromas, las respeta, lucha con la realidad. Los molinos
transfigurados parecerían indicar que no podía matar en su ser la voz que le decía que todo
era una ilusión, sería ir contra sí mismo, ya como hombre nuevo. No es vanidoso, solo
alivia la duda con las luchas y las retóricas ¿Qué sucedía en el interior del Quijote? Los
libros de caballería despertaron en él un ideal tan grande que lo trascendió, pero al mismo

6
Legendario caballo del Cantar de Mío Cid.
7
De Madariaga, S. (1926). Guía del Lector del Quijote. Ensayo psicológico sobre el Quijote. Editorial
Sudamericana. Buenos Aires – Argentina.
8
Primer capítulo de la primera parte.
tiempo lo encerraba en sí: en el amor a Dulcinea. Fue una encarnación de valores tan
profunda, que lo llevó a dejar todo: su nombre, patria, comodidad, incluso los mismos
libros. Dulcinea era la gloria.
La razón posee varios dones algunos intelectuales como en el Quijote y otros más
empíricos como los de Sancho. Sancho fue presentado como cobarde -o calculador-. El
ideal de Sancho no era abstracto, él sabía muy bien lo que quería y ambicionaba: dinero -y
poder-, poseer sus deseos fue su problema-miedo y encontró medio en la ínsula. Para
gobernar y ejercer el poder. Creer en el Quijote fue creer en la ínsula. Con esto se
convencía de que el Quijote no estaba loco. “Se dejó admirar por las palabras, el caudal de
conocimiento, su estilo y cultura”, dice Madariaga. El enemigo de Sancho estaba fuera
suyo, en las cosas.
Sancho completa al Quijote en la antítesis. Tiene fe en el Quijote para la realización de su
ideal. Mientras que el Quijote cree en Dulcinea, cree en sí mismo. Se percibe sin duda el
afecto, pero uno desordenado diríamos en términos ignacianos 9. Sin embargo, hay un
avance en este afecto, esto se explica por un enamoramiento a un ideal. El papa Francisco
en su carta encíclica “Lumen Fidei10”, dice “que el creer es algo parecido a una experiencia
de enamoramiento”. Esto otorga certezas internas a Sancho y al Quijote, que los permiten
avanzar en su camino.
El proceso de este avance posee hitos en la imitación entra ambos, uno de los principales: el
encuentro de Sancho con Sansón, toca la fama y se vuele vanidoso al escuchar la historia de
un escudero y su amo. Sancho herido por el amor de la fama. Por su parte, el hito del
Quijote, herido por la decepción y humillación: el encantamiento de Dulcinea.
Amo y criado fueron entrelazados. A partir de aquí, Sancho tiende al alza y el Quijote a la
baja. La vanidad y fe en sí mismo crece en Sancho. La popularidad como personaje de una
historia impresa y el sentido íntimo han penetrado en su corazón junto con el vínculo con su
amo, pero Sancho persiste en desear la ínsula para ser gobernador. De su gobierno sale
aleccionado de la ambición y la vanidad. El ataque a la ínsula lo hace ver que el gobierno,
sobre territorio y personas no es cosa liviana. Se da cuenta no estuvo acertado en desear
esto. Sancho renuncia a la ínsula “todo sepultado de silencio”, dice Cervantes, lo invade la
sensación de desacierto, de humillación interna. La renuncia lo deja triste. Pero asciende
fuerte y lentamente aquello íntimo en Sancho del Quijote. Encantada Dulcinea, el Quijote
pierde su fuerza para imponer a otros su realidad creada por su locura. El orgullo loco
resuelve la tensión en el amor. Los roles en el vínculo se invierten. Sancho habla de una
forma parecida al Quijote y así comienza a creer en sí mismo. El Quijote ya no quiere
luchar con la realidad y se vuele un cobarde, pero no, solo está imitando a Sancho. La obra
avanza a la aventura de los puercos donde Sancho pidió la espada a su amo. Los roles se
mezclan. Cerca del final, juntos llegando a la aldea, se encuentra al Quijote llevado por
Sancho, y antes de la muerte del Quijote, rodeado de amigos, le tratan de recordar sus

