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UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA

FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA

DIAGNÓSTICO DE GESTACIÓN

EN BOVINOS

Bucaramanga noviembre de 2016


DIAGNÓSTICO DE GESTACIÓN EN BOVINOS

Autores:

Compilador:
INTRODUCCIÓN

Este libro es fruto del esfuerzo realizado por docentes de las cátedras de
reproducción y algunos profesionales de campo de diferentes regiones de Colombia
(Santanderes, sur de Bolívar y Cesar, Tolima, Nariño, Llanos Orientales y
Magdalena Medio) reunidos con la firme intención de unificar criterios y ofrecer una
herramienta útil para los estudiantes y profesionales en un país que está regresando
al campo.

De igual manera se considera que la palpación rectal permite identificar preñeces


sin tener riesgo para la salud del feto a partir de los 40 días de gestación
considerándose por tanto como una herramienta práctica y eficaz, aunque con el
auge de la ecografía pueden realizarse detecciones más tempranas e incluso sexar
el feto, de igual manera pueden realizarse detecciones tempranas, en caso
necesario, a través de la detección de niveles de hormonas en sangre, leche u otros
fluidos corporales.
1. CAPÍTULO 1. DIAGNÓSTICO DE GESTACIÓN POR
PALPACIÓN RECTAL

QUINTERO A.D. Médico veterinario, Esp Reproducción bovina.

MOGOLLÓN –WALTERO E.M Médico Veterinario. Esp., MSc, PhD Ciencia


Animal.

1.1. INTRODUCCIÓN

La palpación del tracto reproductivo es el enfoque más común para el diagnóstico


de gestación, cuando se compara con las mediciones hormonales o la
ultrasonografía. En el manejo reproductivo de ganado, es ideal que las novillas
inicien su parición a los 24 y 33 meses de edad en animales de leche y carne
respectivamente, y que los días abiertos no pasen más allá de 100; si se espera
tener un ternero /vaca / año; para cumplir con estos objetivos, el veterinario debe
examinar las vacas que no han sido observadas en celo después de la
inseminación, para confirmar la ausencia de preñez o la presencia de alguna
patología del tracto reproductivo (HANZEN et al., 2000).

Fuente: Guerrero y Col. Modelo Anatómico Inanimado Bovino (MANBO) 2010


1.2. EXAMEN PREVIO.

El examen del aparato reproductor debe ser antecedido por la inspección visual del
animal debido a que puede haber signos clínicos que sirven de apoyo para el
diagnóstico. Siempre se recomienda a los estudiantes no introducir la mano en el
recto del animal hasta no haberse cerciorado de 3 cosas básicas:

a. Condición corporal (juzgada de 1 a 5 o de 0 a 9 según se trate de animales


para explotaciones lecheras o tipo carne respectivamente), una hembra con
condición corporal baja estará probablemente en déficit energético proteico y sus
posibilidades de estar preñada serán bajas, pero igualmente una hembra con
condición corporal muy alta estará excesivamente engrasada y tampoco será apta
para la preñez. La condición corporal ideal para preñar una hembra bovina debe
estar cercana al punto medio de la escala de medición.

, de la última falange de dicho dedo y del pulgar además de la longitud de la palma


de su mano visto que esas medidas le servirán para determinar a su vez las medidas
de las estructuras del tracto reproductivo de la hembra.

1.3. PALPACIÓN RECTAL.

Las mangas o guantes de palpación rectal deben recubrir todo el brazo del
practicante del examen, debido a que algunas enfermedades zoonóticas pueden
ser transmitidas aún en los casos en que la persona no tenga heridas evidentes en
la piel. Las mangas siempre deben ser nuevas para cada animal pues de lo contrario
pueden convertirse en foco de transmisión de enfermedades infecciosas.

hasta encontrar el cierre de éste, el cual es originado por el primer movimiento


peristáltico. Ésta remoción causa en ocasiones la aspiración de aire dentro del recto
(neumorecto), provocando la distensión del órgano, para lo que se recomienda ir lo
Fuente: Guerrero y Col. Modelo Anatómico Inanimado Bovino (MANBO) 2010.
Fotógrafo: Orozco, Gloria.

