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Este documento describe la tradicional ceremonia de "la ch'alla de negritos" en la fiesta patronal de la Virgen del Rosario en Pomata, Perú. La ceremonia involucra una ofrenda y limpieza ritual realizada por un yatiri para los trabajadores que molían carbón, llamados "negritos", y los maestros pirotécnicos antes de fabricar la pólvora para los fuegos artificiales. El ritual busca pedir permiso a la tierra y evitar accidentes durante la fiesta patronal.
Este documento describe la tradicional ceremonia de "la ch'alla de negritos" en la fiesta patronal de la Virgen del Rosario en Pomata, Perú. La ceremonia involucra una ofrenda y limpieza ritual realizada por un yatiri para los trabajadores que molían carbón, llamados "negritos", y los maestros pirotécnicos antes de fabricar la pólvora para los fuegos artificiales. El ritual busca pedir permiso a la tierra y evitar accidentes durante la fiesta patronal.
Este documento describe la tradicional ceremonia de "la ch'alla de negritos" en la fiesta patronal de la Virgen del Rosario en Pomata, Perú. La ceremonia involucra una ofrenda y limpieza ritual realizada por un yatiri para los trabajadores que molían carbón, llamados "negritos", y los maestros pirotécnicos antes de fabricar la pólvora para los fuegos artificiales. El ritual busca pedir permiso a la tierra y evitar accidentes durante la fiesta patronal.
Las denominadas “Fiestas Patronales” de los pueblos son en la fecha un
sincretismo donde conjugan lo divino religioso con lo ancestral (pagano) lo denominaron los peninsulares que con la espada implantaron sus creencias y fe religiosa. Lo mal denominado pagano no es otra cosa que lo ancestral y consuetudinario que vive tan enraizado y/o internalizado en el sentimiento del poblador originario trasuntado en su amor a la tierra y sus fenómenos naturales erigidos como dioses por su no explicación natural. La fiesta patronal de la “Santísima Virgen del Rosario de Pomata” no escapa a esta realidad y el poblador oriundo ha sabido darse “maña” para hacer prevalecer sus ritos y costumbres ancestrales que se realizan a través de los Pacos Pacus o Yatiris y son estos personajes que se han dado ” maña” para perennizar sus viejos y tradicionales ritos de “ pago a la pacha mama” (Santa Tierra) o a la “mama Kota” (Lagos y/o lagunas) así como a las tres esferas y/o estadios de la vida el Alaj Pacha o mundo de los dioses y/o divinidades el Taypi Pacha o mundo intermedio o mundo de los seres vivientes y el Mankja Pacha o mundo de la obscuridad de los muertos o de lo que está bajo la tierra. Durante la Festividad de la Virgen del Rosario de Pomata para darle solemnidad pomposidad y prestancia esta se “ anunciaba” a propios y extraños con el sonoro estruendoso explosionar de cohetes bombardas y camaretas era como un aviso de decir “la fiesta ha llegado” o simplemente “estamos de fiesta” o también en imitación al “vaciar de cañones de los buques y/o fortalezas” había que “vaciar” las cargas de pólvora con un concierto macanudo de explosiones seguidas. Sin embargo la manipulación de explosivos podría generar una tragedia que rondaba de la mano de la alegría y muchas veces por un mal manejo de la pólvora se producían explosiones que junto a la pólvora se llevaban las extremidades superiores o parte de sus miembros y hasta la vida de los que manipulaban el peligroso producto. Si esto acontecía era “por qué no se pagó a la tierra” Surgen entonces las preguntas ¿Por qué ha pasado esa desgracia? ¿Qué es lo que se ha hecho mal para que suceda dicha tragedia? ¿a quién no se ha pedido permiso o que ser inmundo y/o pecador está dentro de nosotros? Los polvoreros eran ”maestros” trejos en el arte de fabricar la pólvora que era la consabida mezcla de carbón azufre y salitre siendo el primer insumo el carbón molido y para ello contaban con sus “ayudantes” personas que molían el carbón hasta hacerlo en fino polvo y tras el trabajo arduo y sudoroso estos literalmente