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3. Secreciones vaginales
Secreciones normales: Las secreciones mucosas transparentes que se observan en cantidades
relativamente copiosas durante el final del proestro y estro se consideran generalmente
como uno de los signos físicos manifiestos del estro. Pueden observarse bajo la forma de
costras o películas brillantes en la cola o muslos del animal.
En vacas parturientas se observan secreciones rojo-grisáceas conocidas como loquios,
constituidas por elementos sanguíneos y restos de endometrio; La cantidad de estas
secreciones alcanza su máximo durante la segunda semana y persiste hasta el final de la
tercera del periodo posparto.
Puede haber una secreción grisácea libre de pus en ciertas vacas con ovarios quísticos La
mayoría de estos animales, especialmente si son hiperestruales, muestran continua
secreción mucosa transparente en pocas cantidades.
Cuando está indicado, puede practicarse el examen minucioso del orificio externo del cérvix,
mucosa vaginal y vestibular, y divertículo suburetral con vaginoscopio o espejo vaginal.
La mucosa normal aparece de color rosado y húmeda, En la vaca no se observan cambios que
señalen ciertas etapas del ciclo estrual y gestación, como se observan en la yegua.
Durante el estro se observa discreta congestión de la mucosa del tracto genital externo, pero
no es muy marcada y constante para considerarla como característica.
EXAMEN RECTAL
El examen rectal representa uno de los métodos más prácticos para la evaluación clínica y la
valoración de las alteraciones de los órganos genitales de las vacas en edad reproductiva, así
como para el diagnóstico precoz de gestación. El examen debe hacerse con calma, delicadeza y
evitando ejercer demasiada presión sobre el recto y las estructuras útero-ováricas, sobre todo
cuando el animal presente ondas peristálticas. Esta técnica tiene que efectuarse de manera
metódica tomando como base ciertas estructuras anatómicas y las medidas de seguridad
pertinentes, para no poner en peligro la integridad física del operador, sobre todo cuando se
trate de animales nerviosos o que se les maneje poco.
Equipo necesario
La persona que lleve a cabo la palpación debe contar con el equipo necesario, el cual consiste
en un guante protector y ropa apropiada (overol, delantal y botas); El guante deberá lubricarse
para poder facilitar la introducción de la mano por el recto y evitar así que éste se irrite. Es
posible utilizar como lubricante vaselina sólida, glicerina, lubricantes comerciales o simplemente
agua con jabón neutro.
No debe olvidarse que en el examen rectal se manejan tejidos vivos que pueden lesionarse
fácilmente. El trauma rectal, independientemente del grado de severidad, se manifiesta por
presencia de sangre en mangas o guantes y salida de la misma en las heces fecales por la lesión
accidental, seguida de hemorragia. Las causas de traumatismo rectal son las siguientes:
• Aplicar mucha fuerza en las manipulaciones,
Técnica
Se introduce la mano por el ano, uniendo las puntas de los dedos tratando de disminuir al
máximo el diámetro del puño y realizando movimientos semirotatorios. Una vez introducida la
mano, se busca el piso de la pelvis deslizando suavemente la mano e introduciendo el antebrazo,
buscando localizar el cérvix. Una vez localizado el cérvix este servirá como punto de referencia
para la todo el examen rectal, ya que su ubicación nos permite la identificación de otras
estructuras del aparato reproductor femenino.
Puntos de referencia
La situación del cérvix representa el primer paso en el examen del útero, la posición del cérvix
proporciona valiosa información para vías de acceso posteriores, En primer lugar, el cérvix se
localiza colocando el brazo lo bastante para palpar la cavidad pélvica. Con los dedos ligeramente
encorvados se desliza la mano a lo largo de una de las paredes de la cavidad pélvica hasta el
piso y se repite la maniobra del lado contrario, el cérvix se reconoce como una estructura firme,
cilíndrica, un tanto nodular, que se encuentra en la línea media del piso pélvico. Después de
determinar la situación, se debe continuar con el examen para determinar forma, tamaño y
posición.