Después de realizado un primer recorrido se procede a identificar estructuras fijas


dentro de la cavidad que permitirán la rápida ubicación del tocólogo sobre el tracto
reproductivo.

Las estructuras fijas que sirven como guía son: la sínfisis del hueso pubis que
aparece como una prominencia a lo largo del piso de la cavidad, el borde anterior
del mismo hueso que demarca la finalización de la cavidad y los bordes laterales
que trazan una línea imaginaria inclinada aproximadamente desde los iliones hasta
el borde anterior del pubis. En el techo de la cavidad pueden sentirse las porciones
ventrales de las vértebras sacras y algunas coccígeas al igual que vasos
sanguíneos como la arteria uterina media que más adelante será retomada al hablar
de los signos patognomónicos de la gestación.
Fuente: Guerrero y Col. Modelo Anatómico Inanimado Bovino (MANBO) 2010.
Fotógrafo: Orozco, Gloria.

Una vez reconocida la cavidad se recomienda comenzar a hacer, de caudal hacia


craneal recorridos circulares en los que nunca se deje de hacer contacto con el
techo, paredes laterales y piso de la cavidad, pues en la medida en que se avanza
en dichos recorridos necesariamente terminaran apareciendo las estructuras
correspondientes al tracto reproductivo de la hembra.

1.4. LOCALIZACIÓN Y RETRACCIÓN DEL CÉRVIX

Existen distintos tipos de cérvix, en cuanto a su tamaño, forma, consistencia y


diámetro, esto va de acuerdo con la etapa fisiológica en que se encuentre el animal,
la edad, el número de partos, su historial médico y raza entre otras.

Una vez localizado el cérvix, este servirá como punto de referencia para todo el
examen; su ubicación permite la identificación de otras estructuras del aparato
reproductor, se puede manipular suavemente de lado a lado de la cavidad pelviana
e incluso retraerlo con el fin de localizar los otros órganos (ZEMJANIS, 1977).

El cérvix de vacas que no están gestantes y que no presentan alteraciones


patológicas, se encuentra ubicado normalmente en la cavidad pélvica, cualquier
alteración en esta ubicación llevara al tocólogo a pensar que hay algún contenido
en el útero que al hacer peso obliga al cérvix a desplazarse hacia adelante
ubicándose más cerca del borde anterior del pubis. Ver figura 4.
Figura 4. Ubicación de la mano en el cérvix uterino, en el Modelo Anatómico
Inanimado Bovino (MANBO) de Guerrero y Col.

Fuente: Guerrero y Col. Modelo Anatómico Inanimado Bovino (MANBO) 2010.


Fotógrafo: Orozco, Gloria.

La evaluación de la capacidad de retraer el cérvix tirando de él hacia atrás debe


hacerse observando si después de tirar de él y soltarlo se queda en el mismo sitio
o si se mueve hacia adelante demostrando que hay contenido uterino (hidrómetra,
piómetra, mucómetra o preñez) o adherencia de alguna porción del tracto. En
ningún caso se debe asumir que solo con la evaluación de la retracción se puede
diagnosticar que el animal esta preñado.

En general las hembras bovinas con 90 o más días de gestación, comienzan a


presentar retracción negativa del cérvix, o sea, que no se deja retraer o al tirar de él
y soltarlo regresa hacia craneal; este fenómeno puede presentarse también en caso
de colecciones uterinas, tumoraciones uterinas, momificaciones y maceraciones
fetales y adherencias o anexitis del tracto.

El útero de vacas con más de dos semanas posparto debe ser retraíble, si la
involución progresa normalmente. (AVILA y CRUZ, 2011).
1.5. EXAMEN DEL ÚTERO

En la especie bovina el útero ofrece cuatro datos o características básicas, además


de la ya mencionada retracción de su cérvix, que son fácilmente evaluables para el
tocólogo, son ellas: Abarcamiento, fluctuación, simetría de los cuernos y tono. Estas
características son afectadas en cada ciclo por los cambios histológicos en
respuesta a cambios en la expresión génica de las células generadas por
modificaciones hormonales, es decir que los tejidos uterinos van mudando según lo
hacen las hormonas circulantes (FORDE, et al., 2009; FORDE, et al., 2011).