9
Es una idea cargada de afecto; es una fuerte inclinación hacia algo (cosa, persona, idea, lugar o actividad)
que polariza nuestras energías y nos pide nuestra atención y tiempo.
10
Papa Francisco (2013). Lumen Fidei. Encíclica papal.
aventuras de caballero a lo que responde con un refrán de Sancho. El Quijote termina
aconsejando, como Sancho lo hizo a lo largo de toda la obra, a su sobrina a no casarse “con
un hombre quien no sabe qué cosas sean libros de caballería”, recitan las últimas palabras
de Cervantes.
El narrador omnisciente es Miguel Cervantes de Saavedra. Propone el arquetipo de héroe
proveniente de la literatura grecolatina; ¿Por qué Cervantes lo muestra menos noble, loco,
viejo, burlado?; ¿Por qué busca desmitificar la figura del héroe caballero andante? Pues
Cervantes rechazaba este tipo de literatura por su falta de verosimilitud y daño moral 11. Es
importante recordar que Santa Teresa de Jesús y San Ignacia de Loyola fueron afectados
como el Quijote; pero, no es justo tomarlo solo por este lado, ya que el género ha
entretenido por siglos a los lectores. Aquí solo se exponen los motivos de Cervantes quien
ha sabido esquivar el tema y tocar fibras más íntimas con el entrenamiento. En el contexto
de hoy los héroes -o líderes- se encuentran muy desdibujados, brevemente es posible citar
deportistas, cantantes, youtubers o influencers12. Algunos con su ejemplo inspiran a las
generaciones; pero otros representan un misterio, que puede ser resuelto por la sociedad
consumista. El capital busca capital. Se fabrican deseos provocando necesidades que serán
cubiertas por productos y servicios; estos consumidores de ideales en algunos casos
terminan en “una fuerte ambigüedad moral provocando estados de incertidumbre
permanente y angustia patológica”, volviéndose “turistas de la vida”, sostiene el sociólogo
Zygmunt Bauman (2007).
Nivel Pragmático.
“San Ignacio de Loyola, en los Ejercicios Espirituales, propone un camino de encuentro
con Dios y de seguimiento a Jesús arraigado en la estructura humana del deseo”, dice
Domínguez (2003). Aquello que se desea es amado, por ello, cuando “la dinámica afectiva
que acompaña y alimenta nuestro amor se desordena, nos introduce de lleno en el campo de
lo ilusorio, de la quimera o, incluso, del delirio 13” (Domínguez, 2003), es decir, el deseo
pierde su rumbo y hace perder a la persona su libertad. El que ama pone su atención al
objeto amado (en sentido psicoanalítico persona, cosa e ideas), con ello aumenta la
percepción del mismo en la realidad y, desde ahí, el deseo de un mayor conocimiento. En
simultaneo esto trae un mayor amor. Del mismo modo, “lo contrario a este amor es
neutralizado sin franquear siquiera el umbral de la conciencia” (Domínguez, 2003).
El objeto de deseo en el Quijote se da en los libros, luego Dulcinea y finalmente en Sancho,
al cual rechaza bajo el paradigma de ser amo y caballero. El objeto de deseo de Sancho se
da en la ínsula y el Quijote, a quien admiraba 14, por este motivo lo seguía bajo la figura de
escudero. El deseo se manifiesta en la realidad, “no sólo al mundo -personas o cosas-, tal
11
file:///C:/Users/User/Downloads/Dialnet-LaLocuraCaballerescaDeDonQuijote-2766486.pdf
12
Usuario que publica contenido audiovisual en un canal creado en las plataformas digitales con el objetivo
de impactar en la comunidad y aumentar seguidores.
13
Domínguez Morano s.j., C (1996). Psicodinámicas de los Ejercicios Espirituales. Ediciones Sal Terrae.
Cantabria – España.
14
De Madariaga, S. (1926). Guía del Lector del Quijote. Ensayo psicológico sobre el Quijote. Editorial
Sudamericana. Buenos Aires – Argentina
cual es percibida, sino también a lo que en ellas se encierra sentido” (Fernández-Martos,
1996). Siendo el Quijote y Sancho, juntos, un equilibrio, ¿Por qué entonces este camino a la
libertad recorre varios objetos de deseos dejando a Sancho triste y al Quijote bajando?,
responde Domínguez Morano (2003): “el sujeto es incapaz de captar los indicios más claros
cuando esto contradice sus deseos profundos”. Es decir, el sujeto no es consciente de ello.
Por comodidad -psíquica-, la tendencia es buscar a uno en el otro. Todos ser humano tiene
una cuota de narcisismo orgulloso. Y frente a la alteridad, la tendencia es a la lucha, en
lugar de aceptarla. La lucha es un mecanismo de defensa, se recuerda a Freud: “el Yo se
defiende contra ideas y afectos que le resultan dolorosos e insoportables”.
Volviendo al título como orientación, se presenta la pregunta: la locura, ¿se ordena como
canal o es siempre impedimento? Se pretende a partir de los escritos de Peter-Hans
Kolvenbach15, S.J., mostrar la locura como un camino de santificación. San Pablo, en su
carta a los cristianos de Corintios 16, para potenciar el deseo de seguir a Jesús utiliza el
