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El pueblo que no quería creer

Salvador Abascal Carranza

“Si no se presupone el mal,


no hay justicia posible.
La irresponsabilidad general vuelve
posible la colaboración con el mal”.
Polibio de Arcadia

Polibio de Arcadia, pseudóni- Este artículo pretenden ser como pocos, la cultura mexi-
mo con el que escribió mi que- un homenaje a una mujer ex- cana con todos sus prejuicios,
rida y extrañada amiga (qpd), traordinaria, de origen sirio, sus complejos, pero también
Doctora en Filosofía Ikram An- educada en Francia pero com- con su grandeza. “El que ha-
taki, el libro que lleva por título: prometida con México las últi- blaba sin conformarse con la
“El pueblo que no quería cre- mas décadas de su vida, como imagen idílica que se hacían
cer” (1), describe en un imagi- pocos mexicanos lo han he- de ellos mismos (los mexica-
nario viaje de Grecia a México, cho. Su inteligencia, su lucidez nos), era su enemigo jurado.
hace más de dos mil años, las y su admirable dominio del Y, sin embargo, los mejores
vicisitudes que vivió en estas idioma español, la colocan en- textos que les concernían fue-
tierras mexicanas y las reflexio- tre uno de los talentos que han ron escritos por los foráneos.
nes que de ellas extrae. podido interpretar y explicar, Algunas tentativas internas, 103
dolorosamente lúcidas, fueron cales, campesinos (no agricul- mexicanos dar el salto definiti-
desautorizadas agriamente” tores), “luchadores sociales” vo hacia la modernidad. Por
(2). Yo debo añadir que, entre (¿de qué ha vivido, por ejem- cierto que algunos ciudadanos
los mejores textos de los forá- plo, y sigue viviendo López (afortunadamente no la mayoría
neos a los que ella se refiere Obrador?), Pero también go- ni mucho menos) consideran
están algunos de la propia bernadores y funcionarios pú- como símbolos de la moderni-
Ikram, como el que ahora co- blicos. “La perfección utópica dad la aprobación del aborto,
mento en estas páginas. está lejos de verificarse en la de los “matrimonios” entre ho-
sociedad mexicana: aquí, unos mosexuales y otras falacias se-
Sin decirlo con todas sus le- utilizan a otros y todos se usan mejantes. Otros más conside-
tras, mucho de lo descrito en el mutuamente por medio del en- ran intocables las “conquistas”
libro en comento hace referen- gaño, el poder y la fuerza, pero del pasado: el poder como pa-
cia al régimen priísta. Ikram An- jamás en beneficio del conjunto trimonio individual o de grupo,
taki le llamaba el “viejo régi- social” (4). Frente al intento de las prebendas sin límite de los
men”, en contraste con lo que retorno del PRI al poder, no de- líderes sindicales, “campesi-
los franceses dicen del “ancien bemos dejar de considerar la nos” o populares. Con indepen-
régime” (antiguo régimen), toda fina y profunda crítica que ejer- dencia de ello, lo cierto es que
vez que lo antiguo, como la ció Ikram Antaki, porque las esos líderes corruptos invocan
cultura helénica, siempre re- descripciones siguen siendo sin cesar los fantasmas del pa-
porta una noble enseñanza, válidas. Lo más grave es que sado, como si en lo muerto de
una manera de tratar la vida ya no sería el mismo PRI sino la historia les fuera la vida. No
con dignidad. “La distribución algo mucho peor que eso. puedo dejar de mencionar lo
del poder –afirma a este res- absolutamente ridículo, por no
pecto la Dra. Antaki– se daba México es un país que no ha decir estúpido, de ciertos “prin-
en una renovación temporal sabido o querido madurar. La cipios” que la oposición del
que respetaba unos rituales ri- democracia que finalmente lle- PRD y del PRI abanderan como
gurosos, y la distribución de gó en el 2000 con la alternan- esencia de la patria. Frente a
las riquezas se efectuaba gra- cia en el poder, no es suficien- cualquier intento auténticamen-
cias a la corrupción generaliza- te. Se ha quedado en la forma- te modernizador, en materia de
da. Todos parecían participar lidad procedimental, principal- energía, responden con la co-
en la vida de la nación sin par- mente en el ámbito federal. nocida cantaleta de “la patria
ticipar realmente en ella” (3). Muchos estados no han llega- no se vende”. Para colmo, el
do siquiera a la democracia for- PRI tiene entre sus postulados
La justicia a secas, no la lla- mal; mucho menos a la mate- de doctrina la negativa absoluta
mada “justicia social”, ni la jus- rial que es vida cotidiana, que para generalizar el IVA en ali-
ticia que emana de las “con- es participación, exigencia de mentos y medicinas.
quistas sindicales”, ni de los rendición de cuentas, cons-
privilegios de las corporaciones trucción de ciudadanía, que El mayor problema, sin em-
creadas a la sombra de un po- empieza por la autocrítica que bargo, no consiste en que lo
der cultivado por ocho déca- es conciencia responsable del postulen, sino en que la socie-
das, es todavía una de las asig- deber de cada quien, y no so- dad les siga creyendo. Chile es
naturas pendientes de la vida lamente de quienes ejercen el un país que tenía mayores pro-
institucional de México. De un poder. blemas que México en desarro-
grupo de privilegiados por el llo económico en la década de
viejo régimen (del latín, ley pri- Existe en México una espe- los setenta. Según el New York