1.5.1. Abarcamiento uterino.

La evaluación del útero requiere de la previa retracción del cérvix, se recomienda


una vez hecha la retracción llevar rápidamente la mano totalmente abierta hacia
adelante para realizar un barrido de todo el piso de la cavidad, lo que permite evaluar
la “abarcabilidad o abarcamiento uterino”, es decir la descripción de si el tocólogo
consigue abrazar en su totalidad el útero o no, dicha abarcabilidad se describe en
términos de positiva o negativa a fin de evitar hacer mediciones del tamaño uterino
las cuales no se consideran necesarias debido a que pueden variar en cada animal.

Dependiendo del estado de preñez o gravidez o de los mencionados casos en que


puede haber contenido uterino diferente de la gestación, será posible encontrar un
pequeño pliegue que une los dos cuernos denominado ligamento intercornual cuya
fortaleza permite que el tocólogo lo use como asidero para intentar acercar el útero
hacia caudal (Ver figura 5).

1.5.2. Fluctuación uterina

Una vez evaluadas la retracción del cérvix y la abarcabilidad del útero, se realiza la
evaluación del contenido de líquidos, esta característica es llamada fluctuación y
como las anteriormente mencionadas no es patognomónica de preñez debido a que
las colecciones uterinas patológicas también pueden resultar en fluctuación positiva.
Figura 5. Ubicación de la mano en el ligamento intercornual, en el Modelo Anatómico
Inanimado Bovino (MANBO) de Guerrero y Col.

Fuente: Guerrero y Col. Modelo Anatómico Inanimado Bovino (MANBO) 2010.


Fotógrafo: Orozco, Gloria.

La evaluación de la fluctuación se realiza colocando la palma de la mano y los dedos


estirados sobre la curvatura mayor de los cuernos uterinos y dando suaves
palmadas sobre ellos para luego “recibir” respuesta dejando la mano sobre dicho
tejido y sintiendo el movimiento ondulante del líquido si lo hay.

A continuación, el tocólogo deberá proceder a evaluar la simetría de los cuernos, en


general los cuernos solo son perfectamente simétricos en las hembras que no han
tenido ningún contenido uterino, por lo que la simetría en animales que ya han tenido
gestaciones se evalúa con la certeza de que pueden existir pequeñas diferencias
que son consideradas normales, es decir aun así se consideran simétricas.

1.5.3. Asimetría de los cuernos

La asimetría se reporta indicando cual es el cuerno asimétrico, es decir, si es


asimetría derecha o izquierda. Se debe tener en cuenta que en la medida en que
las gestaciones avanzan, el cuerno no gestante será difícil de localizar porque
paulatinamente se coloca por debajo del que contiene la mayor cantidad de
membranas fetales, líquidos y el feto mismo, lo anterior permite al tocólogo la fácil
inferencia de asimetría visto que solo se encuentra uno de los cuernos.

1.5.4. Tono uterino

Finalmente, durante la palpación rectal del útero se debe evaluar el tono,


recordando que esta característica está dada por las dos capas musculares del
tracto reproductivo, colocadas una en círculos y otra en sentido longitudinal las
cuales permiten las contracciones y estiramientos según se requiera.

Para ejemplificar la evaluación del tono puede compararse la tensión muscular


normal, pasiva y continua de la musculatura de la cara de un bebe con la de un
adulto y con la flacidez de los mismos músculos en personas ancianas.

El tocólogo debe interpretar que la positividad del tono en los cuernos de un útero
vacío, en cuyo caso suelen encontrarse recogidos concéntricamente como cuernos
de carnero, corresponde a la tensión generada por estrógenos (producidos en los
folículos), en tanto que la flacidez suele coincidir con la presencia de progesterona
(producida en el cuerpo lúteo) y por tanto deberá cotejar esta información con los
hallazgos de los ovarios.

