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DERECHO DE OBLIGACIONES II

TEMA II. OTROS MODOS DE EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES

Además del pago, existen otros modos de extinguir las obligaciones según lo
establecido en el artículo 1,234 del Código Civil, a saber:

LA DACIÓN EN PAGO

El acreedor no está obligado a recibir una cosa distinta de la adeudada, pero en


virtud del artículo 1,234 del Código Civil, éste como dueño de su crédito puede
convenir con el deudor recibir una sustitución de la deuda.

La dación en pago es el negocio jurídico por el cual el deudor transmite la


propiedad de una cosa a su acreedor, quien acepta el recibirla en lugar y en
pago de la prestación debida.

El acreedor no puede ser compelido a recibir una cosa distinta de la que se le


debe, pero no le está prohibido hacerlo.

La dación en pago cuando es aceptada por el acreedor, extingue definitivamente


la obligación. Supone la transmisión inmediata de la propiedad y su entrega, su
tradición, instantánea.

La transmisión instantánea de propiedad prohíbe la dación en pago que recae


sobre cosas futuras; impide igualmente la dación en pago de una cosa cuya
entrega fuese acompañada de un término.

Cuando el accipiens o acreedor sufre evicción de la cosa ajena dada en pago, el


pago es nulo y aquél conserva su crédito con todas sus garantías.

EL TIEMPO Y LUGAR DEL PAGO

El artículo 1,187 del Código Civil dispone que el plazo se presume estipulado a
favor del deudor, presunción simple, a menos que resulte de la estipulación o de
las circunstancias que ha sido convenido también a favor del acreedor.

Cuando en un préstamo se han pactado intereses, estos permiten presumir,


hasta prueba en contrario, que el término convenido es en interés común de las
partes.

Salvo convención contraria, el pago debe ser hecho en el domicilio del deudor
(artículo 1,247 del Código Civil): el pago es cobradero. Existe una derogación de
este principio en los casos de pago de pensiones alimenticias que, en principio,
son pagaderas en el domicilio del acreedor.
Cuando se trata de un cuerpo cierto y determinado, el pago debe hacerse en el
lugar donde estuviera la cosa en el momento de la obligación. Esta regla es
supletoria.

LA PRUEBA DEL PAGO

La carga de la prueba del pago pesa sobre el deudor. El artículo 1,315, párrafo 2
del Código Civil, es inaplicable en los casos de obligaciones de prudencia y
diligencia.

El pago es un acto jurídico, por lo tanto, no puede probarse, por encima de 30


pesos, más que por un procedimiento de prueba perfecto. En el caso de pruebas
parciales, esa prueba se exigirá si el total de los pagos supera los 30 pesos
(artículo 1,341 y siguientes). Sin embargo, nuestra Corte de Casación, ha dicho
en alguna oportunidad que la regla que prohíbe probar por testigos los pagos
superiores a 30 pesos no es de orden público y por consiguiente la parte que se
aprovecha de ella puede renunciar.

La regla dispuesta por el artículo 1,341, solo se aplica a los pagos de suma de
dinero para los cuales se exige un recibo; se permite por todos los medios la
prueba de la obligación de hacer. El artículo 1,348 permite acudir a todo medio
de prueba cuando ha sido imposible moralmente procurarse un documento o
recibo que pruebe el pago realizado. En las compraventas al contado, donde la
costumbre es no entregar recibo, puede invocarse el artículo 1,348.

DEL CUMPLIMIENTO FORZOSO

Las obligaciones de hacer y de no hacer se resuelven en el ámbito de daños y


perjuicios en caso de incumplimiento por parte del deudor. Es la traducción del
adagio “Nemo praeoise potest cogi ad factum” (Nadie puede ser obligado a la
ejecución personal de un hecho), artículo 1,142.

Pese a esa afirmación de alcance general, en el ámbito de esas obligaciones, el


cumplimiento en especie puede obtenerse con frecuencia. Y es que tal principio
solo es aplicable a las obligaciones de hacer que han sido contraídas intuitu
personae. Siempre que la obligación de hacer sea susceptible de ser cumplida
por un tercero, el acreedor puede ser autorizado también, en caso de
incumplimiento para cumplir él mismo la obligación a exprensas de su deudor
(Artículo 1,144). El principio es idéntico en las obligaciones de no hacer.

OFRECIMIENTO REAL DEL PAGO Y CONSIGNACIÓN (Art. 1257 del Código


Civil)

Cuando el acreedor se niega a recibir el pago, el deudor puede liberarse de su


obligación haciendo una oferta real de pago seguida de consignación. Este
procedimiento está consagrado en los artículos 1257 al 1264 del Código de
Procedimiento Civil.
Los ofrecimientos reales y consignación es un mecanismo legal destinado a
forzar la resistencia del acreedor que, pretendiendo que el pago no se hace
conforme a los términos de la obligación, se resiste a aceptarlo.