término: la locura de la cruz. A la luz de esta afirmación se buscará una aproximación a la
interioridad del Quijote en la locura-cordura; ¿en qué consiste esta locura, consecuencia de
los libros de caballería? Ineludiblemente despertó una fuerza en su deseo. El Padre Diego
Laínez en un carta escrita al Padre Juan de Polanco confirma el deseo de San Ignacio con
estas palabras: “todas las cadenas y prisiones del mundo no bastarían para satisfacer el
deseo que tenía de padecer por amor de Cristo17”-o Dulcinea, para el Quijote-. El deseo
necesita desplegarse efectivamente. Algunos rasgos de la locura desarrollado por el P.
Kolvenbach pueden ilustrar el camino del Quijote.
El Quijote es objeto de burla. En los relatos del Pasión de Cristo encontramos esta
humillación en varios escenarios18. La incomprensión, que genera en los demás, de la
búsqueda efectiva de la locura es apasionada en el Quijote, él responde con valentía cuando
se trata de una lucha y con ternura cuando recibe una propuesta de alguna doncella. La
autenticidad y originalidad de la búsqueda del deseo se manifiesta principalmente en la
humildad. Para ascender es necesario descender, es la dinámica de la parábola del grano de
mostaza de Jesús, todo arranca desde lo pequeño. Sancho por su parte, ya es humilde, se
encuentra dentro de la gente sencilla y pobre afectada por el mal estructural. Hasta aquí, a
la luz de la espiritualidad se aprecian los rasgos ordenados, ahora se verán algunos
desordenados. San Ignacio de Loyola, también aficionado a los libros de caballería 19,
encontró como el Quijote una manera de seguir su deseo pretendiendo el amor una
doncella. La mística de Ignacio no fue la pacífica contemplación -ni de los libros de
15
Sacerdote jesuita, doctor en teología, lingüista y 29º superior general de la Orden. Se mencionan sus
escritos de la obra recopilada por Iglesias s.j., I. (1999). Decir… al “Indecible”. Estudios sobre San Ignacio
de Loyola de Peter-Hans Kolvenbach s.j. Edición a cargo de Ignacio Iglesias s.j. Ediciones Sal Terrae.
Cantabria – España.
16
Biblia Pastoral Latinoamericana, Carta de San Pablo, 1 Corintio 1, 18-23.
17
Summarium hispanum de origine et progressu Societatis Iesu, Fonte Narrativa, 1, pág 177, número 44.
18
Mateo 27, 31; Marcos 15, 20; Lucas 20, 63; 23,11.
19
Específicamente los libros de Amadis de Gaula . Rambla s.j., J. (1983). El peregrino. Autobiografía de San
Ignacio de Loyola. Introducción, notas y comentario por Josep María Rambla Blanch, sj. Ediciones Sal
Terrae. Cantabria – España.
caballería ni del Evangelio-, era hombre de acción, de hechos en la realidad; pero si
embriagado de deseo al inicio. La locura de la cruz que se plantea no son hazañas
espectaculares de iniciativas, más bien, una inspiración y guía evitando la idolatría de la
propia voluntad o un amor que destruya a la propia persona y al otro, amigo -Sancho- o
enemigo; algunos ilusorios, pero al fin personas, como: los mercaderes, los frailes, entre
otros-.
Esta dualidad Quijote-Sancho encarna al Homo Viator. “El hombre camina simbólicamente
–aplica también decir: imaginando- en esta búsqueda de perfección o, cuando menos, de
desasimiento respecto al mundo, concebido como un simple tránsito, para la morada
definitiva del cielo20” (García, 1994). Como caminantes de estos dos planos de la
existencia, las motivaciones necesitan ser purificadas. El Quijote necesitaba impregnar al
mundo, y no sólo a Dulcinea- aquel deseo de amor que llevaba dentro, y Sancho, por su
parte, necesitaba dejarse impregnar por la realidad que lo amaba. Se recuerda es un hombre
casado con Teresa Panza con una hija llamada Sanchina, nombrada en el Capítulo VII. En
Sancho, quizás, esto se comprueba más rápidamente. Se da en él una confianza emanada:
“gana la ínsula, y la pierde, desengañado, y continúa sin embargo al lado del don Quijote.
Hermano del Quijote por la ilusión, Sancho lo sigue en el camino de perfección -ya no de la
ambición de poder y dinero- hasta la muerte: la muerte de la ilusión, que es la cordura” (de
Maradiaga, 1926). Pero el Quijote necesitaba menos -siguiendo la línea descendente-. Se
pregunta y responde Borges21 adentrándose en Cervantes:
“¿Qué inventaré para que Alonso Quijano recobre la razón y deje de ser don Quijote
y vuelva a ser Alonso Quijano? ¿Qué artificio urdiré para curar a aquel a quien no
curaron los azotes, las desventuras y, lo que es peor, las carcajadas del prójimo?
Cervantes, sin duda, pudo haber inventado un episodio singular, pero recurrió en
buena hora a algo más convincente y más misterioso: al oscuro proceso del sueño.
¿Qué nos pasa al dormir?, ¿de qué mundo desconocido regresamos al despertar?
Cervantes recurre simplemente a un largo sueño, a un largo sueño en el que ocurrirá
la salvación buscada (1947).”