En caso de gestación las cinco características básicas tendrán el siguiente


comportamiento:

Retracción cérvix Negativo (-) Después del día 60 de gestación

Abarcamiento útero Negativo (-) Después del día 90 de gestación

Fluctuación útero Positiva (+) Detectable desde primer mes

Asimetría cuernos (Izq) o (Der) Describir el lado de mayor tamaño

Tono cuernos Negativo (-) Correspondiente a la progesteronemia


1.5.5. Signos patognomónicos de gestación

Durante las diferentes etapas de la gestación el profesional debe estar en capacidad


de determinar si los animales están gestantes, pero esta actividad se hace
particularmente importante en el primer trimestre de gestación debido a que es en
estos meses en donde los productores requieren saber cuáles hembras pueden ser
separadas para el lote de animales preñados y cuales deben continuar en el lote de
toro o de inseminación artificial.

Sobra decir que animales que no están preñados constituyen un aumento en los
gastos de funcionamiento de cualquier empresa pecuaria y que el tocólogo por
tanto, tiene la responsabilidad de recomendar cuales animales deben salir de la
explotación por no cumplir con los intervalos entre partos y días abiertos adecuados.

Dentro del examen de gestación existen cuatro signos clínicos que son
considerados patognomónicos de este evento fisiológico y un signo que opcional
que se refiere a la arteria uterina media:

a. Presencia de vesícula amniótica que puede sentirse al tacto como una


pequeñísima bolsa esférica con líquido que está dentro de una bolsa mayor
igualmente llena de líquidos que obviamente ofrece resultado positivo a la prueba
de fluctuación (perceptible aproximadamente desde los 28 y hasta los 60 días de
gestación).

b. Presencia de doble membrana, o deslizamiento de membranas, que se


realiza haciendo un suave pellizco sobre la superficie de la curvatura mayor del
cuerno asimétrico, similar al desplazamiento entre los dedos de dos pliegues de
cortina pudiendo notar, al tensionar levemente, que se suelta primero un pliegue y
el otro continua entre los dedos (perceptible a partir del primer mes (SCHROEDER,
1999)).

c. Presencia de placentomas (uniones carúncula-cotiledón) que en las primeras


etapas se perciben como pequeños botones sobre la superficie del cuerno grávido
(se pueden palpar a partir de los 70 días y su diámetro aumenta hasta el término de
gestación).

d. Presencia de feto (palpable de los 60 días hasta el término de gestación)


(SCHROEDER, 1999; AVILA y CRUZ, 2011)

e. Detección de aumento en el diámetro de la arteria uterina media ipsilateral al


cuerno asimétrico (debe examinarse en el sitio donde se bifurcan dichas arterias
para poder comparar sus diámetros) y presencia de frémitos de dicha arteria,
aunque se debe aclarar que este signo representa sin duda que hay gestación, pero
en algunos animales aun estando gestantes no es muy evidente.

Algunos de estos signos pueden detectarse antes de los 40 días de gestación, pero
se recomienda no realizar examen tocológico antes de este día a no ser que se
ignore la fecha de monta o de inseminación.

La mayoría de las anormalidades que se presentan en la gestación se pueden


detectar mediante palpación rectal, tomando en cuenta que si la muerte del feto
ocurre antes del día 42 de gestación (muerte embrionaria), el feto y las membranas
fetales serán reabsorbidas. Aquellas muertes prenatales después del día 42 de
gestación pueden resultar en abortos que no son observados por el personal
encargado y en un retorno al estro, sin embargo, cuando se observa el producto,
las momificaciones y en casos de maceración fetal se diagnostican condiciones
hidrópicas mediante palpación rectal (ZEMJANIS, 1977; AVILA y CRUZ, 2011).

