GACELA

Literaria
I.E. San Antonio de Padua, Támesis, Antioquia. Junio de 2023-Edición número 1

Editorial

La literatura es fruto de grandes espíritus, acaso los mejores de su época. Sin embargo, para la selección de los escritores de esta Gacela literaria no se tuvo en cuenta sino la humildad
con que se reunieron y propusieron hacer "algo" que los salvaguardara de la inactividad que los conducía soterradamente hacia una sumisión de la que, quizá, resultara imposible
liberarse. Así, ante esa subordinación frente a la monotonía, se vislumbró una luz de esperanza. Un chico del grado décimo y cuatro del grado onceavo, acolitados por dos docentes,
todos de la I.E. San Antonio de Padua, a los que decidió sumarse un estudiante del INEM, de Medellín, decidieron formar su propio círculo literario, al que nombraron el Círculo sin
radio, haciendo gala del objetivo que los convocaba a reunirse. Había que comenzar desde cero, quitad el radio a un círculo y, acto seguido, ¿decidme si veis algo?

Este Círculo no encontró una forma más expedita de ir forjándose a sí mismo que reuniéndose a dialogar en torno a temas literarios que los acongojaban. Y agradecemos a las TIC la
posibilidad de que el estudiante de Medellín se conectara a cada reunión. Muchas fueron las aristas desde las cuales se abordó la conversión de la conversación. Y es un hecho sincero
que no se encontró una mejor manera que definir temas literarios específicos. Este inconveniente, si así lo fuere, evitó que se cayera en eclecticismos que enarbolan como ideales
muchos grupos literarios que se cuecen hogaño en diferentes latitudes. Se prefirió, entonces, reconociendo la bastedad de la literatura, y la poquedad de quienes osaron encarar esta
onerosa tarea de escribir, que por publicación se trabajaran, a lo sumo, dos obras que resonaran aún en el universo de las letras. Un mundo feliz, de Aldous Huxley, y 1984, de George
Orwell, fueron las elegidas.

Los escritores, así como el caricaturista, plasmaron a sus mejores maneras lo que de estas obras los deslumbró. Es posible también que sus escritos los deslumbren a ustedes, estimados
lectores. Si no, los invitamos a que se reúnan a hacer un ejercicio crítico de esto que, con modestia, les compartimos. Reconocemos que una Gacela bien podría terminar engullida por
un guepardo cachorro, pero otras veces es tal su ligereza que las garras del rey león ni siquiera alcanzan a rozarla.

Jorge Andrés Villada Bedoya

Docente I.E. San Antonio de Padua

Hoy somos un mundo feliz ¿Dónde yace la libertad?