Tamaño
El tamaño del cérvix varía con la edad, etapa del ciclo reproductor y presencia o ausencia de
anormalidades, En IR la mayoría de las vacas adultas no gestantes, el cuello es de 7 a IO cm.
de longitud. El diámetro del extremo posterior varía de 3 a 4 cm, Dirigiéndose hacia el cuerpo
del útero, el diámetro se adelgaza un poco. El cérvix de terneras, no distendido por los partos,
es pequeño, la presencia de cuello grande en una ternera multípara no embarazada sugiere
aborto anterior, la edad avanzada y el número de partos dejan un cuello de gran tamaño; a
menudo, el crecimiento se hace más notable en el extremo posterior de la estructura,
Las variaciones de tamaño debido a procesos patológicos se acompañan casi siempre de cambios
de forma y consistencia. Son la excepción los animales con síndrome "Freemartin" y ciertos
casos de enfermedad de terneras blancas. En "Freemartins" la primera impresión es la ausencia
completa del cérvix* en su posición normal. Un examen más completo revela la presencia de un
conducto tabicado delgado y estrecho, El cérvix falta completamente en ciertos casos de
enfermedad de terneras blancas.
Forma
Posición
En la mayoría de las vacas normales, no gestantes de razas lechera y carniceras casi todo el
cérvix se localiza en la cavidad pélvica. En la mayor parte de las vacas Guernsey y Shorthorn,
el cérvix es predominantemente abdominal y se encuentra en la línea media. En vista de que el
cérvix se localiza detrás de la vejiga, cuando ésta se llena puede desplazar al cérvix.
Condiciones fisiológicas y patológicas relacionadas con la posición y movilidad del cérvix
Cérvix predominantemente pélvico y móvil Cérvix abdominal y fijo
EXAMEN DE LA GESTACIÓN
Esta técnica es la más práctica y puede ser aplicada con alta precisión por los veterinarios, a
partir del día 35 posinseminación, etapa de gestación en la cual se debe identificar la vesícula
amniótica o el deslizamiento de la membrana coriolantoidea.
Conforme la gestación avanza se encuentran otros signos positivos; así después del día 65
posinseminación es posible palpar al feto y tras el día 75 ya se perciben los placentomas. A
partir del día 60 se puede estimar la edad de la gestación basándose en el tamaño del feto.
Cabe señalar que en ningún caso se debe dar un diagnóstico positivo si no se ha identificado al
menos uno de los siguientes signos positivos de gestación:
1. Aumento de tamaño del cuerno gestante (asimetría marcada)
El aumento de tamaño del útero, particularmente del cuerno grávido, produce
asimetría de los cuernos uterinos.
2. Fluctuación de líquidos en el interior del cuerno
El aumento del tamaño del cuerno se asocia a producción y de líquidos fetales. A la
palpación, la presencia de líquidos da una sensación de fluctuación. La distensión del
útero se acompaña de adelgazamiento de Ia pared uterina, lo cual no es aparente en
gestaciones iniciales, en que aumenta el tono de la pared.
3. Posición del útero
Existe un cambio de posición del útero debido a que el peso del órgano aumenta
gradualmente. El primer cambio de posición que se observa es desplazamiento, con
frecuencia hacia un lado de la gran curvatura del cuerno. A esto sigue inmediatamente
un desplazamiento ventral que se inicia alrededor de los 75 días de gestación y se
completa aproximadamente en 130 a 140 días. Una vez que el útero llega al piso de
la cavidad abdominal, se observa gran expansión, primero en horizontal y luego
dorsalmente. El ascenso comienza a los 7 o 7½ meses del periodo de gestación. La
palpación rectal del útero durante descenso y ascenso, o sea entre el cuarto y séptimo
mes de gestación, puede ser relativamente difícil, requiriéndose para el diagnóstico una
técnica especial.
4. Deslizamiento de la membrana coriolantoidea.
Las membranas fetales se reconocen clínicamente a la palpación rectal como la
"membrana fetal deslizable".