Por diversos motivos, el acreedor puede negarse a recibir el pago de una


obligación puesta a cargo del deudor. Lo cierto es que el deudor tiene sumo
interés en liberarse del pago, a pesar de la negativa del acreedor a recibirlo, ya
que su deuda produce intereses que él debe detener, o porque siendo deudor de
un cuerpo cierto, debe evitar conservar su riesgo.

El procedimiento real de pago está dividido en tres fases:

1.-Ofrecimiento real de pago


2.-La consignación
3.-La demanda en validez

El ofrecimiento del pago real u oferta real

Es un acto extrajudicial por medio del cual el deudor hace ofrecimiento de pagar
al acreedor con capacidad para recibir, o a quien ha dado poder especial para
recibir en su nombre, la totalidad de la deuda (capital, intereses y costas).

Estos ofrecimientos deben ser reales, es decir, deben estar apoyados con la
presentación efectiva del objeto debido o adeudado.

El procedimiento de ofrecimiento real de pago está excluido en relación a las


obligaciones de hacer o no hacer. Solo proceden para las obligaciones de dar
(en donde debe operar un traspaso de la propiedad, la entrega real de la cosa
adeudada).

Caso de negatividad o aceptación de los ofrecimientos

Si el acreedor acepta el ofrecimiento, esto equivale al pago de la deuda por


parte del deudor, el cual será ejecutado por el Alguacil, quien recibirá descargo
del acreedor y el título liberatorio correspondiente.

Si el acreedor rehusa, recibir ofrecimientos, entonces para poder liberarse, el


deudor procederá a la segunda fase del procedimiento: la consignación.

LA NOVACIÓN (Art. 1271 del Código Civil)

La novación es una manera de extinguir las obligaciones, y consiste en sustituir


la deuda vieja por una nueva. La segunda obligación debe inferir de la primera
por un elemento nuevo, suficiente para que se distinga una de otra. La novación
se encuentra reglamentada en los artículos 1271 al 1281 del Código Civil.
La novación es un negocio jurídico por el que las partes extinguen una
obligación y dan nacimiento a una nueva, en forma simultánea. La antigua
obligación es la causa, fuente de la nueva.

La nueva obligación conserva alguno de los elementos esenciales de la anterior,


en tanto ha variado alguno de ellos.

Es necesaria la existencia de una obligación anterior para que podamos decir


que nos encontramos frente a una novación, ya que si no existiera la anterior
nada podría novarse. “La novación supone la obligación anterior que le sirve de
causa. Si la obligación anterior fuere nula, o se hallare ya extinguida el día que la
posterior fue contraída, no habrá novación”.

De conformidad con el artículo 1271 del Código Civil, la novación ocurre en las
siguientes eventualidades:

1.-Cuando el deudor contrae una nueva deuda con el acreedor que sustituye a la
antigua, quedando esta extinguida.

2.-Cuando se sustituye un nuevo deudor al antiguo, que queda libre por el


acreedor.

3.-Cuando por efecto de un nuevo compromiso se sustituye un nuevo acreedor


al antiguo, respecto al cual el deudor se encuentra libre.

La novación debe hacerse entre personas capaces de obligarse, y debe ser de


manera expresa, esta no se presume.

EFECTOS

Toda vez que hemos dicho que la extinción de un vínculo jurídico (y la creación
de uno nuevo) implica la extinción de una obligación preexistente y la creación
de una nueva.

LA QUITA VOLUNTARIA O PERDÓN DE LA DEUDA (Art. 1282 del Código


Civil)

El perdón de la deuda es el acto por el cual un acreedor sin haber recibido un


pago, libera a su deudor de la deuda.

La entrega voluntaria del título original bajo firma privada, hecha por el acreedor
al deudor, libera a su deudor de la deuda.

La entrega voluntaria de la primera copia del título, por parte del acreedor, hace
presumir la quita de la deuda o el pago, sin perjuicio de la prueba en contrario.
La entrega del título original bajo firma privada o de la primera copia del título a
uno de los deudores solidarios, tiene el mismo efecto en beneficio de sus
codeudores.
La entrega o descargo convencional en provecho de uno de los codeudores
solidarios, libera a todos los demás, a menos que el acreedor no haya reservado
expresamente sus derechos contra estos últimos. En este último caso no podrá
repetir la deuda sino haciendo la deducción de la parte de aquel a quien ha dado
la quita.

La entrega de la cosa dada en prenda, no basta para presumir la quita de la


deuda. La quita o descargo convencional concedido al deudor principal libra a
los fiadores. Y el otorgado a uno de los fiadores, no libra a los otros.

Lo que el acreedor reciba por un fiador para el descargo de su fianza, debe


imputarse sobre la deuda y recae en descargo del deudor principal y de los otros
fiadores.