1984 retrata una sociedad en la que los ciudadanos están bajo constante vigilancia, y
Vos, yo, todos, los que anhelen descifrar las sinrazones que han modelado nuestras vidas a cualquier acto de rebelión contra el gobierno es severamente castigado. El gobierno,
lo largo de años de inútiles esfuerzos por eludir el orden social preestablecido, intuimos
El Partido, controla todo, incluido el lenguaje, el pensamiento y los
con claridad los impactos certeros y devastadores que la obra de Huxley tiene en la
comportamientos. El mensaje de esta novela resuena en muchas latitudes actuales,
actualidad. ¿Qué es la producción industrial de bebés sino una alegoría de salvajes y
especialmente sobre aquellas que perviven bajo regímenes autoritarios. Una de las
soterradas soluciones ante la explosión demográfica de un mundo carcomido como el de la
que comparte muchas similitudes con 1984 es Corea del Norte. Sin embargo,
primera mitad del siglo XX? Cruento, sí, pero ¿acaso no guarda similitudes nuestro
también las hay con Estados Unidos e Israel.
presente con el que se vive en la obra? Vil destino testigo de la manipulación sistemática
que padecemos desde el nacimiento. Alienación, instrumentalización humana, represión
A menudo se cita a Corea del Norte como ejemplo moderno de una sociedad al estilo
externa y propia, adicciones que nos auxilian cobardemente para enfrentar nuestros
orwelliano. Su gobierno ejerce un control extremo de sus ciudadanos, un régimen
problemas, normalización de la utilidad del otro. Estas premoniciones me conducen a
totalitario que mantiene una vigilancia estricta sobre todos los aspectos de sus vidas.
pensar que todo esto es relatado por un viajero del futuro que, horrorizado, lo supo
Sus pobladores son adoctrinados desde temprano para creer en la ideología del
imprimir para la eternidad. Es sencillamente inviable, e imposible, que Huxley hubiera
régimen, y cualquier disidencia es duramente castigada. Así, el gobierno controla
escrito en su época este profético texto.
los medios de comunicación, incluidos la internet y la televisión, como también
Esta novela es un manual de instrucciones de la cotidianidad que viven muchas mentes
supervisa el resto de comunicaciones. Este nivel de control evita que sus obligados
occidentales, criadas bajo los preceptos del consumo inmediato, el rechazo y reemplazo de
ciudadanos tengan acceso ilimitado a información que podría suscitar desafíos
lo viejo, el surgimiento de la incomodidad con los actos primarios, la susceptibilidad
hacia narrativas gubernamentales. En 1984 El Partido ejerce un control total sobre
deshonesta y excluyente, la histeria por ganar reconocimiento, el conocimiento de mala
todas las formas de comunicación. Su protagonista, Winston Smith, trabaja en el
calidad difundido a la plebe, el elitismo idolatrado, la obliteración de la autenticidad, la
Ministerio de la Verdad, donde manipula registros históricos para luego alinear a los
insensibilización por medio de la normalización, el anhelo de satisfacción. Un lúcido,
ciudadanos con las versiones de los hechos creados por El Partido. También aquí,
patente y postapocalíptico retrato narrativo que advierte del peligroso lado oscuro de la
esta manipulación asegura que los ciudadanos se mantengan al margen de cualquier
contemporaneidad, esculpida en una civilización fundamentada bajo paradojas rebosantes
posibilidad de discrepancia.
de contenido. Material más que satisfactorio para un análisis placentero para quienes se
arriesguen a su revelamiento, una lectura delicada que dejará secuelas durante un
Ahora, si bien Estados Unidos e Israel no figuran como estados totalitarios, al estilo
considerable lapso de tiempo entre la vigilia y el sueño.
norcoreano, algunos hechos generan no pocas inquietudes. En ambos estados existe
una fuerte y creciente implementación de tecnologías de vigilancia. En Estados
Juan Manuel Romero
Unidos la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) supervisa las comunicaciones
Estudiante del grado 11-1
electrónicas, tanto a nivel nacional como internacional, mientras que la agencia de
I.E. San Antonio de Padua
inteligencia de Israel, el Mossad, opera con tácticas equivalentes. Estos métodos de
vigilancia generan preocupaciones alrededor de la privacidad y las libertades
civiles, especialmente porque hay escasa supervisión sobre la utilización de estas
tecnologías sobre la población.

Un tercer ojo
Como es habitual, en mi día a día me ducho antes de partir al colegio. La ventana que da luz
al baño está casi a la altura de mi cabeza. Una persona de mediana altura, deteniéndose a
husmear, con facilidad podría ver todo lo que ocurre en este baño. Eso me vuelve
estúpidamente paranoico, ¿por qué diablos alguien quería ver por ahí? Casualmente el
horario de mi ducha coincide con la hora en la que los trabajadores llegan a la finca para
iniciar su jornada. Le he dicho a mi padre de esa esa ventana, pero él me elude. Es quizás
una manía, pero mi obcecación hacia el asunto de esa ventana me ha imposibilitado actuar
con naturalidad y enfrentar esta situación. Todo el tiempo veo la T.V., y me obsesiono con
programas de índole criminal, me alieno viendo como la policía resuelve muchos
crímenes. Acaso esto es lo que me ha hecho perder el juicio, pero también me ha servido
como aliciente para decidirme a vivir dentro del baño, así seré yo quien los vigile a ellos,
husmeando en sus vidas cada mañana que lleguen a sus trabajos. Dejaré de ser objeto para
ellos y de ahora en adelante seré su vigilante, quien estará al tanto de cada paso que den.
Tomás Sánchez Merino
Estudiante de 11-2
I.E. San Antonio de Padua
Otro parecido entre 1984 y Estados Unidos es el creciente control del gobierno sobre
el idioma. Mientras en 1984 El Partido utiliza la neolengua, un lenguaje diseñado
para limitar el rango de pensamiento eliminando palabras que podrían alentar los
desacuerdos, en Estados Unidos existe una tendencia creciente hacia la corrección
política del lenguaje, por lo que resulta sencillo argumentar que ciertas palabras o
frases sean ofensivas, evitando su pronunciación, y buscando formas correctas
dentro de los neocatálogos propuestos desde la legalidad gubernamental. Esta
tendencia revela, al mismo tiempo, una manipulación del lenguaje, limitando la
libertad de expresión, y un control de las narrativas, diseñadas según lineamientos
predispuestos.
En conclusión, 1984 continúa siendo una advertencia sobre los peligros del
totalitarismo, así como un llamamiento a la importancia de preservar las libertades
individuales. Si bien Corea del Norte es, quizás, un ejemplo obvio de una sociedad
orwelliana, no se debe mirar de soslayo a territorios que propugnan sus ideologías
como garantía de libertades. Estas similitudes son un perfecto recordatorio de que
debemos permanecer atentos para proteger nuestras verdaderas libertades y
garantizar que no terminemos padeciendo una sociedad distópica donde los
derechos individuales sean pisoteados en nombre del bien común, dejando a su
suerte al individuo.

