Tres aspectos que ayudaron a mi formación.

La formación del mundo interior, a través de la sensibilidad, resulta cercano.

Lo presenta de manera lógica, sucesiva, lineal.
Al servicio: el discurso de los argumentos expresados es claro y con matizaciones en el
Evangelio. Su redacción de Cencini me pone en vínculo con Dios y los otros, en discernimiento,
hace conexión constante entre interior-exterior, personal-comunitario, deseo-realidad,
pasado-presente.
Va colocando pautas para nombrar y verificar mi camino interior y así ayudarme a descubrir
por donde voy caminando.

Cómo los vivo durante la formación.

En el capítulo 5 - Los sentimientos, el calor de la vida; Cencini habla de dejarse provocar por
la realidad en el subtítulo 4 - Formación de los sentimientos, aquí utiliza tres palabras que me
ayudaron: identidad, orientación y discernimiento.

Identidad. La gestión de los sentimientos (subtítulo 3): me mostró de dónde vienen, me ayudó
a ser más benevolente conmigo y mi historia de vida. Hay cosas que para mí son medibles,
cuantificables, ponderadas, sumadas… no solo cosas, muchas cosas; y ver la vida desde lo
bello, lo único y lo verdadero me entrega otro modo de vincularme, uno más tranquilo y
sereno.

Orientación. Hay veces que mi deseo no está correctamente orientado, estoy lo fui viendo en
mi vinculación con la realidad, propiamente en el tiempo, ir más tranquilo me da más
confianza. Me permite relacionarme atentamente con los compañeros, conmigo, con la
Compañía y Jesús

Discernimiento. Si bien no está explícitamente formulado, me coloca en esta sintonía. Los

encuentros que voy teniendo a partir de esta tranquilidad y confianza me enseñaron una
«expresión sensible de mi mundo interior e identidad» (en palabras de Cencini), en tres
aspectos: 1. No me siento juzgado.
2. Puedo hablar con otros lo que me sucede dentro, soy capaz de dar nombre a las
experiencias internas.
3. Últimamente que me expresen como se sienten en diferentes ámbitos, me pone en una
experiencia más pasiva, de escucha.

Esto para recibir y lanzar mejor.

Sugerencias – La emoción traducida en acción.

Me gustó el subtítulo 1 del apartado que me toca presentar para presentar algunas
sugerencias que ayudarían a expresar mi mundo interior.
Comunidad del Noviciado: me gustaría acercarme más a Rafa y Héctor desde lo formativo.
He generado (o intentado) al menos generar acercamientos con Rafa: me he confesado con
él, algunas conversas por las noches, en la cena; si bien Héctor recién llegó a la comunidad
veo que los compañeros de San Ignacio y los que van a la Fazenda comparten instancias con
él, también aquí podría pesar esta percepción del tiempo que tengo, que me pone ansioso;
mis paradigmas están cambiando (lo bello-único-verdadero) y me piden espacio (interior).
Viernes de Binas: lo que realmente buscó aquí es escuchar; la misa me regala estos
momentos y buscó más: los domingos están teniendo este condimento. Pienso en algo más
pautado, como las binas.
Discernimiento acompañado con el maestro: me ayuda a verificar lo que voy viviendo en las
entrevistas como en las clases que él las dicta, pienso en esta linealidad de Cencini y me
gustaría más tenerlos en las clases, que a veces son cortadas.

Lo principal está, yo percibo fluidez, espontaneidad y pautas específicas en mi proceso. Lo

que sugiero podría sumar, pero lo determinante está. No veo mi proceso interno y formativo
una tiranización de sentimientos, racionalización o acciones.