vada, no general) han surgido y cie de parálisis, de enfermedad Times del domingo 10 de ene-
104 siguen surgiendo líderes sindi- colectiva que les impide a los ro, Chile está por convertirse en
un país desarrollado. Allí, el IVA seguramente se sorprendería todo se destruirá. El chantaje
es generalizado al 17% y el ISR de su lucidez y de su visión de la violencia, de la ruptura del
es “Flat Tax” de 20%. Todo ello, comprehensiva de la realidad orden social, el necio anuncio
a pesar de los populismos y de mexicana. Describe con ex- del Estado fallido, son sus úni-
la dictadura que han sufrido. El traordinaria claridad la incapa- cas armas. Además de chanta-
chileno es un pueblo que sí ha cidad de millones de mexica- jistas, son predadores porque
querido crecer, no solamente nos para integrarse al mundo; de eso viven.
en lo económico, sino en lo po- para abandonar los prejuicios
lítico y en lo cultural. Todo va de paralizantes de las supuestas “En cuanto al largo plazo de
la mano. conquistas laborales; de la so- nuestra construcción y de la
beranía que no es, al decir de suya, sólo queda la educación,
“¿Cómo explicarles (a los Polibio, sino un complejo de in- para prever (y preparar, digo
mexicanos) –dice Ikram Antaki– ferioridad que impide cualquier yo) suavemente el futuro” (7).
que existe una alegría en lo uni- cambio que venga de afuera (o En México, la educación ha
versal, que el conocimiento de adentro). Su análisis sigue sido substituida por, en gene-
perfecto es participación uni- siendo válido, hoy más que ral, una mediocre instrucción.
versal sin la cual sería inútil, y le nunca, si observamos que los Allí está el rechazo de los maes-
sería al hombre imposible, ele- políticos del otrora sistema go- tros a ser evaluados, a ser ca-
varse? Volvería a caer constan- bernante, hoy oposición, se si- pacitados. Mientras no exista
temente, correría tras de las guen comportando de la mis- una educación moral, mientras
formas. El espíritu de orden y ma manera. no se considere a esta última
de subordinación universal, a la como fuente inagotable del de-
vez que es esencialmente aris- “Este país es extraño: las recho, la sociedad caerá cada
tocrático, es el guardián del va- mismas leyes de la naturaleza vez más en la irremisible espiral
lor real del individuo, porque parecen estar revertidas. Yo de la decadencia y de la degra-
impide su dislocación y con- conozco un mito griego donde dación. “A lo largo de la histo-
serva su unidad”(5). el sol voltea su carrera y los ria, jamás ha habido distinción
puntos que se llaman cardina- entre moral y derecho (salvo en
Para los lectores que no le- les cambian de posición. [...] el positivismo jurídico, imperan-
yeron los dos artículos anterio- Volvamos a épocas anteriores te en México); éste no es más
res, debo hacer una pertinente al saber peligroso; busquemos que la transcripción de la nece-
aclaración: la inspiración de los en la tumba antigua. De ella sa- sidad moral del bien común.
mismos (como el de este últi- lió el chantajista que cuestiona Pero, ¿cómo esperar que la
mo), me viene tanto de mi amis- la permanencia de la vida y la cuestión jurídica sea resuelta
tad con la autora, filósofa de unidad y la estructura misma cuando la cuestión moral no lo
origen sirio (Ikram Antaki qpd) del Estado. El chantajista se ha es? ¿Y cómo esperar que el
como del libro que he estado vuelto amo de la historia y amo problema moral sea resuelto
comentando: “El Pueblo que no del juego; sus reglas nacen de cuando el mal ni siquiera se
quería crecer”. Ella escribe con la revaloración de las leyes del percibe como problema?”(8).
el pseudónimo de Polibio de intercambio entre México y el
Arcadia, filósofo griego, discí- mundo, entre el pasado y el La violencia que hoy vive
pulo de Aristóteles y de Platón, presente, entre la ruptura y la México no se debe solamente,
que en un delicioso anacronis- negociación” (6). Ese chanta- diría Polibio de Arcadia, a la co-
mo llega, en un imaginario viaje, jista es el que se ha apoderado rrupción de un sistema que pre-
al México del siglo XX. de lo muerto de la historia para fería la fragilidad del orden social,
hacernos creer que sin el culto a la difícil tarea de construir las
Si hoy viviera Ikram Antaki, a ese muerto embalsamado, condiciones para el bien común. 105
El poder como botín, los contro- vamente rebasada por una so- Notas:
les demagógicos, el laissez faire ciedad mexicana que realmente 1. Ed. Oceano
en el orden de la justicia y de la quiera crecer y convertirse, de 2. P. 105
3. P. 112
ética, están cobrando la factura una vez y para todas, en adulta 4. P. 100
a la más cínica de las prácticas responsable. “No era sólo la ra- 5. El Pueblo que no quería crecer.
políticas, de un régimen que zón la que nos asistía –dice Po- Polibio de Arcadia (Ikram Anta-
quiso perpetuarse como si libio–, también el sentimiento y ki), Ed. Océano, p. 44.
México les perteneciera como el amor. Aquella es una idea 6. P. 126
7. P. 121
herencia. Hoy, desde la oposi- presente en la filosofía occiden-
8. P. 93
ción irresponsable, pretenden tal. De ella hablaron los pitagóri- 9. P. 41
volver a subirse al carro de una cos y Platón; las religiones la
historia de la que son sólo una anunciaron; y los cínicos la des-
106 parte, y que ojalá quede definiti- conocieron” (9).

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