Cuando se ha diagnosticado que el animal no está gestante se debe palpar el útero


para identificar si existe tono muscular, edema, fluidos en los cuernos uterinos, así
como adelgazamiento de las paredes o engrosamiento, además de, identificar la
presencia de abscesos y otras alteraciones patológicas (AVILA y CRUZ 2011).

A continuación, se presentan los eventos cronológicos más relevantes de la


gestación de una hembra bovina, hacemos énfasis en que estos datos
corresponden principalmente a animales cebuinos y sus cruces para doble
propósito porque consideramos que los ganados europeos pueden tener marcadas
diferencias principalmente en tamaño:

30 días

• Ausencia de celo.

• Retracción del cérvix positiva (continua en cavidad pelviana)

• Vesícula amniótica esférica 2-3cms.

• Deslizamiento de membranas positivo

• Leve asimetría del cuerno grávido

45 días

• Ausencia de celo.

• Presencia de vesícula amniótica.

• Deslizamiento de membranas positivo

• Asimetría del cuerno grávido

• Fluctuación positiva

• El cuerno gestante gira cerca de 180 grados sobre su eje, colocándose sobre
el no grávido.

60 días

• El feto se palpa fácilmente (10-12cm).

• Diámetro de los placentomas 0.5 a 1,0 cm.

• El útero completo está en cavidad pelviana.

• Aumento del diámetro de la arteria uterina ipsilateral al cuerno grávido.


90 días

• Tamaño de los placentomas 1.0 a 2.0 cm.

• Curvatura mayor del cuerno grávido a ras con el borde anterior del pubis

• Cérvix no retraíble, por el contrapeso del contenido de la preñez.

• Los cuernos siguen siendo abarcables, puede percibirse el feto como un


cuerpo duro que flota en el líquido.

• Hipertrofia arteria uterina ipsilateral al cuerno grávido.

120 DÍAS

• Empieza el descenso, fondo del cuerno grávido sobre pasa el borde anterior
del pubis

• En ocasiones se percibe el frémito de la arteria uterina.

• Diámetro de los placentomas 2.0 a 3.0 cm.

• El feto mide de 24 a 30 cm de largo

150 DÍAS

• El cérvix no es retraíble y presenta forma aplanada (colocado en tensión


sobre el borde del pubis)

• Útero cae a la cavidad abdominal siendo difícil de encontrar el feto (se logran
palpar algunas estructuras justamente por debajo del borde del pubis, en dirección
a la ubre).

• Arteria uterina con frémito evidente (aprox. 1.0 cm de diámetro)

• Diámetro de los placentomas de 3.0 a 4.0 cm.

180 DÍAS
• El útero está completamente descendido.

• Diámetro de los placentomas de 4.0 a 5.0 cm.

• En ocasiones logra palparse parte de la cabeza del feto.

• Diámetro de la arteria uterina con frémito evidente (aprox. 1.5 cm).

210 DÍAS

• Diámetro de los placentomas de 5.0 a 6.0 cm.

• Diámetro de la arteria uterina 1.5 a 2.0 cm

• El feto comienza el ascenso, permitiendo que se palpe fácilmente y en


ocasiones mostrando movimientos espontáneos.

240 DÍAS

• Diámetro de los placentomas de 6.0 a 7.0 cm.

• Diámetro de la arteria uterina 2.0 a 2.5 cm.

• El feto suele colocar la cabeza sobre el piso de la cavidad pélvica,


generalmente se encuentran con facilidad las extremidades anteriores y la cabeza
impidiendo el paso hacia el resto de la cavidad.

• Movimiento fetal muy fácil de percibir.

270 DÍAS

• Diámetro de los placentomas de 7.0 a 8.0 cm.

• La arteria uterina media mide 2.5cms de diámetro y el frémito se siente


fácilmente en las paredes y techo de la cavidad.

• El feto invade totalmente la cavidad y no se deja empujar hacia atrás con


facilidad, generalmente se palpan las extremidades al entrar al recto.
• Movimiento fetal evidentísimo (SCHOEDER, 1999).