Un comentario personal.
Hubo un tiempo en mi vida que fui apodado bajo el seudónimo de “el loco”. Parece tonto.
Todo comenzó cuando me mudé en el año 2006 a Ciudad del Este, llegué a la casa de un
amigo y este me dice: mira tenés cara de loco. Acertó sin conocerme, quizás por osmosis.
Soy una persona sanguínea y pasional. A veces aún me pierdo en la locura, hasta ahora me
suelen llamar así. Hoy esto tiene sentido en un pedido que Ignacio nos hacer rezar en el
Tercer Grado de Humildad de los Ejercicios Espirituales. Dice así, en castellano de la
época:

20
García de Cortazar, J.A. (1994). El hombre medieval como “Homo Viator”: peregrino y viajero.
Recuperado de: https://www.vallenajerilla.com/berceo/santiago/homoviator.htm
21
Borges, J.L. (1947). Textos recobrados (1956-1986). Ediciones Sudamericanas. Argentina.
[167] 3ª humildad. La 3ª es humildad perfectíssima, es a saber, quando incluyendo la
primera y segunda, siendo igual alabanza y gloria de la divina majestad, por imitar y
parescer más actualmente a Christo nuestro Señor, quiero y elijo más pobreza con Christo
pobre que riqueza, oprobrios con Christo lleno dellos que honores, y desear más de ser
estimado por vano y loco por Christo que primero fue tenido por tal, que por sabio ni
prudente en este mundo.
Me gustaría ponerme en la piel del Quijote antes de morir, rodeado de amigos, en aquel
momento dónde se despierta y dice con gran voz: “Bendito sea el poderoso Dios, que tanto
bien me ha hecho. En fin, sus misericordias no tienen límites, ni las abrevian ni impiden los
pecados de los hombres”. Y así terminar este trabajo con una oración y aceptando la
hipótesis: existe el orden de la locura. Si, el Quijote fue salvado por el Misterio.
Pido perdón a Vuestra Merced por el daño hecho a las personas, son muchas.
Intenté Fermoso Señor, en Toboso, amar a Dulcinea.
Luchando contra otros, luchaba frente a Vos.
Te doy gracias por la vida, las aventuras y las locuras.
Por los amigos, especialmente Sancho, y por Rocinante.
Gracias por encontrarme Señor, en un sueño.
Vale.
Bibliografía.
Borges, J.L. (1947). Textos recobrados (1956-1986). Ediciones Sudamericanas. Argentina.

