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AL-ÁNDALUS

INTRODUCCIÓN

La llegada de los musulmanes coincidió con la época de mayor expansión territorial del imperio
islámico. Su presencia durante casi ocho siglos se puede dividir en una primera fase de conquista y
posterior organización con el Emirato de Córdoba, un periodo de esplendor durante el Califato,
seguido de otros de desintegración con los reinos taifas y las invasiones norteafricanas, para acabar
finalmente en el reino nazarí de Granada.

DESARROLLO

Los musulmanes entran en la Península en el año 711 teniendo lugar la batalla de Guadalete,
derrotaron al ejercito godo, aprovechando las luchas dinásticas entre Don Rodrigo y los hijos de Witiza,
llamados los witizianos. En el 711 los musulmanes cruzan el estrecho de Gibraltar con Tariq al frente,
lugarteniente de Muza. La derrota de Guadalete supuso el inicio de la dominación musulmana en
España. Poco después llego Muza con tropas árabes en lugar de bereberes, avanzan por Sevilla,
Mérida, Zaragoza, e inician la batalla de Covadonga en 722.

Muza y Tariq regresan dejando la tarea conquistadora al hijo de Muza, Abdelazid, siendo el tratado
celebrado con Tudmir uno de los hechos más destacados, por el que los dirigentes locales pactaron su
rendición con los musulmanes a cambio de conservar las propiedades y la religión cristiana. Gran parte
de la población abrazó la nueva religión; en ello influyo el hecho de que los creyentes musulmanes
pagaban impuestos más reducidos.

Mientras que los romanos dominaron el territorio peninsular después de numerosas guerras de
conquista, los musulmanes lo hicieron esencialmente mediante capitulaciones. La península fue
sometida de dos formas diferentes, las armas: una vez vencida se firmaba la capitulación, la población
no podía abandonar la ciudad y perdían sus bienes (terras). Los no musulmanes pagaban impuestos
por capitación (yizya) y por terra (Jaray).

El emirato dependiente de Damasco (711-756) Al-Ándalus estuvo dirigidas por gobernadores o


emires delegados del califa de Damasco. Hubo varias campañas militares, que en algunos casos
concluyeron con derrotas que marcaron los límites de avance islámico hacia el norte. Destaca la
batalla de Covadonga (722) y la victoria de los francos en la batalla de Poitiers (732). Esta etapa se
caracteriza por: la llegada, conquista y el asentamiento. La implantación de los primeros sistemas
tributarios. Y el enfrentamiento entre árabes y bereberes por el reparto de tierras.

Emirato Omeya independiente (756-926) Fue fundado por Abderramán I, príncipe Omeya,
superviviente de la matanza de los Omeyas por parte de los abasíes, quienes trasladan la capital de
Damasco a Bagdad. Tras esto, Abderramán fue fugitivo durante varios años, y tras conseguir apoyos,
desembarcó en Almuñécar y ocupó Córdoba en el 756. Ahora Al-Ándalus se convierte en un emirato
independiente, pero se acepta la autoridad religiosa de Bagdad. El emir inició la construcción de la
Mezquita de Córdoba y fortaleció su gobierno con la creación de un ejército. tuvieron que enfrentarse
a diversas sublevaciones, como la “jornada del foso” en Toledo y la matanza del Arrabal en Córdoba.
Y la creación de un ejército que promovió la entrada del integrismo religioso malikí.

En tiempos de Abd al-Rahman II se produce un gran auge económico. A finales del siglo IX se inicia
una crisis en los territorios fronterizos con los cristianos, las marcas. Las revueltas de Zaragoza, Toledo
y Mérida dificultan el dominio del territorio.

El califato de Córdoba (929-1031) El emir Abd al-Rahman III provocó un cambio de rumbo en la
dinámica política anterior, las causas de este auge son; restablecer la unidad interna, frenar las
rebeliones internas. Reorganizar el ejército, compuesto de tropas mercenarias. Su autoridad se hizo
absoluta cuando se proclamó califa. Y desarrollo una adecuada política exterior.

Durante el reinado de su hijo y sucesor Al-Hakam II la situación interna y externa se mantuvo


intacta. Fomento las ciencias, las letras y las artes, y la protección a las minorías religiosas de
mozárabes y judíos.

Hisam II y sus sucesores Cuando muere Al-Hakam II le sucede su hijo Hisam II, aprovechando la
minoría de edad, Al-Mansur se convierte en su ministro, su poder se basó fundamentalmente en
reforzar el ejercito introduciendo elementos bereberes a los que les pagaba con impuestos.
Concesión, en calidad de señoríos, de territorios ocupados por bereberes. Realizo contra los cristianos
expediciones de saqueo, la destrucción de Barcelona (985) y de Santiago (997).

En 1002 Abd al Malik no supo mantener su autoridad, además murió prematuramente. Las
tensiones estallaron cuando la aristocracia árabe se levantó contra Abd al-Rahman Sanchuelo. A ello
hay que sumar la importancia que fueron adquiriendo los bereberes y eslavos, habían formado una
casta privilegiada, buscaron colaboraciones con los condes catalanes, en la lucha contra los otros
grupos a cambio de dinero. Desde 1009 a 1031 son años de confusión, de crisis política y social que
llevará a la desintegración del califato y al inicio de la ofensiva de los reinos cristianos.

La razón de la desintegración, diferencias entre árabes, bereberes, eslavos y sirios. La aceptación de


fórmulas feudales. La ausencia de una clase media. Y la ofensiva de los reinos cristianos.

Los reinos de Taifas En el 1032 las capitales de provincia se independizan formándose 30 reinos de
taifas, clasificándose en tres grupos, las taifas árabes, taifas bereberes y taifas eslavas.

La división debilita y fue aprovechada por los reinos cristianos, que exigían del pago de parias a cambio
de su protección. Estos tributos reforzaron el poder militar cristiano, que los llevo a la conquista de
Toledo (1085) por Alfonso VI de castilla. Consiguieron unificar las taifas y frenar la reconquista, pero
no pudieron evitar que Alfonso I el batallador de Aragón ocupara zaragoza (1118). Hacia 1147, tuvo
lugar la invasión almohade, ocupo Al-Ándalus y amenazo gravemente a los reinos cristianos. A lo largo
del siglo XIII la dominación musulmana desaparecerá excepto en el reino de granada.

Reino nazarí de granada (1236-1492) -En 1329 los benimerines serían los últimos norteafricanos que,
junto a sus aliados de Granada, intentarían invadir la península Ibérica. Catilla y Portugal derrotaron
decisivamente a los benimerines en la batalla de Salado. Pero su gran problema fueron las continuas
conspiraciones y luchas internas por el poder. En el siglo XV estalló una guerra civil que debilitó el
reino. Entre 1482 y 1492 Castilla, con los Reyes Católicos, acabó con el último vestigio de Al- Ándalus.

CONCLUSIÓN

En conclusión, la salida de Boabdil acababa la prolongada presencia musulmana en la península


Ibérica, dejando tras de sí una fuerte huella en materia económica y social, así como una rica herencia
artística, convirtiéndose en uno de los periodos más importantes de la Historia de España.

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