LA COMPENSACIÓN (Art. 1289 del Código Civil)

Si dos personas se deben recíprocamente objetos semejantes, ambas deudas


pueden extinguirse hasta la concurrencia de la menor de ellas, y lo único que
debe cumplirse es el excedente de la mayor de ellas. Este es un modo de
extinguir las obligaciones, pero existe una excepción y es en materia de créditos
por alimentos, en los cuales no existe posibilidad jurídica de compensación.

La compensación puede ser convencional, legal y judicial.

Se verifica la compensación de pleno derecho por la sola fuerza de la ley, aún


sin el conocimiento de los deudores; las dos deudas se extinguen mutuamente,
desde el mismo instante en que existen a la vez, hasta la concurrencia de su
cuantía respectiva.

La compensación no tiene lugar sino entre dos deudas que tienen igualmente
por objeto una suma de dinero o determinada cantidad de cosas fungibles de la
misma especie, y que son igualmente líquidas y exigibles. Los préstamos
hechos en granos o especies no controvertidas, y cuyo precio conste por los
corrientes del mercado, pueden compensarse con sumas líquidas y exigibles.

La compensación tiene lugar, cualesquiera que sean las causas de una de las
deudas, excepto en los casos:

1.-De la demanda en restitución de una cosa cuyo propietario ha sido


injustamente desposeído.

2.-De la demanda en restitución de un depósito y del préstamo en uso.

3.-De una deuda que tiene por causa alimentos declarados no embargables.

El fiador puede oponer la compensación de lo que el acreedor deba al deudor


principal. Pero el deudor principal no puede oponer la compensación de lo que el
acreedor deba al fiador. El deudor solidario no puede tampoco oponer la
compensación de lo que el acreedor debe a su codeudor.

El deudor que ha aceptado pura y simplemente la cesión que un acreedor ha


hecho de sus derechos a un tercero, no podrá ya oponer al cesionario la
compensación que hubiese podido, ante de la aceptación, oponer al cedente.

LA CONFUSIÓN (Art. 1300 del Código Civil)

La confusión es otro modo de extinción de las obligaciones, y se da cuando una


persona tiene al mismo tiempo la cualidad de acreedor y deudor.

Ej.: Si José es deudor de Juan y a la vez su heredero, resultaría ilógico que si


muere Juan, José se cobre a sí mismo la deuda.

La confusión se produce cuando en una misma persona, se reúnen las calidades


de acreedor y deudor de la misma obligación.

La confusión como extinción de la deuda, solo es aplicable cuando una persona


es a la vez deudor y acreedor. La confusión tiene mayor aplicación en materia
sucesoral.

Cuando se realiza la confusión en la persona del deudor principal, aprovechará a


sus fiadores. La que se efectúa en la persona del fiador, no implica extinción de
la obligación principal. La que tiene lugar en la persona del acreedor, no
aprovecha a sus codeudores solidarios sino en la porción en la cual era deudor.

LA PÉRDIDA DE LA COSA (Art. 1302 del Código Civil)

Cuando la cosa cierta y determinada que era objeto de la obligación perece,


queda fuera del comercio, o se pierde de modo que se ignore su absoluta
existencia, queda extinguida la obligación si la cosa ha fenecido o ha sido
perdida sin culpa del deudor, y antes de que fuera puesto en mora.

En caso de que el deudor se haya puesto en mora, y no se ha obligado para los


casos fortuitos, queda extinguida la obligación, en el caso de que esta hubieres
perecido en poder del acreedor, si le hubiese sido entregada. El deudor está
obligado a probar el caso fortuito que alegue.

LA NULIDAD O RESCICIÓN (Art. 1304 del Código Civil)

La nulidad consiste en la sanción establecida por la ley que alcanza a aquéllos


actos jurídicos que se han formalizado sin cumplir con los requisitos de validez
previstos por el artículo 1108 del Código Civil. La nulidad puede ser relativa o
absoluta, y ambas tienen por efecto hacer desaparecer todas las obligaciones
nacidas del contrato y obran retroactivamente.
La rescisión también es causa de nulidad de una convención por causa de
lesión.

El artículo 1304 del Código Civil establece que, en todos los casos en que la
acción en nulidad o rescisión de una convención, no está limitada a menos
tiempo por una ley particular, la acción dura 5 años.

Este tiempo no se cuenta en caso de violencia, sino desde el día en que ha


cesado ésta; en caso de error o dolo, desde el día en que han sido éstos
descubiertos. No se cuenta el tiempo con respecto a los incapacitados por la ley,
sino desde el día en que les sea levantada la interdicción, y con relación a los
actos hechos por los menores, desde el día de su mayoría de edad.

Lo previsto por el artículo 1304, es aplicable a la acción en nulidad relativa,


porque el plazo para la acción en nulidad absoluta es de 20 años, de
conformidad con lo previsto en el artículo 2262 del Código Civil.