Miguel Ángel Tejada

Estudiante del grado 11-3
I.E. San Antonio de Padua
La policía del pensamiento te vigila La inercia de la felicidad

A través del tiempo los humanos hemos forjado sistemas políticos; un gran porcentaje de
la población mundial ha imaginado teorías de conspiración, unas más descabelladas que
otras, pero en todas subyace un latente protagonista, el gobierno. Una de estas
maquinaciones versa sobre la vigilancia que aquellos nos imponen. Si esto llegara a ser
realidad, no estaríamos al margen de un futuro como el de 1984, en el que un gobierno
autoritario vigila constantemente a las personas.
En la novela, un departamento de policía vigila lo que piensas. Sus agentes son conocidos
como policías del pensamiento, semejantes a la policía de la película Minority report. En
esta, hay unos policías que tienen el trabajo de arrestar a quienes no hayan cometido un
delito, pero tengan la intención de hacerlo. Esto es posible gracias a unos síquicos que
predicen el futuro. Así pues, se entabla la cuestión de sentenciar a personas que aún no han
cometido delito alguno. La similitud entre estos dos departamentos de policía es notoria,
ambos tienen la capacidad de conocer muchas cosas sobre ti solo con el poder de la mente.
Transcurre el año 2984, Arthur le dice a Eduard: - escuchaste bien lo que te acabo de leer,
esto es parte de un artículo de una gaceta literaria publicada por unos chicos de colegio que
tenían un círculo literario, quienes se reunían periódicamente para publicar temas de
interés literario. Y ocurrió en un remoto pueblo de nuestro país, en el año 2023. Imagina
eso, unos jóvenes que prácticamente vaticinaban el futuro, ¿no te parece asombr…-
En la novela distópica 1984 está presente una crítica al gobierno totalitario y sus métodos
invasivos de control sobre la vida cotidiana de las personas. Su autor describe un territorio
contrario a la utopía del bienestar y la felicidad. Además, se denota un fanatismo por su
líder, el Gran hermano, revelado gracias a carteles colgados por todo lugar, así como es
evidente la nula privacidad, administrada por organismos como el Ministerio del amor,
quien regula el pensamiento de las personas gracias a las leyes en contra de cualquier
pensamiento "incorrecto" en contra del Gran hermano.
Nuestro Winston vendría a ser una persona que intenta sobrevivir en este lugar, al tiempo
que intenta analizar qué puede tener, ya que el poder es privilegio del Gran hermano. Estas
ideas las va plasmando a medida que la obra avanza, y para ello utiliza un diario,
considerado un objeto prohibido por las leyes que rigen el país. Corre el riesgo, así, de que
sus pensamientos permanezcan encerrados entre aquellas hojas.
En el desarrollo de la obra podemos notar cómo el autor usa elementos como la tecnología,
representada en telepantallas que tienen dos funciones principales: mantener la ignorancia
en el pueblo, ya que solo se transmite lo que el Ministerio de la verdad autorice, brindando
verdades falseadas al pueblo; y recoger información de cada individuo, manera bastante
invasiva, para que el Ministerio del amor tenga con que justificar ser verdugo para
aquellos que piensen de manera "incorrecta".