Biblia Latinoamericana edición pastoral (2005). Ediciones San Pablo. Argentina.

De Cervantes Saavedra, M. (1605). El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.


Recuperado de Cervantes Virutal: https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/el-
ingenioso-hidalgo-don-quijote-de-la-mancha-6/html/.

De Madariaga, S. (1926). Guía del Lector del Quijote. Ensayo psicológico sobre el Quijote.

Editorial Sudamericana. Buenos Aires – Argentina.

De Riquer, M. (1969). Aproximación al Quijote. Salvat Editores. Navarra – España.

Domínguez Morano s.j., C (1996). Psicodinámicas de los Ejercicios Espirituales.


Ediciones Sal Terrae. Cantabria – España.

Fernández-Martos, J. (1996). Psicología y ejercicios ignacianos, Volumen I, Edición a


cargo de Carlos Alemany y José García Monge. Ediciones Sal Terrae. Cantabria –
España.
Summarium hispanum de origine et progressu Societatis Iesu, Fonte Narrativa, 1, pág 177.

García de Cortazar, J.A. (1994). El hombre medieval como “Homo Viator”: peregrino y
viajero. Recuperado de: https://www.vallenajerilla.com/berceo/santiago/homoviator.htm.

Grupo de espiritualidad ignaciana. Diccionario de Espiritualidad Ignaciana (2007). Voz


Orden/Desorden. Editorial Mensajero Madrid – España.

Gutiérrez, F.E. (1954). El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha. Principales y más
entretenidas aventuras. Editorial Kapelusz. Buenos Aires – Argentina.

Iglesias s.j., I. (1999). Decir… al “Indecible”. Estudios sobre San Ignacio de Loyola de
Peter-Hans Kolvenbach s.j. Edición a cargo de Ignacio Iglesias s.j. Ediciones Sal
Terrae.

Lacruz, J., Hidalgo, D. (2012). Teoría de la Locura. La movilidad de las nociones de


cordura y locura a partir de Winnicott. Recuperado de:
http://elgestoespontaneo.com/html/articulos/TeoriadelaLocura.html#:~:text=La
%20palabra%20locura%20abarca%20un,(la%20psicosis%20stricto%20sensu).

Rambla s.j., J. (1983). El peregrino. Autobiografía de San Ignacio de Loyola. Introducción,


notas y comentario por Josep María Rambla Blanch, sj. Ediciones Sal Terrae.

Papa Francisco (2013). Lumen Fidei. Encíclica papal.

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