Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
EL SUICIDIO
El suicidio para Durkheim es un desajuste, la desintegración del sujeto de la sociedad,
un problema de ruptura del equilibrio, dicho en sus propias palabras es "Todo caso de
muerte que resulta directa o indirectamente de un caso positivo o negativo realizado por
la víctima misma, y que, según ella sabía, debía producir este resultado".
El suicidio egoísta tiene lugar cuando los vínculos sociales son demasiado débiles para
comprometer al suicida con su propia vida. En ausencia de la integración de la sociedad, el
suicida queda libre para llevar a cabo su voluntad de suicidarse. Su excesivo
individualismo, producto de la desintegración social, no le permite realizarse en cuanto
individuo social que es, lo tiene insatisfecho y, puesto que para él la finalidad de la vida
sólo puede estar en la propia persona, como ésta no le alcanza, tiende a perder el sentido
de la vida y a despreciarla. Esta forma de suicidio suele darse más en las sociedades
modernas, en las que la dependencia de la familia y de la religión es menor que en las
tradicionales.
Una de las conclusiones a las que llega Durkheim a partir de lo anterior es que en las
sociedades y las comunidades que tienen más cohesión y solidaridad orgánica, la tasa de
suicidios será menor, justamente porque la estrecha conexión con el grupo al que se
pertenece es un freno de la voluntad de suicidio. Eso explicaría datos como, por ejemplo,
que los judíos se suicidaran menos que los católicos: según Durkheim, es la persecución y
el aislamiento de que históricamente han sido objeto la mayor parte de las comunidades
judías en Europa lo que hizo que los individuos se volvieran más dependientes y unidos
unos con otros. Una explicación parecida es la que reciben hechos como que en los países
católicos la tasa de suicidios fuera menor que en los protestantes, pues las sociedades y
comunidades de éstos son más individualistas.
Con esto, podemos tomar dos conclusiones importantes; por un lado, vemos como el
suicidio progresa con la ciencia; y por otro lado vemos como cuanto más numerosos y
fuertes son los estados colectivos, más fuertemente integrada está la comunidad religiosa
y más virtud preservativa tiene. Lo importante no son los dogmas y los ritos, sino que
sirvan por su naturaleza para alimentar una vida colectiva de una suficiente intensidad:
Porque la iglesia protestante no tiene el mismo grado de consistencia que las otras, es por
lo que no ejerce sobre el suicidio la misma acción moderadora.