Está en la página 1de 3

NUEVOS PARADIGMAS ORGANIZACIONALES.

La imperiosa necesidad de generar cambios en el mundo ha ocasionado que


todo el entorno organizacional se una a esos cambios, haciéndose cada vez
más complejo, aunado a esto los sujetos en las organizaciones ha pasado de
ser sujetos disciplinarios bajo la ética de las obediencias a sujetos
cognoscentes, con mayores niveles de exigencias, evidenciándose mayor
necesidad de aprendizaje y de creatividad, además de una gran utilización de
la tecnología. Esta nueva capacidad de participación es la que nos va a
permitir, mediante el uso de la tecnología mejorar la competitividad, así como
optimizar los recursos. También genera un conocimiento tangible, maximiza los
resultados y minimiza la pérdida de tiempo e información en beneficio de los
objetivos organizacionales.

En la actualidad, con frecuencia se utiliza el término sostenibilidad para


justificar la explotación insaciable de recursos con el fin de satisfacer las
necesidades del actual sistema de consumo, incluso proyectando su
permanencia y satisfacción a largo plazo. En ello destacan organizaciones cuyo
objetivo es desarrollar procesos que vinculen el fortalecimiento del sistema
actual sin perjudicar el futuro.

En ocasiones, las organizaciones pueden justificar adecuadamente que el


proceso productivo que proponen es sostenible, pero a veces no, pues se
encuentran limitadas por su propio modelo de negocio, además de la exigencia
constante de la demanda y la competencia, que la obligan a adoptar
estrategias quizá eficientes, pero poco favorables con respecto al consumo de
recursos, lo que afecta a la misma sociedad.

Asimismo, emplear el término sostenible de manera reiterada e inadecuada


resulta en la pérdida de su aceptación y valor, dificultando el análisis a la luz de
sus particularidades en el desarrollo de la sociedad (Ávila, 2018); además, es
difícil eliminar viejos paradigmas empresariales que no permiten ni facilitan el
cambio hacia una mejora continua basada en la innovación.
Por tal motivo, la cultura organizacional que rige el actuar de la empresa debe
mantener ideas, prácticas y valores coherentes no solo en lo tocante a la
productividad, sino que debe considerar el beneficio a largo plazo para la
sociedad a la que sirve, al incluir la ética y los valores en la toma de decisiones.

Dicha cultura debe someterse al escrutinio consciente desde el punto de vista


innovador, buscando transformar y actualizar sus procesos para dar validez
significativa a sus contribuciones, sin olvidar que su función principal es la
satisfacción de todas las partes interesadas (clientes internos y externos) a
través de sus procesos.

Profundizando en el término innovación, este se refiere fuertemente al cambio y


la adecuación constante y justificada, para facilitar la adecuación a un nuevo
paradigma según las necesidades siempre cambiantes del entorno.

Dentro de este marco, es necesario resaltar la relevancia de los paradigmas,


viejas reglas que guían la funcionalidad de un patrón conductual que es idóneo
en su contexto y referencia temporal; sin embargo, nada dura para siempre, y
hay que aprender a reconocer los indicadores de cambio del entorno,
adelantándonos y proponiendo cambios de paradigma en nuestro actuar como
organizaciones. Y uno de tales cambios es el requisito de sostenibilidad, para
la permanencia y aceptación en un mercado cada vez más demandante y
crítico.

Para ejemplificar, se comprende el propósito de la obsolescencia programada


aplicada en los productos ofertados por las organizaciones, aludiendo a que si
un producto no se desgasta, podría representar la muerte de la empresa
(London, 1932). Sin embargo, la realidad de un planeta con recursos limitados
no corresponde a la postura del consumismo ilimitado, por lo que educar a
nuestro sistema empresarial aislado no sería suficiente. Pero por algo se debe
comenzar, y posteriormente será necesaria la inclusión y participación de la
misma sociedad de consumo.
En síntesis, las organizaciones deben involucrar a todos los que integran su
sistema, para maximizar las probabilidades de éxito en la toma de decisiones.
Esto no solo enriquece los resultados esperados gracias a la sinergia de los
esfuerzos, sino facilita el rompimiento de viejos paradigmas, innovando
continuamente en las prácticas sostenibles y llevando al nacimiento de nuevos
paradigmas empresariales en torno a lo que realmente debe hacerse para
mantenerse en un mercado cambiante y competitivo.

También podría gustarte