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TEMA X - LA EXTINCION DE LAS OBLIGACIONES

EL ART. 1156 CCIV Y LAS CAUSAS DE EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES


Art. 1156 CCIV: “Las obligaciones se extinguen: Por el pago o cumplimiento, por la pérdida de la
cosa debida, por la condonación de la deuda, por la confusión de los derechos de acreedor y
deudor, por la compensación y por la novación”.

Estas son las llamadas causas de extinción de las obligaciones, ya que todas determinan la
extinción de la relación obligatoria (existen también causas particulares aplicables a ciertas
relaciones obligatorias. Ej. la muerte del deudor en casos de obligaciones de hacer personales, el
acaecimiento del evento previsto por las partes como condición resolutoria...). De todas ellas la
más importante es el cumplimiento o pago.

LA PÉRDIDA DE LA COSA DEBIDA O LA IMPOSIBILIDAD SOBREVENIDA DE LA


PRESTACIÓN

PRECISIONES TERMINOLÓGICAS

La expresión “la pérdida de la cosa debida” puede dar la impresión de que la imposibilidad de
llevar a cabo la prestación se refiere exclusivamente a las obligaciones de dar, no siendo así (art.
1184 CCiv: ”también quedará liberado el deudor en las obligaciones de hacer cuando la prestación
resultare legal o físicamente imposible”).

Para evitar esta confusión, la doctrina y la jurisprudencia han impuesto la expresión “imposibilidad
sobrevenida de la prestación”

CARACTERISTICAS DE LA IMPOSIBILIDAD

A. El carácter sobrevenido:El incumplimiento se ha de producir necesariamente a causa de


circunstancias posteriores al momento constitutivo de la obligación

B. Origen físico o jurídico de la imposibilidad:La expresión “la pérdida de la cosa” sugiere que la
imposibilidad de cumplimiento debe venir provocada por la destrucción física o desaparición
material de las cosas que son objeto de la prestación. A este respecto, el art. 1184 CCiv habla con
mayor corrección de que “ ... la prestación resultare legal o físicamente imposible” evidenciando
que la imposibilidad sobrevenida del cumplimiento puede ser tanto física como jurídica.

C. El carácter objetivo de la imposibilidad: La imposibilidad ha de ser, en todo caso, objetiva:


referida al objeto de la relación obligatoria, a la prestación en sí misma considerada, siendo
intranscendentes en principio las circunstancias relativas a la persona del deudor. Excepto las
obligaciones de hacer y las personalísimas, cuando las circunstancias y condiciones del deudor
formen parte del contenido de la relación obligatoria.

D. Imposibilidad sobrevenida total y parcial:El art. 1182 Cciv y siguientes: Imposibilidad


sobrevenida total de la prestación. En caso de la consecuencia de una imposibilidad sobrevenida
de la prestación solo parcial, la respuesta es insegura, dada la extraordinaria casuística: quizás
sea mejor, en caso de relaciones jurídico-obligatorias onerosas, dejar la decisión en manos del
acreedor, y predicar la extinción parcial de la obligación en los supuestos a título gratuito.

LOS PRESUPUESTOS DE SU EFICACIA EXTINTIVA

La imposibilidad sobrevenida de la prestación sólo tendrá eficacia extintiva cuando el consiguiente


incumplimiento no sea imputable al deudor. Por tanto, no basta con el advenimiento sobrevenido o
subsiguiente de una circunstancia imposibilitadora de la prestación, sino que es necesario que se
den los siguientes supuestos:

1.Que no sea imputable al deudor

2.Que se produzca con anterioridad a la eventual constitución en mora del deudor. En caso
de deudor moroso, responderá incluso del caso fortuito.

3.Que, en obligaciones de dar, la cosa sea específica o determinada. En estos casos, la


pérdida de la cosa ha de conllevar necesariamente la extinción de la obligación (por
imposibilidad de cumplimiento), siempre y cuando la pérdida no se debiere a dolo, culpa o
mora del deudor. Si la obligación fuese genérica, el deudor queda obligado a realizar la
entrega mediante la consecución de una cosa que se corresponda con la prestación
debida, aunque haya de buscarla fuera de su patrimonio.