LA CONDICIÓN RESOLUTORIA

La condición resolutoria es aquella, que una vez verificada, produce la


revocación de la obligación, y vuelve a poner las cosas en el mismo estado en
que tendrían si no hubiese existido la obligación. Esta no suspende el
cumplimiento de la obligación, sólo se obliga al acreedor a restituir lo que recibió,
en caso de que el acontecimiento previsto en la condición llegue a verificarse. La
condición resolutoria se sobre entiende en los contratos sinalagmáticos, para el
caso de que una de las partes no cumpla con su obligación.

LA PRESCRIPCIÓN

La prescripción es un instituto jurídico por el cual el transcurso del tiempo


produce el efecto de consolidar las situaciones de hecho, permitiendo la
extinción de los derechos o la adquisición de las cosas ajenas.

Si el acreedor no exige el cumplimiento de la obligación en los plazos acordados


por la ley, se produce una extinción de la obligación. Si el acreedor no exige el
pago y deja transcurrir los plazos se presume que no tiene interés en exigir el
cumplimiento.

Existen dos tipos de prescripciones: la extintiva o liberatoria y la adquisitiva o


usucapión.

PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA O LIBERATORIA

En muchas ocasiones la utilización de la palabra prescripción en derecho se


limita a la acepción de prescripción extintiva o liberatoria, mediante la cual se
pierde el derecho de ejercer una acción por el transcurso del tiempo.
La prescripción extintiva o liberatoria se produce por la inacción del acreedor por
el plazo establecido por cada legislación conforme a la naturaleza de la
obligación de que se trate y tiene como efecto privar al acreedor del derecho de
exigir judicialmente al deudor el cumplimiento de la obligación.

La prescripción no extingue la obligación sino que la convierte en una obligación


natural por lo que si el deudor voluntariamente la paga no puede reclamar la
devolución de lo entregado, alegando que se trata de un pago sin causa.

LA PRESCRIPCION ADQUISITIVA O USUCAPIÓN

La prescripción adquisitiva o usucapión, es un modo de adquirir la propiedad de


una cosa y otros derechos reales posibles mediante la posesión continuada de
estos derechos en concepto de titular durante el tiempo que señala la ley.

INTERRUPCIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN

La prescripción puede interrumpirse natural o civilmente. Tiene lugar la


interrupción natural, cuando se priva al poseedor, por más de un año, del
disfrute de la cosa, bien sea por el antiguo propietario o aun por un tercero.

La interrupción civil, se realiza por una citación judicial, un mandamiento de


pago o un embargo, notificado a aquél cuya prescripción se quiere impedir.

La interrupción de la prescripción tendrá lugar desde el día de la fecha de los


actos jurídicos a que se refiere el párrafo anterior.

La citación judicial, aunque se haga ante un juez incompetente, interrumpe la


prescripción. Si la citación fuese nula por vicio en la forma, si el demandante
desiste de la demanda, si dejase extinguir la instancia, o si desechase la
demanda, la interrupción se considera como no ocurrida.

Se interrumpe la prescripción, por el reconocimiento que haga el deudor o el


poseedor del derecho de aquél contra quien prescriba.

La interpelación hecha con arreglo a los artículos anteriores a uno de los


deudores solidarios, o su reconocimiento, interrumpe la prescripción para los
demás y también contra sus herederos.

SUSPENSIÓN DE LA PRESCRIPCIÓN

La prescripción corre contra toda clase de personas, a no ser que se encuentren


comprendidas en alguna excepción establecida por una ley.

La prescripción no corre contra los menores o sujetos a interdicción, salvo lo que


se dice en el artículo 2278 del Código Civil y exceptuándose los demás casos
que la ley determina.
La prescripción corre contra la mujer casada, aunque no esté separada de
bienes por contrato de matrimonio, o judicialmente, respecto de los bienes que el
marido administra, salvo su recurso contra el mismo.

Del mismo modo se suspende la prescripción durante el matrimonio:

1.-En el caso en que la acción de la mujer no pudiera ejercerse sino después de


haber optado entre la aceptación o la renuncia a la comunidad.

2.-En el caso en que el marido, habiendo vendido los bienes propios de la mujer
sin su consentimiento, garantice la venta, y en los demás casos en que la acción
de la mujer resulte en perjuicio del marido.

La prescripción no tiene lugar con relación a un crédito que dependa de una


condición, hasta que ésta se realice; relativamente a una acción de garantía,
hasta que tenga lugar la evicción; y respecto a un crédito a día, hasta que éste
llegue.

Los aspectos relativos a la interrupción y suspensión de la prescripción, así


como también los plazos de las diferentes prescripciones se encuentran
reglados por los artículos 2219 al 2279 del Código Civil.

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