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FONDOS
Y
SALSAS
BÁSICAS
Son los que por su frecuente uso y lenta elaboración deben tenerse
preparados en todo momento. Se usan en cualquier tipo de cocina.
son fondos en los que los son fondos en los que los
ingredientes como los huesos y ingredientes principales se escaldan
verduras se tuestan para conseguir directamente en el agua o se sofríen
sabores característicos del asado y levemente sin coloración a fin de
conseguir así salsas de sabor intenso conseguir sabores suaves y colores
y pronunciado además de un color claros.
oscuro.
Salsas a base de lácteos: Son las salsas que cuentan entre sus
ingredientes con la mantequilla, la leche, el queso, el yogur, la
nata… pueden ser frías o calientes, sencillas o más complejas.
Pelando una buena cebolleta quitándole la capa exterior y después la picamos en trocitos
que sean lo más pequeños que podamos.
Pelamos también un par de dientes de ajos, que picaremos al igual que hicimos con la
cebolleta, en trocitos pequeños.
Al acabar de picar estos ingredientes echamos un buen chorreón de aceite de oliva virgen
en una sartén, y vamos a sofreírlos a fuego medio, añadiendo por encima el azúcar
moreno y removiendo bien para que se mezclen los ingredientes.
Iremos removiendo de vez en cuando par que no se nos pegue nada en el fondo de la
sartén, y cuando pasen unos 10 minutos, que la cebolla empiece a caramelizarse, vamos a
apartar la sartén del fuego y entonces vamos a salpimentar al gusto y remover para que se
integren sus sabores en la mezcla anterior. Una vez lo hayamos hecho, agregaremos a la
mezcla resultante la salsa de tomate, que puede ser hecho casero o bien comprado en el
supermercado y, la miel, el pimentón dulce y la salsas inglesa.
Con la batidora vamos a triturar todos los ingredientes directamente en la sartén, o si lo
prefieres en un vaso apto para la batidora. Lo trituramos todo hasta dejarlo bien pasado
formando una salsa bastante homogénea, probamos la misma por si tuviéramos que
corregirle el punto de alguno de los ingredientes, y cuando tengamos la salsa barbacoa a
nuestro gusto la vamos a echar en el recipiente en el que la vayamos a servir a la hora de
comerla. Mientras tanto la guardamos en la nevera y la que nos sobre la podemos
mantener varios días en frío metida en un tarro con tapadera.
Mantenemos siempre a fuego medio hasta que empiece a hervir la salsa, ya que no
queremos que hierva rápidamente, y mientras tanto no dejamos de remover la misma
para que no se pegue al fondo de la olla ni se formen grumos. Si queremos preparar
una salsa agridulce un poco más densa, agregaremos un poco más de maicena para que
espese más la misma una vez la tengamos ya preparada, pero lo hacemos en este
momento, ya que al estar caliente absorberá bien la maicena y se mezclará bien sin formar
grumos, algo que hay que evitar siempre.