Sus palabras fueron interrumpidas por una enajenadora voz que se escuchaba por
altoparlantes ubicados en todas las esquinas del parque, indicando que era la hora en que
todos debían regresar a sus hogares. Veía niños felices, cogidos de un brazo por sus
madres, y llevando en el otro brazo objetos inútiles para ayudar a divertirse en las Noches
de Estado, como se conocía este momento del día en que las familias se reunían a vivir la
felicidad que les proporcionaba el Estado por medio de la T.V., la Internet o la prensa
regocijadora que llegaba a diario a todos los hogares. Vi policías y gente corriendo para
cumplir con los tiempos estipulados en que debían llegar a sus moradas. Escuché también
un quejido de dolor, espiritual y físico, me daba la sutil sensación de estar asistiendo a una
desmembración, era testigo de un hecho en que despojaban de su Ser a un individuo. Al
voltear hacia donde provenía el quejido, vi que era Arthur, al que un par de policías
llevaban preso, y de paso me arrastraban a mí también.
Arthur había recabado en recónditos lugares de la biblioteca pública de nuestra ciudad,
había leído esta gaceta, prohibida ella misma como su lectura, porque todo documento del
pasado era considerado ilegal, así como también lo era comentar o enseñar a otras
personas su contenido. Este fue condenado, y nunca se volvió a ver o saber de él, como
solía ser con este tipo de refractarios. Por su parte, Eduard sería sentenciado a un
procedimiento de resocialización en el que borrarían su memoria, para empezar de cero,
comenzando una nueva vida.
Juan Pablo González
Estudiante de 11-2
I.E. San Antonio de Padua
Winston creció y aprendió a vivir en esa sociedad, pero un día comenzó a preguntarse por
qué razón había que vivir así y no de otra manera. Para su infortunio, se junta con Julia, un
miembro exterior del partido, comienzan a vivir lo que se considera un acto delictivo para
su sociedad, ya que las relaciones sentimentales y sexuales estaban prohibidas, lo único
que se podía llegar a amar era al Gran hermano.
Se podría deducir, con facilidad, lo ineficaz y perjudicial que resultaría para una sociedad
vivir bajo el yugo de un gobierno como este, que aterroriza, oprime y manipula a su
pueblo. No obstante, no es una situación tan alejada de la realidad, 1984 bien podría ser
2023. Después de aceptar esto podemos preguntarnos, entonces, si ¿vale la pena vivir bajo
un gobierno que te vigila de manera constante?, ¿vale la pena sacrificar el pensamiento y
los sentimientos para pervivir como objetos inertes? Para mí, la respuesta debiera ser un
NO rotundo, porque es inconcebible un lugar que manipule así la libertad, donde el poder
sea detentado por un solo individuo que te impida disfrutar y te obligue a obedecer y
sobrevivir a su manera. Sin embargo, lo verdaderamente aterrador es que hay muchas
personas que nada se preguntan, viven a plenitud sus vidas monótonas y carentes de
sentido.
Tomás Augusto Hernández Tamayo (Escritor invitado)
Estudiante del grado 11
Institución Educativa INEM José Félix de Restrepo (Medellín)

Sergio Duque Carmona. Estudiante de 10-1 I.E. San Antonio de Padua

Epílogo

El tiempo transcurre lento e implacable, un sopor se apodera de la vida de quienes de una u otra forma están inmersos en 1984. ¿Será posible hoy una policía del pensamiento capaz
de constreñir cualquier acto de rebeldía?

Pues bien apreciados lectores, existe una especie de policía del pensamiento que, de forma imperceptible, toma posesión de cada una de las horas de nuestras vidas, nos acompaña a
lugares y momentos insospechados, que sutilmente se presenta como una desapercibida alusión de la telepantalla orwelliana, la cual ha sido aceptada por nuestra cotidianidad, amén
que se ha convertido en objeto de alto valor de intercambio económico, perfecto aliciente para el individuo de hoy que asume todo en función de utilidad, artefacto por el que estamos
dispuestos a ofrendar hasta nuestras propias vidas, llevando al límite nuestra fe, al mejor estilo de Abraham.

Pasamos de página y descubrimos a un Winston que muere sin poner resistencia, dócilmente, amando al Gran hermano. No obstante, en las entrañas de alguien surgirá un día el
carácter necesario para forjar una empresa titánica que, con determinación, le rinda homenaje a las fogosas horas que Julia compartía al lado de su amor agostado. Una quimera que se
enaltezca orgullosa, que engulla con vehemencia a todo aquel incapaz de ser dueño de sí, que conduzca hacia la purga a los carentes de profusión de pensamiento. Pretenciosa misión
diría yo, aunque necesaria visión si se anhela contrarrestar la distopía.

Ahora, ¿en qué lugar de la historia queréis estar? ¿Acaso estáis dispuestos a aceptar de forma complaciente la existencia de un Mundo feliz? O, por el contrario, ¿estáis dispuestos a
contrarrestar el efecto narcótico que de este se desprende?

Carolina Ocampo Isaza

Docente I.E. San Antonio de Padua

Apoyan:
Gloria Elcy Giraldo Marín
Juan Camilo Patiño Zapata
Abogado
José David Loaiza Muñoz