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Significado de Silogismo
Qué es Silogismo:
Por otro lado, con respecto al silogismo se debe de tomar en cuenta una serie de reglas para
su validez, como:
Tipos de silogismo
Silogismo categórico, es aquel en que la premisa mayor afirma o niega. Esto quiere decir,
A es parte de C, y B es parte de C, por ejemplo:
Todos los seres vivos respiran. Un animal es un ser vivo. Un animal respira.
Silogismo disyuntivo, se caracteriza porque no afirma que las premisas sean ciertas, sino
únicamente una de ellas, pero no simultáneamente, por ejemplo:
Esta tarde visitaran a los tíos o primos. La visita no es a los tíos. Luego, la visita es a los
primos.
Premisa es una palabra que se origina del latín praemissus, que significa “enviar delante”.
Algunos sinónimos de premisa son: antecedente, idea, hipótesis.
Premisa en lógica
Ejemplo 1:
En este ejemplo, si a los niños les gusta el helado de sabor a chocolate y Juan es un niño, es
lógico que la conclusión sea que a Juan le guste comer helado de chocolate.
Pero la conclusión puede ser errónea porque la premisa también lo es. Aunque Juan es un
niño, puede no gustarle el helado de chocolate, sino de vainilla. Es decir, la primera
premisa no es del todo cierta y por ello la conclusión no es correcta.
Ejemplo 2:
Por otra parte, las premisas pueden ser verdaderas y la conclusión ser errónea. En este
ejemplo la primera premisa no es incondicional, por lo que puede ser que Ana vaya para el
parque cualquier otro día de la semana sin ser necesariamente un domingo.
Ejemplo 3:
En este ejemplo las premisas uno y dos son verdaderas, por tal razón la conclusión es
acertada. Las gallinas, al igual que el resto de las aves, tienen plumas y un pico.
Premisa en filosofía
El estudio de las premisas se remonta a los aportes realizados por Aristóteles en la Grecia
antigua, en los cuales establece la forma correcta en que dos premisas pueden generar una
conclusión, es decir, un silogismo.
En este ejemplo, la conclusión se obtiene del razonamiento de las premisas que van de lo
general a lo particular. Por ello, es fácil concluir que los pulpos, al no tener columna, son
invertebrados.
Premisa implícita
Las premisas implícitas son aquellas que no se mencionan o explican, sino que se dan por
entendidas y se pueden deducir según los argumentos que se tengan.
Premisas implícitas: A todos los niños les gusta jugar. Pedro juega todos los días.
Los argumentos dados en el ejemplo llevan a la conclusión de que Pedro es un niño y, por
tanto, le gusta jugar.
Tipos de argumentos
Revisión por Eva Andrés Vicente
Existen varios tipos de argumentos y clasificaciones según diversos autores. Esta es una
selección de los tipos de argumentos más comunes con ejemplos.
Según el proceso racional utilizado para llegar a la conclusión, los argumentos pueden ser:
Argumentos inductivos
Ejemplo:
"En mi barrio, todos los edificios son bajos. Probablemente, todos los edificios de la ciudad
también sean bajos."
Argumentos deductivos
Ejemplo:
"En la fábrica de bolsas todos los empleados usan batas blancas. Martha trabaja en la
misma fábrica, así que ella también usa bata blanca."
Argumentos abductivos
En este tipo de argumentos se describe un hecho para extraer una hipótesis. Es decir, la
descripción del evento genera las premisas que van a justificar o explicar la conclusión.
Ejemplo:
"Me regalaron un perro con un pañuelo blanco atado a su cuello. Todos los perros del
refugio de animales tienen ese pañuelo, así que mi perro seguramente viene de allí."
Según su contenido
Una forma de clasificar los argumentos es según el contenido de sus premisas. En este caso,
se clasifican en:
Argumentos de autoridad
Ejemplo:
"La Organización Mundial de la Salud sugiere que la cantidad diaria de agua que un ser
humano requiere para el consumo humano es de 50 litros diarios."
Argumentos de hecho
Ejemplo:
Argumentos de moralidad
En este caso, se recurre a los valores morales universales para defender una idea (igualdad,
amor, justicia, respeto, etc.). Suelen apelar a lo que se considera justo o lo correcto.
Ejemplo:
"Todas las personas somos iguales, así que todas tenemos los mismos derechos ante la ley."