4.Que la cosa específica no proceda de delito o falta, ya que en tal caso ha de aplicarse el
art. 1185 Cciv , que dispone que “cuando la deuda de cosa cierta y determinada procediere
de delito o falta, no se eximirá al deudor del pago de su precio, cualquiera que hubiese sido
el motivo de la pérdida, a menos que, ofrecida por él la cosa al que la debía recibir, éste se
hubiese sin razón negado a aceptarla”.

LA CONDONACIÓN O REMISIÓN DE LA DEUDA

IDEA INICIAL

Arts. 870 CCiv y ss contempla el “legado de perdón o liberación de una deuda” la posibilidad de
que el testador libere de la obligación a una persona.
Arts 1187 CCiv y siguientes, regula la “condonación de la deuda”, no se recoge expresamente,
pero se puede afirmar que, con carácter general, equivale a perdonar una deuda o renunciar a
exigirla, ya se haga mortis causa: caso en el cual se habla de legado de perdón, o inter vivos:
condonación o remisión, propiamente dicha

UNILATERALIDAD O BILATERALIDAD DE LA CONDONACIÓN DE LA DEUDA

En general la unilateralidad de la condonación de la deuda es, aparentemente, indiscutible: el


acreedor puede exigir el cumplimiento de la obligación al deudor o liberarlo del cumplimiento de la
obligación. No obstante, en algunos casos, la resistencia del deudor a aceptar la condonación de
la deuda trae consigo que no baste la voluntad del acreedor para dar por extinguida la obligación.

Por tanto la condonación se caracteriza por su bilateralidad, pese a que no sea evidente, al
limitarse el deudor a consentir la situación creada, en vez de aceptar expresamente la
condonación.

RÉGIMEN NORMATIVO

A. Limites de la condonación. La condonación se configura como un acto a título gratuito, sin


contraprestación alguna por parte del deudor. El segundo párrafo del art. 1187 Cciv establece que
toda condonación “estará sometida a los preceptos que rigen las donaciones inoficiosas”
donaciones estas, recogidas en el art. 636, que establece que nadie podrá condonar “más de lo
que pueda dar por testamento” siendo inoficiosa la condonación “en todo lo que exceda de esta
medida”.

En consecuencia, el primer límite viene representado por los derechos de los legitimarios.

El acreedor podrá condonar solamente los derechos que sean renunciables por no contrariar el
orden público ni perjudicar a terceros.

B. Clases de condonación. El CCIV no fija especiales requisitos de forma, pudiendo hacerse de


manera expresa o tácita (art. 1187.1), sí establece en el art. 1187.2 del CCiv: “la condonación
expresa deberá ajustarse a las formas de la donación”. Siendo aplicables los arts. 632 y 633 CCiv

Considera además el Código Civil una serie de supuestos en los que debe hablarse de
condonación presunta:

1.Art. 1188.1: “La entrega del documento privado justificativo de un crédito, hecha
voluntariamente por el acreedor al deudor” ya que dicho acto “implica la renuncia de la
acción que el primero tenía contra el segundo”. Esta presunción se ve reforzada por otra
regla establecida en el artículo 1189: "Siempre que el documento privado de donde resulte
la deuda se hallare en poder del deudor, se presumirá que el acreedor lo entregó
voluntariamente, a no ser que se pruebe lo contrario".

2.Art. 1191 CCiv: “Se presumirá remitida la obligación accesoria de prenda cuando la cosa
pignorada, después de entregada al acreedor, se hallare en poder del deudor”.

Según alcance de la condonación, se habla de condonación total y parcial.

C Efectos de la condonación. En el caso de condonación parcial la relación obligatoria seguirá


subsistiendo con el alcance, extensión y contenido que se deriven de aquella.

Caso que la relación obligatoria contenga obligaciones principales y accesorias, "lo accesorio
sigue a lo principal" y "la condonación de la obligación principal extingue las accesorias, mientras
que la condonación de éstas dejará subsistente la primera" -art. 1190-. Ej: en caso de préstamo
con garantía hipotecaria, la renuncia a la hipoteca por el acreedor no conlleva la extinción del
préstamo; la renuncia a los intereses no implica la remisión del principal, etc.

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