NOTA: Todas las medidas mencionadas anteriormente corresponden a


aproximaciones hechas en la práctica con animales vivos por los autores de este
capítulo y solo en algunos casos a mediciones postmortem, algunas coinciden con
las publicadas por otros autores. Ver figura 6

Figura 6. Morfología uterina según el estado reproductivo. A. Vacía. B. 60 días de


gestación, C. 90 días de gestación, 120 días de gestación en el Modelo Anatómico
Inanimado Bovino (MANBO) de Guerrero y Col.

Fuente: Guerrero y Col. Modelo Anatómico Inanimado Bovino (MANBO) 2010.


Fotógrafo: Orozco, Gloria.

Una vez concluido el examen del útero se debe continuar con la exploración de los
ovarios y las estructuras adyacentes que, aunque no tienen relación directa con la
detección de la preñez deben ser practicadas por los tocólogos toda vez que las
hembras vacías deben ser igualmente diagnosticadas a fin de determinar si pueden
permanecer o no en la explotación.
La palpación de los ovarios ayuda a determinar primeramente si los animales son
cíclicos o no y en ocasiones permite predecir los eventos próximos a ocurrir en el
ciclo estral. Ver figura 7

Figura 7. Examen de los ovarios, en el Modelo Anatómico Inanimado Bovino


(MANBO) de Guerrero y Col.

Fuente: Guerrero y Col. Modelo Anatómico Inanimado Bovino (MANBO) 2010.


Fotógrafo: Orozco, Gloria.

1.6. EXAMEN DE LOS OVARIOS

Los ovarios son estructuras en forma ovalada que pueden ser localizados al final de
los cuernos uterinos, estos están compuestos en su parte interna de tejido
conectivo, vasos sanguíneos y nervios (medula), en su parte externa (corteza) que
consiste en una capa de células cuboides y capas tisulares, recubierta de una capa
densa y fina de tejido conjuntivo, llamada túnica albugínea del ovario, bajo esta capa
se encuentra el parénquima o capa funcional que lo componen los folículos ováricos
compuestos por células de la teca y granulosa (AVILA y CRUZ 2011).

Para la examinación de los ovarios y las estructuras predominantes en ellos es


importante realizar todo el recorrido anteriormente mencionado desde la retracción
del cérvix hasta llegar a los cuernos, al final de estos pueden encontrarse los ovarios
siendo relativamente fácil recorrer los cuernos cuando están bajo acción de la
progesterona debido a que no presentan tono y por tanto la flacidez permite
recorrerlos, mientras que se dificulta un poco más el recorrido cuando el tracto está
bajo la acción de los estrógenos.

Se debe insistir en que no es posible realizar un diagnóstico reproductivo sino se


han palpado los dos ovarios sin excepción. Una vez se logra llegar a alguno de los
dos ovarios el tocólogo suele colocar el ovario entre los dedos índice y medio (dedo
del corazón) para mantenerlo sujeto mientras recorre la superficie del tejido con el
dedo pulgar.

En la superficie de los ovarios, el tocólogo podrá detectar estructuras prominentes


y duras que suelen corresponder a cuerpos lúteos funcionales, o estructuras ovales
y tensas que denotan líquido en su interior las cuales corresponden a los folículos.
De igual forma pueden presentarse otras estructuras derivadas de las anteriores
que el tocólogo experto conseguirá distinguir como: cuerpos hemorrágicos, cuerpos
albicans o blancos, cuerpos cicatriciales y algunas estructuras anormales como
quistes foliculares, quistes lúteos, adherencias y neoplasias. (SCHROEDER, 1999;
UNAM, 2010; AVILA y CRUZ 2011).

1.6.1. Folículos.

A la inspección de los ovarios, los folículos se palpan suaves y fluctuantes (como


una vesícula llena de líquido), sobresaliendo del estroma ovárico. Existen factores
que influyen en el crecimiento folicular y son comunes a los dos ovarios, pero que
pueden afectar significativamente; unos son fisiológicos y otros endocrinos que
influyen indirectamente en la regresión de los folículos subordinados y supresión de
FSH (RUIZ y OLIVERA, 1999). Los folículos miden diez milímetros de diámetro
aproximadamente, con un perímetro de 20 a 25 milímetros justo antes de la
ovulación (SCHROEDER, 1999).