quedaban “negritos” ante la vista de la gente y hasta objeto de burla que los llamaban “negritos” ya contando con dicho insumo el “maestro” mezclaba el fino polvillo de carbón con los otros insumos (azufre y salitre) cuidando de las proporciones para lograr el mejor sonido. Sin embargo antes de realizar esa mezcla “había que pedir perdón” y realizar un “aytu” “challancha” y/o “ch´alla” Es entonces que primero se “challaba” a los negritos que habían quedado así después de haber molido el carbón Originándose de dicha manera lo que se denomina como “ la ch´alla de negritos” o limpia de los moledores del carbón así mismo se realizaba la “limpia y/o ch´alla de los maestros polvoreros” para realizar esta labor se tomaban los servicios del “paku packo o yatiri” que con toda solemnidad preparaba un “altar” para el pago a la tierra y buscar la protección de la divinidad. El paku packo o yatiri tiende sobre el suelo una frazada y/o una “lliclla” (aguayo) y con orientación al este o al lugar por donde sale el sol en la parte superior de este “altar” coloca unas “inkuñas” “estallas” pequeñas llicllas así como la pólvora que se usara para rellenar las camaretas y bombardas que se usaran para anunciar la fiesta a los cuatro vientos. La “ceremonia” es muy solemne y la inicia el “yatiri paku o packo” que usa la hoja sagrada de la coca (tiene que ser verde y de buena hoja) asimismo se acompaña de dulces confetis pastillas de conversación que se llama “dulce mesa” también se usan conchas de abanico caracoles y/o ostras sin contenido donde se deposita el vino lo que también no debe faltar es el “unthu” o sebo de animal y hasta un feto de animal “sullu” seco Iniciando la sesión el “principal” paku packo o yatiri que de rodillas empieza con un rezo y comienza a coger los “coca laph´is” (hojas de coca) hasta formar un “trio” de hojas uno por la casa otro por la salud y otro por la intención se los lleca a la boca y ”conversa” con ellos pidiendo sean alejadas las malas vibras y que todo vaya bien sobre este “hayt´hu” pone grageas (dulces multicolores y pequeños como granos de quinua) y sobre él un poco de sebo de animal que se toma con un “pellizquito del hunt´hu” además de un poco de incienso y copal para sopar en el vino contenido en la concha marina y colocarlo sobre un papel blanco preparado con la forma de una cajita donde se van depositando una a una las “intenciones” de los asistentes que siguen lo hecho por el “maestro yatiri” siempre de rodillas y en pareja van realizando el rito hasta el último de los asistentes. Demás esta decir que en esta ceremonia no se usa fuego ni menos e puede fumar pues alguna chispa podría generar un accidente de consecuencias impredecibles. Para pasar la fiesta también es menester de suma importancia dejar rencores odios y sentimientos de venganza y se procede a un estado especial el del “perdón” donde los asistentes se abrazan olvidando viejas rencillas para vivir un clima de hermandad y paz. Mientras se va realizando la ceremonia el Alferado y/o responsable ya sea de la alba o de la fiesta según el caso convida y/o invita a los asistentes bebidas calientes como ponches de ciruelo guinda o de coco rallado así también copitas de anisado, pisco u otro licor que “caliente” la fiesta y los ánimos. En la actualidad aquellos “negritos” que quedaban así por el moler el carbón ya no quedan pero queda la “herencia” que es el conjunto de cohetes, cohetones, bombardas que al ser puestas en trozos de carrizo y sujetados con pita bañada en brea tienen un aspecto negro a la vista en cambio las camaretas (trozos de tubos con un orificio en la parte inferior y taponeados con arcilla en la parte superior) por el uso quedan teñidos de color negro por la quema y explosión de la pólvora objetos que hoy trocaron su nombre y comúnmente son llamados “negritos” objetos y artículos que se “ch´allan” para que la fiesta vaya bien rito costumbrista pomateño que se ha venido en denominar “ la ch´alla de negritos”. Julio Moisés Olaguivel Bedregal