La membrana que se reconoce por palpación como “membrana fetal deslizable” es la
membrana coriolantoidea, se percibe como una estructura diferente que recubre la
cavidad de los cuernos uterinos. La membrana fetal deslizable se descubre por
compresión del cuerno grávido dejándolo resbalar entre los dedos. El pliegue de la
membrana coriolantoidea se desliza completamente hasta el pliegue superior de la
pared del útero. La presencia del doble pliegue puede palparse desde 30 a 33 días de
la gestación. La percepción de membrana fetal deslizable en este momento se facilita
grandemente si el examen se realiza en la parte más amplia del cuerno, donde la pared
es delgada, rodeándose totalmente el cuerno antes de que el contenido resbale por
los dedos. Los principales vasos sanguíneos alantoideos están contenidos en una banda
de tejido conectivo que recorre en toda longitud del saco coriolantoideo por su parte
ventral. Esta banda aproximadamente 3 a 4 veces más gruesa que el resto de la
membrana, Esta última es extremadamente delgada.
Membranas fetales en la vaca
Se reconocen como formaciones bien limitadas que se palpan a través de la pared del
útero. Son más grandes en zonas cercanas al sitio del pedículo y son pequeñas hacia
la periferia, En la base del cuerno grávido, los placentomas se hacen palpables en
gestaciones de casi 65 a 70 días. La forma y tamaño en esta etapa es la de un
chícharo, El tamaño de los placentomas aumenta a medida que progresa la gestación.
• Piometra e hidrómetra.
Momificación fetal
Al comenzar el proceso de momificación, los hallazgos del examen se parecen mucho a los
encontrados en la reabsorción fetal. Cuando el proceso termina, se caracteriza por la presencia
de una masa sólida en el cuerno del útero, el cual está rodeado íntimamente por la pared
uterina. Existe ausencia total de líquidos fetales y no se descubren placentomas, La arteria
uterina media puede estar hipertrofiada especialmente cuando se presentan momias grandes. El
tamaño' de las momias fetales puede variar de una masa indiferenciada de unos cuantos
centímetros de diámetro a una estructura que semeja el tamaño del feto bovino de 4 a 5
meses. Para diagnosticar positivamente momias grandes se necesita que el útero rebase el barde
pélvico por elevación del piso abdominal.
Puede observarse la momificación en un mismo animal durante varias gestaciones. También puede
diagnosticarse simultáneamente en más de un animal de la vacada. Esto indica predisposición
hereditaria.
Maceración fetal
Este fenómeno, al igual que la momificación fetal que se observa primariamente en animales
que no han parido en la fecha calculada, es resultado de maceración intrauterina del feto
muerto. La reabsorción de líquido es insignificante y la oclusión parcial del canal cervical,
combinada con atonía de la pared uterina, provoca retención del contenido de la cavidad del
útero; La maceración fetal se caracteriza clínicamente por palpación de partes óseas del feto
flotando libremente en un útero muy distendido por líquidos. Las membranas fetales y
placentomas no son palpables. EL masaje del útero durante el examen puede provocar expulsión,
por vulva, de material fétido que contiene fragmentos de huesos y cartílagos, En raras ocasiones,
el líquido se reabsorbe o elimina completamente dejando fragmentos óseos incluidos en un cuerno
uterino relativamente normal.
Los quistes pueden presentarse en un ovario o en los dos, siendo estos últimos más difíciles
de curar.
La clasificación más usada es:
• Quistes foliculares: con paredes delgadas y llenos de líquido (ninfomanía)
• Quistes luteínicos: pared luteinizada y líquido en su interior (anestro)
La creencia más aceptada es que los quistes se producen a consecuencia de una disfunción del
eje hipotálamo-hipófisis-ovario. También hay que tener en cuenta que una parte de las vacas
afectadas se puede recuperar espontáneamente, aunque normalmente es necesario un
tratamiento con GnRH, progesterona o hCG a menudo combinados con PG F2 alfa.
Folículo persistente
Es otra situación causante de anestro en el posparto, es este caso, el tamaño del folículo no
es excesivo, generalmente, entre 0.8 a 1.5 cm, y nunca llega al límite de 2.5 cm, sin embargo,
el folículo continuo con un periodo de tiempo largo sin ovular, la forma de diagnosticarlo, es
realizando una serie de palpaciones en el ovario, y es característica la ausencia de cuerpo lúteo.
Bibliografía
1. Zemjanis, R. Reproducción Animal. Diagnóstico y técnicas terapéuticas. Editorial Limusa
México, 1975.
2. Ramírez, J. J. A. Manual de propedéutica clínica veterinaria. Tesis de licenciatura. FESC
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(Manejo reproductivo en bovinos lecheros) Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.
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