Argumentos de tradición
Justifica una idea basada en las costumbres y tradiciones. Este tipo de argumentos puede
generar conclusiones falsas, puesto que el hecho de que algo sea una tradición no significa
que sea verdadero o correcto.
Ejemplo:
"Las mujeres deben quedarse en casa. Siempre ha sido así y eso no debe cambiar."
Argumentos probabilísticos
Como dice su nombre, son argumentos que recurren a la probabilidad para apoyar una idea.
Se subdividen en dos tipos:
Ejemplo:
"42,5 millones de personas están mal nutridas en América Latina, según datos de las
Naciones Unidas."
Ejemplo:
Argumentos estéticos
Este tipo de argumento apela a la existencia (o no) de belleza en aquello que quiere
justificar. Es subjetivo y, por tanto, poco verificable, dado que la valoración de lo bello
depende de la persona, la cultura, el momento histórico, etc.
Ejemplo:
"Para mí, esta casa es la más bella del barrio porque es la única de color amarillo."
Ejemplo:
Según su finalidad
Son una clase de argumento que se caracteriza porque la conclusión es una consecuencia
racional de lo que se ha expresado en las premisas. Algunos subtipos de argumentos lógicos
serían:
Ejemplo:
"Los países más desarrollados están en Europa. Allí están Francia, Alemania y Holanda."
Ejemplo:
Argumentos analógicos o por analogía: es otro tipo de argumento sugerido por Weston,
Perelman y Olbrechts-Tyteca. Este caso plantea similitudes entre sujetos, eventos o ideas
para luego encontrar algo en común y extraer una conclusión.
Ejemplo:
"El yoga ayuda a calmarse. Yo hago yoga y por eso siempre estoy calmada."
Argumentos de signos:un signo es un hecho conocido que puede arrojar pistas sobre otro
evento que aún se desconoce. Los argumentos de signos recurren a los indicios para
justificar una idea.
Ejemplo:
"Cuando los niños están callados es porque alguna travesura están haciendo."
Argumentos afectivos
Utilizan ideas que generan sentimientos de afecto o rechazo para provocar una respuesta
emocional en el interlocutor. La intención es apelar a creencias que sean comunes a las
personas para que sea más fácil que se identifiquen con la idea que se está argumentando.
Ejemplo:
"Si eres madre, conoces muy bien la alegría que se siente cuando tu hijo te mira por
primera vez."
El poder persuasivo de un argumento puede convencer (o no) sobre la validez de una idea.
En este caso, se clasifican en:
Argumentos pertinentes
En este caso, las ideas que se plantean están relacionadas con aquello que se quiere
argumentar. Es decir, si queremos defender la existencia del aislamiento social,
utilizaremos argumentos sobre aislamiento social.
Ejemplo:
"Los jóvenes de entre 12 y 25 años pasan cada vez más tiempo en soledad. Pasan una
media de tres horas diarias consumiendo contenido en redes sociales."
Argumentos válidos
Ejemplo:
“Si mi perro tiene cuatro patas, todos los perros tienen cuatro patas”.
Argumentos irrefutables
Son argumentos que, por su pertinencia y validez, no pueden ser refutados. Generalmente,
están avalados con datos verificables.
Ejemplo:
Según su función
Un argumento sirve para apoyar una idea o para refutarla. Dependiendo de esto, se clasifica
en:
Argumentos a favor
Ejemplo:
"Refréscate con Narandela, sin colorantes, sin azúcares añadidos, pero con todo el sabor."
Refutación
Es un contraargumento que demuestra que las premisas de otro argumento no son válidas.
Por ejemplo, si alguien argumenta que el cambio climático es falso, los contraargumentos
(estadísticas, datos, ejemplos, etc.) refutarían esa idea.
Ejemplo:
Un silogismo está conformado por tres juicios o proposiciones: una premisa mayor o
universal, una premisa menor o particular, y la conclusión.
Las proposiciones a su vez constan de tres términos: un término menor o sujeto, un término
mayor o predicado y un término medio o común (que comparten las dos premisas).
Premisa mayor
Premisa menor
“Sócrates es hombre”.
Aquí podemos observar que la premisa menor se incluye en el silogismo, cuyo término
medio está en forma de predicado. Siempre es la segunda premisa. De la combinación de
ambas, surgirá la conclusión.