Los folículos que se desarrollan en el mismo ovario en que se encuentra el cuerpo


lúteo del ciclo previo, se palpan con mayor facilidad debido a la talla de este, así
como una mayor protuberancia sobre la superficie del ovario, esto es, sobre la línea
de demarcación entre el CL y el resto del ovario. La palpación de folículos en los
ovarios es de escaso valor en la predicción del estado reproductivo de la vaca, sin
la correspondiente palpación uterina de los cambios que estén también presentes
en este momento. Varios de los folículos desarrollados pueden presentar atresia
durante la fase lútea del ciclo estral y no causan cambios palpables en el útero.

1.6.2. Cuerpo Hemorrágico

Cuando un folículo ovula, el líquido folicular escapa y las paredes se colapsan


formando un área suave con una depresión de aproximadamente 10 milímetros de
diámetro. Esta área es la depresión de ovulación (DOV) y puede ser palpada entre
las 12 y 24 hrs siguientes a la ovulación. La DOV está acompañada por edema
marcado del útero. Durante los siguientes 5 y 6 días, la depresión se llena de sangre,
y las células de la granulosa comienzan a luteinizarse y el CL se desarrolla. Con el
propósito de recordar los cambios en el ovario (ZEMJANIS, 1977; SCHROEDER,
1999; AVILA y CRUZ, 2011).

1.6.3. Cuerpo lúteo (CL)

Antes de hablar del diagnóstico de gestación es importante resaltar la importancia


que tiene el cuerpo lúteo (CL); pues la preñez se mantiene exclusivamente por la
acción de la progesterona secretada por él.

El desarrollo del CL es referido a un cuerpo hemorrágico (CH) donde un desarrollo


completo es referido a un CL. Los cambios en talla y consistencia del CL junto con
los cambios característicos que ocurren en el útero durante el ciclo estral, son la
base para la predicción del estro (ZEMJANIS, 1977; SCHROEDER, 1999; AVILA y
CRUZ, 2011).

Las tallas tienden a ser menor en novillas y mayores en vacas. Los folículos
provocan pequeños cambios en la estructura o talla del ovario. Sin embargo, cuando
existe desarrollo del cuerpo lúteo (CL), se presenta una marcada distorsión de la
estructura y la talla, el estroma ovárico se palpa firme y nodular debido a los cuerpos
albicans y folículos desarrollados.

Las siguientes características ayudan e identificar un CL maduro:

a. Incremento en la talla del ovario (un CL maduro doblará la talla).


b. Distorsión de la apariencia del ovario (los ovarios estáticos tienen la
apariencia de almendras o de fríjol).
c. La corona del CL (no siempre presente)
d. Superficie y consistencia (hepatizado, liso y de consistencia uniforme).
e. Línea de demarcación entre el CL y el resto del ovario (consistencia
del estroma ovárico es firme y nodular (ZEMJANIS 1977).

Los ovarios cuando están desprovistos de estructuras funcionales, tienden a


parecer una almendra. (UNAM, 2010)

1.7. EXAMEN DE OTRAS ESTRUCTURAS

Los oviductos no suelen ser palpados a menos que se esté presentando la


sospecha de que la hembra puede tener alguna patología que impide el paso de los
ovocitos hacia el útero, es decir, hembras que evidencian la presencia de cuerpos
lúteos, pero que a pesar de haber sido montadas o inseminadas múltiples veces no
quedan preñadas. Generalmente los oviductos que presentan alguna patología se
hacen más evidentes y fácilmente palpables pues su diámetro aumenta y la textura
puede presentar endurecimientos de todo el tubo o en algunos sectores que suelen
estar taponados por procesos cicatrízales o patologías que conlleven inflamación
(salpingitis), en ocasiones se puede presentar también agenesia parcial o total del
oviducto.

Referencias

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