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Conclusión
“Sócrates es mortal”.
Si seguimos el razonamiento aristotélico, decir que todos los hombres son mortales y
enunciar que Sócrates es hombre, la conclusión irrefutable será que, evidentemente,
Sócrates es mortal en tanto hombre.
Las premisas son afirmaciones o juicios que pueden clasificarse de acuerdo con su cantidad
o extensión (universal o particular), y con su cualidad (afirmativa o negativa).
“Todos los hombres son mortales” podría ser un ejemplo de un juicio universal afirmativo;
“Los hombres no son aves”, un juicio universal negativo; “Sócrates es hombre”, un juicio
particular afirmativo, y “Carlos no es un ave”, un juicio particular negativo.
Reglas de los silogismos
Un
silogismo es un razonamiento lógico donde a partir de dos premisas se deriva una conclusión
Para que un silogismo sea válido y no sea considerado un falso enunciado (es decir, una
falacia), debe cumplir una serie de reglas:
Tres términos
Todo silogismo debe constar de tres términos: un sujeto, un predicado y un término medio.
Agregar otro sujeto, por ejemplo, lo convertiría en un falso enunciado.
El término medio, al menos en una de las premisas, debe ser universal (“los hombres”, en el
silogismo de Sócrates).
Esto significa que de dos premisas particulares, sin términos medios universales, no puede
obtenerse una conclusión válida.
Conclusión deducida
La conclusión debe desprenderse de las premisas. Una conclusión distinta a los términos
incluidos en las premisas sería un falso enunciado.
Dos premisas afirmativas no pueden dar una conclusión negativa (por ejemplo, “todos los
caballos son cuadrúpedos; Lucero es un caballo; Lucero no es cuadrúpedo”).
Dos premisas negativas no pueden tener una conclusión válida. Una premisa negativa y otra
positiva tendrán una conclusión negativa.
Ejemplos de silogismos
Aunque Aristóteles haya sido el primero en teorizar esta forma de pensar, es probable que
el razonamiento silogístico haya estado presente desde mucho antes en el ser humano y su
manera de conocer y entender el mundo.
He aquí algunos ejemplos sencillos de silogismos con los que podemos ilustrar esta forma
de pensamiento.
Ejemplo 1
Ejemplo 2
Ejemplo 3
Ejemplo 4
Ejemplo 6
Ejemplo 7
Ejemplo 8
Ejemplo 9
Ejemplo 10
Ejemplo 11
Ejemplo 13
Ejemplo 14
Ejemplo 15
Ejemplo 16
Ejemplo 17
Materia próxima: son las premisas y la conclusión. Las premisas o antecedente son aquellas
proposiciones de las que se sigue la tercera. La conclusión o consiguiente, es esa tercera
proposición que se sigue de las premisas. Se llama premisa mayor aquella que se coloca en primer
lugar porque contiene el predicado de la conclusión; premisa menor a la que se coloca en segundo
lugar y que tiene el sujeto de la conclusión.
Materia remota: son los términos que componen las premisas y la conclusión. Se llama término
medio (M), o simplemente medio aquel que se encuentra sólo en las premisas; término mayor (T)
o extremo mayor, al término que en la conclusión es el predicado y que se encuentra en la
premisa mayor; término menor (t) o extremo menor, al término que en la conclusión es sujeto y
que ordinariamente se encuentra en la premisa menor.
Forma: es la disposición de los términos y las premisas que es apta para concluir. (Para lograr esta
condición hay que atender en los términos a su posición como sujetos o predicados y en las
enunciaciones a la cantidad y a la cualidad).
En la Inducción no hay TÉRMINO medio. Lo que ocupa el lugar del término medio, lo que es
MEDIO de la argumentación, no es un término, un concepto, es una ENUMERACIÓN DE
INDIVIDUOS O DE PARTES: siendo estos individuos, en la premisa mayor, tomados uno a uno, y, en
la menor, tomados en la unidad del concepto universal que los representa. Ésta es la diferencia
esencial y absolutamente irreductible que separa el silogismo y la inducción. De ahí, esta
consecuencia: mientras el Silogismo o raciocinio deductivo procede, al menos desde el punto de
vista de las relaciones lógicas, de una verdad más universal a una verdad menos universal
contenida en la primera, la inducción procede de lo menos universal a lo más universal, de las
partes al todo.